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DIEGO FERNANDO INSANDARÁ SINSAJOA

FACULTAD DE INGENIERIA-215160233

INTELIGENCIA COLECTIVA

LA GENERACIÓN, USO, APLICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE CONOCIMIENTOS

DESDE UNA UNIDAD SOCIAL

¿Te has cuestionado alguna vez sobre la posibilidad de un mundo trabajando en equipo, en la cual

el objetivo primordial sea conseguir una unidad social a partir del conocimiento? O mejor aún,

¿has considerado una sociedad en la que el conocimiento y participación de todos sus miembros

sea la base de su desarrollo? Seguramente uno de estos interrogantes te hizo pensar en la

posibilidad de un mundo superior en el que inteligentemente podríamos construir comunidad y

progreso si acogiéramos a todos.

Antes de analizar cada uno de los aspectos que corresponden a la inteligencia colectiva es

necesario comprender su significado. Por una parte, inteligencia, hace referencia a una facultad o

capacidad para pensar, analizar, cuestionar, crear o simplemente actuar conscientemente. Un ser

inteligente debe por tanto ser capaz de tomar decisiones previendo sus consecuencias y

adoptando una posición crítica. Por otra parte el término “colectivo” además de sus muchos

significados refiere para nuestro caso a un conjunto de personas con intereses comunes. Si ahora

tomamos los dos términos como parte de un mismo elemento notaremos que el concepto de

“inteligencia colectiva” describe una nueva capacidad en la que es posible ya no pensar, actuar o

cuestionar de forma individual y mezquina, sino por el contrario ser conscientes tanto personal

como socialmente; en dicho sentido se trata de cómo razone cada uno de los miembros de un

grupo y cómo los demás puedan asimilar esos razonamientos en busca del beneficio de todos.
La inteligencia colectiva es un proceso complejo que nace tras un cambio radical en la sociedad,

cuando ésta definitivamente ha evolucionado hacia un nivel superior en medio de un continuo

movimiento de masas e innovaciones que han llevado a subtitular a la humanidad de hoy como

una sociedad nuevamente nómada.

“La época que se está viviendo se encuentra en transformación. Se nos impone una nueva era,

cuyo progreso nadie puede detener. No obstante, a diferencia de las revoluciones del pasado, la

oportunidad para compartir con mayor amplitud la generosidad de esta revolución es enorme”.

(Romero, 2009, p1).

Tal inteligencia no significará entonces una reducción de esa nueva cultura nómada, sino que será

la forma adecuada para adaptarse a ella y salir victoriosos. Pero, ¿De qué se trata ese

nomadismo?; la primera idea podría apuntar a una sociedad que está mudando de región o

residencia para buscar mejores condiciones, al menos es la idea del antiguo nomadismo, pero

como recalco, es la antigua idea. Ahora ya no se trata de cambiar de domicilio, se trata de un

cambio total y continuo en los modos de vivir y ver el mundo, en la forma de comunicarnos,

expresarnos, emprender negocios y crear sociedad y cultura. El nomadismo de hoy depende en

parte de la rápida evolución tecnológica, la cual ha propiciado el desarrollo de un modo de vida

distinto basado tanto en un mundo virtual como en un mundo de modas; la sociedad ya no se

establece por largo tiempo bajo mismas costumbres sino que las modifica a su conveniencia de la

misma forma que modifica sus necesidades y demandas. “Los negocios se transformarán, los

gobiernos se renovarán y los individuos podrán reinventarse a sí mismos”. (Romero, 2009, p1).

Mientras la tecnología avanza, se descubre el universo, aparecen nuevos tratamientos médicos, se

trabaja con el genoma humano o se pretende conseguir seres artificiales inteligentes, el ser

humano se convierte en nómada al no serle posible convivir bajo tradiciones o progresar bajo
unas mismas condiciones a menos de que se adapte a ese constante cambio. El nomadismo si

bien parece negativo por impedir al ser humano vivir y desarrollarse plenamente es la forma

actual de progreso y no sería pertinente destruirlo, mejor que eso es prudente manejarlo a través

de una inteligencia colectiva.

La producción de conocimientos colectivos

El proceso de nuevo nomadismo requiere al mismo tiempo una forma diferente de tratar el

conocimiento; de hecho la inteligencia colectiva se basa en el manejo de ese conocimiento de la

forma más adecuada posible. “El ser humano nació para vivir en sociedad, su sentido de vida es

social y su desarrollo humano espiritual y profesional lo alcanza en plenitud cuando es en

interacción con otros”. (Zañartu, 2011, p2).

