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-ii~

ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AERONÁUTICOS

Pascual Tarín Remanía

" TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES DE

LOS ACEROS RACIONALES PARA.ALTA


n
RESISTENCIA

Tesis Doctoral dirigida por

al Sr* D# 3osé Antonio Gar-

cía Poggio, Catedrático da

Watalotacnia do la E. T. S.

Ingenieros Aeronáuticos,

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

- 1973 •-
-iii-

I.- ESTADO^ACTUAL^DEL^PROBLEBfA ... .... Pag. 1.1

1,1.- TIPIFICACIÓN DE ACEROS Pag. 1.1

1.1.1.- Empleo del acero ........ Pag. 1.1

I«1.2.- ropiedades del acaro de baja aleación. Pag. 1.2

1.1.3.- Utilización de aceros Pag. 1.5

I.1.4.- Necesidad de distintos aceros ......... Pag. 1.6

i ,L 5.- Titfrfiación de aceros Pag. 1.7

1.1.6.- Evolución y estado actual .de la tipifi-

cación en España ....... .~. ............. Pag. 1.10

1.2.-TIPIFICACIÓN RACIONAL DE ACEROS Pafg. i. 14.

I.2.1.- Introducción .........••»•..••.,.....•. Pag. 1.14

I.2.2.- Principios que rigen la elección de un

acero Pag. 1.16

I.2.3.- Doctrina de Tipificación Racional. Equi

valencias y cifras clave........ Pag. 1.18

I.2.4.- La Tabla Racional de Tipificación de -

Aceros de Resistencia Pag. 1.20

1.2.5.- Consideraciones finales Pag. 1.21

I.3.- DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS . Pag..I.24

1.3.1.- Transformación de la austenita ........ Pag. 1.24

I.3.2.- Diagramas de transformación isotérmica. Pag. 1.25

I.3.3.- Forma da los diagramas TTT e influencia

de los elementos de aleación.y Pag. 1.27


-iV-

1.3.4.- Trazado de las curvas TTT .. .. Pag, 1.29

I.3.5.- Aplicaciones de los diagramas T.T.T... Pag* 1.33

I.3.6.- Límites de utilización de los diaqra -

mas T.T.T. ... Pag. 1.34

K4.> DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES DE ENFRIAMIEN-

TO CONTINUO ..... Pag. 1.36

I.4.1.- Transformación de la austenita median-

te enfriamiento continuo *............ Pag» 1.36

I«4»2.- Diagramas de transformación an enfria-

miento continuo ..é....*^ Pag. 1.37

1+4+3.- Forma de los diagramas en enfriamiento

continuo e Snfluencia de los elementos

de aleación ...................... Pag. 1.38

1.4.4»- Trazado de los diagramas de trnsforma-

ciones en enEriamiento continuo ...... Pag. 1.41

1.4.5.- Aplicaciones y limitaciones de los dia-

gramas de transformaciones en enfria -

miento continuo Pag. 1.44

1.5»- OTROS MÉTODOS EXPERIMENTALES DE ESTUDIO DE —

IBftfitSfiBRflSAC IONES ESTRUCTURALES EN EL ACERO .. Pag. 1.45

I.5.1.- Consideraciones previas ............... Pag. 1.45

I.5.2.- Transformaciones durante la austeniza -

ción Pag. 1.46


-y~

1.5.3.- Transformaciones de la estructura aus-

tenltica a temperaturas superiores a

Ac . ..........i ........ Pag 1*49

1.5.4*- Transformaciones de la austenita a tem

£eraturas inferiores a A ....... Pag, I . 51

... 1 . . , , • • . . - . - - • • • • - - - - . • -,„, - M --L

I. 5.5.- Transformaciones estructúralas de los i

constituyentes en al revenido ........ Pag. 1.53

I.6.- CÁLCULOS TEÓRICOS APLICADOS AL ESTUDIO DE LAS

TRANSFORMACIONES y. Pag. 1.55

I.6.1.- Consideraciones previas *•*.....«..,». Pag. 1.55

I.6.2.- Métodos de cálculo de temperaturas de

transformación Pag. 1.56

I.6.3.~ métodos de cáclculo de diagramas de -

transformación ....................... Pag. 1.60

1.6.4.- Otros métodos teóricos ............... Pag. 1.65

1.6.5*- Validez de métodos teóricos Pag. 1.69

1,7.- CONCLUSIONES Y OBJETO DE ESTE ESTUDIO .... Pag. 1.70

1.7.1.- Conclusiones Pag. 1.70

1.7.2.-» Objeto de este estudio ............... Pag. 1.71

II. DESCRIPCIÓN DE EQUIPOS Y WETQDOS Pag. II.1

OPERATORIOS UTILIZADOS.

