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# 2.077
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Argentina
Gráfico 1. Corredor endémico semanal. Argentina. Año 2018, en base a datos de los años 2013/2017.
La información provista por la vigilancia clínica reveló que en el año 2018, la tasa acumulada hasta la semana
epidemiológica 23 es 27,1% inferior a la registrada en el año 2016, y 25,2% inferior a la del 2017.
En cuanto al análisis de tasas acumuladas, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de La Pampa,
Río Negro y Tierra del Fuego presentaron tasas superiores a la de igual período de 2017, si bien en todos los casos
este aumento fue inferior a 3%. Las mayores reducciones se observaron en Santa Fe y Formosa, con una disminu-
ción superior a 50%.
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Alerta por dos casos confirmados de sarampión
19 de julio de 2018 – Fuente: Ministerio de Salud (Argentina)
El 19 de julio, el Ministerio de Salud de Argentina recibió la confirmación de dos casos de sarampión asistidos en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Ante esta situación y el contexto epidemiológico global, el Ministerio
instó a los equipos de salud a verificar el estado de vacunación de la población, sensibilizar la vigilancia epidemioló-
gica de la enfermedad febril exantemática y responder rápida y adecuadamente frente a la identificación de casos
sospechosos.
Situación actual
Los equipos técnicos de los Ministerios de Salud de la CABA, de la provincia de Buenos Aires y de la Nación, se
reunieron ante la confirmación de dos casos de sarampión en niños menores de un año, que fueron notificados por
dos efectores públicos de la CABA.
Se trata de un niño de 5 meses, residente de la CABA, que inició exantema el 12 de julio, y una niña de 6 meses,
residente en la provincia de Buenos Aires, que inició fiebre y exantema el 13 de julio. Ambos casos presentaron clíni-
ca compatible (fiebre, exantema, tos y conjuntivitis), a la fecha con buena evolución. Los dos casos se confirmaron
por serología IgM y detección de genoma viral por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en muestras de orina
y respiratoria.
Se iniciaron las acciones de control de foco en las áreas correspondientes y se encuentra en desarrollo la investi-
gación para determinar la fuente de infección.
Situación epidemiológica
En Argentina, el último caso autóctono de sarampión se registró en el año 2000. Desde entonces se registró un
total de 32 casos importados y relacionados a la importación. Los últimos ocurrieron en la CABA en la semana epi-
demiológica (SE) 13 del corriente año, de los cuales dos fueron importados y uno relacionado a la importación.
En América, Venezuela sufre un brote desde la SE 26 de 2017, confirmándose 1.427 casos hasta la SE 27 de
2018. En Brasil hasta la SE 27 se confirmaron 350 casos. También se registraron casos importados en Colombia,
Estados Unidos, Perú, Antigua y Barbuda, Guatemala, Canadá y México.
En el mundo, La Región Europea presenta un incremento sostenido de casos desde el año 2017, contabilizándose
14.839 casos confirmados entre enero y mayo de 2018. En Rusia se confirmaron 1.056 casos desde el 1 de enero a
mayo de 2018.
Países de otros continentes –China, Etiopía, India, Indonesia, República Democrática Popular Lao, Mongolia, Fili-
pinas, Nigeria, Sri Lanka, Sudán, Tailandia y Vietnam, entre otros– también notificaron brotes de sarampión entre
2016 y 2017.1
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Puede consultar el texto completo del alerta haciendo clic aquí.
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Consejo y un protocolo especial al Servicio de Medicina Legal de la Corte, además de exigir que el SPF cumpla con el
procedimiento adecuado para el traslado de detenidos que padezcan la afección.
La dispersión de la bacteria en Tribunales obligó a la intervención del Director de Medicina Preventiva y Laboral
del Poder Judicial de la Nación, Ignacio Parra, que detalló las medidas preventivas que deberán asumir los emplea-
dos de los juzgados que tengan contacto con detenidos potencialmente enfermos. Desde el sindicato exigieron al
Ministerio de Justicia un detalle de los focos que existan en cárceles federales y se convocó a una reunión de urgen-
cia con el Procurador Penitenciario, Ariel Mugnolo, y con el jefe de Atención Médica de la Procuración Penitenciaria de
la Nación. Ambos enviaron consultas y pese a que no recibieron informes de brotes de tuberculosis específicos, re-
conocieron que la ausencia de médicos podría derivar en una atención deficiente de los internos.
Lo ocurrido rebotó contra el Consejo, al advertir que no existen medidas de prevención ni control de salud a em-
pleados judiciales, primera línea de exposición con detenidos que son llevados a dependencias oficiales a declarar, o
realizar trámites y, obviamente, no son atendidos por los jueces. Los gremialistas apuntaron a que existan controles
periódicos y un mapeo total de la salud de los empleados de juzgados y fiscalías. Las dependencias debieron quedar
clausuradas y se procedió la fumigación para intentar erradicar cualquier vestigio de las bacterias que motivaron los
contagios. En uno de esos despachos, con experiencia de una fuga de reclusos por una ventana, se suelen cerrar los
despachos por completo, lo que vuelve el ambiente altamente viciado. A principios de junio, Piumato le dirigió una
carta a Ricardo Luis Lorenzetti –presidente de la Corte– alertándolo sobre la situación que ocurrió en el séptimo piso
de las oficinas del máximo Tribunal, en el Palacio de Justicia.
América
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Al analizar la tasa de incidencia acumulada de los casos confirmados por grupos etarios, se observa que en el
grupo de menores de 1 año es de 306,2 casos cada 100.000 habitantes, y en el grupo de 1 y 4 años es de 61,7
casos cada 100.000 habitantes.
o Roraima: El brote que se inició en la SE 6
continua activo, y hasta la SE 28 de 2018 se no-
tificaron 414 casos, incluidas tres defunciones,
de los cuales 216 fueron confirmados, 160 con-
tinúan en investigación y 38 fueron descartados.
