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Informe Anual del Director – 2000

La salud en el
desarrollo humano

o 2
La salud de la población es un producto de la sociedad y,

al mismo tiempo, un aporte imprescindible para el crecimiento

económico y la estabilidad política.


La salud en el desarrollo humano

E
l concepto de salud de la población es la piedra angu-
lar del pensamiento en salud pública, el cual, como tra-
bajadores dedicados a ese campo, nos esforzamos en
mejorar cada día. Para ello, es imperativo aumentar
nuestra capacidad de medir, vigilar y comprender la
compleja dinámica de la salud de la población, que res-
ponde en una proporción relativamente pequeña a las
intervenciones características de la atención médica y
mucho más a los cambios en el ambiente físico y social.
La salud de la población es un producto de la sociedad y a la vez un aporte
imprescindible la crecimiento económico y la estabilidad política. El grado de
salud de la población es de por sí un indicador excelente del desarrollo hu-
mano. Cuando se reconoce esa relación, se percibe claramente la necesidad
de que el sector salud haga un esfuerzo más eficaz de integración estable-
ciendo alianzas con otros actores públicos y privados, incluidas las organiza-
ciones de la sociedad civil, y encabezando la defensa de las políticas públicas
y los programas conducentes a la salud y el desarrollo humanos.

Modificación de los
determinantes de la salud
E
l objetivo de reducir las inequidades en materia de salud requiere que
este sector asuma el papel de líder para influir de manera efectiva en
la modificación de las condiciones de vida de los grupos más necesita-
dos. Actualmente, la pobreza se define no solo en función de la escasez de
ingresos económicos sino también de una visión integral centrada en la falta
de oportunidades, de seguridad y de participación en las decisiones que afec-
tan a individuos y colectividades. De ahí la necesidad de adquirir una nueva
perspectiva que incorpore tanto los aspectos sociales de acceso a la educa-
ción, la salud, la vivienda y un ambiente sano, como también el elemento
ético de la justicia.
Esa perspectiva pone de relieve los factores sociales que se relacionan con
las situaciones de privación injusta debidas a la raza, la etnia, el género, el
lugar de nacimiento u otros rasgos. Es imperativo examinar esos factores en la
Región de las Américas, donde las disparidades continúan creciendo a pesar de
los adelantos logrados en el campo de la salud. Debe documentarse la existen-
cia de esas grandes desigualdades y entenderse cómo se relacionan con sus

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EL PROGRESO EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN


Organización Panamericana de la Salud

FIGURA 1. Mortalidad acumulativa de los niños de determinantes socioeconómicos, para que los países de
1 a 4 años de edad, según el nivel de ingreso familiar
y peso al nacer, Pelotas, Brasil, 1982–1987. las Américas puedan analizarlas y poner en ejecución
35
intervenciones encaminadas a reducirlas. Esos conoci-
mientos servirán para que en las agendas políticas se
Mortalidad acumulativa (por 1.000 nacidos vivos)

30
incluya el tema de la inequidad en salud, de forma que
25
todos los actores de este sector participen en la discu-
sión acerca de cómo reducirla.
20
La OSP ha prestado atención especial a esa nueva
15 perspectiva en el desarrollo de políticas y ha volcado
sus esfuerzos en la generación de información que
10
permita idear métodos adecuados para medir las
5 inequidades. Gran parte de la información disponible
acerca de las inequidades en salud y su relación con
0
< US$ 50 US$ 50 a $149 US$ 150 o más los macrodeterminantes sociales y económicos se de-
Ingreso mensual de la familia (en US$) riva del análisis de los datos obtenidos mediante las
Peso al nacer encuestas de hogares. Esos datos se han recogido y
< 2.500 g < 2.500 a 2.999 g 3.000 g o más sistematizado para uso del sector salud. A continua-
ción se dan algunos ejemplos de las disparidades así
Fuente: Victora C, Barros F, Hutley S, Teixeira AM, Vaughan JP. Early
childhood mortality in a Brazilian cohort: The roles of birthweight
documentadas.
and socioeconomic status. Int J Epidemiol 1992;21:423–432.

