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Civil).

Lo primero, cuando no hay una opción expresa por algún régimen patrimonial; lo
segundo, cuando el convenio matrimonial de opción de régimen patrimonial es inválido,
sea por un defecto de forma o de fondo. No se trata de una ficción para suponer que
tácitamente ha sido aceptado por quienes hasta pueden ignorar todo lo que afecta a esta
situación1.

4.3.RÉGIMEN DOTAL. Régimen dotal solo resultan afectados por el enlace matrimonial
los bienes comprendidos en la dote, que la mujer u otra persona, en consideración a ella,
entrega al marido con la finalidad de atender al levantamiento de las cargas matrimoniales,
no así los bienes extradotales -parafernales- que forman el restante patrimonio de la mujer2.

4.4.RÉGIMEN ECONÓMICO MATRIMONIAL. Régimen económico matrimonial en


el Libro III sobre el Derecho de Familia. La posibilidad de que los contrayentes puedan
optar entre el régimen de sociedad de gananciales o el de separación de patrimonios, y que
los cónyuges puedan sustituir el régimen económico vigente, demuestra la existencia en él
de la autonomía privada, si bien con limitaciones para garantía de aquéllos y de los
terceros3.

4.5.RÉGIMEN DE COMUNIDAD. El régimen de comunidad, a que ya se ha aludido, es


denominado universal cuando, excluidos-los que excepcionalmente son incomunicables, se
forma con los restantes bienes de los cónyuges -presentes y futuros- el activo de un
patrimonio común, representando las deudas sociales y las personales un pasivo también
común, sin considerar tampoco, como en aquellos otros, el tiempo o causa de su
existencia1.

1
Placido Vilcachagua Ob. Cit. P.239.
2
Placido Vilcachagua. Ob Cit. p.235.
3
Placido Vilcachagua.
Ob Cit. p.237. 17 Placido
Vilcachagua. Ob Cit.
p.236.
4.6.RÉGIMEN DE COMUNIDAD DE ADQUISICIONES A TÍTULO ONEROSO.
Régimen de comunidad de adquisiciones a título oneroso, como su nombre indica, es una
comunidad limitada a las adquisiciones que los cónyuges realizan a título oneroso durante
el matrimonio; permaneciendo, en cambio, en propiedad separada de cada uno los bienes
que tuviesen con anterioridad al matrimonio y los adquiridos con posterioridad a título
gratuito4.

4.7.RÉGIMEN DE PARTICIPACIÓN EN LAS GANANCIAS.


En el régimen de participación en las ganancias, la idea fundamental de la separación de los
patrimonios de ambos cónyuges aparece atenuada por el reparto o nivelación de ganancias
obtenidas durante el matrimonio, que hay que realizar al terminar el régimen19.

5.DENOMINACIÓN.
Los regímenes patrimoniales en el matrimonio: se denominan sociedad de gananciales y
separación de patrimonios.

6.DEFINICIÓN RÉGIMEN PATRIMONIAL EN EL MATRIMONIO.


En el Perú existen dos regímenes patrimoniales en el patrimonio: el de sociedad de
gananciales y el de separación de patrimonios, y cada uno se encuentra definido.

4
Placido Vilcachagua.
Ob Cit. p.236. 19 Placido
Vilcachagua. Ob Cit.
p.236.
El Régimen de Bienes de la SOCIEDAD DE GANANCIALES se encuentra definido en el
artículo 301 del Código Civil, el mismo establece que en el régimen de sociedad de
gananciales puede haber bienes propios de cada cónyuge y bienes de la sociedad.

Éste se impone como un límite natural a la administración y disposición de bienes propios y


sociales, según el caso; se constituye, pues, en la medida necesaria para afectar
patrimonialmente a la familia y que, de hecho, los cónyuges utilizan en un matrimonio
normal. Por ello y ante su inobservancia por uno de los cónyuges, el interés familiar es el
argumento para restringir o suprimir algún acto de gestión de los bienes que lo perjudica o
para verificar la realización de uno que demanda.

La sociedad de gananciales es un ente jurídico autónomo, titular del derecho de propiedad


sobre los bienes sociales, no constituyendo un régimen de copropiedad. Por ello, para
disponer de dichos bienes se requiere el consentimiento de ambos cónyuges, no pudiendo
haber disposición por parte de uno de ellos de porcentajes de los bienes sociales, por cuanto
no existen alícuotas sobre las que cada cónyuge ejerza el derecho de propiedad5.

