La formación del sujeto se da mediante conjuntos de
dispositivos, de maneras de hacer las cosas y de pensar sobre ellas, que le dan forma. Como, por ejemplo, el conjunto de dispositivos que componen la “gimnasia” de la artista del cuerpo para rediseńarlo, para saturar las formas del hábito e intensificar su propia conciencia. Vivimos inmersos en una constante producción y reproducción de estímulos y novedades. Y esas novedades se generan de la renovación constante de una imagen de lo colectivo y de lo individual en constante transformación, en un estado de formación que nunca acaba de completarse, en un permanente estado de adolescencia.