Inequidad relacionada con el ingreso


y el capital doméstico
En la ciudad de Pelotas, al sur del Brasil, entre 1982 y 1987 la mortalidad acu-
mulativa en los niños de 1 a 4 años de edad que pertenecían a familias con
un ingreso familiar mensual de US$ 50 o menos era cinco veces mayor que la
de los niños de familias con un ingreso mensual de US$ 150 o más (figura 1).
En el Perú, en 1996 la prevalencia de infecciones respiratorias entre los niños
menores de 5 años cuyas familias podían clasificarse en el quintil más bajo de
capital doméstico era casi el doble (21%) que la de los niños de familias cla-
sificables en los quintiles más altos (12%) (figura 2).

Inequidad relacionada con el grado


de educación formal
Entre los períodos 1985–1987 y 1994–1996, la esperanza de vida de las muje-
res chilenas a los 20 años de edad aumentó en casi dos años, pero las muje-
res con 13 años o más de instrucción formal disfrutaron de un beneficio

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La salud en el desarrollo humano

mayor, pues su esperanza de vida se incrementó de 62,5 FIGURA 2. Prevalencia de infecciones respiratorias y
diarreas en niños menores de 5 años y su atención en
a 72,5 años en solo una década. En cambio, en los gru- las instituciones de salud pública, Perú, 1996.
pos con niveles más bajos de educación formal, la ga-
(a) Infecciones respiratorias
nancia fue insignificante (figura 3). También en Chile, en 30

el período comprendido entre 1990 y 1995, las tasas de


25
mortalidad neonatal de los niños de madres sin instruc-
ción formal fueron 12 veces mayores que las de los niños 20

Porcentaje
cuyas madres tenían 13 años o más de escolaridad. Entre 15
los primeros, las tasas de mortalidad posneonatal fue-
10
ron dos veces mayores que entre los segundos (figura 4).
5

Inequidad relacionada Más bajo


Quintiles de ingreso familiar
Más alto

con el grupo étnico


(b) Diarreas
50
En el Brasil, en 1990, la tasa de mortalidad infantil de
los niños de madres de raza negra con ocho años o más 40

de educación formal fue comparable a la de los hijos de


mujeres blancas analfabetas. Sin embargo, representó el 30
Porcentaje

doble de la tasa de mortalidad de los niños de mujeres


20
blancas en la misma categoría educativa, con ocho años
o más de escolaridad (figura 5). 10

En Guatemala, en 1995, el porcentaje de niños meno-


res de 5 años de edad sin acceso a forma alguna de in- 0

Más bajo Más alto


munización se había reducido a menos de 4%. Entre la
Quintiles de ingreso familiar
población indígena, el porcentaje se mantenía en casi
14% (figura 6). Prevalencia Atención pública

En 1999 llegó a su término el proyecto IHEP-EquiLAC


Fuente: Encuesta de Demografía y Salud, 1996.
(Investments in Health, Equity and Poverty—Equity in
Health in Latin America and the Caribbean) desarro-
llado conjuntamente por la OPS, el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial. IHEP-EquiLAC, que se concentraba en
las desigualdades en términos del estado de salud, utilización de los servicios
y financiamiento, se ejecutó paralelamente en Brasil, Ecuador, Guatemala,
Jamaica, México y Perú. En todos estos países se llegaron a comprender
mejor las grandes disparidades existentes, y en algunos casos se hicieron re-
comendaciones sobre nuevas políticas e intervenciones encaminadas a pro-
mover una mayor equidad. Ejemplo de ello fue la detección de grandes
desigualdades en la distribución de los subsidios públicos en el Perú, especial-
mente en los hospitales rurales. También en Brasil, Ecuador, Guatemala,

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FIGURA 3. Esperanza de vida de mujeres chilenas a Jamaica y México se hicieron observaciones similares,
los 20 años de edad según la escolaridad de la madre,
1985–1987 a 1994–1996. que servirán para encauzar las políticas de salud ha-
cia el cambio.
75 Años de
escolaridad En el proyecto Reforma y descentralización del
≥ 13 sector salud para la protección de los pobres en el
70
Caribe, se crearon métodos innovadores de trabajo
Esperanza de vida a los 20 años de edad