xsssssxsssssssssssrsss

II.1.- MATERIAL EMPLEADO Pag. II.1

II.1.1.- Primara fase del trabajo ............ Pag. II,1


II«1.2.~ Aceros objeto de estudio ,»«•••,•••••• Pag- ihl

II.2.- EQUIPO PARA LA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE -

TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS Pag, 11.2

II,2.1.~ Consideraciones previas .*....•.,...,• Pag II .2

II.2,2,~ Equipo utilizado para tratamientos ... Pag, 11«4

II.2.3,~ Equipos complementarios •, ....... Pag. II #7

11,3,- EQUIPO PARA LA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE ~

TRANSFORMAC.IONES EN ENFRIAMIENTO CQNTiDNUQ. Pag, 11.8

II«3.1.- Consideraciones previas . .. ,.... Pag, II »8

II.3.2.- Dilatómetro utilizado .*,,...,...,,... Pag. 11.10

11,3.3.- Equipos complementarios •*.,,»«..•,,,, Pag, 11,15

11,4,- EQUIPOS UTILIZADOS EN OTRAS TÉCNICAS EXPE-

RIMENTALES .............../ Pag, II, 1S

II.4.1.- Equipo utilizado para determinación de

puntos críticos fcc ;y Ac~ ,,,,...,,.•» Pag, 11.15

11*4,2.- Equipos utilizados en la determinación

experimental del M y del desarrollo -


s

de la reacción roartenaitiea Pag, 11.16

II.4.3.— Equipo utilizado en la determinación experi

mental de las transformaciones en el -

revenido . Pag.- 11.17

II.5.- OBTENCIÓN DE RESULTADOS'TEÓRICOS Pag. 11.18

Iir_^§?Y95>?§5y??99§_!_?!r-§yLTADOS OBTENIDOS . . . . Pag. I I I . 1


-Vii

III»!.- DIAGRAMAS T.T.T. DE TRANSFORMACIONES -

ISOTÉRMICAS DE ACEROS RACIONALES Pag. III.l

III.l.!.- Probetas utilizadas .*.».... Pag. III.l

I I L i « 2 < > método o p e r a t o r i o . . . * . . . Pag. III.4

III.I.3.- Valoración da transformación iso -

térmica ...... , *.. . Pag . 111 . 5

III.1.3.1.- Acero Racional X„ ........... Pag. 111,5

III.1.3.2.- Acero Racional A f „ . .. .. Pag. 111.6

III.1.3.3.- Acero Racional B \ .......... Pag. 111*7

III.1.3.4.- Acero Racional £* Pag. 111.8

III.1.3.5.- Acero Racional E ^ Pag. 111.9

III.1.4.- Estudio comparativo de los diagra-

mas TTT... Pag. III ,10

III.1.5.- Observaciones .... Pag. 111.10

III.2.- Aplicación de los métodos tnóricos al

estudio de los diagramas TTT.......... Pag. III.12

III.2.1.- métodos empleados. Pag. 1IÜI.12

III.2.2.- Cálculos realizados y resultados

obtenidos ....*.... Pag. III .14

III.3.- DIAGRAMAS C.C.T. DE TRANSFORMACIONES

EN ENFRIAMIENTO CONTINUO . Pag. III.14

III.3.1.- Probetas utilizadas .............. Pag. 111.14

III.3.2.- Ensayos r e a l i z a d o s . . . . . . . Pag. III.16

III.3.3.- Valoración da la transformación... Pag. III.18

III.3.4.- Desarrollo de la reacción marten-


-Viii-

sítica del acero racional C' ...* Pag. III, 21

IIK3.5»- Estudio da la transformación en

al revenido del acero racional C' .Pag. III.22

III»3.6«- Transformación magnética de la ce-

rnen tita . Pag. 111.24

III.4.- APLICACIÓN DE MÉTODOS TEÓRICOS AL

ESTUDIO DE DIAGRAMAS C.C.T • .•. Pag. III•24

IV.- CONCLUSIONES . Pag. IV.1


rssr.aKSSssssss&sss

IV.l.- ACEROS NACIONALES., .; Pag. IV.1

IV.2.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRA-

MAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS»« .. Pag. IV.l

IV.2.1.- Método experimental.... Pag. IV.l

IV.2.2.- Diagramas T.T*T. de los aceros

para alta resistencia de los ace-

ros Racionales Pag. IV.4

IV.2.3.- Estudio comparativo de los diagra-

mas T.T.T. obtenidos Pag. IV.7

IV.2.4.- Constituyentes estructurales ob-

tenidos •..• Pag. IV.9

IV,3.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRA-

ffiAS DE ENFRIAMIENTO CONTINUO Pag. IV. 15

IV.3,1.- IWétodo experimental,».. Pag. IV.15

IV.3.2.- Diagrama C.C.T. del Acero Racio~

nal C', Pag. IV. 16


-ix-

IV.4.- VALIDEZ DEL EMPLEO DE MÉTODOS TEÓ-

RICOS Pag. IV.17

IV.5.- CONCLUSIÓN FINAL Pag. IV.18

BIBLIOGRAFÍA.
1.1

I.- ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA.

1,1.- TIPIFICACIÓN DE ACEROS,

I , L h * Empleo del acero,-

Oe todas las aleaciones industriales empleadas hoy,

son sin duda los aceros los que han alcanzado mayor desarro-

llo y los que todav/ía ocupan el primer lugar en producción y

consumo en el mundo.

A pesar de la aparición en los últimos años de una

gran gama de aleaciones nuevas y al desarrollo espectacular

de algunas de ellas,siguen siendo ios aceros los materiales

más importantes debido no sólo a su baratura sino también

porque constituyen las aleaciones más interesantes para resis

tir acciones mecánicas por la amplia gama de propiedades que

pueden alcanzar»

Al mismo tiempo,y debido a que son los materiales

más estudiados hasta el presente,constituyen el tipo de ala-

aciones con un estado de conocimiento más avanzado permitie.n

do al usuario conocer teóricamente su comportamiento y pred£

cir en cierto modo su actuación* en servicio»

Aunque el acero es esencialmente una aleación hie-

rro-carbono con un contenido en este elementó inferior al lí

mite de saturación ( 1*8$ C),admite también la ddicióñ de


-1.2-

otros elementos de aleación como elffln,Si,Cr , Ni ,Mo,U/ ,1/ ,Cof

Al,Pb,etc.,en muy variadas proporciones por lo que forman

consecuentemente aleaciones cpmplejas con propiedades muy

distintas que cubren una gran gama de las necesidades actué

les.

Los aceros objeto de este estudio son los que se

destinan sobre todo a elementos cuya actuación en servicio

debe de ser,primordialmente,el resistir solicitaciones de

tipo mecánico.Estos,constituyen el grupo de aceros llamados

"de baja aleación",con un contenido en carbono inferior a

0,6% C y un contenido total de los demás elementos de alea-

ción menor que el 5%.

I«l.2.-Propiedades del acero de baja aleación.-

Los aceros de baja aleación son aleaciones que ajd

miten el reforzamiebto cristalino externo e interno»

El primero,se consigue no sólo por afinamiento del

grano sino también variando el contenido en carbono,pues al

formar éste con el hierro el carburo de hierro Fez Cfllama-

do cementita,que es dura y resistente,forma en la masa del a

cero constituyentes como la perlita (eutectoide entre la pro

pia cementita y la ferrita que origina el hierro)cuya presen

cia aumenta la resistencia al deslizamiento cristalino del

hierro aumentando la resistencia a la deformación del acero


-1.3-

por contenidos crecientes de carbono.

Si bien podemos aumentar también la resistencia

por deformación plástica,provocando accitud en la aleación ,

los mayores aumentos de resistencia lo experimentan los a«

ceros mediante el reforzamiento interno producido al obte-

ner estructuras da precipitación.El grado de precipitación

es variable entre amplios márgenes mediante la realización

de tratamientos térmicos apropiados por lo que permite al

usuario alcanzar la resistencia desead.a~»y al mismo tiempo

obtener las más altas propiedades de plasticidad y resis-

tencia a la fatiga por tratarse de una estructura de preci

pitación.

De todos los tratamientos térmicos aplicables al

acero es el de bonificado (temple y revenido posterior)el

más utilizado precisamente por conseguirse con el la estruje

tura de precipitación considerada como óptima,dejando los

demás tratamientos para conseguir en algunos casos propiedja

des específicastcon fines a un mejor comportamiento en las

fases de preparación#previas a la puesta en servicio del a-

cero(mejora de la maquinabilidad por ejemplo) y en otros,C£

mo tratamiento previo al bonif icaido/ ya sea para homogeneizar

su composición,afinar el grano o cualquier otro fin que haga

más eficaz el bonificado posterior.

Los aceros están,por así decirlo,"hechos para bo-


-1.4-

nificar" y si bien es cierto que las propiedades obteni-

bles en la realización correcta y completa del temple^vie-

nen casi prefijadas por el contenido en carbono del acero,

es remarcable la influencia que tienen los demás elementos

de aleación*no sólo en la correcta y completa obtención de

estructuras de temple ((flartensita y Bainita)en piezas de dis

tintos tamaños,sino también,en el comportamiento del acero

en el revenido posterior y por tamto>en las propiedades ob-

tenibles de un acero en el tratamiento de bonificado.

El comportamiento en servicio de un acero vendrá

determinado, para una calidad dada de elaboración, por el con.

tenido en elementos aleantes y el tratamiento (térmico o m£

cánico) a que ha sido sometido,

Oebido a que el acero es muy sensible a la calida^

sobre todo en el tratamiento térmico de temple,serán obteni-

bles las óptimas propiedades que proporciona una estructura

de precipitado, en la medida que el acero esté exento de de-

fectos de homogeneidad,segregaciones,impurezas,inclusiones,

etcfPor esta razón se ha llegado a clasificar a los aceros

en comunes y finos.

Los primeros>se destinan a aplicaciones en las que

no se exigen los niveles más altos de resistencia y pueden

emplearse#por tanto,sin tratamiento térmico de bonificado.