El promedio de casos notificados semanalmente
ha disminuido sustancialmente en las últimas 6
semanas, pasando de un promedio de 41 casos
semanales (entre las SE 9 y 15) a 5 casos se-
manales (entre las SE 20 y 25) (ver Gráfico 3).
Los casos han sido notificados en 11 de los
15 municipios del estado, siendo Amajarí, Boa
Vista y Pacaraima los que concentran 91% de
los casos notificados y 94% de los casos confir-
Gráfico 3. Casos notificados de sarampión, según semana epidemiológica de inicio de
mados. exantema. Estado de Roraima, Brasil. Año 2018, hasta semana epidemiológica 30.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud.
Al analizar la tasa de incidencia acumulada
de los casos confirmados por grupos etarios, se observa que en el grupo de menores de 1 año es de 505,1 casos
cada 100.000 habitantes, y en el grupo de 1 y 4 años es de 141,8 casos cada 100.000 habitantes.
El número de casos confirmados hasta
la SE 28 tanto en el estado de Amazonas
(444) como en el de Roraima (216) es
mayor a la cifra registrada 20 años atrás,
durante el brote de sarampión reportado
en el país entre 1998 y 1999 (ver Gráfico
4), cuando fue confirmado un acumulado
de 164 casos en Amazonas y 22 casos en
Roraima.
Colombia: Entre las SE 11 y 27 de
2018 se notificaron 40 casos confirmados
de sarampión (ver Gráfico 5). La edad de
Gráfico 4. Casos confirmados de sarampión por año. Brasil. Años 1998/2018 (2018 hasta semana estos casos oscila entre los 4 meses y los
epidemiológica 28). Fuente: Organización Panamericana de la Salud.
35 años, 12 de los cuales son del sexo
femenino. La fecha de inicio de exantema de los casos se registró entre el 8 de marzo y el 4 de julio de 2018. De los
40 casos, 23 fueron importados de Venezuela, 16 relacionados a la importación (11 casos de transmisión secundaria
en personas procedentes de Venezuela y 5 casos relacionados a importación a colombianos) y un caso de fuente de
infección desconocida. No se registraron fallecidos.
Los casos fueron notificados en los departamentos
Antioquia, Arauca, Bolívar, Cauca, Cesar, La Guajira,
Norte de Santander, Risaralda y Sucre; y los Distritos
de Barranquilla, Bogotá, Cartagena y Santa Marta.
La confirmación por laboratorio de todos los casos
fue realizada por el Instituto Nacional de Salud a tra-
vés de la detección de anticuerpos anti-sarampión
IgM en suero y por reacción en cadena de la polime-
rasa con transcripción inversa (RT-PCR) en hisopado
faríngeo y en muestra de orina. La genotipificación de
las muestras de nueve casos indicó que se trata del
genotipo D8, linaje MVi/HuluLangat.MYS/26.11, idén-
tico al identificado en Venezuela en 2017.
Ecuador: Entre las SE 13 y 27 de 2018, se
confirmaron 17 casos de sarampión, de los cuales 9 Gráfico 5. Casos confirmados de sarampión, según semana epidemiológica de
son importados y 8 relacionados a la importación. Los inicio de exantema. Colombia. Año 2018, hasta semana epidemiológica 30. Fuen-
te: Organización Panamericana de la Salud.
casos proceden de Quito (12 casos), Tulcán (3),
Cuenca (1) y Riobamba (1); con fecha de inicio de exantema entre el 28 de marzo y el 2 de julio de 2018. Seis de
los casos confirmados corresponden a una misma cadena de transmisión en el sector sur de la ciudad de Quito. Del
total de casos confirmados, cinco son de sexo femenino, y el rango de edad es de 4 meses a 44 años; 11 de los ca-
sos son de nacionalidad venezolana (uno de ellos con residencia en Ecuador, quien se contagió de familiares recién
llegados a Ecuador, y otro caso que se contagió dentro de las cuatro semanas de su estancia en Ecuador).
La confirmación de casos por laboratorio se realizó en el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública
(INSPI) ‘Dr. Leopoldo Izquieta Pérez’ (Quito y Guayaquil), el laboratorio de referencia nacional, mediante pruebas
serológicas y moleculares. La genotipificación se encuentra en curso.
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Perú: Entre las SE 8 y 28 fueron confirmados 3 casos de sarampión. De éstos, dos con fuente de infección desco-
nocida en residentes peruanos sin antecedente de viaje fuera del país, y el tercero, un caso importado desde Vene-
zuela.
Los tres casos confirmados son del sexo masculino; el rango de edad es de 1 a 44 años y presentaron inicio de
exantema entre el 24 de febrero y el 13 de julio de 2018. El genotipo aislado en los dos primeros casos corresponde
al D8 proveniente de India; mientras que, para el tercero, el genotipo se encuentra en investigación.
El tercer caso corresponde a un menor de 1 año y 6 meses de edad, de sexo masculino, con fecha de inicio de
exantema el 13 de julio. El caso viajó hacia Perú desde Venezuela, vía Colombia y Ecuador. En Ecuador, el 4 de julio,
recibió una dosis de vacuna triple viral (primera dosis) y arribó a Perú (Tumbes-Lima) entre el 8 y el 10 de julio. El
14 de julio, se le tomaron muestras y el 15 de julio, el Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó el caso por serolo-
gía.
Adicionalmente, se ha reportado 1 caso asociado a la vacuna, que aún se encuentra en estudio.
Venezuela: El brote conti-
núa activo con transmisión en
todos los estados y el Distrito
Capital. Desde la confirmación
del primer caso de sarampión
en la SE 26 de 2017 y hasta la
SE 26 de 2018, se notificaron
7.233 casos, de los cuales fue-
ron confirmados 2.569 casos
(2.340 por laboratorio y 229
por nexo epidemiológico), in-
Gráfico 6. Casos notificados de sarampión, según semana epidemiológica de inicio de exantema. Venezuela. Años
2017 y 2018, hasta semana epidemiológica 26. Fuente: Organización Panamericana de la Salud. cluidas 44 defunciones, las
cuales están en estudio para
establecer la relación causal (ver Gráfico 6). Del total de casos confirmados por laboratorio, 727 corresponden al año
2017 y 1.613 al 2018 (hasta la SE 26).
