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LOS COMERCIANTES, CONDICIONES LEGALES E

INCOMPATIBILIDADES E IMPENDIMIENTO PARA EJERCER EL


COMERCIO, OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES, DERECHOS Y
ORGANISMOS REPRESENTATIVOS: CAMARA DE COMERCIO: CONACO,
CONFIEP

1. LOS COMERCIANTES
1.1. Concepto:
En el Artículo 1.- Comerciantes. Del Código de Comercio Peruano.
Son comerciantes, para los efectos de este Código:
 Los que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a
él habitualmente.
 Las compañías mercantiles o industriales que se constituyeren con arreglo
a este Código.
Concordancias:
Const. 1993 art. 2 inc. 14, 15; art. 30;
C.C. art. 42;
C. de C. arts. 3,4;
L.G.S.arts. 25 y ss, 57 y ss, 70 y ss, 261 y ss, 272 y ss.

Entonces Comerciantes es el individuo que, teniendo capacidad legal para


contratar, ejerce por cuenta propia o por medio de personas que lo ejecutan por
su cuenta, actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual. En sentido más
amplio, toda persona que hace profesión de la compra y venta de mercaderías.1
El concepto relacionado es restringido, ya que se refiere únicamente a las
personas naturales y cuando usamos la expresión comerciantes, debemos
entender que hablamos tanto de las personas naturales como de las jurídicas
(sociedades), los cuales siendo capaces de adquirir derechos y contraer
obligaciones, ejercen actos de comercio, que de acuerdo a la teoría moderna, es
la realización de actos en masa, y es por esta actividad que les llamamos
comerciantes. Los comerciantes son los sujetos del derecho comercial, es decir,
las personas (naturales o jurídicas) que ejecutan actos de comercio.
“Comerciante, es, pues, la persona que ejerce el comercio en nombre propio (sea
este nombre el suyo civil, sea el comercial, que también es propio para el

1 Manuel Osorio. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales, 27ª. Edición, pág. 193.
comercio), o la persona que hace que otros lo ejerzan como representantes en
nombre suyo Comerciante es el dueño del negocio, en sentido jurídico”.2
El concepto jurídico de comerciante los encontramos en el Art. 2 de Nuestro
Código de Comercio está inspirado en la teoría moderna que estipula que
comerciante es el que realiza actos en masa, por esta razón los agricultores que
no tienen almacén o tienda y los artesanos no son comerciantes, pues no realizan
actos en masa.

1.2. Antecedentes históricos.


Su origen es muy remoto e imposible de determinar la fecha en que se inició la
práctica comercial, pues desde el trueque como forma de intercambio de
productos para satisfacer las distintas necesidades, podríamos hablar de
comerciantes.
Algunos autores prefieren ligar la evolución histórica de los comerciantes a los
sistemas económicos que se encuentran en boga, pues consideran que estos son
los que determinan el carácter, ya sea de institución de derecho público, o bien
de derecho privado.
En los países de América Latina se promulgó el Código de Comercio,
reglamentando a los comerciantes individuales y sociales en forma semejante al
Código Francés; pero la reglamentación difiere notablemente según los países,
porque en el caso de la Sociedad de Capital ha evolucionado de tal manera, que
sigue siendo objeto de nuevos códigos o reformas, o de leyes especiales
modernas.

1.3. Comerciantes en el Perú


El desarrollo del comercio actuó siempre disolviendo las relaciones sociales
existentes; los comerciantes no sólo fueron intermediarios de los excedentes que
se producían en una determinada sociedad, ya sea a través del trueque o la compra
de productos, sino que promovieron la producción, repartiendo insumos a los
campesinos para que éstos, mediante su trabajo, elaboren telas o, también,
adelantando dinero a los productores del campo. Esta descripción gruesa que se
ha hecho está referida a lo que sucedió en la Europa occidental de los siglos XIII

