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§r, yura o los vecjnos emplean para int'erpret'ar


Rotro ku ( fg f <.4 ,lo,
cle significados quc gcnc como los
su eiperiencia y sus acciones en el munrJo que. los circunda' Los vecinos de
yura'cultivan diligentemente su identidad urbanizada porque les permite e-n /o,, A^¿n,. lo, ku,o u^* d,'
ESCt.l¡¡4 ¡'¿.
reproducirunaestructuradejerarquÍaydominaciónsobrelapoblaciónyura. ABOUEOLCGI*
Losyura,porsu'pane,mgnúenenymodificansupropiosentidodeidentidad
ñá p"rqr" les sitúa/en una red social amplia que' en general' les de los
de grupo necesa¡ia par-a mantener el cont¡oi 1,+
;;;;;.;# la solidaridad
;;il, de producción locales: la tiena. Sin embargo' en ninguno de los dos 45
,. estos términos utilitarios y
c'onceptualiza la idenúdad grupal en
.urár,
racionalisUs. Al conrario, los yura, al parucipar en los ayllus y en las III
re-crean una visión sagrada
acrividades socia]es y simbólicas consiguientes,
rtna aglomeración
;;i;ñ; y de su panicipación en él que les proporciona
EL AYLLU Y SU ORGANIZACION
complejaycoherentedesignificadosqueutiiizanparaguiarsusacciones
denrodelgupoyconrelaciónalgrupodominante.Losayllus,pues,proveen
iu ir"r.piu'ro identidad social y el contexto para la acción ritual.
Examinemos, entonces, la estructura yura de los
ayllus' - :: Durante siglos ei ayllu ha sirio un enigma para los estudiosos de la
sociedad andina. La inruición de que, enue la vasta gama de sentidos
contenidos en esa palabra, estaba enccrracia la interpreración autóctona ¿urdina
de las relaciones humanas, ha susciudo, descie el dempo del a¡ribo de los
españoies a las costas del Peni, múltiples intentos de clanfica¡ el concepro de
ayllu.
No es este el lugar adecuado para revisar exhaustivamenre la etimología o
la historia de las definiciones de la palabra ayllu; sin e.rnbargo, un breve
esbozo de las oprniones expresadqs aI respecto ¡-'odni contnbui¡ a es¡ablecer un
r¡riüuu ljara la discusión de la acepción-yura riel'rérmino Los antiguos
diccionarios del quechua, compilados duranre las primeras décadas de la
conquista, nos permiten un ingreso apropiado al problema.
Fray Domingo de Santo Tomiís, un dominico que alcanzó gran pericia cn
el idioma quechua, tra«iujo, en 1560, el término ayllu como sinónimo de
"linaje, generación o familia" {il560l 1951: f. 107v). En 1608, Diego
Gongalez Holguín ga¡acterizó el ayllu corlo "segmento social, genealogía,
linaje o parentela, o caste". En un piirrafo aparte, Gongaiez HolguÍn añade:
q "...en las cosas, [ayllu significa] género o especíe" ([1608] 1952:39). La'
-------'-. -.-. ,tl
definición que da en 1586 el diccionario "Ricardo" confirma estas i
connot¿ciones ai indicar que ayllu es una "tribu, genealogía, hogar famiiiar"
(1951:18). En todas esus raducciones podemos percibir una gama de senridos
qüe hacen referencia al püentesco, a las agrupaciones sociales, y tarnbién al
, .*-.-..-;., -..l
..' ...- ,. 1 rp concepto más abstracto de "tipo" cuando ei contexto no hace alusión a I
personas.
t I
§') i
53

§n nuestro siglo, Bautista saavedra_, un interecrual boriviano que intentó bilateral y de los parientes cercanos ligados por consanguinidad a un dirigente
ieco¡rciliar su lecrura di r,c§iroñistalsañoles con la ideología que
, desarrolló fallecido pero imporrante políricamente. urton (19g5) ofrece una visión más
su' c.lase social ante la sociedad rural aymara, dedicó todo
un libro al tema dinámica del ayllu en su indagación de las metáforas de anima.les enr¡e ros
de las anriguas descripciones españoras de ros ayilu y panaqa d,er campesinos andinos del su¡ del peni; asevera que el concepto se basa en ',las
farrLnlg
cusco (donde enconrramos reglas de sucesión basrante estri-qtas áictaaas por relaciones sociales y los procésos de formación jerárquica o" g.rpos,
los inrereses de una érite y que fueron percibidas por los esffioles, unidos a
habituados la diniámica del ciclo viral." Ailen (1986: l9g) enfaiza,el uso local
a laí leyes de la primogeniruo, .om p.r.epos inflexibles),
del rérmino-l
saavedra LIsg4_4 en el á¡ea de cusco cuando escribe: "se estabrece un ayllu cuando runa
la cgnclusión de que. ios aymaras han ,'disrorsionado,'.el ayllu gu_e,
gltin,dl [comunarios andinos] edifican una casa o casas en un lugar que lreva
, esencialmenre, era "una t¡ibu o un clan" (1930:i07).
saareira, Como ros nombre. El ayllu no consisre sólo en el grupo de individuos óo-rCIidentes,
espaioles de la colonia, supone que el linaje se rransmiúa por descendencia ni en el lugar con nombre por sí solo: existe únicamente cuando es,s
pateqna. casro Pozo, que e-scribió dos decadas más tarde, asocia
sencillamen@ enúdades -personas, casas y lugar- entran en una reración er uno con
el ayllu con la "comunidad", aunque supone que todas las comunidades el
, ot¡o. E Isbell ciu a un informanrc en el peú que define el ayllu como
indígenas se basan en la consangünidad (1924:7). "cualquier grupo con cabeza" (1978: 105). En efecto, se ha
edirado un
Todo este conocimiento se da mañas para perdurar y, aún en un diccionario simposio dedicado en su na.lidad a la definición y explicación del rérmino
recienre, Cota¡i comienza definiendo el ayllu como ,'un grupo "ayllu"; nos proporciona un cauálo!6 de la variedad amplia cie
:y*..Tu de agrupaciones
familias estabiecicias en un sido, vinculadas por un úonco común diferentes a les cuales aplican esra denominación (castetti er at. test¡.
de
y totemismo-tribu, cian . . . ,', para luego continuar afirmando que
,' p*rl.o:o ihisio, un parricipanle en ei simposio, afirma como resulüa«ro quc es
la palabra se ha "perdido" y que ha sido sustituida por el castellanicismo "ilusorio" buscar un significado único que comprenda todos
los senddoi de la
" estancia" ( I 973 : 4-<) t.
198).
1

palabra (1981: :

En resumen, la palabra ayllu parece encerrar, para ros puebros andinos,


unos significados tan comprensivos como los que connota en castellano la
palabra "grupo". l-a tarea que tenemos pues ante nosotros no es la
de suponer, I
la existencia de una raízo de un sentido aborigen de la palabra, sino la de
investigar a qué hace referencia específicamente Ia palabra en cada caso
particular.
-como
era de esperar, nmbién en yura la palabra ayllu ü.ene múltiples
significados y, sin embargo, es un concepro que agrupa los principios
fundamenales de las relaciones sociales. En cienos contextos, ayllu alude
a
parentesco. En este nuesEo estudio, ayllu no refiere al sistema
de parentesco,
sino a las grandes agrupaciones a las que perrenecen los yura según la
localización de sus parcelas de labranza. Estos grupos son llamados- jatun
ayllu (ayllu grande) cuando es necesario diferencia¡los de los grupos rle I
prrenrcsco. .._ ...**_:,".. ! !:¡r: L?._ --J...1
Es cieno que es frecuene ra pertenencia a un mismo aylru de personas,
emparenadas; pero ello se debe a que la gente va heredando derras de aleúnj
territorial, y Harman (1986) sugirió que en yura las raíces del aylru antepasado común. Pero ningún comunario yura asevera -no hay et conc"lt/
se
' fuhdamenuban en el parentesco, pero que las presiones del dominio
colonial cultural companido- que todos los miembros de un determinado ayllu sean
.'' desgluyeron esa base organizativa. rn bmrato, Ecuador, Butler (19g5:
r95) parientes. En general, en Yura, la conciencia genealógica ,n rrntolirirudu. I
encontró que en el parentesco (con un elemento ariicional de control político) la mayoría de ios informanres encuentra dificultoso recordar
"r
yace.el núcleo del concepto de,ayllu; es decir. el ayllu se forma sus lazos de ]
. oet parentescá I pÍuentesco más allá de sus abuelos y tampoco reconocc a sus pzfientes
I
( (
55
51

colarcrales, salvo a aquellos con los que tiene bisabuelos comunes. Tampoco I
los terrenos que poseían antes del marimonio en el ot¡o ayllu. Algunas
'I óoriciben, los miembros de los ayllus, la existencia de un vínculo de
parejas, en las que los cónyuges provienen de ayllus diferentes, continúan
' parentesco proveniente de algún antepasado mÍtico o muy antiguo del que 1-participando acúvamente en los ayllus principales de cada consone.
desconocerÍan los eslabones específicos. De ahÍ que potiemos decir que los
La organización de estos agrupamientos se hace más compleja por el
hecho de qüe las tierras asignadas a cada ayllu no son necesáriamenE
ayllus no son linajes, que racen su ascendencia por Iínea paterna o marcm4 i
conüguas. Por ejemplo, en el ayllu Wisijsa, un segmeno de sus derr¿s está
ni clanes, que propongan lazos con un antepasado epónimo. Los ayllus de
separado por muchos kilómelros del conjunto principal del ayllu. En forma
Yura tampoco son lotémicos, en el sentido de que un animal, planta u objeto
panicular sea asociado a cada grupo. De hecho, los jatun ayllu de Yu¡a no similar, ot¡o ayllu, Qullana, controla derras situadas en el á¡ea sur del
parentesco. territorio, en el yalle de Tharuka y en Phaiha, así como en el valle de Taru en
están fundados en un principio de I

el none. Sin embargo, se puede decir que los ayllus tienden a ¡eunt en una
Convencionalmente, se dice que hay cuatro jatun ayllu en Yura:
región sus tierr¿s. Aunque los grandes ayllus no conformen unidades
conforman una estructura organizativa que incorpora a loda la población yum
ñl geográficas compactas, cada uno de ellos ocupa porciones consider¿bles de la
y se extiende por los dos mil kilómeros cuadrados del terriorio. Los ayllu
superficie del cantón.
Yura son, pues, agrupamientos de personas que contro¡an las derras de una I

