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TRASCENDENCIA DE LA PEDAGOGÍA MUSICAL EN EL DESARROLLO DEL

HOMBRE A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Cáceres Chávez Milagros del Rosario

La música es un arte patrimonio de la Humanidad, la educación musical pretende


ayudar a la formación integral de la persona y la metodología para lograr tales
objetivos ha variado a lo largo de la historia. La pedagogía musical trata la relación
entre la música y el ser humano, y forman parte de ella las perspectivas de la
educación, de la formación, de la enseñanza y del aprendizaje; además que debe
distinguirse la enseñanza teórica de la enseñanza práctica. Por lo tanto podemos
decir que la pedagogía musical es la ciencia que estudia la metodología y las técnicas que

se aplican a la enseñanza de la música.

Desde los tiempos prehistóricos, el hombre buscó la combinación de sonidos,


vocales e instrumentales, con una finalidad eminentemente expresiva y de relación
entre ellos o con lo sobrenatural. Sin duda alguna la voz fue, junto al cuerpo humano
(manos y pies), el primer instrumento musical utilizado por el hombre primitivo.
Posteriormente, aprovechando materiales de su alrededor (conchas, troncos
huecos, dientes de animales, entre otros), se reforzaría el ritmo, elemento
musical preponderante en las expresiones de las culturas primitivas, nuestra primera
duda es ¿Cómo se transmitieron las experiencias y conocimientos musicales en esta
época? A falta de documentación precisa es posible afirmar que la “práctica y la
enseñanza musical -puramente empíricas- debieron estar a cargo de músicos
especialistas o iniciados capaces de trasmitir los secretos de su oficio” (Hemsy
de Gainza 1964, 17) o que la fabricación de los instrumentos musicales y la
reproducción de sonidos, ritmos, cantos y danzas, se realizara, en los pueblos
primitivos, por medio de la imitación o por la improvisación:
“Los conocimientos se trasmitían oralmente, de preceptor a pupilo, como
documento viviente que escapaba a la codificación. La rica cultura musical
de la India, que tiene a sus espaldas varios milenios de antigüedad, jamás se
anotó por escrito, como tampoco la de Sumer, Egipto o China... La resistencia
a plasmar la música por escrito, fosilizándola de una vez por todas, sigue
viva. A ningún músico oriental se le ocurriría anotar sus composiciones
porque, a diferencia de lo que promulga la argumentativa corriente occidental
moderna, la esencia es allí la improvisación, y el fin la contemplación interior.”
(Mann 1983, 16).
Es en la Edad Media que podemos evidenciar los inicios de la Pedagogía Musical, que
fue encargada a la Iglesia, siguiendo este mismo modelo hasta el Siglo XX donde
aparecen métodos que son los que actualmente se utilizan, estos son los métodos
para aprender música más popular: El método Dalcroze se basa en la coordinación
entre los sonidos y los movimientos; el método Kodály se basa en la lectoescritura,
las sílabas rítmicas, la fononimia y el solfeo relativo; el método Willems es el más
místico e intimista de todos los sistemas pedagógicos; el método Orff otorga una
gran importancia a movimientos tan básicos como caminar, saltar o correr al ritmo
de la música; Shinichi su teoría pedagógica, conocida como Método Suzuki, parte de
una idea muy sencilla: el talento no es innato, sino que se aprende, y cualquier niño
está capacitado para tocar un instrumento, al igual que también lo está para hablar
siendo el más utilizado bajo el lema “aprender escuchando”.

La trascendencia de la Pedagogía Musical en el desarrollo del hombre a través de la