2
Joaquín Garrigues. Curso de Derecho Mercantil, 7ª. Edición, pág. 297.
al XVI que le permitió transitar hacia el capitalismo mercantil. ¿El desarrollo
natural interno de la sociedad europea fue similar al Perú colonial? ¿El modelo
europeo puede ser aplicable al Perú colonial? ¿La realidad económico?social del
Perú colonial tuvo correspondencia con el desarrollo económico europeo? Los
documentos nos demuestran que en el Perú colonial los comerciantes
generalmente no adelantaron dinero a los productores directos, ni siquiera a los
pequeños comerciantes, pues la práctica mercantil fue proveerlos de productos al
"fiado", con cargo a cobrar después que la mercancía hubiese satisfecho las
necesidades del consumidor. Además, las condiciones de sujeción en que se
encontró la familia campesina en la Colonia con relación a las autoridades
políticas y eclesiásticas trabó las relaciones mercantiles en el campo, deviniendo
ellos en comerciantes e ingresando incluso en pugna por monopolizar el comercio
en sus localidades (Reyes 1983: 87). Bajo las condiciones descritas no es
sostenible que los comerciantes hubieran promovido el "trabajo a domicilio" de
la familia campesina en el Perú colonial, pues tendrían que haberse enfrentado a
poderosos corregidores, doctrineros e incluso terratenientes, y ellos (los
comerciantes) no tuvieron el poder suficiente para hacerlo. Los pocos
comerciantes que se arriesgaron a internarse en el campo a "vender" sus
productos no lo hicieron directamente a los campesinos sino a sus
"representantes": corregidores, doctrineros o terratenientes, por ello es que la
ganancia de los comerciantes no se realizó en la producción, es decir repartiendo
insumos o promoviendo la producción adelantando dinero a los campesinos, sino
en el ámbito de la circulación, en el comercio, en el intercambio, dejando a los
productores libres de su influencia. Es difícil que, bajo dichas condiciones, los
comerciantes llegasen a actuar como grandes disolventes de la sociedad en el
Perú colonial. La familia campesina en la Costa y Sierra no necesitó del comercio
para reproducir sus condiciones de existencia, les bastó el trabajo en sus parcelas
o el pastoreo de sus pocos ganados; y más aún, a las Naciones selváticas les fue
más que suficiente la caza y pesca. No hubo en el Perú colonial, a diferencia de
Europa, un desarrollo interno de las actividades mercantiles, el comercio
procedió de afuera, la misma política del Estado colonial fue crear necesidades
en la familia campesina vía pago del tributo, las obvenciones parroquiales o el
endeudamiento compulsivo para obligarlos a conseguir dinero vendiendo una
parte de lo que producían o, en su defecto, trabajando a jornal. Esta alternativa
fue bloqueada por la falta de dinero en el campo y, sobre todo, porque resultó
más lucrativo para corregidores, doctrineros o terratenientes que los campesinos
saldaran sus deudas pagando en "trabajo".

2. CONDICIONES LEGALES DE LOS COMERCIANTES


 Capacidad de ejercicio.
Toda persona que tiene capacidad de ejercicio en derecho civil la tiene también
para realizar por sí misma actos de comercio. Sin embargo, algunos de estos
actos no pueden celebrarse válidamente sino por personas que reúnan
determinados requisitos; Sólo las sociedades anónimas pueden emitir los títulos-
valor llamados obligaciones; el carácter de asegurador sólo puede ser asumido
por sociedades autorizadas por el Estado, etc. Pero en todo caso en que no exista
una disposición legal expresa en contrario, los actos de comercio pueden ser
celebrados por cualquier persona física no incapacitada civilmente.
En el caso de los incapaces y las personas morales los actos los realizan por
medio de sus representantes.
Encontramos comerciantes individuales (persona física) y colectivos (persona
moral).
Artículo 3.- Presunción de ejercicio habitual del comercio. Del Código del
Comercio
Existirá la presunción legal del ejercicio habitual del comercio, desde que la
persona que se proponga ejercerlo anunciare por circulares, periódicos, carteles,
rótulos expuestos al público, o de otro modo cualquiera, un establecimiento que
tenga por objeto alguna operación mercantil.

Artículo 4.- Capacidad para ejercer el comercio


Pueden ejercer el comercio los mayores de 21 años y los menores de edad
legalmente emancipados que tengan la libre disposición de sus bienes.

Artículo 5.- Representación de incapaces para ejercicio del comercio


Los menores de veintiún años que no hayan sido emancipados y los
incapacitados podrán continuar por medio de sus tutores, el comercio que
hubieren ejercido sus padres o sus causantes. Si los guardadores carecieren
de capacidad legal para comerciar, o tuvieren alguna incompatibilidad, estarán
obligados a nombrar uno o más factores que reúnan las condiciones legales,
quienes les suplirán en el ejercicio del comercio, con consentimiento del
consejo de familia.

 Comerciante persona casada


Tanto el hombre como la mujer casados comerciantes, pueden hipotecar sus
bienes raíces para seguridad de sus obligaciones mercantiles y comparecer en
juicio sin necesidad de licencia del otro cónyuge, cuando el matrimonio se rija
por el régimen de separación.

 Comerciante extranjero
Los extranjeros son libres para ejercer el comercio, según lo que se hubiere
convenido en los tratados con sus respectivas naciones, y lo que disponga las
leyes que regulen los derechos y obligaciones de los extranjeros. Los extranjeros
comerciantes, en todos los actos de comercio que intervengan, se sujetarán a las
leyes mercantiles mexicanas.
Las sociedades legalmente constituidas en el extranjero, que se establezcan en la
República o tengan en ella alguna agencia o sucursal, podrán ejercer el comercio
sujetándose a las disposiciones especiales del Código de Comercio en todo
cuanto concierna a la creación de sus establecimientos dentro del territorio
nacional, a sus operaciones mercantiles y a la jurisdicción de los tribunales de la
nación.