La organización de los ayllus de Yura


mediante la recolección ffiPtgilg , ," celebración de cieros actos j
Como se dijo anteriormente,'sise pregunta a un informane cuántos ayllus
simbólicos estandarizadosi&É de¡éctos"de,sus miembros sobre sus parcelas i
hay en Yura, la respuesa es invariable: cuat¡o, y la mayoría de los
de Erreno. Si se consideá5áiñffii¡'iicü de h üena en una región en quei
. la agncultura es, a pesar $4af-ft¡rtiraí iüficuftades con las que uopieza,i informanes procederá a enumera¡los: Quitana, Wisijsa, Qhurqa y Chiquchi.
Sin embargo, pronto se revela que el sistema no es un sencillo y que estos
la actividad económrca pt##i¿üá:iiUr lomprender el anhelo común dell
crÉtro grupos son en rea.lidad agrupaciones inErmedias de una jerarquía
asegurarse un conkol ,;qg:.!i{fs9ñ: los campos de culrivo. L99[
ascendente de cuatro niveles. Es decir, que estos cuaro ayllus se agupan
ayllus son, pues, la respiÉrta-),rra ¿ -una necesidad claramenre sentida.
un ayllu implica mucho más que para formar enüdades mayores y Embién se subdividen en unidades más
Sin emba¡go, paficipar en el
pqtEñas.
simple esfuerzo utilitarista de conse¡va¡ el conuol de tenenos. El ayllu es
- .- -'_-_ta.Ittb¡én Erl el niv€l m¿ís alto de gener¿lización, es pefrecEmente co¡recb refcri§e a
medio par¿ categorizar a los seres hümanos y est¡ucrura¡-la-
un '
seiedád - odo el tin.,,tón de Yu¡a como á un úniéo jatün ávllrr. Cuando un comuna¡io
, .La perenencia a un ayllu depende de la posesión de pa¡celas. Cada dice: "Yura kaniy" (soy yura), esul refi¡iéndose a su palicipación en ese ayllu
de nivel máximo. Pe¡o esa unidad general se divide en dos mitades que son Ia
. rerieno de labranza es "asignado" a un ayllu y los yura Pagan su tasa o
' ihiruesto a los funcionarios de ese ayllu y parucipan con los demiis miembros manifestación superior de un principio de dualidad que fundamenu todos los
. conceptos yura de organización. Así los ayllus Qullana y Wisijsa se reunen
de su ayllu en los ritos y fiestas comuniurias. Mucha gene que posee derras-l
para formar la Mirad de Arriba, que andguamente se llamaba Anansaya'
en más de un ayllu podrÍa dinamizar su pertenencia a varios ayllus; sin ¡
mienEas que los ayllus Qhurqa y Chiquchi forman la Mitad de Abajo o
embargo,- los yura tienden a limiúr su actividad a.l ayllu en el que poseen sus I
-.- ',-!*,*p'd,celas.más i?nportantes,y, generalmente, establecen su residencircercade.l *: Urinsaya-F.ina.lmente,.los.cuaEo.ayllus sasubdividen.e¡r diez ayllus menores.l
ellas. Qullana se fraccrona en cuatro mientras que Wisijsa, Qhurqa y Chiquchi se
-JI.a fragmenlan cáda uno en dos para alcanzar un toIal de diez ayllus menotes. L¡s
residencia puede, natumlmente, cambiar dumnte el transcurso de Ia vida'
particulamente después del matrimonio. Las esposas, y en menor grado los cuatro segmentos de Qullana se llaman Jatun Qullana, Sullk'a Qullana'
Qhapaqa y Agregado o "Ariaw". Wisijsa se compone de Wisijsa Qullana
y
esposos, llegan a ¡esidi¡ la mayo¡ paíe det tiemPo en zonas ce¡canas a las
' paftelas del cónyuge y participan en la vida coúdiana y en la§ fiestas del ayllu Sawlli. Qhurqa conüene a Jatun Qhurqa y SuLlk'a Qhurqa, y Chiquchi esuí
ambién compuesto por un segmento Jatun y otro Sullk'a. Los términos
correspondiente: es decir, el matrimonio puede raer consigo una afilirción
Llo "jatun" y sullk'a" pueden ser traducidos por "grande" y "menor",
nueva de ayllu, Sin embargo, conservan simul!áneamenrc süs derechos sobrel I
) )
56
¡

respectivamente. En los tres casos de ayllus "sullk'a", se puede constatar que,


bfectivamente, esos.ayllus poseen menos miembros que los ayllus "jatun" y
i¡ue las parcelas que se cultivan en los primeros son, generalmente, más
pequeflas que las de los segundos. El origen de esta diferencia es aún osc¡¡o; o
(E !
en el capíulo sexto se plantea la posibilidad de que tenga relación con ciertos
cambios en la sin¡ación de la población comunaria ante el Estado.
Para los yura, el sistema es mayormente implícito.'Aunque todos conocen
los cuatro jatun ayllus, y aunque saben los nombres de los ayllus menores al
jatun ayllu al cual pertenecen, muchos no están enterados de los ayllus 1

r!
menores de los otros ayllus grandes. Otros informantes (sobre todo, la gente + )
(t
mayor de ambos sexos) pueden recita¡ fácilmente toda la lista de los jatun ¡ (!
ayllus y sus subdivisiones. Estas agrupaciones de ayllus proporcionan tanto r' :=
.3
una manera de identifica¡se socialmente como una lista de categorÍas sociales. I

Los niveles distintos se hgcen más evidentes en las acciones de las varias i
I
fiesus, como veremos más?delante
Los yura distinguen los diversos niveles de los ayllus según el contexto y o ;-á'
no sienten la necesidad de atribuirles denominaciones especiales. Nosotros en
Eq
cambio, para t'acilitarnos la tarea de diferenciar los niveles, utiliza¡emos los
términos "cantón Yura" o "ayllu uniurio", las dos "miudcs", los cuatro
5;
.=€
"ayilus mayores",.y los diez "ayllus menores". La Figura 3.1. un diagrama de
los ayllus, es una presentación del orden global que muchos yuras describen y I
a

que han aprendido. La forma del gráfico, sin embargo, es nuestra y no de c


6
ellos. I

- Decú que un individuo penenece al ayllu mayor en el que están situadas


o
_ _s_u§ ligrr?s es, hasla cierto puqto, corecto. Sin embargo, da(p-qu-e la
disribución de las parcelas no octure en el nivel de los cuatro ayllus mayores I
)
d
sinb en el de los diez ayllus menores -los yura pagan sus tasas a un ()
, funiionario elegido a ese nivel- la pertenencia a uno de los cuatro ayllus f a
.o
ma'|o.es resulta ser consecuencia de esa afiliación anterior. las personas se o
N
identi-fican en prirn€r lugar con el ayllu menor al que le han sido "asignados" I
d
sui,terrenos, y esta identrficación trae a su vez la asociación a uno de los q
óo

cuauo ayllus mayores. U E


U
: r - ,: ::.i , .,-,*,,lfambién a este.nivel emerge el problema dela falta de contigüidadde los.. q
, teryenos asignados a los ayllus menores. Aunque, como dijimos' l')
aniériormente, los cuatro ayllus mayores tienden a reunir territorialmente sus 6l
z L
jurisdicciones, los ayllus menores situados en su interior se encuentran o¡¡
.9 ?:
profusamente enfremezclados. AsÍ, aunque las parcelas de una determinada U
1 zona pertenezcan todas,'por ejemplo, al ayllu mayor Wisijsa, luego de una ¡)
inspección demllada se llega a distinguir las parcelas Dertenecientes a uno u
otro de los dos ayllus menores de Wisijsa: Wisijsa Qullana y Sawlli.
( (