historia, nos ayuda a evidenciar la importancia que tiene la enseñanza de la música
para el desarrollo del ser humano, y sobre todo cuando se da desde la primera etapa
de vida. Las corrientes pedagógicas actuales, definidas como ambientalistas,
consideran determinante el entorno musical temprano. Según las mismas, el
desarrollo de las destrezas musicales se debe basar en dos aspectos:
a) Acción o producción, llevada a cabo a través de todas las fórmulas posibles:
canto, movimiento, juego, manipulación, etc.
b) Recepción: percepción, audición, identificación, discriminación.
Implica capacidades psicológicas básicas como la comparación, selección análisis,
síntesis y memoria.
La música potencia las capacidades cognitivas, en tanto en cuanto contribuye a
desarrollar los sentidos, receptores de la información. Es por ello que la música ayuda
a disminuir las deficiencias físicas así como las deficiencias psíquicas. De igual
manera, en consonancia con Vygotsky, constatamos que los niños desarrollan mejor
sus habilidades cognitivas como resultado de experiencias lúdicas con los adultos.
El método Suzuki, específico del aprendizaje de los instrumentos de cuerda, cumple
con cuatro principios que son fundamentales y aplicables a la educación en general:
1. El ser humano es producto del ambiente que le rodea.
2. Cuanto antes, mejor.
3. La repetición de la experiencia es la base del aprendizaje.
4. El profesor y los padres deben crear un ambiente propicio para el aprendizaje
del niño.
“Partiendo de la premisa que los ambientes instructivos provocan situaciones
de conflicto cognoscitivo con la finalidad de que los niños desarrollen
estrategias de resolución; el aprendizaje será significativo si la información
trasladada al niño responde a los intereses y a la curiosidad de éste y, por
tanto, le ocasiona el nivel justo de desequilibrio en su esquema
cognoscitivo”. (Good y Brophy, 1985: 49).

En épocas anteriores a la nuestra en la cual vemos cambios y enfoques diferentes a


la educación el ambiente tenía que ser rígido, para que el maestro inspire respeto,
musicalmente hablando el estudiante no podía aspirar nunca a igualarse al nivel
técnico de su maestro, es después de ver la trascendencia de la pedagogía musical
y estos nuevos métodos, que el maestro se presenta de manera más amigable a su
estudiante, creando un ambiente de mayor confianza que le permitirá expresar de
mejor manera sus emociones lo que se ve reflejado en la calidad de su interpretación.

A través de la historia, en muchos continentes se ha podido evidenciar la importancia


de la pedagogía musical, no simplemente para la formación de virtuosos, sino como
parte fundamental para el desarrollo del ser humano, por lo cual el área de Música
ha sido incluida como curso fundamental en el currículo educativo.

A partir del II Congreso de la UNESCO sobre Pedagogía Musical, celebrado en


Copenhague en 1958, al que asistieron pedagogos del renombre de Dalcroze, Ward,
Martenot y Orff, se comenzó a revalorizar la educación musical en la escuela. En
dicho Congreso se definieron las siguientes bases:
1. El canto es un medio excelente para el desarrollo de la capacidad lingüística
del niño en sus vertientes: comprensiva y expresiva.
2. La práctica instrumental crea lazos afectivos y de cooperación que potencian
la integración en el grupo.
3. La actividad rítmica vivida a través de estímulos sonoros favorece el desarrollo
fisiológico y motriz, así como la memoria musical.
4. La educación musical, al desestimar la tensión y seriedad, actúa como
relajamiento para el niño.
5. La educación musical contribuye al desarrollo de la estética y el buen gusto.

Sin embargo parece que todos estos estudios y análisis no convencen a muchos
países, como el nuestro, Perú, queremos seguir en la época colonial, en la que el
aprendizaje de la música académica era solo para los privilegiados, es recientemente
estos últimos años, que se está llevando el aprendizaje de la música académica a
lugares alejados del Perú a través de ONG’s, el Estado está evaluando la inclusión de
la enseñanza de Música como parte del Diseño Curricular Nacional 2017 del Nivel
Primaria en el Área de Arte, sin embargo aún no se da el énfasis necesario.

La importancia de la Pedagogía Musical en la historia, evidencia que es fundamental


para el desarrollo del niño, sobre todo bajo las bases de la educación actual. En la
antigüedad no se daba éste énfasis, por el mismo método de educación en el que el
maestro era el actor principal de la clase, ya que se encargaba de realizar todo el
estudiante simplemente adquiría los conocimientos que se le daba si opción a buscar
más y de manera memorista, privando al estudiante de su creatividad e innovación,
sin embargo en esta nueva era de la educación, el estudiante se convierte en el actor
principal, invirtiendo los roles con el docente, el estudiante tiene que crear, innovar,
aprende a su propia manera a través de sus experiencias dejando la memoria atrás.
Es la pedagogía musical la que nos ayuda y complementa en el ámbito de explotar
la creación e innovación del estudiante.