Los segundos1aunque constituyen una pequeña fracción de la


-1.5-

producción siderúrgica mundialfson los que por su pureza y

correcta constitución,pueden alcanzar las altas condiciones

de resistencia que exige la técnica actual*

Sólo de estos aceros de máxima importancia por su

calidad y costes nos ocuparemos en este estudio*

1,1.3.-Utilización de aceros»-

De lo expuesto anteriormente se deduce, que la uti-

lización normal de un acero fino de baja aleación es eb el

estado correspondiente al tratamiento de temple y revenido

posterior.

A pesar de la amplia gama de propiedades obtenibles

variando las condiciones en las que se realizan estos trata-

mientosfhay factores que limitan la utilización de un dete£

minado acero para una finalidad específica»

Dejando aparte las consideraciones de tipo econó-

mico que se podrían hacer^ en contra del uso de un único a-

cero que fuese de la más alta calidad^ y con el que se podrí

an obtener las más altas resistencias,existen otros factores

que reducán esa amplia gama de propiedades a la que venimos

aludiendo a una gama mucho más reducida de resistencias ob-

tenibles con ciada acerOjCompatible con otros factores de él>

como son,entre otrosttemplabilidad,fragilidad en el reveni-

do,máxima tenacidad obtenible para el nivel de resistencia


-1.6-

deseado y mínima susceptibilidad al agrietamiento en el tem

pie.

Se deduce de lo expuesto que cada acero se puede

considerar como óptimo para una finalidad,teniendo en cuen-

ta sobre todo^dos factores a considerar:tamaño de pieza y

resistencia deseada.Un acero determinado v/aldría por tanto,

para cubrir la necesidad de una estrecha gama de resisten*

cias obtenibles en una estrecha gama de diámetros posibles*

I,1,4,-Necesidad de distintos aceros,—

Se hace necesaria la posibilidad de disponer de

una gama de aceros^ que cubran las posibles necesidades de

la técnica,ya que como hemos v/enido demostrando no puede v¡a

ler un solo acero para cualquier necesidad,aunque sea éste

capaz de responder a las mayores exigencias que se puedan

plantear en cuanto a tamaño y resistencia deseada*

Esta es la razón por la cual fueron surgiendo a

lo largo de los años>distintos tipos de aceros que en un

principio fueron respondiendo! algunos a una necesidad cone

creta y otros a pequeñas o grandes modificaciones en compo-

sición, de los anteriores, debido-a fallos en servicio por

causas diversas de los mismos*


-1.7*

I .l.S.-Tipif icación de aceros^

Debido al creciente uso de aceros, y a la crecien-

te demanda de los usuarios de aceros para cubrir las necesi

dades que han ido surgiendo,los productores han ido elabo-

rando materiales cuyas propiedades destacaban* en uno u otro

sentido, o, en otras ocasiones,se limitaban a cumplimentar el

pedido del usuario*Cada firma tenía sus catálogos propios,

de los que los usuarios elegían y experimentaban los materia

les que juzgaban por las propiedades atribuidas a ellos,#ás

apropiados a sus fines particulares.Ení otras ocasiones, el

usuario imponía una composición que pasaba a engrosar la g¿

ma de aceros que el productor suministraba.

Productores y usuarios,ante la anarquía general de

materiales en uso,trataron de limitar su número,que iba cre-

ciendo, estableciendo tipos normales de amplia aplicación y

eliminando los que consideraban innecesarios por su semejan^

2a con los tipos normales, iniciando así los intentos de es-

tablecer una Tabla de Tipificación de Aceros.

El proceso ha sido similar en todo el mundo, con

pequeñas variantes, como consecuencia lógica de las peculia-

res circunstancias de cada país.tyos limitaremos a partir de

ahora a la evolución de la Tabla en nuestro país, aún cuando

las causas de ella y sus consecuencias sean similares en to~


-1.8-

dos los países»

Se puede observar,por las razones aquí enunciadas,

que la tificación de los aceros ha tenido en su origen un

carácter más bien económico que científico* Esta tipifica-

ción puramente empírica basada en la propia experiencia^es-

taba justificada cuando los conocimientos limitados que se

poseían de los materiales,no permitía el estudio científico

de sus propiedades, y el estudio de las condiciones de servi-

cio) no permitió tampoco relacionarlas con las propiedades es-

pecíficas para resistirlas.

En muchos casos» aun hoy, no es posible proceder de

otra forma y la tipificación debe continuar con su empirismo,

pero en otros casos, la ciencia ha progresado lo suficiente p¿

ra proceder de una forma más racional.

En los casos de materiales a los que se exige resi£

tencia mecánica como cualidad fundamental, los estudios sobre

roturas en servicio nos permiten conocer las propiedades que

debe poseer un material, para resistir las condiciones de tra

bajo que se le imponen y, por otra parte* el conocimiento de

la física de los metales nos permite también estudiar los ma

teriales mas adecuados para cada caso»

Oado quB los aceros constituyen los materiales más

estudiados a fondo, y que los conocimientos actuales permiten

conocer teóricamente su comportamiento, se puede realizar una


-1*9-

tabla de tipificación en la cual, establecido por una parte

el programa de necesidades que requieren los problemas mecá-

nicos en general^ y por otra, los tipos de aceros que puedan

cubrir este programa en forma que cada tipo cubra una parte

del programa con exclusión de l£s demás»

La base de esta tipificación la constituirá el es-

tudio de los procesos de rotura,y el de los medios por los

que el acero puede soportar estas acciones*

Se obtendrá así una tabla, en -la que cada tipo ten-

drá una aplicación precisa y determinada, sin lagunas ni pro

digalidades,inevitables en la tipificación empírica»

Somos conscientes, de que la elaboración de una ti-

pificación asentadas en estas premisas^ de modo que cumpla sus

fines eficazmente, debe satisfacer condiciones en principio

contradictorias. Por una parte, debiendo* los tipos elegidos

cubrir las necesidades generales de la industria, es preciso

seleccionar un gran número, haciendo una Tabla bien surtida

y muy numerosa. Por otra parte, cuanto más sencilla sea la

Tabla y menor el ndimero de aceros seleccionados, mayor podría

ser la especializados de la industria metalúrgica, más horno

gánea y de mejor caliddd su producción y también/más econó-

mica» En los paises de gran industria pueden cubrir la pri-

mera condición sin grave quebranto de la segunda pues el gran

consumo permite la fabricación económica de muchos tipos, lo


-I.lo-

que no es posible en la industria modesta»

I.1.6.- Evolución y estado actual de la tipificación en Es-

pacia»-

El convencimiento de la necesidad de una tipifica-

ción fué la que llevó ya en 1.926 al profesor Calvo Rodes a

estudiar, en el Laboratorio metalúrgico de Aviación, el pro-

blema que suponía la anarquía reinante en la gama de aceros

entonces en uso. Este hecho fué el origen de la primera "Ta-

bla Standard de los aceros de Aviación" publicada en 1.927.

La rapidez con que se estudió y adoptó esta Tabla en toda Es-

paña?fué buena muestra de que la necesidad era real y duran-

te bastantes años ha v enido resolviendo los problemas de pro

ducción y consumo con los tipos que en ella se establecieron*

En el transe urso de los años esta Tabla ha sufrido

modificaciones diversa s aconsejadas por los progresos de las

acerías nacionales y 1 as nuevas necesidades de la industria,

El propio Profesor Cal vo Rodés publicó en su Prontuario Afle-

talotécnico del año 1.943 una tabla en la que se incluían fi

chas y tablas técnicas y se daban datos tecnológicos, carac-

terísticas mecánicas, aplicacion&s y equivalencias con otros

aceros.