58 59

Fn lo que a las mitades se refiere, han caÍdo en desuso los antiguos nuevamente en dos. Tres de estas suMivisiones se dividen igualmente en dos,
. -r .:, tr,¡::.1.: ii:,:'- , .,,norpbres de Anansaya y Urinsaya, los mismos que designaban la mitad de mient¡as que la cuaru (Qullana) sufre una especie de desdoblamiento del
' ariba y de abajo, respectivamente. Estos dos nombres aparecen todavía en principio divisorio al ser dividida en cuatlo. Una manera de visualizar este tipo
documentos tributarios de hace cien años y algunos informantes de edad de organización es representándola.en un círculo, como se ha hecho en la
awanzadarecuerdan haberlos oído mencionar en su infanbia- En la zona aledaña Figura 3.2. Allí podemos ver, más cla¡amente que en lpFigura 3.1. que todo
/ de Toropalca, que en el pasado formaba con Yura una misma unidad étnica, grupo es incluÍdo en ouo mayor y que los individúos esán inmersos en
estos nombres de mitades conservan su vigencia; sin embargo, aunque han múltiples niveles a los que deben lidelidad.
olvidado los antiguos nombres, los yura no han anulado la vigencia de las dos El diagrama que vemos en Fig. 3.2. es un modelo conceptual de la
mitades del cantón. Los de Qullana y los de Wisijsa actúan siempre juntos en organización yura, no una representación espacial. Sin embargo, muchos yura
'los.rituales,
en oposición a los de Qhurqa y Chiquchi. Una mujer expresó imaginan que los ayllus conesponden aproximadamente a los cual¡o puntos
'bien esta bipartición cuando dijo que Wisijsa y Qullana, eran "como cardinales y que dividen el territorio en cuatro porciones. Si se hace
hermanos" al igual que Chiquchi y Qhurqa. Algunos informantes de Chiquchi absracción de las discontinuidades territoriales de los ayllus, este esquema de
' , indican que todavía en años recientes los de la parcialidad de arriba motejaban a distribución geognáfica se ajusta en gran medida a la realidad. Comenzando por
veces a los de abajo llamándolos "Urinsayas" durante el tinku de San Juan . las úerras de Qullana al sur, y subiendo en dirección de las maneciilas del
que se libra el 24 de junio y en el que las dos parcialidaáds se insultan y reloj, comprobamos que et ayllu Qullana ocupa la mayor parte de las tierras
combaren con agua. Los de Chiquchi y Qhurqa no podían responder llamando del sur y sudoeste. Wisijsa tiene úerras en el oeste y noroeste, mientras que
"Anansaya" a sus oponuiÉes, puesto que toda la comunidad reconoce la Chiquchi se cenra en el este y sudeste.
, superioridad de la mitad de arriba. Un informante dijo que los Wisijsa y Esta manera de visualizar la disposición geográfica de los ayllus de Yura
Qullana eÍan unut -la cabeza- de Yura, aunque (y ai conuario de la metáfora trae naturalmente a la memoria Ia organización del Tawandnsuyu que, a utra
corporal que Bastien [1978] enconró en Charazani) se negó a considera¡ a los escala muchísimo más vasta, dividía en cuatro porciones el inmenso territorio
'Chiquchi y Qhurqa como los "pies" o cualqüer otra parte del cuerpo. de lOs incas. Por cierO que así como los cuatro suyu del Estado inca venían a
los nombres de los ayllus mayores no poseen ningún sinónimo o, por lo reunirse en el Cusco, así, en Yura, todos los cuatro ayllus mayores, de hecho
menos, no lo poseen para los yura. Cuando a un miembro de.Qhurqa se le nmbién todos los diez ayllus menores, poseen tierra en la vecindad de Yura: el
pregunta qué quiere decir el nombre de su ayllu, este responde: "Sutilla" (es
' ,
pueblo central y capital del cantón. Aún denuo de la aldea de Yura, los paúos
solo un nombre). Qullana es un nombre de ayllu muy común en toda la zona *---{
1
__ -- - _ -afiliados- qon los diferentes ayllus menores tienden a agruparse por las cuaro
- -:*-anFna- uidema, poi ejemplo, ha indicailo que la palabra connota los partes. E! renombrado sistema de ceques (Zuidema 1964, Wachtel 1973)
conceptos de "el primero, el supremo, el prominente," y que en el parece ser análogo a las acciones de la fiesta de Camaval, que descnbiremos en
_,'.,- *.-- .._. _.*._.pe4samiento aymara, el término qullana puede ser asociado al sol como el Capítulo Diez. Como explicaremos m¡ís adelante, es ciero que los
representación de lo divino (1964: 164). También hoy "Qullana" es antepasados de los yura fueron incorporados aI imperio de los incas, aünque
comparrido por ambos idiomas andinos y araviesa las fronteras lingüísticas este acontecimiento ocupa un perÍodo reladvamente fugaz en la historia de la
apareciendo tanto en zonas de habla quechua como aymara. Por ciero que esta etnia, cuando se la compara con las magnitudes temporales de los peíodos
. comunión es también histórica puesto que los anfepasados de los yura anteriores y con la du¡ación del dominio espariol. Sin embargo, es posible que
,,s irrc¡¿.-:i,¡¡r;eti¡4blaban aymara=en el siglo XVII. Un co§o de los diccionarios aymara y- i
I el modelo,'de-. organitación, social" que'conocemos fuera importado o
l
.f qugchua disponibles (Bertonio 1612; Cotari 1978; Rica¡do [1585] 1951; I
impueso durante el período incaico. Por otra p:ute, ante la presencia de
Santo Tomás tl5601 1951b; Lira 1944;Lara-l97l: GonEa.lez Holguín Ii6081 i similares modelos de organización en otras regiones geográficas' como
las comunidades altiplánicas de Huachacalla y Jesris de Machaca
i

1952) no arroja ninguna etimología definitoria de los ouos t¡es nombres de en


' los-ayllus maYores de Yura.
i
(Albó et al., 1972), por ejemplo, es justo suponer que nos hallamos ante
'
I

. ,rResumiendo, podemos decir que en Yura encontramos un modelo de ,


i
principios de organización muy difundidos y antiguos que se han adaptado a la
divisiones duales que se disgrega en conjuntos de pares: la totalidad del ayllu '
i
' políúca de la colonia española de concentrar las poblaciones andinas, las
Yu¡a se divide en dos mitades o parcialidades, cada una de las cuales se divide é¡t
J. rerlucciones. I
I

) I
)
6l
¡

, Sin embargo, cuando se vuelve a contemplar los rasgos especlficos


del caso Yura, se constata que la siturción es mucho más compleja de lo
que podría implicar una simple división cuauipartita. una descripción
I de los detalles de la disuibución de los ayllus menores en Yura se
*rpt"ta
haría muy tediosa; baste entonces unos pocos ejemplos para explicar mejor ei
i sistema.
I Enue los ayltus mayores, wiSijsa presenta un ejemplo interesante.
del
I
I
Convencionalmente se dice que este ayllu esUí situado al oeste y noroeste
Sawlli Ohaoaqa canón. Así es en efecto, pues6 que uno de los ranchos más occidenrales del
cantón Yura es Qhipi chaqi, que esUí filiado a wisijsa; y otro rancho situado
Agregado
t en el borde norte del cantón lleva el nombre de wisijsa y constituye
el único
ejemplo de rancho que lleva el nombre de un ayllu. Sin embargo, más al sur
I
sullk a oullana I
.iirtn varios ranchos muy poblados y situados cerca de la capital del cantón
A (Churki Pampa, Panawa y Sitis Mayqa) que pertenecen al ayllu menor
el sudeste'
Wiri¡r- Qullana. Otro rancho situado a varios kilómet¡os hacia
I
Wisiisa Oullana
Jatun Oullana
ftrutita perrenece igualmenre a Wisijsa Qullana, pese a encotlEarse ai final de
Y
un valle árido en ei que domina el ayllu mayor Chiquchi: y el ayllu
menor
t' I
.l sawlli de wisijsa tiene aglomeraciones pequeñas de tierras en la zona de
UF;N Y¡1 i3iun Churqa I
pastoreo al sur, Phajcha, y nmbién en el vaile dei río Taru ('réase de nuevo la
Jalun Chiquch¡
+
OHUROA
Figura 2.1).
Phajcha, cerca del borde meridional del cantón (y, de cierta manera' la
región más aislada del canón Yura) goza de una situación pardcuiar en el
Sullk'a Ch¡quchi Sullk'a Qhurqa
.r!u"*u organizaúvo. Su topografía la componen varias pequeñas planicies
intervinculadas y rodeadas por colinas. La mayoría de los ranchos se han
de
í§entado s¡ las faldqs de las colinas;Phajcha es-pnncipalmente una'zona
pastoreo, pues se halla a m¡ís de 3.700 metros s.n-m. y sobrepasa los límites
para el cultivo del maí2. Sin embargo, los pastizales de la zona no son
t-rl particularmente ricos debido alaaridezdel suelo, y los trabitantes de Phajcha
a se han adaptado a las condiciones de su habitat convíruéndose en los alfa¡eros
de Yura- Esta actividad les ha permitido superar las limitaciones de la
altura.
t, de la organización
Figura 3.2: Una visión altemativa
Los alfareros de Phajcha llevan sus producos a los valles bajos de Yura donde
I

de AYllus I

, '": frr##;,Tlí'*¡"n" re han establecido fólarltnte dos avllus menores:


Qhapaqa y Agregado, los mismos que pertenecen al ayllu
mayor Qullana'
aunquó áoi ayllus menores poseen úerra en otras regiones, se dice que
rna¡iha ".o.
es su "hogar". Algunos yura hablan de una especie de conradicción
,¡' dentro de Qullana enrre la pareja de ayllus menores localizados en Phajcha'
't. Qhapaqa y Agregado, y los oros dos ayllus menores' Jatun y Sullk'a Qullana'
¿
( (
ó3
I 62

revelan que, desde l83l haslá 1847, el Esudo captÓ, median@ la "contribu-
:.. .,...r Las obligaciones de particiPación en €l ay¡lu ción indigenal", el 3lt,5Vo de sus ingresos toules (Sánchez - Albornoz
1978:198). Desde ñnes del siglo XIX y con el desarrollo de la minería, Ia pro-
i , Históricamente, el deb€r más impoíanc era el pago de la tasa o impuesb
porción de recursos fisc¿les provenientes de la tasa fue disminuyendo consán-
predial al jilaqata del ayllu. Hoy' la equiYa.lencia monenria de la tasa se ha Emente. Hoy, la tasa tia sido abolida en varios depanamentos pero, en Potosí,
ieducido al mínimo pero esto no fue siempre as/No cabe duda de que los conúnúa alimenundo al Esoro del deparbrnenb.
ayllus existieron y que fueron adoptando dive¡sas configuraciones mucho antes En un nivel pr&tico, la tasa sigué siendo un factor de unificación para lojJ
' Oq la invasión española det siglo xVI. Sin embargo, en cieno sentido' fueron
ayllus, aunque haya carnbiado la din:ímica interna. [:s revisias r€I¿adas a la
las estructuras estatales ideadas por los colonizadores y luego por sus zona de Yura revelan que allí, como en el resto del ¡áre¿ rural boliviana, los
sucesores de la república bolivia¡¡a los que "congela¡on" la forma de los ayllus cabecillas de las unidades domésdcas eran subdivididos en tres categorías:
durane los pesados siSlos que u-¿nscurrieún desde la primera incursión de los originarios, forasteros y agegados. La pertenencia a una u ora de esús
hemanos Pizarro al Qullasuyu, hasta el siglo XX' El Esado colonial y luego categorías dependía del presunto origen local del ributario (o su supuesu
el.Estádo criollo d€tuviemn los procesos de cambio estructur¿l €n los ayllus migración posterior a la comunidad); estas categorías hjaban el monm de la
para facilitarse las areas adminisrativas y las de recaudación de tributos y
lasa que se debía pagar y además determinaban aparenrcment el nivel social
t2s¿s. Hasa cieño punto se Puede afirmar que los ayUus de hoy en Yura son del ributario. Un examen de los registros de las revisius del siSlo XIX,
el resultado de imposiciones del EsBdo.
, ' ,. DuranE el período colonial y los primeros año§ de la República, el aparao _- realizado con la cooperación de Inge Harman, reveló que esus categon'as. que
're¡audador de la tasa tuvo gran desa¡rollo. Desde 1575 hasta 1880, se
=-> durante mucho tiempo fueron consideradas casillas inflexibles que
determinaban las posibil.idades de una unidad domésüca a acceder a las denas