 Comerciantes Individuales
Adquisición del carácter de comerciante.- El individuo que tiene la capacidad
requerida adquiere la calidad de comerciantes cuando hace del comercio su
ocupación ordinaria. Entendiendo como “ocupación ordinaria” la reiteración de
actos mercantiles aptos para conferir la calidad de comerciante.

2.1. Persona moral.


2.1.1. Comerciantes Personas Morales
Adquisición del carácter de comerciante.- Las personas morales
organizadas conforme a alguno de los tipos de sociedades mercantiles
tienen la consideración legal de comerciante, cualesquiera que sean las
actividades a que se dediquen, e independientemente de la nacionalidad
que a las propias sociedades se atribuya
 Toda persona que según las leyes comunes es hábil para contratar y
obligarse, y a quien las mismas leyes no prohíben expresamente la
profesión de comercio, tiene capacidad legal para ejercerlo.
 No pueden ejercer el comercio:
o Los corredores/fedatarios públicos
o Los quebrados que no hayan sido rehabilitados
o Los que por sentencia ejecutoriada hayan sido condenados por
delitos contra la propiedad (incluyendo en éstos la falsedad, el
peculado, el cohecho y la concusión).
 Las sociedades constituidas con arreglo a las leyes mercantiles
o Sociedad en nombre colectivo
o Sociedad en comandita simple
o Sociedad de responsabilidad limitada
o Sociedad anónima
o Sociedad en comandita por acciones, y
o Sociedad cooperativa
 Las sociedades extranjeras o las agencias y sucursales de éstas, que
dentro del territorio nacional ejerzan actos de comercio Las personas
que accidentalmente, con o sin establecimiento fijo, hagan alguna
operación de comercio, aunque no son en derecho comerciantes,
quedan, sin embargo, sujetas por ella a las leyes mercantiles.

2.1.2. Otras Condiciones


 Que Se Entiende Por Comerciante
Son aquellos entes que tienen capacidad para contratar y que hacen
del comercio una actividad habitual, es decir, es su profesión. Cuando
decidimos que el sujeto debe tener capacidad no es más que, la aptitud
para contraer obligaciones y a la vez exigir el cumplimiento de ellas.

 Cual Es La Base Fundamental De La Definición Del Comerciante


Se basa en que el sujeto de derecho debe tener capacidad para
contratar y además debe hacer del comercio su profesión habitual.
 Tipos De Sujeto De Derecho Con Cualidades De Comerciante
o El menor, como sujeto de derecho en una situación jurídica de
carácter mercantil.
o El llamado factor mercantil y dependiente como sujeto de derecho
en una situación jurídica de comercio.
o A la mujer casada, como sujeto de derecho en una relación
jurídica de carácter mercantil.
o A las sociedades entre esposos.
o A las entidades públicas, como sujetos de derecho en una relación
jurídica de carácter mercantil.

 Menor de edad que puede ejercer el comercio y requisitos que


necesita.
Menor emancipado: es aquel que no teniendo aun la mayoría de edad,
contrae matrimonio.
Todo menor de edad “emancipado” puede ejercer actos de comercio,
pero debe estar autorizado por el padre o la madre, si los padres no
existiesen, entonces será el juez de primera instancia en lo civil en su
domicilio quien lo autorice. El menor debe cumplir con los siguientes
requisitos:
o La aprobación del juez.
o El registro previo, de las autorizaciones del juez y de los padres,
en la oficina de Registro del menor y en el registro de comercio.
o Las autorizaciones se deben fijar a seis meses.

 Que efecto de derecho se produce en los padres que ostentan la


patria potestad del menor, una vez que es habilitado para ejercer
el comercio y eventualmente actos de comercio.
No podrán continuar el ejercicio del comercio en interés del menor,
sin previa autorización del Juez de primera instancia en lo civil.
 Puede ser revocada la autorización conferida al menor para
ejercer el comercio y eventualmente actos de comercio.
Sí, Puede Ser Revocada, por el Juez Civil de Primera Instancia de su
domicilio, con audiencia del menor.

 Requisito indispensable para que la revocatoria surta efectos de


derecho.
El curador debe registrar el documento en el registro de comercio y
ser fijada en el tribunal competente.

