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Hola amigos hoy les traigo un post sobre un tema muy preocupante como la
existencia de niños soldados alrededor del mundo y que tal vez no todos
conocen en profundidad.
Se entiende por niño/a soldado toda persona menor de 18 años que forme
parte de cualquier fuerza o grupo armado, regular o irregular, con
independencia de las labores que desempeñe; y toda persona menor de
18 años que acompañe a esas fuerzas o grupos cuando ello no sea en
condición de familiar.
Millones de niños y niñas se ven envueltos en conflictos de los que no son simplemente
testigos, sino, el objetivo. Algunos caen víctimas de un ataque indiscriminado contra
civiles, otros mueren como parte de un genocidio calculado.
Otros sufren los efectos de la violencia sexual o las múltiples privaciones propias de los
conflictos armados que los exponen al hambre o a las enfermedades. Igualmente
chocante resulta el hecho de que miles de jóvenes son explotados como combatientes.
No hay cifras fiables del número de menores soldados en el mundo pero se calcula que
existen entre 250.000 y 300.000 niños luchando en el mundo. Según datos de Naciones
Unidas, en 2012 al menos se reclutaban niños y niñas soldados en al menos 19 países.
Conflictos como el de República Centroafricana o Sudán del Sur han puesto en primera
línea el drama de este reclutamiento, pero no son los únicos. Afganistán, Chad,
Colombia, Costa de Marfil, Filipinas, India, Irak, Líbano, Libia, Mali, Myanmar, Pakistán,
República Democrática de Congo, Sudán, Siria, Tailandia y Yemen siguen reclutando
niños y niñas soldados.
Los niños soldados son presentados regularmente como víctimas de los adultos y es
común que se les dé un mayor énfasis al reclutamiento forzado que al ingreso
voluntario. No obstante, la mayoría de los niños eligen convertirse en soldados y son
verdaderos participantes de los conflictos.
Reclutar niños y niñas soldados es una práctica habitual en el seno de muchos conflictos en
todo el mundo. La guerra y la violencia se tornan una situación normal, la única que muchos
menores han conocido.
Estos niños y niñas han sido secuestrados en la calle o sacados de las aulas. Otros muchos
son forzados a salir de sus casas a punta de pistola, mientras unos padres angustiados los ven
partir sin poder hacer nada. Otros son reclutados mientras juegan cerca de casa o caminan por
la carretera.
“A nuestra edad es más complicado para los rebeldes, así que usan cosas más
fuertes, como drogas o dinero, para provocarnos y obligarnos a andar. Recuerdo
el ataque a la ciudad de Njola-Kombouya, en el sur de Sierra Leona. Nos
despertaron a la 1 de la madrugada y andamos hasta las 7. Llegó un doctor.
Tenía un bol pequeño con agua fría y, cada dos inyecciones, lavaba la aguja en
el agua. Siempre era una ampolla con líquido rojo. Al principio siempre me
sentía débil y después sentía una fuerza abrumadora. Me sentía capaz de
cualquier cosa… Tenía rabia, odio, quería destruir todo. Es imposible
comprenderlo, nos ponían en tal estado que nos reíamos a pesar de toda esa
violencia, lo encontrábamos fascinante, no teníamos límites”.
Moussa, 15 años, ex niño soldado de Sierra Leona
“Te entregan un arma de fuego y debes asesinar a tu mejor amigo. Hacen eso para ver si
pueden confiar en ti. Si no le matas, a tu amigo le ordenan que te mate. Tuve que
hacerlo, o de otra manera habría muerto. Esa es la razón por la que me fui… No podía
aguantar más todo eso”.(Colombia, chico reclutado a los 7 años por un grupo paramilitar
cuando era un niño de la calle)
El coste personal que deben pagar los niños y las niñas soldados es muy
elevado: insensibilizados y profundamente traumatizados por la
experiencia vivida, a muchos les siguen asediando los recuerdos de los
abusos que presenciaron o que les obligaron a cometer.