El Régimen de SEPARACIÓN DE PATRIMONIOS se regula en el artículo 327 y


siguientes del C.C., el cual indica que en el régimen de separación de patrimonios, cada
cónyuge conserva a plenitud la propiedad, administración y disposición de sus bienes
presentes y futuros y le corresponden los frutos y productos de dichos bienes.

Plácido6 indica que la separación de patrimonios constituye un régimen patrimonial del


matrimonio con carácter autónomo y originario.

5
Cas. N° 837-97, En El Código Civil a través de la Jurisprudencia Casatoria. Ediciones Legales. Lima,
2002. P. 151.
6
Placido Vilcachagua. Ob Cit, p. 371
Este es un régimen convencional que también puede ser impuesto por decisión judicial o
por imperio de la ley.

7. CARACTERÍSTICAS.
Es un sistema de elección y de variabilidad de régimen patrimonial7. Al contemplarse los
regímenes patrimoniales de sociedad de gananciales y de separación de patrimonios, se
incorpora el sistema de elección y de variabilidad entre estos dos regímenes típicos,
regulados en la ley. Se comprueba que el principio de libertad de pacto nupcial es limitado
y que los regímenes son mutables.

Con la introducción de este sistema, se desarrolla el derecho de opción entre los


contrayentes (artículo 295 del Código Civil), para elegir -antes del matrimonio y no
durante; posibilidad, esta última, que permitiría eliminar formalidades costosas si la opción
constara en el acta matrimonial- el régimen patrimonial al que se adhieren y que comienza
a regir al celebrarse el matrimonio, y el derecho de sustitución entre los cónyuges (artículo
296 del Código Civil), para cambiar el régimen patrimonial en que se encuentran y
adherirse al otro.

Establece al régimen de sociedad de gananciales como régimen legal supletorio. La


existencia de dos regímenes patrimoniales determina que, si los cónyuges no se adhieren a
ninguno, necesariamente se admita un régimen legal supletorio.

La tradición jurídica en nuestro país motivó que el régimen de adquisiciones a título


oneroso o sociedad de gananciales sea el régimen legal supletorio.

7
Plácido Vilcachahua, Alex. Manual de Derecho de Familia. Gaceta Jurídica. Primera Edición. Lima, 2001.
Pág. 138.
El régimen supletorio opera por ministerio de la ley, en defecto de separación convenida o
por deficiencia de ésta (artículo 295 del Código Civil). Lo primero, cuando no hay una
opción expresa por algún régimen patrimonial; lo segundo, cuando el convenio matrimonial
de opción de régimen patrimonial es inválido, sea por un defecto de forma o de fondo. No
se trata de una ficción para suponer que tácitamente ha sido aceptado por quienes hasta
pueden ignorar todo lo que afecta a esta situación.

Ambos cónyuges comparten el poder doméstico.- La conveniencia de facilitar la


satisfacción de las necesidades ordinarias de la familia y el principio de igualdad jurídica de
los cónyuges, determinaron que se les atribuya por igual el poder doméstico; según el cual,
cualquiera de los esposos podrá realizar los actos encaminados a atender las necesidades
ordinarias de la familia y a la conservación de su patrimonio, conforme al uso del lugar y a
las circunstancias de la misma. Ello permite, cualquiera que sea el régimen patrimonial en
rigor, la necesaria flexibilidad para atender la vida familiar en su aspecto de gestión del
hogar, con un sentido de igualdad para ambos cónyuges (artículo 292 del Código Civil).

Las cargas de familia son compartidas.- Cualquiera que sea el régimen patrimonial vigente
ambos cónyuges están obligados a contribuir al sostenimiento del hogar, según sus
respectivas posibilidades y rentas; esto es, tienen el deber de levantar las cargas de la
familia.