'
'
destac¿ron comisiones que inspeccionaban sistemática y periodicamen@ bdas
Ias comunidades indÍgenas de las provincias. Estos funciona¡ios realizaban i de una comunidad, iodían con el transcurso del tiempo, ser manipuladas laDto
¡nr los individuos como por et gupor. A despecho de la importancia de est¿s
de la poblaciÓn de cada ayllu adopando para su conubilidad los caegorías en el pasado y de su acual vigencia en vari¿s zonas de Potosí, fos
"énsos
agrupamientos sociales existentes. La t¿sa a ¡ecauda¡ era c¿lculada sobre la 1
yura de hoy las han olvidado otatmente. Este hecho dificulta la clarificaciÓr¡
- base de estos censos llamados revisius. Examinaremos con mayor dealle I
del actual sistema de la tasa ya que ha desaparecido )a lógica que moúvó está
esas rcvisias en los capílulos cinco y seis' t paflita de los tributarios en oriSinarios, agregados y
' Es¡á bien establecido que la usa era un impuesto per cápita que tenÍan que
antigua división
forastems.
de 18 y menores de 50 años, ya que éstos
' componían la categoría emria del ribuo eiundo los gobiémos rcpublicanos de.iaron de efectua¡ ¡evisios a partiJ de
---y¿gartodosiosvaones'mayorcs durante la colonia Sin embargo' con I
1880, c¿so también la ¡eactualización de los cambios ocu¡ridos en los ayllus.
et.riámpo, esta capiación se convinió en el pensamiento de los comunarios' I¿s unidades delimiEdas hasu entonces se hicie¡on inalter¿bles y se han
.. ': . e¡ ün impueslo'cÚyo pago les garantizaba derechos sobrc-sus tierras' Es conservado hasta hoy para todo lo relacionado a la recaudación de la tasa.
posible que esta transformación concepuu.l fuera a'lenada por los ¡ecaudadores,
. áonque resulta difícil determinarlo desde la perspectiYa de nivel locai que
Consecuentemente, las calegorías de originarios, a$egados y forasteros fue¡on
perdiendo su vigencia a medida que las unidades domesdcás iban ajustando las
.' hemós adoptado. Seá como fuere, en los registros censales posteriores a 1830 lasas a las paniciones de he¡encias, a la extinción de linajes y a la compra y
iel,zan a aparecer nombres de mujeres y nifos que pagan la tasa, en - ' . veflt¿.de,-tierras*Las. sucesivas-he¡encias-¡gparticiones han-hesro"menos-*.*.--=-],
. lgemp azo vañiies ributa¡ios fallecidos. En algún momento del pasado' Ios insolio que grupos de hermanos compartan una misma parcela. se la dividan
yura d ejaron dé considerar la tasa como una capihción y vtnreron a en mitades o cuaros y del¡nan enue ellos los criBrios de rcpaÍición de la tasa
consider¿rl a como un impuesto predial que pagaba el ayllu y que se disribuía que deben pagar mancomunadamente. Algo similar ocurre cuando un individuo
entre las unidades domésticas que poseían úerras en é12. Al pagar la tasa, la llega a deber varias fracciones de lasa a diversos ayllus menores por haberlas
familia yura aseguraba sus derechos a la tierra en el sistema del ayllu. heredado a tr¿vés de diferenes lÍneas familiares. Existen cásos de familias que
La lasa no fue sólo un medio para subyugar a la población; Émbién sirvió compaien una t¿sa aunque apenas se conocen y no recuerdan eso¡ vinculadas
p ara aportiu una porción conside¡able de recursos al e¡ario fiscal,
p aíicularmente durante los primems años de la República. Cálculos ¡ecienes q¿ por ningún parentesco.

I
) )
65
u
"acompañar" a las auoridades de su ayliu
,
,Sin embargo, conviene no exagerar la úpicidad de estos ctsos ya
que hay embargo, la obligación moral de
no*" qu" su mayor vigencia cr'¡ando
.. , _ . ,fnuchos ejempios de parcelas indivisas o en las que se ha efectuado sólo una durante las fiestas. f,a,.
"t "dqü"re
quienes están desempeñiándose en algún
.
p.u"iOn. Las personas que heredan úerras de dos líneas familia¡es en un exis@n vínculos de parentesco con
Sin embargo'-el^-"fiestero"
mismo ayllu menor también pueden "fusiona¡" su propiedad pagando la tasa icargo o residen ,n .i-*it*o rancho'presencia en. una liesta sac¿ndo a
'"consuetudinario siempre justificar su
esúpulada por la revisita por la extensión que cubre la suma de sus
parcelas. @ní
de quien auspicia los agasalos'
Segrin los yura, estas tarifas fueron esublecidas "visiramantapacha"; es decir,/ -Ltu"lt tu pertenencia al ayllu
obligaciones sociales potenciales que no se ven
en el dempo de las revisitas, antes de las divisiones y reagrupamientos, y ,/E*irt"n muchas otras
sirvendemarcoderet.erenciaparalasreparticionesactuales. determinadas po, t" p",,tnt'itiu o afiliación a uno u oro ayllu' Nadie

Hoy, las tasas se pagan en cuauo tarifas: iskay chunkapi, chunkantin o encuentfalimitacionesenlaeleccióndesusvírrculosscialesytdosescogen el
' su parentesco ritual o sus relaciones
de intercambio' sin Dmar en cuenta
chunkapi, tirsiu (en castellano, tercio) y medio tirsiu. En 1979, el medio tampoco limitaciones a niveles inferiores
drsiu equivalía a Sb 5; el tirsiu a $b 10; el chunkantin a Sb 20 y el iskay ayllu. El matrimonio *
ai ayttu uniurio.
"i"u.no"
Aunque existe marcada preferencia a conuaer
ciruntapi a $b 40. Se apiica esra última tarifa en muy pocos casos. Pa¡a .una
los matrimonios enre.miem^bros de
1987 eias tarifas se habÍan aumentado para tomar en cuenu la inflación matrimonio al interior J.i"tlf" de origen'
los que se conce{3n enEe miembros
desenfrenada de los últimos años. Medio tersiu, por ejemplo, ya llegaba a Sb. diferentes ayllus son nn comunes como
de un mismo ,vtto.
pái orrpafle' el matrimonio al iniárior de un mismol
i- 500,000 en 1987; pero eso equivalía sólo a USb 0.25. Todas .stas tasas sel es1!t11idas sean
cancelan una vez al año y, generalmente, son grupos de hermanos adultos
y valle no implica necesariamenrc que las uniones .asien una misma zon4'l
Los de inflación han ido - endogámicas yu qr" ,uiiá"vu;pueá* estar locatizados
ng personas individuales quienes contribuyen. años
encueilran varios ayllus menores'
, mermando el poder adquisitivo de est¿s sumas de dinero; pero aún antes, las Así, por ejemplo, en el valle de Taru se
Es a nivel d" C*p?
czfttidad¿s eran insignificantes en cuanto a su poder adquisitivo. tanto Je Aransaya como ¿c Urinsaya' :1':-: 9u" :l]
partidas de
I
g.nuAá*e-enOOiamo' Un examen de las
Los poseedores de parceias saben a qué ayllu deben pagar sus tasas y qué t marimonio
, , ", negistro Civil de Yura.que haga
'

montos deben cancelar. Esta información la "heredan" de sus parientes,


junto I maEimonio inscritas po, i^ On.iAiá Oet
vecinos y de los conuaÍdo: entf:
. abstracción de los matrimonios enüe
1

c_on las tierras. Si se da el caso de que entre hemanos


y hermanas deciden
una lasa de endogamia muY
parcelas dividir necesariamenrc la personas pro".o.nt", á" áoo' t-ton"s' revela
diüdirse la tierra (y es posible dividir las sin
con foraseros son muy ocasionales
y
tasa), aolican la urifa más apropiada y, así, los herederos son informados por elevada entre los yrrltt '"*monios fagor de gran
la pertenqncia a un ayllu es un
,

, sus ;"dr* tl§|¡¡pr ejggrptó, oluen iagar un rersiu y ya no un chunkantin. l J ocuren rara vez. Sin
"*irtgo, de r-rna persona e incluye
incrementan el monto de la tasa. como i i*po*.i" en ta ¿efrn-;ciJt"¿" lri¿"nüdá pública
tas autoriOaOes-Oep?rtamentales
-Cuando
ha suc«üdo numerosas veces durante los últimos veinticinco años, no hacen oá ,* gama de características sociales'
y los
hrilgr;iguientes a ia organización_de los ayllus
,
rnás que reajusmr porcentualmente las cuatro tarifas. Todos aqueilos que, de volveremos." y en el
': .'-.'' el sistema de la tasa poseen un deberes comuniurios ?-."rrr miembros en ta vida social de Yura
alguna manera. denen relación con aurócbnas. I-a imporUncia que
conocimiento detallado de los aspecos que les conciemen, pero nadie parece desenvolvimiento del sisrema de auroridades
a bca¡los una y oEa vez en el
denen estos temas nos llevará a menudo
,

poder sintetizar en un panorama claro todo el sistema y su evolución hasta esta breve introducción fue orienur
al
- Ilesar a su estado actua.[; lo miis que logfan los informantes es suministra¡ transcurso oet estuoo]-gip.porir de -
já, .vu^ p"o-poder. pasar a esrudiar sus expresiones
particulares. I-a descripción que aquí hacemos'del sistema ' "'-'- ' lecror en ta naorateza oe
--.e !e.i *.,.-.;*¿flips de-.aspec.tos ,-
rimales Y sociales.
de asa es el fruto de resúmenes y confrontaciones que hemos hecho de
muchos informes contradictorios y de nuesuas investigaciones en a¡chivos.
Además de pagar la tasa, el miembro de un ayllu asume las obligaciones
inherentes a los cargos autóctonos de autoridad, tal como veremos en los
siguientes capítulos. Limitémonos aquí a indicar que la asunción a uno
de

estos cargos es para un yura una experiencia muy valorada. Los comunarios
I
que en un año determinado no ocupsnruno de esos cargos, sienten, sin
( ( :

