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Fiódor Dostoyevski es uno de los más grandes escritores de Rusia. Sus obras se leen y estudian en
todo el mundo. Sus escritos se adentran en la psicología y la exploración de la naturaleza humana,
mientras describe minuciosamente la realidad rusa de su época.1
Fiódor Dostoyevski, el segundo de siete hijos, nació en el hospital Mariínskaya de Moscú, por
entonces una institución dedicada a atender a los pobres en la que trabajaba su padre. Según
algunas fuentes, su padre descendía de nobles bielorrusos. Hombre familiar y bien educado, era,
sin embargo, bastante desconfiado y malhumorado, e inculcó a sus hijos una educación religiosa
en un ambiente de miedo y obediencia absoluta.
Las memorias más vívidas de la niñez de Fiódor están vinculadas con la vida campesina en la
pequeña mansión situada en la provincia de Tula, donde su familia pasaba los meses estivales.
Entonces, el padre de familia no solía estar presente y los niños gozaban de una libertad casi
absoluta. Fue ahí donde Fiódor adquirió los conocimientos sobre la vida rural que más tarde
proporcionarían veracidad a muchos personajes suyos del mundo de la ficción.
Su madre le enseñó a leer y escribir y el niño también estudió religión y francés. En 1834 su padre
lo envió a uno de los mejores internados de Moscú, donde se aficionó a la literatura y la lectura.
Empezó a adorar a Pushkin, considerado por muchos el más grande poeta ruso. Dostoyevski lo
llamó “semidiós” y “profeta”.
La muerte del escritor en 1837 fue gran revés para Dostoyevski, casi tan fuerte como la muerte de
su propia madre, que falleció de tuberculosis el mismo año.
1
http://rusopedia.rt.com/personalidades/personalidades_de_cultura/issue_99.html
En mayo, y siguiendo los deseos de su padre, ingresó en el Colegio de Ingeniería Militar de San
Petersburgo, entonces uno de los mejores centros docentes. Más tarde recordaría aquellos
tiempos como de “servidumbre laboral”. En esos años no mostraba ningún interés por las clases ni
los entrenamientos militares, y llegó a labrarse la reputación de “excéntrico insociable”. Sin
embargo, algunos de sus compañeros de estudio compartían su aversión hacia las clases militares
y el amor por la literatura. De hecho, más tarde crearían un club literario.
La muerte del padre de Dostoyevski en 1839 provocó al escritor un ataque de nervios, preámbulo
del futuro desarrollo de su epilepsia. Muchas fuentes cercanas al autor afirman que el
fallecimiento de su progenitor fue un suicidio o un asesinato organizado por sus propios siervos.
Sin embargo, de acuerdo con los informes oficiales se trató de un ataque epiléptico.
En 1841, durante una fiesta organizada por su hermano mayor (que había estudiado en el mismo
instituto que Fiódor), Dostoyevski leyó extractos de sus piezas románticas María Stuart y Borís
Godunov, ambas escritas ese mismo año.
El famoso crítico literario Vissarión Belinski lo calificó de “estrella en alza” y de futuro gran artista
de la llamada “escuela gogoliana”, movimiento que aspiraba a describir realista y fielmente la vida
y la realidad de Rusia y a criticar a la nobleza y la burguesía urbana.
Belinski lo introdujo en el círculo de sus socios como un igual aunque las buenas relaciones entre
el grupo y Dostoyevski no duraron mucho tiempo. Los socios atacaban constantemente la
vulnerable autoestima del escritor y se burlaban de sus obras. Dostoyevski mantuvo la relación
con Belinski aunque quedó profundamente ofendido por las críticas.
En los años siguientes Dostoyevski escribió una serie de novelas: El doble (1846), La
patrona (1847), Noches blancas (1848) y Nétochka Nezvánova (1849). Las obras revelarían el
incomparable estilo realista de Dostoyevski, mientras que su profunda interpretación psicológica y
la singularidad de sus personajes lo distinguieron de los otros escritores de aquella época.
Revolucionario eventual
Dostoyevski estuvo detenido 8 meses. En la prisión escribió El pequeño héroe, publicado en 1857.
Si bien fue condenado a muerte, el zar conmutó la sentencia por cuatro años de trabajos forzados.
Junto con otros prisioneros, Dostoyevski fue trasladado al campo de entrenamiento militar
Semiónosvki de San Petersburgo, conocido hoy como la “Plaza de los Pioneros”, donde se debía
ejecutar la sentencia de muerte. No supo hasta el último instante que la condena había sido
modificada. El miedo experimentado por Dostoyevski en aquel momento resonó posteriormente
en El idiota (1869), una de sus novelas más famosas.
Casi una década de sufrimientos físicos y morales parecieron perfilar su percepción de las
aflicciones de otras personas y sus habilidades para ver y analizar las angustias ajenas y responder
a la injusticia social solo crecieron.