La mayor incidencia de casos se registra en el Distrito Capital, Miranda, Bolívar y Delta Amacuro. Del total de de-
funciones reportadas (44), 33 corresponden al estado de Delta Amacuro, 7 a Miranda y 2 al Distrito Capital.
Comunidades indígenas: Las poblaciones indígenas que habitan en las zonas fronterizas de Venezuela son alta-
mente vulnerables a las epidemias de sarampión. De especial preocupación son los Warao que viven en zonas fron-
terizas del estado Delta Amacuro entre Venezuela y Guyana, y los Yanomami que viven en áreas remotas de la selva
amazónica, a lo largo de la frontera entre Venezuela y Brasil. Los informes indican que el brote de sarampión en las
comunidades Yanomami del municipio de Alto Orinoco, estado de Amazonas, Venezuela, se inició en la SE 11 de
2018, y hasta la SE 27 de 2018 se notificaron 126 casos confirmados por laboratorio y/o nexo epidemiológico, inclu-
yendo 53 defunciones, las cuales actualmente se encuentran en investigación, con el fin de establecer relación cau-
sal con sarampión. Adicionalmente, hasta la SE 28 de 2018, los estados de Amazonas y Roraima de Brasil confirma-
ron 77 casos de sarampión en comunidades Yanomami y Ye’kuna, la mayoría en el Distrito Indígena de Salud de
Auaris, que limita con Venezuela.
Orientaciones para las autoridades nacionales
Ante las continuas importaciones del virus desde otras regiones del mundo y los brotes en curso en las Américas,
la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) insta a todos los Estados
Miembros a:
Vacunar para mantener coberturas homogéneas de 95% con la primera y segunda dosis de la vacuna contra el
sarampión, la rubéola y la parotiditis, en todos los municipios.
Vacunar a poblaciones en riesgo, sin prueba de vacunación o inmunidad contra el sarampión y la rubéola, tales
como personal de salud, personas que trabajan en turismo y transporte (hotelería, aeropuerto, taxis y otros) y
viajeros internacionales.
Mantener una reserva de vacuna sarampión-rubéola y jeringas para acciones de control de casos importados
en cada país de la Región.
Fortalecer la vigilancia epidemiológica del sarampión para lograr la detección oportuna de todos los casos sos-
pechosos en los servicios de salud públicos y privados, y asegurar de que las muestras se reciban en el labora-
torio en el plazo de 5 días después de haberse tomado.
Brindar una respuesta rápida frente a los casos importados de sarampión para evitar el restablecimiento de la
transmisión endémica, a través de la activación de los grupos de respuesta rápida entrenados con este fin e
implementando protocolos nacionales de respuesta rápida frente a los casos importados. Una vez que se active
el equipo de respuesta rápida, se deberá asegurar una coordinación permanente entre el nivel nacional y local
con canales de comunicación permanentes y fluidos entre todos los niveles (nacional, subnacional y local).
Identificar los flujos migratorios externos (llegada de personas extranjeras) e internos (desplazamientos de
grupos poblacionales) en cada país, para facilitar el acceso a los servicios de vacunación, según el esquema
nacional.
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Adicionalmente, la OPS/OMS recomienda a los Estados Miembros que se aconseje a todo viajero mayor de 6 me-
ses de edad que no pueda mostrar prueba de vacunación o inmunidad, que reciba la vacuna contra el sarampión y la
rubéola, preferiblemente la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis), al menos dos semanas antes de
viajar a áreas donde se ha documentado la transmisión de sarampión. 2
Brasil: Se registran 4.680 casos de influenza en todo el país, con 839 muertes
18 de julio de 2018 – Fuente: Ministério da Saúde (Brasil)
El último boletín del Ministerio de Salud de Brasil señala
que, hasta el 16 de julio, se registraron 4.680 casos de in-
fluenza en todo el país, con 839 muertes. Del total, 2.813
casos y 567 muertes fueron por influenza A(H1N1). En relación al virus
A(H3N2), se registraron 991 casos y 140 muertes. Además, hubo 335
registros de influenza B, con 46 muertes, y otros 541 de influenza A
sin subtipificar, con 86 muertes. Los estados con mayor número de
casos son São Paulo (1.702), Ceará (376), Paraná (432) y Goiás
(378).
Vacunación
El Ministerio de Salud logró alcanzar la meta de vacunar a 90% de
la población objetivo de la campaña de vacunación contra la influenza. De acuerdo con el último boletín, de fecha 17
de julio, 90,19% de la población prioritaria está inmunizada contra la enfermedad, lo que representa 51,4 millones
de personas. Las regiones Centro-Oeste (99,45%) y Nordeste (94,71%), son las únicas que superaron la meta. Nor-
te (86,61%) y Sudeste (86,9%) presentaron la menor cobertura de vacunación contra la influenza. En la Región Sur,
la cobertura, hasta el momento, es de 88,6%.
A pesar de que la meta se ha alcanzado de forma general entre la población prioritaria, el grupo de embarazadas
y niños –de seis meses a cinco años de edad– continúan con una cobertura vacunal de 77,8% y 76,5%, respectiva-
mente. “Tenemos que seguir avanzando, principalmente en embarazadas y niños. Estas poblaciones todavía pueden
buscar un puesto y ser vacunadas contra la influenza. Recuerden que vacunar, es proteger”, destacó la coordinadora
del Programa Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, Carla Magda Allan Santos Domingues.
