Ponte de Tu Parte

¡Ponte de tu parte!
www.cristinahortal.com
¡Ponte de tu
parte!
29 expertos te cuentan cómo trascender tu
auto juicio interno.
© 2018 Cristina Hortal Moriana
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido
de esta obra sin el consentimiento por escrito del autor.
Contenidos
Bienvenid@
Lorena Molinero: Momento a momento
Ana Costa: Convierte tu saboteador interno en tu mejor aliado
Marta Leal: Aceptar a mamá para quererme
Míriam Martín Canales: No pienses en un elefante rosa
María José Mochón: Jaque a tu juez interno
Tania Carrasco: Tu discurso mental no eres tú
Núria Gallego: Cómo afrontar las críticas hacia nuestro cuerpo
Andrea del Pozo: Aprender a diferenciar lo importante de lo urgente
Edu Serrano: No eres quién crees que eres
Séfora Bermudez: Siéntete bien estando enfermo
Elena Djiggir: Descubre y recupera tu fortaleza interior
Feli García: La verdad está en el Yo Soy
Francisco Javier Gutiérrez: Por qué sólo puedes amar a tu pareja si amas a tu crítico interno
Yaiza Leal: Cómo encontrar la paz mental a partir de hoy
Beatriz Blasco: El tiempo no existe, tú sí
Maite Gómez: Cambia creencias limitantes por creencias empoderadoras
Idoia Berridi: Cómo transformar la crítica en amor y pasar del ego al Ser
Olaya Acebal: Deja ya de pelearte con lo que pasa en tu cabeza, siempre pierdes
Cristina Viartola: Al enemigo interno se le gana día a día; usa tu creatividad para quitarle
poder
Jon Valdivia: Apunta a tu Norte
Ester Vega: Cree en ti
Diana López Iriarte: La sombra y el ego
Montserrat Benavides: Cómo liberar la mente abriéndote a las sensaciones
Neus Sanchis: Tu cuerpo y el placer como aliado
Eduardo Llamazares: Dejar de huir para dejar de rumiar tus pensamientos
Saúl Pérez: Quiero cambiar, pero esta vocecita no me deja en paz
Aida Moragues: Paso de mí mismo
Sandra González: El runrún que me quitaba el sueño
Diana Garcés: Minimiza el impacto del auto-rechazo en tu vida y tus relaciones; pequeño
recetario para reconciliarse con los juicios internos
Me despido…
Bienvenid@
¿Me conoces? Soy Cristina Hortal,

de cristinahortal.com.
Como sabes (o no), mi especialidad es la
toma de decisiones conscientes.
Me centro, en acompañarte a tomar
decisiones poderosas; coherentes y
valientes, que dirijan tu vida con mayor
Esto puede sonarte místico, pero has
sentido y
conectado en alguna ocasión (o en
hacia donde tu alma anhela… varias) con esa voz que te guiaba y con
la que te sentías tan “en casa”; que te
Tiene que ver con encontrar dentro de ti
llenaba de una seguridad genuina y
ese diálogo que habla de verdad con tu
arraigada.
voz y tu corazón.
Estoy convencida. Creo que todos hemos
Me refiero a la voz de tu Ser, esa entidad
experimentado esto porque es nuestra
que reside en ti y que va más allá de ese
verdadera naturaleza.
pequeño personaje, limitado,
condicionado y miedoso con el que a Quizá, hace mucho tiempo. Quizá
menudo te identificas. cuando eras pequeñ@. Quizá de manera
espontánea o accidental. Quizá de
Ser capaz de tomar decisiones
forma inconsciente.
conectad@ a tu Ser, es tomar decisiones
que dirijan tus pasos hacia una vida Pero es seguro que en algún rincón de
creada e hilvanada por y para ti en tu mente y de tu corazón sabes a qué
exclusiva, respondiendo a la me estoy refiriendo.
singularidad de tus necesidades… A la
También estoy segura de que has
particularidad de tus anhelos más
experimentado el dolor de haber
profundos y tus ideales más elevados.
dejado de oírla. De estar colapsad@ por
Esta conexión íntima contigo pasa por
el ruido y perdid@ en el no saber
atenuar el ruido ensordecedor de tu
auto-juicio constante, cargado de qué es “real”y que no de las voces que
“deberías”, presiones, culpas y miedos. parlotean en tu mente; qué forma de ti y
qué no.
Es la única vía que conozco para que
puedas llegar a escuchar esa voz más Seguro que has vivido el desgarro de no
certera: la de tu ser más esencial. saber demasiado bien quién eres.
Sé cómo duele ese vacío. Y sé también “músculo juzgador”). Ábrete a todo y

que podemos aprender a “volver a quédate con lo que te sirva en el
casa”. momento de leer esto. Con lo que
resuene contigo.
Lo he experimentado.
Tal vez, si vuelves a estas páginas en
Es por eso que he preparado este ebook
otra ocasión, tu percepción sea distinta,
que ahora tienes ante ti.
dado que tu momento conciencial y
Está específicamente enfocado a evolutivo también será distinto. Puede
enseñarte a “tender puentes” entre tu que te resuenen más unos contenidos
mente convencional y ese estado de distintos en cada lectura.
conciencia expandido y conectado con
Vas a ver que cada autor sigue su propio
tu parte más profunda. Ese estado sutil,
estilo, centrándose en su especialidad y
huidizo a veces para nuestra mente
compartiendo su experiencia personal.
racional, que nunca ha dejado de formar
parte inherente de ti. También te ofrecerán todos ellos, tips
diversos, sugerencias o pequeños
Este documento está repleto de
ejercicios para poner en práctica desde
herramientas e historias inspiradoras
ya sus enseñanzas, si así lo sientes.
para que seas capaz de elevarte por
encima de la “discusión” sin fin y Además, te presentarán regalos, más o
agotadora a la que a veces te somete tu menos afines con el tema central de este
propia mente, bloqueándote y ebook.
haciéndote dar vueltas en círculo.
Te animo a conocer en más profundidad
He pedido colaboración a grandes a aquellos expertos que más conecten
profesionales y grandes personas. contigo, visitando sus webs o
Grandes maestros que se enseñaron descargándote sus regalos.
antes a sí mismos. Les he pedido que
Te dejaré enlaces bien visibles de todo
unamos nuestro talento, vocación y
ello, para que accedas fácilmente a lo
sabiduría para crear este documento
que más te interese.
para ti.
Por otro lado, también observarás que
Es un honor y un placer, traerte los
hay algunas ideas que se repiten. A mi
valiosos aportes de todos estos expertos
entender, no puede ser de otra manera.
en autoconocimiento, psicología,
desarrollo personal y conciencia. Lo que sí te sugiero al respecto es que no
pongas el automático mental, en plan:
Vas a encontrar enfoques distintos.
“esto ya me lo sé” y déjatelo sentir cada
Algunas afirmaciones podrán parecerte,
vez. Pregúntate si de verdad lo
incluso contradictorios. Te sugiero que
comprendes y qué significa aplicarlo de
no hagas demasiado caso a esto.
veras en tu día a día.
No compares, no juzgues (y así nos
Sabrás que la transformación no tiene
ponemos en marcha ya con nuestro
lugar por comprender intelectual y
cometido de atrofiar un poco nuestro
teóricamente conceptos nuevos, sino

por darles espacio de verdad en tu vida,
en tu mente y en tu corazón. Por
cuestionar de verdad tus paradigmas
antiguos si ya has podido comprobar
que no te acaban de conducir hacia
donde deseas.
Decirte también que el orden en que vas
a encontrar a continuación cada uno de
estos autores es mitad aleatorio, mitad
lo que me ha parecido más coherente
según los contenidos.
En definitiva, espero que esto te sea útil,
valioso y que lo utilices de verdad en tu
vida.
El “milagro” ocurre cuando te abres a
soltar viejas “verdades” y dejas que un
nuevo modo de ver las cosas cale de
verdad en ti y te lleve a ser otra
persona.
No te limites a consumir este contenido
de forma puramente racional y
esperando que las cosas cambien sin
“mover” de verdad algo en tu interior.
Simplemente, permanece abierto.
Ahora sí, disfruta de tu lectura.
¡Te dejo con ellos!
Lorena Molinero: Momento a momento
lorenamolinero.com
Lorena acompaña a mujeres que, en algún momento se sintieron poca

cosa, para que recuerden su grandeza y conecten con su esencia
¿Qué es lo único que existe? Esto. ¿El qué? ¡Esto! La única realidad es la que se está dando en
este preciso momento. Mientras escaneas mentalmente estas palabras. No lo que ha sucedido
anteriormente. No lo que sucederá después. Sino esto.
Tómate unos segundos y haz tres respiraciones profundas por la nariz. Tomando aire y
sintiendo cómo se expanden tus costillas, cómo se eleva tu pecho, cómo se infla tu abdomen.
Exhala y suelta despacio, sin prisa, observando sensaciones.
¿Lo has hecho ya?
Pues esa es una vía rápida para conectar con este momento. Entiende que normalmente,
vivimos dando tumbos entre el pasado y el futuro. Nuestra mente viaja a través de los recuerdos
de experiencias vividas o sentidas, planificando asuntos pendientes o fantaseando a través de
la imaginación sobre situaciones irreales.
¿Te ha pasado?
Estoy segura de que sí. ¿Pero cómo lo controlo, Lorena? Pues bien, te liberaré de ese pesar: no
tienes que controlarlo, sólo darte cuenta.
La mente piensa como los ojos ven. Es su función, para eso fue creada. Su afán analítico y
controlador a veces hace que nos identifiquemos con ella, pero imagínate, es como
identificarnos con nuestro hígado. Absurdo, ¿no te parece?
Nosotros no somos esa voz pensante que acostumbra a rumiar pensamientos. No somos
nuestro ruido mental. Somos algo más, y podemos llegar a trascenderlo a través de vivir el
presente, momento a momento, como has hecho mientras hacías las tres respiraciones de
antes.
Si bien vivimos en un mundo de excesiva prisa y ajetreo que hacen que nos distraigamos entre
la lista de tareas pendientes, responsabilidades y búsqueda de mejoría, tenemos la capacidad
de reorientar nuestro punto de atención a cada instante y eso, es algo que nos permitirá
experienciar nuestro día a día desde otra perspectiva.
Gracias al mindfulness o atención plena, conseguiremos responder en lugar de reaccionar,

disfrutar y saborear más nuestra vida, gestionar mejor nuestras emociones, reducir el estrés y
la ansiedad y conectar mejor con nuestra esencia, con lo que de verdad somos.
Si tu mente acostumbra a estar dispersa, vives con la radio mental todo el día puesta y deseas
ponerla en pause, mi recomendación es que utilices la respiración como ancla. Sólo te tomará
unos minutos.
Busca un lugar tranquilo, donde nadie te moleste. Un momento para ti, para conectar con el
presente y permitirte crear un espacio de silencio y serenidad. No me sirven las excusas tipo
“no tengo tiempo” o “mis hijos no me dejan parar ni un momento”.
Levántate diez minutos antes, siéntate cómodamente, en postura erguida tratando de alargar
tu columna, de crecer y enraíza tus pies al suelo, así como tu coronilla al cielo. Y entonces, cierra
tus ojos y concéntrate en respirar.
Pon toda tu atención en cómo surge cada inhalación, cómo se disuelve cada exhalación. Ánclate
en el ahora gracias a las sensaciones de tu cuerpo.
Y después, cuando salgas a trabajar, o te predispongas a fluir con el día, date cuenta de cómo
funcionas mental y emocionalmente. Permanece consciente de lo que sucede dentro y fuera
de ti momento a momento y empezarás a vivenciar lo que sucede de otra manera muy diferente.
Personalmente, cambió drásticamente mi vida desde que decidí llevar la práctica más allá de la
esterilla. Empecé a meditar muy joven, pero después, en el día a día la rutina me arrastraba y
con ella, los pensamientos negativos, los recuerdos y las emociones desagradables.
Es entonces cuando descubrí que hay consciencia más allá de la práctica formal, entonces,
descubrí el mindfulness. Al implementarlo constantemente descubrí un nuevo estilo de vida y
mejoró no sólo mi actitud frente a la vida, sino también mi salud y mi realidad. ¿Te atreves a
vivir con plenitud y ser en tu máxima potencia?
Si tu respuesta es sí, este regalo puede serte útil: El cuaderno de los grandes cambios
Ana Costa: Convierte tu saboteador interno en tu

mejor aliado
zonamindful.com
Ana propone una vida más libre de estrés y serena gracias a la práctica del
mindfulness
Hola, ¿cómo estás?
Si estás leyendo esto, lo más probable es que te estés sintiendo como si fueras tu peor enemigo.
Si eres muy auto-crítico y auto-exigente, muy perfeccionista, consideras el error un fracaso, te

comparas con los demás y te importa mucho lo que piensan de ti, entonces, tu saboteador
interno es muy fuerte y, lo que viene a continuación, quizás, te pueda ayudar.
Para empezar, quiero decirte que lo que te sucede no es culpa tuya.
Pero, tampoco nuestros padres tienen la "culpa". Ellos, en realidad, lo hacían lo mejor que sabían
y podían y, también recibieron ese tipo de mensajes.
En realidad, no es "culpa" de nadie. Lo que ocurre es que, en nuestra sociedad,

tradicionalmente, se ha premiado más el "hacer" y el "tener" que el "ser". Y tú, como no
querías que te rechazaran, aprendiste muy bien la lección e incorporaste todas esas creencias a
tu vida.
Sin embargo, tengo una buena noticia: ese saboteador interno que te exige tanto, NO ES REAL.
Son sólo pensamientos automáticos que surgen en tu mente, porque los has interiorizado y te
los has creído desde que tienes uso de razón.
Pero, tú puedes desactivar su poder, para que dejen de complicarte la vida para siempre.
Y, la solución no es querer no tenerlos y huir de ellos cuando se presenten, porque, entonces, lo

único que vas a conseguir es que se hagan más fuertes y te cueste aún más que se vayan.
Tampoco es ignorarlos, porque, aunque tú no lo quieras, están ahí, y hacer ver que no están,
sólo te hará sentir peor.
La solución está en ACEPTARLOS. Reconocerlos, darte cuenta de que están y acogerlos en tu

vida.
Para conseguirlo, te comparto una idea muy potente y profunda que seguro que te ayuda: TÚ
NO ERES TUS PENSAMIENTOS. Eres la conciencia que los crea, pero, puedes des-identificarte de
ellos.
Eso se hace observándolos cuando llegan, como si fueras un espectador viendo una película, y
desapegándote.
Me gustaría compartirte unas pautas para facilitarte el proceso:
1. Date cuenta de tus pensamientos y de cómo te tratas a ti mismo. Cuando te maltratas, te

críticas, te rechazas, te castigas…, el que habla es tu saboteador interior.
2. ¿Puedes darle a tu saboteador interno una forma? ¿Qué aspecto tiene? ¿Te recuerda a
alguien conocido? Te puede ayudar darle un aspecto físico e imaginártelo con todo lujo de
detalles.
3. Y, ahora, conecta con las sensaciones físicas que surgen en tu cuerpo cuando tu saboteador
te habla. ¿Dónde lo sientes más cuando aparece? ¿Qué sensaciones físicas te produce? ¿Cómo
sabe tu cuerpo que está ahí?
4. Ahora, cada vez que te auto-critiques, visualiza a tu saboteador haciéndolo en tu lugar, como
algo externo y fuera de ti. Siente que ya no eres tú, que ya no tiene poder sobre ti y que puedes
decidir si le haces caso o no.
5. Ahora, pon atención a su mensaje: ¿Qué te está intentando decir? ¿Cuál es la emoción que
se oculta detrás de sus palabras? ¿Hay miedo, preocupación, tristeza, rabia, inseguridad…?
Observa también cómo te habla, cómo es su voz, qué lenguaje utiliza…
6. ¿Puedes ir un poco más allá y darte cuenta del porqué de ese mensaje? ¿Cuál es la causa real
que se oculta detrás de esa emoción? ¿Puede ser que tengas miedo a defraudar a alguien? ¿Qué
te sientas incapaz de afrontar algún reto? ¿Que tengas expectativas previas sobre ese tema que
no se están cumpliendo?
7. Si te fijas, en realidad, lo que quiere tu saboteador, es PROTEGERTE Y AYUDARTE. Te está

advirtiendo de que algo es muy importante para ti, o de que algo te puede hacer daño o
afectarte negativamente. Sabiendo eso, quizás ahora puedas ver que, en realidad, no es tu
enemigo, como tú pensabas.
8. Ahora, cada vez que venga a visitarte, intenta sentirlo plenamente, observarlo, darte cuenta
de su mensaje, darle las gracias y, después, con tu respiración, liberarlo y dejarlo ir, mientras
aflojas y relajas también tu cuerpo. Inspira profundamente y, al espirar, siente cómo se va de tu
cuerpo y deja de tener influencia en tu vida.
9. Te propongo un paso más: ¿Podrías buscar dentro de ti a esa voz cariñosa, amable y
compasiva que también está? Es esa que te surge naturalmente cuando alguien a quien aprecias
lo está pasando mal. También vive en ti, aunque no te hayas dado cuenta. Seguramente, te
resulta muy fácil usarla con otros, pero, ahora te propongo que la hagas presente para ti, que
conectes con ella y que le des forma y voz, de la misma manera que hiciste con tu saboteador.
Tal vez, puede ser la imagen de alguien que te inspire esos sentimientos. Intenta imaginarla y
sentirla lo más vívidamente que puedas. Y, date cuenta de que es tu aliada, tu sabiduría interior
que te ayuda, te apoya y acompaña frente a los retos de tu vida. Y, lo más importante, siempre
está contigo, y puedes recurrir a ella cada vez que lo necesites, simplemente con sentirla en tu
cuerpo. Y esta, a diferencia de tu saboteador, te aporta paz y bienestar.
Yo tengo que decir que, cuando empecé a prestar atención a mis pensamientos, me quedé muy
sorprendida, triste e incluso horrorizada de descubrir lo mal que me trataba a mí misma. ¡Jamás
permitiría que alguien me tratara así! Entonces, ¿si otros no podían hacerlo, por qué yo misma
sí? Si yo misma no era capaz de ponerme a mi favor y estar a mi lado, ¿quién lo haría?
Por suerte, gracias a los pasos que te he compartido, fui capaz de darme cuenta de esa voz tan
crítica, y ahora me pongo siempre a mi favor, y, gracias a ello, me siento mucho mejor.
Para mí, la clave fue practicar mindfulness, algo que también puede ayudarte mucho a ti.
Te deseo, de corazón, una vida plena, serena y feliz y mucho Amor y auto aceptación por ti
mismo :-)
Para ponértelo un poco más fácil, te regalo esto: Mini-curso Aprendiendo a parar
Marta Leal: Aceptar a mamá para quererme
mujercoraje.com
Marta ayuda a mujeres heridas a recuperar su poder y autoestima para

que puedan liderar su vida
Durante muchos años, albergué un odio terrible hacia mi madre, por irse a trabajar fuera de mi
ciudad y dejarme al cuidado de unos familiares, donde sufrí abusos sexuales. Nunca se lo
perdoné, porque nunca me lo perdoné a mí misma...
Cuando descubrí que todos los juicios que le hacía a ella, me los hacia a mí y que todo lo que
exigía a ella, yo no me lo daba, entendí la importancia de sanar este vínculo para dejar de
castigarme.
Mucha de la lucha interna que tenemos viene de este rechazo hacia la madre (en otros tantos
al padre) a los que culpamos de nuestra herida de rechazo, humillación, abandono. Pero no
honrar a mamá es rechazar a la vida, rechazar nuestro lado femenino, nuestra parte creativa, y
la capacidad de recibir amor, dinero y gozo.
Desde que nacemos, este vínculo es el más fuerte, nuestro primer amor. Una simbiosis total
hasta los tres años que hace de esta unión algo fundamental para la vida… ¿Estás viv@? ¿O
renuncias al placer de la vida? Porque no es lo mismo estar viv@ que vivir.
Debemos empezar por entender que:
-No sanar la relación con la madre puede traer conflictos con nosotros mismos, con no recibir
abundancia económica y con la comida. El alimento representa a mamá, que es quien nos
alimenta desde que nacemos y el dinero es la energía que nos permite actualmente
alimentarnos.
-Si la raíz está sana, las ramas van a estar sanas. Lo que no arreglas con tus padres la vida te lo
ofrece para sanar a través de tus hijos. Si quieres mejorar la relación con tus hijos, acepta a tus
padres.
-Nuestros padres también sufrieron esas heridas que hacen que no hayan sabido hacerlo mejor,
no han recibido las herramientas de sus propios padres.
-Sanar esta herida es responsabilidad nuestra. Dejar de culpar y empezar a ocuparnos nos dará
esa libertad.
Te propongo 3 Ejercicios para transformar esta situación:
1. Para honrar a los padres e integrar sus energías por igual: coloca una pulsera plateada
(luna, energía femenina) en el brazo izquierdo (mamá) y una dorada (sol, energía masculina) en
el brazo derecho (papá), tomando consciencia de que aceptas, honras y recoges las dos energías
en ti.
2.Para tomar la energía femenina puedes estar en contacto con la naturaleza, al igual que vemos
la puesta de sol (honrar a papá), sal a ver la Luna (mamá), practica danza del vientre y desarrolla
tu creatividad a través del arte, la música, pintura, manualidades...
3.Escribe una carta sanadora donde agradezcas el simple hecho de haberte dado la vida.
Después, escribe todo lo que debas perdonarles: “mamá te perdono por no haberme escuchado
cuando lo necesitaba”. Finalmente, lee la carta en un lugar sagrado para ti.
Si quieres seguir trabajando en la sanación de tus heridas más profundas y en tu