con las comunidades y los gobiernos locales. Además,


65 se idearon nuevas formas de estudiar el problema y
alternativas de intervención.
9 a 12
Con el propósito de incorporar la equidad de gé-
60 1a8
nero en salud, la Oficina está elaborando una guía
para incluir el tema de la equidad en el análisis de la
55
Ninguno
situación de salud, en el seguimiento de los procesos
de reforma del sector salud y en la implementación
50 de un proyecto que aborda la equidad de género re-
1985–1987 1990–1992 1994–1996 lacionada con dichos procesos.
Fuente: Vega J, Hollstein RD, Delgado I, Yach D. Social inequalities
La OSP también coordinó un proyecto multicén-
and health in an intermediate development nation: Education and trico de investigación que utiliza los datos de las en-
adult mortality in Chile, 1980–1996. Global Health Equity Initiative
Book. Oxford University Press, 2000. cuestas de hogares y del censo, a fin de conocer mejor
la relación entre los determinantes socioeconómicos y
las inequidades de salud en Bolivia, Brasil, Colombia,
Nicaragua y Perú. Este proyecto tiene como propósito
FIGURA 4. Mortalidad infantil neonatal y posneonatal
incrementar los conocimientos básicos para la planifi-
según la escolaridad de la madre, Chile, 1990–1995. cación de nuevas intervenciones y políticas que pro-
25 muevan una mayor equidad.
Tasa de mortalidad infantil (por 1.000 nacidos vivos)

Para facilitar y promover el uso de esta importante


20 fuente de datos, la Oficina está colaborando con el
Programa de mejoramiento de las encuestas de con-
15 diciones de vida —iniciativa conjunta del Banco In-
teramericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y
10 la Comisión Económica para América Latina y el Ca-
ribe (CEPAL)— en la producción de resúmenes sobre
5
las inequidades en ciertos países. Asimismo, está tra-
bajando en el análisis de los datos referentes a la
0
desigualdad de acceso a los servicios de atención mé-
Ninguna 1a3 4a6 7a9 10 a 12 13 o más dica, y al uso de agua potable y de otros bienes pú-
Años de escolaridad de la madre blicos relacionados con la salud.
Posneonatal Neonatal
Como culminación de la primera fase de un pro-
ceso para estimar las cuentas nacionales de salud en
Fuente: Hollstein RD, Vega J, Carvajal Y. Socioeconomic level and la Región, se realizó en El Salvador un taller regional
infant mortality in Chile in the period 1985–1995. Rev Med Chil 1998;
126:333–340. que contó con la participación de todos los países

24
La salud en el desarrollo humano

centroamericanos, además de Bolivia, Ecuador, Perú y la FIGURA 5. Mortalidad infantil según escolaridad y raza
de la madre, Brasil, 1990.
República Dominicana, así como del Banco Mundial, el
BID y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo 120

Tasa de mortalidad infantil (por 1.000 nacidos vivos)


Internacional (USAID). En el Brasil se llevó a cabo un se-
100
gundo taller en el que intervinieron representantes de
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Pa- 80

raguay, Uruguay y Venezuela. Estos países están partici-


60
pando en la segunda fase de la iniciativa de cuentas na-
cionales, que se desarrolla con el apoyo del BID, el Banco 40
Mundial, la USAID y la OPS. También se avanzó en la
consolidación de una base de datos sobre gastos e inver- 20

siones sanitarios en la Región.


0
Por otra parte, se realizó una reunión técnica de alto
Ninguna 1a3 4a7 8 o más
nivel, en la que participaron expertos del BID, el Banco
Años de escolaridad de la madre
Mundial, la CEPAL, el PNUD, la OMS y la OPS, además de
investigadores de América Latina y el Caribe, Estados Negra Mulata Morena Blanca

Unidos e Inglaterra. En esta reunión se revisaron y vali-


daron los resultados del proyecto OPS/BID/CEPAL sobre Fuente: Pinto de Cunha E. Raça: aspecto esquecido da inequidade
em saúde. Em: Brarata R et al. Equidade e saúde: Contribuições da
inversión en salud, crecimiento económico y productivi- epidemiologia. Rio de Janeiro: Abrasco/Fio Cruz, 1997.
dad de los hogares, así como los del proyecto OPS/PNUD/
Banco Mundial sobre inversión en salud, equidad y po-
breza. Basándose en las recomendaciones de esa reu-
nión, se podrán elaborar pautas e indicadores para mo-
nitorear el impacto de los macrodeterminantes de la FIGURA 6. Brechas en la inmunización: porcentaje de
niños completamente inmunizados y niños sin ninguna
situación sanitaria y del acceso, la utilización y el finan- inmunización, según el lugar de residencia, Guatemala,
ciamiento de los servicios de salud. Se podrá también 1995.

