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ANALISIS JURISPRUDENCIAL

Desde la incorporación de la nueva LMC el año 2004, la compensación económica se ha convertido en tema
recurrente en nuestros tribunales. Si bien ya han pasado 13 años desde su incorporación la confusión que
puede llegar a presentar en materia doctrinaria, también está presente en los jueces al momento de aplicar la
norma.
Debemos analizar la jurisprudencia desde los criterios planteados por la ley, y a su vez, por la doctrina,
análisis ya determinado. El juez al momento de acoger o rechazar una demanda por compensación económica
debe prestar atención a distintos factores que influirán al momento de determinar y fijar el monto de dicha
compensación. Para poder encontrar estos criterios jurisprudenciales daremos paso al análisis de sentencias en
la materia;
1. Corte de apelaciones de Chillan, Rol 426-05, sentencia de fecha 31 de agosto de 2005 1, “R.Y.G. con
E.G.M.”: concede compensación económica a la mujer que se dedica al cuidado de los dos hijos que
tienen y de las labores del hogar, se toma en cuenta, por esta corte la duración del matrimonio y la vida
en común entre las partes, señala la sentencia: “Que atendida la duración del matrimonio entre las
partes por más de 20 años de vida en común, la edad de la demandada, quien contrajo matrimonio a
los 17 años de edad con el demandante, a esa época de 34 años, actualmente de más de sesenta años
de edad, según se desprende del certificado de matrimonio y del acta respectiva que rolan a fojas 1 y
2, y certificado de nacimiento de fojas 22; quien, además, es una mujer enferma y vive de allegada en
el domicilio de Pasaje Cerro Manchado Nº623, Lomas de Oriente Nº400 de esta ciudad, como consta
en los documentos acompañados de fojas 23 a 25, no objetados, lo que imposibilita su acceso al
mercado laboral, hace procedente que se le compense el menoscabo económico sufrido, atento lo
razonado en el fundamento.” Un criterio a analizar es la edad y el estado civil del cónyuge
beneficiario. El legislador señala que, si el cónyuge no goza de buena salud, la cuantía debería ser más
alta que la de una persona que se encuentra en perfecto estado de salud, esto debido a los gastos que
debe enfrentar, ahora de manera independiente. La suma de compensación económica es fijada en
$3.589.000 (tres millones quinientos ochenta y nueve mil pesos).
La sentencia toma posición en el sentido de que basta el cuidado de los hijos y del hogar en común sin
el ejercicio de una profesión y oficio, para hacer precedente la compensación económica. Pero a la vez
se toman en cuenta la duración del matrimonio y el estado de salud el cónyuge beneficiario, la cual, se
encuentra enferma. De acuerdo a la sentencia, esta enfermad de impide su acceso al mercado laboral,
es importante que el juez evalué cuales son las posibilidades reales de que el cónyuge pueda ingresar al
mercado laboral, y esto se puede ponderar mediante la edad del cónyuge, y sobre todo, al estado de
salud del mismo, porque de esto dependerá en gran parte la posibilidad de poder trabajar. Y esto hace
procedente que se le compense el menoscabo económico sufrido.
Por otro lado, la sentencia al momento de fijar la cuantía considera la situación patrimonial del
demandado. Señala la sentencia: “Que finalmente refuerza lo concluido en el fundamento que
antecede el documento que en fotocopia se aparejó a fojas 48, del que se desprende que el
demandante procedió a vender el departamento de propiedad de la sociedad conyugal, prescindiendo

1 Corte de apelaciones de Chillan, 31 de agosto de 2005, “R.Y.G Con E.G.M.”, Rol 426-2005, Ministro redactor Darío Silva
Gundelach.
de la autorización de su mujer, habiendo obtenido autorización judicial.” Debido a esto el demandado
argumenta que estaba separado de hecho de su cónyuge desde hacía más de ocho años, por haber ésta
abandonado el hogar y que ignoraba su paradero.
En síntesis, la cuantía nominal se fundamenta, en la duración del matrimonio, más de 20 años de
casados, en el estado de salud del cónyuge beneficiario, el cual deriva en la baja posibilidad de acceso
al mercado laboral. Esta cuantía, como señala la sentencia, será pagadera en 97 cuotas de $37.000
(treinta y siete mil pesos) mensuales.