empoderamiento, puedes descargar un cuaderno de ejercicios entrando en mi web.
Míriam Martín Canales: No pienses en un elefante

rosa
psicorumbo.com
Míriam es psicóloga y, a través de su web ofrece terapias y herramientas

auto aplicables para un mayor auto conocimiento
Mi intención con este texto es lanzarte una invitación. Una invitación a cruzar la línea del
miedo… Del miedo a ser, del miedo a sentir, del miedo a perder y comenzar a VIVIR cada
momento de tu vida con todas las consecuencias que eso implica.
De ti depende aceptar esa invitación o continuar tu vida como si nunca hubieras leído este texto.
Al fin y al cabo, lo más valioso que tenemos esta vida es la libertad de elegir y ni mucho menos
pretendo alejarte de ella.
Pero antes de continuar considero importante destacar cómo la mayor parte de nuestra vida la
pasamos con una máscara, una máscara que nos permite EVITAR.
Si, evitar.
Evitar enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestros demonios, a nuestros recuerdos y a aquellas

partes de nosotros que no somos capaces de aceptar.
Y ¿sabes qué? Cuanto más tratas de evitar algo, más lo aferras a tu vida, porque de una manera
u otra al tratar de evitarlo estás focalizando tu atención y tu energía en ello haciendo de esta
forma que se manifieste.
Si no me crees o si quieres experimentar lo que te estoy pensando te propongo que hagas lo

siguiente.
¡No pienses en un elefante rosa! En serio, no pienses en un elefante rosa, trata con todas tus
fuerzas de evitar pensar en ese elefante.
No puedes permitir que ese elefante rosa aparezca en tu mente. No puedes.
Lo más probable es que a medida que vas leyendo estas líneas la imagen del elefante rosa se
vaya forjando en tu cabeza, de hecho, cuando más trates de evitar pensar en él más nítida
aparecerá su imagen.
Ahora por el contrario te voy a pedir que intentes pensar en ese elefante con todas tus fuerzas,
te voy a pedir que intentes pensar lo más nítidamente posible en un elefante rosa y que trates
de mantener esa imagen en tu cabeza durante varias horas.
Lo más probable es que te cueste mantener esa imagen en tu mente más allá de unos minutos,
que cada vez se vaya haciendo menos borrosa y menos nítida, que acabes pensando en cualquier
otra cosa y que te olvides por completo de nuestro querido elefante hasta que la voz crítica de
tu mente te reclame y te diga ¡Ey, tú deberías estar pensando en un elefante rosa!
Moraleja: Exactamente lo mismo ocurre con tus miedos, con tus demonios internos, con esas
partes de ti que intentas evitar. Cuanto más tratas de evitarlos más se aferran a tu vida.
Sin embargo, cuando te expones a ellos, cuando los vives cómo realmente son, cuando les
permites expresase con toda su intensidad sin alimentarlos con construcciones mentales, se
disipan y pierden toda su fuerza.
Ahora solo tienes que tomar una decisión ¿Voy a seguir viviendo desde el miedo o voy a
quitarme la máscara y permitir al miedo expresarse para vivir desde el amor?
Te cuento una anécdota personal:
Durante algunos años estuve sufriendo fobia a volar debido a un problema que tuve en un
vuelo volviendo de Marruecos en el que las turbulencias y una tormenta ocuparon la mayor
parte del trayecto.
A partir de ahí cada vez que volvía a subir en un avión todo tipo de pensamiento catastróficos
formaban la fiesta del pijama en mi cabeza generándome una ansiedad que en ocasiones hacía
que pasará gran parte del vuelo llorando y rezando (a pesar de no ser propiamente creyente)
Como amo viajar y dejar de coger aviones no era una opción para mí, saqué todo mi arsenal de
técnicas psicológicas y decidí tratar de aplicármelas a mí misma.
¡Fracaso estrepitoso!
Las técnicas de relajación no funcionaban porque mi nivel de ansiedad aumentaba demasiado

rápido.
Intentar cortar mis pensamientos y centrarme en otra cosa mostraba cierta eficacia que se
desmoronaba inmediatamente en cuanto había cualquier mínima turbulencia (cuando digo
mínima es mínima).
Tratar de racionalizar tampoco funcionaba porque, aunque ya sabía que las probabilidades de
que el avión se cayera eran mínimas, eso no me tranquilizaba ni un poquito.
Estaba claro que intentar dejar de tener miedo no funcionaba así que decidí abrazar mi miedo,
observarlo y compartir mi vuelo con él (en otras palabras, practicar Minduflness)
Y… ¡sorpresa!
Aunque no te puedo decir que el miedo desapareció por completo de un día para otro, sí fue
perdiendo de manera progresiva su intensidad.
Cuando te sientas con tu miedo, le miras a los ojos y le observas tal y como es, descubres que
no es más que un conjunto de reacciones fisiológicas, pensamientos (palabras, letras y sonidos
a los que tú les otorgas un significado) y de conductas motoras (temblores, etc.).
Cuando reduces el miedo a lo que realmente es, tu miedo deja de darte tanto miedo.
Si te apetece aprender a sostener lo que estás sintiendo estando cada vez más presente, nada
mejor que el estado meditativo. Si entras a mi web, puedes acceder a mi mini-curso para
aprender a meditar para pensar un poco menos y vivir un poco más
María José Mochón: Jaque a tu juez interno
tantrayyoga.com
Acompaña, junto a su pareja y a través de su web, a personas a despertar

el amor dentro de sí para que reclamar así su herencia de felicidad
Antes de nada, quiero explicarte como funcionamos mentalmente, sólo así podrás tener las
herramientas necesarias para cambiar algo dentro de ti.
¿Te has fijado que cuando recibes información con la que no estás de acuerdo la desechas
inmediatamente?
El ser humano aprende por acuerdos, almacenamos información sólo si estamos de acuerdo con
algo. Y así forjamos nuestras creencias.
Recuerda o imagina cuando eras niño/a. Los/as niños/as creen todo lo que dicen los adulos.
Creíste a tus padres, creíste a tus profesores, creíste al cura de tu parroquia… Estábamos de
acuerdo con ellos, ¡cómo si no! ¡éramos niños! Y en base a ese mundo que nos presentaron
configuramos nuestras creencias y nuestra idea de cómo debíamos ser.
Conforme nos hicimos adultos la fe en nuestras creencias se hizo tan fuerte que ahora controla
nuestra vida.
Nuestra crianza estuvo basada en recompensas y castigos y así nos fueron moldeando.
Premios y castigos que hicieron que poco a poco, por miedo al castigo o por miedo a no recibir
la recompensa y en el fondo, por miedo a no ser amados, empezamos a fingir y a acoplar nuestro
comportamiento a lo que se esperaba de nosotros.
Aprendimos a complacer para que no nos rechazaran instaurando una creencia interior muy
fuerte sobre nosotras mismos: “TENGO QUE FINGIR PORQUE COMO SOY NO ES SUFIENTE O
NO SOY ADECUADO”.
Puedes realizar el test de diagnóstico emocional con el que puedes testear cómo te afectan las
creencias instauradas en tu infancia.
Ahora, ya no necesitamos que nadie nos mantenga en la creencia de inadecuación porque ahora
somos nosotros nuestro propio domador, nuestro propio juez y nos juzgamos con las leyes y
creencias que nos transmitieron en nuestra más tierna infancia.
A ver si te suenan estas voces internas: “ya te vale”, “lo has hecho fatal”, “no lo vas a conseguir”,
“no sé cómo hacerlo”, “qué vergüenza, “no valgo”, “qué van a pensar de mi”, “eso no está bien
visto”
Se necesita una gran valentía y coraje para desafiar nuestras propias creencias porque el
acuerdo y la lealtad con los que nos criaron es tan fuerte que, aun sabiendo racionalmente que
podemos cambiar, seguimos sintiendo culpa, reproche y vergüenza.
Desafiar nuestras creencias requiere un proceso de reseteo mental que es ineludible y pasa
obligadamente por un trabajo profundo con tu niño interior.
Sin embargo, mientras te decides a fondear por tus creencias para poder darte cuenta de que
ya eres un ser maravilloso sin tener que “posturear”, te voy a contar una de mis maneras más
eficaces y sencillas de darle jaque a mi juez interno.
Se llama SITALI PRANAYAMA
Siéntate con los ojos cerrados.
1. Pon tu lengua en forma de U y estírala fuera de la boca todo cuanto puedas.
2. Inhala por la boca con la lengua en forma de U, se oirá un sonido silbante, es lo suyo.
3. Una vez completada la inhalación profunda, lleva la lengua dentro, juntar suavemente los
labios y exhalar lentamente a través de la nariz, al tiempo que se toca suavemente el cielo del
paladar (paladar superior) con la punta de la lengua.
4. Se recomienda practicar este ejercicio de respiración 26 veces cada vez que te sientas
bloqueada por tus pensamientos.
“108 repeticiones crean una meditación profunda”. Yogui Bhajan.
Personalmente tengo muy claro que esa sensación de inadecuación, de no ser suficiente, de
no ser válida me costó que mi cuerpo me diera un fuerte aviso. El verano pasado me
diagnosticaron un linfoma no hodgkin.
La información biológica que me trajo esta enfermedad, a groso modo, es que mis linfocitos,
células encargadas de defender mi cuerpo, proliferaron desmesuradamente e invadieron mi
cuerpo porque evidentemente yo no era válida… “Mi cuerpo fue a por mí”, ¿se entiende?
Lo único que me restauró y así lo viví, fue darme cuenta de mi valía, fue sentir profundamente
que era amada y valorada.
Ahora que ha pasado el tiempo, cuando olvido amarme profundamente y mis voces internas
intentan convencerme de que no soy nada, hago el ejercicio tan sencillo que te he explicado y
esas voces se acallan poco a poco dejándome un regusto de paz interior.
Aprender a amarse a uno mismo es primordial y no suelen enseñárnoslo de pequeños, así que
te regalo mi test de diagnóstico emocional, para que conozcas las heridas que estás bloqueando
la entrada del amor a tu vida.
Tania Carrasco: Tu discurso mental no eres tú
revolucionate.com
Tania propone, a través de su web, una revolución que nos empuje a

romper con los patrones y exigencias de belleza establecidos socialmente
que nos hemos creído; a dudar de todas aquellas normas que nos han
empujado a una presión absurda y a una falta de aceptación real de
nuestro cuerpo y de quienes somos.
A menudo, en tu día a día, te atreves a dudar de montones de cosas:
- Algo que ha dicho la tele
- Algo que te ha contado alguien en quien no confías mucho
Sueles dudar y cuestionar actitudes muy a menudo.
Sin embargo, lo que te dice tu mente, lo que dice tu diálogo interno, ¡jamás lo cuestionas!
Lo que te dice tu mente es para ti como una verdad absoluta e inalterable que no se te ocurre
poner en duda.
Y la mayoría de las veces, ese discurso mental lo que suele hacer es juzgarte y criticarte
duramente, sin descanso.
¡Es agotador!
Y claro, como contra lo que dice tu mente no haces nada, cada vez te sientes peor, menos
valioso, menos capaz.
Pero tienes que ser consciente de que:
- Lo que te dice tu mente
- Lo que te dicen otras personas
- E incluso las creencias que tienes más arraigadas por tu cultura o tu educación
¡No tienen nada que ver con tu verdadero ser!
Es posible que ya te hayas dado cuenta de que aquellas creencias que aceptas como verdades
absolutas, pueden bloquearte y hacer que tus miedos no te dejen tener la vida que deseas.
Eres mucho más que los pensamientos condicionados y arraigados que pasan por tu cabeza
porque, casi todo, depende del cristal con que se mire.
Por eso te invito a que cuestiones todo lo que te dice tu mente, y lo pases por el filtro del amor
hacia ti mismo.
¿Cómo puedes hacerlo? Pues mira…
Resérvate un par de horitas a la semana para anotar todo lo que te dice tu mente.
Da igual si estás en el trabajo, si estás en casa o si estás dando un paseo por algún lugar. Lleva
contigo una libretita o anótalo en el móvil.
Intenta escucharte, estar atento a tus pensamientos e identificar ese discurso interno del que
estamos hablando.
¿Qué te dice tu mente?
¿Cuáles son las ideas principales?
¿Ese discurso te ayuda a ser mejor persona o te hace venirte abajo?
Intenta simplemente ser objetivo, como si ese discurso mental no viniese de tu propia mente.
Y ten en cuenta las siguientes ideas:
- No te juzgues ni te critiques duramente por tener ese diálogo interno
- Esto nos pasa a todas las personas
- Antes de hacer ningún cambio hay que aceptar lo que hay, así que acepta que tienes
ese diálogo interno y que no pasa nada
Para tener la capacidad de cambiar algo, es muy importante ponerle conciencia. Ya verás que
solo con ponerle conciencia a tu diálogo interno, cada vez te será más fácil hacer que juegue a
tu favor.
Yo era una de esas personas que llevaban fatal las críticas.
Si alguien me criticaba, mi mente empezaba a trabajar para tenerme todo el día con esa idea en
la cabeza.
Porque a nuestra mente, le encanta mantenernos ocupados para que no tengamos tiempo de
ser felices. Prefiere que estemos cómodos antes que felices.
El caso es que podía pasarme varios días rumiando esa crítica, machacándome con mi diálogo
interno y dejando que mi mente se comportase como si tuviese vida propia.
Ya, ya sé que a veces parece que la tiene. ¡Pero no es así!
Por eso me parece tan importante identificar el diálogo interno que te bloquea, antes de dar
ningún paso más.
Es crucial que entiendas que una cosa son tus pensamientos y otra muy diferente la realidad.
La REALIDAD con mayúsculas, la VERDAD, la FUENTE, es mucho más que un montón de

pensamientos condicionados y dirigidos por el miedo.
Eres AMOR, pero se te olvida por el camino porque lo confundes con otras cosas.
Y son esas confusiones las que te llevan a tener pensamientos que te sabotean y bloquean tu
evolución.
Pasa todos tus pensamientos por el filtro del amor y ¡cómete el mundo!
Si quieres un poquito más de ayuda, aquí tienes un regalito.
Núria Gallego: Cómo afrontar las críticas hacia

nuestro cuerpo
la escritora de tu vida.com
Núria ofrece un camino de autodescubrimiento y bienestar natural a

través de la terapia del movimiento y la escritura
¡Hola! Soy Nuria Gallego y acompaño a personas, sobre todo mujeres, con dolor físico y
emocional que quieren escuchar su cuerpo para liberar los sentimientos causantes de su tensión
y malestar. Para ello, uso la terapia de movimiento y la escritura.
En este ebook quiero hablarte, en especial, de las críticas que interiorizamos sobre nuestro
cuerpo, tanto por el aspecto físico como por lo que hace o no hace. ¿Te suenan algunas de estas
frases?
• Estoy gorda/o. Debería ponerme a dieta, necesito perder 10 quilos
• Tendría que hacer más ejercicio
• Otra vez me duele la regla (o cabeza, o espalda…). ¡Qué pesadez!
• Estoy cansada/0, pero da igual, tengo que…
• ¡No puede ser! ¿Por qué me he puesto enferma/o justo hoy?
A veces parece que nuestro cuerpo se pone en nuestra contra y hace justo lo contrario de lo que
nosotros anhelamos.
Si queremos estar más delgada/o, nos engordamos con cada gramo de comida que ingerimos.
Si queremos relajarnos, nos persiguen los nervios en la boca del estómago o nos dan
taquicardias. Y, encima, nos ponemos enfermos o nos baja la regla justo el día que teníamos una
cita muy importante.
Y, claro, con todo eso, es imposible no juzgar al cuerpo. No pensar que somos unas gordas o
gordos, que no servimos para relajarnos o que nunca tenemos energía para nada.
Es inevitable porque nuestro cuerpo debería ser de una forma de la que no es. Y, por ello, lo
cargamos de “debería ser así o asá”.
Pero, ¿y si cambiamos la perspectiva?
¿Qué te parece tomar esas señales físicas como un mensaje sobre ti mismo?
Para conseguirlo, el primer paso es dejar que esa crítica esté presente sin tomarla en serio. Sin
hacerle demasiado caso.
Y, tras detectarla, preguntarte: ¿qué función cumple este juicio en mi vida? ¿Qué me está
pidiendo que cambie?
Te voy a poner unos cuantos ejemplos siguiendo las frases anteriores:
• Si crees que debes ponerte a dieta, quizá necesitas aprender a comer de forma
saludable. O, en lugar de devorar cuando te estresas, sería un gran paso descubrir qué te pone
nervioso y gestionarlo.
• Si crees que tendrías que hacer más ejercicio, quizá te puedes preguntar por qué te
cuesta tanto moverte en tu día a día. O cómo cambiaría tu rutina si, en lugar de coger el coche
para ir a cualquier lugar, fueras a pie o en bicicleta.
• Si tienes dolores físicos recurrentes o te enfermas a menudo, puedes preguntarte qué

emoción hay tras ellos.
• Si vives agotado, quizá sería un gran avance que revisaras cuáles son las prioridades que
hay en tu vida.
¿Qué opinas?
¿Te atreves a preguntarte cuál es el mensaje tras las críticas en tu cuerpo?
En mi caso, empecé a encontrarle el sentido a los juicios cuando escuché a mi cuerpo.
Porque cuando le damos vueltas a una idea en nuestra cabeza, hay muchas dudas e
inseguridades. Es posible que no sepamos cómo darle la vuelta de verdad.
No obstante, cuando nos detenemos un momento para ver qué siente nuestro cuerpo, no hay
titubeos. Encontramos nuestra verdad.
Por ello, te recomiendo que, al detectar un juicio que te angustie, practiques un ejercicio de
terapia de movimiento como los que regalo en mi curso gratuito Primeros pasos para escuchar
tu cuerpo.
Si te apetece descubrir tus verdades a través del movimiento y la escritura, me encantará

acompañarte en tu viaje 😊
Andrea del Pozo: Aprender a diferenciar lo

importante de lo urgente
deemocionesymas.com
Andrea es psicóloga y enseña a las personas a sacar el máximo potencial

de sus pensamientos y emociones para que vivan una vida plena y feliz
Suelo encontrarme a menudo ante la conversación de que los psicólogos sólo decimos cosas
obvias, incluso alguna vez la dañina frase de “¿para eso hay que estudiar tanto?”
Y después de algunos años, he descubierto que sí, que decimos cosas demasiado obvias, pero
ocurre que esas cosas obvias lo son tanto que pasan desapercibidas.
Lo que te voy a contar a continuación es una de esas grandes obviedades: No saber diferenciar
lo urgente de lo importante desequilibra tu bienestar emocional.
Y no creas que por que sea obvio es sencillo. De hecho, en los últimos años me he visto
reeducando mis prioridades vitales en numerosas ocasiones.
Déjame que te cuente algo personal:
Hace unos meses me sorprendí sintiendo lastima de mí misma, llevaba un tiempo muy
agobiada
con todo lo que tenía que hacer. Ese día era sábado y yo estaba “aprovechando” el fin de semana
para ponerme al día con las consultas, los correos electrónicos, los mensajes privados, las
publicaciones del blog…
Hacía un sol radiante y yo estaba sentada en mi despacho inmersa en un montón de cosas
urgentes que había que avanzar.
De pronto, mi peque entró en el despacho disfrazado de pistolero (le encanta disfrazarse) y me
pidió insistente (como sólo los niños saben pedir) que jugara con él a “los pistoleros ninja”,
mezcla curiosa ¿verdad? Él es así de creativo :P.
Yo no vi su mirada de “mamá, llevo toda la semana sin casi verte” y directamente le dije que no
podía, que me dejara un ratito trabajar. Él volvió a insistir y yo fui tan horrible que me enfadé y
le solté un discurso sobre atender a las responsabilidades y le pedí que se fuera a ver una peli.
Su padre apareció de repente y se puso a jugar con él, yo seguí un rato en el despacho y desde
ahí los oía jugar, disfrutar el uno del otro, mientras yo estaba “aprovechando el tiempo libre”
para adelantar tareas.
Créeme que me sentí fatal, tanto que cerré inmediatamente el ordenador y me puse a llorar. Al
momento mis hombrecitos estaban ahí, mostrándome qué es lo realmente importante de mi

