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1° EVALUACIÓN DE PROCESO
INFORME PERIODO 1820-1850
CURSO: 3 GH
FECHA: 14/7/2017
INTRODUCCIÓN
Esta “rivalidad” tenía varias connotaciones para analizar pero solo tomaremos
en cuenta las políticas, económicas e ideológicas que se reflejaron en los
conflictos. Al repasar este periodo, muchos de las principales figuras políticas y
militares que observamos tienen similitudes en algunos aspectos pero algunos
sobresalieron más que otros como es sin duda el caso de Juan Manuel de
Rosas. La figura de Rosas como líder político y mayor representante del
federalismo marcaria para algunos liberales un “obstáculo” para la
conformación del estado e incluso después de su deceso, numerosos
académicos contemporáneos continuarían sosteniendo la posición altamente
negativa y tiránica de Rosas. En el ámbito económico, la naciente “industria”
del saladero y producción de materias primas tenían su punto de venta en
Buenos Aires y a pesar de que la burguesía existente se concentraba en el
ámbito urbano, poco a poco se desplazaría al ámbito rural conforme a las
necesidades del mercado.
DESARROLLO
La llegada al poder de Rosas en 1829 no fue algo casual como tampoco lo fue
la formación de su figura. De origen rural, Rosas logró reunir gran cantidad de
seguidores mediante su vocación de líder para captar e interpretar las
necesidades de las personas y traducirlas de manera que las personas se
identifiquen con él. Esta descripción que hace Zorrilla sobre estos “líderes
carismáticos” se lo reconoce comúnmente con el nombre de caudillos, y su
origen, según el autor, es propio de una ausencia de poder o necesidad del
mismo que por aquel entonces no lograba encontrar en el modelo unitario. Los
famosos caudillos no eran propios del federalismo, encontrábamos figuras
representativas en ambos bandos como Bustos, Quiroga, Güemes, López, Paz
entre otros. El respectivo choque de ideologías conllevo a la conformación de
dos bloques: La liga Unitaria y la Federación. Durante los primeros años del
mandato rosista si bien hubo un pequeño crecimiento en la economía del litoral
todavía era demasiado grande los atributos con los que contaba Buenos Aires,
de echo antes de la conformación del Pacto federal hubo un debate entre
Corrientes y Buenos Aires sobre el proteccionismo y el liberalismo económico
debido a las características de algunas medidas que Rosas había tomado
como por ejemplo en la suba de los aranceles aduaneros. Había voces en
disidencia que desaconsejan que ocupemos un espacio en el intercambio
internacional. De acuerdo con estas opiniones, implicaría una fuerte
dependencia que podría perjudicarnos al necesitar exportar y, al mismo tiempo,
descuidar el desarrollo industrial. El modelo ganadero se vio acrecentado
mediante la adquisición de grandes extensiones de tierra en pocas manos,
consecuencia de la ley de enfiteusis e incluso las campañas realizadas por
Rosas en el desierto que introdujeron 2900 leguas cuadradas de tierra,
produciendo los denominados “latifundios” en un contexto de modelo de
producción extensivo y la aparición de una clase que apoyaba hasta cierta
medida al régimen rosista y se encontraría incorporada a la elite hegemónica
de la que al principio de época solo correspondía a los comerciantes, los
hacendados.
Las derivaciones del poder que realizaba Rosas hacia sus supuestos aliados
en Buenos Aires producían el descontento y la división de sus “seguidores” en
rosista liberales y rosista conservadores. Los reiterados reclamos de las
provincias del Litoral en cuanto a la repartición de ganancias y las criticas del
autoritario poder que tenía Rosas y a su supuesto desinterés por la
organización nacional generaban levantamientos internos como la conspiración
de Ramón Maza o el frustrado intento de ataque de Rivera y las fuerzas de
José Paz. Incluso conflictos externos como el bloqueo realizado por Francia en
1840, debido a la medida de Rosas de exigir la incorporación de los franceses
al ejército, trajo como consecuencia la critica y el posterior levantamiento de los
hacendados que vieron interrumpida la posibilidad de importar y exportar
productos.
CONCLUSIÓN
Más allá de las diferencias evidentes (y en algunos casos más aparentes que
reales) entre los estilos de Rivadavia y Rosas, el período comprendido entre
1820 y 1850 tiene una serie de características en común. Tanto Rivadavia
como Rosas conservaron todo el poder para su provincia, y controlaron al
interior a través del comercio exterior y la política aduanera. Ambos
intervinieron militarmente en las provincias del interior en que consideraron que
la mera influencia no era suficiente para asegurar su dominio. Y ambos
rechazaron todo intento de institucionalizar el país cuando el predominio
porteño no estuviera asegurado. La apertura comercial no fue contestada
siquiera por la Ley de Aduanas de Rosas, que apenas intentó regular algunas
de las importaciones, sin cuestionar en absoluto la base agroexportadora. El
litoral experimentó un muy rápido crecimiento, con altibajos causados por la
situación política, el clima y los mercados, mientras el interior se convertía en
mero proveedor del litoral, sin proveer mercancías exportables. Tanto las
figuras federales como las unitarias se forman de manera dependiente una de
la otra. Este periodo ha sido considerado por la historiografía como un período
político y culturalmente estéril. Por su parte, los historiadores revisionistas
suelen considerar que fue un período en que se llevó a cabo un intento de
organización social y política autónoma, que se frustraría en el período
siguiente, el de la Organización Nacional. Es por eso que no queremos suponer
una historia de buenos y malos cuando analizamos, sobre todo si encontramos
elementos en común entre las dos posturas.