 Que obliga la mujer casada, ¿cuándo actúa separadamente del


marido en el ejercicio del comercio en calidad de comerciante.
Obliga a la responsabilidad de sus actos, sus bienes propios y los de
la comunidad conyugal cuya administración le corresponde. De la
misma manera puede afectar dicha responsabilidad los demás bienes
comunes con el consentimiento expreso del marido.

 Bienes Propio De Los Conyuges


Son todos aquellos bienes que ambos poseen al momento de contraer
matrimonio, así como también los que adquieran durante el
matrimonio, lo son también vestidos, joyas, y otros enseres u objetos
de uso personal de ambos.

 Requisito para que la mujer afecte los bienes comunes en el


ejercicio del comercio
Sus actuaciones no deben ir en menoscabo del patrimonio conyugal,
ya que para establecer diferencia entre los bienes propios de una
comunidad conyugal y los bienes de la propia comunidad, no debe ser
muy fácil de establecer en la vida real.

 Factor Mercantil
Es el gerente o administrador de una empresa, que en representación
del dueño ejercerá acciones de carácter mercantil para cumplir con los
objetivos trazados por la empresa, hasta el límite que el dueño
establezca.
 Dependiente De Comercio
Son todos los empleados que estén bajo el cargo del factor mercantil
en una empresa.

 Derechos del factor mercantil y del dependiente de comercio


o Al salario estipulado, aun cuando no prestare sus servicios en dos
meses continuos, si fuere por accidente inculpable.
o A la indemnización, de las pérdidas y gastos extraordinarios que
hiciere por consecuencia inmediata del servicio que prestare.

3. INCOMPATIBILIDAD E IMPEDIMENTOS PARA EJERCER EL


COMERCIO
En principio, toda persona capaz puede dedicarse al ejercicio del ramo de comercio
que desee, por disposición constitucional. En efecto en la constitución establece:
"Toda persona puede dedicarse el trabajo, cultivo, industria, comercio, profesión o
cualquier otra actividad lícita, salvo las limitaciones de interés general que
establezcan las leyes".
El Código de Comercio crea prohibiciones que afectan a determinadas personas. Se
trata de personas que poseen capacidad general, pero que están impedidas para ejercer
el comercio en forma profesional. Además de estas prohibiciones, establecidas en el
Código de Comercio, existen otras que resultan de leyes que establecen monopolios
o de imposiciones legales que imponen determinadas condiciones para la explotación
de ciertos giros.
En el capítulo II del Código de Comercio, se establecen dos clases de prohibiciones:
por incompatibilidad de estado y por incapacidad legal. Estas no son las únicas
prohibiciones para comerciar. Existen otras contenidas en el Código de Comercio y
en otras leyes, según se verá.

3.1. Prohibiciones por incompatibilidades de estado (art. 27)


Por incompatibilidad de estado están prohibidos de ejercer el comercio las
corporaciones eclesiásticas, los clérigos (mientras vistan el traje clerical) y los
magistrados civiles y jueces en el territorio donde ejercen su autoridad y
jurisdicción con título permanente (art. 27 CCom). Esta prohibición no
comprende la facultad de dar dinero a interés (con tal que no hagan del ejercicio
de esa facultad su profesión habitual), ni tampoco la de ser accionistas, desde que
no tomen parte en la gerencia administrativa de la compañía (art. 28 CCom).

A. ¿Quiénes tienen prohibido el comercio por incompatibilidad de estado?

1. Corporaciones eclesiásticas y clérigos

"Eclesiástico" significa "perteneciente o relativo a la Iglesia". A su vez, se denomina


