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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

DIRECCIÓN DE NIVELACIÓN Y ADMISIÓN


EDUCACIÓN COMERCIAL

EL CONSUMISMO Y SU IMPACTO
EN LOS RECURSOS NO RENOVABLES

INTEGRANTES:
CRUZ ACOSTA JEINER JOSUE
RAMÍREZ ASANZA ANDRÉS DAVID
SILVA SANGINEZ DAMARIS JAMILET

TRABAJO INVESTIGATIVO

DOCENTE:
DRA. MARCELA CAPA TEJEDOR

MACHALA
2018
El Consumismo y su Impacto en los
Recursos Naturales No Renovables

La evolución de las sociedades ha sido un proceso paulatino y concadenado que a lo


largo de la historia, ha involucrado innumerables cambios sociales calando
profundamente en el nivel de vida y las condiciones socioculturales que caracterizaron a
sus precursores. Si bien la búsqueda de una zona de confort y el establecimiento de un
Status Quo llevó a nuestra especie a períodos de relativa tranquilidad, los procesos
transformistas agitaron profundamente las bases más sólidas construidas a lo largo de
las décadas por los sectores más conservadores de estas mismas sociedades.

Uno de los períodos que más cambios han representado para la forma de vida del ser
humano, han sido sin lugar a dudas, las diversas Revoluciones Industriales y
Tecnológicas que se han producido desde la segunda mitad del siglo XIX hasta nuestros
días. Éstos agitados sucesos no solo han revolucionado nuestra concepción del mundo
sino que también nos han movido inconscientemente a actuar según los grandes
intereses. Ejemplos bastos como la acumulación de capital, la adquisición de bienes
suntuosos, la apariencia desmedida de riquezas y la demostración de una mejor posición
social fueron un desproporcionado cambio dado a raíz de la Revolución Industrial.

La metamorfosis social que vivió la humanidad desde el surgimiento de los bienes


masivos de consumo, ha significado la adaptación forzosa a un sistema en el cual la
publicidad desmedida y el bombardeo de anuncios en los medios de comunicación para
el consumo de productos, muchas de las veces incensarios, se haya convertido en una
constante en nuestro día a día. El Consumismo, tema que abordaremos en el presente
trabajo, ha dejado secuelas irreversibles dentro del propio sistema capitalista que lo vio
nacer, y por tanto, ha sido el responsable de las fases más preocupantes en la actualidad.

El gasto desmedido y el desequilibrio económico por el consumo en exceso, no han sido


los únicos problemas que este fenómeno colectivo ha dejado como resultado, una de las
secuelas más fuertes de la producción en masas, el consumismo y el empleo ineficiente
de recursos naturales han sido la desaparición de biomas naturales, acompañado de la
depredación violenta de fuentes de energía y la conducción de nuestro entorno natural a
una condición extrema de contaminación que ha condicionado fuertemente el futuro de
nuestra especie y de toda la vida en el Planeta.
La aparición de nuevas tecnologías y los más recientes avances en los contextos
socioculturales, han sido factores que mueven profundamente a las sociedades en su
percepción del mundo exterior. Tendencias culturales como la moda o el empleo de
productos recientes, acompañados de una extensa campaña mediática, no sólo motiva
innecesariamente al público a adquirir materiales que no necesitan, sino que lo
convierten en una inherente necesidad para encontrarse acoplados a su entorno. El
consumismo ya no se mantiene únicamente como una tendencia propia de países del
Primer Mundo, sus redes hoy en día, se tejen a fondo en todas nuestras sociedades.

Antes de profundizar en el estudio de sus consecuencias, es necesario entender cómo el


consumo mantiene también perspectivas positivas dentro de una sociedad que nos exige
encontrarnos a la vanguardia de los avances más recientes. El consumo, es un sentido
estricto es la adquisición de bienes y servicios necesarios para sobrevivir y solventar las
necesidades. Éstas últimas han ido cambiando a la par de las acciones que marcan al
mundo he incitan a vivir una sociedad más globalizada. Las nuevas tecnologías, el
avance de la ciencia, los medios de comunicación y la publicidad son factores que han
determinado el desarrollo de las necesidades y la forma que se los obtiene.