Hasta 1859 no le permitieron trasladarse a otra ciudad. Después pudo mudarse a la ciudad de
Tver. El mismo año publicó dos novelas: El sueño del tío y Stepánchikovo y sus habitantes. Sin
embargo, anhelaba volver a San Petersburgo, por entonces el centro nacional de la vida literaria.
En 1860 consiguió autorización para viajar a la ciudad.
En aquel entonces Dostoyevski estaba necesitado de dinero ya que su mujer había enfermado de
tuberculosis y la literatura no le proporcionaba suficientes recursos. Por esa razón en 1861
empezó a publicar la revista Vremia (“Tiempo”), junto con su hermano mayor. En seguida la
revista alcanzó gran popularidad y les aseguró una vida decente a ambos. Ahí fue donde publicó
sus novela Humillados y ofendidos, Recuerdos de la casa de los muertos y el relato Anécdota
repugnante.
En junio de 1862 Dostoyevski fue al extranjero por primera vez y visitó Alemania, Francia, Suiza,
Italia e Inglaterra. En París conoció a Apolinaria Súslova. Su increíble relación con ella se reflejó
más tarde en obras como El idiota y El jugador. Se cree que podría haber sido ella quien inspirase
los principales personajes femeninos de Dostoyevski.
El escritor volvió a Rusia en 1863. En abril de 1864 sufrió la pérdida de su mujer, que falleció de
tuberculosis. Su personalidad y los detalles de sus infelices relaciones inspiraron varias imágenes
en sus obras más famosas (la de Katerina Ivánovna de Crimen y castigo y la de Nastasia Filípovna
en El idiota, por ejemplo). En junio su hermano también falleció. Después de esto Dostoyevski se
encargó de publicar la revista Epoja cargada de serias deudas tras enfrentarse a tres pleitos. El
negocio mejoró con altibajos pero finalmente tuvo que cerrar la revista.
En 1865 fue al balneario de Wiesbaden de Alemania para mejorar su estado de salud. Allí empezó
a trabajar en una de sus novelas más conocidas, Crimen y castigo.
En 1866 la expiración del contrato de Dostoyevski con su casa editorial le obliga a trabajar en dos
novelas paralelamente: Crimen y Castigo y El jugador, basadas en las impresiones de su viaje por
Europa. En aquel momento tenía empleada a la taquígrafa Anna Snítkina —con la que se casaría
en 1867—, probando así una nueva fórmula de trabajo.
El mismo Dostoyevski describió la idea de El idiota como su favorita. Dijo que su meta era “mostrar
a una persona sumamente espléndida” y que “nada en el mundo podría ser más difícil que esto,
sobre todo en esta época”.
En 1871 el escritor y su mujer volvieron a Rusia. En mayo se mudaron de San Petersburgo a
Nóvaya Russa, pequeña ciudad en la provincia de Nóvgorod donde luego compraron una casa y
vivieron con sus dos hijos.
Entre 1878 y 1879 escribió Los hermanos Karamázov, una novela en que resumió su visión de la
vida en la Rusia de aquellos tiempos. La caracterizó como “una descripción resumida de la realidad
contemporánea, de la moderna Rusia culta” escrita en forma de crónica familiar. La novela abarca
los temas de la fe, la razón, la espiritualidad y la moral y gozó de elogios entre los pensadores
mundiales más importantes.
Triunfo público
En los últimos años de su vida la popularidad de Dostoyevski fue en aumento. En 1877 fue elegido
miembro de la Academia de las Ciencias. En 1879 recibió una invitación para participar en el
Congreso Literario Internacional de Londres, donde se convirtió en miembro del Comité Honorífico
de la Asociación de Literatura Internacional. Asistía a reuniones literarias y musicales, donde leía
extractos de sus propias obras y poemas de Pushkin.
En 1881 decidió reanudar la publicación del “Diario de un escritor”, por lo que empezó a trabajar
en una nueva nota. Sin embargo, esta nunca llegó a publicarse. Su salud se fue deteriorando y en
la noche del 26 de enero tuvo una hemorragia pulmonar. Dos días más tarde dijo unas palabras de
despedida a sus hijos y por la noche murió.
El 31 de enero de 1881 una multitud acudió al monasterio de Alexandr Nevski de San Petersburgo
para asistir a los funerales del novelista.
Legado literario
Fiódor Dostoyevski dejó un legado literario que lo convierte en uno de los más grandes escritores
del siglo XIX no solo de Rusia, sino del mundo entero. Sus obras se han traducido a numerosas
lenguas y se siguen leyendo y estudiando en colegios y universidades. Exploró y supo captar la
profundidad del alma humana, haciendo aflorar las emociones y sentimientos tanto en los
tiempos oscuros como en los felices. Y aunque su obra se inspiró en lo que vio en Rusia o en sus
experiencias personales, los sentimientos que recoge resonaron como parte de las luchas internas
universales en las que se enfrentan los lectores de todas partes del mundo.