RostrÉrorrskl de Dlez canseco, .¡ 1993. 5/ Ei tjuallsmo en el gob¡erno


ESTBTTlti-ds AIJDINAS D5., PODER fns tl to de s tudlo s
P elu¿r¡b S
d os paites ,la
u na llam a ba n A¡ an r¡zco
v la o tra U nnc uzco
t P mo ri YO d est a d ón at ri b uyen dos herman os q u ca da
u no lúzo ca b
d e nal
de Ii¡ a o d ba¡d o' '(x
elaciones Geo 8rá ItcaS
8 8 5, T omo 1 8 0)

5 t' § obrc las vl sl o


Por mirades M a tie T]¿O d ec¡ a q u e los cu ra-
Es(Ui:.tA ó¡
AROUEOL06IA
cas v P nr cl Pai o s P n ncr Pes DA tu rales d e os ln dí gen as
d rilismo en el o o v OTEC^
E1

d 1 os cLtfir az s os
v
@¿
os qu gobernab an v m da ba n coll Duy gran
día q u
ert o Añ

En ca d e ¡ePe:-tilx
un a q ue se d
parcia.li 0 ad ti
c c f iov ltc¡ v do P a rcr alid ad
d Hanansaya v otra d H unnsa a Cáiia
u n ca cl q u Pn DCIPal ue man d 1 a os
.q
I !?z )
\ pri¡ CIP .l motoS de s u P arc alid ad, v n C s en
LO LARGO d e caP tu o sob d ob le D] a n A o d e los e ercl tos du- e
a maD d ar a los de la o tre to q ue el cu rac
ran te l¿s c0nq ul squ n AS h emos i d o m e n clonaD do a los P a de la
Pa rclal a d de hanasaya el Pn nci P al d od a I a
c uñr c¿5 yen ct d os Po I v coD frccu encla la informa cl ón vln z a q u otio de h ns a ya b ed ce en
seña.i a a dos Pa¡a ca cu racazgo.2o
Ias cosas g ue d Ti ene -l d ha na nsa v a el mexor u-
E d u al da d n ota tamb el Cus c o p NfDI rvo an ga¡ ¿ n os v en todo 1 o d emas q n
d el a d P od o 1n cal o qu se ab a de un z tit u- c a n su oro en Los d e a Parcr al dad d h ana n§á'; a a sten-
cl ón P rSln c a c¡ P a arar n u ros coDce ptos v d esP as d
taD a la mano derccha y Jos Ce hurinsaya a la mano ü.
fo¡maciones y errores interpretativos d e la hi st o na Inc na !-rad a quierda, en s¡r&asientos baxos que llaman duos, cada uno
por ios cronistas e intérpretes espaloles en los siSios XVI y XVIi' por su orden. . ." (Matienzo 1967: 2Ol .
buscaremos la rca[dad andina en las noticias de los diversos cu'
¡acazgos que conprendíaD las "provincias" riel Tahuantir»uyu.
La eistencia de los dos bandos, ya fuesen Hanan y Hurin o Allau-
cá e lchoc es una antigua cosrumbre panandina. üienras en cier-
Al hallar ciertcs Patrones y esquema§ duales cn las estructu- tas regiones se designaban les Eitades como a¡¡iba y abajo, en
ras rcciopolíticas de los curacazgos, Podemcs sugerir gue los seño-, otras Ia divisióu de derecha-izquie¡dá mantenía el concepio del
res del Cusco Do diferían en ese se¡tido de las demás etnias. esquema dual.
Más aún, cncontranos la aJirmación que una cierta organización
era impuesta por io9 Incas después de conquistar una región. Tra- ,los Con el auge del Incario surgió una organización decimal de
tenos de observar,Éuáles eran las t¡adiciones locales y en qué con' curacazgos y,-segun la mayoía de ies fJentes, este nueyo sis-
sistían los cambios ordenados por los soberanos cusqueños. tema fue aplicado por el Incá Tupa yupanqui. en las tierras que
iba. conquistando y alexando a su gobieroo, En ot¡as palabrus,
En la descripción del Cusco de 1650, hecba por Vasco. Con- .
'este soberano impuso el ordena-oie¡tá de.los señoríos t
treras y Valvcrde, se dice que "anüguamente se divide esta ciudad gas y paihacas etc. con el objeto de ll"rur.u"oto
for'fu.--
¿i l"'po¡1"- :,
,.'§.
:. ¡\\!
ciótr existente ea cada rcgión, y sabei la fuena de rabajo iispo á),\' t Jl
20. CoBo u¡ cieupto más o:areoos e los Cuvo, gobornados por dos cu-
racal roo so a¡rcllidaba ApolsFE¡¿ dc Heoansaya y eI ouo Ya-'nquclalaoa nible para las granries obns estataJes'como caminos, pu"n,"r, l''rr.:,o
ll"
",
ll
tros ad!¡inistrativos, ejércitos, e¡c- Además el Inca quitaba y".r-
do Ilu¡iltsrf¿ (Santa Cruz Pachacuti i968: 300). po t\..i ',lt
,J i_

W:'i'
,16 ;
) )
Rostworowskl
5/ E! duallsmo en el goblerrc
117
nía a voluntad a los señores locales que Ie parecían ser adictos '

a la política cusqueña e inclusive elegía por caciques a yondcona cs: "bando de a¡riba,, y Hurinsdya que dice ,,bando
,-,.-..!
:i ' 'r!
(Rostworowski 1977, lg77b, 1978).
. 3bajo" y ea cada parcialidad aestos hay
de

ralirireyi organiiacióñ incaica impu'esta a los señorÍos conquis- "., y ot¡o menos orincipal que se llama en "rro"opá-.ipof
su lengua yana_
tados afectó.iaturalmente las organizaciooes locales existentes ao- paque ques,.ayudador,, o.,.coropaiero,, y
noro,aJl" !íu,,u-
tes' ds las an€iiones. territoriares cusqueñás. En ese sentido, hay . mcs, ,.segunda persona,,; estos tienen olos
., / . , .:_
*uiáon., qr"
, ", que entender la afirmación,del ordenamiento realizado por Tupá lJaman -hiracota que tienen a cien indios
debajo ¿"-.u ao.
r Yupanqui después de-dominar la región de los pacajes en el sur. minio y estos que son c¡mo centuriones, rienen
otros in-
'; y señala la crónica que: feriores hítaéátas o mandoncilos que tieneñ a ¿io
ira¡*
' ') cada uno,, (Relaciones Geográlicas de Indias 1gg5,
iomo
"y Io primero que hizo el dicho Topa yupanqui fue nom- ÍI: 72).
b¡arles caciques y principales e
hiiicatas J. airiaiO los di-
.h:, jlto, e.n dos parcialidades o bandos; a 1os unos lla- También añade la Reración que er cacique de Hanansaya
soría
mó dei bando de Hanansaya, que quiere decir:. ..cosa mandar a todos los habitantes del puebio.
; ques tiel bando de lo alto,,, y la otra parcialidad
llamó._ La Relación de Chincha, de CastreOrtega Iilorejón (1974/
de Urinsaya que quiere deci¡: ,,cosa que sirve a io : 1558), menciona a Tupa yupanqui corno ei ,isponsrbie
! ;'' - y por esta orden tuvo notiqia- de ros iiáio, qu"
bajo,,;
plantación de una nueva organización. consistente en Ia
«ie la im-
tenía cada división
, :.' parcialidad y ros
_servicios!íe Ie habían de hacer et paz dual "a imil3glsn del Cuzco,, y del régimen cie guarangas y pa-
y en guerra"; (Relaciones deográlicas de Indias checas.
1gg5, to
mo II: 58). ' qn
la reorganización de las etnías ordenades por
ejemplo de
Cada parcialidad o mitad era gobernada por uD un soberano
cusqueño es la ¡eferencia a los mitmaq C"yáUir,
curaba, siendo nu-
' merosos los documentos que informan sobre el particular.
Sin em-
con sus dos curacas Parinango y Atoca, enviacios por Huayna
Ca-
bargo, es ruás frecuente hallar oue los españoles a la iegión coquera y seivatica de Guamanga (Espinoza 1975).
llamaran a este TPac
cacique de la segun da mitad como "segunda persona,,,
en vez de
' Es nuy interesante Ia mención dél yaruípaque,'ayu«rador
, darle el'nombre de curaca como lo hacíau Ios natu¡ales. - o com-
En uu_ .9_p.añero, de cada curaca de mitad, porque_aclare aspectos Ce la or..
merosos testimonios, üsitas, ¡elacicnes y cronicas
referentes al ám-
bito a¡dino encontlamos mencióa a uua segunda persona, cuya ' . ganlzeción intena de ros señoríos. Aluí Ia segunda persona se re-
fiere a un dobie del curaca principal, dentrole una misma par-
categoríd- venía después de la del curaca. El significado cialidad- Eite cargo cayó ouy pronto en'desuso
españoles dieron a. estas palabras y su contenido
que los al establecerse
andiuo está cia- . ea los pueblos indrgenas cr risteá españor. eoron.., se aborieron
rarnente erplicado en Ia Descripción y Retación de ta ciudad de numerosos cargos que fueron reemplazado§, sdgún las .indicaciones
La, Paz, que.d.ice:
¡:: , _de las Ordenanzas para indígenas, por'p.rroni;., que desenpeña_
inclios eran gobemados Dor Ia,orden,quel-inga., -=-..-.. ron.cargos al esriio de la península. En cada pueblo se cp-aron
"o',.,:i**Jj*-Lr,ry?r,-É*=::.,..- r,o.1.1,--p-stos
..-: _-..,, X.les daba, que era señalar en cada pueblo o en ;; ñ- refrtórrs y un eiciibanó' o' quipocamoyo entre -
alcaldes,"algua'éiles,
' 1:'-
"i; ' ; ciaridad una cabeza superior, al cual llaman .uru* Ios natu¡ales y en Ia costa, ss insdtuyó el juez de aguas (Rostwo-
f ., rowski 1975
de adverti¡ 9!e en cada püeblo hay dos ,y[us que,son - orden¡''zas del Dr. cuenca para Jayaoca 1567).
.-;. bandos o parciaüdades que se llamao Haninsoyaqr";- 'En estas nuevas estn¡cturas sociares qrecaron aboridos nume-
J. ,oro, cargos andinos.
En otro trabajo hemos probado la existencia
Y. 't18
(
Rostworowskl 5/ El duallsmo en l,olt".no 'l 19