El consumismo es un tema que se relaciona mucho con la sociedad actual pero tiene sus
orígenes, según nos explica Carosio, quien sostiene que “La expansión y aceleración del
consumo y su posición como articulador de las relaciones de convivencia social, es un
fenómeno del siglo XX” (2008), el consumismo fue una consecuencia del capitalismo
ya que debido a los medios de producción en la propiedad privada, se desarrolló los
medios de publicidad para convencer a los consumidores y darles a entender que tienen
más necesidades aparte de las comunes, o estas comunes les adicionaron algo para que
la innovación llame la atención del consumidor.

En este contexto se desarrollaron sistemas de mercado y publicidad que realmente


cambiaron lo normal y modificaron las ideas para así tener un éxito en la demanda con
la cantidad ofertada. Las relaciones parten del término sociedad de consumo que hace
referencia a la aceleración del consumo, que se vio beneficiada para la propiedad
privada al imponer su estructura capitalista ya que al mostrar un avance tecnológico,
cantidad de empleados, necesitaban implementar técnicas de consumo y así su
productividad sea aceptada.
Para identificar el consumismo y sus características principales, debemos mencionar
que el marketing juega un rol fundamental. La presión social es un factor sumamente
importante, puesto que al momento en que un producto más avanzado sale al mercado,
la tendencia a comprarlo sube debido a su publicidad, y la gran mayoría de los usuarios
caen ante los elogios y los fenómenos de adquisición que giran en torno al mismo. La
publicidad, como se mencionó anteriormente, es un ámbito que directamente influye en
nuestra vida de consumo, polariza la opinión positiva sobre el artículo, descarta los
productos similares y cuando es mal intencionada, desmerece directamente a los
competidores que se encuentran en el mercado.

Los especialistas se enfocan en un aspecto trascendental dentro de la oferta de productos


actuales, y ésta es la capacidad y calidad de los mismos, siendo una característica que
cada vez es más criticada por la sociedad consumidora. Las empresas en su afán de
lucro, desarrollan intencionalmente artefactos con una esperanza de vida cada vez más
limitada, lo que obliga al consumidor a renovarlo con relativa facilidad, aunque éste
haya sido cautelosamente cuidado, según nos explica de los Heros (2016). Los grupos
más propensos al consumismo son justamente los adolescentes y adultos jóvenes,
quienes mantienen una necesidad inherente de encontrarse actualizados principalmente
en materia tecnológica, siendo esta vulnerabilidad aprovechada por las grandes
compañías para satisfacer las necesidades presentes.

Al existir una gran demanda propensa a la alza en los próximos años, surge una
preocupación inminente: ¿cómo se lograrán satisfacer las necesidades si las empresas
aún no mantienen modelos de producción sustentables?. Recursos naturales no
renovables como el oro, la plata o aluminio son bastamente empleados en las grandes
industrias y su uso desmedido ha afectado a la concentración de los mismos en nuestro
planeta. Un ejemplo bastante conocido es el petróleo, fuente de energía que mueve a
todas las industrias del mundo y que en menos de un siglo de explotación, ha sido
diezmado en sus concentraciones alrededor del mundo.

Es necesario entender que el consumismo perjudica fuertemente el equilibrio ecológico


debido no sólo a la explotación de recursos naturales, sino también a los procesos de
producción que generan contaminación. Situaciones como el empleo desmesurado de
árboles para fabricar papel o la explotación laboral de personas para extraer metales
preciosos son situaciones que ocurren diariamente y exigen al mundo una solución.
Al analizar el consumo excesivo de recursos naturales, nos adentramos también en un
campo macroeconómico bastante controvertido tanto para las grandes multinacionales
cómo para las organizaciones ecologistas que exigen respuestas, puesto que la
“eficiencia” en el uso de los recursos naturales no ha llegado a un consenso por ninguna
de las partes. Estos mencionados recursos mantienen dos grandes subdivisiones: los
renovables (que se regeneran rápidamente) y los no renovables, siendo éstos últimos los
que una vez que son gastados o se extinguen ya no se pueden recuperar más, puesto que
tardan millones de años y comúnmente son distribuidos por el subsuelo.

Los recursos naturales en todos sus tipos, principalmente los no renovables son
ampliamente demandados por los grandes productores, y tanto su explotación como su
comercialización han generado el surgimiento de grandes Monopolios, lucrándose de
los recursos que se glosan a los mismos. Girón nos explica que “Los recursos no
renovables, incluyendo el petróleo, el gas y los minerales son de gran abundancia y
riqueza en la región latinoamericana, por tanto, urge un mayor análisis económico,
político y social” (2013). Esto significa que las políticas públicas deben estar orientadas
a su sostenibilidad y sustentabilidad, sin afectar desmedidamente al medio ambiente y
generando el mínimo impacto posible a las especies que los rodean.