Los estados con las tasas más bajas de vacunación contra la influenza son Roraima (67,1%), Rio de Janeiro
(77,9%) y Acre (79,1%). Los que ya alcanzaron la meta de vacunación son Goiás (106,7%), Ceará (104,3%), Ama-
pá (100,3%), Distrito Federal (98,2%), Espírito Santo (97%), Pernambuco (96,3%), Tocantins (96,2%), Alagoas
(94,7%), Minas Gerais (94,8%), Mato Grosso (94%), Maranhão (94,2%), Paraíba (93,3%), Rio Grande do Norte
(92,9%), Sergipe (92,9%), Paraná (92,5%), Piauí (91,6%) y Mato Grosso do Sul (90,9%).
Desde el 25 de junio, los municipios que aún poseen vacunas contra la influenza disponibles, pudieron extender la
vacunación también a los niños de 5 a 9 años de edad y a los adultos de 50 a 59 años. En estos dos grupos, ya se
aplicaron 1.233.120 dosis: 499.707 en los niños y 676.311 en los adultos.
La vacuna contra la influenza es segura y es la intervención más importante para evitar casos graves y muertes
por la enfermedad. La vacuna trivalente protege contra tres cepas del virus de la influenza. Para 2018, la Organiza-
ción Mundial de la Salud definió la composición de la vacuna con dos cepas de influenza A –A(H1N1) y A(H3N2)– y
un linaje de la influenza B.
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Puede consultar el informe completo haciendo clic aquí.
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Estados Unidos: En medio de la epidemia de opioides, surge una epidemia de enfermeda-
des infecciosas
13 de julio de 2018 – Fuente: Annals of Internal Medicine
En Estados Unidos hay una nueva epidemia de hepatitis C, VIH y otras infecciones en medio de una epidemia de
abuso de opioides, y deben tomarse medidas urgentes para resolver esta amenaza combinada, según las conclusio-
nes de un taller de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
“El trastorno por uso de opioides es como cualquier otro trastorno y, a través de la pesquisa y el tratamiento con
fármacos aprobados para prevenir una recaída del consumo y controlar la abstinencia, la población podría reducir la
transmisión de infecciones. A aquellas personas con infecciones asociadas al momento de la pesquisa, el tratamiento
las ayudaría a recuperarse también de las infecciones. Dos por el precio de uno”, dijo la Dra. Sandra A. Springer, de
la Facultad de Medicina de Yale, en Connecticut.
Con colegas de las academias, trabajaron en el taller “Integrar la enfermedad infecciosa a la respuesta a la epi-
demia de opioides” para resolver ambas epidemias. Los participantes acordaron lo siguiente:
Paso 1: Se debería pesquisar el trastorno por uso de opioides a todos los pacientes evaluados en centros de sa-
lud por sobredosis, infecciones de las válvulas cardíacas, intoxicación de la sangre, VIH, hepatitis C y otras infeccio-
nes graves. Debería usarse un test como la Pesquisa Rápida de Adicción a los Opioides.
Paso 2: A las personas con el trastorno se les debería recetar de inmediato los fármacos que aprobó la Admi-
nistración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su tratamiento y/o el alivio de los síntomas de abstinencia y la
prevención de recaídas.
Paso 3: Los hospitales deberían aplicar procesos que garanticen el inicio del tratamiento del trastorno y que los
pacientes continúen el tratamiento en la comunidad después del alta.
Paso 4: Los hospitales, como así también las facultades de medicina, asistentes médicos y de enfermería y los
programas de residencia deberían reforzar el entrenamiento para identificar y tratar el trastorno.
Paso 5: Se debe mejorar el acceso a la atención de la adicción y los fondos para que los estados brinden medi-
camentos eficaces para tratar el trastorno.
El éxito de estas medidas demandará una mayor coordinación entre los profesionales de la salud, según el equi-
po.
“Es la mayor epidemia que hayamos visto en el país asociada con un nueva epidemia de enfermedades infeccio-
sas, y tenemos los fármacos y la capacidad para controlarla”, dijo Springer.
“La ley Ryan White3 para ayudar con la cobertura de las terapias para VIH en todos los estados podría usarse co-
mo un modelo para dirigir los recursos a todos los estados y ofrecer el tratamiento”, indicó la autora.4
Estados Unidos, Florida: Caso fatal de infección por Vibrio vulnificus tras el consumo de ostras cru-
das
19 de julio de 2018 – Fuente: Univisión (Estados Unidos)
Un hombre de 71 años de edad murió por una infección
bacteriana después de comer una ostra cruda en un restaurante en Sa-
rasota, según confirmó el Departamento de Salud de Florida (FHD).
La enfermedad fue causada por la bacteria Vibrio vulnificus, dijeron
las autoridades. V. vulnificus puede contraerse al consumir mariscos cru-
dos, particularmente ostras, o al exponer heridas abiertas al agua de
mar.
El hombre tenía condiciones médicas subyacentes, dijo un vocero del
departamento.
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Ryan Wayne White fue un adolescente originario de Kokomo (Indiana, Estados Unidos), que se convirtió en un referente nacional en su
país a causa del sida, después de ser expulsado de su colegio debido a la infección. White padecía hemofilia, y se contagió de sida debido
a una transfusión contaminada. Se le diagnosticó la enfermedad en 1984 y le pronosticaron solo seis meses de vida. Aunque los médicos
indicaron que su enfermedad no suponía un riesgo para otros estudiantes, por aquel entonces las vías de transmisión del sida no estaban
claras para el gran público y al tratar de volver a su colegio muchos padres y profesores en Kokomo se manifestaron en contra. Una larga
batalla legal contra el colegio y la cobertura de los medios de comunicación, hicieron de White una celebridad y portavoz sobre la investi-
gación del sida y su repercusión en la educación pública. Sorprendiendo a sus médicos, Ryan White vivió cinco años más sobre el tiempo
que le fue pronosticado y falleció poco antes de acabar sus estudios de secundaria en abril de 1990.