Nuevos tipos fueron ampliando dicha Tabla, hasta

culmimar con la r?ue en 1,949 fue publicada por el Instituto


f .11-

del Hierro y del Acero (I.H.A.) y que,aceptada por el Insti-

tuto Nacional de Racionalización,tuvo oficialmente carácter

nacional y se halla todavía en vigor.

Estas tablas de tipificación,se han realizado eli-

giendo un número reducido de tipos de aceros que permiten

amplias aplicaciones, a consta de emplear fórmulas ricas en £

lamentos de aleación. Son los aceros llamados "clásicos", que

cubren las necesidades superiores, y por tanto, también las

inferiores» La solución es eficaz, pero no es económica*

Mientras no ha habido serios obstáculos para el su

ministro de elementos de aleación,ha podido sostenerse este

criterio aplicado; pero hoy 4* se hace inadmisible tal des-

pilfarro. La economía industrial exige emplear no lo mejor, s¿

no lo suficientemente bueno.

Tras los primeros estudios realizados en el Insti-

tuto Nacinal de Técnica Aaroespacial para crear una Tabla de

Tipificación Racional, (La Comisión Nacional de Tipificación

de Aceros, encuadrada dentro del Centro Nacional de Investi-

gacionesffletalúrgicas(que absorbió las actividades del I,$.A.)

elaboró una Propuesta de Tipificación de aceros de resisten-

cia y cementación^que introduce ligeras variantes en los a-

cero^fexistenteSjde acuerdo con las conclusiones de los estu-


,f
dios realizados en el I.N.T.A» • Esta nueva Tabla de Tipi-

ficación de los aceros finos de construcción11 fuá publicada


1.12

por la Comisión Nacional de Tipificación de Aceros en abril

de 1.969.

En estos últimos años se ha producido en España

un Fenómeno de retroceso,y podemos observar como la anarquía

en la producción es cada vez mayor. Se producen nuevos ace-

ros que no se adaptan a los tipificados^ y que no son necesa-

rios la mayor parte de las veces. Se modifican las composi-

ciones sin más razón concreta que satisfacer las exigencias

de un consumidor.

Las causas de este mal hay que buscarlas en el he-

cho de que muchci consumidores que fabrican productos bajo

licencias extranjeras^exigen los tipos de aceros empleados

por las casas licenciadoras y los aceristas se doblegan a e£

ta exigencia con indudable daño a la producción y a su buen

ordenamiento. Como en España se produce conAicencia de una

gran variedad de paisas, los programas de fabricación de a-

ceros se ven invadidos por tipos de aceros de todos los pai-

sas.

Todo esto, unido al hecho ya apuntado anteriormen-

te de que la Tabla vigente se ha iniciado y luego desarrolla^

do sin ningún fundamento científico# y está basada solamente

en la experiencia rutinaria desprendida del uso de diversos

aceros, hace que la producción nacional de aceros sea una a-

narquía por partida doble: Ni la Tabla vigente cubre las ne-


-1.13-

cesiades de resolver problemas concretos con un tipo da a-

cero para cada necesidad, ni los aceristas producen de acuer

do con esta Tabla, ni siquiera de acuerdo con un criterio

científico y racional,

A título de ejemplo citaremos dos de los defectos

más graves que concurren en la producción nacional de aceros

derivados de todo lo expuesto:

19.- Existe un gran hueco entre los aceros al Car-

bono y los de templabilidad media, exigiendo en muchos

casos el empleo de estos últimos cuando resultaría mu-

cho más económico la utilización de otro tipo, si se

fabricase.

29.- Gran parte de los aceros llamados "de resis-

tencia" están repetidos, inclusOjen la producción de

un solo acerista, en cuanto a que cada tipo debe res-

ponder a la necesidad de resolver un problema concreto.

La industria nacional del acero se ve enormemente

perjudicada por todo ello tanto el productor como el consumí

dor.

Este se ve obligado a elegir aceros que no son los

más apropiados^y el productor se've obligado a producir un

gran número de aceros y a ir variando continuamente sus pro

gramas de fabricación, de acuerdo con las exigencias de los

usuarios,en algunos casos de un pedido concreto.Como conse-


-I.14-

cuencia1el usuario no puede explicar en la mayor parte de

los casos el por qué elige uno u otro tipo de acero o bien

obliga al productor a ampliar la gama de tipos en producción

y el productor, o no tiene el acero que se le pide en un mo-

mento determinado porque no está en el programa de fabrica-

ción de esa temporada o se ve obligado a variar su produc—

ción si el pedido así lo aconseja.

Se hace necesario por tanto acometer el problema

de la Tipificación de Aceros desde su principio y crear una

Tabla nueva más científica.

I.2.- TIPIFICACIÓN RACIONAL DE ACEROS.-

I«2«l.- Introducción.-

No nos parece necesario insistir en la necesidad

de una tipificación de aceros.

Ha quedado, creemos, también justificada la nece-

sidad de elaborar una nueva tabla en España.

£1 estado de conocimientos actuales permite, como

ya hemos esbozado, enfocar el problema desde un punto de vi£

ta científico, estudiando los problemas a resolver y cómo

pueden ser resueltos, estableciendo el programa de necesida-

des y encontrando las soluciones adecuadas para cubrirlo. Se


-1.15-

conseguirá disponer de una Tabla de Aceros en las que cada

tipo responda a una necesidad precisa y su conjunto, cubra,

sin soluciones de continuidad todo el programa establecido.

Este es el problema que se planteó hace ya tiempo

el Departamento de materiales del I.N.T.A^y resolvió al pr£

poner la llamada Tabla de Tipificación Racional. Los traba-

jos necesarios para su estudio se realizaron con una "Ayuda

a la Investigación" de la Fundación 3uan Warch^concedida pa-

ra los años 1.957 y 1.958 al Profesor'Calvo Rodés y un equi-

pa de colaboradores del citado Departamento. A este estudio

se le concedió el Premio "Francisco Franco" a la investiga-

ción técnica en el año 1.959.

La Tabla surgida de este estudio se modificó lige-

ramente en una segunda fase del estudio realizado en el bie-

nio 1.961-1.962, variando ligeramente el contenido en elemen

tos de aleación de algunos tipos, sin variar la aplicación

posible de ellos, realizando nada más la sustitución de unos

elementos por otrosj para acomodar las composiciones a las

posibilidades de suministro de los distintos elementos y a-

copiar en lo posible^ alguno de los tipos propuestos a los

tipos ya existentes considerados como más clásicos.

En este capítulo nos limitaremos a resumir la doc-

trina en la que se basa esta Tipificación Racional y expuejs

ta en las publicaciones que hizo el equipo de investigación


-1.16-

que realizó el estudio*

1.2.2,- Principios que rigen la elección de un acero.-

El establecer los principios en que debe fundamen-

tarse la elección de un acero ha sido siempre un motivo de

preocupación»

El criterio de elección en función de la carga d&

rotura necesaria^es suficiente en algunos casos¿por ejemplo^

en los aceros al carbono. En otros casos, el criterio de fra

giiidad y fatiga se hace necesario ya que para igual límite

elástico no todos los aceros soportan igual las acciones en-

fragilizadoras y de fatiga|dependiendo, y mucho, del tipo de

estructura presente>en función del tratamiento térmico.