de voces en idiomas indígenas para ra numerosa jerarquía existeo- ba una estructura propia del lugar o si fue i:npuesta por Ios Incas
, t . En ra dsmin¿sis¡ española sólo se *or.."uLo los. términos después de su conquista (AGl-|usticia 398, fol. 2v; Rostworowski
que encuadraban de¡tro de la nueva legislación. (
1977b)
' No sorams¡¡g se empobrecieron los iriiomas indígenas y se
perdierou las múltiples Yoces para señalar varias
Flallamos ia misma situación- en el cacicazgo de Requ- un
r ,l'- -',4-
:-;' suertes de cura- 1595. F': el exnediente-no se denciona la dualiáad-en ci ¡ohir,.,r.*..oo,;.11¡*s,a3qu*;-,
i1*:*r;.'.:,casT^Jefes;
'|
sino -también'.Iás -¡e-féiiiñts á la, É;"r.;.;.*, i;; no, pero hay referencias del fallecimiento del cacique segunda pe.,
recidas en la escala social. sona eE 1598 (Rostworowski 1961; 91 y 96). '

- Los antiguos térrninos indÍgenas mostraban una poblacion es Un caso muy especial son ias Capullanas z en la región de y
- tratificada que Euy pronto se descompuso. En una palabra, [,.,: Piura. Va¡ias fuentes señalan la existencia de mujeres en el go, \
españoles simplificaron er sistema y como consecueucia biemo. efectivo de pequeños señoríos como Colán, Sechura, Caia-
-, -_-
{-...,. *-
--:- -.1
_- .---'
muchos
rtérminos dejaron
, de emplearse. euedaron tan sóro ias voces para caos, Narigualá, Nonura y Menon. Un ejemplo de i601 era ]a Ca-
d:iryur las clases
-'- _soclales gre mantuyieron los españoles, _e§.de-.. pgllqaa _de Colln, doña Luisa y su segunda _persona
cir'el caitiea-tránsl-ormádo en a;¿rlue,t-nbüiirios. y ysna, cu,¿n igua&nente al sexo femenino,'y se Uamaba doña Latacina (Rastwo
do anteriormente había una Eayor jerarquización (Rostwororv:ki rowski l96L: 32),
1977: 25G)
Esta inversión del dualismo no es una
''- - La existencia del yanapaque ereva a cuatro la cifra dc sc¡r.,. manifestación que confirma el sistema.:',
res principaies para cada curac¿zgo, hecho que es mencionado'crr con autorida-
des femenir¡as. Cabe el aporte de
algunos expedientes.
nueyos dggrrmg¡¡gg.
E¡ Ia documentación coloniar hay numerosas noticias sobre Durante el gobierno óolonial,
la segunda persona de un señorío y no vamos a murtipricar ras perdiendo
su gri'-iguo poderÍo, que fue en toDces maridos. Otra
cins. si bien son abundantes ras referencias sobre el dualismo en alteración del orden iadígena hizo
el gobierno de las regiones sureñas y centrares del ámsto andino, seg:.reda peisona
fuese también del sexo mascuiinc.
son pocos los datos disponibles para el norte. piobablámente esto
- se deba a que es una zona menos es¡udiada desde el aspecto etn* A ccintinuación a¡rali"a¡'emos las referencias sobre la existen-.
histórico. cia en las "provincias" del Tahuantinsuyu de un curaca para ca- )

da mitad. Encont¡amos noricias que el sistema duar se reproducía


Para el chimor ras noticias son indirect¿§, en er sentido que
se trata de un juicio de 155G1562 entre dos encomenderor, también en cada bando, es decir que los de Hanan gozaban de ,, s

Ios derechos sobre un principal del puebro de Gue'¡an en el vane


io. dos jefes y también los de Hurin. I i

de Trujiiio. uno de ros tesrigos deciaró que er cacique der chimu


era don Martín, cuyo nombre indígena e¡a Sachoca, mientras 22. Se La sostenido que la, vcz Copullar¡a, ¡on¡bre o.títr¡Io de las ca-
obo cicas-norteñ¿s,en debido 3Lvcstido tnado por elhs¡semejante al cap'z es-
dijo que la segunda persona se lramaba chimbranamo. Estas no pañol sio embargo entre las pocas pa]abras co¡ocidas dcl'iclioma dt""o*,
ücias indica¡ que en el señorío de chimor ta¡nbién existíair dos menciona¡h. por el Oblspo Martí¡ez CompaÍón, hallamos:
¡cu¿ñ¡m
señorrs, pero no podemos asegurar-si dicha costtrmbre representa- -.hiio
aruchim copuc -h¡iu'
Es de supooer que el vocablo capuc sisaificaba muier o hembra. raíz a Ia
21. I-a..voz-cacique fue traída por Ios- españoles de Ia rcgión C_a¡ibe, cual añadían los su.fijos llo y * indiodüos <iel podei y ca¡go que tenían tas
eu
¡¡rio én'c ellor. desde el primer viale de coróa'(L<ipez ¿" c¿riá- rgfl:
i¿). c.ac¡cas.

+l
120 Rostworowskl 5/ El dualis; ren el qobierno 121

) )
En la sie¡:a el curaca Ccllana de Iianan era el señor de na- y Carios'Calisaya. Esta misma mitad comprendía además a ios
yor jerarquía, mientras en la costa central la situación se inver- Ayanca ccn dos caciques, Ambrosio Tira y Ca¡los Vicsa.
tía y el curaca Collana de Lurin tenía prioridad sobre los otros Debe hacerse hincapié en el hecho que no tenían a un solo
(Rostworowski 7977b, 1978).
_ '
cutaca, sino que para cada parcialidad se nombraba dos personajes. t
. -.tt:
En obos lugares encontrrllllos ta¡ubién esta situación y más ade'
lacte analizaremos el caso.
En Ia iuvestigación sobrc la historia andina, una de las regie La informaci6n para Pomata es lacónica, y si bien.se mencio'
nes mejor estudiadas y conocidas es-la zona dErChucuito. Etlx- na a los Hanansaya, no nombran a su cacique (p. 123), ¡tientras
celente documento de Ia Visita de Garci Diez de San Miguel, rea- el señor de Hurin era dou Francisco Tinta. Aún nás . escuetas sou
Tizada en !567 (1964), a la par que otros expedientes hallados en las noticias sobre Yunguyo. Sus caciques eran don Felipe Urichi-
a¡chivos, ofrece un amplio conjunto de conocimientos de Ia región. pana y don Gabriel Calisaya y Para Zepita lo eran García Vilca'
Si a ello aiadimos las investigaciones iniciadas por ]ohn V. Murra, rana, Carlos Lupaca y Francisco Tico Guanaco; tr{oquegua tenía a
seguidas por oms esludiosos, disponemos de fuentx seguras para Francisco Poma y a Diego Pacaxa (p. 201).
los problemas andinos.
Através de esta Visita se pueCe comprobar la exjstencia de ,'
Los Lupaqa, aI igual que otras etnías, se dividían en las par- un sistema riual en las estmcturas sogiopolÍticas cie los Lupaqa.
\ cialidades de Hanansaya y Hurinsaya; cada una gobernada, al tiem- Mur¡a (1964: 226), quien ha invntigado con raucha dedicacióu
po Ce Ia Visita de 1567, pcr un cüraca principal. Don Martín a los Lupaqa, se Preg:.¡nta, coD razón, si este esc¡uelDa pertenecía
Cari 1o era de los Hanansaya, quien gozaba de una rDayor jerarquÍa, ai C$esuyu o si fue impuestc por los lncas. Pa¡a el Íin que per'
mientras el cacique de Hurin era Martin Cusi. seguiinos, es decir probar ia existencia cie una dualidaci andina en
El anplia área geográfica de los dominios Lupaqa comprea- el siglo XV, basta suponer l.a medida impuesta por ios cusqueños;
día, aparte de los enciaves en la costa y selva, siete cabeceras: entonces con mayor razóu debió de haber existido en el Cusco
Chucuito, Amra, Ilave, ]uli, Pomata, Yungr:yu y Zepita. En cada ':na costumbre similar.
uno de estos lugares existíau curacas menores a cargo del gobier-
no local, supeditados a los dos señores principales, ei decir C"¡ b. Los Collogu
y a Cusi. "
EB 1586 eI corregidor de Collagua y de Cavana Conde, ]oaa
--€§te modelo de estilctura sociopolítica es particularmente an--- Ulloa-Mogollón, recibió'orden del- virrey de efectuar--una- rela' .