cuantificar el impacto positivo que el mejoramiento de la 50

situación de salud poblacional tiene a largo plazo sobre


el crecimiento económico. 40

En 1999, la Oficina continuó ejecutando el proyecto


Porcentaje de cobertura

para la atención y prevención de la violencia intrafami- 30

liar financiado por Noruega y Suecia en los siete países


centroamericanos (cuadro 1). También siguió trabajando 20

en un proyecto similar financiado por Holanda en tres


países de la región andina (Bolivia, Ecuador y Perú). A 10

continuación se presentan los logros principales de esos


proyectos durante el año: 0

Urbano No indígena Rural Indígena

• Se establecieron 54 redes locales que fortalecen la par-


Inmunizados No inmunizados
ticipación social y la coordinación intersectorial (24
redes en los países andinos y 30 en Centroamérica). Fuente: Instituto Nacional de Estadística, 1995.

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EL PROGRESO EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN


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CUADRO 1. Actividades de prevención de la violencia intrafamiliar en los siete países centroamericanos, 1999.

Costa El
Actividades Belice Rica Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Panamá Total

Personal de salud capacitado 255 2.521 1.749 1.192 534 1.067 503 7.821
en Centroamérica
Multiplicadores — 59 52 100 80 90 1.100 1.481
institucionales
No. de grupos comunitarios — 7 19 2 37 8 10 83
No. de redes 3 15 4 5 12 10 4 53
No. de grupos terapéuticos — 34 37 5 27 8 7 118
No. de personas atendidas a 170 759 897 1.592 3.528 338 600 7.884
a De enero a septiembre de 1999 y solo en los lugares donde se registra la información.

• Se definieron y se pusieron en práctica estrategias de intervención basadas


en los resultados de la “Ruta crítica que siguen las mujeres afectadas por la
violencia intrafamiliar”, instrumento que identifica las instituciones de la
comunidad que responden al problema. Esos resultados se han utilizado
también para abogar por programas y políticas de prevención en los países.
• Se elaboraron y validaron protocolos y normas de atención en los servicios
de salud para las mujeres maltratadas, y el personal sanitario recibió un
adiestramiento que le permite responder a las víctimas de situaciones vio-
lentas y realizar apropiadamente el diagnóstico, tratamiento, educación y
seguimiento.
• Se elaboró un modelo integrado de atención y prevención de la violencia
intrafamiliar que incluye el diseño y la ejecución de sistemas de referencia
nacionales y de módulos de adiestramiento para el personal de salud, po-
licial y de otro tipo que asiste a mujeres afectadas por la violencia.

La OPS también incluyó la perspectiva de género en sus actividades técnicas,


entre ellas, la amplificación del rol de los hombres en las decisiones de salud
reproductiva; la salud de la mujer trabajadora en industrias de exportación; la
participación femenina en los proyectos de PLAGSALUD; el tabaquismo y la
mujer adolescente.

Eliminación de las inequidades

E
n 1999, la OSP destacó como prioridad la incorporación de la equidad
de género en la reforma del sector salud. Ello ha contribuido a forta-
lecer la capacidad interna de la Oficina en materia de cooperación
técnica y la de los Gobiernos Miembros de la Organización para incorporar la

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La salud en el desarrollo humano

equidad, principalmente entre los sexos, en dicha reforma. La cooperación


técnica se aplicó a la elaboración de indicadores y perfiles de salud que faci-
litan el análisis de situaciones relacionadas con la equidad de los géneros.
Se concluyó un proyecto sobre la salud de la mujer en la frontera entre
México y Estados Unidos, que incluyó un análisis por género de la mortalidad
y la salud ocupacional en las maquilas y en la industria agrícola. Continuó
en marcha otro proyecto centrado en el liderazgo y la participación de las
mujeres indígenas en la educación para la salud, que incorpora a grupos de
mujeres indígenas, así como la atención y las medicinas tradicionales, en los
centros de salud comunitarios de Guatemala. Los proveedores indígenas de
atención sanitaria trabajaron junto con los profesionales de la salud en la
promoción de prácticas preventivas modernas. Basándose en el éxito de este
proyecto, la OSP diseñó, con la colaboración de representantes indígenas,
una propuesta para ampliar el modelo a los demás países centroamericanos
e incluir un componente de adiestramiento en salud.
En el empeño de medir las inequidades derivadas de características como
el género, el lugar de nacimiento o el nivel de ingresos, en 1999 ocho países
empezaron a incorporar también las variables de etnia y raza en sus encues-
tas de hogares. En dos de esos países, Brasil y Guatemala, se iniciaron estu-
dios con la colaboración de las Representaciones de la OPS/OMS y de varias
instituciones nacionales para determinar las diferencias de salud atribuibles
a esas variables.
En encuentros de tan alto nivel como la Cumbre de Presidentes de Centro-
américa y la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Presidentes de Go-
bierno, la OSP instó a los representantes de los gobiernos a prestar especial
atención sobre el papel que desempeña la salud en la reducción de la po-
breza y la consolidación del desarrollo humano. Esa actividad se realizó con-
juntamente con las Representaciones de la OPS/OMS en Cuba y Guatemala,
y produjo documentos que se discutieron con los ministros de salud y se pre-
sentaron a las respectivas cancillerías antes de incorporarlos en las agendas
de las cumbres presidenciales.