vida.
Necesité calibrar mis prioridades, sin duda mi familia está por encima de todo lo demás, pero
las tareas urgentes que me atormentaban en los últimos meses me nublaron tanto, que dejé de
ver lo importante.
En consulta suelo hacer la misma pregunta a todos mis pacientes, permíteme que también te la
haga a ti:
¿Cuál es el objetivo fundamental de tu vida?
La mayoría de las respuestas siempre apuntan a economía, trabajo, estudio, mantenimiento o
consecución de una relación amorosa, incluso tener hijos.
Mi siguiente pregunta es ¿Para qué?
Casi siempre aparecen los “deberías”, “autoexigencias excesivas”, incluso frustraciones. (Una
persona de bien “debe tener” un trabajo y una posición, unos estudios, una familia ideal…).
Sólo al final, cuando reconocemos el fin último sale la auténtica clave de la vida: El objetivo
principal es ser feliz, sin más.
Y esto, querido, es lo realmente importante: encaminar tu vida hacia aquello que te produzca
satisfacción, bienestar, crecimiento personal y salud.
Y ¿dónde se esconde este pedazo de obviedad? Pues detrás de las urgencias: de los debo… de
los tengo que… de los debería haber hecho…
Es como si nuestra vida fuera un constante día nublado, el sol está ahí arriba, iluminando nuestro
día, pero las nubes nos impiden verlo.
Las urgencias van acaparando nuestro día a día, van ocupando nuestro tiempo y se van
convirtiendo en objetivos por sí mismos, aunque en ocasiones estos nuevos objetivos no vayan
en la misma dirección que las cosas realmente importantes de nuestra vida.
Pero ¿Cómo saber diferenciar lo urgente de lo importante?
1. Caducidad:
Lo urgente suele tener una fecha de caducidad, un tiempo en el que debe ser resuelto: una
presentación de un trabajo, una cita, un cliente, la declaración de la renta…
Lo importante en cambio es perenne, es cierto que nuestras prioridades sobre lo que nos hace
sentir bien y equilibrados en la vida pueden cambiar con el paso del tiempo, pero el fin último,
la sensación de bienestar y felicidad, eso no varía.
2. Concreción
Lo urgente suele ser algo concreto, algo que “debes” solucionar si o si porque de lo contrario no
cumplirlas con el mandato impuesto o autoimpuesto.
Lo importante es más bien abstracto, es difícil delimitar como debe completarse, quizá porque
lo importante no es un objetivo en sí sino un camino por el que guiar la vida.
3. Modos de afrontarlo
Lo urgente suele tener un único camino, hay que hacerlo ya y hay que hacerlo bien. En el mundo
de tus autoexigencias, no hacerlo significa no valer para nada, ser un fracasado, irresponsable o
cualquier calificativo que no te deje en buen lugar.
Los modos para alcanzarlo, más bien de seguirlos, son múltiples y de ahí que creamos que son
cosas que lograremos aunque pospongamos, nadie nos reclama nada por ellos, ni tan siquiera
nosotros. Son cosas que “pueden esperar” a que pase el bache.
4. Sentimientos que generan
Lo urgente suele dotarnos de estrés, de un carácter de gravedad ante el cual debemos actuar
sin dilación, no conseguir ese objetivo urgente nos produce malestar, sentimientos de
incapacidad, machaca nuestra autoestima y se convierte en una fuente inagotable de
autocastigo.
Seguir el camino de las cosas importantes que deben marcar nuestra vida nos dota de
confianza, de bienestar, de equilibrio y de salud. Ayuda a potenciar nuestras capacidades
porque sentimos que actuamos de forma correcta, fomenta nuestra autoestima y la confianza
en nosotros mismos.
5#. Formas de ver la vida
La persona que se guía por lo urgente es pesimista, siempre va sumergida en estrés intentando
subsistir a la cantidad de cosas que tiene que solucionar, no vive, sino que sufre la vida.
La persona que se guía por lo importante es optimista, considera que puede enfrentarse a todas
las urgencias que se le crucen porque sabe darles su lugar, sabe que son pasajeras y que su vida
no va en ellas. Se enfrenta con responsabilidad, pero sin dejar a un lado lo que realmente
importa.
Digamos que vive para disfrutar de la vida.
Dicho esto ¿lo urgente y lo importante son incompatibles?
Por supuesto que no, siempre vamos a tener urgencias, pero de nosotros depende entender
que la urgencia es una pequeñez dentro del camino que guía nuestra vida y que lo realmente
importante es precisamente esa guía, el por qué y el para qué vivir.
Aquí te dejo de regalo mi ebook con las claves para conquistar tu autoestima
Edu Serrano: No eres quién crees que eres
rutakaizen.com
Edu ofrece recursos para que las personas se conozcan a sí mismas con
mayor profundidad y descubran su propia verdad
Te despiertas, a veces piensas que no vale la pena levantarse y otras que sí porque tienes ganas
de desayunar, o incluso de trabajar.
Eso sí, al salir del trabajo toca estar un rato en soledad y llega el aburrimiento. Para anestesiarlo
vas a Facebook o te pones vídeos en Youtube.
Eso no te hace sentir bien, porque llega la noche y sientes como que no has hecho nada en todo
el día.
Cada día es la misma rutina y tu mente te auto sabotea...
Este es el diálogo interno de un día cualquiera en la vida de una persona cualquiera, como tú.
Esos pensamientos generan malestar, estrés y ansiedad, y es que yo mismo lo he vivido en mi

propia piel:
• Miedo al rechazo
• Inseguridad
• Ansiedad generalizada
• Fobia social
Todavía recuerdo que, de adolescente, situaciones como ir a comprar el pan o contestar el

teléfono de casa a un desconocido me generaba un pánico aterrador.
La cuestión es que, con el tiempo y las experiencias de vida, me di cuenta de que yo era
responsable de mi ansiedad.
Tan sólo con darme cuenta ya empecé a sufrir menos.
Lo más importante es tomar consciencia de lo que NO eres:
• Tu puesto de trabajo
• Las ideas que te inculcaron tus padres o la sociedad
• Las experiencias que has vivido...
Para ser consciente de que no eres quien crees que eres es necesario ponerte en perspectiva.
Existen tres poderosas herramientas que sirven precisamente para observar ese diálogo que
mantiene tu mente contigo y desidentificarte:
1. Páginas matutinas
En general, la escritura es una de las herramientas más terapéuticas que existen.
La escritura automática al levantarte (sin pensar lo que escribes), es muy útil para sacar las
telarañas de tu subconsciente y soltar lastres emocionales.
Esta herramienta está sacada del libro “El camino del artista”, donde puedes profundizar.
2. Ejercicio físico
¿Sabías que existe una píldora mágica que mejora tu energía vital, tu estado de ánimo y tus
ganas de vivir?
Es broma, pero si existiera sería equivalente a los efectos del ejercicio físico.
Lo habrás escuchado un millón de veces, pero hacer ejercicio a diario tiene una cantidad de
beneficios a nivel físico, mental y espiritual innumerables.
Aunque lo que nos interesa es la auto indagación, la actividad física intensa pone a trabajar tus
neurotransmisores y aumenta tu nivel de paz interior, por lo que puedes observar tus
pensamientos con perspectiva.
Mírate al espejo y presta atención a tu cuerpo, el único sitio en el que vivirás el resto de tu vida.
3. Ducha fría
La exposición al frío es mi descubrimiento personal más importante de los últimos años.
Desde hace pocas décadas hemos sustituido la ducha fría por la caliente, pero el frío no sólo
fortalece tu sistema inmunológico, sino que también genera dopamina y otras endorfinas
responsables de tu bienestar (como el ejercicio).
Al exponerte al frío, respira hondo y observa tu mente y tu cuerpo... Entenderás de lo que hablo.
Ya sabes que lo único que funciona es la práctica, así que prueba lo que has leído para sacar tus
propias conclusiones.
Además, te invito a conocer otras herramientas para mejorar tu confianza, sumadas a las que
he compartido aquí.
Séfora Bermudez: Siéntete bien estando enfermo
seforabermudez.com
Séfora ofrece una solución más holística y definitiva a las personas que
sufren migrañas. Y lo hace desde su propia experiencia de superación
¿Te sientes hundido cuando estas enfermo?
¿Te machacas emocionalmente y repasas todo lo que podías haber hecho diferente para no
enfermar?
¿Sigues haciendo tu vida exactamente igual pese a los síntomas?
¿Te sientes culpable por tener que cancelar planes?
Quien soy
Me llamo Séfora Bermúdez y soy mentora antimigraña en www.seforabermudez.com

Acompaño a personas a liberarse del secuestro de sus dolores de cabeza, tal y como hice yo
hace 11 años.
Pero hoy no vengo a hablarte de migrañas, que también, sino de la gestión emocional cuando
estamos enfermos, sean dolores de cabeza, la gripe o un esguince.
Nos sentimos mal cuándo estamos enfermos
Muchas veces cuando la enfermedad aparece, nos sentimos frágiles, débiles y nos culpamos por
estar en esta situación.
Ser responsable de lo que nos pasa, incluyendo nuestra salud, es una actitud ideal, pero no
debemos cruzar la línea de la culpabilidad y el autocastigo.
Nadie se enferma conscientemente para dejar de ir al trabajo o descansar un poco, pero es obvio
que cuando enfermamos obtenemos ese tipo de beneficio.
Lo ideal, antes de llegar a ese punto de no retorno en el que tenemos que llamar a nuestro jefe
y quedarnos en casa, es analizar en qué momentos nos ponemos malos, y cuáles son las
enfermedades que nos aparecen. ¿Quizás nos impide caminar? ¿O provoca que necesitemos
atención constante?
Una vez hayas identificado la “ganancia de la enfermedad”, lo ideal es darle a nuestro cuerpo
y nuestra mente, lo que demanda cuando estamos pachuchos, antes de ponernos pachuchos.
¿Te sientes culpable?
Además de dar a nuestro cuerpo lo que necesita antes de que enferme, hemos de evitar la
culpabilidad por estar así.
Cancelar planes, coger la baja o dejar de jugar con los niños, es para algunas personas una losa
muy grande que se ponen en sus espaldas.
Me gustaría compartir contigo como eliminé yo mi culpabilidad frente a la enfermedad.
Un día mi madre enfermó y pospuso una barbacoa para el siguiente sábado. ¿Cuál fue mi
pensamiento entonces?: “Vaya, siento que esté enferma. No pasa nada porque haya cancelado
la barbacoa, voy a hacerle una sopa de pollo e ir a ayudarla”.
Una reacción de empatía y de ayuda me envolvió.
Pero a la semana siguiente fui yo la que enfermé y tuve que cancelar el encuentro. Mi ristra de
pensamientos negativos se activó: “Soy una débil, otra vez he cancelado los planes. Mi marido
me va a dejar por otra que no le estropee los planes, y encima mi perro lleno de energía va a
estar por casa”. O lo que es peor, me obligaba a ir.
Entonces me vino la idea de mi pensamiento anterior.
¿Acaso mi madre o mi pareja estaban pensando estas ideas? ¿O querrían ayudarme y no le

darían importancia?
Estaba siendo más estricta conmigo misma que con los demás.
¿En resumen?
Para sentirte bien estando enfermo:
- Analiza cuál es la ganancia de la enfermedad

- Implementa la ganancia durante las siguientes semanas para evitar enfermar:
o Descansa más
o Contrata una canguro un día a la semana
o Pide ayuda para hacer la compra los sábados
o Etc.
- Sé benevolente contigo mismo si enfermas, imaginando tus pensamientos si fuese otra

persona la que cancelase los planes.
Si te interesa el tema de la migraña, podrás aprender mucho sobre cómo afrontarla de manera
eficaz con este regalo.
Elena Djiggir: Descubre y recupera tu fortaleza

interior
wellnessrouting.com
Elena ayuda a las mujeres altamente sensibles para que puedan recuperar
su equilibrio emocional, conectar con sus talentos y vivir una vida plena en
realización personal y profesional.
¿Con que canción en mente te levantas cada mañana? A mí me encanta la música y la primera
canción que escucho por la mañana a veces se queda horas y horas dando vueltas en mi cabeza.
Voy tarareándola sin darme cuenta de manera inconsciente…
¿Cómo empiezas tu día? ¿Cómo te hablas cuando estas a solas? ¿Eres consciente de qué
pensamientos pasan por tu mente a diario?
Hace tiempo descubrí que soy Persona Altamente Sensible (PAS) y eso era una de las partes del
puzle que buscaba que me hizo reconocer y aceptar muchas cosas en mí.
Las personas que poseemos esa sensibilidad elevada, percibimos el mundo con muchísima más
intensidad, un poco como en 3D, con mayor profundidad, notando más sutilezas y con más
empatía que nos lleva a saturarnos más rápido que a otras personas.
Solemos tener las vocecitas interiores, un dialogo interno que no siempre nos potencia y puede
llevar a repetir algunos comportamientos, patrones inconscientes. Son ejemplos la queja,
exigencia, la exageración, etc.
Si eres PAS, es probable que tus conversaciones internas tengan que ver con el crítico interior
(«no puedo, no valgo, seguro que no me llamen…»); con el perfeccionismo («¿lo he revisado?,
¿está todo bien?, “no quiero que me vean sin maquillaje”) y con el ayudar («No pasa nada.
Necesito ayudarle ahora. Puedo descansar después…»).
Repetir esas frases, nos lleva a mantener los estados emocionales que influyen mucho en
nuestras creencias y también en la toma de las decisiones que pueden ser claves para cambiar
el rumbo de nuestra vida.
Imagínate que esa creencia, que en muchas ocasiones ni si quiera es tuya, te influye tanto que
puede bloquearte a elegir tu propio camino, tu pareja o incluso conectar con tu propósito, con
tu verdadera esencia.
Por ejemplo, hace muchos años atrás mi papá pensaba que yo no era capaz de ser psicóloga.
La frase que decía era ésta: “Como puedes ayudar a otros si no puedes ayudarte a ti misma”.
Esa era una de las creencias que me influyó y de allí salían más voces: “no soy capaz, no puedo,
no soy suficiente”, etc.
Eso me llevo a estudiar mucho: filología, marketing, psicología, coaching, inteligencia emocional,
PNL, Gestalt, etc.
Podría seguir mucho tiempo allí, sin atreverme a tomar las riendas de mi vida, ni aceptarme tal
y como soy, sin permitir ser yo misma, buscando fuera lo que ya llevo dentro.
Cuando vine a España tuve la suerte de empezar a estudiar coaching y empezar a rodearme de
las personas inconformistas con la mente abierta, mentalidad emprendedora que me ayudaron
a reforzarme.
Pasé por un proceso de autoconocimiento profundo, acompañada por mis mentores y coaches
que me ayudaron a superar las creencias limitantes y conectar con mi verdadero propósito.
Todos los cambios y retos a qué me enfrente aquí han sido grandes aprendizajes. Ahora sigo
en este camino con un deseo de acompañar a otros a conectar con su ser y diseñar una vida
conectando con su esencia con ayuda de mi método SPARK y las sesiones de coaching.
Creo que para a cambiar el diálogo interior hay que hacer un proceso de varios pasos y mejor
tratarlo de manera holística cambiando tu estado emocional, tu enfoque, significado que das
a lo que percibes, tú lenguaje y tu fisiología, potenciándote desde dentro.
Porque siempre podemos elegir nuestros pensamientos. Depende de nuestra actitud y donde
enfocamos nuestra atención.
Es muy importante como te hables a ti mismo, porque puede convertirse en tu realidad.
Cuando te enfocas, agradeciendo todo lo que ya tienes en tu vida, abrazando tu vulnerabilidad

y aceptando tú sensibilidad, reconociendo tus talentos, tus fortalezas, tu creatividad… todo
cambia.
Aquí te dejo los pasos que me sirven a mí:
1. Sé consciente, observa tu pensamiento.
Ejercicio: imagínate que estás en el cine con una pantalla blanca en la que aparecen todos tus
pensamientos, obsérvalos pasando de uno a otro sin juzgar
2. Escribe sobre cómo te sientes en este momento, plásmalo en un papel sin miedo.
Apunta exactamente las frases para después poder cambiarlas.
3. Conecta con tu emoción, detrás de cada pensamiento hay una emoción, permítete
sentirla, conecta con ella, dale nombre, espacio, localízala en tu cuerpo y acéptala.
4. Cambia el enfoque, encuentra la intención positiva en lo negativo. ¿Dónde prestas tu

atención en el pasado o en el futuro? Céntrate en lo que si ya tienes en tu vida.
5. Encuentra un anclaje que te ayuda a cambiar tu fisiología, puede ser una canción,
muévete, baila, etc.
6. Haz algo que te gusta y te calma, te conecta con tu ser, con el momento presente.
Meditar, caminar en la naturaleza, dibujar, escribir, cantar, etc.
7. Cambia el significado, cambiando el lenguaje, creando las afirmaciones. Cambia tus

pensamientos: “Tengo que”, “debería” por “elijo hacerlo”, “quiero hacerlo”, “Soy capaz”,” soy
suficiente”, etc.
Lo bueno es que tú puedes crear tus estados emocionales y tu propio dialogo interior. Tienes
ese poder dentro de ti.
Para mí la mejor manera de conseguir la transformación es cultivando el hábito nuevo de ser

más compasivo contigo mismo, hablar y actuar desde el amor. Tener tiempo de calidad contigo
mismo, estando a solas, escuchando tus verdaderas necesidades, reforzando cada día tu fuerza
interior acompañándola con el hábito de ser más consciente con la meditación, visualizaciones,
ejercicio físico, la escritura creativa y las afirmaciones.
¿Prefieres seguir escuchando la vocecita que te quita la energía? ¿Qué canción eliges para que
te acompaña durante tu día?
Si te apetece seguir aprendiendo conmigo, te regalo mi pack emocional para mujeres sensibles
Feli García: La verdad está en el Yo Soy
feligarcia.com
Feli ayuda e inspira a mujeres a vivir desde el corazón para volver a

disfrutar de sus vidas y de sus relaciones de pareja
¿Te has parado a pensar cómo a menudo vas en piloto automático “haciendo” sin Ser?
Seguro que no eres consciente del todo en tú día a día, pero sí, esto nos suele pasar a todos, a
unos más que a otros. Incluso muchas veces, tu ego es el que dirige tu diálogo mental.
Cuando esto ocurre, estás en modo HACER y no te permites SENTIR. Te alejas de la verdad de
tu alma.
Tu ego, que está programado con patrones limitantes, te hace ver problemas en todas partes,
pero hay otra mentalidad sanadora que está esperando a que tú la escuches para ofrecerte una
nueva interpretación del conflicto.
El verdadero cambio no lo haces tú como persona, no lo haces desde tu identidad basada en tu