Por otro lado, en cada acero podemos variar amplia

mente sus propiedades tras temple y revenido^ en función de

las circunstancias de ambos tratamientos. Esta posibilidad

se ve limitada como ya hemos enunciado por la fragilidad pro

vocada por revenidos a temperaturas comprendidas en ciertos

márgenes, limitando a revenidos altos la posible utilización

del acero, bajando por tanto las resistencias útiles de ca-

da aceroy teniendo que elevar el,carbono en los casos que se

necesiten altas resistencias. Este aumento del contenido en

carbono trae consigo un aumento de la fragilidad para igual

resistencia, con lo que llegamos a la contradicción de qíie


-1.17-

se hace necesario por ello una disminución en la dosificación

de este elemento.

Por otro lado, se hace necesario para un buen com-

portamiento frente a fragilidad y fatiga, que la estructura

sea homogénea y por ello necesitamos que en el temple, la ejs

tructura obtenida sea sobre todo martansita, tolerando algo

de bainita inferior. Para ello el enfriamiento debe ser a

una v/elocidad superior a la llamada crítica y ésta^si bien

se consigue aumentando la severidad del refrigerante emplea-

do, depende de la composición del acero. Esta aptitud del a~

cero para templar en un medio dado una pieza de determinado

diámetro, llamada templabilidad, varia con la composición

del acero,y define una característica importante de él, al

limitar dimensionalmente la pieza a utilizar.

Estudiando el comportamiento en el revenido de un

acero, se ve que el ablandamiento producido en este trata-

miento no es idéntico para todos ellos, dependiendo de la com

posición del acero, aunque se ha observado que dos aceros con

distinta aleación e igual carbono, llevados por revenidos a~

decuados a idénticos niveles da resistencia, presentan prác-

ticamente iguales características, lo que no ocurre si es

distinta la dosificación en carbono.Esta acción puramente

"estructural" de los elementos de aleación que no sea el car

bono que hace que su acción sea impersonal cualitativamente


-1.18-

y solo se manifieste en función de la cantidad presente trac

como consecuencia que la acción de una cierta cantidad de un

elemento que se manifiesta sobre todo en un aumento de tem-

plabllidad y un menos? ablandamiento en el revenido,sea la

misma que la de otro elemento con determinado contenido,pu~

diendofpor tanto,sustituir uno por otro sin que se note en

el comportamiento posterior del acero.

Se deduce entonces que al resolver el problema de

la elección de un acero para un uso específico^no interesa

para nada su composición,pero hay que considerar quefde to-

dos los disponibles,sera el más adecuado el que cumpla las

condiciones de templabilidad y revenibilidad con el mínimo

carbono,pues será el menos expuesto a fragilidad y fatiga.

1.2*3.- Doctrina de Tipificación Racional.Equivalencias y

cifras clave,-

Si aplicamos los principios hasta aquí expuestos

a las actuales tablas empíricas de tipificación,se observa

la improcedencia de las mismas,acusando los defectos enuncia

dos en el apartado 1.1.5. de este estudio.Hay aceros franca

mente indeseables y otros superdotados.Sería casual que ocu

rriese de otra manera,dado el modo de su elaboración.

El planteamiento para la elaboración de una nueva

tabla parece sencillo.Si las dos características que defi—


-1.194-

nen un acero son la templabilidad y gama de resistencias no

frágiles,los datos a establecer serán las dimensiones de las

piezas y las resistencias exigidas,lo que debidamente esca-

lonado proporcionará el programa de necesidades.

Teniendo en cuenta la impersonalidad con que actu

an los elementos de aleaciónfse pueden elegir libremente la

naturaleza de éstos y estudiar las dosificaciones precisas

para conseguir la templabilidad y resistencia deseadas.Se £

legirán por tantOjios elementos de más-fácil adquisición,ma-

nipulación o costo.

El acero así elegido vendrá definido más que por

su composición,por lo que se ha llamado "cifras clave11 a sa

ber:diámetro crítico,dureza potencial y temperatura de trans

formación martensíticafflsque junto al contenido en carbo-

no fijarán el comportamiento posible del acero frente a las

necesidades que se pueden presentar:tamaño de pieza, ablandj*

miento en revenido,agrietamiento en el temple y resistencia

deseada.

Si el comportamiento de cada tipo de acero queda

de este modo fijado,se puede enunciar el siguiente princi-

pio: MSon equivalentes todos los*aceros que,con igual conté

nido en carbono,tengan iguales las tres cifras clave*.

Estas cifras al ser calculables a partir de su com

posición química,la doctrina puede aplicarse de dos maneras:


1.20-

12.- Fijadas las cifras clave necesarias, se pue-

de planear una tabla racional de tipificación,

29.- Se puede estudiar racionalmente una tabla de

tipificación ya establecida

1.2.4»- La Tabla Racional de Tipificación de Aceros de Resis-

tencia»-

Aplicando la doctrina hasta aquí expuesta, el equi

po de investigación citado del Departamento de llflateriales del

KN.T.A*. elaboró la Tabla Racional de Aceros de Resistencia^

escalonando los valores de templabilidad y resistencia que

se podían necesitar, y estudiando primero teóricamente y des-

pués experimentalmente los aceros incluidos en ella.

Se incluyen en las páginas V-l y V-2 de este estu

dio esta Tabla de Tipificación Racional y el gráfico para la

elección de aceros de la misma.A la vista de estas figuras

no se hace necesaria apenas su explicación.La nomenclatura

puede ser provisional:letras para los distintos grupos de


00", jara

templabilidad y números de los subíndices el nivel de resiis

tencia alcanzable dentro de cada grupo de templabilidad.Los

demás datos incluidos en la Thblá' no necesitan explicación.

Se realizó un estudio sobre el ahorro que supondrí

a la elaboración de los aceros de la Tabla Racional,frente

a los ya incluidos en la Tabla del I.H.A. deduciéndose un


-1.21-

ahorro medio de un 15 a 20%, llegando en algunos casos has-

ta el 35JÍ..?

El citado equipo publicó este estudio que aquí re

sumimos junto con unas Hojas de Utilización de los aceros

incluidos en la Tabla,en los que se incluyen los siguientes

datosscomposición química,temperaturas de tratamiento térnú

co,templabilidad,características mecánicas representativas,

curva de tempiabilidad 3ominy y diagrama de revenidos.

Estos datos han sido obtenidos experimentalmenfee

con coladas preparadas en los laboratorios del I.N.T.A.Otros

datos son teóricos aunque de ellos,algunos,obtenidos a par-

tir de datos experimentales.Se incluye a título de ejemplo

la hoja de utilización de uno de estos aceros en la pag.V.3

de este estudio.

I.2.5.-Consideraciones finales.-

Hemos expuesto hasta ahora el proceso que ha con-

ducido a la elaboración de la Tabla Racional de lipificación

de Aceros de Resistencia,y el modo sencillo en que se ha re

suelto el problema de la elicci&n de aceros.Cabe todavía el

hacer más consideraciones sobre ella.

Si importante es establecer una tabla como la ex-

puesta,más importante h i sido establecer una doctrina rela-

tiva al empleo de los aceros bonificables,que tiene validez


-1.22-

general.

La Tabla establecida no es en modo alguno una Ta-

bla de emergencia^sino definitiva.e incluso de validez uni-

versal a pesar de las peculiares características de produc-

ción y consumo de aceros en cada país.