Conocimiento no es más que un conjunto de saberes o técnicas los cuales se han ido acrecentando

a medida que la historia de la humanidad se ha hecho más extensa; por su parte los espacios del

conocimiento son aquellos sobre los cuales el ser humano ha generado esos saberes, es decir el

medio y el tiempo sobre los cuales ha vivido y ha desarrollado sus experiencias. Los primeros

espacios del conocimiento fueron constituidos por la Tierra y el territorio; el primero significó

para el hombre primitivo entender su relación con la naturaleza y los demás seres de su medio, le

permitió comprender su vida y la forma de subsistir; el segundo hizo que el hombre estableciera

la comunidad como una forma de organización social; un tercer espacio, el flujo mercantil, lo

condujo hacia nuestro futuro pues significó ir más rápido en la adquisición del conocimiento, ya

que en cierta forma el mercado representa un intercambio cultural al ser una actividad común

entre los pueblos. Cuando los grupos se encontraban para intercambiar, comprar o vender

productos estaban entregando parte de su cultura a otras comunidades, y en esa cultura estaba
inmiscuido una gran cantidad de conocimiento. De hecho ese conocimiento impulsó a las

primeras comunidades hacia la formación de un núcleo social que poco a poco se tiño de normas,

organización y una jerarquía básica.

Para nuestra época, que por mas actual sigue sujeta a una constante evolución, surge un nuevo

“espacio del conocimiento”, caracterizado por impulsar a la humanidad a la adquisición de

saberes y porque además demanda esa adquisición. No se trata de elegir entre que conocimientos

a adquirir, se trata de saber aplicar sobre un contexto social cualquier conocimiento adquirido y

hacerlo en acción colectiva.

Entre mayor sea el contacto entre culturas y seres humanos, el conocimiento se enriquecerá ya

que contará con los aportes de miembros de distintos núcleos sociales; mientras uno de ellos

enseña al otro su modo de actuar, percibir y tratar el mundo, la otra persona aprende y retribuye

enseñándole sus saberes; el nuevo espacio fomenta el dar y recibir conocimiento, tratándolo

como un bien público al que todos tienen derecho y al que la economía, la política, la educación y

demás deben recurrir para adaptarse al nomadismo que intenta dejar atrás a la persona que no se

acople a la constante transformación de forma inteligente. "La clave sobre los grandes problemas

del mundo es que debemos tratar sobre ellos de forma colectiva. Y como no nos volvamos

colectivamente más inteligentes, estamos condenados". (Engelbart, 2005).

El conocimiento más allá de un simple conjunto de saberes y trabajado en forma colectiva se ha

convertido en una verdadera fuente de desarrollo; se considera como la base de la nueva sociedad

para la cual, estar a la vanguardia significa hacer parte de la innovación desde la alianza y la

competencia de los seres humanos. Se trata de explotar el intelecto, rehacer ideas y crear redes de
comunicación dirigidas a todas las personas que desde cualquier contexto sepan compartir su

conocimiento.

El nomadismo por si mismo implica cambios repentinos e inesperados además de impulsar el

conocimiento, de allí que se necesite que todos puedan manejarlo y aplicarlo de forma eficiente,

de modo que la rapidez de los avances no termine por agobiarnos.

La inteligencia es de todos y para todos

La inteligencia colectiva depende del conocimiento colectivo y como nos daremos cuenta estos se

satisfacen en una unidad social.

La inteligencia como tal es propia de todos los seres humanos, sin embargo esa inteligencia no se

desarrolla a plenitud a menos que entren en juego un par de circunstancias que hagan necesario

que cualquier persona requiera del contacto con la sociedad para aplicar sus conocimientos en un

grupo; antes de eso solo tenemos a un individuo cargado de conocimientos pero sin la capacidad

de darlos a entender o hacer algo importante con ellos, y es en este último punto en donde se

define la verdadera inteligencia. Complementario a lo anterior el individuo que no comparte sus

conocimientos simplemente no puede adoptar unos nuevos y eso le privará la entrada a la

inteligencia colectiva.

“Cada cual lo siente, la amplitud y la complejidad de los problemas que afronta hoy la

humanidad, como las formidables mutaciones que afectan a nuestras sociedades, exigen una

reestructuración de las categorías económicas y políticas forjadas en otro período y para

responder a otros problemas” (Lévi, 2004, p128).


Trabajar en equipo hoy en día más que una decisión es una necesidad y una forma de estar acorde

al ritmo del cambio; el trabajo en grupo permite acrecentar los conocimientos y entrar en una

relación constante con los demás que hace posible la comunicación y la convivencia, tan

necesarias para la construcción de sociedad. No se trata de centralizar el conocimiento, reservarlo

o presumir del mismo, sino de compartirlo. La palabra ignorancia no cobra sentido al hablar de

falta de preparación o conocimiento y mucho menos puede hablarse de falta de inteligencia; en

general todos los seres humanos se encuentran bajo las mismas condiciones de inteligencia y si

bien alguien parece destacarse demasiado en la academia, habrá quien lo haga en el deporte, la

toma de decisiones, la creatividad y demás habilidades que no son más que una expresión de

conocimiento. “La mayoría de las personas que consideramos inteligentes y que tienen éxito en

un determinado área, muestran una habilidad mediocre o incluso inferior en algunas situaciones”.

(Hochel & Gómez, 2007, p10). Cada persona maneja sus propios saberes y los ha adquirido de

distintas formas, incluso una buena parte de ellos provienen de la principal fuente, la experiencia.

No es correcto despreciar lo que saben los otros o ignorar lo que pueden aportar, se debe incluir a

todos en grupo o sociedad en la que el conocimiento sea creado por todos y la inteligencia sea

una capacidad de todo el colectivo.