El principio rector de la gestión de los bienes es el interés familiar.- Si bien no hay norma
expresa sobre el particular, por el principio constitucional de protección de la familia y por
la consideración en el Código Civil de que la regulación jurídica de la familia tiene por
finalidad contribuir a su consolidación y fortalecimiento, está implícito que la gestión de los
bienes debe responder al interés familiar, como precepto rector, cualquiera que sea el
régimen patrimonial en rigor.
Éste se impone como un límite natural a la administración y disposición de bienes propios y
sociales, según el caso; se constituye, pues, en la medida necesaria para afectar
patrimonialmente a la familia y que, de hecho, los cónyuges utilizan en un matrimonio
normal. Por ello y ante su inobservancia por uno de los cónyuges, el interés familiar es el
argumento para restringir o suprimir algún acto de gestión de los bienes que lo perjudica o
para verificar la realización de uno que

8. NATURALEZA JURÍDICA DEL RÉGIMEN PATRIMONIAL DEL


MATRIMONIO
Dado que el régimen patrimonial del matrimonio en el Perú no lo es en sí, sino que contiene
dos regímenes patrimoniales, el de sociedad y gananciales y el de separación de
patrimonios, es menester establecer la naturaleza jurídica de cada uno de ellos por
separado.

Respecto de la sociedad de gananciales8, se ha esbozado diversas teorías y propuestas, tales


como que es un contrato de sociedad, una persona jurídica, una copropiedad, entre otras,
siendo la mayor parte de ellas insuficientes, si no erróneas. Sin embargo, la que acerca más
a su realidad es la teoría alemana de que es un patrimonio en mano común (origen del
término mancomunidad), en el que no existen partes alícuotas; cada parte participa en el
todo. Recalcar que se trata de la comunidad es bastante adecuado, pues es preciso
distinguirla de la copropiedad institución completamente diferente; de igual forma las
teorías que apuntan a considerarla una persona jurídica han sido desvirtuadas en la
actualidad.

8
Jiménez Vargas-Machuca, Roxana. Bienes que integran la sociedad de gananciales. En Código Civil
Comentado. Tomo II.
Gaceta Jurídica. Segunda Edición. Lima, 2007. Pág. 195-196
Por su parte, respecto del régimen de separación de patrimonios, nos encontramos en que
cada parte es titular de su propio patrimonio, y en atención a ello nos encontramos en que la
naturaleza jurídica del régimen de separación de patrimonios es el mismo que el de la
propiedad. La propiedad9 es, en primer lugar un poder jurídico. El poder adopta muchas
formas, en este caso nace del derecho. Recae sobre un bien o sobre un conjunto de bienes,
ya sean corporales (cosas) o incorporales (derechos).

Cuatro atributos o derechos confiere la propiedad a su titular: usar, disfrutar, disponer y


reivindicar. El ejercicio de la propiedad debe realizarse en armonía con el interés social,
que debe responder al interés familiar.

9.OBJETIVO DEL RÉGIMEN PATRIMONIAL EN EL MATRIMONIO.


Los regímenes patrimoniales del matrimonio determinan cómo contribuirán marido y mujer
en la atención de las necesidades del hogar y del grupo familiar, así como la repercusión
que el matrimonio tendrá sobre la propiedad y administración de los bienes presentes o
futuros de los cónyuges y, también, la medida en que esos bienes responderán ante terceros
por las deudas contraídas por cada uno de los esposos.

Los contrayentes tienen la posibilidad de elegir libremente, en forma expresa o tácita, el


régimen patrimonial del matrimonio que celebrarán, así como, una vez casados, cambiar
(en forma expresa) el régimen de sociedad de gananciales por el de separación de
patrimonios o viceversa, esto cuantas veces lo consideren conveniente, sin necesidad de
proceso judicial alguno, como una ocurrencia normal en la vida del matrimonio10.

10.IMPORTANCIA DE LOS REGIMENES PATRIMONIALES


La elección de régimen patrimonial, a escoger normalmente es dejada de lado a la hora de
decidir los detalles del matrimonio. No suele considerarse la importancia y los efectos que

9
Avendaño Valdez, Jorge. Definición de Propiedad. En Código Civil Comentado. Tomo V. Gaceta
Jurídica. Segunda Edición. Lima, 2007. Pág. 137.
10
Vargas Machuca, Roxana. Comentarios al Código Civil. Lima Gaceta Jurídica. 2005. p.251.
la elección informada y libre de un régimen patrimonial va a acarrear al nuevo matrimonio,
tanto en sus relaciones recíprocas, como respecto de sus descendientes, ascendientes y
terceros.