dino y someramente revts¿tltrnos a lo§ curacas iocales. Ea Acora cióu de ia provincia y parq su cumpiimien¡o reuaió en eI pueblo
{ 1a parcialidad de Hanansafa estaba forrnada por once ayllus y su de Yanqui Collagua a los s:ñores naturales, religiosos .y esparloles
- -Para
,...,..;:--' proceder con' la averiguación es'
.
-1* curaca- principal era Felipe Cauana (Garci Diez de San Miguel que rsi«iían en ia región.
{ 1964: 89),-mientras Ios de Hurinsaya tenían nueve ayllus y era tuvieron presentes los curacas y principales'de ios tres grupos in'
su señor 9eÉi" Galamaquera (p. 110) dÍgenas.
En Ilave el curaca de Hanan era Francisco Vilcacutipa y Bau- Los Yanqui Collagua divididos en Hanansaya 7 Hurinsaya con
-r 1: *i*l*¡s¡x¡+,.¡*.ld,.a****.'tista*Vjlc¿ Pasa, 1o era de Hurin (p: 105). En'Iuli.Hanansayal.los'. -.-.,..,
..-.. -.-.- ^:-\ curÍlcas principales eran Baltazar Paca y Francisco Niaa Canbilta sus dos bandos y sus caciques de Ias dos mit¡des y, Por último,
(p. ffa). El bando de Hurihsaya tenía por curecas a Felipe Chui los Cava¡a Conde, igualmente coeformados en las dos parcialiCa'
7 12.
(
Rostworowskl

des de Hanan y Hurin con sus respectivos curacas (Relaciones


5/ EI duatlsmo en el goblerno
(

fr
Geográlicas de Indias 1885, Tomo Ii: Jg-50) . La información es
a los españoies que se trataba de gente dife¡ente en lengua y ei
traje.
uuy valiosa para uuestra tesis porque EuesEa el sistema de orga-
nizaci§¡ regional.
J En lugar de los dos grupos 'Eailicionáles, -halla¡ios aquí fres
- c. -
Los-Chupacho
.' 4/ Ék.* '-- +r¡; r- ' ' - : !iÉ. :. ! L;! ¿
.., ,: I _-, : Ji?¡-lrre-
'Una
.

divisioues de población y es natural preguntarse el porqué de es_ fuente temprana es ia Visita a la provin'cia de León de
ta diferencia. Va¡ios podían ser los motivos; en priáer lugar, ca_ Huánuco, de L562, realizada por lñigo Ortiz de Zi:ñiga (1967).
be la posibiüdad de que en aqueüa-región existierauoa ripiniciOo. La información sobre Ia duaiidad entre los curacas no es abun-
dante como en la fuenre de Chucuito. Sin embargo, hay tres de- I
La segunda -hipótesis indica¡ía una subdivisión en dos de uno claraciones que -permiten constatar la costumbre prehispánica; una ,.1. _
-.-.

de los primitivos bandos.Collaguas que los convirtió en res en- es el testimonio de don Francisco Nina Paucar de Auquimarca
I

tidades po!íticas. Por úrtimo, ro más iactibre es gue se tratara (p. 70.), quien deciaró que : "en tieinpo del fnga oyó decir a sus .
der
gntpo collagua dividido en sus dos parciaridades habituales, 'padres que eran cuatro mil indios" o sea cuatro guarangas y cada I
a ras
que en algún momento de su historia vino añadirse una etnía
fo una de ellas era gobernada por dos curacas. La .misma decla¡a- 'j
ráDea, con la que coeistieron.
cióu hizo don Martin Capari de Topanicho y Matao de los Chu-
Analicemos Ia tercera alternativa. En la instrucción hecha pacho; simílar fue la información de doa Baltazar Guarache (p.
por' el corregidor ulloa Mogollóir, de ias declaraciones 88) .
de los cu-
r€cas se desprende que los yanqui Collagua y los Lari Collagua Don Martín (p. 81) expiicó que habiendo fallecido Ios cura-
decÍan desce¡der de un volcán nevado llamado Collaguata. cas de gu.aranga, el conquistacior Pedro Puelles designó por señor
Es sa-
bido que en el ámbito a{¡lino cada etnía usaba, para de las cuatro guarangas a don Gómez y con esta intervención es-
diferenciar-
se de zus vecinos, ü h.aÉi y sobre todo
de ;;;á", ;"-r*'p.r_i- pañola se perdió rápidamente la tradición andina.
tÍan distinguirse entre ellos, que no podían cambiar o kocar.
decir que existía Ia noción ináígena muy crara de
Es Otra información sobre ios Chupacho indica que los Queros -;
microetnías re- comprendían dos parcialidades, la una llamada con el uúsmo nom-
gionales (Pedro Pizar¡o l97g: tl2).
brt e¡a Ia principal y la' segundá se decía Guayan Queros. Sin
Ahora bien, los Collagua usaban unos bonetes go¡ros embargo, ambos bandos estab¡n- sujetos a don ]uan Chuchupaucar,
o sin ala,
muy altos, y deformabaú las cabe¿as de señor de mayor categoría.
ros recién nacidos a fin
de que quedaran ahusadas y altas. Su idioma
era el aymara, que
por "propia y natural,,, además algunos d. Los Huanca
::..- l:1guu
blaba¡ un dialecto un poco diferente y .,Euy bárbaro,,.
iueblos ha-
De acuerdo a las instrucciones reales, el Consejo de Indias so
A diferencia de Ios Collagua, los Cavana Conde decÍan proce?/ iicitó aI virrey la
confección de rela'ciones acerca de las diversas
der del neyado Gualcagualcu y--qu" Ilegaron
a esas tierras y se ins_ provincias del vi¡reinato clei Peru. En 1582 se llevó a cabo una
tála¡on después ¿e ecnar r.q,;"n., Ias habitaban anterjor-
T -{q
rDeDte. Hablaban
averiguación en la provincia de Xauxa, a cargo del coregidor An-
la "lengua general del Cuzso,, aunque .,corupta dÉs de Vega. Se trataba de un cuestionario al cual debían res-
.g avillanada",
{do' Deforaaban además de usar también un idiorna desconáci- ponder los señores indígenas (Relaciones Geográlicas de Indios
sus cabezas en sentido contrario ar de los colla- 1881, Tomo f , Descripción de la provincia de Xauxa: 79-95).
8ua' pues las achataban y anchaban. Estos detalres hacían decir
En dicha ocasión se reunieron el día 16 de mayo los siguien-

?
) )
5/ El .iuallsmo ex e¡ goblemo
Rostworowskl
'124
c. ChachaPoYes
tcs naturalss: Felipe Guacra Paucar, hermano dcl curaca pÉncipal .W. Espinoza (1967) publicó ur interesante
documento sobre
'. ea caüdad de i¡térPrete, pues hablaba el cestellano
y había via- Ios áerechoi de sucesión al curacazgo de Chachapoyas por los años
jado a Espaia. Los gurac&s dc las divisiones poiíticas fueron:
de 1572. Los testimooios muestrán a cuatro candidatos, alegando
ir"o"ir* Ápocusichac,curae prilcipal de Hatun Xauxa; Carlos todos ellos sus derechos. al señorío.
Lima Illa, caciquc prilcipai de Hurin' Guanca y Herna¡do Viza En Ia infor¡oación &, Oni.io heiha por el Visitador Diego Al'
Alaya, gobeáador dei rcpartimiento de Ha¡an Gua¡ca' Adem¡ás -
varez sobrc la sucesión aJ curacazgo de Leimebamba y Cochalam'
dc ios lersonaies meacionados, estuYieron Prcsentes también Ira¡- y
ba, la'nota sobresaliente en las declaraciones de los principales
,] cisco Cincaguala, Pedro Picho. C¡istóbai Guayna Chongo y Pedro de los testigos es el hecho de prevalecer, en
en las aseveraciones
Cacanache, en calidad de segundas Pe¡sonas'
I tiempos prehispánicos, el derecho del "más hábil"'
Se ha visto en otros luga¡es antes citados que 1as segundas
en los Andes, en Cuatro cran los naturales que pretendian el s:íorio y ellos
fersonas colTespondían a.l doble Bando existente
l\
iuatquiem d¿ sus formas, es Cecir que los españoles llamaron- así' erao: Alonso Chuquinis, Cristóbal Chuillaxa, Gómez Tomallaxa
," sea al reDresentante de Hu¡in cuando sólo era mencionada la I y Francisco Guamán. Sus antepasados fugron, en aigún momento'
Hrnun y iá-biét a los de ambas señores principales y de a-hí surgían los derechos y las querellas'
.itu¿ ¿" curacas segundones
parcialidades, lo que daba un oúmero doble o cuádruple de cu' En tiempo de Huayna Capac ei curaca de Leirrebamba y de
racas o principales. Cochabauba e¡a Chuillaxa, quien murió en vida del Inca' Ent'¡+'
En cuaÍrto a las divisiones políiicas de la rcgión, los Incas pri' ces el curacazgo fue dtorgado por el soberalo a un yanocona de
oero y los españoles después introdujeron caobios en las est¡uc' su servicio, llamado Chuquimis, quien gcbeinó poco ti*np"- Cuan-
turas originales, modificando las dena;caciones y otorga¡do nue- do el cortejo fú¡ebre de Hualoa Capac se dirigía hacia el Cusco'
vos apelativos. el señoío se encontraba vaco. Colla Topa, quien conducía entonces
I
ED el doculeDto de 1582 a la primera Pregunta de la instruc-
el cuerpo embalsamado del Inca, tenía poder para nombrar al su'
ción, los hügenas decla¡a¡on que la provi¡cia de Xauxa fue ¡om'
oiiot áo Chuquimis, y asÍ lo hizo en la persooa de Tomallaxa'
qüien murió a los tres o cuatro aios.
bra impuesto: por' los hispanos a raiz de que se asenta¡on en el -'"
puebll o taobo de l{atun Xauxa y que, en tieúPo del-l¡ca;et - Durante tallerrai dé-sucesiób lncáca, un capitán de Huás'
-