nombre y tu historia. Lo haces cuando decides libremente bajar de la mente al corazón, del
MIEDO al AMOR.
Porque tú eres eso: AMOR. Y venimos a experimentar la humanidad para recordar quiénes
somos. Y el único camino está dentro, en tu interior.
Después de meditar mucho y gracias a todo el trabajo personal que he realizado, tengo mucho
más claro hacia dónde ir. A veces es difícil tener las cosas claras y vas dando tumbos por la vida,
pero de repente, después de una crisis existencial, por llamarlo de alguna manera, ¡¡zas!! como
por arte de magia, lo comprendes todo. Y en ese instante, se vuelve fácil. Visualizas con claridad
tu “destino”.
Ahora sé que no hay prisa, que la vida misma, cuando estás alineado con tu destino te lleva
como empujado por una ola de mar. Sólo tienes que estar atento, despierto a las pistas o señales
que te va enviando.
Descubres infinidad de “causalidades” que sirven de llave que abre las puertas de tu vida. Todo
es tan fácil cuando lo comprendes, cuando aceptas tu vida desde la compasión, incluso la de los
demás, sin juicio, sólo amando y comprendiendo.
Eliges dejar de sufrir. Somos terriblemente perfectos tal y como somos, la pieza perfecta que
encaja en este mundo.
Tal vez la mente pensante controladora no lo entienda, pero el corazón lo acoge y comprende
todo. Tienes que olvidarte de las expectativas y sólo guiarte por tu corazón, intuición o como
quieras llamarlo.
No hay prisa, todo llega en su momento, cuando estés preparado para dar el salto. Hasta
entonces, vas dando vueltas por la vida, perdido, frustrado, esperando algo... Ese es el problema.
Necesitas aprender a dejarte llevar, fluir. La vida te llevará a donde tengas que ir. CONFÍA.
Te propongo una cosa:
Cada día, durante al menos 5 minutos, busca un espacio donde poder estar tranquilo, cierra
los ojos y piensa en una situación que te incomode. Cuando ya la tengas y empieces a sentir
una emoción, sal de la mente y quédate en el sentir, en la emoción.
Toma presencia en esa emoción. Poco a poco la intensidad irá bajando hasta que estés en paz.
En ese momento, rellena ese dolor con amor y gratitud.
Hazlo cada día… tienes mucho que ganar y poco que perder. Y para que te sea más fácil meditar,
te voy a regalar un E-book: Aprende a Meditar.
Francisco Javier Gutiérrez: Por qué sólo puedes amar

a tu pareja si amas a tu crítico interno
franciscojaviergutierrez.com
Francisco Javier acompaña a las personas a dotar de mayor consciencia

sus relaciones de pareja, para poderlas convertir en la formidable
herramienta de descubrimiento y realización que pueden ser
Los años de experiencia acompañando a mis clientes como Terapeuta y Coach de Parejas y
Singles me han confirmado el aforismo que dice:
“Aquel que tiene un conflicto con el otro en realidad lo tiene consigo mismo”
La pareja es el más preciso de los espejos en el que se reflejan nuestros mejores y nuestros
peores aspectos. Al mismo tiempo, al acusar al otro de nuestro malestar y nuestra infelicidad
estamos negando una parte valiosa de nosotros mismos.
Como ocurría en la película Inside Out, nuestras emociones habitan en nuestro interior como
partes o personitas y cada una tiene sus propios sentimientos, motivaciones y formas de ver el
mundo.
La relación que establecemos con cada una de esas partes internas, puede determinar el éxito
o el fracaso en nuestras relaciones amorosas.
Hoy voy a hablarte de una de esas personitas que habitan en mi interior y que se encargaba de
sabotear mis posibilidades cuando estaba buscando pareja.
Esa parte yo la llamo Corazón Coraza, como el título del poema de Mario Benedetti.
Esa parte de mí que se “esconde dulce en el orgullo” me ha causado mucho dolor.
Corazón Coraza me hacía perder el interés por las personas que conocía cada vez que la relación
empezaba a volverse más íntima.
Al principio no aceptaba esa parte de mí mismo y quería deshacerme de ella porque me estaba
impidiendo encontrar el amor.
Lidiando con el crítico interno:
Cuando buscamos una relación de pareja a menudo tenemos que lidiar con un crítico interno
que nos machaca diciendo que no somos suficientemente buenos para que alguien se enamore
de nosotros. Otras veces el crítico interno nos habla como si aún fuéramos niños que
necesitamos la aprobación de nuestros padres.
El otro día, en consulta, una mujer me decía que aún no había dicho a sus padres que tenía un
enamorado. Su crítico interno le decía que ella aún no era capaz de hacerse responsable de su
vida y que necesitaba el visto bueno de su familia.
Dice Matilde Garvich que el crítico interior es una colección de grabaciones de nuestra madre y
padre, semejantes a audiocasettes. El crítico tiene opinión racional, intelectualizada, crítica, y se
conecta con el pensamiento. Nos recuerda constantemente las voces de nuestras figuras
significativas: padre, madre, abuelo.
El crítico interno es una voz interna que nos cierra el corazón y que nos hace perder el interés
por aquellas personas que antes nos resultaban atractivas.
¿Qué es lo que me decía Corazón Coraza cuando yo deseaba crear intimidad con una persona?
La voz que escuchaba en mi interior me decía: “Aléjate del compromiso y de la intimidad para
no perder tu libertad”.
Durante mucho tiempo seguí sus consejos y eso me causaba malestar y sufrimiento. Entonces,
como dice Serrat, harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntarle al mundo por qué y por
qué.
Entonces lo que hice fue ignorar esa voz porque consideraba al crítico interno mi enemigo.
¿Quién, sino mi adversario, iba a querer sabotear mi felicidad en el amor?
Es decir, surgía la exigencia de actuar en contra de una parte de mí mismo si quería crear una
relación de pareja y eso también me generaba mucho estrés.
La sombra en las relaciones íntimas:
Normalmente, cuando nos damos cuenta de un patrón de conducta, lo primero que hacemos
es evaluarla. ¿Es buena o mala para nosotros?
Si decidimos que es buena, la aceptamos y actuamos en consecuencia. Si decidimos que es

mala, intentamos deshacernos de ella. Le decimos que se vaya e intentamos enterrarla.
No obstante, esta estrategia no funciona. No puedes deshacerte de una parte de tu mente.

Sólo puedes empujarla hacia el inconsciente, desde donde va a seguir afectándote sin que te
des cuenta.
Cuando hice mi formación como Especialista en Terapia Transpersonal, descubrí que Corazón
Coraza era una expresión de mi Sombra. Un rasgo de mi personalidad que estaba oculto en mi
inconsciente y que yo proyectaba en el otro.
En las relaciones íntimas es donde emerge la sombra con más fuerza.
Mi miedo a la intimidad estaba ocultando el pánico que sentía a verme anulado por el otro. Ese
era el aspecto que estaba oculto y que yo no era capaz de ver.
Me di cuenta también de que ignorar a Corazón Coraza no me estaba ayudando a crear

relaciones sanas.
¿Cómo podía abrazar a esa parte de mí que tanto dolor me causaba?
Sentándome en el Sillón de la Consciencia y observando a Corazón Coraza desde otra parte de

mí, el Yo Consciente.
El Yo Consciente es sabio, profundo, abierto y amoroso. El Yo Consciente es quien soy

verdaderamente cuando no estoy secuestrado por alguna de las personalidades del crítico
interno.
Desde el Yo Consciente pude darme cuenta de que Corazón Coraza no era mi enemigo, sino que
estaba intentando cuidar de mí.
Cada vez que me acercaba íntimamente a alguien, Corazón Coraza se ponía alerta para que yo
no me dejara absorber completamente por esa pareja y perdiera mi libertad y mi autonomía
que era precisamente lo que había pasado con mi madre.
Las personas que hemos tenido padres absorbentes y controladores aprendemos a desarrollar
estilos de apego evasivos y nos sentimos invadidos cuando el otro nos demanda afecto o
intimidad.
Cuando era niño aprendí que sentirme amado era lo mismo que sentirme anulado.
Corazón Coraza me protegía de ese control de la única forma que sabía: gritando “Retirada,
todos a sus puestos”.
Decía: “Solo quiero mantenerte a salvo. No quiero que te vuelva a pasar otra vez”.
Corazón Coraza veía un peligro que no existía. Distorsionaba el presente basándose en el

pasado.
De este modo intenté comprender los motivos de Corazón Coraza cuando saboteaba mis
relaciones. También valoré sus esfuerzos por ayudarme, sin negar que su forma de actuar solo
me causaba problemas.
Así aceptando e integrando esa parte que no me gustaba de mí mismo pude desarrollar una
relación de comprensión, cariño y confianza con ella.
A partir de ahí estuve en disposición de curar a Corazón Coraza y abrazar e integrar mi sombra.
Cuando permití a mi parte crítica soltar la coraza, pudo expresarse con toda su grandeza el
corazón.
¿Qué puedes hacer tú cuando te visita tu crítico interno?
Te voy a dar 3 claves que puedes utilizar para lidiar con tu crítico interno:
1. No juegues a tener razón con él. Trata a tu crítico interno como si fuera un niño pequeño. No
olvides que nuestro discurso interior se alimenta de nuestras experiencias infantiles y detrás de
él siempre está nuestro niño interior herido.
2. Dale las gracias por venir a visitarte y por cuidar de ti. Como te cuento en mi experiencia,
Corazón Coraza venía a protegerme y a mantenerme a salvo. Él solo quiere reconocimiento y
atención, que es lo que quiere también nuestro niño interior herido.
3. Despídelo amablemente recordándole que tú ya no eres una niña, o un niño. Dile que ya
eres un adulto y que sabes cuidar de ti y que puedes tomar tus propias decisiones. Recuérdale
que ya no necesitas que se ocupe de ti. Nuestro crítico interno está deseando que le demos
vacaciones, pero primero debe confiar en nuestro criterio a la hora de abordar un conflicto.
Si sigues estas tres pautas podrás actuar desde tu adulto o tu Yo Consciente y evitarás ese
sabotaje interno que nos impide alcanzar la paz y el bienestar.
Gracias por escucharme.
Ubuntu!!!
Francisco Javier Gutiérrez
Si te interesa aumentar tu consciencia en tus relaciones de pareja, te invito a recibir de regalo

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Yaiza Leal: Cómo encontrar la paz mental a partir de

hoy
yaizaleal.com
Yaiza es psicóloga y coach y ayuda a las personas a descubrir y serenar su

nivel de ansiedad profesional
Calmar nuestra discusión interior pasa por comprender que la gran parte de las cosas que
pensamos son mentira.
Me explico. No suelen ser puras. Ni mucho menos objetivas.
Son cosas que piensas por lo que has vivido, escuchado… Por cómo tú lo interpretas.
Aquí está el kit de la cuestión. Todo tu poder está en la combinación entre tu interpretación de
las cosas, y tu capacidad de identificar la verdad. A esta verdad también le llamo el momento
presente.
Y cómo es difícil estar en el momento presente, entonces es cuando entra en juego darle una
buena interpretación a todo lo que te pasa. Sobre todo, es importante que te la empieces a dar
a ti mismo.
¿Cómo aprender a interpretar bien las cosas?
Bueno, en primer lugar, reduce tus expectativas porque es algo que vas a tener que trabajar de
por vida. Y aquí está lo interesante, que siempre te permitas parar para reflexionar cómo quieres
interpretar lo que te pasa.
Date un tiempo para decidir cómo quieres actuar. Qué te gustaría decir. O hacer.
Al final, se trata de vivir con más consciencia y sentido común. Recuperando tu inteligencia
intuitiva. Por lo que no te voy a explicar un ejercicio concreto para que te sientes 10 minutos en
calma, y luego vayas como un loco todo el día.
Lo que de verdad puede servirte es que mejores tu actitud hacia tu mente, hacia ti, hacia las
personas que te encuentras. Ofrece la importancia que tiene sobre tu vida. Escúchate y no
actúes hasta que reconozcas tu propia voz.
Y no la de tu madre, tu pareja, lo que tocaría o tus compañeros. Sólo tu voz te va a llevar a buen
puerto, incluso cuando te equivoques.
Mi mejor experiencia para entender la mente, como persona, y como psicóloga, sin duda fue
hacer el retiro vipassana.
Son 10 días en la montaña, sin hablar, y meditando aproximadamente 14 horas diarias.
Ahí me di cuenta, que a nivel práctico no tenía ni idea de mi mente. Que el saber no nos sirve de
nada si no nos auto obervamos a nosotros mismos. Debemos experimentar en nosotros la
ansiedad y la calma con análisis.
Sentir lo que nos desequilibra, y lo que nos equilibra. Y por supuesto, ¡casarnos con todo aquello
que nos ayuda a equilibrarnos! Comprometerte contigo mismo o misma a tratarte de LA MEJOR
manera posible.
Como ves, no se trata de incorporar un nuevo hábito. Ni de aplicar ninguna ultra-mega técnica.
Si no que se trata de mejorar la actitud constante mediante la consciencia activa y la presencia
que tienes en cada momento presente.
Te animo a descargarte mi minicurso gratuito Introducción al Mindfulness
Beatriz Blasco: El tiempo no existe, tú sí
beatrizblasco.com
Beatriz ayuda a las personas a alinear su talento, su visión y sus acciones

para desarrollar su propio negocio de forma eficaz y enriquecedora
Dentro de ti vive una comunidad de vecinos. Eso dice siempre uno de los maestros de
Programación Neuro Lingüística que he tenido, Allan Santos.
Y qué razón tiene.
Desconozco el punto en el que estás en estos momentos. Tal vez no te has dado cuenta aún de
que dentro de ti habitan personajes variopintos con sus necesidades y exigencias. O a lo mejor
ya te has percatado de ese dialogo interno del que eres consciente en algunos momentos.
La comunidad de vecinos se ha llenado con todos esos mensajes que has ido recibiendo de tu
entorno familiar, social, educativo… y que se han instalado en tu inconsciente.
En este pedacito de obra vengo a contarte mi experiencia con el diálogo interior sobre el tiempo
que te sabotea, te bloquea y te deja atascado. Ese vecino que te dice es muy difícil salir del lugar
en el que estás y que lo mejor es seguir como siempre.
La sensación de escasez de tiempo es una de las fuentes principales de conflictos emocionales

internos y con el entorno más cercano. Esa sensación genera insatisfacción, frustración y
desesperación. Es como si nada pudieses hacer con el paso del tiempo.
¿Alguna vez has dicho “no tengo tiempo”? Es una de las excusas más grandes que casi seguro te
cuenta alguno de los vecinos de la comunidad.
Antes de seguir me gustaría aclarar que el tiempo no existe. Existe el momento presente, este
justo en el que estas leyendo estas palabras.
Para mí el tiempo es la vida. Y la vida eres tú. Tú eres una expresión clara de lo que conocemos
como vida. Así que mientras estás vivo tienes tiempo verdadero: el aquí y ahora.
El tiempo que tienes en tu mente, pasado o futuro, no existe realmente. No hay tiempo lineal.
Lo sé, esto es difícil de entender. Pero no quiero que lo entiendas. Más bien que vivas con
plenitud tu existencia en este instante.
En mi diálogo interno siempre ha existido una preocupación desmesurada por el futuro, los
logros y las metas. Eso me ha llevado a vivir gran parte de mi vida con autoexigencia y estrés.
Tras años de búsqueda interior, un buen día sin esperarlo pude experimentar el instante
presente con toda su grandeza. El único objetivo urgente era mi propia vida. Iba en tren y me
di cuenta de algo sorprendente. La mayor parte de mis días había observado la vida desde fuera,
la miraba como un paisaje ajeno a mí.
¡No se trata de eso! Se trata de vestirme la vida. Sentí que yo era la vida. ¡Vaya momento aháf!
Tú eres la vida.
No me he olvidado del tiempo. Lo que te estoy contando tiene mucho que ver con él. El tiempo
lineal existe únicamente cuando en ti hay una mente que va y viene de pasado a futuro
saltándose lo único que tienes: el instante presente. Ese movimiento incesante de tu mente es
lo que produce en ti la sensación de escasez de tiempo y la fuga de una gran cantidad de energía.
Acabas el día agotado, cansado y susceptible.
Llegados a este punto es probable que te preguntes: ¿Y cómo hago para estar más presente en
mi vida y vivir el verdadero tiempo?
Quiero compartir contigo una estrategia fácil de aplicar que puede producir en ti grandes
beneficios si eres consistente con su práctica.
Esta estrategia me la facilitó Allan Santos. Es el inventario VAK (visual-auditivo-kinestésico).
Ponte una alarma en tu móvil para que suene cada hora. Cuando la escuches simplemente
trae tu mente al momento presente. Sé consciente de lo que estás viendo y escuchando fuera
de ti. Date cuenta de si hay algún aroma, sabor en tu boca o la sensación de tu piel.
Acabas de hacer un inventario externo. Ahora toca hacer lo mismo a nivel interno.
¿Qué imágenes aparecen en tu mente? ¿Cuál es tu diálogo interno? ¿Qué sensaciones tienes?
¿En qué parte del cuerpo ubicas esas sensaciones?
No tienes que hacer nada. No quieres cambiar nada. Solamente estás entrenando a tu mente
para que se conecte con el instante.
¿Cuándo te comprometes a comenzar con el inventario VAK? No consiste en saber y conocer,

más bien en si pones en práctica lo que sabes.
Si quieres profundizar en lo que te he contado, y conocer otras 5 estrategias con un plan de

acción concreto para recuperar tu foco y tu energía, puedes descargar la guía aquí: 5 estrategias
para recuperar tu foco y tu energía en 7 días.
Maite Gómez: Cambia creencias limitantes por

creencias empoderadoras
caminoinverso.com
Maite a otros a recorrer su propio camino inverso, tal como ella lo hizo; y
esto se basa en dejar de buscar las soluciones y los cambios en el exterior y
empezar el “viaje” desde dentro
Podría decirse que soy experta en eso de ponerme límites a mí misma.
Me he pasado casi toda mi vida presa de la convicción de que yo no podía vivir la vida que
realmente quería vivir; de que yo no podía expresarme tal y como sentía que era por dentro,
porque había “algo mal” en mí.
Y por supuesto, con la más absoluta convicción de que yo “no servía” para hacer (curiosamente)
aquello que más me gustaba, como por ejemplo tocar bien la guitarra, hablar en público o
simplemente defender mi postura con convicción, serenidad y madurez ante un grupo de
extraños.
Por aquél entonces no era consciente de ello, pero estaba llena de creencias limitantes, de lo
que mi mente había percibido como verdad absoluta en el contexto social, familiar y cultural en
el que crecí.
Así fui construyendo mi personalidad, llena de creencias limitantes de identidad, y mi ego fue
silenciando cada vez más a mi ser esencial. Hasta que llegó un momento en que me rendí, me
desconecté del mundo y de mí misma y me limité a intentar sobrevivir, renunciando a perseguir
mis sueños porque, total, no iba a ser capaz de cumplirlos.
Y así me planté en los treinta y pico.
A pesar de todo, siempre tuve dentro de mí un latido inconformista, que me impulsaba a buscar
respuestas. Respuestas que no encontraba porque estaba buscando en el sitio equivocado.
Estaba buscando que otros me las dieran, me aferraba a personas, cosas o lugares que aliviaran
ese dolor y ese vacío interno.
Hasta que descubrí que todo lo que tenía que hacer era buscar dentro de mí.
Fue cuando ya no pude soportar más ese dolor, cuando estaba afectando demasiado a mi salud
y a mis relaciones, cuando decidí dejar de quejarme y adueñarme de la situación.
Y entonces sucedió algo mágico: me di cuenta de que era capaz de hacer cosas que siempre
había pensado que no podría, como, por ejemplo, divorciarme a los pocos meses de casarme, a
pesar del miedo al qué dirán, la reacción de mi familia y mi supuesta incapacidad para tomar
decisiones.
Empecé a vivir sola por primera vez en mi vida, a pesar de que creía que no podía hacerlo, ni de
encargarme yo sola de cosas más mundanas como la gestión del alquiler, el agua, la luz, etc.
Aquello fue un despertar. Comenzó ahí mí camino de autodescubrimiento y que me llevó años
después a reconectar con mi esencia, a reconstruir mi identidad, y a desmontar, una a una, todas
las creencias limitantes que me habían acompañado durante tanto tiempo.
Decidí no creerme nada de lo que me dijera mi mente de ahora en adelante. Aprendía a detectar
esas creencias limitantes, a escucharlas desde fuera y a poder, al menos, cuestionarlas.
Me di cuenta de que esas creencias aparecían cada vez que me enfrentaba a un cambio, a algo
nuevo, a algún reto. Como cuando me mudaba de país y tenía que hacer gestiones en otro
idioma, conocer gente nueva o buscar un nuevo trabajo.
Esas creencias limitantes eran activadas por el miedo y la falta de confianza.
Descubrí que esas creencias limitantes me protegían de salir de mi zona de confort. Alimentaban
mi parte víctima y me servían de excusa perfecta para no pasar a la acción. Todo ello de forma
inconsciente, claro.
Lo vi claro cuando estaba en pleno proceso de reinvención profesional, y entonces todo eran
creencias limitantes: no sirvo para emprender, soy demasiado nerviosa para hablar ante una
cámara, no tengo autoridad, se me da fatal la tecnología….
Entonces descubrí el coaching y tuve mis primeras sesiones con mi coach. Recuerdo que
prácticamente en todas las sesiones detectábamos y trabajamos, al menos, una creencia
limitante.
Poco a poco me fui convirtiendo en una “cazadora” de creencias limitantes y descubrí un