2. Corte suprema, Rol 1787-07, sentencia de fecha 28 de noviembre de 2007 2, “M.E.R.G. con
A.O.M.E.”: rechaza recurso de casación en el fondo, por cuantía fijada en razón de compensación
económica. La sentencia que dictaminaba la compensación económica señala que el demandado
M.R.G deberá pagar a la demandante A.O.M.E. la suma de $61.155.600 (sesenta y un millones ciento
cincuenta y cinco mil seiscientos pesos.
De acuerdo al recurso de casación interpuesto por el demandado reconvencional, se señala lo
siguiente: “Que el recurrente denuncia la infracción de los artículos 61, 62, inciso segundo, 64 y 65
de la ley 19.947; 32 de la Ley 19.968 y 58, inciso primero, del Código del Trabajo, argumentando al
efecto que es requisito para conceder compensación económica no sólo que el cónyuge que la solicita
haya cuidado a los hijos, sino que acredite, además, que como consecuencia de ese cuidado o de las
labores del hogar común no pudo desarrollar una actividad lucrativa o vio menoscabadas las
posibilidades de obtener un mejor ingreso pecuniario.” Además, señala, “que no basta probar que,
como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de la familia común, ello fue un obstáculo para el
desarrollo pleno de una actividad remunerada, sino que es requisito indispensable, como
consecuencia de lo anterior, la existencia de un menoscabo económico y la acreditación de su monto.”
De acuerdo a lo anterior, los criterios infringidos serian dedicarse al cuidado de los hijos y del hogar, y
quizás el criterio más importante, es la existencia de un menoscabo, el cual según el demandado
reconvencional no existe. El legislador señala que para que exista un menoscabo debe haberse
dedicado al cuidado de los hijos y del hogar en común, que por ese cuidado no haya podido desarrollar
una actividad remunerada o lucrativa y que el divorcio o nulidad del matrimonio haya sido declarado
judicialmente.
A su vez, agrega, que la sentencia infringe la norma del artículo 62 de la LMC, ya que no se acreditó
por ningún medio de prueba la cuantía de la compensación demandada y no existe en el fallo atacado
base o fundamentos sobre el cual el sentenciador se formó la convicción respecto de la suma a que ésta
ascendería. El demandado señala que la cuantía está siendo fijada de acuerdo a la remuneración actual
de la demandante, es decir, de lo que gana hoy en día “A.O.M.E.” y no sobre lo que podría haber
obtenido en el pasado. También señala que las labores no son las mismas, de acuerdo, al legislador no
importa cuales sean estas labores, mientras sean dedicadas al cuidado de los hijos o del hogar en
común.
Finalmente, “solicita la invalidación del fallo recurrido y la dictación de uno de reemplazo que
resuelva que no se da lugar a la compensación económica, pues no se dan los supuestos del
artículo 61 de la Ley 19.947, o bien, se fije la cantidad que este Tribunal estime conforme a derecho.”

Se establece como hechos en la causa que:


2 Corte suprema,28 de noviembre de 2007, “M.E.R.G. con A.O.M.E.” Rol 1787-2007, Ministros señores M.L.T., O.Á.H., U.M.V.,
P.V.A.
- Las partes se casaron bajo el régimen de separación total de bienes el 19 de julio de 1989, y se
separaron de hecho desde hace más de tres años a la fecha del fallo de primer grado y no han
reanudado la vida en común. Sus relaciones mutuas se encuentran ya reguladas, tuvieron tres hijos
y la vida en común se extendió por 11 años;
- El Sr “M.E.R.G.” reconoció los hechos que significaron la postergación profesional de su esposa y, al efecto,
recordó la no contratación en el Hospital E.G.C., la frustrada pasantía en el hospital de Paris por su
embarazo del primer hijo, señalando que para su cónyuge debió resultar muy pesado quedarse con el
cuidado del niño, porque era una profesional que quería perfeccionarse y trabajar.
- El cónyuge reconoce también que en conjunto tomaron la decisión que ella no trabajara o lo hiciera en
menor medida para que se quedara al cuidado de los hijos, porque sacando las cuentas del costo-utilidad,
resultaba más conveniente para la familia esa decisión y que él nunca tuvo intenciones de impedir a su
mujer que trabajara, es más, la ayudó a hacerlo, proporcionándole contactos, pero ello era para labores de
pocas horas.
- La cónyuge percibió ingresos muy menores, o bien, ingresos cuyo monto sólo le alcanzaban para cubrir las
necesidades propias, todo lo cual está en directa relación al acceso que ella tenía al mercado laboral y a las
posibilidades concretas de realizar un trabajo remunerado fuera del hogar y en horario completo;