En agosto de 1990, cuatro meses después de su muerte, el Congreso de Estados Unidos promulgó el acta Ryan White CARE ( Comprehen-
sive AIDS Resource Emergency, “Recursos globales de emergencia contra el sida”), un programa federal que proporcionaba ayuda finan-
ciera de emergencia a las comunidades afectadas por la epidemia del sida, dotando de fondos a programas para mejorar la disponibilidad
de asistencia a personas con bajos recursos, sin cobertura sanitaria y con una cobertura sanitaria deficiente al enfermo, incluyendo a sus
familias.
Los programas de Ryan White siguen la filosofía “pagar como último recurso” y subvencionaban el tratamiento cuando no había otros
recursos disponibles. La ley se reformó en 1996, 2000 y 2006 y todavía permanece vigente parte del articulado. El programa proveía de
algún tipo de cuidados a alrededor de 500.000 personas al año y, en 2004, donó fondos a 2.567 organizaciones. El programa de Ryan
White subvencionaba y proporcionaba asistencia a servicios médicos locales y estatales, proporcionando recursos, suministros y progra-
mas de formación.
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Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.
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Ni el nombre de la víctima ni el del restaurante que sirvió la ostra fueron difundidos por las autoridades.
De acuerdo con el informe del FDH, el paciente murió el 10 de julio, dos días después de comer la ostra contami-
nada.
La agencia confirmó que la segunda semana de julio se registraron otros cuatro casos de esta infección en el es-
tado. Sobre el único fallecimiento, dijeron que no podían divulgar ni confirmar detalles específicos de ninguna inves-
tigación en curso.
Este es el primer caso confirmado y la primera muerte por V. vulnificus en el condado de Sarasota este año. No
se reportaron casos el año pasado, dijeron las autoridades.
El condado de Broward tuvo un caso el año pasado y una muerte en 2016. Y el condado de Palm Beach ha regis-
trado un caso en lo que va del año, un caso el año pasado y tres casos en 2016, con un fallecimiento.
Infección por Vibrio vulnificus
Las infecciones por V. vulnificus son raras, pero pueden ser especialmente graves para las personas con sistemas
inmunológicos débiles. Esta bacteria se encuentra naturalmente en agua de mar cálida y salada.
Los funcionarios de salud del estado aconsejan no bañarse en el mar a las personas que tengan cortes o rasguños
recientes o abiertos. Además recomiendan llevar sandalias o zapatos en la playa para evitar cortes y rasguños con
conchas, rocas y otros desechos en la arena.
Los síntomas de esta infección pueden incluir diarrea, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos, pulso rápido, respi-
ración rápida, infecciones de heridas e infecciones intestinales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que es imposible reconocer a una ostra
contaminada por su apariencia. “Una ostra que contiene bacterias dañinas no se ve, huele o incluso sabe diferente a
cualquier otra ostra”, explican.
Si bien la mayoría de los casos de vibriosis ocurren durante los meses más cálidos, se han reportado casos duran-
te todo el año.
Por último, los CDC insisten en que la única forma de matar las bacterias dañinas en las ostras es cocinarlas ade-
cuadamente. “La salsa picante y el jugo de limón no matan la bacteria, y beber alcohol mientras se come ostras
tampoco. Cocinar las ostras adecuadamente es lo único que puede matar las bacterias dañinas”.
El mundo
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rilizar ni pasteurizar), la OCU alertó de que el consumo de este producto contempla “riesgos sanitarios elevados”. La
Generalitat reforzó los controles de seguridad y aseguró que pondrá una etiqueta bien visible en la que se avise de
que es necesario hervir la leche antes de consumirla para eliminar los patógenos que pudiesen haber contaminado el
producto.
La OCU advirtió que “la leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener bacterias patógenas y su consumo
puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre los cuales se
describen casos de meningitis bacteriana”. Según la comunidad científica, muchos microorganismos, como Listeria,
Salmonella, Escherichia coli o Campylobacter, entre otros, pueden contaminar la leche y provocar infecciones gastro-
intestinales leves, aunque potencialmente complejas.
Pese a que la Generalitat obliga en el decreto a que las granjas que vendan leche cruda directamente al consumi-
dor cumplan unos rigurosos requisitos marcados por una normativa europea (controles de gérmenes, animales sin
tuberculosis ni brucelosis, revisiones periódicas, etc.) y presenten la advertencia bien visible de que debe hervirse
antes de consumirse, la OCU rechazó estas medidas y, en alusión, al etiquetado, reprochó que “la seguridad en el
consumo no debería recaer en los consumidores”.
La OCU advirtió, además, de que, si el consumo de leche sin esterilizar o pasteurizar está motivada por algún pa-
rámetro de tipo nutricional –que el consumidor piense que tiene más propiedades que la leche tratada–, debe saber
que “una vez se realiza el hervido en casa, las propiedades nutricionales se deterioran en mayor medida que en el
caso de la leche pasteurizada”.
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El Ministerio de Protección Ambiental dijo que estaba tomando “muy en serio” el creciente número de casos en Is-
rael, pero afirmó que no se le asignó dinero en su presupuesto de 2019 para el tratamiento y la prevención de la
leishmaniosis.
El Ministerio de Finanzas negó ese reclamo y dijo que había transferido 8,3 millones de dólares para luchar contra
la leishmaniosis, pero que la agencia hizo mal uso de los fondos.
“Hasta el día de hoy, a pesar del tiempo que ha pasado, el Ministerio de Protección Ambiental no ha logrado gas-
tar el dinero para enfrentar el problema”, dijeron desde el Tesoro, agregando que el ministerio “optó por utilizarlo
para otros fines”.
El Ministerio de Salud también negó que la leishmaniosis esté alcanzando niveles epidémicos, y dijo que los datos
mostraron una disminución en el número de casos en los últimos años. El ministerio dijo que estaba realizando estu-
dios epidemiológicos para monitorear la propagación de la enfermedad e investigar mejores opciones de tratamien-
to.5
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El damán de las rocas (Procavia capensis) es una de las cuatro especies vivas del orden Hyracoidea. Los parientes vivos más cercanos de
los damanes son, hoy en día, los elefantes y los sirénidos. El damán de las rocas se encuentra a través de África y Medio Oriente, en hábi-
tats rocosos y con grietas adonde escapar de los depredadores.