método infalible para tumbarlas: darles la vuelta y utilizarlas para crecer.
Por ejemplo, cuando mi mente me decía “no estás preparada para dar sesiones”, empezaba a
cuestionarla: ¿es eso 100% verdad? ¿qué es “estar preparada”? ¿hay un límite mínimo de
prácticas para estar oficialmente “preparada”? ¿A quién conozco que haya hecho sesiones con
menos prácticas que yo?
Y, sobre todo, ¿desde donde estoy pensando esto, desde el miedo o desde la confianza? Siempre
hablaba el miedo.
Y el miedo no es más que la forma que tiene nuestro cerebro reptiliano de imaginar el peor
escenario posible para evitar que hagamos algo, y asegurar así nuestra supervivencia (no te
acerques a esos arbustos que detrás puede haber un león hambriento).
Así que lo que a mí me funciona en estos casos es preguntarme ¿qué es lo peor que puede
pasar? Normalmente la respuesta no es tan grave, y eso me da una dosis de tranquilidad.
Por último, me pregunto ¿y si estuviera preparada para dar sesiones, que haría? Así le doy una
puerta a mi subconsciente para escapar de la creencia limitante y abrirse a otras posibilidades.
Y entonces es el momento de introducir la nueva creencia empoderadora: “ya soy suficiente”,
“estoy preparada porque actúo desde el corazón y con actitud de entrega y aprendizaje”.
Ahora solo queda anclar esta nueva creencia a nuestro subconsciente, mediante las
emociones. O sea, a través del lenguaje y el cuerpo, utilizando los encantamientos: la repetición
de esas frases en voz alta, con intensidad, moviéndonos, y proyectándolas en algún lugar de
nuestro cuerpo.
Por último, quiero compartir contigo un lema que aplico en mi vida y me ayuda a utilizar el miedo
(que sostiene cada creencia limitante) como motor de crecimiento: “si te da miedo, hazlo”.
Porque es ahí donde está tu crecimiento.
Y para que todo esto no se quede en el papel, te propongo que hagas una lista con las creencias
limitantes que más te paralizan en este momento y apliques esta técnica.
¿Cuál es el mejor momento ahora para empezar a cambiar tus creencias? ;-)
Puedes empezar por descargarte mi regalo: 7 revelaciones para empezar a transformar tu vida
desde dentro
Idoia Berridi: Cómo transformar la crítica en amor y

pasar del ego al Ser
idoiaberridi.com
Idoia guía a las personas hacia nuevas oportunidades de bienestar, salud,

felicidad y éxito.
La crítica, ese gran juego mediante el cual nuestro EGO trata de sentirse alguien mejor a
otros para validarse.
Desde que nacemos recibimos halagos y críticas ante nuestro comportamiento y eso nos hace
sentir o más dignos de amor y respeto o menos, dependiendo si es una alabanza o un juicio.
Nuestros padres y cuidadores, trataban de pulir esas partes nuestras que estaban por desarrollar
haciéndonos saber claramente lo que para ellos y según su criterio era bueno o malo y nos
calificaban: es muy bueno, es perezoso, es un poco enfadón, es que le cuesta mucho obedecer,
siempre quiere tener la razón, no es muy buena en matemáticas, no se le da muy bien leer, es
tímida….
Decían y comentaban estas cosas que nosotros escuchábamos y creíamos sin dudar y que fueron
formando nuestro sistema de creencias.
De esa manera formamos nuestro propio autoconcepto e idea de quien somos y nuestra valía.
Escuchábamos y veíamos también como calificaban a otros y entendimos que eso era lo bueno
o malo y después calificamos a los demás bajo ese mismo criterio si no lo trabajamos.
Es decir, si mi padre valoraba especialmente a la gente trabajadora y despreciaba a los que

consideraba vagos pues muy probable que yo haga los mismo y lo vea con el mismo prisma.
Posteriormente nuestro personaje-identidad-ego tratará de recibir la aprobación a través del

exterior y evaluará según este criterio adquirido a otros. Evaluaré lo que considero bueno, malo,
bonito, feo, justo, injusto, mejor o peor según lo que aprendí sin una visión completa del asunto
y lo hare para:
1. Protegerme: Nuestro cerebro necesita evaluar las situaciones para sabernos a salvo y poder
tomar decisiones.
2. Validarme: La forma errónea pero común es desvalorar y criticar a otros para creerme mejor
y con la razón.
3. Pertenecer al grupo: Es decir si mis amigos/as o vecinas/os lo hacen y yo no quiero sentirme

fuera de ese grupo, excluido, lo haré para entrar en conversación y sentirme una más, a pesar
de saber que al darme la vuelta yo recibiré automáticamente el mismo trato.
4. Hábito: Si mi familia tenía la costumbre de criticar es muy probable que sin querer repita este
hábito para mí normal y conocido, aprendido.
5. Lealtad subconsciente al sistema, al clan. Un ejemplo; si las mujeres de mi familia tuvieron

relaciones en las que los hombres eran unos egoístas, es común repetir el patrón para seguir al
clan y sentirme igual. Las creencias además buscan ser verificadas, así que atraeré a hombres
egoístas para mantener la misma idea, las mismas emociones de mi clan. Salirme de ese rol el
algo que requiere valor y atravesar una culpa inconsciente hacia nuestro linaje femenino que no
todo el mundo está dispuesto a atravesar.
El problema está cuando crecemos y no aprendemos a diferenciar que nosotros no somos ese
personaje y que no necesitamos la valoración externa para ser válidos y dignos de amor.
La solución viene por reconocer que ya soy un ser maravilloso y único que merezco amor y
respeto siempre, al igual que todos los demás sin necesidad de menospreciar a otros, competir
o compararme.
Mi ESENCIA siempre lleva en su interior todo lo que necesita para desarrollarse y ofrecer al
mundo su grandeza, es como la semilla de un árbol. No importa que tú la ames o no, es digna
de amor; no importa que tú la valores o no, es valiosa para la vida puesto que existe; no importa
que tú te creas superior o inferior; ninguna otra semilla será igual, ni mejor ni peor porque es
única e incomparable.
No hay posibilidad de que una rosa sea mejor que una margarita ambas son perfectas en su
grandeza y esencia.
No tengo que fijarme en nadie sólo permitir que la semilla de mi árbol crezca y ofrezca al mundo
aquello para lo cual fue creado, ni más ni menos.
LA GRAN LIBERACIÓN viene cuando aprendo:
1. A reconocer que mis ideas son sólo eso, mis ideas, no la gran verdad.
2. A relajarme en el Ser extraordinario que soy sin compararme ni exigirme. No querer ser
quien no soy. Es decir, si mido 1,50 metros no pretenderé medir 2 metros, pero no me pondré
falsos muros, sabiendo que soy un ser ilimitado de amor y conciencia , poderoso y creativo, lleno
de dones y talentos algunos desarrollados y otros por manifestar. Que evidentemente puedo
mucho más de lo que pienso pero que tampoco tengo por qué hacer nada para demostrar nada.
3. A darme el amor y la aprobación que espero de fuera. Este aspecto es uno de los que más
trabajo en mi consulta, mi gran pasión: que aprendan a ser libres, a decirse y verse seres
luminosos, magníficos con sus luces y sombras, tal y como son.
Y, sobre todo, que sepan transcender las barreras sociales y mentales y reconozcan su grandeza,
justamente no desde el ego, que se cree mejor que los demás, o desde la prepotencia sino desde
un amor compasivo por ellos mismos. Desde un lugar en el que aprenden a hacer brillar su propia
luz y a reconocer la de otros sin necesidad de criticar sino aprovechando y colaborando con la
grandeza de otros.
Nuestro ego siempre está en carencia y continuamente necesita algo del exterior, pero nuestra
esencia es completa, está conectada a la vida, a lo divino por decirlo de algún modo. Ya se sabe
y se reconoce a sí misma; es el amor y la conciencia y no juega a buscar eso fuera.
No se trata de rechazar a nuestro ego, forma parte de nuestra experiencia aquí para sentirnos
con una identidad. Aprende a escucharlo, amarlo, acompañarlo, pero sin olvidarte de quién eres
en realidad.
Puesto que nuestro ego nos aporta una identidad, nos separa sin darnos cuenta del otro, yo
soy así… y tú eres de esta otra manera, entra este evaluar para reconocerme a mí misma como
alguien, cuando ya lo soy.
Esta es la gran separación que produce identificarte exclusivamente con este personaje y el
camino viene por entender que el otro es lo mismo que tú (esto al ego no le gusta NADA). Que
es igual de valioso, que está viviendo su propio aprendizaje, que para ello nació en una
determinada familia y con unas circunstancias que no son las mismas que las tuyas.
Por lo tanto, es innecesario, injusto e imposible criticar de manera adecuada y con un sentido,
porque no estamos en sus zapatos ni en su piel, y necesitamos desarrollar y experimentar
experiencias distintas.
Hay una gran madurez y libertad en soltar las ideas, ampliar nuestra visión y sentirnos uno,
aunque da mucho miedo, porque para nuestro ego es como dejar de existir. Le da mucho
vértigo, y hay que ser compasivos, amables y pacientes con esta parte de nosotros mismos y por
ello también con la de los demás que también están aprendiendo.
Cuando te sorprendas evaluando y criticando a otros o a ti mismo, para un momento, respira

y recuerda que todo es perfecto en ti y en el otro.
Yo comencé a trabajar en mi autoestima y mis creencias muy joven, ya a los 13 años leía el libro
de Louise L. hay "Usted puede sanar su vida" y "El poder está dentro de ti", porque venía
padeciendo desde los 6 años una fuerte artritis reumatoide en una rodilla, que la mantenía
muy inflamada y que me hacía compararme a veces o sentirme mal por lo que podían pensar
otros.
Mi búsqueda personal por la salud y por sentirme bien en mi cuerpo y con mi vida, me hizo
darme cuenta de mi valía tal y como soy y de que no hay nada que exigirse o juzgar en mí ni en
otros, solo aprender y amar lo que es.
Hoy estoy totalmente curada y me amo más que nunca y me apasiona ayudar a otras personas
a que entiendan que su grandeza no se ve disminuida por la de otros, que hay diversidad,
abundancia y amor para todos.
Puedes acceder a más recursos en mi web aquí, incluídos mis 6 consejos para salir del
estancamiento y la rutina y el estrés.
Olaya Acebal: Deja ya de pelearte con lo que pasa en

tu cabeza, siempre pierdes
menteencalma.com
Olaya es experta en Mindfulness y ayuda a las personas a reducir su

ansiedad de forma efectiva y natural para transformarla en crecimiento y
fortaleza.
¡Y te lo digo por experiencia! Me pasé más de 20 años luchando a vida o muerte contra mis
pensamientos, cada día.
Sufría una ansiedad desmedida e imágenes horrorosas desfilaban por mi cabeza encogiéndome
cuerpo y alma mientras yo me desvivía por interrumpirlas, neutralizarlas, ignorarlas, evitarlas…
etc.; un sinfín de estrategias claramente fallidas, pues cuanto más me empecinaba en alejar
esos pensamientos, con más fuerza volvían.
Producto de esta lucha estéril, convivía con contracturas permanentes en cuello y espalda, un
nudo en el estómago me acompañaba a todas partes y me sentía emocionalmente frágil y
agotada.
Lo que más me fastidiaba, sin embargo, era que la imprevisible pero probable aparición de
estas imágenes tenía el poder de amargarme “la fiesta” y no entendía por qué, mientras otros
podían vivir de manera tan alegre y despreocupada, yo me sentía con el peso del mundo a mi
espalda.
Hoy soy otra. Los pensamientos ya no me amargan la vida, eso seguro, y no es porque esas
imágenes hayan desaparecido del todo… no. De vez en cuando aparecen, pero ya no tienen ese
poder. ¿Por qué? Porque he aprendido a observarlos desde un lugar seguro para poder verlos
como lo que son.
He sido capaz de darme cuenta (con la mente y con el corazón) de que esas imágenes, por reales
que parezcan, son simples productos mentales; inofensivos pensamientos que aparecen y se
van, como las nubes en el cielo, y que (desde luego) no tengo ningún motivo para tomar por
ciertos.
No son verdades, ni premoniciones, ni advertencias, ni avisos de un inminente desastre que solo

yo puedo evitar, sino el producto de misteriosos eventos neuronales, al mismo nivel, por
ejemplo, que esa imagen de mi plato favorito que de repente aparece en mi consciencia y me
genera hambre. No tienen más.
Encontrar ese lugar seguro desde el que observar nos permite dejar de considerarlos
“pensamientos negativos” para poder, sencillamente, percibirlos. ¡Y aquí está el quid de la
cuestión! Observar los pensamientos como meros acontecimientos mentales pasajeros ante
los que no hay necesidad de reaccionar.
Esta nueva manera de relacionarnos con nuestros pensamientos nos permite no desarrollar
aversión hacia nuestros contenidos mentales y, de esta forma, evitamos que se dispare el patrón
que activa el modo lucha. El mismo que, años atrás, me consumía, agotaba y frustraba
haciéndome perder toda confianza en mí misma.
Esto, que quizás ahora te parezca muy difícil de conseguir, es una capacidad que todos tenemos:
tú también. Y como capacidad que es, se entrena. Y la mejor manera de desarrollarla es
practicando.
Mindfulness de forma continuada y comprometida.
Yo, como no podría ser de otra forma, te animo a introducirte en el maravilloso mundo de la
atención plena: dejarás de consumirte en batallas perdidas para aprender a abrazar lo que ya
es, descansar en la serenidad del momento presente y forjarte una mente fuerte y sana que te
ayude a ser feliz.
Puedes empezar por este este vídeo curso gratuito de 3 sesiones de mindfulness para reducir
la ansiedad.
Te mando un gran abrazo,
Olaya
Cristina Viartola: Al enemigo interno se le gana día a

día; usa tu creatividad para quitarle poder
cristinaviartola.com
Cristina es psicóloga y ofrece herramientas a personas creativas para

resolver sus inseguridades y construir una autoestima fuerte, vital y llena
de energía
Ayyy, el enemigo interno. Ese personajillo que nos seduce constantemente para llevarnos al
reverso tenebroso con su voz machacona.
“Eres incapaz de hacer nada bien”
“Has pasado de ir al gimnasio, eres lo peor”
“Pero qué desastre que eres, ya has vuelto a caer otra vez en lo mismo”
Personalmente, me gusta llamarle el Sith interno.
Qué bonito sería tener una varita mágica que nos lo pudiera hacer desaparecer de un plumazo,
¿verdad?
Nos identificamos tanto con lo que dice que no somos capaces de ver más allá de todos los
mandatos y críticas con las que nos bombardea.
Esas críticas que se formaron gracias a las críticas de otros y a las decisiones que tomamos sobre
esas críticas.
Lo cierto es que, aunque no nos guste reconocerlo, el Sith interno forma parte de nosotros y
eliminarlo de nuestra psique sería como cortar una parte de nuestro cuerpo que no nos gusta.
Además, si le miráramos con un poco más de atención en vez de pelearnos con él, veríamos que,
en realidad, ha tenido y sigue teniendo una función en nuestra vida.
Seguramente pienses “la función de dejarme por los suelos y hacerme sufrir”. Y tienes toda la
razón, cuando el Sith interno está muy presente ya sólo le vemos a él/ella.
Pero hay algo que quiero que te quede muy claro: aunque ocupe mucho espacio, aunque haga
mucho ruido, ese crítico interno es solo una parte de ti.
Convive junto a otras versiones de ti, como la amable, la cuidadosa, la que se preocupa o la que
lucha por lo que quiere.
Lo único que sucede es que tiene excesivo poder porque le hacemos demasiado caso. Y no, no
podemos erradicarlo de un plumazo.
El secreto para desactivar al Sith interno es quitarle poder día a día.
¿Y cómo lo hacemos?
Uno de los recursos más potentes que he utilizado con mis clientes es ayudarles a nombrar a
su enemigo interno.
Cuando conocemos el nombre de alguien, o de algo, tenemos el poder de dirigirnos a

él/ella/ello. De pedirle cosas, de rebatirle, de mantener una conversación…
¿Recuerdas la película “El Exorcista”? Están tratando todo el tiempo de averiguar cuál es el
nombre del demonio que se ha metido dentro de Regan, para poder ordenarle que se vaya.
Y eso es precisamente lo que te voy a pedir que hagas ahora mismo con tu Sith interno. Porque
una vez que lo tengas, podrás iniciar un diálogo en el que poder cuestionar sus afirmaciones
destructivas.
Te explico cómo hacerlo paso a paso:
1. Cierra los ojos y piensa por un momento en todos los mensajes que te envía tu Sith interno.
2. Imagina que todos esos mensajes se materializan enfrente de ti y comienzan a tomar forma.
¿Cómo es esa forma? ¿Es antropomórfica? ¿Es como un monstruo? ¿Es como un personaje que
identifiques con maldad? Trata de visualizarlo con el mayor detalle posible.
No es obligatorio… pero este ejercicio será mucho más potente si te animas y lo dibujas en un
folio, con todo el detalle que te imagines, rodeado de esos mensajes que te dice sobre ti.
3. Ahora ya lo tienes delante de ti. ¿Qué nombre le pondrías?
(Algunos ejemplos reales que me he ido encontrando con el paso de los años: “la Rottenmeier”,
“el Machaca”, “Bola Peluda”, “el Destructor”…)
¡Bingo! Ahora ya puedes dirigirte a ello por su nombre.
¿Qué sientes ahora que ya lo tienes delante y lo has nombrado? ¿Es tan amenazador como
parecía antes de personalizarlo?
Ahora de lo que se trata es de empezar a cuestionarle cada vez que aparezca en tu día a día.
Como si fueras Sócrates. Todo eso que te dice y que te crees como una verdad absoluta, en
realidad son ecos e interiorizaciones del pasado y solo tienen poder si se lo permites.
Cuando te diga que no puedes, que no eres capaz, que eres lo peor… Cierra los ojos y vuelve a
visualizarlo enfrente tuya. Y cuestiónale, ayudándote de todas las veces que sí has sentido que
podías, que sí has sido capaz, que te has superado… Cuéntale todos esos pequeños actos de tu
día a día en los que sí te cuidas, o cuidas a los demás, o realizas actos de luz.
Sin juicios ni peleas, simplemente presentando la verdad observable y objetiva.
Muéstrale todas esas otras partes de ti que quedan eclipsadas cuando solo escuchas su voz. Y
mira a ver qué sientes en tu cuerpo cuando le cuestionas.
Si haces esto día a día, le irás dejando sin argumentos y se hará cada vez más pequeño.
Mi experiencia personal:
Algo que a mí me ha ayudado mucho a desactivar a mi Sith interno (Dark Phoenix es su

nombre) es recordarle todo lo que hago día a día para cuidarme y mantenerme en la luz.
El ratito de yoga que hago por las mañanas. Ese momento en el que he ayudado a una señora
anciana a cruzar el paso de peatones. Todas las veces que he reparado mis errores, o expresado
con asertividad algo que me costaba mucho. O la vez que me alejé de aquella relación tan tóxica
que me estaba destruyendo.
Cuando me dice que soy lo peor, le recuerdo todo esto y casi veo cómo se va encogiendo y se
da la vuelta enfurruñado. Y siento que una enorme presión se ha liberado de mi cuerpo.
Cuanto más realices este ejercicio, mejor te saldrá. Te ayudará mucho ir incorporando
pequeñas herramientas de autocuidado en tu día a día con las que armar tu arsenal de
argumentaciones.
Puedes empezar con ejercicios muy sencillos de realizar, como los que te regalo en mi
Minitraining en vídeo para Aumentar tu Autoestima.
Y si quieres contarme el nombre de tu Sith interno y qué sientes cuando lo cuestionas, me

encantará que me escribas a mail@cristinaviartola.com
Un abrazo grande, y que la Fuerza te acompañe ;)
Jon Valdivia: Apunta a tu Norte
jonvaldivia.com
Jon tiene la certeza de que es posible cambiar el mundo si cada uno se