Cuando el conocimiento se convierte en un bien común la inteligencia sencillamente se

transforma en la principal herramienta para pensar en equipo y encontrar soluciones. Se necesita

de personas creativas, visionarias, consecuentes y activas para realizarse a sí mismos bajo una

identidad y de paso realizar su sociedad.

La identidad dentro de la inteligencia colectiva deja de depender del nivel de preparación de una

persona o de sus logros o posición social; ésta entra a depender únicamente del nivel de

consciencia de la persona frente al mundo y su realidad de modo que comprenda su


comportamiento y pueda definirse ante los demás como un ser integral y de saber, sea cual sea su

cantidad. “La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto

que, cuanto más abiertos nos hallemos a nuestras propias emociones, mayor será nuestra destreza

en la comprensión de los sentimientos de los demás”. (Goleman, 1995, p65).

De dicho modo concretar una identidad será un paso fundamental antes de la inteligencia

colectiva, considerando que aquel que cuenta con una identidad tiene al mismo tiempo la

seguridad para relacionarse y compartir su saber. Conseguir una identidad real e infranqueable en

medio del cambio vertiginoso al cual estamos sometidos es la mejor herramienta para

autodefinirnos como seres distintos pero con necesidades de agruparnos y crear sociedad.

Mientras la mayoría de individuos caminan solos o simplemente se agrupan sin una organización

determinada al par de lo que diga la mayoría o lo que uno de ellos disponga, no formarán un

colectivo inteligente, ya que estará restringido por el pensamiento de unos pocos que decidirán

por todo el conjunto; si los miembros no asumen una posición crítica estarán aceptando que sus

conocimientos son inútiles y actuarán conforme dicten los otros, es decir, sometiéndose a la

voluntad del cambio sin detenerse a considerar sus consecuencias. Sin embargo, una vez que los

individuos acepten la magnitud de sus conocimientos crearán un colectivo de aprendizaje en el

que la comunicación tendrá por objetivo relacionar a las personas y promover la participación de

todos en la organización de la sociedad, en la que cada uno aportará desde su experiencia para

tomar las mejores decisiones y afrontar el proceso de cambio que se había identificado con el

nomadismo. “Si bien es cierto, el aprendizaje tiene una dimensión individual de análisis,

conceptualización y apropiación, éste se desarrolla en su mejor forma a través del aprendizaje en

colaboración con otros”. (Zañartu, 2011, p2).


La inteligencia colectiva dará lugar a una sociedad que se reúne para tomar las mejores

decisiones y analizar el cambio como la oportunidad para construir un mejor mundo, en el que la

tecnología no nos agobie o reemplace sino que sea una base sustancial para unir a los seres

humanos y generar un vínculo social fuerte. Alcanzaremos una comunidad superior que se reúne

en torno a un desarrollo responsable para garantizar el acceso al conocimiento y para la cual la

competencia no tendrá un objetivo de ganancia sino de aprendizaje y en donde los hombres

asuman sus distintos contextos con ideas, razonamientos y liderazgo.

Para concluir solo resta decir que la inteligencia colectiva es la mejor forma de enfrentar el

avance vertiginoso del mundo que tiene en juego el poder y progreso, no limitándolo sino

abriendo sus puertas para adoptar medidas responsables a favor del bien común, recordando que

la inteligencia colectiva es básicamente pensar en conjunto hacia el paso siguiente, no sin antes

haber recibido la opinión de todos aquellos que activamente desean participar del conocimiento

libre y compartido.
BIBLIOGRAFIA

Engelbart, D. (2005). DIDACTICAS DIGITALES. Recuperado el 1 de Septiembre de 2015, de


DIDACTICAS DIGITALES: http://anamicc.wix.com/didacticas-digitales#!aspectos-
importantes/chim

Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Kairós. Recuperao el 1 de Septiembre de 2015, de


http://www.hacienda.go.cr/cifh/sidovih/cursos/material_de_apoyo-F-C-
CIFH/2MaterialdeapoyocursosCICAP/5InteligenciaEmocional/Inteligenciaemocional.pdf

Hochel, M., & Gómez, E. (2007). La inteligencia humana. Recuperado el 1 de septiembre de


2015, de http://www.ugr.es/~setchift/docs/conciencia_capitulo_1.pdf

Lévi, P. (2004). Inteligencia colectiva: por una antropología del ciberespacio. Washington, DC.
Recuperado el 1 de septiembre de 2015, de
http://inteligenciacolectiva.bvsalud.org/public/documents/pdf/es/inteligenciaColectiva.pdf

Romero, D. (24 de Agosto de 2009). estudiantesmehl. Recuperado el 1 de Septiembre de 2015,


de estudiantesmehl:
http://estudiantesmehl.wikispaces.com/file/view/LA+ERA+DE+INTELIGENCIA+EN+RED.pdf

Zañartu, L. M. (Agosto de 2011). Colombiaaprende. Recuperado el 1 de Septiembre de 2015, de


Colombiaaprende: http://www.colombiaaprende.edu.co/html/docentes/1596/articles-
346050_recurso_5.pdf

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