No es una tabla teórica sino experimental por pajr

tida doble:se ha comprobado experimentalmente la validez de

los principios básicos que han conducido a la elaboración

de la Tabla y se han comprobado experimentalmente las pro-

piedades previstas y reajustadas sucesivamente las composi^

ciones hasta llegar a las definitivas.

A pesar de todo ello no es revolucionaria/ ya que

se basa en las clásicas composiciones de aceros al Cr-fflo y

Cr-Ni-Wlo, aprovechando incluso varios de los aceros ya exis-

tentes.Frente a anteriores tablas sólo presenta dos diferer*

cias:deshechar los aceros Cr~Ni por sus inconvenientes y ejs

tablecer unos aceros al Wln-lflo que cubra el hueco existente

entre los aceros al carbono y los wde resistencia'1 •

La Tfcbla offece las siguientes ventajas:

19.-Cubre todo el programa de necesidades sin la-

gunas ni repeticiones.Cada acero tiene su aplicación

definida.

28.-Por haber estudiado las soluciones de mínimo

c¿jrbQnofestos aceros serán ios menos frágiles para su


-1.23-

resistencia.

33.-E1 problema de elección del acero adecuado en

cad3 caso desaparece,pues la elección es automática.

Con ello se hace fácil explicar al usuario cómo debe

proceder^sin preocuparse de composiciones químicas,que

nada le dicen.

43.-Igual sucede con el de sustitución de aceros

extranjeros.El acero,definido por sus cifras clave y

el contenido en carbono permite,aplicando el princi—

pío de equivalencia.la sustitución automática por uno

da la Tabla.

53.-Los tipos establecidos no presentan ninguna

particularidad.Son de fabricación corriente,no plante

an problemas a las acerías e incluso son más baratos

que los actuales.

63 # - Los catálogos de las acerías se simplifican

y con ello^su parque de.lingotes.

?3.~Las composiciones se han establecido en for-

ma homogénea que permite clasificar un acero en un ti

po definido.Si al fabricarlo se rebasan las toleran—

cias pasa automáticamente a pertenecer a otro tipo*

83#-Se trata de aceros ya conocidos en España.El

usuario,al no preveer sorpresas se acomodará a ellos

fácilmente.
-1.24+

11,3.-DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES ISOTÉRMICAS .-

Ié3.1,-Transfarroación de la austenita.-

Dado que la utilización normal del acero es en el

estado correspondiente al temple y revenido posteriora es ne

cesario conocer el mecanismo de la descomposición de la aus

tenita en los constituyentes que se forman al descender la

temperatura por debajo del punto crítico superior (A«).

Es importante asimismo.conqcer los constituyentes

que se forman en los distintos márgebes de temperatura por

debajo de esa temperatura crítica.

Hasta 193Ü,las investigaciones efectuadas sobre

las transformaciones del acero se fundaban en la observación

de piezas templadas.Enfriando el acero desde la temperatura

de austenización con distintas velocidades de enfriamiento^

y estudiando comparativamente los constituyentes aparecidos

en cada enf¿iamiento^se podía apreciar relativamente la po-

sibilidad de obtener distintos constituyentes^ relacionar

éstos con las propiedades obtenidas en cada caso.

Ya se conocía entonces el hecho de que para una

velocidad de enfriamiento suficientemente altafla transfor-

mación en perlita se impedía,mientras la martensita no apa-

recía más que al llegar a una determinada temperatura bien

definida para cada acero( M )» A temperaturas superiores" a


-1.25

IT! la austenita se puede conservar en equilibrio meta-


s
estable,con tal que la velocidad de enfriamiento sea sufi-

cientemente alta en el margen de temperaturas superiores a

Ms .

1.3.2.- Diagramas de transformación isotérmica.»-

En 1930,Bain y Davenport por un lado y Ulever y En

gel por otro; estudiaron la velocidad de descomposición de

esta austenita metaestable a temperatura constante.Igualmen

te examinaron la morfología de los constituyentes estructu-

rales aparecidos a cada temperatura y las propiedades resul

tantes de esta transformación.

El método empleado en este estudio consistía en

austenizar las probetas hasta la homogeneización completa^

e introducirlas rápidamente a un baño de plomo fundido a la

temperatura deseada.Después de permanecer en el baño un de-

terminado tiempo se pasaban rápidamente a un baño de agua

fría.

En el primer enfriamiento,al ser rápido no se de¿

componía la austenita.Durante la permanencia en el baño de

plomo se podía descomponer la austenita en mayor o menor

proporción en función del tiempo de permanencia.En el enfria

miento posterior,la au tenita que podía quedar sin descomp^

nerfse transformaba en martensita.De este modo,los constiti¿


-1.26-

yentes formados a la temperatura del baño podían determinaba


rt
mediante observación microscópica^y valorarse la fracción

austenita transformada*

tos resultados de estas investigaciones se presen-

taron en forma de gráficos, en los que se indicaba la canti-

dad de austenita transformada a cada temperatura en función

del tiempo de permanencia, éste, en coordenadas logarítmicas,

A la.vista de la forma de las curvas obtenidas se

podían deducir los hechos siguientes* ...

IB.- Existe un período inicial durante el cual,

la transformación no ocurría por lo menos en cantida-

des apreciables. Este tiempo era variable en función

de la temperatura de transformación. A este período de

tiempo de le llamó incubación.

22.- Una vez iniciada la transformación, su velo-

cidad crecía hasta alcanzar un máximo,para volver a

disminuir hasta tender asintóticamente a cero*

39.- Existía una gama de constituyentes de distin-

ta morfología que aparacían entre A3 y ffls.

49«- La velocidad de transformación y lis tiempos

transcurridos hasta su comienzo, dependían no solo de

la temperatura de transformación*sino también del ti-

po de constituyente formado.

Los gráficos obtenidos a las distintas temperatu-


-1.2?-

ras se unían en una solo curva, en la que se dibujaba en or-

denadas las temperaturas y en abcisas el tiempo, en coordena-

das logarítmicas* El progreso de la transformación se indi-

caba dibujando, las curvas que indican el principio y fin de

la transformación» Se dibujaban también las curvas interme-

dias para determinados porcentajes de transformación así co-

mo otras que indicaban el comienzo de una nueva transforma-

ción*

A este tipo de gráficos se llamó curva TTT (tempe-

ratura-tiempo-transformación) o diagrama de transformación

isotérmica.

1.3.3.- Forma de los diagramas TTT e influencia de los e-

lementos de aleación»-

Al trazar las curvas TTT de distintos aceros, se

observa que resultan curvas de formas distintas, mientras

en unas el período de incubación disminuye al bajar la tem-

peratura para volver a crecer hasta llegar affls.siendo la

curva en forma de una nariz, en otras, este proceso se repi-

te dos veces antBS de llegar affls,diferenciandoperfectamen-

te dos márgenes de temperátura^dibujando una curva que for-

ma dos narices. En este último tipo los períodos de incuba-

ción en una y otra zona, pueden ser parecidos o muy distin-

tos pudiendo ser mayores en el margen superior o en al infe-


-1.28-

rior •

Se observa asimismo que el constituyente proetuc-

toide del acero (ferrita o cementita) se forma a temperatu-

ras inferiores a A3 y el eutectoide perlita por debajo de A^

(punto crítico inferior) pudiendo formarse estos constituyen!

tes en el margen de temperaturas comprendido sntre A3 (o A^)

y una intermedia que en los casos de curvas de dos zonas,

coincide con la temperatura intermedia a la que es mayor el

período de incubación, A esta zona se ~ha llamado por tanto

zona perlítica. Entre esta temperatura intermedia y Ws se

forman constituyentes de morfología acicular (bainitas) que

están constituidos por agregados ferrita-c¿rburo de morfo-

logía variada.