encarga de transformar a la persona que ve ante el espejo. Predica con el
ejemplo y muestra ese camino a otros
¿Cómo ponerte de tu parte?
En la vida te vas a encontrar con una realidad que no puedes escapar: en ocasiones vas a sentir
que hay partes de ti que no te apoyan, incluso que van en tu contra.
Vas a querer avanzar en una dirección concreta y, con el primer paso, sentirás cómo te vuelves
contra ti mismo.
Querrás ir al gimnasio y acabarás perdiendo el tiempo en Facebook.
Querrás montar tu negocio, pero lo irás posponiendo durante unas semanas, meses o años.
Luego te darás cuenta de tu comportamiento y, quizás, te juzgues y castigues por ello.
Te frustrarás con esta dinámica: ¿Por qué no eres capaz de hacer lo que te propones? ¿Por qué
hay partes de ti que simplemente no te hacen caso?
Con el tiempo, este diálogo se vuelve un freno más, un obstáculo a la hora de avanzar, porque
ya tienes esas voces que te recuerdan fracasos anteriores o, simplemente, ponen en tela de
juicio tu camino.
Querrás ponerte de tu parte y tener la confianza de que puedes avanzar.
Para alcanzar algo de claridad, vamos a desmenuzar el problema en tres partes.
1. Tu Voz Interior
Todos somos muchas personas en potencia. Todos tenemos infinidad de voces dentro de
nosotros y podríamos seguir cualquiera de ellas.
Tenemos la voz que quiere gritar en medio del atasco de tráfico. Tenemos la voz que quiere ser
paciente. Tenemos la voz que quiere irse a la montaña a meditar, y la que le quiere cruzar la cara
al jefe. ¿A cuál hacemos caso?
Por lo general hacemos caso a las que más hemos entrenado durante nuestra vida. Eso no
quiere decir que representen lo más elevado y auténtico que llevamos dentro.
Una de las grandes tareas de cada ser humano es ir decidiendo cuál va a ser la identidad
dominante y unificadora de todo ese caos potencial que llevamos dentro.
Cuando no tenemos esto claro y bien afianzado, otras voces aprovechan para intentar hacer un
golpe de estado.
El ejercicio que has de hacer aquí es formular tu ideal más elevado y los valores que lo
representan. Estamos hablando de auto-descubrimiento: ¿cuál es la mejor versión de ti? ¿qué
valores, cuando los sigues, te hacen sentir que estás en tu verdadero camino?
En mi caso, yo sé que cuando digo la verdad, cuando soy valiente, cuando soy auténtico,
cuando sacrifico un egoísmo, algo dentro de mí encaja, me siento más vivo, todo mi sistema
grita “sí”.
Este ejercicio es mitad decisión y mitad descubrimiento. Hay que estar atentos y observarnos
para descubrir quiénes somos. No todo es decisión propia. No puedes decidir que te guste el
rock más que la ópera, o que funciones mejor en el campo que en la ciudad. Lo que podemos
decidir es darnos permiso para descubrirnos y poner en juego esos descubrimientos.
Si quieres, escribe en un papel la siguiente frase y complétala cien veces:
“Cuando todo va bien, yo soy ___________________________”
El resultado es la conexión con tu brújula interior: una narrativa unificadora que te dará un Norte
cuando sientas que hay partes de ti que quieren rebelarse o hacer un golpe de estado en tu
gobierno personal.
Una vez que tenemos claro nuestro Norte y decidimos comprometernos con él, muchos
conflictos internos se apaciguan.
2. Ponerte en el mundo
Tus acciones han de corresponderse con tu ideal. De lo contrario, vas a sentirte mal y vas a
entrar en barrena. Esto es importante. Si no te sintieras mal al desviarte del camino, no tendrías
un sistema de corrección de rumbo.
De todas formas, es muy posible que te sientas mal incluso cuando manifiestas tu ideal. Esto es
porque es virtualmente imposible alcanzar la perfección de ese ideal y siempre habrá alguna
posibilidad de mejora.
También es posible que no estés acostumbrado a manifestar lo más auténtico de ti y

encuentres antiguas tendencias y resistencias jugando en tu contra.
La solución a este dilema es el cariño con uno mismo: la aceptación incondicional de nuestras
limitaciones e imperfecciones como seres humanos, unida al compromiso por seguir
manifestando ese ideal que merece la pena.
Mantén tu ideal firmemente establecido y da pasos imperfectos en esa dirección. Mientras lo

haces, compárate con quien eras ayer, no con el ideal inalcanzable de un futuro ficticio, o te
convertirás en tu propio tirano.
Así que, cuando te ataque el juicio interno, hay dos preguntas que hacerse:
- ¿Estoy desviándome de mi ideal y he de realizar alguna corrección?
O, por el contrario…
- ¿Estoy trabajando resistencias o juicios interiores y he de mantener el rumbo,

aunque sea difícil?
La realidad es que no tenemos control sobre nuestra mente, nuestros juicios y nuestro diálogo
interno. Dedicarle demasiada energía a esa parte de nuestra experiencia puede acabar en una
espiral neurótica muy desagradable.
De lo que tenemos control relativo es de nuestro comportamiento, y ahí es donde podemos ir

plantando semillas diarias y obteniendo frutos tangibles.
Así que, si tuviera una sugerencia que hacerte, sería la siguiente: céntrate en acertar con tu
Norte y con tu comportamiento diario, y trata tu diálogo interno como una parte de la
experiencia que va a estar siempre ahí.
3. Conquistarse a uno mismo es de héroes.
La mejor manera de trabajar el diálogo interno es quererlo hasta la médula. Aceptarlo. Va a estar
ahí. Es parte de nosotros y, cuanto más lo luchamos, más leña le echamos al fuego.
¿Cómo hago yo esto?
Cierro los ojos. Respiro hondo. Me doy un minuto para entrar en contacto con una realidad
irrefutable: el hecho de que puedo observar mi diálogo interno quiere decir que no soy yo,
sino algo que ocurre en mí.
Después, dejo que esté. Hago sitio para él. Dejo de luchar y lo observo con todo el cariño que
puedo. Insisto en el cariño porque es la única forma de ponernos de nuestra parte en lugar de
luchar contra nosotros mismos.
Con un poco de tiempo, el juicio interno acaba perdiendo fuelle, deja de tener poder sobre mí.
Me vuelvo libre y fuerte cuando no reacciono a mi caos interior.
Entonces elijo mi acción. ¿Qué dice mi Voz Interior? ¿Cómo actuaría mi Ideal?
Cuanto más claro tengo quién soy, más fácil es ignorar el juicio interno y menos energía he de
gastar en tomar mis decisiones.
Te animo a suscribirte a mi web para que pueda seguir compartiendo contenidos de este tipo
contigo.
Ester Vega: Cree en ti
estervega.com
Ester es una referente reconocida en el mundo emprendedor y profesional,

dentro del crecimiento personal, la mentalidad de abundancia y la
conciencia del ser
¿Te molesta sentir que te falta confianza, que te invaden los miedos y que tu pensamiento te
domina?
¿Te has preguntado alguna vez por qué no tienes los RESULTADOS que deseas?
Y ¿Sabías que somos creadores de nuestra realidad?
Cuando piensas que no puedes, cuando te dices que no tienes, cuando te sientes atrapado por
el miedo, la preocupación, el desánimo o la duda… siempre estás creando, lo único que en ese
momento creas carencia y escasez.
Pero, ¿te cuento un SECRETO?
¡Todos somos creadores de abundancia por naturaleza! El problema es que nos hemos
olvidado.
En nuestro interior existen 2 sistemas de pensamiento que determinan nuestra forma de SER
Uno se llama: Ego
Este fue PROGRAMADO, ya que, desde niños, nuestra familia, la escuela, la tv, la sociedad en
general, nos ha enseñado como tiene que ser la vida: Dura, difícil, y que, además, hay que
ganársela a base de esfuerzo y sacrificio.
El Ego es un personaje que hemos creado a través de etiquetas sobre aquello que somos, de lo
que somos capaces de hacer y tener. Además, te hace vivir en el MIEDO una emoción que te
limita para que no consigas aquello que tanto deseas: Amor, Éxito, Felicidad, Dinero, Salud….
El ego es esa vocecita que ante un objetivo o meta te dice: No puedo, No sé, No tengo dinero,
siempre me pasa lo mismo, porqué a mí, ¿qué he hecho yo para merecer esto? Y así adquiere
un rol de víctima de las circunstancias viviendo una vida sin sentido.
Pero existe otro sistema de pensamiento, el Alma
Gracias a la espiritualidad, la metafísica y la física cuántica, hemos aprendido que somos

creadores de nuestra realidad, estamos creando con nuestros pensamientos, emociones,
palabras y acciones, y así creamos todo lo que tenemos ahora.
La buena noticia es que también tenemos el poder de transformarlo.
Sabemos que en nuestro interior existe una energía mucho más grande y potente que nos guía
y nos acompaña, a esta otra forma de pensamiento le llamamos: Corazón, Alma…
Es esa voz que te propone ideas, sueños, retos, que te inspira y en ocasiones te da coraje… una
voz que, si la escuchas tiene mucha fuerza, quiere que evoluciones, que crezcas, que te dejes
guiar por la pasión, el entusiasmo y la ilusión, en vez de por el miedo y la frustración.
El ALMA te susurra, pero te deja LIBRE ALBEDRÍO para que escojas el camino que tú decidas,
porque tú tienes el PODER.
¿A cuál de estas 2 voces haces más caso en tu día a día?
Durante años vivimos dormidos, dominados por un EGO que nos hace pequeñitos, con poca
autoestima y no merecedores de nada bueno. Todo ello, por un lado, es necesario para
ayudarnos a evolucionar. Ya que, si no has experimentado el miedo o la escasez, no puedes
despertar para alcanzar algo mejor. Pero, salir de ahí… ¡sólo puedes hacerlo tú!
EL PODER ESTÁ EN TI
¡Hoy puedes DECIDIR tomar las riendas de tu vida!
HOY puedes decidir CREER EN TI, puedes decidir empezar a escuchar la VOZ que te EMPODERA,
que te guía, te acompaña, te aconseja desde el corazón y la voz que te lleva por el camino donde
están todos los recursos, las personas, los mensajes, las energías adecuadas para lograr
AQUELLO QUE TANTO DESEAS.
TÚ SÓLO TIENES QUE DAR EL PRIMER PASO, ¡y por algo esa voz te ha llevado hasta AQUÍ!
TE ENTIENDO… ¡No es tan fácil!
Yo tardé 15 años en TOMAR UNA DECISIÓN que después cambiaría mi vida para SIEMPRE, y
tardé 8 años más, en cumplir mi sueño, pero gracias a todo ese tiempo, hoy soy quien soy.
Una Mentora, Escritora, Conferenciante, Experta en Mentalidad y Abundancia. Y me encanta

inspirar y acompañar a las personas, sobre todo profesionales, a lanzarse para que vivan sus
Sueños.
En el momento que tomé la decisión de Amarme y escuchar a la voz del corazón, la vida me
trajo todo lo que necesitaba para crecer y creer en mí, y gracias a tomar la decisión de
formarme y aprender de otros mentores, adquirí:
Nuevas habilidades, descubrí mis talentos innatos, creé mi propio negocio y empecé a liderar mi
vida.
Gracias a toda la inversión en tiempo, dinero y energía que he invertido en mi a lo largo de estos
años, hoy SOY otra persona, y toda esa experiencia y conocimientos me permiten ayudar a otras
personas a lograr sus sueños profesionales y/o personales.
Si mientras lees estas palabras sientes que tu corazón baila, canta o salta, si hay una sensación
física, un escalofrío, algo que te llama, y sientes que todo ello te resuena, es porque tu Alma
te está hablando, algo en ti se ha despertado. No dejes que tu mente ego empañe tus sueños,
actúa a pesar del miedo y deja que la magia se ocupe del COMO; tu camino es este.
La voz de tu alma te guía, solo escúchala y empieza a tomar las decisiones desde el amor y no
desde el miedo.
CREE EN TI,
INVIERTE EN TI,
INVIERTE EN TUS SUEÑOS
Ester Vega
Autora de Yo Soy Abundancia, Sueña en Grande y la Guía del Éxito
PD: Si entras en mi web www.estervega.com podrás conseguir el Curso Online Gratuito “Los 7
Principios de la Abundancia”
Y empieza a crear la vida de tus Sueños.
Diana López Iriarte: La sombra y el ego
dianalopeziriarte.com
Diana es escritora, conferenciante, consultora en nutrición consciente y

proyecto de vida. Terapeuta y coach.
¿Te ha pasado alguna vez que de pronto te sientes desanimado, triste, sin esperanza y no
sabes exactamente por qué?
¿Alguna vez en una entrevista, trabajo nuevo o situación te has sentido como si fueras tonto y
absolutamente incapaz de ser tú mismo?
¿Tienes a veces la sensación de que tu mente te está programando con ideas negativas, que
no sabes de donde vienen, pero que te impiden hacer cosas que serían buenas para ti?
Imagino que estas situaciones te serán conocidas.
Todo ello se debe a unos programas negativos mentales que integramos y aprendimos en la
infancia. Programas de juicios, críticas, exigencias con los que nos acostumbramos a vivir. Estos
programas los recibimos de los padres o de alguna persona adulta que estaba a nuestro cargo,
otras veces también de profesores, monitores, o incluso compañeros, primos, amigos y
hermanos.
Como consecuencia de no vivir en una sociedad, en la que se eduque desde el Ser y desde el
amor, fomentando la autoestima propia y el autoconocimiento, ocurre una disfunción de la
personalidad que nos dificulta las relaciones, incluso la relación con nosotros mismos, y nos hace
infelices en nuestras vidas.
Desde niños para entrar al mundo, y ser aceptados fabricamos un Ego, ficticio, que no es
exactamente como nosotros mismos, sino una parte “falsa”, en la que hemos reprimido
cualidades, emociones, actuaciones, e incluso Dones, que no eran bien recibidos.
Esto se transforma en lo que Jung llamó la sombra, y es una parte reprimida, que actúa desde
lo oculto. Está fuera de nuestra mente consciente, y nos boicotea y complica enormemente.
Por otro lado, todo lo que no queremos ver de nuestros mayores y más tarde de nosotros
mismos entra en lo que llamamos la sombra. En la sombra hay muchas cosas como por ejemplo
los programas mentales negativos, las frases, y formas de pensar críticas y mezquinas, que
integramos y aprendimos de nuestros adultos en la niñez.
En mi experiencia personal, tenía tan cargada mi mente-ego de negatividad que era incapaz
de lograr se aceptada en una entrevista de trabajo. Incorporarme a un lugar con un trabajo
nuevo era un suplicio, de pensamientos negativos diciéndome que no era válida y que se darían
cuenta, tarde o temprano. Y me era incluso imposible demostrar mis dones y cualidades en los
cursos que asistía.
Como esta parte mía la tenía en la sombra no era consciente de los pensamientos, sólo de su
resultado en mi vida, e incluso me creía lo que ellos me decían, lo cual me hacía infeliz y me
obligaba a fracasar, constantemente.
En el momento que integré mi sombra y ese lado desconocido y reprimido, reconociendo estos
programas y dándoles consciencia, para poder cambiarlos, mi vida cambió. Además de ello
rescaté dones que a su vez había reprimido por temor. Y hoy puedo decir que vivo más libre y
soy más auténtica.
“Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad.
Y lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”.
Carl Gustav Jung.
Aquí te dejo algunas partes de mi trabajo sobre el ego, y la sombra y algunos ejercicios
sanadores.
Ejercicio:
Cada vez que te sientas mal o deprimido, observa qué pensamientos vienen y grábalos. Verás
una parte de tu mente, programada en negativo y luego reconoce de quién son estas palabras.
¿Quién hablaba contigo así? ¿Era tu ex, tu madre, tus profesores? Cuando lo interpretes negocia
con esta parte tuya, que en realidad no eres tú, sino un parásito, y empieza a cambiarla,
negociando con ella nuevos acuerdos.
¿Qué es la sombra?
La sombra es todo lo que dejamos escondido en el inconsciente por temor a ser rechazados por
las personas que desempeñaron un papel importante en nuestras vidas y en nuestra educación.
Ahí puede haber cosas que no nos atrevimos a reafirmar, porque no eran aceptadas. Variará
dependiendo de cada caso.
En algunas familias se acepta la vulgaridad, en otras sólo el refinamiento; en unos entornos el

arte; en otros se niega toda expresión artística, incluso hay burlas y se condenan algunas veces
los dones artísticos de los niños.
Con todo esto, y a fin de ser aceptados en nuestro entorno, desde niños y poco a poco fuimos
construyendo, sin darnos cuenta, en el fondo de nosotros un mundo subterráneo hecho de
represiones y rechazos. Con un montón de energía psíquica comprimida, aunque viva y activa.
A esta energía le llamamos la sombra. Ahí metimos todo lo que no era aceptado, o de alguna
forma nos causó dolor.
“La sombra es ese oscuro tesoro compuesto de los elementos infantiles del ser, los apegos, los
síntomas neuróticos, y por último los talentos y los dones no desarrollados. Ella asegura el
contacto con las profundidades del alma, con la vida, y con la creatividad.”
Lejos de ser estéril o inactiva esta entidad salvaje y no cultivada ni expresada de nuestro ser,
exige sin cesar ser reconocida y explotada.
La sombra, si no se le presta atención invade el consciente de forma brutal y repentina, en

forma de síntomas emocionales descontrolados, accesos de ira, fracasos continuados e
inesperados, o bien adicciones de todo tipo. Incluso a veces síntomas físicos o enfermedades.
En cambio, si la aceptamos, la hacemos consciente se dejará “domesticar” y puede ponerse al

servicio de nuestros propósitos, convirtiéndose en una aliada que llevará asociados un montón
de dones y tesoros, dejando de ser un enemigo peligroso.
Reintegrando estas partes ocultas de nuestro ser la persona se expandirá mucho más y será
mucho más plena y completa.
Sin conocer la sombra no podemos conocernos bien. Tampoco seremos completos ni

realmente equilibrados.
Conocerse bien es el primer requisito para poder aceptarse y amarse, y este es el requisito para
convertirse en creador de una vida armoniosa a nuestra verdadera esencia.
Si no sé quién soy, qué me gusta, y que deseo en la vida…. ¿Como podría ser realmente pleno y
feliz?
Templo de Delfos: Oráculo de Delfos: Conócete a ti mismo.
Autoestima y la sombra:
Integrar la propia sombra y aceptarla constituye la base de una auténtica autoestima. ¿Como
vamos a amarnos realmente y a confiar en nosotros, si ignoramos una parte nuestra, que
además va contra nosotros mismos al tratar de salir distorsionada?
Pero además nos obliga a compensar nuestros “errores" o “fallos” y a camuflarlos tras máscaras
variadas. Con lo cual, ni viviremos desde el ser, ni seremos auténticos, ni coherentes.
Podemos camuflar esos rasgos ocultarlos de los demás, pero en el fondo, en lo profundo de
nuestra psique sabemos que ese rasgo está ahí, y que tarde o temprano podría manifestarse. Lo
que nos hace vivir engañándonos a nosotros mismos, y en profunda desconexión interior.
Proyecciones sobre el prójimo:
Todo lo no reconocido en nosotros tenderá además a salir proyectado en los otros. Lo que no
vemos o queremos ver en nosotros lo veremos en los demás.
Una persona perturbada por una proyección de su sombra verá la realidad distorsionada. Los
rasgos que rehúsa ver en sí misma los pondrá en los demás, como si les pusiese máscaras.
O bien los idealiza o los demoniza.
Ejemplo: El jefe malvado.
Con lo cual no estará viendo la realidad sino una distorsión. Esta distorsión de los demás,
proyectando en ellos, todo lo que negamos de nosotros, nos complicará las relaciones con los
demás.
Por último, me gustaría dejarte un ejercicio poderoso para que puedas ver qué proyecciones
estás haciendo y así recuperar tu sombra, reconocerla, recuperando por tanto el poder de sanar
tu vida. En el momento que reconozcas estás partes en ti mismo desaparecerán esas relaciones
tóxicas.
Ejercicio para recuperar proyecciones externas y sanar la sombra:
Escribe tu vida, toda tu vida como si todos los personajes fueran de un cuento, y después mira
y encuentra estas partes en ti mismo.
Ejemplo: Jefa engreída y tirana.
Mira ¿Qué es una jefa? La que dirige o manda.
Mira tu parte que lidera tu vida, ¿Cómo eres tu propia jefa?
Luego mira si eres contigo como tu jefa y aprende a cambiar lo que no te guste.
Por ejemplo, si tu jefa es muy exigente y no escucha, observa si tú te escuchas a ti misma, y si

