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1. Leucemia Crónica
1. Definición
2. Causas
3. Tipos
Leucemia Linfática o Linfocítica Crónica (LLC)
Definición
Síntomas y exploración física
Datos de laboratorio
Pronóstico
Tratamiento
Otros síndromes linfoproliferativos crónicos de expresión leucémica
Leucemia prolinfocítica
Tricoleucemia
Linfomas no hodgkinianos leucemizados
Leucemias de linfocitos grandes granulares
Leucemia - Linfoma T del adulto
Linfomas cutáneos de células T con expresión leucémica
Leucemia granulocítica crónica o leucemia mieloide crónica
Concepto
Fases o estadios de la enfermedad
Fase crónica
Fase de aceleración o alarma
Fase de transformación en leucemia aguda
Datos de laboratorio
Sangre periférica
Aspirado medular
Citogenética
Índice de fosfatasas alcalinas granulocíticas
Bioquímica
Tratamiento
En fase crónica
En fase aguda o de crisis blástica
Pronóstico
4. Causas de muerte
Leucemia Crónica
Definición
Son procesos hematológicos de larga evolución, en los que existe un aumento anómalo de células sanguíneas, más o menos maduras,
y fácilmente identificables.
Causas
Desconocidas. Los factores determinantes expuestos para las leucemias agudas pueden ser reproducidos en este caso. Parece que
existe cierta base hereditaria.
Tipos
Definición
Se caracteriza por un crecimiento en médula ósea y en sangre periférica de linfocitos pequeños de aspecto maduro pero defectuosos en
su función de defensa inmunológica. Suele incidir en varones y en personas de edad avanzada. Se dan 3 nuevos casos por cada 100000
habitantes y año.
En muchas ocasiones, la leucemia linfática crónica es un hallazgo casual al realizar un hemograma y encontrar una linfocitosis (aumento
del número de linfocitos) en sangre periférica.
Otras veces, los pacientes acuden a consulta por presentar ganglios linfáticos aumentados de tamaño, cansancio, algo de fiebre o
febrícula (fiebre ligera o "décimas"), un proceso infeccioso no aclarado, etc.
Es frecuente que el médico compruebe la existencia de adenomegalias (aumento del tamaño de los ganglios), esplenomegalia (aumento
del tamaño del bazo) y hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado).
Datos de laboratorio
1. Hemograma:
En el momento del diagnóstico son hallazgos habituales:
o Marcada leucocitosis de entre 20000 y 50000 leucocitos mm3, constituida casi exclusivamente por linfocitos de aspecto
maduro.
o A veces existe una discreta anemia
o La cifra de plaquetas suele ser normal
2. Aspirado medular
Revela una infiltración por elementos linfoides superior al 30%
3. La citogenética:
Suele mostrar anomalías en los cromosomas 11, 12, 13 y 14
4. La biopsia ósea:
Puede mostrar patrones de infiltración o invasión de distintos tipos
Pronóstico
Ya hemos dicho que los linfocitos de estos pacientes son de aspecto maduro pero funcionalmente defectuosos, lo que implica que en el
enfermo se produce un déficit de sus defensas inmunitarias, que le hacen muy vulnerable a padecer infecciones graves tanto por bacteria
como por virus y hongos.
Otras complicaciones son la anemia hemolítica autoinmune, la trombocitopenia y la neutropenia inmune. El sindrome de Richter (linfoma
de células grandes) y segundas Neoplasias, como cánceres de piel, del tubo digestivo y del pulmón.
Rai y Binet formularon unas fases clínicas progresivas de la enfermedad, visibles en las siguientes tablas.
Durante las primeras fases, la enfermedad progresa lentamente (pérdida de apetito, de peso, fatiga, aumento de tamaño de ganglios
linfáticos, etc).
Al progresar la enfermedad, el paciente presenta infecciones graves, manifestaciones hemorrágicas, palidez, fiebre, dolores en huesos y
articulaciones.
Mientras algunos pacientes fallecen pocos meses después del diagnóstico, otros sobreviven durante muchos años. De unos 6 años es la
media de supervivencia global. Actualmente, gracias a los nuevos tratamientos, estamos asistiendo a unos mejores resultados y, por tanto,
a un mejor pronóstico.
Tratamiento
Leucemia prolinfocítica
Es una variedad poco frecuente de LLC de mayor agresividad y que se caracteriza por la presencia de células mayores que el linfocito
normal denominadas prolinfocitos. Cursa con una importante linfocitosis y esplenomegalia. Las adenopatías son excepcionales.
Predomina en varones de edad avanzada.
Se trata con quimioterapia, esplenectomía, radioterapia esplénica, etc.
Variante de LLC que cursa con anemia, trombopenia, esplenomegalia, leucocitosis, linfocitosis e infecciones de repetición. Se
caracteriza por la invasión de sangre periférica, médula ósea, bazo e hígado de unas células que poseen prolongaciones de su citoplasma a
modo de "pelos", denominadas "tricoleucocitos".
Afecta sobre todo a varones de entre 40 y 60 años. Se trata con esplenectomía, radioterapia esplénica, interferón, cladribina (CDA), etc.