La reacción martensítica no precisa de períodos de

incubación, progresando este tipo de reacción al ir disminu-

yendo la temperatura y no por permanencia isotérmica.

El estudio de estas curvas ha permitido deducir que

los distintos elementos de aleación modifican profundamente

la forma de las curvas TTT. Esta influencia se explica por

múltiples hechos: estabilización de la austenita que se tra-

duce en un aumento en el períodcf de incubación, disminución

de la velocidad de difusión que origina un descenso en la v¿

locadad de transformacien,y formación de carburas mixtos in-

fluyendo sobre la germinación.


-1.29-

La influencia de cada elemntc puede ser muy distin

ta de la de otro: mientras unos desplazan hacia la derecha

toda la curva, otros tienden' a acentuar la separación entre

las dos zonas desplazando hacia la derecha sólo una de ellas.

La acción combinada de varios elementos es muy com

pleja ya que la acción combinada de varios elementos pueden

tener un efecto que, a priori, no puede deducirse de la in-

fluencia de cada uno de ellos por separado.

Los elementos de aleación varían asimismo la tem-

peratura Ws, desplazándola por lo general a temperaturas más

bajas.

I.3.4.- Trazado de las curvas TTT«-

Hemos visto como el procedimiento empleado por Bain

y Davenport para estudiar la descomposición isotérmica de la

austenita, era válido para el trazado de las curvas T.T.T.

Las probetas, sometidas a tratamiento isotérmico

tal y como se ha indicado, se pulían y atacaban conveniente-

mente para su observación micrográfica. En cada una de ellas

se valora cuantitativamente el -tanto por cien áa austenita

transformada y se traza en diagrama este dato en función de

tiempo de permanencia isotérmico, este último en coordenadas

logarítmicas. Sale de este rnodoK una curva para cada tempera-

tura estudiada que por su peculiar forma, debido a las carac


-1.30-

terísticas que presenta la transformación, se le ha llamado

curva de la S.

Uniendo los datos, obtenidos en estas curvas de la

S, referentes al principio, fin, y determinados porcentajes

de transformación se obtiene la curva T.T.T.

Las curvas presentadas en este diagrama de trans-

formación isotérmica, varían de un autor a otro, aunque lo

más usual es dibujar las curvas correspondientes al princi-

pio, 10%, SÜ%f 9Ü?S y fin de tjransforma-ción. Dada la relati-

vidad en la apreciación del principio y fin de transformación

algunos autores, prefieren dibujar las curvas correspondien-

tes al 1$ y 99% como significativas de estos datos.

En algunas ocasiones se superpone a estas curvas,

la correspondiente al principio de la aparición de un nuevo

constituyente, como puede ser el caso del comienzo de la apa-

rición del constituyente perlita, en la zona perlítica, que

en el caso de aceros hipoetuctoides suele ocurrir con tiem-

pos de permanencia isotérmica superiores a los necesarios pj3

ra que comience la formación de ferrita. En otros casos, la

curva superpuesta en la que indica la separación de zonas en

las que los constituyentes formados son en una ferrita de

distintas morfologías y en otra agregados ferrita-carbdiro

en sus distintas formas.

En estos diagramas se indica asimismo con líneas


-1,31-

horizontales las temperaturas correspondientes a A* , A3 y Ms *

Las dos primeras se obtienen par análisis térmico o por mé-

todos metalográficos. La última a pesar de conocer su exis-

tencia desde hace mucho tiempo, su determinación experimen-

tal precisa, encerraba problemas hasta que Greninger y Trole

no en 1,940 idearon un método que lo hizo posible. Esquemá-

ticamente consiste en:

1Q.- Austenizar una probeta

22 # - Enfriar bruscamente en baño de sales o plomo

hasta una temperatura próxima a laffls,dejándola a e-

11a el tiempo necesario para asegurarse que se ha al-

canzado en toda la probeta,

39^- Introducir la probeta después de otro baPSo a

unos 6ÜQQC y dejarla unos segundos,

42 # - Enfriarla rápidamente en agua fria.

Si la temperatura del baño de sales del 23 paso es

inferior a ffls, la martensita formada en ese enfriamiento su-

frirá un revenido en el calentamiento posterior a 6G0QC y s£

rá distinguible microscópicamente de la martensita formada

en el último enfriamiento. De este modo y variando la^ tempe-

ratura del primer baño se puede determinar la temperatura llfls*

El método de trazado de la curva T,T,T, hasta aquí

expuesto, es el método que se llama metalográfico ya que to-

da transformación de detecta mediante estas técnicas. Este


-1.32-

método también se llama directo.

Existen otros métodos indirectos de obtención de

estas curvas basados en otras técnicas de ensayo como son

las basadas en la medida de la variación de una propiedad fí

sica relacionada con el tanto por ciento de austenita que se

ha descompuesto. Entre astas propiedades están: el tamaño,la

susceptibilidad magnética, la resistencia eléctrica, la du-

reza y otras propiedades mecánicas etc..

Estos métodos indirectos son menos empleados y so

lamente el dilatométrico (basado en la medida del tamaño) se

emplea algunas veces. La razón de este desuso está en el he-

cho de que son menos sensibles que el metalográfico siendo

difícil detectar sobre todo el principio y fin de transfor-

ción y que presenta dificultades de interpretación en casos

en que la velocidad de transformación es lenta o sufre inte-

rrupciones. El empleo de estos métodos queda limitado a los

casos en que se necesita una primera aproximación en el tra-

zadOj o en los casos en que no importe alguna inexadtitud de

la curva obtenida.

Los métodos indirectos ofrecen sin embargo la gran

ventaja' de la rapidez y el ahorro* de material ya que con fre_

cuencia una sola probeta da información suficiente para se-

guir el curso completo de la transformación. El mayor incon-

veniente de estos métodos estriba más que en la inexatitud


-1.33-

en el hecho de que ninguno de ellos puede dar la información

que sobre el progreso y la naturaleza de los productos rssujL

tantes/ proporcioma el examen micrográfico de las probetas

parcialmente transformadas.

1.3.5.- Aplicaciones de los diagramas T.T.T.• -

Como ya se ha indicado anteriormente la mayor apli

cación que tiene el trazado de estos diagramas/es el estudio

del mecanismo de la descomposición de la austenita metaesta-

blefviendo la posibilidad o aptitud que tiene el acero para

obtener .diversos constituyentes. El método metalográfico o-

frece también la posibilidad de estudiar los constituyentes

formados a cada temperatura y su relación con las propieda-

des obtenidas en cada caso y por este camino, el de la rela-

ción entre propiedades y estructura en las aleaciones se di-

rige gran.parte de las investigaciones que se realizan hoy

en laboratorios e industrias.

Estos diagramas ofrecenral mismo tiempo,todos los

datos necesarios para la realización correcta de todos los

tratamientos isotérmicos en su amplia gama de variedades y

con los que se consiguen en algunos casos una mejora en las

propiedades del acero, como se ha comprobado experimentalmeri

te en multitud de ocasiones. Al no encaminarse este traba-

jo al estudio de estos tratamientos, no parece necesario la


-K34-

explicación sobre la correcta realización de estos tratamie^

tos y las ventajas que ofrece cada uno de ellos, limitándo-

nos a su solakndicación: recocido isotérmico, austempering,

martenpering, marquenching y patenting,todos ellos bien co-

nocidos.

