Vous êtes sur la page 1sur 3

Editorial

EL PACIENTE CON DEMENCIA SENIL

Hemos logrado mayor longevidad como fruto del avance en el control de las enfermedades,
¡nicialmente contra las de tipo infeccioso y luego con las crónicas de tipo degenerativo. En con-
secuencia, el número de ancianos aumenta en el mundo y con ello la incidencia de enfermedades
propias del adulto mayor como la demencia.
La demencia ocurre en personas de todos los estratos económicos y cada vez se detectan más
casos en personas pobres y de la clase media, particularmente la de tipo Azheimer, según exper-
tos de la International Alzheimer Disease. Esta asociación estima que para el año 2040 habrá 80
millones de personas con la enfermedad y, por lo tanto, debemos preparar recursos humanos
y materiales para atenderles. En un trabajo reciente, el Grupo 10/66 formado por médicos de
países Sudamericanos, del Caribe y Asia descubrieron que la prevalencia de demencia es sub-
estimada^ de acuerdo con los criterios del DMS-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders, Fourth Edition).
La demencia aparece generalmente en personas mayores de 65 años y muestra un rango am-
plio de incidencia en estudios de atención primaria,^ en un rango de 6% a 16%.

Epidemiología de la demencia
Se estima que la cifra de pacientes con demencia en Estados Unidos es de 2,4 a 4,5 millones de
personas y los médicos de atención primaria no hacen el diagnóstico porque esto es imposible
en el corto tiempo de examen disponible en este tipo de consulta. En otras palabras, es un diag-
nóstico que recae mayoritariamente en consultas especializadas de neurólogos, psiquiatras o
internistas.
El problema asociado a esta enfermedad es la necesidad de costear la atención médica y de
enfermería que requieren estos enfermos o el trabajo de un cuidador que atienda las necesidades
diarias de los mismos.
En relación con el tratamiento farmacológico, los inhibidores reversibles de la acetilcolineste-
rasa producen mejoría en las funciones cognitivas, la conducta y las actividades diarias; los hay
de fácil aplicación en parches de absorción transdérmica o de administración oral. La memantina
asociada a estos inhibidores también mejora la sintomatología.

El diagnóstico de la demencia
Para el diagnóstico de demencia es necesaria una entrevista estructurada. El paciente con demen-
cia debe tener deterioro de la memoria asociada a por lo menos uno de los siguientes problemas
neurológicos:
1. Agnosia. Imposibilidad de reconocer objetos o personas.
2. Afasia. Deterioro del lenguaje.
3. Apraxia. Déficit para ejecutar algunas actividades motrices.
4. Delirio. Alteración de la conciencia.
5. Deterioro de las funciones ejecutivas como planear, iniciar, controlar y detener conductas
complejas.

INFORMED Vol. 12, N" 5, 2010 237


Es importante que el deterioro de la memoria sea confirmado por un familiar o persona cerca-
na que conviva con el paciente.

Factores de riesgo y factores protectores de la demencia


El factor de riesgo más importante es la edad mayor de 60 años y este riesgo se duplica cada
5 años. Los factores de riesgo adicionales son: accidente cerebrovascular, hipertensión arterial,
concentración elevada de apolipoproteína E y cigarrillo. Los factores protectores son: nivel edu-
cativo alto, actividad física frecuente, ingesta moderada de alcohol.
Acerca de los tipos de demencia, la de Alzheimer tiene una frecuencia relativa de 50 - 80%, la
frontotemporal 12% - 25%, la demencia de etiología mixta 10% - 30%, la demencia vascular 10% - 20%
y la demencias de cuerpos de Lewy 5% -10%, de acuerdo con las diferentes series de estudio.
El diagnóstico definitivo de demencia del tipo Alzheimer se hace por examen del tejido cere-
bral; sin embargo, algunos indicios clínicos pueden orientar el diagnóstico; por ejemplo, en la
de tipo Alzheimer ocurre olvido rápido de información, especialmente de conocimiento nuevo;
la demencia vascular es de aparición más abrupta, con mayor deterioro del lenguaje y olvido
más lento de información; en particular si se aportan "pistas" para recordar. La demencia fronto-
temporal produce pérdida de memoria menos pronunciada y problemas severos para el trabajo
planificado.
La consulta del paciente debe ser estructurada con inclusión de pruebas neuropsicológicas, las
cuales requieren de entrenamiento con dichas pruebas y la entrevista de familiares o personas
que convivan con el enfermo.^
La prueba del Estado Mini Mental es de gran ayuda por su brevedad y facilidad de ejecución.
Los médicos deben saberla de memoria o tenerla escrita en una tarjeta porque está protegida por
derechos de autor de una asociación de evaluación psicológica (www.minimental.com). Otras
pruebas son de amplio uso como el dibujo, la identificación de un reloj con manecillas, o el di-
bujo de una hora específica en la esfera del reloj.
Si el médico de atención primaria sospecha de la enfermedad hará una gran contribución al
diagnóstico precoz y tratamiento de estos pacientes.

Referencias
1. Libre Rodríguez J, Ferri CP, Acosta D et al. Prevalence of dementia In Latin America, India and China. A population-based cross-
sectional survey. The Lancet. 2008;372:464-474.

2. Olafsdottir M, Skoog I, Marcusson J. Detection of dementia in primary care: the Linkoping study. Dement Geriatr Cogn Disord.
2000;11:223-229.

3. Holsinger T, Deveau J, Boostani M, Williams JW. Does this patient have dementia? JAMA. 2007;297:2391 -2404.

E.R.V.

238 INFORMED Vol. 12, N° 5, 2010


Copyright of Informe Medico is the property of Informe Medico de Venezuela, C.A. and its content may not be
copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the copyright holder's express written
permission. However, users may print, download, or email articles for individual use.

Vous aimerez peut-être aussi