Compromisos regionales
y subregionales
E
n mayo de 1999 se reunieron en La Habana más de 130 legisladores
que centraron su atención en cuatro temas de salud de relevancia re-
gional. Con esta Primera Conferencia Interparlamentaria en Salud

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Informe Anual del Director – 2000

EL PROGRESO EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN


Organización Panamericana de la Salud

culminó un esfuerzo liderado por la Oficina para lograr la congregación de


miembros de las comisiones de salud de las asambleas legislativas, los congre-
sos y los parlamentos de la Región de las Américas en torno a una agenda
común. Ya que el año 1999 había sido dedicado a la gente mayor, este tema
encabezó los debates de los legisladores. La agenda de la conferencia se com-
pletó con las discusiones de otras materias de importancia, tales como la vio-
lencia contra la mujer, la epidemia del VIH/sida y el control del consumo de
tabaco. Como resultado de los debates sostenidos en la conferencia se hizo
necesario movilizar la voluntad política para el control del tabaquismo, para
lo cual se apoyó la creación de una red parlamentaria que abogue por redu-
cir el consumo de tabaco en las Américas. Esta red se ha propuesto promover
los instrumentos políticos que protejan a niños y jóvenes del tabaquismo.
En 1999, la OSP apoyó a Costa Rica en diversas actividades vinculadas con la
Iniciativa de Salud Centroamericana (ISCA). Se brindó colaboración técnica y
logística en la ejecución de los siguientes programas y proyectos subregiona-
les de la ISCA basados en Costa Rica: el programa Medio Ambiente y Salud en
el Istmo Centroamericano (MASICA), el programa Preparativos para Emergen-
cias y Desastres, un proyecto que enfoca los aspectos ocupacionales y ambien-
tales de la exposición a plaguicidas en el istmo centroamericano (PLAGSALUD-
OPS) y otro centrado en la elaboración de un modelo para la atención integral
de la violencia intrafamiliar.
También se cooperó con Costa Rica en la selección de temas prioritarios para
presentar en los foros que contribuyen a la integración centroamericana en
salud, tales como la Reunión del Sector Salud de Centroamérica y la República
Dominicana (RESSCAD) y las reuniones del Consejo Centroamericano de Insti-
tuciones de Seguridad Social. Asimismo, se apoyó a las autoridades nacionales
en la formación de un grupo interinstitucional que efectuará el seguimiento
de los compromisos de la RESSCAD, especialmente los que se relacionan con el
ofidismo, los preparativos en casos de desastre, y el fortalecimiento de los ser-
vicios sanitarios y de la vigilancia epidemiológica en las zonas fronterizas.
Se proporcionó respaldo técnico al Ministerio de Salud y a la Caja Costarri-
cense de Seguro Social para formular un proyecto destinado a mejorar los
servicios de salud pública y de atención a la población desplazada por el hu-
racán Mitch. Se procuró así favorecer la salud de los emigrantes y reducir las
inequidades en salud que los afectan. El proyecto ha beneficiado aproxima-
damente a 300.000 personas, es decir a 8% de la población del país.
El tema de la violencia intrafamiliar se incluyó en la agenda de la Reunión
de los Ministros de Salud de Centroamérica y la República Dominicana, quie-
nes se comprometieron a incorporar el modelo de atención integral de la vio-
lencia intrafamiliar en los sistemas de salud. En la Conferencia de Primeras

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La salud en el desarrollo humano

Damas que se llevó a cabo en Santiago, Chile, se presentó un panel de dis-


cusión sobre el mismo tema. También se iniciaron los contactos con organis-
mos interesados en un proyecto encaminado a promover la participación de
los hombres en los programas de salud reproductiva en Centroamérica.