"Iglesia" a la congregación de fieles cristianos o al conjunto del clero y del pueblo
cristiano. Por lo tanto, las corporaciones eclesiásticas son entidades religiosas
cristianas. Esto es, instituciones creadas por un superior eclesiástico cristiano para
fines religiosos.
Los clérigos, según el Derecho canónico, son ministros ordenados para el culto de
Dios y la santificación de los hombres. La prohibición legal del inciso 2, coincide con
la legislación canónica, que es terminante en tal sentido. El CCom establece que les
está prohibido el ejercicio del comercio mientras vistan traje clerical. Esto quiere
decir, mientras conserven sus investiduras de clérigos[1].
Mezzera Álvarez considera discutible la subsistencia de la prohibición legal en
análisis, desde que el artículo 5 de la Constitución de 1917 consagró la separación de
la Iglesia del Estado. A partir de entonces, dice Mezzera Álvarez, las corporaciones
eclesiásticas constituyen asociaciones privadas que carecen de atribuciones públicas.
Por consiguiente, la prohibición ya no tendría interés, sin perjuicio de las
disposiciones del Derecho canónico que prohíben el ejercicio del comercio a los
eclesiásticos (canon 142 del Código canónico). Mezzera Álvarez hace extensivas
estas consideraciones a la prohibición que afecta a los clérigos[2].
En nuestra opinión, las prohibiciones legales en análisis responden a motivos
tradicionales[3]. Se entiende que es incompatible el ejercicio del comercio con las
funciones eclesiásticas.
En segundo lugar, aunque no existiera tal razón histórica, debemos señalar, que las
corporaciones religiosas, una vez autorizadas a funcionar por las autoridades
estatales, son personas jurídicas (art. 21 CC). Como tales, pueden adquirir derechos,
contraer obligaciones y ejercer todo tipo de actos jurídicos, pero dentro de los fines
de la corporación; puesto que la capacidad de las personas jurídicas está limitada a
su objeto. Como la corporación eclesiástica tiene fines religiosos, no podrá ejercer
el comercio, actividad ajena a su objeto. La corporación eclesiástica es una
institución distinta a las asociaciones de carácter civil, constituidas con fines
religiosos; éstas tampoco podrán comerciar pues la actividad comercial escaparía a
su objeto específico.
Por otra parte, debe suponerse un desprecio absoluto de las organizaciones
religiosas y de sus componentes por todo lo que signifique provecho material.
Además, las graves consecuencias que puede aparejar el ejercicio del comercio,
como el concurso, no hace aconsejable su ejercicio por los clérigos. El concurso de
un clérigo o de una organización eclesiástica, provocaría grandes perturbaciones en
los círculos religiosos, causando daños morales. Existen, finalmente, motivos éticos
que llevaron a implantar la prohibición: evitar que el clérigo se valga de su
investidura para obtener provechos indebidos en el ejercicio de una actividad
comercial.
2. Magistrados civiles y jueces
La expresión "magistrados civiles" comprende a aquellos funcionarios públicos que
ejercen autoridad como, por ejemplo, el Presidente de la República y sus Ministros.
La Constitución colabora en la interpretación de esta expresión, mencionando
expresamente a quienes tienen prohibido el ejercicio del comercio: los directores de
entes autónomos (art. 200, inc. 3) y los intendentes (arts. 289, 290 y 291).
La norma no comprende a los militares, aunque se configuren las mismas razones
para que se hubiera establecido la prohibición. El Decreto del 3 de noviembre de
1948 (art. 1) prohíbe a los funcionarios policiales con cometidos ejecutivos, el
ejercicio de toda actividad comercial. La incompatibilidad no alcanza al Ministerio
Público, pues ellos carecen de autoridad. Los jueces están designados expresamente.
El fundamento de la prohibición legal en este caso es también múltiple: el ejercicio
de determinados cargos o funciones supone una gravitación sobre terceros que
hacen desaconsejable el ejercicio simultáneo del comercio; los titulares de esos
cargos, pueden hacer uso de sus atribuciones, que le fueron conferidas en atención
al interés público, en su propio provecho, valiéndose indebidamente de las
influencias que ejercen; se corre el riesgo de que, insensiblemente, si se quiere, los
intereses comerciales predominen y se desatiendan las funciones públicas.
En resumen, con esta prohibición la Ley tutela un interés o utilidad pública; si no
fuera así, la prohibición sería atentatoria de la libertad del trabajo y de la industria,
asentada en nuestra Constitución (art. 36). Hay legislaciones de otros países que
extienden incompatibilidades a todos los funcionarios públicos, a los miembros de
las fuerzas armadas e incluso a abogados y contadores.
B. Prohibiciones por incapacidad legal (art. 29)