En Etiopía, Israel y Jordania, el damán de las rocas ha demostrado ser reservorio del parásito de la leishmaniosis. Tres especies de Leish-
mania son endémicas de Israel: L. major y L. tropica causan leishmaniosis cutánea, y L. infantum causa leishmaniosis visceral. La eviden-
cia experimental mostró que los damanes son reservorios competentes de L. tropica. Un estudio previo en el norte de Israel indicó que
10% de los damanes muestreados en un área con leishmaniosis cutánea eran positivos para L. tropica.
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frentes y aquellos cuya silenciosa muerte escapa a las estadísticas de guerra. Según los cálculos de Hoff, unos
370.000 enfermos no reciben medicación en el país. A ellos se suman 68.000 nuevos pacientes estimados cada año,
si se aplica la misma tasa de morbilidad anual establecida por el Ministerio de Salud del vecino El Líbano, con 296
nuevos casos cada 100.000 habitantes. Sin diagnóstico ni tratamiento, estos enfermos están abocados a una muerte
silenciosa en un plazo que, según los expertos, varía desde semanas a un lustro dependiendo de la tipología de cán-
cer y de la fase en la que se encuentren.
El férreo embargo económico impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea dificulta la importación de trata-
mientos para el cáncer. “El embargo ha afectado drásticamente el acceso a los medicamentos. Hacemos todo por
conseguirlos, incluso si ello implica recurrir al mercado negro”, admite Rima Salem, gerente de la ONG siria Basma.
Esta organización financia y provee tratamientos a los menores sirios con cáncer.
Conforme se han agotado los medicamentos occidentales, han llegado los fabricados en Irán (que abastece 50%
de los tratamientos disponibles hoy en Siria), Brasil o India. “Son de peor calidad y por ende más baratos y menos
efectivos”, aclara Salem. “Además, los tratamientos para niños difieren de los importados de estos países que gene-
ralmente son para adultos”, acota. El centro recibe 600 nuevos pacientes menores cada año.
El embargo también obstaculiza la importación de piezas de recambio
necesarias para mantener en funcionamiento los equipos médicos. Wa-
shington impuso las primeras sanciones económicas en 2004 tras acusar
al Gobierno sirio de apoyar a grupos terroristas. Las rémoras financieras
fueron rápidamente ampliadas al comienzo de la guerra siria en 2011 y
posteriormente en 2012, año en el que la Unión Europea se sumó con un
paquete de sanciones financieras como medida de presión sobre el Go-
bierno de Bashar Hafez Al-Asad y que han sido prolongadas hasta junio
de 2019 ya que “continúa la represión contra la población civil”, según
hizo público un mes atrás el Consejo de la Unión Europea.
Aquellas empresas que violen las restrictivas medidas se enfrentan a
Iman Hamade, refugiada siria de cuatro años tras multas de hasta un millón de dólares e incluso penas de cárcel. El impacto
recibir su tratamiento en el Centro para Niños con del embargo sobre los enfermos crónicos es una incógnita en Siria, pero
Cáncer de El Líbano, en Bayrut.
la guerra del Golfo de 1991 sentó un precedente después de que la Orga-
nización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) achacara la muerte de 560.000 niños
iraquíes a las sanciones impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Convertida en desplazada en Dimashq y una vez alejada la muerte “por causas bélicas”, la pequeña Rama regre-
sa a su lucha primaria: la de sobrevivir al cáncer. Su madre Diala, de 31 años, acaba de registrar a su hija en el
Hospital para Niños de Dimashq donde ha recibido su primer tratamiento en casi año y medio. “En Ghutat, tan solo
podíamos obtener medicación de contrabando”, cuenta esta ojerosa madre en un cuarto sin ventanas alquilado en la
periferia de Dimashq. “Cuando Rama tenía dos años, el asedio no era tan severo y podía llevarla a la capital para los
tratamientos”, dice al tiempo que describe el rocambolesco trayecto que recorría bajo tierra atravesando túneles de
varios kilómetros de longitud hasta cruzar a zona gubernamental.
Las poblaciones de difícil acceso en el país están sujetas a un doble asedio: interno, a manos de fuerzas locales
leales e insurrectas, e internacional con las sanciones. En las zonas asediadas o de difícil acceso, la OMS estima que
8.000 enfermos de cáncer luchan por su vida, el 10% menores. “Los gastos mensuales entre medicinas y tratamien-
tos contra el cáncer varían de entre 300 a 2.000 dólares por mes según la enfermad”, explica Rima de la ONG siria
Basma. Los traficantes los venden por el doble en los cercos a una población anímicamente exhausta y en un país
donde un funcionario medio cobra 70 dólares mensuales.
Las probabilidades de sobrevivir al cáncer son tan aleatorias como las de sobrevivir a balaceras o bombardeos.
“Son tratamientos caros que no se incluyen en los convoyes humanitarios”, lamenta Ingy Sedky, portavoz del Comi-
té Internacional de la Cruz Roja en Siria. Tampoco la ONU cubre el costo de estos tratamientos para aquellos enfer-
mos de entre los 5,6 millones de refugiados sirios que han buscado refugio en los países vecinos.
La lucha por la supervivencia queda en manos de un puñado de médicos como la oncóloga Wisam al-Rez. “No
quedan medicamentos, los pacientes se nos mueren por heridas de proyectiles y por enfermedades crónicas por
igual”, desesperaba meses atrás desde el cercado Hospital Al-Rahma (‘Misericordia’, en árabe) de Ghutat. Este fue el
único centro que trató a 1.200 enfermos de cáncer, entre ellos a la pequeña Rama, entre una población de unas
300.000 personas. “Aquí no hacemos autopsias. Enterramos a los muertos donde podemos y los encomendamos a
Alá”, dice el Dr. Ahmed Shahadi desde la también cercada localidad de Al-Fu’ah, en el norte de Siria.
