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En 1933 la United Fruit Company da su visto bueno al Doctor y General Tiburcio Carias

Andino, para que comience la más dura dictadura militar y la más temida que ha habido
en Honduras. Siendo Presidente Constitucional de la República desde el 1 de febrero de
1933 hasta 1 de febrero de 1936, reelecto por la Asamblea Nacional Constituyente desde
el 1 de febrero de 1936 al 1 de enero de 1949.
La situación económica estuvo de mal en peor durante los años treinta, en añadidura al
modelo de dependencia económica de la producción de banano. A esto habrá que sumarle
la dramática caída de las exportaciones del banano, causada por la recesión mundial,
brotes epidémicos del banano como el mal de Panamá y la Sigatoca que hicieron daños
en todas las fincas y que en un solo año afectó casi todas la producción, las áreas que más
sufrieron estos ataques fueron las fincas ubicadas alrededor de Trujillo, que fueron
abandonadas quedando miles de trabajadores desocupados, para 1937 por lo menos se
había conseguido como controlar estas enfermedades, pero muchas de las fincas que
habían sido abandonadas quedaron sin uso porque el porcentaje de exportación que
Honduras, debió de competir con otros países bananeros más estables, según los intereses
de las bananeras.

El enclave bananero en Honduras.


Difícil sería explicar el papel político que desempeñarán las compañías bananeras y su
deducción visible en el gobierno del General Tiburcio Carias Andino si antes no
conocemos y analizamos la llegada del capital estadounidense en gran escala en Honduras
que se manifiesta con el surgimiento de una economía de enclave bananero. De igual
forma es importante señalar la forma en que irá creciendo esa economía y las
consecuencias que traerá consigo en el ámbito nacional. El enclave bananero se trata de
una zona inscrita en la territorialidad de un país controlado por otro, "un Estado dentro de
otro Estado". Según lo señalado al control ejercido por las bananeras en la zona norte,
donde desarrollaron sus operaciones. La incorporación de la producción de un país al
mercado mundial mediante la forma de una economía de enclave produce en la economía
receptora un sector moderno, verdadera prolongación tecnológica y financiera, en este
caso, de la economía estadounidense. La economía de enclave significa el dinamismo de
las metrópolis, que controlan desde fuera todas las decisiones. Por su parte las economías
receptoras resultan mayormente dañadas, porque su comercio externo es de predominio
monocultivo sin que los ingresos generados tengan efectos favorables en la economía
local, solo por el control extranjero en el comercio exterior, sino porque los impuestos
percibidos son bajos. El enclave bananero destaca el carácter dominante de la plantación
ordena la actividad económica-política de la zona en que se asienta, aunque esto no
significa que sea el único rubro de producción que las bananeras. El comercio del banano
se fue institucionalizando y mayores cantidades de agricultores comenzaron a depender
del cultivo y venta de la fruta. Al mismo tiempo en los Estados Unidos, principal mercado
de la producción bananera, los comerciantes acumulaban grandes ganancias, gracias a la
buena acogida que habla tenido el producto por parte de los consumidores
norteamericanos.
Las actividades en los campos bananeros en sentido de trabajo no estaban regulados por
ningún tipo de ley hasta 1959 que se aprueba el primer Código del Trabajo, por lo tanto
los contratos eran más entendimientos entre patrón y asalariado, esto llevaba a grandes
contradicciones en el sentido de responsabilidad tanto de pago de los patrones, como de
responsabilidades de los trabajadores.
Teniendo así jornadas casi interminables de trabajo, malas condiciones de trabajo e
incluso insalubres. Sin embargo en las compañías bananeras se daban mejores salarios
que en el resto de los sectores en Honduras, siguiendo la lógica de la política económica
del enclave.
Estas dificultades son tomadas en cuenta para la creación de asociaciones de trabajadores
que comenzaban a dar tintes de organización desde los trabajadores entre estas y una de