La finalidad de la Pedagogía Musical no será otra pues que la de establecer como


premisa educacional las palaras de Platón: “La música es la parte principal de la
educación, porque se introduce desde el primer momento en el alma del niño y la
familiariza con la belleza y la virtud”. En lo cual volvemos a encontrar otra incógnita,
si Platón en su época ya planteaba la Pedagogía Musical como fundamental porque
es que luego de tantos años recién se plantea su aplicación en nuestro país.

En el campo de la educación musical resulta difícil pensar en la posibilidad de una


evolución inminente que permita recuperar el ritmo natural de los cambios
educativos. En la segunda mitad del siglo XX, los grandes métodos de educación
musical que surgen en Europa y se difunden por toda América Latina (EEUU tuvo su
propia historia) inauguran una verdadera primavera pedagógica. Las ideas y las
técnicas pedagógicas de J. Dalcroze, Willems, Martenot, Orff, Kodaly, Suzuki, Schafer
y otros permitieron renovar la mirada acerca de los procesos básicos de
musicalización. Sin embargo, a partir de los ’90, las tendencias pedagógicas en la
enseñanza musical cambian bruscamente de dirección, al generalizarse en los
sistemas educativos oficiales las técnicas y principios del modelo neoliberal,
tendientes a normalizar masiva y globalmente las enseñanzas superiores. En ese
momento se produce una severa e irreversible fragmentación del pensamiento y la
acción pedagógica, de la cual aún no nos hemos recuperado. Práctica y teoría musical
se alejan, podría decirse casi a un nivel decimonónico, y se coloca el acento de los
estudios musicales (aun en los niveles iniciales, aunque se sostenga lo contrario) en
los aspectos cognoscitivos.

Si bien en el mundo latino existe una oferta pedagógica diversificada (escuelas e


institutos de enseñanza no formal, privados, etc.), la tendencia oficial (cognitivismo,
neoconductismo, etc.) continúa siendo dominante, sobre todo a nivel de las
enseñanzas medias y superiores, lo cual contribuye a crear un panorama bastante
crítico en el campo de la educación musical.

A partir de los noventa, ha venido instalándose en el campo pedagógico, en nuestros


países, una modalidad «teórica» e investigativa estereotipada, que lejos de resultar
favorable ha entorpecido en cierto modo los procesos de evolución de las ideas y la
praxis en la enseñanza-aprendizaje de la música. Por un lado, está la realidad
(individuo-sociedad-naturaleza), territorio otrora privilegiado de la observación y la
acción pedagógica; por el otro, el ámbito del pensamiento y las ideas puras (teoría,
filosofía, ciencia). Tradicionalmente, es la observación de la realidad la que ha
motivado la movilización del pensamiento humano, con el fin de elevar el nivel de
comprensión de lo observado para devolverlo luego, elaborado, a través de
intervenciones activas, al campo de lo real. Sin embargo, en la pedagogía musical
actual se invierte a menudo el orden natural de los procesos, cuando se realizan
intervenciones educativas que en lugar de estar centradas en la música o en las
necesidades del educando parten de «modelos» teóricos de conocimiento,
preexistentes o a construir.

Un modelo pedagógico no puede ser una construcción, aleatoria o arbitraria, sino un


producto de la realidad, para la realidad. Si en la época modélica en que vivimos,
hubiera de pronto que basarse en modelos (formas de proceder, metas a lograr),
éstos deberían en todo caso surgir a partir de una profunda y sutil observación de la
realidad, del hacer y del entorno humano y natural.

Algunos pedagogos en la actualidad señalan, con lucidez, la necesidad de un cambio