En el poblado libanés de Aarsal, en la frontera oriental con Siria, opera el oncólogo sirio Mualem, quien compartió
aula en Dimashq con la Dra. Rez de Ghutat. “Con las poblaciones desplazadas y sin médicos cualificados en los cen-
tros de salud a los que acudir ya no se hacen revisiones preventivas que permitan diagnosticar la enfermedad en un
estadio temprano”, explica este médico desde el sótano de un hospital también bautizado como Al-Rahma, donde la
ONG Urda atiende a sirios y libaneses por igual. Mualem asegura que los casos de cáncer de mama y de colón son
los más peligrosos, y, sin embargo, de los más comunes en Siria según la OMS. “Si no son detectados a tiempo, se
reduce drásticamente la esperanza de vida del paciente a escasas semanas”.
La falta de oncólogos empuja a los enfermos sirios al exilio
En la insurrecta provincia de Idlib, los enfermos pagan hasta 1.800 dólares a pasadores ilegales para cruzar a
Turquía y allí recibir subvenciones para los tratamientos médicos contra el cáncer. Otros, como los Jalil, han descu-
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bierto el cáncer tras huir de su país. Hanan Jalil, en la treintena, sufría cambios de humor y pérdidas de memoria
durante los primeros años de contienda. No fue hasta su llegada en 2015 al poblado turco de Diyarbakir que tuvo
acceso a un centro médico donde le diagnosticaron un tumor cerebral. A salvo de la guerra, comenzó un nuevo cal-
vario diario para los 10 miembros de la familia cuyas vidas giran en torno a los 400 dólares que deben gastar en
fármacos cada mes.
Un millón y medio de refugiados sirios han optado por buscar refugio en El Líbano, donde no existen ayudas esta-
tales. “Hemos tratado a 395 menores sirios desde 2011 y 40 son actualmente atendidos sin costo alguno para sus
familias”, dice en Bayrut Georgette Aoude, del Centro de Niños con Cáncer de El Líbano. El costo de los tratamientos
e internamiento asciende a 55.000 dólares anuales, con un promedio de tres años de cura. Sin guerra, ni embargos,
pero con una costosa medicina privada, el porcentaje de muerte disminuye en El Líbano, con un tasa de ocho de
cada diez pacientes que logran vencer la enfermedad.
A la ausencia de fármacos y equipamientos médicos hay que añadir la penuria de oncólogos tanto en zonas insu-
rrectas como leales. La mitad del personal médico de preguerra, 31.000 doctores según el Ministerio de Salud sirio,
ha huido durante la contienda. Algunos de estos exiliados colaboran con el ejército de médicos que, a decenas de
miles de kilómetros y con la red por bisturí, asisten vía Skype al puñado de estudiantes de medicina que operan en
los cercos. Empecinados en salvar vidas, 800 trabajadores médicos sirios han dejado la suya bajo las bombas, según
cifras de la plataforma de médicos UOSSM. Unos pocos, como el Dr. Jaled Ghanem, desandan camino. Tras “la nor-
malización de la seguridad en Dimashq”, cuenta el oncólogo, ha decidido retornar desde El Líbano para incorporarse
a la plantilla del centro Basma para menores enfermos de cáncer en la capital siria.
Basma solo cuenta con seis oncólogos y todos en Dimashq. Más de 6.500 pacientes han pasado por su hospital
Al-Bayruni. Situado frente al devastado enclave insurrecto, el centro ha tenido que cerrar temporalmente sus puer-
tas y trasladarse al Hospital Gubernamental Para Niños. Exasperadas madres llegadas de las cuatro esquinas del
país se apilan a sus puertas en busca de tratamiento para sus hijos. Muchas otras no tienen recursos para viajar a la
capital. En sus entrañas, los pacientes ignoran los frentes que desangran al país. La enfermedad les ha unido en una
misma lucha.
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estimaciones y así ayudar a las autoridades sanitarias correspondientes a entender la magnitud del problema en su
país y priorizar las actividades de control. Los resultados ponen de manifiesto la ineludible necesidad de invertir en el
desarrollo o la mejora de los registros de mortalidad y los sistemas de vigilancia en todo el mundo.
El simple hecho de que este tipo de análisis se pueda haber hecho es motivo de celebración. Ninguna de las esti-
maciones debe considerarse como autoridad absoluta. Las áreas de incertidumbre no deben ser pretexto para subes-
timar la necesidad global de mejorar el control de la enfermedad.6
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Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí (requiere suscripción).
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cambio climático continuo– significa que los seres humanos están viendo cosas que no habían enfrentado antes, en
áreas que nunca antes las habían visto.
“Solo echemos un vistazo a África Subsahariana: ésta es la epidemia de fiebre hemorrágica de Lassa más grande
que jamás se haya observado, y luego se produce un brote de enfermedad por el virus del Ébola en la República
Democrática del Congo. No es poca cosa: subraya la necesidad de una mayor vigilancia”, dijo el Dr. Richard Hat-
chett, oficial ejecutivo en jefe de la Coalición para las Innovaciones de Preparación Epidémica (CEPI).
“Estas enfermedades pueden moverse y pueden aflorar, y si encuentran el ambiente adecuado tienen el potencial
de explotar. Si piensas en las enfermedades como oportunistas que buscan lugares para surgir y diseminarse, es
bastante aterrador”, dijo.
Y ese tipo de situación de brotes no solo amenaza a la gente en el epicentro del brote, sino que tiene el potencial
de sacudir la estabilidad global.
“No solo están en juego las vidas individuales, sino que como ya hemos visto, una crisis como la de la influenza
pandémica, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) o la enfermedad por el virus del Ébola pueden devastar
sistemas y economías de salud completos, frenar el desarrollo futuro e incluso generar inestabilidad política”, dijo
Rebecca Martin, directora del Centro para la Salud Global en los CDC. “La epidemia del SARS de 2003 causó 800
muertes y su costo fue de 40.000 millones de dólares. El costo de la próxima pandemia podría ser de más de 60.000
millones”, aseguró.