las más importantes era el Comité Coordinador Obrero (CCO). Y, por supuestos estas
siempre mantenían matices de ser anti “rojos” pero manteniendo fuertes nexos muchos
de sus dirigentes tanto con el PRDH como con el PCH.
Comienza la huelga
A mediados de abril como ya era costumbre por parte de las partes sean proletarios o
empleadores, un conflicto que comienza por el no pago de un día de salario para unos
cargueros. Eso inmediatamente se transforma en malestar por parte de los trabajadores
del muelle no llegando a hacer nada más que una comisión para ir a interpelar por los
cargueros; dejando así entrevisto el cierto nivel de organización de los trabajadores.
Sin embargo con todo esto no se detienen los trabajos en ninguno de los campos ni
oficinas de la Tela Railroad Company, hasta en mayo que estos se van a un paro sin
llamarse a huelga hasta el 4 de mayo que se conforma el primer comité general de huelga.
Este comité es integrado por según decían los inversores de la compañía, como por
algunos representantes del gobierno, por comunistas y por ello no se sentarían hasta muy
avanzada la huelga con el segundo comité de huelga.
Los y las trabajadoras se fueron a huelga y estos mismos eran los encargados de mantener
el orden a lo interno de sus asentamientos, siendo estos siempre en mucha calma y
serenidad. Así es llevada a cabo la huelga donde se establecen treinta puntos presentados
desde el primer comité central de huelga, donde al final de todo es traicionada la base y
se establecen otros parámetros para levantar el paro.
En el pliego petitorio se establecían puntos desde aumentos que iban del 30% hasta el
50%, derecho a la organización sindical, el uso de servicios de salud, escuelas, las no
represalias ni despidos injustificados por motivo de la huelga.
Es durante este movimiento huelguístico donde se pone por primera vez en Honduras a
prueba la organización obrera, en el sentido de mantenimiento de una organización que
les representase a los y las trabajadoras no solo de un campo bananero si no de 5: Tela,
Cortes, El Progreso, La Lima y Batan . En cada uno de estos se establece su comité de
huelga y en la ciudad de El Progreso, se establece el Comité General de Huelga.
Apoyo hacia la huelga
La huelga bananera recibió apoyo de la organización latinoamericana de trabajo, de la
federación de trabajadores de Guatemala, entre otras organizaciones. De estas la huelga
en algunos casos recibió más que apoyo moral llegando incluso al apoyo monetario.
Demostrando de esta manera la solidaridad de los y las trabajadoras un importante tema
y tesis predicada por los movimientos socialistas vividos en el mundo.
Un apoyo particular desde los trabajadores de Guatemala fue recibido por los trabajadores
de las compañías en paro; esto debido a los movimientos reformistas llevados a cabo por
el gobierno de Arbenz que para este momento era un referente para las luchas obreras en
Centroamérica.
De parte de varios sectores de la sociedad hondureña igualmente obtuvieron ayuda tanto
acompañamiento moral, como por las campañas de obtención de víveres para los
trabajadores de la costa norte; que para ese entonces el costo de vida se había
incrementado entre un 30% hasta un 40%.
Posición del gobierno
La posición del gobierno con respecto a los movimientos huelguísticos era primeramente
de evitar que estos ensayos de huelga se tornaran un nuevo movimiento masivo, que
aglutinara más allá de los trabajadores en paro y pasar a los demás sectores públicos, etc.
Y que además afectaran en su totalidad la producción de tan importante sector de la
economía en Honduras.
Luego posteriormente se intensificaban los movimientos más llegando a sectores fuera de
los campos bananeros, a pesar de su fiera posición a favor de las compañías la
participación de más de 35 mil trabajadores en el paro laboral, dejó al gobierno de Gálvez
pocas posibilidades de maniobra ante la magnitud del movimiento huelguístico, que en
poco tiempo involucró a tres departamentos del país y redujo a la impotencia a las fuerzas
militares del gobierno. Haciendo de esta manera que su ministro Inestroza tomara
posiciones a favor de los y las trabajadoras.

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