leneral cusqueño Capac Yupanqui le dio el lombre de Guarca ca¡ llamado Tambo Uscamaita, que iba a la c¡nquista de Pomaco
§uqm¡ní por uaa picdra larga que se hallaba en un c¿rmlo raso' cha, pasó por Chachapoyas y Puso Por séñor a Puiluana,' quien a
da tu muerte fue'curaca sólo dos ¿ños' Estando nuevamen-
La existencia del nombre de Hatuo Xauxa indica en sí una ""uau
t¿ vacante el puesto de señor, un indio llanado Guaman aprove-
C,,.::ón dual y quiá su otra Eitad correspondía a los Chongos,
chando de las circunsta¡cias se dirigió al encuent¡o de Atahualpa
r: ir:'^:: dos enb:e las etnías preincaicas. Los curacas dieron isfo¡-
sobrc los sncái o jefes gueÍeros a¡teriores a 1a conquista
y supo granjearse su benevoleucia, consiguiendo r;u nomb¡amien-
- r de,ia rcgión, y t"g'tin iU* fueron los-siguii:rtei-ctr;Ha'i'n*--'+- to de señorde'las t!es. guarangss. - - '--
*a,. iuquiizgpati y.Jatoparia; en i{urin Guanca, Canchac Eu la Información hecha por eI corrcgidor Diego de Vizcarra'
ir"ú¡ v e¡*u; en'Ha¡an Guanca, Patan Uocllachin -y et !574, se constata que Guaman fue hasta Caiamarca y obtuvo
: ChauL; y en Chongo, Iatan Cochache' Esta lista de de Atahualpa ser nonbrado señor principal de ChachaPoy8§' d9§'
,:ntes puede corresPonder a cu¡acas o ñ Eeneralcs de eiél' de el valle de Yuracyacu hasta ia provincia de los Pacallas, en
rodo caso qucda biea estáblecido el sistema dual'
1m
Rostworpwlkl
5/ El dualtsmo i
cuyos territorios cstaban comprcncüao, (
ba y Atahualpa Ie:
Lry..L-ou y Cochabam_ pasados
lcs pi;i . rrros de Ia conquista,
"dió,por su acompañado y señor igual con
za¡ro üo l" . una capital Fra¡cisco pi_
mardo y señorío a zt ta, dc r,
él en el dicho prime.o "..;;;,
elid¿-li.¡,-,". para su Gobcrnacióo.

comendado a Alonso de Cbávez.


iil"., ,.p""üárr-,r- oeos, escogió el apac
-la;. luego, dcspués de algunos
útu-
V p., J."*a-"r"** -:
¡as de estos dos nombró a aicho Ciruquin:,
:. l*Tu pachaca, det
*prrti.t.rto
ñfi; ,
il-E"rrlrrtqit".
.",,:rx;:*;i:, ;. ü*-i:,^:j "Tj"fr;HI;", .
j'."=l;;"t"liTos
y-les dió preseas o.g""iración nodci:§ del esquena de su- '. t,¡
a-los..tücü* cr.-¿"1 z-,üüali"?-
panoles."6;-#
.
) de Ia ton¡a de posesión dc los
dc plata y otras cosas e mujercs,, es-
t¡rpú*. Eoi*iü.

¡
Cua¡do los españoles aprcsaron En aqucl cutonccs, e! v.
envió
a Atahualpa en Cajamarca, el Inca .
"l.uensajero a csros cust¡o princijales il;;;;.- ñr- ili11j'l;:T:il.;:*:,1"i:'jir':::üü,'fi:,'il::
sen comida para los eu:ópeos y.
así; " la otra parciatidad era .
"fueron los dichos Guama¡
da por caxap'axl,
;;;: t3* goberna- l
v zuta
maD y u aL.,^-:-:-
7¡¡a y y
^__ .
chuquim;' Louguia su vez yana del sobera¡o. p:uno,o
hermano dc Taulichulco
fa .
y ,'
Lucana Pach¡ca".
."-r i**-ii;;;;;;,"i:ilT:" del
-rnca este ¡lri¡no--¡esidia _.- :-+
. E¡ estas citas está bien establecido que el Inca nombró a Zu-
t8. pot
-coapañero
de Guaman y que uoo goruúu ¿" lrn'u'r.- g. Ica
¡ritoriaiiüd distinta y sepárada del o¡o,
"adia
Además de Ia dualidad,
cada u¡o de ellos tenía una
segunda penona. Iu este caso
in$y la se-
Íllol_T*rl eue exisü-un ¿o. p*""."¿Ip"áAl tucturas ¿¡aiias pero e-J
seno¡es. "rrr"^
oad, c{)D uD total de cuat¡o las
ñ;;:*J:,T'onados'
¿ivenos ¿oeumenrí,1'".*ri;,fl|i-t'i a ciertos "ono.i.rdo
datos contenidos eo
i

.La info¡oació¡ sob¡e ias sucesiones en Cüachapoyas sirve


1^1.-To.*t la *.g*-';;;,;ü'oro"
elección exisrente en t",
¡a_
.",,y'^*.:*'*r,*#r:'::H.,'::'l j;":.*::'J';."
brados que fu...n; cortrlb.J qrr^l1Jfr"
*, ; ;"ñ#;:,1'1,*-l'nl. lca' En el tesrirnonio
]l1 T .l.ft:.?_para Ia designación de un ,"b.;;,;;;r- hace mención
se de u¡¡a i-adición andi¡a.
ijr'?,I,"cri,i"..,^ili;:,r,".I#:,#T:.r""i.Tü,ui:.:ü
f. Li¡na
A la !¡ue¡E de He¡nando Ani¡,_.
pequeio curaquso de Lima se ha- ca¡go de Hstun cu¡aca ^_^-^., en 1570
acaecida ó 7l
,,t"i',r1'r*i:J;;**T ,';"1 Aquixe por -;;;;""1t- *'o
del ,u-bicaoa"
Alon.o Grrmri
el
nombre con eI que se co ' "obte
nocúa eI seño¡ío d. p".hu""_".Íhma, "Iá*rt"
por. lo oeaos obstaDte tener Anicama
,* Iü;;'ffiITa' -Do el. testimo¡io
gobierno a * h.;;;
J;;ltt' It Iegaba el

xm;ir,:xJ,;,td#;::j"T"H',,H1:*,It,i:',,,:*i /
;X
gl:"L", j*i," i,fli:11"11;i"J l;,,i*l
^i1f,.1,,i#,l,,i.,

{) r¡'Ll9
) )

128 Rostworowski 5/ El duallsmo en ol goblemo


\
129 1,,.

De igr:al manera hallamos en 1586 que Tomás Muchaypiña


te que nuest¡os conocimientos se'limitan a la inforr¡ación conte-
compafía el mando con Guamao Aqulre como curaca de Lurin
uida en las yisitas y otros documentos virreinales. puede darse :11
. ., .Ica.*A5or Ti{_ tarde Andr_e¡,rfvfuc4y. Gr¡a!g.. e5g_la segunda .persc
ceso que-en-,otrasregiones existiera este aualismo,
na de Her¡aijdo Anicama hijo (AGN-Derecho indigena, tuadern«i ,,,. ..,J-.*
p&o no fug rygl:; Lj'r-i¿i¡='*;+.=F**qüi,;La1-.-'
28), - cionado por los que confeccionaron y tuvieron u ,, lá ¡á"-il-i'
zaciín de las encuestas o visitas. Si revisamos la "urgo
iista de iuga-
Todas estas uoticias se refieren a la mitad de'Lurin, pues cG res donde Ia informacióu es -ás precisa, ésta proviene del sur y
rnocenos la exjstencia aparte de los curacas de Anan lca (Zam-
cenEo dei país, mientras el norte queda poco conocido.,
brano 1970/1732; Rostworowski t977b).
Conviene enÍanzar que lro se dispone para.la costa norte de '§-

Estos fiecbos indican que


Ia dualidad no sóIo existió con res- ninguo documento del valór y abundancia de detalres de los testi-
- - pectrorla mitad-de Aaan, sino tam§i§a ¡*tro de la facción_ de
uonios , de -Chucuito, .Collaguas, Huánuco, Cajamarca .--(inét dito
Lurin lca. Dicho en otr s palabras, cada curaca compartía el AGI), ni de expedientes cortos como los de Acarí, Canta o Lima.
poder y el urando junto con otro pcisonaje de menor rango.
EI motivo principal de dicha ausencia se debe posibiemente i

h.. Lunahuanó a la destrucción de la pobiación indígena del norte' por ics ejér,
l

Un temprano documento de 1554 indica la existencia de cua- -citos i¡caicos y a la posterior conquista española que fundó ciuda-
des en ei litoral, en detrimento de ios natu¡ales. La baja demo,
tro guarangas en el curacazgo cie Lunahuaná, sin señalar el ex- gráfica y la postración indÍgena nc dio lugar a visitas de ia irapor-
pediente sl ¡,imgro total de señores. En la tasa toledana de 1577 ..
tancia de las antes mencionadas, que en su mayoría se hicieron
Ia averiguacióa señaió ocho curacas y es posibie que. cada sección t
en ZOnaS SeITanaS. Í.: ! :
polftica se dividie¡a en las dos mitades de lurin y anan, lo que'
explicaría la presencia de ios ocho señores; dos por cada guara¡h Otto hecho que se desprende de nuestro análisis es Ia repeti-
ga (Rostworonski 1981). da afirr¡ación cÍe que el Inca Tupac Yupanqui implantó cierta or-
ganbación entre loi señoríos conquistados. No sabem.os exactemen-
i. Acorí .' te en qué consistió, pero debía reflejar un esquema considerado
neésario para el mejor gobierno del Éstado. De ahÍ que si exis-
Eu 1593 se reaiizó'una visita aI curacazgo de Acarí, en eI ac-
tía simiiitud en todo el ten-itorio andino se debió al deseo de los
tual departaraento de Arequipa. Eu aquel entc,¡rces el señorío com-
prendía el valle bajo y medio del mismo nombre y el vecino de
' soberanos cusgueños. )

Yauca (Historia y Cultura 197j). Eu ese caso cabe suponer que el modelo inca fue tomado del ,I

Cusco ismo y de sus esrructuras sociopolÍticas. I

La poblacióu comprendía las dos mitades de Hauan y de Hu-


rin gobernadas por zus respecüvos suracas. Don Felipe de Gr¡z-
mán era el curaca de Ia parcialidad de Hanan, mieutras don AIon-
so sa¡¡ni eje'tb el ma¡do de Hurinsaya. Eutre estcís dos curacas,
el de la mitad de a:riba gozata de mayor jerarqúa; rde*ás de 1
.
I j .i
estos dos señores, cada ayilu poseía su propiá jefe-. -
¡-t
Las referencias hasta aquí señaladás obligan a recapitular s+
bre el dualismo de los señores émicos en los Ard.r. Naturalmen-

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