Cómo limpiar aluminio corroído

3 métodos:Limpiar el óxido de aluminio de los utensilios de cocinaLimpiar el óxido de aluminio en superficies

más grandesEvitar la corrosión por depósitos

El aluminio se oxida rápidamente y se le forma una película opaca de color gris

que arruina su bonito acabado. Normalmente, el óxido de aluminio es fácil de
combatir con soluciones naturales, como el limón y el vinagre. Sin embargo, ten
cuidado al utilizar técnicas abrasivas para restregar, porque pueden rayarlo. A
veces, aparece un problema más grave conocido como corrosión por depósitos en
el aluminio pintado, especialmente en los botes.[1]

Método 1
Limpiar el óxido de aluminio de los utensilios de cocina
1.
 1
Limpia el polvo y la mugre con un cepillo de cerdas suaves. Antes de quitar la
corrosión, tienes que limpiar el polvo o la mugre que tuviera en la superficie. Usa
un limpiador no abrasivo como un detergente lavavajillas común. [2]
2.
 2
Hierve la comida acumulada para quitarla. Para sacar alimentos quemados que
estén en el fondo de una olla sin dañarla, llénala con unos cuantos centímetros de
agua. Ponla en el fuego, haz que hierva y déjala ahí por unos 10 minutos.
Después, sácala del calor y usa una espátula de madera para sacar los restos de
comida, que ya estarán sueltos. Repite el proceso hasta que la olla quede limpia. [3]
 No utilices lana de acero o Brillo Pads (almohadillas de acero) para recoger la
comida acumulada porque pueden rayar la olla y hacer que sea más difícil de
limpiar en el futuro.
3.
 3
Hierve vinagre o jugo de limón en la olla. Para quitar el óxido, mezcla vinagre o
jugo de limón en una olla. Enciende el fuego y deja que la mezcla cocine unos
quince minutos después de que empiece a hervir intensamente. Mete cualquier
utensilio pequeño de cocina en la olla para que también reciban el tratamiento.
Repite el proceso conforme sea necesario.
 La mezcla debe conformarse de unas dos cucharadas de agua o vinagre por cada
litro (cuarto) de agua.[4]
4.
 4
Enjuaga y seca bien la olla. Échale agua caliente a los utensilios para quitarles
con cuidado cualquier residuo de jugo de limón o vinagre. Después, pásale un
trapo para secarlos.[5]

Método 2
Limpiar el óxido de aluminio en superficies más grandes
1.
 1
Limpia la superficie con un cepillo de cerdas suaves. Úsalo para retirar la
tierra. Trata de quitarle todo el polvo y las partículas grandes con esta
herramienta.[6]
2.
 2
Límpialo con detergente lavavajillas y una esponja. Aplica agua y detergente
lavavajillas a una esponja y limpia la superficie con fuerza moderada. A veces,
esto bastará para sacar el óxido.[7]
3.
 3
Restriega con un limón. Si el detergente no eliminó el óxido, prueba con un
limón. Córtalo por la mitad y ponle sal en el interior. Después, restriega la
superficie con la parte interior del limón de modo que la sal y el ácido saquen el
óxido de aluminio. Frótalo suavemente porque la sal es abrasiva. [8]
 Otra opción es echarle jugo de limón y sal a un trapo, y usarlo para frotar
delicadamente el aluminio.
4.
 4
Usa un limpiador ácido de aluminio para el óxido que es difícil de quitar. En
este caso, echa un poco del producto mencionado en una lana de acero, de grado
0000 a 000. Ponte guantes y frota las áreas problemáticas con el limpiador. Frota
lo más suavemente posible para eliminar la corrosión.[9]
5.
 5
Enjuaga el aluminio con una esponja limpia. No permitas que el detergente, el
limón o algún otro limpiador se seque en la superficie. Usa otra esponja sin
detergente para frotarla y quitarle el producto.[10]

Método 3
Evitar la corrosión por depósitos
1.
 1
Revisa la pintura para ver si tiene rajaduras. La pintura evita la formación del
óxido de aluminio, que podría verse mal, pero evita la corrosión por depósitos.
Cuando esta empieza a rajarse en las superficies de aluminio que están expuestas
al agua con frecuencia, aparece la corrosión por depósitos y empieza a comerse el
metal.[11]
 Este tipo de corrosión aparecerá en forma de polvo blanco o una sustancia
viscosa del mismo color.
2.
 2
Quita las partículas de pintura. Ráspala en las áreas donde se ha empezado a
rajar. Puedes utilizar una espátula para meterla debajo de la pintura y
levantarla.[12]
 En el caso de las áreas más grandes, usa una lija de grano 220 para lijar la
pintura. Crea una transición gradual en los bordes que están entre el área pintada
y el metal sin pintar.
3.
 3
Usa un removedor de adhesivo general para quitarle la cera a la
superficie.Aplica el producto en un trapo y pásalo por el área donde has raspado
la pintura.[13]
4.
 4
Aplica una pintura epoxi. Encuentra una que sea casi del mismo color de la
pintura que está alrededor. Usa un cepillo para aplicar un par de capas de pintura
para que quede una película gruesa. No es necesario aplicar un imprimante en un
área pequeña antes de pintarla.[14]
5.
5
Aplica un sellador en el objeto. Los objetos que se mueven como los tornillos y
esparcidores a menudo dividen la pintura que los rodea cuando están en
movimiento. Por eso, los trabajos de pintura en esas áreas no durarán mucho.
Más bien, aplica un sellador de poliuretano de baja adhesión o uno de polisulfuro
en la base del objeto. Sella toda la circunferencia de la base de modo que la
pintura no pueda penetrar hasta el aluminio.[15]