Tienen prohibido comerciar por lo que el Código de Comercio denomina


"incapacidad legal" los que se hallan en estado de interdicción y los quebrados que
no hayan obtenido rehabilitación. En publicaciones anteriores ya opinamos que la
palabra "interdicción" se refiere a los dementes.
Existen normas especiales en el Código de Comercio respecto de le revocación de los
actos realizados por el fallido (acción revocatoria concursal). Sus actos son
relativamente nulos en cuanto afecten a los acreedores concursales.
1. Los que se hallan en estado de interdicción
a. Condenados a pena de peniten ciaria
Para Mezzera Álvarez este artículo 29 se refiere a los condenados a pena de
penitenciaría. Se funda en el artículo 81 del Código Penal, que establece:
“La pena de penitenciaría lleva consigo las siguientes: 1º Inhabilitación para cargos,
oficios públicos... 3º Pérdida de la patria potestad e incapacidad para administrar
bienes, por igual plazo.”
En nuestra opinión, el condenado a pena de penitenciaría no es un incapaz sino que,
en algún caso, podrá estar afectado con la pena accesoria de inhabilitación para
ejercer el comercio.
Queremos aclarar que el artículo 81 del Código Penal no se refiere a la
administración de los bienes del penado sino a la administración de los bienes de sus
hijos y ello concuerda con el artículo 458, inciso 8, del Código Civil. El inciso 8 del
artículo 458 del Código Civil establece:
“Habrá lugar al nombramiento de curadores especiales, en los casos siguientes: ...
8º En los casos de los artículos 67 y 81 numeral 3 del Código Penal, si no corresponde
la administración al cónyuge del penado.”
El Código Penal establece como pena principal o accesoria, entre otras, la
inhabilitación o suspensión de profesiones comerciales (arts. 66 y 67 CP).
Queremos destacar que el artículo 36 del Código de Comercio dispone que el juez
ordenará la inscripción en la matrícula de quien pretende ser comerciante, siempre
"que no haya motivo de dudar que el suplicante goza de crédito y probidad...”. Si se
entiende que la Ley de Registros, que sustituye la matrícula por una ficha registral,
no deroga las normas sustanciales del Código de Comercio, debe entenderse vigente
el referido artículo 36 y, por ende, que la probidad es condición para la inscripción
en la ficha registral del Registro Nacional de Comercio que sustituye a la matrícula.
La persona sancionada penalmente, no podrá acreditar la exigencia legal. Además,
podría entenderse que, dictada una condena penal contra un comerciante, cualquier
interesado podría solicitar la cancelación de su inscripción.
El condenado con cualquier sanción penal, no podrá inscribirse como comerciante
en el Registro Nacional de Comercio, por aplicación del artículo 36 del Código de
Comercio.
b. Dementes
Nosotros entendemos que el artículo 29 del Código de Comercio se refiere a los
dementes.
Sin embargo, en opinión de Mezzera Álvarez, este texto no puede referirse a los
dementes, porque ya están comprendidos en el artículo 1.279 del Código Civil,
aplicable en virtud de lo dispuesto por el artículo 191 del Código de Comercio. Al
respecto, no debemos olvidar que el Código Civil se sanciona después del Código de
Comercio. Por ello, el Código de Comercio se anticipa y establece su propia relación
de incapaces.
2. Los quebrados que no hayan obtenido rehabilitación
El artículo 29, inciso 2, prohibía a los fallidos el ejercicio del comercio, a menos que
hubiesen obtenido su rehabilitación, ubicando equivocadamente la cuestión en el
ámbito de la capacidad.
Esta disposición fue expresamente derogada por la Ley 18.387 (art. 256).
Sin embargo, corresponde observar que el deudor concursado, aun en el régimen
actual, carece de la libre administración de sus bienes. Éste es un requisito exigido
por el artículo 8 del Código de Comercio, para el ejercicio hábil del actos de
comercio.
Adviértase que si el concurso es necesario, se suspende la legitimación del deudor
para "disponer y obligar a la masa del concurso", sustituyéndolo en la
administración y disposición de sus bienes por un síndico (art. 45, n° 1, de la Ley
18.387).
Si el concurso fuera voluntario, se suspenderá la legitimación del deudor para
"disponer y obligar a la masa del concurso", solamente cuando el activo no sea
suficiente para satisfacer el pasivo. En los demás casos, se limitará la legitimación
del deudor para disponer y obligar a la masa y se designará un interventor que
coadministrará los bienes conjuntamente con el mismo (art. 45, n° 2).
De modo que el deudor concursado sólo mantiene la libre administración de sus
bienes y, consecuentemente, puede ejercer el comercio, en los casos en que haya
pedido su propio concurso y el activo sea suficiente para satisfacer el pasivo.
No obstante, el artículo 44 de la Ley establece que la declaración del concurso, no
implica el cese o clausura de la actividad del deudor, salvo que el Juez disponga lo
contrario.
La prioridad en la regulación concursal, no es la ejecución, sino la reorganización
de la “empresa en crisis”. En la Ley, se propicia la continuación de la actividad del
deudor, con lo cual se facilita la posibilidad de acuerdos con acreedores.
Se ha entendido que, aun cuando el concursado fuera responsable de la crisis de su
empresa, es él quien está en mejores condiciones para continuar con su explotación,
sin perjuicio de limitar su actuación. La intervención directa del deudor será
especialmente apropiada si se trata de reactivar la empresa.
Sin perjuicio de lo hasta aquí expresado, recaen sobre el fallido, una serie de
prohibiciones, impuestas por textos legales, referidas a la realización de actos
concretos y determinados: por ejemplo, la norma en estudio, que les prohíbe
comerciar; el artículo 352 del Código Civil que les prohíbe ser tutores; el artículo
966 del Código Civil que les prohíbe ser albacea.
El artículo 480.2 del Código General del Proceso establece que pueden ser árbitros
quienes se hallen en pleno goce de sus derechos civiles, de lo cual se podría deducir
que el concursado no podría serlo (salvo el caso del concurso voluntario y masa
activa suficiente).
Los artículos 253 y 254 del Código Penal establecen, para la quiebra culpable y
fraudulenta, penas de prisión o penitenciaría y, además, la pena accesoria de
inhabilitación comercial o industrial. La Ley configura un nuevo delito: fraude
concursal (art. 248 Ley 18.387).
C. Prohibiciones establecidas respecto de auxiliares de comercio