Se trata de cuadros clínicos cuya peculiaridad es la presencia en sangre periférica de células linfoides anómalas semejantes a los de la
LCC y de evolución crónica (lenta).Se les ha denominado clásicamente como leucemia de células linfosarcomatosas y corresponden a
diversos tipos de linfomas no hodgkin que invaden la médula ósea y la sangre periférica.
Cursan con adenopatías, hepatomegalia y esplenomegalia.
Su pronóstico es variable y depende del linfoma que los origina.
Se trata de un Síndrome linfoproliferativo crónico, en el que las células que proliferan son linfocitos T. Su pronóstico es variable y su
evolución es lenta. Suele afectar a personas de edad avanzada.
También existe el llamado Síndrome de los linfocitos grandes granulares, en el que las células que proliferan son las NK (Natural Killer)
o Células Asesinas.
Forma rara de Síndrome Linfoproliferativo Crónico del adulto, caracterizado por un curso agresivo, leucocitosis acusada con Linfocitosis
T, adenopatías, infiltración de la piel y exceso de calcio en la sangre. Su pronóstico es variable, siendo las complicaciones infecciosas las de
más dificultad.
Cuadro clínico caracterizado por eritrodermia (enrojecimiento de la piel), con presencia en sangre periférica y en piel de las
denominadas "células monstruosas", que son formas de Linfocitos T. Su pronóstico es variable y su tratamiento es a base de Interferón
Concepto
Se caracteriza por un crecimiento anómalo en médula ósea y sangre periférica de células de la serie mieloide inmaduras y maduras. En
el 85-90% de los casos, en el estudio citogenético se descubre una alteración cromosómica consistente en la translocación de los
cromosomas 9 y 22, resultando lo que denominamos cromosoma Philadelphia.
Fase crónica
Dura un promedio de 3 a 5 años, aun cuando su duración real es muy variable. Existe poca afectación del estado general, heatomegalia
y esplenomegalia.
Son excepcionales las adenomegalias. En este fase, el diagnóstico puede hacerse de forma casual en la realización de un hemograma
de rutina, o bien el paciente puede presentar síntomas impreciosos de fatiga, adelgazamiento, etc. En este estado, la enfermedad es poco
agresiva y fácil de controlar.
Etapa intermedia que se observa en un tercio de los pacientes. Se aprecia una leucocitosis resistente al tratamiento, fiebre,
esplenomegalia, anemia, alteración de las plaquetas y blastos en una proporción del 10-15% en médula ósea y sangre periférica.
Puede ocurrir de forma lenta o brusca y su expresión es muy similar a la de una leucemia aguda (síndrome anémico, hemorragia, fiebre,
infecciones, etc)
Datos de laboratorio
a. Sangre periférica
En el hemograma se detecta leucocitosis superior a 100.000 leucocitos/mm3, con predominio de neutrófilos maduros, pero con
presencia de formas inmaduras (leucoblastos, promielocitos, mielocitos, metamielocitos).
Existe anemia moderada y plaquetas en cifra normal o elevada, pero con su función alterada.
b. Aspirado medular
Con gran cantidad de células. Elevado número de megacariocitos y células inmaduras en proporción aproximada al 10% >
c. Citogenética
Presencia del cromosoma Philadelphia
d. Índice de fosfatasas alcalinas granulocitarias (FAG)
Muestra valores muy bajos o incluso de cero.
e. Bioquímica
Muestra un aumento de la LDH y del ácido úrico, y una disminución del colesterol.
Tratamiento
En fase crónica
El tratamiento es igual al de una leucemia mieloide aguda. Hay que procurar que no se llegue a esta fase mediante la práctica, en la fase
crónica, de un transplante alogénico de médula ósea.
Pronóstico
La evolución a la fase de crisis blástica es prácticamente inevitable, y por tanto, hay que planificar tratamientos eficaces antes de que
dicha crisis llegue.
Los pacientes con elevado riesgo de evolución rápida a la crisis blástica son los de edad más avanzada, mayor tamaño del bazo,
trombocitosis intensa (más de 700.000 plaquetas mm/3), o bien trombopenia (menos de 100.000 plaquetas mm3). También un mayor
porcentaje de blastos circulantes (por encima de un 5%) y de blastos medulares (por encima de un 10%). Son signos también de riesgo
elevado las alteraciones citogenéticas añadidas al Cromosoma Philadelphia, la anemia, la resistencia al tratamiento con quimioterapia, etc.
Cuando en la crisis blástica, la leucemia crónica se convierte en una leucemia aguda, las causas de muerte pueden ser, al igual que en
éstas, los procesos infecciosos o las hemorragias, y por idénticos motivos.
Actualmente, el transplante de médula ósea ha venido a revolucionar el pronóstico de estos pacientes. Realizado en la fase crónica, se
consiguen entre un 60 y un 70% de supervivencias largas libres de enfermedad.
En la fase de aceleración se consigue un 35%, y en crisis blástica menos de un 10%.
De todos ellos, un alto porcentaje obtendrán la curación completa de la enfermedad.