La elección de uno u otro régimen patrimonial del matrimonio tendrá efectos en cuanto a
quien va a administrar los bienes de los cónyuges, cuando se requerirá algún tipo de
autorización especial, va a definir la posibilidad de celebrar todo tipo de contratos entre los
cónyuges, tendrá igualmente efectos en cuanto a la situación en que quedarán el o los
cónyuges a la hora de poner término al régimen (ya sea por muerte, cambio de régimen
patrimonial cuando proceda, disolución del vínculo matrimonial) etc.

11.ELEMENTOS
11.1.Sujetos.- Los Cónyuges

11.2.Objeto.- La finalidad del Régimen Patrimonial, es el formar un conjunto de bienes y


derechos, obligaciones y deudas, que son valorables económicamente y que tiene todo
matrimonio, dependiendo del régimen patrimonial elegido.

12.RELACIÓN JURÍDICA EN RÉGIMEN PATRIMONIAL EN EL MATRIMONIO

La relación jurídica es aquel vínculo intersubjetivo con relevancia jurídica que surge de un
acto jurídico, el mismo general derechos y obligaciones entre los agentes. En el presente
caso se presentan los derechos y obligaciones que surgen de los diversos regímenes
patrimoniales del matrimonio.
12.1.DERECHOS
En el Régimen de Sociedad de gananciales existen bienes propios, respecto de los cuales
cada cónyuge conserva la libre administración de sus bienes propios y puede disponer de
ellos o gravarlos. Son bienes propios de cada cónyuge: 1.- Los que aporte al iniciarse el
régimen de sociedad de gananciales.

2.- Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a título oneroso, cuando la causa
de adquisición ha precedido a aquélla.

3.- Los que adquiera durante la vigencia del régimen a título gratuito.

4.- La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de


enfermedades, deducidas las primas pagadas con bienes de la sociedad.

5.- Los derechos de autor e inventor.

6.- Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo, salvo que
sean accesorios de una empresa que no tenga la calidad de bien propio.

7.- Las acciones y las participaciones de sociedades que se distribuyan gratuitamente entre
los socios por revaluación del patrimonio social, cuando esas acciones o participaciones
sean bien propio.

8.- La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la


contraprestación constituye bien propio.

9.- Los vestidos y objetos de uso personal, así como los diplomas, condecoraciones,
correspondencia y recuerdos de familia.

Conforme al artículo 323 del Código Civil, los cónyuges tienen derecho a percibir la parte
que les corresponde de las gananciales, las que se dividen por mitad entre ambos cónyuges
o sus respectivos herederos.
En el Régimen de Separación de bienes, el artículo 327 del Código Civil establece que cada
cónyuge tiene el derecho de conservar a plenitud la propiedad, administración y disposición
de sus bienes presentes y futuros y le corresponden los frutos y productos de dichos bienes.

12.2. OBLIGACIONES
En principio, existen obligaciones comunes de los cónyuges, sin importar el régimen
patrimonial que se hubiere adoptado en el matrimonio. Así, el artículo 300 del Código

Civil establece que “Cualquiera que sea el régimen en vigor, ambos cónyuges están
obligados a contribuir al sostenimiento del hogar según sus respectivas posibilidades y
rentas. En caso necesario, el juez reglará la contribución de cada uno”.

Respecto del régimen de sociedad de gananciales, conforme lo establece el artículo 316 del
Código Civil, son de cargo de la sociedad:

1.- El sostenimiento de la familia y la educación de los hijos comunes.

2.- Los alimentos que uno de los cónyuges esté obligado por ley a dar a otras personas.

3.- El importe de lo donado o prometido a los hijos comunes por ambos cónyuges.

4.- Las mejoras necesarias y las reparaciones de mera conservación o mantenimiento


hechas en los predios propios, así como las retribuciones y tributos que los afecten.

5.- Las mejoras útiles y de recreo que la sociedad decida introducir en bienes propios de
uno de los cónyuges con consentimiento de éste.

6.- Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes sociales, así como los tributos y
retribuciones que los afecten.