eres demasiado exigente contigo misma.
Ya que eso te está mostrando este personaje en tu vida.
¿Como podrías cambiar esto?
¿Quizá cambiando de trabajo, quizá relajándote un poco, quizá tendrías que hablar con ella de
una vez?
Mira también qué rasgos no te gustan de tu jefa, y observa si son cualidades que te faltan.
Por ejemplo, si es muy presumida, mira si a ti te falta ser un poco más presumida.
Hay que mirar en cada personaje, su semejanza y ver en qué somos exactamente iguales, y en
qué demasiado diferentes.
Luego hazlo con cada personaje, por ejemplo:
Madre víctima o manipuladora, hijos en lucha continua, pareja pasiva y poco creativa, etc.
Cuando recojas todas estas proyecciones, incluso las positivas, tendrás un retrato de ti mismo y
todo lo que guardas en la sombra.
Y ya, por último, te recomiendo este recetario gratuito para empoderarte y limpiar tu mente,
ya que la alimentación también colabora a lograr una mente más positiva, tranquila y centrada.
Montserrat Benavides: Cómo liberar la mente

abriéndote a las sensaciones
montserratbenavides.com
Montserrat es Psicóloga y Terapeuta Corporal. Ayuda a madres

trabajadoras a lograr equilibrio y tranquilidad emocional para relacionarse
consigo mismas y con su familia con confianza y serenidad.
“¿Cómo puedo introducir el tema? Los pensamientos, el vídeo de Eckhart Tolle está muy bien,
podría incluirlo como enlace, pero… bueno, tal vez, un vídeo donde trate el tema y abajo poner
diferentes enlaces con contenido interesante sobre el tema y que esté en el blog.
¡Ostras! El blog… El comentario de aquel seguidor en uno de los artículos aún está sin publicar.
No me parece correcto publicarlo, se expuso bastante. Tal vez podría ponerme en contacto y
comentárselo y explicarle que sobre todo es por preservar su intimidad y que agradezco su
confianza pero, ¿cómo se lo tomará? Igual lleva tiempo esperando mi respuesta, que mal…
Podría pedir la opinión en el grupo de Terapeutas de Facebook para ver si se han encontrado en
esa situación...”
¿Qué te parece?
Este es un pequeño ejemplo de lo que en unos segundos ha pasado por mi mente cuando me
he puesto a escribir.
Los pensamientos llaman a nuestra puerta, requieren nuestra atención y si abrimos esa puerta
le estamos dando permiso para que nos lleven por un camino en muchas ocasiones lleno de
baches, piedras y altibajos generando un estado mental y emocional que seguramente no nos
conviene en ese momento.
Y si cuando llega el momento en el que te das cuenta, tu reacción es de molestia, enfado o

sentimiento de culpa. Incrementas tu malestar y haces que todavía se refuerce más. Sobre todo,
si son pensamientos obsesivos.
El pensamiento no es algo externo a ti, eso ya lo sabes. Tú eres quien lo crea y tú eres quien le
da el espacio.
Puede que te preguntes “¿por qué tengo siempre este tipo de pensamientos?” si tienes
pensamientos negativos.
“Podría tener otros.”
“¿Por qué me boicoteo?”
Y haciéndote esta pregunta o similares, lo que consigues es alimentar esos pensamientos.
Si eres una persona que práctica algún tipo de deporte (running, bicicleta, natación, bailar,
steps...) te habrás dado cuenta que en esos momentos cuando estás en pleno esfuerzo no hay
pensamientos o están en su mínima expresión.
Puede que te digas, “no puedo más” o “me falta el aire” o “cómo me cuesta respirar” o “que
sensación más agradable”.
Y es que en esos momentos tu atención está en tu cuerpo, en tu respiración, en las sensaciones

que estás registrando ya sea por esa tensión muscular, esa ligera molestia, la sequedad de la
boca, el aire fresco en tu cara...
Sensaciones:
La sensación no es lo que piensas que te pasa sino, lo que sientes y tiene que ver con tus
sentidos. Por ejemplo:
La sequedad de la boca (gusto).
La brisa en la cara (tacto).
Lleva la atención a la sensación.
¿Y ahora? Presta atención a las sensaciones que tienes. Los puntos de contacto de tu cuerpo con
la silla o lugar donde estás sentada.
¿Cuáles son?
El roce de la ropa en tu piel: ¿cómo es ese contacto? Agradable, desagradable, suave...
El aire al entrar por la nariz: ¿qué notas en tu nariz? Es un aire fresco, cálido...
La temperatura de tu piel: ¿es diferente según qué parte de tu cuerpo?
Tu pecho y vientre ¿se mueven? el entrar y salir el aire, ¿uno más que el otro?
Todo son sensaciones y todo ello ocurre en tu cuerpo y aquí y ahora. Si lo sientes, está aquí.
Porque si no, estás pensándolo y no sintiéndolo.
Puedes pensar sobre lo que has sentido o lo que quieres sentir, pero SENTIR, es ahora.
Muchas disciplinas que comparten el objetivo de conseguir mayor presencia y tranquilidad,

como el Yoga o la Meditación, tienen en común el hacer que pongas el foco en la respiración,
en ese mecanismo que depende de tu cuerpo y no de tu mente.
Llevar la atención a lo que está pasando en tu cuerpo, en esa parte tuya que está
interconectada con tu mente y tus emociones, hará que esa avalancha mental se reduzca y
que ese malestar, que puede incluso llevarte hacia la ansiedad, desaparezca poco a poco.
Te explico cuándo y cómo lo aplico habitualmente:
Cuando inicio una formación o taller casi siempre aparece la vocecita cuestionándome si ya lo
llevo o no, bien preparado, si voy a saber contestar o no las preguntas que me hagan, si los
ejercicios que tengo preparados encajarán o no, si serán de interés…
Así que al principio siempre me pregunto cómo estoy y para dar respuesta a esa pregunta, llevo
la atención a cómo entra el aire por mi nariz y sigo su recorrido observando las sensaciones
internas (se hincha el pecho, se hincha mi abdomen. Cómo sale el aire, si es poco a poco o de
golpe...) todo aquello que vaya detectando y sintiendo.
Después suelo fijarme en cómo está mi boca (los labios juntos o no, apretados, suaves...), a veces
detecto que aprieto la mandíbula, si es así, hago algún ligero movimiento para relajarla.
En este tiempo ya he conseguido dejar a un lado esos pensamientos y aunque puede que haya
alguno que intente colarse de nuevo, lo tiene más difícil. Sigo prestando atención a esas
sensaciones que están ahí y que me hablan también de lo que me está pasando. Así que con ello
consigo algo más, y es tomar conciencia del efecto que esos pensamientos iniciales han tenido.
Tal vez he tensado la espalda o tengo los hombros subidos sin necesidad, lo que sea. Esto me
permite con algún ejercicio sencillo o movimiento aflojar esas tensiones y empezar la sesión más
presente.
Así pues, te sugiero que, durante el día, lleves tu atención a la sensación del momento.
Repítelo en diferentes momentos o cuando observes que esa vocecita interior empieza a
tomar fuerza.
Tu cuerpo es la llave, el recurso que tienes más a mano para que tu mente vaya por el sendero
que tu decidas.
Y, para despedirme, te sugiero mi regalo: 10 Errores nefastos que Debes Evitar
Si no quieres que el estrés acabe con tu vida Profesional y Familiar
Neus Sanchis: Tu cuerpo y el placer como aliado
elmundodeneus.com
Neus ayuda a otras personas a construir su propio mundo, con sus propias
normas, como ella hizo. Utiliza la relación con el propio cuerpo y el placer
para construir una vida abundante y con sentido
Tenemos más de 60.000 pensamientos al día y la mayoría de ellos son negativos, repetitivos y
del pasado. Muchos de ellos son relacionados con nuestra imagen, nuestro cuerpo y el ideal de
belleza que nos exigimos cumplir.
Vemos lo que pensamos, es decir que solamente somos capaces de ver aquello que tenemos
en la mente, por lo tanto, tenemos una visión extremadamente limitada de la “realidad”.
Pero tus ojos y tu cerebro procesan mucha más información de la que registras
conscientemente, ya que funcionan como una cámara de vídeo, que graba toda la imagen, con
todos los detalles…
Pero tus creencias solamente te dejan ver parte de esa imagen.
Imagina que hacemos una foto donde aparecen una mujer embarazada, un gato por el tejado,
un Ferrari, una Jacaranda, una verdulería… Si eres apasionado de los animales, seguramente te
quedes con el gato y no te des cuenta del Ferrari. Si te encantan los árboles tal vez no veas la
mujer embarazada y tus ojos se posen en la Jacaranda…
Así funciona nuestra mente selectiva, registra todo, pero solamente somos conscientes de lo
que a nuestro programa mental le interesa.
Si tú crees que eres fe@, que tu cuerpo es horrible… eso verás. Y, es más, como tu cuerpo
obedece a tus pensamientos, efectivamente cada vez tu cuerpo será más feo, porque las células
se pondrán a trabajar para que así sea, por orden de la mente.
Pero, curiosamente, tu mente puede viajar al pasado y al futuro, puede engancharse con
cualquier pensamiento y perder la presencia, en cambio tu cuerpo está continuamente
conectado con la realidad 3D y lo que pasa a tu alrededor.
Tu cuerpo contiene todas las respuestas que buscas, te puede guíar hacia lo que es más
saludable para ti en cualquier ámbito.
Si logras habitar el cuerpo, reconciliarte con él, aprender a leer sus mensajes, tendrás una
varita mágica que te ayudará a tomar cualquier decisión, en función de cómo reaccione a una
pregunta.
Cada emoción segrega una sustancia química en tu cuerpo, a la que las células reaccionan
creando receptores para asimilarla. Si llevas años segregando emociones negativas, tu cuerpo
esta literalmente programado para el sufrimiento.
Esto quiere decir que cuando decidas ser feliz, la biología del cuerpo va a necesitar un tiempo
para hacer el cambio hacia la creación de nuevos receptores, para las nuevas sustancias de
felicidad y placer.
Antes me miraba al espejo y solamente prestaba atención a lo que no me gustaba, hasta que
decidí ver belleza en ese reflejo, y día tras día proyectaba esa imagen de mí.
Te puedo asegurar que mi cuerpo ha cambiado físicamente de una manera radical, desde que
lo pienso de forma positiva, desde que le presto atención y le envío mis mejores pensamientos.
Me siento mucho más femenina, mucho más receptiva y mucho más sexy.
Nada es inamovible, todo se puede revertir de la misma manera que un día lo creaste. Por lo
tanto, tú tienes el poder de cambiar la relación con tu cuerpo.
¿Cómo? Siendo más consciente de él, prestándole atención y retomando el contacto físico
consciente.
¿Cómo?
Tócalo, acarícialo y dile cosas bonitas. Respira y vuelve al presente cada vez que te
acuerdes. Para 5 segundos antes de tomar cualquier acción o decisión.
¿Qué tal si lo haces ahora en este mismo momento? Respira y siente tu cuerpo, siente el latido
de tu corazón, el aire que entra en tus pulmones, siente como el cuerpo te habla y si hay algo
que no te gusta, simplemente siéntelo y se irá diluyendo.
Hasta ahora has estado viviendo desde el sufrimiento, desde el dolor… Si estás leyendo esto, es
muy probable que sea el momento de hacer un giro y recordar que hay otra forma de vivir,
basada en el disfrute, en el gozo, en lo fácil…
Porque no hay ninguna vida que ganarse, que estas viv@, ya tienes todo lo que necesitas para
sentir felicidad, placer, y éxtasis.
No hay ningún lugar a donde ir, nada que hacer, solamente respira y vuelve a este momento y
aquí y ahora. Tu cuerpo te mostrará las respuestas que siempre has deseado tener.
Aho Mitakuye Oyasin
Y, si entras en mi web, podrás acceder a mi “masterclass gratuita sobre cómo utilizar el placer
para crear prosperidad en tu vida”.
Neus Sanchis
Eduardo Llamazares: Dejar de huir para dejar de

rumiar tus pensamientos
eduardollamazares.com
Eduardo ayuda a las personas muy mentales a encontrar la solución

definitiva al estrés que están viviendo para que puedan calmar su mente y,
en definitiva, vivir mejor
Hola, soy Eduardo, y ayudo a personas muy mentales a salir de épocas en las que sufren por
sentirse perdidas y bloqueadas, para volver a sentirse a gusto con ellos mismos.
La mayoría de nosotros hemos pasado por épocas en las que nuestra mente maneja un montón
de pensamientos negativos sobre un mismo “problema” que nos preocupa. Conscientemente
parece que, de esa forma, estamos buscando una solución.
Sin embargo, este proceso, llamado rumiación mental, tiene otra finalidad. Se encarga de
buscar mucha información, pero pocas soluciones reales. ¿Por qué? Porque tu mente quiere
protegerte. Ella interpreta que es más seguro quedarte con ese problema, que dar un paso y
exponerte a algo que, en el pasado, te ocasionó sufrimiento.
En este breve espacio, quiero compartir contigo un consejo que a mí me ayudó mucho: Evita
estrategias de “huida hacia delante”.
¿Y cuáles son esas estrategias? Todas aquellas en las que dedicas tiempo, esfuerzo y dinero a
buscar la solución fuera de ti. Algunos ejemplos serían: cambiar de trabajo, pensar que con otra
pareja será diferente, programar un gran viaje, apuntarte a un nuevo hobby...
Puedes utilizarlas para ayudarte a llevar mejor esta época, pero siendo muy consciente de que
no son la solución definitiva.
Muchas veces no nos damos cuenta, y estamos gastando nuestro tiempo y energía en “falsas”
soluciones. Nuestra mente subconsciente es así de poderosa y nos lleva por donde, en realidad,
no deseamos. Y eso tiene consecuencias: a la larga nos ocasiona cansancio, frustración, tristeza,
rabia...
Yo durante años utilicé estrategias que implicaban cambiar mi actividad laboral, para tratar
de solucionar la insatisfacción que sentía a nivel personal. Lo que conseguí fue perder tiempo
y mucha energía. Pero no llegaba a solucionar la causa real de mi problema.
¿Y qué puedes hacer que no sea una huida hacia delante?
Todo aquello que te ayude a descubrir el origen de tanta autoexigencia, de tanta culpa... Estos
patrones de pensamiento son los que hacen que tu mente active ese diálogo interior tan
negativo.
Para comenzar, hazte nuevas preguntas relacionadas con este tema:
¿De dónde viene mi patrón de... (culpabilidad, auto-exigencia...)?
¿En qué época de mi vida pudo ser tan importante para mí esta forma de pensar y actuar?
¿A quién quería contentar?
A partir de esas respuestas, podrás comenzar a entenderte, aceptarte y comenzar a hacer

pequeñas acciones que demuestren a tu mente subconsciente que sí puedes hacer algo más allá
de rumiar pensamientos.
Si te gusta entender cómo funciona tu mente, y cómo crear una mentalidad que te permita
amarte y disfrutar de tu vida, te recomiendo mi libro Mente, ¡déjame vivir! Puedes conocerlo
aquí.
Por último, te animo a que te descargues gratis este pdf con 40 acciones que te ayudarán a
calmar tu mente y dormir mejor.
Un saludo,
Eduardo.
Saúl Pérez: Quiero cambiar, pero esta vocecita no me

deja en paz
saulperez.com
Saúl ayuda a las personas a conocer la influencia de su árbol genealógico

en sus emociones, creencias, emociones y programas inconscientes
Seguro que alguna vez te has propuesto hacer cambios que te ayudarían a mejorar aspectos de
tu vida. Quizás un simple hábito como hacer deporte, comer más saludablemente, meditar o ser
más coherente en tus decisiones.
Durante todo el proceso debes saber que tu diálogo interno, (esa vocecita que rara vez calla
dentro de ti y que normalmente quiere controlarlo todo) te va a acompañar, y yo quiero
ayudarte a que le des el lugar que le corresponde.
¿Te suena esto?
Te propones hacer cambios que supuestamente te van a ayudar a mejorar tu vida. Incluso te
compras el libro de moda sobre “cambia tu vida en 3 días y para siempre” o propuestas
parecidas, con el total convencimiento de que esta vez sí, ¡esta vez es la definitiva! ¡Lo vas a
hacer!
Estás cansado de proponerte cambios que no haces y esta vez es la definitiva porque no sólo te
está afectando a ti, tu mal humor ya ha hecho mella en tu familia y eso no lo puedes permitir.
Entonces comienzas el primer día y todo bien, ¡motivación a tope! Te has propuesto leer,
meditar, cambiar tu alimentación y alguna cosa más que parece fácil a simple vista.
¡Y lo consigues! ¡Primer día conseguido! ¡Segundo día!...
Tercer día te vas a ir a la cama contento por este logro y de pronto… ¡zas! Una mala noticia, una
discusión, o cualquier evento inesperado y desagradable tambalea tu súper plan para cambiar y
vuelves a las andadas… Eso sí, ahora más frustrado y con peor humor.
Entonces esa vocecita empieza a soltar todo tipo de barbaridades sobre ti.
Comienza un recital de menosprecios hacia ti mismo y tu energía baja a la velocidad de la luz.
En ese momento parece que esa vocecita eres tú, por lo que no te queda otra “voz interna”
que pueda debatir lo que esa vocecita está haciendo.
Y aquí está la clave del asunto. El problema no es lo que esa vocecita te dice, sino que ¡¡crees
que esa vocecita eres tú!!
¿En serio tú crees que eres esa vocecita? Esa voz que siempre te dice que no sirves, que no es
suficiente lo que haces, que tendrías que ser de otra manera, que tienes que hacer lo que te
dicen para no defraudar a nadie, que tienes que seguir con los dogmas familiares, que ¡quién
eres tú para ser feliz o dedicarte a lo que te gusta!…
Es la misma voz que impide que conectes con el momento presente con la justificación de que
sentir te hará daño, y así te mantiene distraído en cualquier cosa para después, encima de todo,
echártelo en cara.
Pongamos en duda eso que crees firmemente, ¿y si resulta que esa vocecita NO eres tú?
Esa vocecita no es más que tu mente programada. El fruto de la herencia inconsciente, de las
necesidades insatisfechas de tu familia, de los momentos de estrés vividos en tu infancia, de las
frustraciones de tus padres que te fueron transmitidas, del impulso colectivo de una sociedad
que canta el mantra “no seas tú, sé lo que nosotros queremos que seas porque si no te
excluiremos”, es simplemente eso que en muchas culturas y filosofías espirituales llaman EGO.
El problema es que, al no saberlo, nos identificamos con esta voz (no te culpo, teniendo en
cuenta que la escuchamos en nuestra mente jaja) y a darle validez a todo lo que dice, que no es
más que un montón de cosas aprendidas en el pasado.
Pero tranquilo, que te voy a dar la receta para dejar de creerte todo lo que tu mente programada
te cuenta y permitirte hacer cambios desde el amor, ¿te gusta la idea? Y sólo en tres días y para
siempre… ¡es broma! Jaja.
Primera clave:
No puedes cambiar hasta que te ames a ti mismo como eres, y “como eres” es clave. Ya lo sé,
es una paradoja, pero es así: para cambiar antes tienes que aceptarte como eres.
Segunda clave:
Da un paso atrás. ¿Qué es dar un paso atrás? No es más que acordarte de que eso no eres tú.
Da literalmente un paso atrás en ese momento y por un momento duda de todo lo que esa voz
dice.
Hay una frase de UCDM que me encanta. Dice así: “No conozco el significado de nada, incluido
de esto. No sé por lo tanto como responder a ello y no utilizaré lo aprendido en el pasado para
que me sirva de guía ahora.”
Para mí es un acto de humildad, de saber que no sabemos y de dejar de darle fuerza a esa
vocecita para abrirnos a una “voz interna” diferente.
Tercera clave:
Cuando te propongas cambiar y hagas el análisis (al cual te ayuda la vocecita) de lo que has
hecho mal hasta ahora, también haz un análisis de todo lo que haces bien, de lo que te sientes
orgulloso y lo que amas de ti… y escríbelo.
Te quiero contar un ejemplo de cómo a mí personalmente me ayuda tener en cuenta estas