La función de los parlamentos


y la legislación sanitaria
L
os cambios de dimensión social, ideológica y política que se han ma-
nifestado en el mundo en años recientes hacen necesario fortalecer la
función del derecho en la ejecución de políticas encaminadas a redu-
cir las desigualdades en salud. En 1999, la Oficina siguió respaldando el esta-
blecimiento de leyes sobre la salud en los países miembros y colaboró en la
búsqueda de mecanismos para vigorizar los procedimientos de regulación,
con el fin de convertir la legislación sanitaria en un vehículo hacia la equidad.
La OSP prestó su apoyo a Venezuela mediante insumos para la redacción
definitiva del capítulo sobre la salud en la nueva Constitución. En la misma
línea, la Oficina colaboró en la formulación de normas básicas para el sector,
como los anteproyectos de códigos y leyes generales de salud en Bolivia, Hon-
duras, Nicaragua y Paraguay. En cuanto a aspectos específicos de la salud, se
profundizó en el análisis de la legislación pertinente a la atención psiquiátrica
en los países de habla inglesa del Caribe, y al marco regulativo aplicable a la
maternidad sin riesgos y las urgencias obstétricas, la sangre segura, las emer-
gencias y los desastres, y el financiamiento de la salud. Se revisaron también
los aspectos de género en la legislación sobre plaguicidas en Centroamérica.
La Oficina continuó con la capacitación de personal y la difusión de infor-
mación. Merece destacarse la cooperación con el Centro Interamericano de
Estudios de Seguridad Social para realizar el sexto curso-taller sobre legisla-
ción sanitaria, cuyo tema fue el marco regulativo de los mercados de salud en
el ámbito de la globalización. Además, la base de datos LEYES, que en la ac-
tualidad cuenta con más de 8.000 entradas de legislación sanitaria, se encuen-
tra en proceso de adaptación de metodologías de avanzada con la coopera-
ción del Centro Latinoamericano y del Caribe para Información en Ciencias de
la Salud (BIREME) y el Instituto Panamericano de Protección de Alimentos y
Zoonosis (INPPAZ). Asimismo, la OSP publicó informes técnicos de investiga-
ción en legislación comparada sobre temas de interés especial, y mantuvo en
la Internet una página sobre disposiciones reglamentarias.

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EL PROGRESO EN LA SALUD DE LA POBLACIÓN


Organización Panamericana de la Salud

Enfocando la atención más allá de las fronteras nacionales, se inició una


línea de análisis y reflexión sobre las implicaciones de la prestación transna-
cional de servicios de salud. Este tema ha sido el objeto de una reunión in-
ternacional promovida por la OPS y la OMS en Washington, D.C., con parti-
cipantes de varias regiones del mundo, así como de la Organización Mundial
del Comercio (OMC) y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comer-
cio y Desarrollo (UNCTAD). En esta reunión se examinaron las consecuencias
favorables y desfavorables del comercio internacional para la salud, en el
marco de la nueva ronda de negociaciones sobre comercio internacional que
se desarrolla en el ámbito de la OMC. Los participantes consideraron necesa-
rio contar con reglamentos que respalden la atención de salud internacional
preservando a la vez el acceso de las poblaciones nacionales a la salud.
La OSP sigue estudiando la influencia que la conformación de espacios co-
munes pueda ejercer sobre los nuevos mecanismos de regulación supranacio-
nales y sobre la incorporación de nuevos actores en la internacionalización
de la salud. Con ese fin, se comenzó a considerar la forma de apoyar a las ins-
tituciones que intervienen o tienen la posibilidad de intervenir en la defini-
ción de una normativa de salud; por ejemplo, los diversos grupos que impul-
san la integración y los tratados de libre comercio: la Comunidad Andina, el
Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el Sistema de la Integración Centroa-
mericana y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). La Ofi-
cina publicó el libro Acceso a los servicios de salud en el marco del TLC, donde
se analizan las normas jurídicas de Canadá, Estados Unidos y México para de-
terminar si dicho tratado puede contribuir a reducir las inequidades de ac-
ceso a los servicios de salud entre las poblaciones de mayor riesgo.