1. Corredor
El artículo 106 del Código de Comercio establece: "Es prohibido a los corredores:
1º Toda especie de negociación y tráfico, directo ni indirecto, en nombre propio ni
bajo el ajeno...".
Fundamento de la prohibición: el corredor podría utilizar en provecho propio,
conocimientos de los negocios de sus clientes. Las funciones del corredor se basan en
la confianza que merece; si se le permitiera comerciar, existiría peligro de deslealtad.
El corredor ejerce una profesión comercial, limitada al corretaje.
2. Factor
El artículo 142 del Código de Comercio establece:
"Ningún factor podrá negociar por cuenta propia, ni tomar interés bajo nombre
propio ni ajeno en negociaciones del mismo género de las que le están
encomendadas, a no ser que sea con expresa autorización de su principal. Si lo
hicieren, las utilidades serán de cuenta del principal, sin que esté obligado a las
pérdidas."
Fundamento de la prohibición: el factor sería un competidor peligroso, pues podría
explotar los secretos del comercio de su principal, en provecho propio. Existiría
peligro de deslealtad.
Obsérvese la severidad de la sanción.

OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES


Varias son las obligaciones y se distinguen algunas que por modo concreto o particular
establecen las leyes mercantiles en orden a ciertos comerciantes individuales o colectivos
y tratándose además de determinadas actividades del comercio.
a) Inscripción en el Registro Público de Comercio.
b) Publicación de la calidad mercantil.
c) Llevar cuenta y razón pormenorizada de las operaciones.
d) Conservar la contabilidad mediante la conservación de los libros respectivos.
e) Llevar y conservar la correspondencia mercantil.
f) Formar parte de las cámaras de comercio.

a).- Inscripción en el Registro Público de Comercio.- El comerciante individual tiene la


obligación potestativa, de inscribirse en el Registro Público de Comercio, en razón de que
la calidad comercial en el sujeto no deriva de la matricula, sino de las circunstancias
expuestas en la fracción I del artículo 3º del Código de Comercio.
En el caso de las sociedades, está más que justificada la inscripción, debido a que
tratándose de entes colectivos que realizan la actividad comercial, el público en general
y especialmente los que con dichos organismos contratan, necesitan estar protegidos,
conocer los antecedentes, solvencia, responsabilidad, domicilio, duración, personas
usuarias de la firma social, monto de integración del capital, etc.
b).- Publicación de la calidad mercantil.- De conformidad con el artículo 17 del Código
de Comercio, los comerciantes están obligados a participar en la apertura de su
establecimiento o despacho mediante una circular dirigida al domicilio de comerciante y
a los comerciantes de los lugares donde vayan a establecerse sucursales, agencias o
corresponsales, dicha circular debe contener el nombre de establecimiento, la ubicación
del mismo y la determinación de giro comercial; si se han designado administradores o
representante y en su caso los nombres, con indicación de las facultades conferidas para
firmar por el comerciante u obligarlo; y tratándose de sociedades mercantiles, la circular
deberá contener además, la expresión de quien o quienes sean los administradores y
señalar las personas que hayan de tener la firma social.

La obligación de anunciar la calidad mercantil se extiende a dirigir circulares en las


mismas condiciones, cuando variare cualquiera de las circunstancias enunciadas; y
finalmente, las circulares se publicarán en el Diario Oficial de la Federación y en su
defecto en algún otro del o de los lugares en que haya de ejercerse el comercio; la
publicación deberá llevarse a cabo en los casos de liquidación del negocio o clausura del
establecimiento comercial.

