¿HASTA CUÁNDO?

Salmo 13 (12)
Súplica con sentimiento de urgencia, expresada en la repetición anafórica "hasta cuándo". Es la conciencia de la muerte
lo que imprime a la vida humana el sentimiento de prisa: Dios tiene tiempo porque es eterno, el hombre no lo tiene
porque es mortal. Los tiempos de Dios y del hombre no coinciden. El hombre puede encomendar la solución a la historia
que le sobrevive y continúa: pero, si la muerte es el último sueño, ¿de qué le vale? Paralelo de muerte es el "fracaso",
pérdida de la provisoria consistencia que es vivir.

Más allá de su muerte sonará el grito de victoria de sus enemigos, que escucha mentalmente. ¿Puede el hombre orando
apresurar los tiempos de Dios? (cfr. Eclo 36,10). Pero, descubriendo su rostro Dios "da luz a los ojos", y luz es vida. Al final
se impone la esperanza en la salvación por obra de Dios.

(Luis Alonso Shökel)

COMENTARIO DE SAN AGUSTÍN

1. [v. 1] ​¿Hasta cuándo, Señor, tu olvido de mí en relación al fin? (​¿Hasta cuándo, por fin te
​
acordarás de mí...?) Es decir, ¿hasta cuándo el postergarme en relación a la inteligencia espiritual
de Cristo, que es la Sabiduría de Dios y el debido fin de todo objetivo del alma? ¿​Hasta cuándo el
apartar​ tu rostro de mí? Ni Dios se olvida, ni aparta su rostro, pero la Escritura habla ateniéndose
a nuestro modo de expresarnos. ​Se dice que Dios aparta su rostro cuando, por no tener aún
purificado el ojo de su mente, no le brinda al alma el conocimiento de sí mismo​.

2. [v. 2] ​¿Hasta cuándo estaré sin tomar una decisión en mi alma? Una decisión sólo se precisa en
circunstancias adversas. En consecuencia, ​¿hasta cuándo estaré sin tomar una decisión en mi
alma? equivale a esta pregunta: ​¿Cuánto tiempo me hallaré en circunstancias adversas? O se
trata de una respuesta, siendo este el sentido: Señor, te olvidas de mí en relación al fin y apartas
tu rostro de mí en tanto en cuanto no tome una decisión en mi alma: De manera que, ​si uno no
toma en su alma la decisión de practicar perfectamente la misericordia, Dios no le
encamina hacia el fin ni le otorga el pleno conocimiento de sí, el conocimiento cara a cara​.
¿Dolor en mi​ corazón todo el día? Se sobreentiende: ¿hasta cuándo pondré? ​Todo el día indica
continuidad. El día se interpreta como sinónimo de tiempo. Todo el que ansía despojarse de él
pone dolor en su corazón, suplicando remontarse a las realidades eternas y dejar de padecer el
día humano.

​ mi enemigo sobre mí? Puede referirse al diablo o a la

3. [v. 3] ​¿Hasta cuándo prevalecerá
costumbre carnal​.

​
4. [v. 4] ​Mírame y escúchame, Señor, Dios mío. ​Mírame es una referencia al pasaje ​¿hasta
cuándo el apartar tu rostro de mí? ​Escúchame dice referencia al texto ​¿hasta cuando, Señor, tu
olvido de mí en relación al fin? ​Da luz a mis ojos para que nunca​ me duerma en la muerte.
Conviene entender estos ojos como los ojos del corazón, para que no los cierre el
placentero menoscabo del pecado​.

5. [v. 5] ​Para que mi enemigo ​ no diga jamás: lo he vencido. El gozo maligno del diablo es algo
​
temible. ​Mis enemigos se alegrarán si yo cayera. Se refiere al diablo y sus satélites. Los mismos
que no saltaron de gozo ante el santo varón Job, cuando le atormentaban, porque no se movió (​Jb
1,22)​, es decir, se mantuvo firme en la estabilidad de la fe.

​
6. [v. 6] ​Pero yo he puesto mi esperanza en tu misericordia. ​El hecho mismo de que el hombre
no se mueva y permanezca anclado en el Señor es algo que no debe atribuirse a sí mismo,
no sea que, al alardear de no haberse movido, le mueva el orgullo mismo​. ​Se alegrará mi
corazón en tu salvación: en Cristo, en la Sabiduría de Dios. ​Cantaré al Señor que me ha otorgado
bienes. Se refiere a los ​bienes espirituales​, no a los relativos al día humano. ​Y salmodiaré al
​ nombre del Señor Altísimo, es decir, cuando le doy gracias con gozo y hago un ​uso bien
ordenado de mi cuerpo​, en lo que ​consiste el cántico espiritual del alma​. Sí cabe en este
punto alguna diferencia digna de consideración es esta: ​Cantaré con el corazón, ​salmodiaré con
​ que solo él ve; y lo haré ​al nombre del Señor, que se da a conocer entre
las obras al Señor, cosa
los hombres, hecho que a él no le reporta utilidad alguna, pero sí a nosotros.

​
- ​Fuente: San Agustín, ​Comentario sobre los Salmos (Enarrationes in Psalmos).

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Nota a los salmistas: Estos comentarios se han recopilado con la intención de ayudar al salmista a ​profundizar en el canto, ​aunque
también podrían aportarnos alguna idea clave para transmitirla a la asamblea al momento de introducir el canto. Si el salmista, con
humildad, tiene un profundo conocimiento de aquello que canta, podrá entonces transmitirlo con más fuerza y ayudar de ese modo a
que la celebración litúrgica sea un verdadero encuentro con Cristo resucitado.

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