Los conocimientos científicos


y la salud de la población
L
os conocimientos y la información son bienes públicos esenciales para
mejorar las condiciones de vida, promover la salud, preservar el am-
biente y respaldar las políticas públicas de salud. Su producción y dis-
tribución no pueden estar condicionadas exclusivamente por las fuerzas del
mercado, cuyas fallas suelen generar importantes desigualdades de acceso a
esos bienes. De ahí que una de las funciones clave de la Oficina sea la gene-
ración y diseminación de información científica y técnica útil para la salud y
el desarrollo humano. El afán de impulsar en la Región una cultura de la in-

30
La salud en el desarrollo humano

formación y los conocimientos, y de reducir las brechas en esos campos, si-


guió siendo una prioridad de la OSP en 1999.
En lo que se refiere a la cooperación técnica para la formulación y la eje-
cución de políticas y programas regionales, nacionales e institucionales de in-
vestigación, se elaboró un programa de cooperación técnica llamado Demo-
cratizando la Información para el Derecho a la Salud (DECIDES), que busca
responder a la inequidad en la diseminación y el uso de la información cien-
tífica. DECIDES se basa en el empleo de nuevas tecnologías de información y
comunicación, y promueve la participación de diversos actores sociales in-
teresados en la producción y utilización de la información científica. Este
programa se ejecuta en la frontera entre Estados Unidos y México y en los
países miembros del MERCOSUR, y contará con la plataforma común de la
Biblioteca Virtual de Salud.
Entre otras actividades en la misma línea de trabajo, se destacan las que se
describen a continuación. Para ayudar a los investigadores a movilizar recur-
sos financieros, se creó el programa prototipo sobre oportunidades de finan-
ciamiento para la investigación en salud, el cual se puso en marcha en Chile,
Cuba y México. Este programa incluyó la elaboración de cursos para investi-
gadores y un programa informático modelo de apoyo. Por otra parte, la OSP
respaldó la formulación de políticas institucionales de investigación en el
Brasil y el Perú. Se preparó también una publicación sobre la organización de
la actividad científica en salud en la Región. Se llevaron a cabo actividades
conjuntas con BIREME para implantar la biblioteca virtual, y con el Programa
Regional de Bioética, sobre diagnósticos de situación y fortalecimiento de
los mecanismos de revisión ética.
La OSP apoyó los proyectos de investigación, así como la formación y el
intercambio de investigadores mediante cuatro modalidades: los proyectos
multicéntricos, los concursos de investigación, el apoyo para la preparación
de tesis, y las becas o subvenciones para investigadores en salud pública.
En 1999 se pusieron en marcha tres proyectos multicéntricos: Análisis com-
parativo de género sobre la dieta y el ejercicio en el Caribe, coordinado por
el Instituto de Alimentos y Nutrición del Caribe; Inequidades en salud, acceso
y gasto, coordinado por la Oficina, y Efecto del embarazo y la lactancia en
el estado nutricional de las adolescentes, a cargo del Centro Latinoamericano
de Perinatología y Desarrollo Humano.
Con relación a concursos de investigación, durante 1999 se financiaron seis
proyectos sobre el tema del género y la equidad de acceso a los servicios de
salud en las reformas sectoriales, y cuatro que enfocan la evaluación de la ca-
lidad de los servicios de diagnóstico radiológico. Asimismo, se financiaron 17
tesis de maestría y doctorado, varias de las cuales fueron publicadas. En vir-

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Organización Panamericana de la Salud