7.- Los atrasos o réditos devengados de las obligaciones a que estuviesen afectos tanto los
bienes propios como los sociales, cualquiera que sea la época a que correspondan.
8.- Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto de los bienes propios de cada
cónyuge.

9.- Los gastos que cause la administración de la sociedad.

Son obligaciones sociales las asumidas por cualquiera de los cónyuges en el ejercicio del
poder doméstico (artículo 292 del Código Civil) y también las contraídas por ambos por
actos de administración y disposición que exceden de tal potestad (artículo 315 del Código
Civil). Debemos precisar que, en el régimen de sociedad de gananciales, el poder doméstico
se circunscribe a las cargas sociales; por tanto, las obligaciones contraídas por ambos
cónyuges por actos que sobrepasan tal potestad, son las deudas sociales propiamente. Vale
decir, que en nuestro régimen se distinguen las cargas y las deudas sociales propiamente
dichas.

Asimismo, el artículo 317 del Código Civil señala que respecto de los bienes sociales y, a
falta o por insuficiencia de éstos, los propios de ambos cónyuges, responden a prorrata de
las deudas que son de cargo de la sociedad.

El artículo en mención se encarga de desarrollar las condiciones en las que se hace efectiva
la responsabilidad patrimonial del o de los cónyuges por las denominadas deudas comunes,
estableciendo que en tales casos, de manera principal, esa responsabilidad se hace efectiva
con cargo a los bienes comunes, y de manera subsidiaria y limitada sobre los bienes propios
de cada uno de los cónyuges.

Conviene advertir prontamente que aún cuando el artículo en comentario se refiere a "las
deudas que son de cargo de la sociedad" (la de gananciales) y a que son los bienes sociales
o, en su caso, los propios los que responden por dichas deudas, lo cierto es que ni existe una
sociedad deudora ni puede predicarse respecto de los bienes una condición: la de
responsables, que solo puede ser atribuida a las personas. En efecto, la sociedad de
gananciales "no puede ser propiamente deudora por carecer de personalidad jurídica.
Deudores personales lo son siempre los cónyuges, aislada o conjuntamente, como personas
individuales, y lo que importa es saber si de la deuda de uno o de los dos cónyuges puede
nacer responsabilidad directa sobre los bienes legalmente calificados de gananciales"

13.INSTITUCIONES AFINES AL RÉGIMEN PATRIMONIAL EN EL


MATRIMONIO:

13.1.CONCUBINATO
Es la unión de hecho, voluntariamente realizada y mantenida por un varón y una mujer,
libres de impedimento matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes
a los del matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad
de gananciales, en cuanto le fuere aplicable, siempre que dicha unión haya durado por lo
menos dos años contínuos.

Se deben alimentos los concubinos durante la convivencial.11

El mismo legislador, que fue reticente y retrechero con las familias no conyugales, no pudo
evitar reconocer que las parejas no casadas se unen para forjar una comunidad de vida,
desdeel momento mismo en que el artículo 326 del Código Civil señala que la unión de
hecho se decide para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes a los del
matrimonio.

13.2.PERSONAS JURÍDICAS
Las personas jurídicas12 son centros de imputación normativa, formas que el Derecho
proporciona para que los seres humanos organicen sus actividades con el propósito de

11
Vega Mere, Yuri. Efectos de Uniones de Hecho. En Código Civil Comentado. Tomo II. Gaceta Jurídica.
Segunda Edición.
Lima, 2007. Pág. 1383
12
De Belaunde López de Romaña, Javier. Régimen Legal de las Persona Jurídicas. En Código Civil
Comentado. Tomo I. Gaceta Jurídica. Segunda Edición. Lima, 2007. Pág. 1383.
realizar fines que el ordenamiento jurídico estima dignos de amparo. Dada esta
característica de ser creaciones del Derecho, el tipo de personas jurídicas que se puede
constituir es númerus clausus, debiendo encontrarse la forma prevista en algún cuerpo
normativo, tal como el Código Civil o la Ley General de Sociedades. Así, si un grupo de
personas decide formar una persona jurídica, deberá remitirse a la legislación y adecuarse a
la forma que estime conveniente. Ello le permitirá alcanzar el fin que persigue, no siendo
posible que creen una nueva clase de persona jurídica no prevista en el ordenamiento
jurídico peruano. Lo dicho concuerda con lo establecido en la Constitución, pues ésta
señala que las personas podrán constituir organizaciones jurídicas, pero con arreglo a ley.

