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Presentación
Introducción
La Iglesia al servicio de la familia
El sínodo de 1980 continuación de los sínodos anteriores
El bien precioso del matrimonio y de la familia
1) LA TRANSMISIÓN DE LA VIDA
Cooperadores del amor de Dios Creador
La doctrina y arma siempre antigua y siempre nueva de la iglesia
La Iglesia en favor de la vida
Para que el plan divino sea realizado cada vez más plenamente
En la visión integral del hombre y de su vocación - -
La iglesia Maestra y Madre para los esposos en dificultad
Itinerario moral de los esposos
Suscita convicciones y ofrece ayudas concretas
2) LA EDUCACIÓN
El derecho-deber educativo de los padres
Educar en los valores esenciales de la vida humana
Misión educativa y sacramento del matrimonio
La primera experiencia de Iglesia
Relaciones con otras fuerzas educativas
Un servicio múltiple a la vida
RESUMEN
PRESENTACIÓN
Esta encíclica fue elaborada a los 3 meses de la clausura del Sínodo de los obispos el 25 de
octubre de 1980, sobre la misión de la familia cristiana en el mundo, en esa fecha se
encontraba el Papa Juan Pablo II , delicado de salud por el atentado que tuvo, esto fue un
fruto por el gran trabajo que se obtuvo, sobre la importancia de la familia para la vida humana,
social y la iglesia, de los ataques que hoy se hace sobre la familia acerca de la dignidad de la
mujer a la procreación responsable y a la educación de los hijos, por otra parte la
preocupación degradación de algunos valores , y una equivocada concepción teórica y
práctica entre los cónyuges entre sí, y la gravedad ambigua entre padre e hijos, las dificultades
de la familia para transmitir los valores, el creciente fenómeno del divorcio y el aborto, la
esterilización y la difusión de la mentalidad anticoncepcional. Pero la Iglesia está en contra
de la mentalidad contra la vida, está a favor de la vida y defender contra toda insidia
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIÓN
A vosotros, esposos, padres y madres de familia jóvenes que sois el futuro y la esperanza de
la Iglesia y del mundo, y seréis los responsables de la familia, tienen una razón de más para
tomar con todo interés de la familia en este tiempo de prueba y de gracia Amar a la familia
saber estimar sus valores y posibilidades. Amar a la familia significa esforzarse para crear un
ambiente que favorezca su desarrollo, una forma eminente con alegría y convicción la buena
nueva sobre la familia, que tiene la necesidad de escuchar que le revelen su identidad su
misión en la ciudad de los hombres y en la de Dios.