tud de un acuerdo con el Instituto Carlos III de España, se asignaron seis becas
de un año de duración a investigadores latinoamericanos para capacitación
científica en ese instituto. Al finalizar sus estudios, los becarios recibirán una
subvención para realizar un proyecto de investigación en sus países. Además,
se financiaron 10 proyectos de investigación sobre enfermedades infecciosas
en los que participan laboratorios de América Latina y el Caribe en coopera-
ción con la Red Latinoamericana de Ciencias Biológicas.
También se establecieron dos nuevos programas en países de relativa-
mente menor desarrollo científico. Uno, creado en Guatemala con la colabo-
ración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de ese país, tiene por ob-
jeto fortalecer la investigación en salud pública. El otro, un programa de
formación y actualización de investigadores en salud en Centroamérica, se
desenvuelve dentro del ámbito del Programa Centroamericano de Población
de la Universidad de Costa Rica y apoya la preparación de tesis sobre las de-
sigualdades que afectan a la salud de las poblaciones centroamericanas.
La Oficina desplegó nuevas iniciativas de colaboración con la Organización
de Estados Americanos (OEA) en el marco del mercado de los conocimientos
en ciencia y tecnología (MERCOCYT), para impulsar el intercambio de inves-
tigadores entre los países de América Latina y el Caribe. Asi, se realizó una
reunión de un grupo de trabajo integrado por representantes de Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela que tuvo por objeto evaluar los
programas de doctorado de la región. Como resultado de esa iniciativa, la
OSP participó en una conferencia auspiciada por la OEA que convocó a re-
presentantes de los ministerios de ciencia y tecnología de las Américas para
discutir la generación de mecanismos de intercambio de investigadores. La
Oficina se hizo responsable de idear el componente de intercambio.
Con el apoyo de Suecia, se diseñó y aplicó una metodología de investiga-
ción para mejorar la calidad de la atención desde la perspectiva del género
en cuatro países centroamericanos. Se incluyó un análisis de las necesidades
particulares según el género, en relación con la diabetes o la tuberculosis
como enfermedades trazadoras. La investigación sirvió, entre otras cosas,
para sensibilizar a los funcionarios centroamericanos acerca de las necesida-
des de salud específicas según el género, que van más allá de los aspectos re-
productivos, están socialmente construidas, y merecen ser abordadas en la
atención y promoción de la salud. Los resultados de esta investigación se
compartieron con los trabajadores del sector salud mediante un sistema inno-
vador llamado “trabajadores del sector salud para el cambio”. Cada país
adaptó el sistema de conformidad con sus características e inició un proceso
participativo para resolver sus problemas en materia de servicios de salud.
Durante 1999, la Biblioteca Virtual en Salud (www.bireme.br) se consolidó
como estrategia central de la cooperación técnica de la OSP en información

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La salud en el desarrollo humano

sobre ciencias de la salud. En diciembre se realizó en la Sede de la Organiza-


ción la primera reunión de coordinación regional de la biblioteca, a la que
asistieron más de 100 representantes de países de la Región. En esa reunión se
analizaron los progresos logrados y se destacó que la estrategia de una biblio-
teca virtual se había diseminado tan rápidamente que 14 países habían empe-
zado ya a operar por la Internet fuentes locales de información sanitaria.
En el ámbito regional, se destacan los adelantos en las cuatro áreas temá-
ticas siguientes: toxicología, salud del adolescente, desastres y legislación
sanitaria. La publicación electrónica de revistas científicas en formato digital
como parte del modelo Scientific Electronic Library Online (www.scielo.org),
se ha consolidado con la de colecciones nacionales de Brasil y Chile, y la co-
lección iberoamericana de revistas en salud pública.
En mayo de 1999 se creó el Comité Asesor Internacional en Bioética, que
realizó su primera reunión en Washington, D.C. Las conclusiones de esa reu-
nión se publicaron en el libro Investigación en sujetos humanos: la experien-
cia internacional. La OSP contribuyó a la formación de recursos humanos en
bioética impartiendo numerosos cursos monográficos y programas avanza-
dos de especialización en diversos países. Colaboró asimismo en numerosas
conferencias científicas, incluido el Congreso Latinoamericano de la Federa-
ción Latinoamericana de Instituciones de Bioética realizado en México en no-
viembre de 1999. Fortaleció la enseñanza de pregrado y de posgrado en va-
rias universidades e inició un programa en estrecha colaboración con los
países de habla inglesa del Caribe. Además, participó en varias iniciativas in-
ternacionales, incluida la formación de una coalición de estudios bioéticos en
Europa y la de un grupo de trabajo en el Centro Internacional Fogarty de los
Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de América (Global
Forum for Bioethics in Research). En Ginebra, participó en las discusiones
para revisar las normas CIOMS (Council for International Organizations of
Medical Sciences) sobre investigación en sujetos humanos. Entre sus funcio-
nes de apoyo a los ministerios de salud de la Región figuraron una misión en
Colombia para instituir una ley nacional de bioética y, por conducto de la Re-
presentación de la OPS/OMS, el asesoramiento a la Argentina sobre una ley
para proteger los derechos de los pacientes.

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