SEMEJANZAS
Las personas jurídicas tienen semejanzas únicamente con el régimen de sociedad de
gananciales, ello en atención a que en ambos casos advertimos la existencia de un
patrimonio que si bien tiene origen en personas naturales deja de ser de aquellos para
convertirse en patrimonio de esta ficción jurídica, en el caso del matrimonio de la sociedad
conyugal, y en el segundo de la persona jurídica, en cualquiera de sus formas.

IMPORTANCIA DE LOS REGIMENES PATRIMONIALES


La elección de régimen patrimonial, a escoger normalmente es dejada de lado a la hora de
decidir los detalles del matrimonio. No suele considerarse la importancia.

Pero esta es de suma importancia porque el régimen patrimonial escogido va a acarrear


efectos administrativos de los bienes en su nuevo matrimonio, tanto en sus relaciones
recíprocas, como respecto de sus descendientes, ascendientes y terceros.
II.CONCLUSIONES

1. Desde que el Código Civil de 1852 adoptó la sociedad de gananciales ,el Código
Civil de 1936 mantuvo vigente dicho régimen, con la modificación introducida por
la ley 17838, si bien el varón se mantenía como administrador, requería la
intervención de la mujer para disponer, gravar bienes comunes a título gratuito u
oneroso.

2. Con el matrimonio se determina el surgimiento de relaciones de carácter personal


entre los cónyuges, por ende surgen consecuentes derechos y deberes recíprocos,
pero además derivan de él consecuencias de índole patrimonial, ya que la
comunidad de vida, en su dimensión necesaria de atender necesidades del hogar
común y la vida del grupo familiar van exigiendo su realización ; por ello es
necesario organizar un régimen referido a la propiedad y al manejo de los bienes
que cada uno adquiere o que adquieren ambos. A ello se refieren los regímenes
patrimoniales del matrimonio que hemos estudiado en el presente trabajo.

3. Los regímenes patrimoniales del matrimonio determinan cómo contribuirá cada uno
de los cónyuges en la atención de las necesidades del hogar y del grupo familiar,
así como la repercusión que el matrimonio tendrá sobre la propiedad y
administración de los bienes presentes o futuros de los cónyuges y, también, la
medida en que esos bienes responderán ante terceros por las deudas contraídas por
cada uno de los esposos.

4. Nuestra doctrina nos hace conocer de diversos regímenes patrimoniales del


matrimonio, como el de separación de bienes, el régimen dotal, el régimen de
comunidad, el régimen de comunidad de adquisiciones a título oneroso o el régimen
de participación en las ganancias; sin embargo, nuestra legislación ha considerado
únicamente el régimen de sociedad de gananciales y el de separación de
patrimonios.

5. En atención a la diversidad de relaciones comerciales y posibilidades que se


generan en el mercado mundial, del cual nuestro país forma parte cada vez con
mayor presencia, es necesario que se instituya al matrimonio y sus integrantes de
herramientas que brinden la posibilidad de actuar, disponer, negociar y con ello
acrecentar con mayor libertad su patrimonio; lo que podría viabilizarse otorgando
total libertad a los contrayentes para que establezcan el contenido del régimen
patrimonial de su matrimonio.

6. Ya que la sociedad de gananciales es el régimen que se inscribe por defecto al


contraer matrimonio, para cambiar a la separación de bienes es necesario realizar un
trámite antes o después de la unión, en este último caso a través de un proceso
llamado sustitución de régimen patrimonial.

a. Para acceder a este régimen de las siguientes maneras:

i. Bajo acuerdo privado expresando la voluntad de ambos contrayentes.


Este acuerdo se eleva necesariamente a escritura pública, para ser
inscrito en la SUNARP y sea oponible a terceros.

ii. Vía Judicial, en el supuesto que uno de los cónyuges le solicite el


cambio de régimen al juez en mérito a la indebida administración de
los bienes por parte de su pareja.

iii. Vía proceso concursal, en el caso de que uno de los cónyuges entre
en este proceso, el cambio de régimen patrimonial se da de pleno
derecho; sin embargo, debe inscribirse para que surta efectos frente a
terceros.
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