ideológico profundo en la educación musical. El profesor Magne Espeland, distinguido
colega de la ISME (International Society for Music Education), docente de la
Universidad de Stord en Noruega, a quien recientemente solicité datos sobre los
proyectos educativo-culturales de su país que focalizan, entre otros aspectos, la
inclusión social a través de la música, además de proporcionarme información, de
gran valor y utilidad, sobre el estado actual de las enseñanzas musicales en su región
y en el mundo.
La influencia prolongada que han tenido los enfoques cognoscitivos en la educación
musical durante las últimas décadas es un tema que me preocupa y que me interesa
profundizar. Esta tendencia, que provoca de entrada cambios organizativos en el área
del currículo y la planificación escolar, posteriormente llegará a afectar de modo
severo la práctica pedagógica, demostrando claramente la inadecuación de estos
enfoques en la didáctica de las disciplinas artísticas. El énfasis que los enfoques
cognoscitivos colocan en los aspectos teóricos de los procesos de enseñanza-
aprendizaje determina un orden ilógico de prioridades en la secuencia básica, al
anteponer la teoría (el pensar, el saber) a la práctica (el hacer, el jugar, el crear). Lo
cual no sólo es nefasto para los lenguajes artísticos, sino para los aprendizajes, en
general. Deberíamos recuperar la capacidad de reconocer, sentir, apreciar el número
infinito de actividades integradas (verdaderas, con sentido), de diferente dimensión
y nivel de complejidad, de que están hechas nuestras vidas. Las actividades básicas
para los niños pequeños siguen siendo, hoy como ayer, los «clásicos»: jugar, cantar,
tocar, bailar, actuar, leer, escribir, dibujar, escuchar, relatar, describir, adivinar, etc.
Las propuestas integradas crecen en dimensión y complejidad de manera no lineal,
divergente. Cuando no existe coerción o inhibición, el cerebro humano está preparado
para establecer naturalmente relaciones verdaderas, puentes, entre aquéllas. Es
función esencial del maestro estimular y colaborar para que se produzcan
naturalmente estos procesos de integración de experiencias significativas,
verdaderas.

Si bien el valor educacional, moral, estético y de goce y el propio significado de la


música han sido los pilares de la pedagogía musical y han servido de base
para la trasmisión de la cultura.Luego de hacer un análisis a la importancia de la
Pedagogía Musical en la historia, podemos concluir, que entre más aplicación se le
da, la sociedad va mejorando su calidad de personas y profesionales, tal es el caso
del continente Europeo, pioneros en Pedagogía Musical. Además que las demandas
actuales y los cambios tecnológicos tan acelerados implican mayor innovación en el
ámbito educativo, tenemos que motivar a los estudiantes a lograr el aprendizaje de
manera significativa a través de la experiencia, siendo ellos descubridores del
conocimiento y el maestro un observador guía indispensable de superación más no
un facilitador.

A través de las concepciones filosóficas, psicológicas y sociológicas de cada una


de las etapas de la historia de la música, la pedagogía musical se ha ido
transformando en un conocimiento valioso para la sociedad generándose así la
necesidad de su propagación, bien como formación de tipo profesional -religioso o
profano- o como elemento educativo para toda la comunidad, desembocando
en métodos y sistemas de educación musical muy específicos.

Se dice que la pedagogía musical se ha desarrollado a través de la historia del


hombre, comprobando así que es fundamental para el desarrollo integral del niño, ya
que ayuda a formar al niño creador, innovador, etc. Actualmente, en nuestro país, la
Pedagogía Musical está ingresando ya en nuestro ámbito educativo, ya que se ha
evidenciado la importancia de ésta.

BIBLIOGRAFIA

 Good, T.L. y Brophy, J.E. (1985): Psicología educacional. México, D.F. Ed.
Interamericana.
 Hemsy de Gainza, V. 1969. Prefacio a la edición en español de El nuevo
paisaje sonoro de Murray Schafer. Buenos Aires: Ricordi Americana.
 http://didacticadelamusica.blogspot.com
 http://redmusicamaestro.com/2016/06/07/pedagogia-musical-seis-
metodos-para-aprender-musica/
 http://revistas.um.es/analespedagogia/article/viewFile/285621/207351
 http://www.afapna.es/web/aristadigital/archivos_revista/2010_diciembre_6
9.pdf
 http://www.elsevier.es.
 https://es.scribd.com/document/350557585/Sesion-3-Pedagogia-musical-
pdf
 Mann, W.1983. Música en el tiempo. Barcelona: Folio.
 Montesinos Sirera, R. (2010) Tesis: “El maestro especialista”. Universidad de
la Laguna.
 WILLEMS, Edgar (1961). Las bases psicológicas de la educación
musical. Buenos Aires. Editorial Eudeba

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