“Una laguna en las capacidades de respuesta de emergencia de salud pública siguen siendo una vulnerabilidad
grave para todo el mundo. Si bien no sabemos cuándo o dónde ocurrirá la próxima pandemia, sabemos que viene”,
agregó.
La urgencia de más investigación y desarrollo
Recursos globales tácticos masivos y una vacuna experimental fueron movilizados para sofocar el brote de la en-
fermedad por el virus del Ébola, que llegó a un centro urbano en la República Democrática del Congo. Se espera que
el brote se declare terminado pronto, finalizando con un total de 29 muertes. Un record de 3.330 personas fueron
vacunadas, según la OMS, y las organizaciones de salud globales completaron más de 20.000 visitas de seguimiento
con el fin de mantener la propagación de la enfermedad, y por lo tanto las muertes, en un bajo nivel.
Estos recursos a gran escala son necesarios para combatir tales brotes y evitar que se conviertan en uno de im-
portancia regional, nacional e internacional, y no estamos hablando solo de la enfermedad por el virus del Ébola.
Por ejemplo, más de 2.000 personas fueron puestas en cuarentena en sus hogares en el estado de Kerala, en el
sur de India, durante el brote de la enfermedad por el virus Nipah. En Nigeria, los niveles de fiebre hemorrágica de
Lassa “no tienen precedentes”; Kenya está luchando contra la temible fiebre del Valle del Rift, matando dromedarios
y cabras presuntamente portadores, y Arabia Saudí ha encontrado cuatro clústeres distintos del síndrome respirato-
rio de Medio Oriente, dos de los cuales se encuentran en centros de salud.
“Y luego está el brote de fiebre zika”, dijo Hatchett.
“Sus tasas de infección generalizadas en todo el mundo, en lugares donde nunca se había visto el virus eran
esencialmente un sustituto de “enfermedad X”, el patógeno emergente desconocido que es la octava categoría de
enfermedades en la lista”, dijo Hatchett. La enfermedad X a menudo afecta más a los expertos en brotes, ya que la
logística de preparar y combatir un patógeno desconocido es horrible. Así que cuando la fiebre zika explotó en 2016,
a pesar de que se había visto antes, nunca había sido tan común, lo que lo hacía similar al temido dilema de la en-
fermedad X.
“Así que ahora, incluso dos años y medio más tarde, todavía no hay una vacuna lista para combatir el virus Zika”,
dice Hatchett.
“Si tuvieras un virus que se extendiera como la influenza, que podría expandirse alrededor del planeta en 60 días,
dos años y medio es mucho, demasiado tiempo antes de que tengas algún tipo de medida para detenerlo”, dijo Hat-
chett.
Se han hecho algunos esfuerzos para construir vacunas para estas enfermedades, antes de que el mundo las ne-
cesite desesperadamente. Por ejemplo, la CEPI, fundada en 2017 por un consorcio de instituciones, incluidas la Fun-
dación Bill y Melinda Gates, el Wellcome Trust, el Foro Económico Mundial y los gobiernos de Noruega y Japón, bus-
ca crear vacunas para los virus Lassa y Nipah y el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Medio Oriente,
basándose en la lista de prioridades de la OMS. Otros esfuerzos incluyen la vacuna experimental contra el virus del
Ébola desarrollada por Merck, así como algunos de los tratamientos experimentales para esta enfermedad.
“La creación de una organización global como CEPI es esencial, porque no existe una demanda comercial de estos
medicamentos, hasta que la gente realmente los quiera. En otras palabras, financiar el costoso desarrollo de medi-
camentos para, por lo general, personas pobres en países pobres, no es rentable” dice Hatchett.
El hecho de que no se desarrollen drogas que combatan estos brotes raros, y potencialmente desastrosos, signifi-
ca que cuando el mundo realmente los necesite, tardarán años en llegar. Costaría unos 2.000 millones de dólares
traer vacunas y tratamientos al mercado para las 10 enfermedades conocidas de la lista, de acuerdo con los cálculos
de CEPI. Está comenzando con 630 millones de dólares recaudados hasta el momento para apuntar al síndrome res-
piratorio de Medio Oriente, la enfermedad por el virus Nipah y la fiebre hemorrágica de Lassa.
Sin embargo, los expertos en salud pública a menudo citan el ciclo de pánico de la epidemia y el financiamiento
de la salud pública, que se basa en que estos brotes son lo más importante. Y la investigación y desarrollo para lu-
char contra ellos no es diferente.
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“El problema con la salud pública en particular y con la investigación y el desarrollo es lo que estamos tratando de
hacer para evitar que sucedan cosas malas. Cuando tienes éxito, es relativamente invisible, por lo que el público no
puede ver por qué la inversión es tan importante”, dijo el Dr. Thomas Inglesby, director del Centro de Seguridad
Sanitaria ‘Johns Hopkins’.
Si bien la necesidad de investigación y desarrollo es mayor ahora que nunca, Inglesby dice que se ha sentido
alentado por la cantidad de riesgos pandémicos que suceden en la actualidad. Señaló que las mejores evaluaciones
mundiales de la OMS junto con el aumento de los índices de amenaza de brotes son pasos en la dirección correcta.
“Creo que estas enfermedades son parte del panorama de amenazas en el mundo. Hacen daño y causan brotes y
vuelven a aparecer. No sabemos cuándo vendrá el próximo brote de la enfermedad por el virus del Ébola, pero sí
sabemos que vendrá de nuevo, una y otra vez”, dijo Inglesby.
Y cuando lo hace, la enfermedad no ve fronteras.
“Sabemos que un brote que comienza en una aldea remota puede llegar a las principales ciudades en todos los
continentes en 36 horas. En el mundo interconectado de hoy, una amenaza para la salud en cualquier lugar es una
amenaza en todas partes”, dijo Martin, de los CDC.
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