claves.
Actualmente estoy escribiendo mi primer libro, y en mi mente, te prometo, era mucho más
fácil de lo que me está resultando en la realidad jaja ¿te ha pasado?
Se supone que tendría que haberlo terminado hace un par de meses, y en realidad no voy ni
por la mitad.
En este proceso ha habido momento en los que la vocecita me decía de todo “¿qué me pasa? Si
siempre me ha sido fácil escribir, ¿por qué ahora no?
Pues lo dejo y ya está… no me concentro, igual no soy capaz, no sé organizarme, he contratado

a una mentora para nada, etc.”
En esos momentos para mí ha sido clave dar un paso atrás y pararme a recordar todo lo que sí
he avanzado, lo que he conseguido hasta ahora, incluso me he pre-perdonado por si no lo
termino de escribir. Es decir, a día de hoy me siento feliz tanto si lo escribo como si no.
¿Y sabes qué? Esa vocecita no solamente se ha calmado, sino que, además, ahora siento otra
Voz interior que me impulsa a que el libro fluya solo.
Cada vez que te sorprendas auto saboteándote a través de tu diálogo interno, da un paso
atrás. Si te ayuda, lee todo lo que escribiste sobre ti y que amas y date el privilegio de elegir qué
hacer desde otro lugar dentro de ti.
Parece simple y en realidad lo es.
Te reto a que lo pongas en práctica y me cuentes tu experiencia.
Y aquí te dejo mi regalo para que sigas profundizando en tu autoconocimiento, si lo deseas.
Gracias
Aida Moragues: Paso de mí mismo
emocionesyautoestima.com
Aida acompaña a mujeres que necesitan aprender a quererse y conocen la

importancia de cuidarse.
“Paso de mí misma”, esto es lo que me digo cuando me estoy machacando, cuando mi Pepito
Grillo me está diciendo que me he equivocado y me invade el sentimiento de culpabilidad;
cuando me estoy diciendo que no voy a ser capaz de hacer lo que me propongo. Es una manera
que uso para parar pensamientos y diálogos internos que no me ayudan.
Pero no sólo me digo esto, si observo que sigo dándome, si sigo con el tema, voy más allá pongo
acción.
Después de tiempo trabajando estos temas me gusta explicar todo esto con dos conceptos: El
"Yo real" vs el "Yo ideal". Es lo que me hizo hacer clic con todo este tema.
El "yo ideal" se va formando con el libro de normas que vamos escribiendo mientras vamos
creciendo, según nuestros aprendizajes, nuestros valores, nuestras creencias, nuestra
educación, lo que nos han enseñado y hemos vivido, vamos redactando - digámosle "El libro de
conducta de (pon aquí tu nombre)"-.
Lo vamos llenando de cosas que pueden ser muy buenas, pero también de maneras de ver la
vida, según nuestras gafas, que nos pueden estar limitando y de verdades que tomamos como
ciertas que también nos pueden perjudicar.
Este "El libro de conductas de (pon aquí tu nombre)" se lo entregamos a nuestro guardián
(nuestro querido crítico interno), esa voz interna que va acompañada de nuestros pensamientos
y nuestras palabras hacia nosotros mismos.
Cuando actuamos, hacemos o pensamos algo que va en contra de todo lo que está escrito en
ese libro, o sea, actuamos según nuestro "Yo real" salta la alarma. Nuestro Pepito Grillo nos avisa
y llega la conversación con nosotros mismos. Está bien tenerla pues nos avisa, nos enseña, nos
hace regular nuestra conducta, pero debemos ser capaces de poder pararla o poner acción al
respecto si observamos que nos está machacando.
Cuando explico el poder pararla y ser capaces de distanciarnos de esa voz tan negativa, mucha
gente me dice: "Aida esto es muy difícil", yo les contesto que no existen pastillas milagro, ni
varitas mágicas; que existe la paciencia, la constancia y sobre todo la acción, caminar hacia otra
dirección, hacer algo distinto a lo que haces ahora y poner remedio si hay algo más al fondo que
se debe cambiar. El “nunca voy a conseguirlo”, “nunca voy a cambiar”, “no voy a ser capaz…”,
no es más que otro de nuestros discursos internos que tenemos que cuestionarnos.
Entiende que tu cerebro puede cambiar, tus hábitos pueden cambiar, tus esquemas mentales
pueden cambiar, tu manera de ver (tus gafas) pueden ser otras, pero sólo puede cambiar si
tomas atención y aprendes técnicas para calmar la mente; pero poco a poco, paso a paso, no
somos corredores de 100 metros lisos y cómo te he dicho, las pastillas milagro no existen.
¿Qué uso y enseño yo?
- Primero: Pon la mirada hacia dentro.
Mírate, obsérvate teniendo en cuenta que eres un/una aprendiz; abre tu mente de aprendizaje.
Estás aprendiendo de ti y de la vida, no lo olvides. Esta visión te permitirá equivocarte y tratarte
con más compasión.
Segundo: Respira
La respiración es lo que nos da vida, sin oxígeno nos morimos así que aprende a tomar conciencia
de ella, esto va a ayudarte a calmar la mente. ¿Cuántas veces al día tomas conciencia de tu
respiración?
Si no estás acostumbrado, empieza con 1 minuto al día. Pon la alarma en tu teléfono y coge aire
por la nariz. Puedes contar mentalmente hasta 3, 1...,2...,3... (recuerda que sea el estómago que
se hincha primero, no tu pecho), luego suelta el aire por la boca contando hasta 6
1...2...3...4...5…6...
Pruébalo ahora, sólo 1 minuto. Observa la diferencia entre antes y después. Practícalo a
menudo, así cuando lo necesites de verdad va a ser más efectivo.
Tercero: Pasa de ti mismo.
El “paso de mí mismo” es dejar de poner la atención a aquello que no te agrada, aquello que te
molesta… ese pensamiento que no te ayuda y empezar a ponerlo en otro que sí te ayude. No se
consigue en un día, se necesita de práctica y constancia. No es fácil, pero tú puedes decidir a
qué mensaje le das atención y a cuál no.
Cuarto: Cambia tu pensamiento, tu diálogo interno.
Este ejercicio para mí es súper potente y te puede ayudar a conectar con otro pensamiento que
te ayude más, te puede ayudar a modificar tu estado de ánimo.
La técnica de las tres preguntas o cambio de foco: Como te he dicho antes, poder dejar de
prestar atención a el pensamiento que no te ayuda y empezar a prestarlo a otro que te ayude.
Cuando te encuentres dándole vueltas a un asunto y te cueste darle la vuelta o no sepas prestar
atención a otro pensamiento que te ayude, prueba lo siguiente:
Empieza por preguntarte
1. ¿Qué emoción me está provocando este pensamiento? ¿Me ayuda o me perjudica?
2. Conecta con el estado interno que te provoca ese pensamiento, date cuenta que los
pensamientos influyen a nuestro estado de ánimo y toma conciencia de ello.
3. ¿Qué emoción o sentimiento necesito sentir para afrontar mucho mejor esta
situación? Normalmente, el círculo vicioso de pensamientos viene cuando nos hemos
equivocado, cuando hay algo que nos preocupa, cuando nos sentimos inseguros por
algo. Conecta con esta pregunta con el estado interno que necesitas para sacar a flote
tus mejores recursos y poder cambiar ese pensamiento que no te está ayudando.
4. Cuando hayas conectado con el sentimiento que te puede ayudar a afrontar mejor la
situación pregúntate ¿Qué pregunta o pensamiento me puede ayudar a sentirme de
esta manera?
Si quieres seguir ahondando en la relación contigo, te ofrezco mis recursos gratuitos.
Sandra González: El runrún que me quitaba el sueño
vitalizaacion.com
Sandra ayuda a personas con fibromialgia a recuperar su salud, su vida y

su alegría. Y lo hace desde la sabiduría que da la experiencia propia.
Si, yo también soy de esas personas que dan vueltas y vueltas a las cosas: a lo que he dicho, a
lo que me han dicho, a lo que he dejado de decir, a lo que han dejado de decir y me imagino, a
lo que he hecho, y a lo que no… y así hasta el fin de los días, jajaja.
Durante mucho tiempo, esta forma de rumiación mental me trajo problemas.
Me trajo problemas con otras personas y me trajo problemas de salud: malentendidos,

rupturas sentimentales, insomnio, contracturas…
Pero hoy el foco quiero ponerlo en lo positivo, en cómo le di la vuelta para que este bucle mental
dejara de hacer daño.
Si eres como yo a este nivel, quizá te sirva alguna de las cosas que quiero contarte:
1. No te tomes nada de manera personal: Todos en esta vida hacemos las cosas lo mejor que
podemos, no es nuestra intención dañar a nadie, al igual, que no es la intención de nadie dañarte
a ti. Si algo te ha molestado, mira en tu interior ¿qué es lo que realmente te molesta y por qué
razón? Puede que esté conectado a una herida de la infancia.
2. Párate y respira: Cuando veas que tu mente comienza a rumiar y eso te genera ansiedad.
Para, y respira profundamente, las veces que sea necesario. Concéntrate en tu respiración. Tú
NO eres tu mente.
3. Si la rumiación tiene que ver con otra persona… y esto va a doler… dedícate a tu vida. Si te
preocupas por ti y por hacer las cosas que te gustan, estar con quién quieres estar y vivir la vida
que quieres vivir. Difícilmente vas a estar pensando en penas relacionadas con otras personas.
Vive y deja vivir.
4. No puedes cambiar a nadie: Muchas veces el “dolor de cabeza” es porque tal o cual persona
no se ha comportado como a nosotros nos gustaría, o como nosotros consideramos que es
correcto. Olvídalo, no tenemos control sobre ello. Esperar cosas de los demás sólo genera
frustración. Da lo mejor de ti sin esperar nada a cambio y sigue adelante.
¿Aun así, algo te taladra la mente? Te dejo mi mejor sistema:
Pongo una canción chula en bucle a todo volumen y me pongo a bailar y saltar como si no
hubiera mañana. Cuando decido parar, me he olvidado de que era lo que me tenía preocupada,
y las endorfinas están haciendo su trabajo.
Te dejo aquí mi regalo por si quieres seguir creciendo conmigo: Guía gratuita para ganar a la
Fibromialgia.
Diana Garcés: Minimiza el impacto del auto-rechazo

en tu vida y tus relaciones; pequeño recetario para
reconciliarse con los juicios internos
hablandodesexo.com
Diana, a través de su blog Hablando de Sexo, aporta sus ideas,

experiencias y muchas ganas de ayudar a otros a disfrutar y llevar su
sexualidad a otro nivel.
¿Sabías que, mientras más seguro de tu cuerpo estés y más amor propio sientas y proyectes,
tus relaciones serán mucho más sanas y tu vida sexual será más fantástica? ¿Acaso no te
gustaría tener una conexión con alguien que te haga sentir a gusto, perfecto, sexy y maravilloso?
Hace mucho tiempo yo pensaba que tenía una relación perfecta. Estaba enamorada, compartía
mi vida con un hombre maravilloso, tenía un trabajo estupendo, estudiaba una carrera que me
fascinaba y estaba viviendo la clase de vida que deseaba vivir.
¿Qué podía ir mal?
La verdad es que nada. En mi vida sexual me sentía satisfecha y muy complacida. Pero muy en
el fondo sabía que algo faltaba, pero ¿qué era? No lo sabía.
Sin embargo, me di cuenta de que tenía que hacer algo para sanar mi relación con algunas
partes de mi cuerpo y principalmente con mi menstruación.
Ese ha sido el viaje más intenso, apasionante e impresionante que he realizado hasta el
momento.
Porque sí, en el trayecto he ido a preciosos lugares físicos, he subido montañas, bajado a playas
paradisíacas, y he visto riqueza y mucha pobreza… Pero al final, el mejor viaje que podemos
hacer es hacia adentro.
Porque, al fin y al cabo, cuanto más nos conocemos, más podemos empezar realmente a vivir
con intensidad, disfrutando de nosotros mismos.
Pero ¿cómo puede ayudarte mi historia a cambiar tu juicio interno y desbloquearte para poder
tener mejores relaciones sexuales? O más allá incluso: una mejor vida libre del ruido y las “pajas
mentales”.
La respuesta sencilla es que no puede si tú no te das permiso para ello. Los humanos
aprendemos mucho de las historias, pero solamente de las que aceptamos.
Te compartiré unas ideas para que puedas buscar tu propia coherencia con este tema, porque
estoy segura de que, como yo, tú también buscas ser menos duro contigo mismo.
1. Ten presente que nada es perfecto, pero todo está por una razón
No es perfecta tu relación o tu soledad; no es perfecto tu cuerpo, ni tu ser; ni tus emociones, ni

tu gestión de ellas.
Somos personas en constante cambio, evolución y crecimiento. Por esa razón nunca seremos
perfectos, ni podrá serlo una situación que estemos viviendo.
Y eso no es malo. Para nada. En medio de la imperfección encontramos los temas a trabajar en
nuestro interior, que nos ayudarán a crecer y ser personas más conscientes, auténticos y
mejores amantes.
Por lo cual, la solución más inteligente es permitirnos las “cagadas” y las imperfecciones. Porque
al final del camino, lo que todos deseamos es ser aceptados y amados tal cual somos. ¿No te
parece?
2. Busca lo que más y menos te gusta de tu cuerpo y de tu persona
Tendemos a juzgarnos fuertemente en base a nuestros rasgos y atributos físicos y personales.

Caemos fácilmente en buscar la perfección y sufrimos al no lograrla.
Por eso te invito a que busques aquella parte de tu cuerpo, rasgo o atributo que más te gusta,
así como lo que menos te gusta. Con ello, quiero que hagas lo siguiente:
Escribe un diario físico o digital, detallando tu relación con ese aspecto de ti. Por ejemplo: cómo
te hace actuar en público, qué emociones te produce y qué es lo que las personas dicen de ella.
Aquí viene la parte graciosa y complicada: hay que ser tan críticos y tan honestos como te sea
posible.
Luego, cada día, durante una semana, deberás decirle cosas bonitas a esa parte de tu cuerpo
que no te gusta. Adjetivos calificativos positivos, vaya. Cosas que puede que en el momento
actual no sientas, pero que realmente te gustaría que esa parte de tu cuerpo reflejara.
La idea de hacer este ejercicio es que puedas ver esa parte de tu cuerpo con otros ojos.
3. Busca un grupo de apoyo
Es normal no encontrar en las personas cercanas a nosotros la ayuda que necesitamos.
Y sí, es una “putada”, pero no debería ser impedimento para que tú sigas en tu camino de amarte
más y de encontrarle un sentido a tu vida, tus emociones, tus sensaciones y tus fantasías.
Por ello, crear o ser parte de un grupo puede ser la mejor opción para este momento. Estar
rodeado de personas que están en la misma tónica que tú ayuda a llevar un proceso más
seguro y confiado.
Por eso participo en muchos y por eso también he creado una Comunidad de Aprendizaje de
Sexualidad Consciente junto con Sergio; donde compartimos, debatimos y nos ayudamos entre
todos de una manera donde ser parte del grupo es un refugio y un escape a la incomprensión
de hacer algo solos.
4. Permítete vivir la relación y la vida que sueñas
Una persona a la que quiero mucho dice que no existe la suerte. Que todo se reduce a ser lo
bastante observador para descubrir una oportunidad y lo bastante atrevido para tomarla.
Por eso diré que la oportunidad llamará a tu puerta, o se presentará y esperará que tú tomes la
iniciativa, e incluso también puede que te toque buscarla... En todo caso que se me ocurre,
requiere que no te cierres a ella.
Quitarte del medio creencias limitantes, tabúes y pensamientos tóxicos sobre ti mismo te
ayudará mucho a vivir la relación y la clase de vida que realmente sueñas vivir.
Pero para llegar a ello, debes dejar de juzgarte tan duramente y ser injusto contigo mismo. Debes
permitirte ser más abierto y vulnerable, porque al fin y al cabo vivir desde la autenticidad tiene
su precio y ese no es otro que dejar de aparentar y empezar a Ser.
Puedes seguir aprendiendo sobre sexualidad consciente suscribiéndote a mi centro de recursos.
Me despido…
¡Bien, vuelvo a ser yo!
Me encanta imaginar que has disfrutado de la lectura, que te has

emocionado en algunos momentos, que te has sentido cerca de estos
autores… Al fin y al cabo, ellos han tenido la valentía de mostrar
también un pedacito de su vulnerabilidad para que puedas sentirte
acompañado en esta “travesía por el desierto” que a veces parece el
camino del autodescubrimiento.
Sin embargo, no sé si ha sido así.
No sé si dedicar un tiempo a esta lectura te ha servido para ver con un poquito más de
perspectiva y serenidad la “guerra” que a veces se desata en tu interior y en la que, si te dejas
arrastrar, acabas agotado y confundido.
Sé lo crudo que puede ser el dolor en esos momentos en los que todo con lo que te identificas,
que siempre habías creído ser, parece odiarte a muerte.
Así que ojalá esto te sirva de bálsamo y un poco de “puntal” en el que sostenerte.
O, si ya aprendiste a lidiar con esa oscuridad que todos tenemos, espero que te haya sido
gratificante saber de las experiencias y estrategias de otros.
Todo ello ha sido la intención. La mía y la de 29 personas más, que, no sé si lo has notado, han
abierto su corazón en cada palabra. Se han puesto al servicio de su propósito más elevado con
pasión y entrega para recorrer unos pasos del camino junto a ti.
Por mi parte, quedo enormemente agradecida de sus aportaciones, todas ellas tan valiosas.
Y también, me siento agradecida de que tú nos hayas acompañado a todos desde el otro lado.
Si te apetece, puedes contarme tu experiencia, tus impresiones, lo que más te ha servido, o

hacerme alguna pregunta al respecto de este contenido. Escríbeme a:
contacto@cristinahortal.com.
Será un gusto leerte y charlar contigo.
Recibe un fuerte abrazo y mis mejores deseos.

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© 2018 Cristina Hortal Moriana

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Sé cómo duele ese vacío. Y sé también “músculo juzgador”). Ábrete a todo y

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Te propongo 3 Ejercicios para transformar esta situación:

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Míriam Martín Canales: No pienses en un elefante

Míriam es psicóloga y, a través de su web ofrece terapias y herramientas

Evitar enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestros demonios, a nuestros recuerdos y a aquellas

Si no me crees o si quieres experimentar lo que te estoy pensando te propongo que hagas lo

No puedes permitir que ese elefante rosa aparezca en tu mente. No puedes.

Te cuento una anécdota personal:

Las técnicas de relajación no funcionaban porque mi nivel de ansiedad aumentaba demasiado

María José Mochón: Jaque a tu juez interno

Acompaña, junto a su pareja y a través de su web, a personas a despertar

Se llama SITALI PRANAYAMA

Siéntate con los ojos cerrados.

1. Pon tu lengua en forma de U y estírala fuera de la boca todo cuanto puedas.

“108 repeticiones crean una meditación profunda”. Yogui Bhajan.

Tania Carrasco: Tu discurso mental no eres tú

Tania propone, a través de su web, una revolución que nos empuje a

A menudo, en tu día a día, te atreves a dudar de montones de cosas:

- Algo que ha dicho la tele

- Algo que te ha contado alguien en quien no confías mucho

Sueles dudar y cuestionar actitudes muy a menudo.

Pero tienes que ser consciente de que:

- Lo que te dice tu mente

- Lo que te dicen otras personas

¡No tienen nada que ver con tu verdadero ser!

¿Cómo puedes hacerlo? Pues mira…

¿Qué te dice tu mente?

¿Cuáles son las ideas principales?

¿Ese discurso te ayuda a ser mejor persona o te hace venirte abajo?

Y ten en cuenta las siguientes ideas:

- No te juzgues ni te critiques duramente por tener ese diálogo interno

- Esto nos pasa a todas las personas

Yo era una de esas personas que llevaban fatal las críticas.

Ya, ya sé que a veces parece que la tiene. ¡Pero no es así!

La REALIDAD con mayúsculas, la VERDAD, la FUENTE, es mucho más que un montón de

Si quieres un poquito más de ayuda, aquí tienes un regalito.

Núria Gallego: Cómo afrontar las críticas hacia

Núria ofrece un camino de autodescubrimiento y bienestar natural a

• Estoy gorda/o. Debería ponerme a dieta, necesito perder 10 quilos

• Tendría que hacer más ejercicio

• Otra vez me duele la regla (o cabeza, o espalda…). ¡Qué pesadez!