- La cónyuge tenia a la fecha del fallo de primer grado, 41 años, una vida laboral pendiente, es una persona
sana, su situación previsional se encuentra mermada, por falta de cotizaciones durante la vigencia del
matrimonio;
- La demandante reconvencional trabajó en medida menor de lo que hubiese podido y querido.

De acuerdo a lo anterior, la corte suprema rechaza el recurso de casación en el fondo señalando


que: “Que, en efecto, de la lectura del recurso en examen se advierte que se contienen en él
planteamientos alternativos, esto es, llamados a regir sólo para el caso de que uno u otro no
resulte acogido. El recurrente sostiene, en primer lugar, que la cónyuge no cumple el presupuesto
esencial para obtener el derecho que reclama, cual es, haber sufrido un menoscabo económico
como consecuencia de haberse dedicado durante la vida matrimonial al cuidado de los hijos y a
las labores propias del hogar. Luego, plantea que yerran los sentenciadores al determinar el
monto de la compensación económica, tanto en lo que dice relación con su base de cálculo,
cuanto en la elevada suma fijada.” En este precepto se señala que la autora no cumple con los
requisitos, es decir, no presenta un menoscabo. Por lo mismo, la sentencia añade “Que, de acuerdo
a lo anterior, es evidente que los argumentos del recurrente se contraponen entre sí, pues en la
forma propuesta, por un lado, desconoce el derecho de la actora reconvencional a la
compensación económica demandada y, por otro, lo acepta, pues no impugna la existencia del
derecho, sino su cuantía y forma de pago.” De acuerdo a esto último, el demandado reconoce la
existencia del derecho a compensación económica, y esto desacredita los argumentos dado de
acuerdo a la cuantía de dicha compensación.
De acuerdo al demandado el menoscabo no es probado por la demandante, y por ello, no hay razón
de existencia de este derecho. Pero la sentencia señala que éste se produce en el cónyuge que no
pudo trabajar o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería. Este menoscabo debe ser probado
por quien lo invoca en su favor y para ello el legislador se encargó de señalar las circunstancias que
permiten determinar que ha existido tal menoscabo.
En el caso del trabajo parcial desarrollado por la Señora A.O.M.E. se encuentran reconocidos por el
demandado. Por otro lado, de los elementos de prueba allegados a la causa es posible colegir que la actora
tenía condiciones objetivas para desarrollar una mayor actividad remunerada, como lo hizo luego de la
separación de hecho de las partes, es decir, por su preparación profesional la actora podía haber ejecutado
la mayor jornada que alega haber tenido el propósito de realizar. Finalmente, la sentencia señala que:
“Que el recurso de casación en el fondo es de derecho estricto y en él deben señalarse con precisión los
errores de derecho que el recurrente advierte en el fallo impugnado, exigencia que no se cumple si los que
se mencionan son contradictorios entre sí.”
Respecto a esta sentencia de recurso de casación en el fondo, podemos señalar que los criterios para
determinar si existe derecho a compensación económica, y si es así, como fijar la cuantía nominal de esta,
deben ser estudiados de acuerdo a lo previsto en los arts. 61, 62, 66, 64, 65 y 66 de la LMC. Y como señala
el mismo art 54 si no existiere acuerdo, corresponderá al juez determinar la procedencia de la
compensación económica y fijar su monto.