c) Llevar cuenta y razón pormenorizada de las operaciones.- Entre las más importantes
obligaciones de todo comerciante, se cuenta la que atañe a la contabilidad. Esta materia
es regulada por los artículos 33 al 46 del Código de Comercio, viene desde luego la
utilidad de permitir al comerciante la constatación de sus operaciones y su comprobación,
así como la posibilidad inmediata de establecer el saldo de cada cuenta en un momento
dado; en otro sentido, también constituye una garantía para los terceros que contraten con
el comerciante, debido a que la contabilidad perjudica a éste; esto es, al comerciante en
el sentido de que de ella puede prevalerse cualquiera persona que tenga interés, incluso
por el procedimiento de ofrecerla como prueba en juicio. En lo que atañe finalmente al
Estado, la contabilidad del comerciante le permite determinar su tributación a las cargas
públicas.
d) Conservar la contabilidad mediante la conservación de los libros respectivos.- La ley
mexicana establece el principio general de que todos los comerciantes deben llevar libros:
“cuenta y razón pormenorizada de todas sus operaciones y en tres libros cuando menos”.
De acuerdo con las disposiciones legales vigentes en el artículo 33 del Código de
Comercio, se establece que el comerciante está obligado a llevar y mantener un sistema
de contabilidad adecuado. Este sistema podrá llevarse mediante los instrumentos,
recursos y sistemas de registro y procesamiento que mejor se acomoden a las
características particulares del negocio, pero en todo caso deberá satisfacer los siguientes
requisitos mínimos:
1.- Permitirá identificar las operaciones individuales y sus características, así como
conectar dichas operaciones individuales con los documentos comprobatorios originales
de las mismas.
2.- Permitirá seguir la huella desde las operaciones individuales a las acumulaciones que
den como resultado las cifras finales de las cuentas y viceversa.
3.- Permitirá la preparación de los estados que se incluyan en la información financiera
del negocio.
4.- Permitirá conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados, las
acumulaciones de las cuentas y las operaciones individuales.
5.- Incluirá los sistemas de control y verificación internos necesarios para impedir la
omisión del registro de operaciones, para asegurar la corrección del registro contable y la
corrección de las cifras resultantes.

e) Llevar y conservar al correspondencia mercantil.- Por mandamiento de los artículos 47


al 50 del Código de Comercio, incumbe a los comerciantes la obligación de conservar y
ordenar la correspondencia (todas las cartas y telegramas que reciban) relacionada a su
negocio o giro anotando al dorso de cada uno de ellos, la fecha respectiva y en la que
hubieren sido contestadas o la expresión de no haberse hecho esto último.
Los preceptos aludidos imponen también la obligación a comerciante de trasladar a un
libro apropiado, ya sea manualmente ya por algún medio mecánico, las cartas que él
emita, esta encuadernación debe hacerse cronológicamente y de manera que la
correspondencia aparezca con claridad para que en cualquier momento pueda
reconstruirse la historia de los negocios a través de la correspondencia, hasta donde ésta
lo permita en sentido lógico.
El artículo 50 del código en cita consigna la garantía del secreto de la correspondencia
comercial, a semejanza de lo que ocurre con el secreto de la contabilidad; determina que
sólo a instancia de parte legítima, aunque en algunos casos también de oficio, se deben
presentar en juicio las cartas del comerciante que tengan relación con el asunto materia
de la controversia, así como las cartas que se hayan escrito los litigantes, a condición de
que la parte que ofreciere la prueba, determine con precisión y de antemano la parte de a
correspondencia que verse sobre la probanza.

f) Formar parte de las Cámaras de Comercio.- Regulada por una ley especial que se llama
de Cámaras de Comercio e Industria, existe la recomendación para los comerciantes de
formar parte de una institución de esa categoría.
Las Cámaras de Comercio e Industria se definen como instituciones autónomas y de
carácter público al mismo tiempo, con personalidad jurídica, integradas por comerciantes
e industriales residentes en la República y con objeto de representar los intereses
mercantiles del comercio y la industria de su jurisdicción, de fomentar el desarrollo del
comercio y la industria nacional, de coadyuvar a al defensa de los intereses particulares
de sus asociados sin más limitaciones que los señalados en la Ley de Cámaras de
Comercio y de Industria y prestarles los servicios a que tengan derecho conforme a los
estatutos respectivos, de ser órganos de colaboración del Estado para la satisfacción de
las necesidades relacionadas con el comercio y la industria nacionales y con todos los
demás fines que señalan la propia ley mencionada, los estatutos de cada cámara y la
naturaleza propia de cada institución.

BIBLIOGRAFÍA
GARRIGUES, JOAQUIN. “Curso de Derecho Mercantil” (El Comerciante o Empresario
Mercantil Individual, Teoría General de las Sociedades Mercantiles). Editorial Porrúa.
México. 1981.
PALLARES, EDUARDO. “Diccionario de Derecho Procesal Civil” Editorial Porrúa.
México.
1966.
TOMASINO, HUMBERTO. “El Juicio Ejecutivo en la Legislación Salvadoreña” (El
Embargo).
OSSORIO, MANUEL. “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”
Editorial Heliasta. Buenos Aires, Argentina. 2000.
FERNÁNDEZ DE LEON, GONZALO. “Diccionario Jurídico” Víctor P. De Zavalín,
Editor.
Buenos Aires, Argentina. 1955.
PARDINAS, FELIPE. “Metodología y Técnicas de Investigación en Ciencias Sociales”.
Siglo Veintiuno Editores. México. 1982.

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