El uso eficiente de los recursos naturales, es enormemente importante para la economía.


Su visibilidad financiera en la toma de decisiones de gobiernos y empresas abre las
puertas a nuevas oportunidades de crear riqueza y empleo derivados de la dependencia
que la economía tiene de los activos naturales del planeta. Y su cantidad limitada nos
traslada al inevitable escenario del diseño e implementación de su distribución,
escenario en el que los mercados son instrumentos valiosos y a su vez complementarios
a la propia acción de los gobiernos.

Los recursos naturales no renovables son demasiado importantes para el ser humano,
puesto que gracias a sus propiedades facilitan la calidad y condiciones de vida. De su
explotación derivan productos, servicios, beneficios y el potencial energético de una
nación o país para mantenerse a flote, trazar métodos de producción, la economía, las
industrias y la capacidad de establecer acuerdos y relaciones internacionales. Los
recursos naturales son prioritarios pues sin ellos no es posible la existencia de cualquier
tipo de actividad económica y mucho menos el sostenimiento de un sistema tan
complejo como el que hoy tenemos aún.
El punto de inflexión dentro de la discusión del consumo desmedido de los recursos
naturales llega a su cénit cuando se establecen los límites que regulan la extracción y
aprovechamiento de éstos. La contabilidad de las reservas produce muchas disputas, con
las estimaciones más optimistas por parte de las empresas, y las más pesimistas por
parte de los grupos ecologistas y los científicos académicos. Donde la confrontación es
más visible es en el campo de las reservas de hidrocarburos; en el cuál algunos
sostienen su inagotabilidad, mientras otros ponen de manifiesto el constante
aniquilamiento de los ya debilitados yacimientos.

Los recursos no renovables representan intereses muy fuertes debido a su alto costo y la
gran ventaja que significan. El conceso puede llegar a producirse puesto que cuando un
recurso no renovable se va agotando o extinguiendo, los productores o los que fabrican
productos derivados de ellos, aumentan el precio del bien o incluso lo duplican para
obtener utilidades en caso de agotarse. Se crean círculos interminables de corrupción,
tráfico ilegal y especulación que no hacen más que ahondar en la problemática que gira
en torno a ellos.

El fuerte impacto ambiental que se produce por la extracción descontrolada de éstos


recursos no se limita únicamente a su explotación, sino que gran parte del daño se
genera a partir del procesamiento y tratamiento de los mismos para elaborar productos
derivados. La emisión de gases de efecto invernadero, generación clorofluorocarbonos y
destrucción de hábitats nativos ha provocado grandes degradaciones ambientales,
contribuyendo al calentamiento global y a la desestabilización ecológica de las cadenas
alimenticias, y por ende, de nuestro planeta mismo.

El consumismo es un tema bastante polémico y tiene a la sociedad atrapada a una serie


de cambios y dependencias en relación con todo tipo de bien. Es un tema negativo para
unos y positivo para otros, por lo cual se genera un debate y un equilibrio al presentarse
este tipo de situaciones. Lo palpable es que si bien, ya sea desmedida o
responsablemente, las acciones que las empresas y los seres humanos mantenemos hoy
en nuestra sociedad, poco o nada están contribuyendo a la conservación de los recursos
naturales y de la naturaleza misma. Es importante y fundamental para nuestra
supervivencia, que tomemos acciones urgentes para remediar el daño que ya hemos
causado. Es una responsabilidad que cómo sociedad debemos asumir, partiendo desde el
fundamento de no consumir más de lo que estrictamente necesitamos para sustentarnos.
Bibliografía
Carosio , A. (2008). EL GÉNERO DEL CONSUMO EN LA SOCIEDAD DE
CONSUMO. Revista de Estudio de Géneros. La Ventana.

de los Heros, M. (2016). La sociedad de lo descartable y otras vicisitudes del mundo


postmoderno. Consensus.

Girón, A. (2013). Recursos no renovables, grandes empresas y ganancias financieras.


Revista Latinoamericana de Economía , 7.

Jusmet, J. R. (1991). La teoria economica sobre el precio de los recursos no


renovables:un comentario crítico. Cuadernos de economia vol. 19 111-123, 12.
ANEXOS

1. Carosio, A.
2. De los Heros, M.
3. Girón, A.
4. Jusmet, JR.

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