3. Corte de apelaciones de la Serena, Rol 909-08, sentencia de fecha 21 de enero de 2009 3, “doña X.B.L.R con
C.J.C.C.R”: se concede la compensación económica en favor de doña “X.B.L.R”, monto de $20.000.000 (veinte
millones de pesos)
La sentencia señala los criterios que se consideraron para determinar si procedía la compensación y si era así,
para otorgar el monto de la cuantía. La corte señala: “conforme lo que dispone el artículo 61 y siguientes de la
Ley N.º 19.947, dice relación con la circunstancia que, dedicada ella a la atención y cuidado de los hijos
comunes, su tratamiento y sanación, se vio impedida de mejorar su desarrollo profesional como médico
cirujano.” La sentencia señala que, debido a esto, la doña “X.B.L.R.” no pudo seguir con los estudios de
especialización los que resultan indispensables para que un médico pueda aspirar a mejores condiciones de
ingresos profesionales. El legislador señala que la cualificación profesional del cónyuge que solicita la
compensación es relevante toda vez que otorga una idea de cuanto fue lo que dejo de percibir por dedicarse al
cuidado de los hijos y de hogar en común. Una persona profesional, y con claros indicios de continuar con
estudios de especialización, tiene mayor posibilidad de ganar más dinero que una persona que no la obtenido.
De acuerdo a esto, lo que se trata de compensar es el costo de oportunidad.
A su vez, se señala la duración del matrimonio que ha sido por más de 27 años. Habiéndose mantenido la
convivencia por más de 17 años. Se agrega que “que la cónyuge beneficiaria de la compensación es quien
ha estado a cargo y cuidado de los hijos comunes; que a la vez se ha rendido pruebas en este
procedimiento, respecto de la situación de violencia intrafamiliar que ha afectado a la familia en el
tiempo.” el acontecimiento agregado sobre la violencia familiar, nos lleva a un divorcio culposo, este es
cuando hay maltratos graves, violencia intrafamiliar, infidelidades o abandono del hogar, o incumplimientos
graves a las obligaciones del matrimonio o para con los hijos. La problemática aquí es ¿corresponde la violencia
intrafamiliar como fundamento de una compensación económica? O ¿es causal inmediata de divorcio por
culpa?
Además, agrega que el cónyuge “C.J.C.C.R.” tiene una empresa comercial de la cual es propietario, además,
presta servicios a honorarios. Por lo tanto, la situación patrimonial del cónyuge demandado permite equilibrar
los patrimonios. Uno de los fundamentos de la compensación es la equidad, por esto, es importante que el
juez intente equiparar en la medida de lo posible la condición en que quedaran los patrimonios de cada
cónyuge.
Finalmente se decide en la sentencia que la compensación de $20.000.000 (veinte millones de pesos) será
pagadera en 40 cuotas de $500.000 (quinientos mil pesos) dentro de los últimos cinco días de cada mes.

3 Corte de apelaciones de La Serena, 21 de enero de 2009, “X.B.L.R con C.J.C.C.R”, Rol 909-2008, redacción del Abogado Integrante
don Manuel Cortés Barrientos.
4. Corte de apelaciones de Santiago, Rol 1461-10, sentencia de fecha 6 de abril de 2011, “doña A.M.C.C.E con
J.C.F.O.”: se concede la compensación económica en favor de la cónyuge, fijado en $18.000.000 (dieciocho
millones de pesos)
se señala lo siguiente: “Y TENIENDO EN SU LUGAR Y, ADEMÁS, PRESENTE: 1°) Que la
compensación económica corresponde a aquel cónyuge que por haberse dedicado al cuidado de los
hijos o a las labores propias del hogar común no pudo desarrollar una actividad remunerada o
lucrativa durante el matrimonio o lo hizo en menor medida de lo que quería y podía y que sufra un
menoscabo económico con la declaración de divorcio. Así se desprende de lo que previene el
artículo 61 de la Ley de Matrimonio Civil” en este caso, la señora “A.M.C.C.E” se dedicó al cuidado
de los hijos iniciales O.G y F.J, dejando de lado su profesión como secretaria ejecutiva. A esto se suma
el testimonio de terceros que señalan que siempre se vio a la cónyuge beneficiaria en las labores
propias del hogar.
La sentencia a su vez añade: “Se acompañó un finiquito que demuestra plenamente que la actora
reconvencional dejó de trabajar como secretaria para la empresa Pogos Limitada el día 15 de enero de 1982.”
En esta sentencia se intenta dejar prueba por todos los medios posibles del menoscabo económico que
significo para

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