Del mismo modo,los diagramas T«T«T# constituyen una

valiosa ayuda en la realización de otros tratamientos como

los llamados termomecánicos que todavía hoy se hallan en

franco desarrollólas te también enumerarlos: a usf o rming, ande

forming y marforming.

Como se ve,los diagramas T.T.T. constituyen una herra

mienta valiosa,cuando no imprescindible para el estudio y

conocimiento completo de un acero,de ahí el gran número de

trabajos encaminados a su trazado y que incluso algunos ca-

tálogos de aceristas comienzan a incluirlos entre los demás

datos de sus aceros,a pesar de lo laboriosa que es su obteni

ción sobre todo cuando se realiza por el método metalográfi

co.

I»3»6.-Límites de utilización de"los diagramas TJJ.~

La información que proporcionan los diagramas is£

térmicos es limitada,puesto que en. la práctica del temple

(que como ya hemos visto es el tratamiento usual previo a

la puesta en servicio da una pieza) el enfriamiento se rea-


-1-35-

liza por enfriamiento continuo y la descomposición de la aus

tenita^en este y otros tratamientos se produce al ir dismi-

nuyendo la temperatura y no a temperatura constante.

Estos diagramasfsi bien explican el significado

de las temperaturas de transformación Ar* y Ar*' puestas en

evidencia anteriormente por enfriamiento continuo^y demues-

tran la relación existente entre la temperatura de transfojr

mación y la estructura resultante,no permiten valorar direc-

tamente la evolución estructural de una masa de acero enfri

ada a velocidades variables desde la superficie hasta el in

terior*

Con vistas a la realización de tratamientos term£

mecánicos, tendremos aquí también que limitar su utilidad de*

bido a que la deformación plástica de la austenita metaesta-

ble altera la forma del diagrama T.T«T. desplazando las cur-

vas hacia la izquierda siendo en realidad los tiempos dispo-

nibles para la deformación menoresx que los que se despren-

den de la curva T«T*T«.

Es necesario, por tanto, disponer de un método pa-

ra predecir la forma en que se descompondrá la austenitay y

la estructura final que se obtendrá en un acero, al enfriar-

se desde la temperatura de austenización hasta la ambiente

al llevar a cabo un tratamiento térmico determinado, a par-

tir de la velocidad y características de enfriamiento de la


-1.36-

pieza y de los datos obtenidos en la realización de este mé-

todo»

l.4.- DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIONES PE ENFRIAMIENTO CONTINUA

I»4«l,- Transformación de la austenita mediante enfriamien-

to continuo.-

Aunque, como hemos visto, los diagramas T,T«T« ex-

plican correctamente la descomposición de la austenita a di£

tintas temperaturas y la influencia que tienen los distintos

elementos de aleación en la transformación, su utilidad es

bastante limitada, ya que solamente permite predecir la es-

tructura y propiedades de un acero al que se le somete a un

tratamiento isotérmico o a un temple escalonado*

La mayor parte de los tratamientos térmicos apli-

cados al acero son a base de un enfriamiento continuo, aun-

que, de un tipo a otro de tratamiento, puede variar amplia-

mente la severidad del enfriamiento» Estos enfriamientos se

pueden considerar como una superposición de fracciones infi-

nitesimales de tiempo de permanencia a temperaturas cada vez

más bajas y, considerado asi, la curva T.T.T. nos puede pre-

decir de algún modo, el comportamiento del acero en un deter

minado enfriamiento, tr- s un detenido estudio de la curva y

un complejo cálculo de integración* A pesar de ello, y como


-1.37-

más adelante comprobaremos, existen una serie de razones por

las cuales es difícil, y en algunas ocasiones imposible,la

realización de este cálculo y en otros se han observado grají

des diferencias entre el comportamiento real del acero y el

deducido de las curvas T.T.T.,

1,4.2»- Diagramas de transformación en enfriamiento continuo»

£1 único modo de conocer bien el desarrollo de las

transformaciones de la austenita durante el enfriamiento cort

tinuo.es disponer de úrí diagrama que indique el principio y

fin de la transformación,para toda la gama de velocidades de

mm ehfriamiehio que sa prevean en la ¿realización Óé los tra-

tamientos térmicos de la práctica industrial.

Para la elaboración de tal diagrama no queda más re

medio que reproducir en laboratorio estas mismas velocidades

de enfriamiento continuo en una probeta pequeña, variando el

medio de enfriamiento desde el agua hasta el horno con enfria

miento contralado, del mismo modo que pgrd la obtención de los

diagramas TTT se sometería a una serie de probetas a tratamien

tos isotérmicos a temperaturas distintas y con tiempos varia-

bles de permanencia* Si disponemos de algún medio que ponga

de manifiesto el principio, desarrollo y fin de la transforma

ción, al mismo tiempo que deje constancia del enfriamiento áa

do, podremos saber lu que ocurrirá en un determinado npiunto


-1.38-

de una pieza, siempre que sepamos el enfriamiento de ese-pun

to al darle a la pieza el tratamiento» Sabiendo a que tem-

peraturas ocurren las transformaciones y la fracción de con¿

tftuyente formado en cada margen de temperaturas, podremos -

saber por los datos obtenidos al trazar por el método meta-

lográfico el diagrama TTT, los constituyentes estructurales

que tendremos, si es este dato no lo hemos podido obtener -

en los ensayos que han conducido al trazado del diagrama de

transformaciones en enfriamiento continuo.

Este tipo de estudios no es nuevo, puesto que, da

hecho, desde los primeros investigadores de este campo: Os-

mond, Le Chatelier, Charpy, Grenet, Chevenard y Portevin a

un §ran número de investigadores leafaan preocupado el trazjj*

do de diagramas de enfriamiento continuo, y lo han hecho aun

* que utilizando métodos muy distintos, que más adelante ire-

mos viendo.

1.4.3,- Forma da los diagramas en enfriamiento continuo e -

influencia de los elementos de aleación

Considerando el diagrama en enfriamiento continuo

como,derivado de los diagramas TTT al considerar, como ya -

hemos hecho, al enfriamiento continuo como sucesión de infi

nitesimales períodos de tiempo de permanencia isotérmica, es


-1.39-

ico suponer que los diagramas presentaran un aspecto pa

ido,aunque,comparando ambos diagramas de un mismo acero,

observ/an las siguientes diferencias:

1§,~ El diagrama de transformaciones en enfriamiejí

to continuo será de forma similar al TTT,pero despla-

zado hacia tiempos mayores y hacia más bajas temepera

turas, excepto las temperaturas A , A yfflsque por -

su significado seguirán siendo las mismas. Es lógico

que ®sí ocurra pues aunque en el "momento en que el acc

por enfriamiento continuo llega a un punto de intersección

de su curva de enfriamiento con la curva que indica —

el principio de transformación del diagrama TTT la aus

fcenita ha permanecido en condiciones metaestables^ el

mismo tiempo que en el caso de tratamiento isotérmico^

ha permanecido algún tiempo a temperaturas más altas

donde los períodos de incubación eran mayores, no sien

do lógico por tanto que comience la transformación s¿

no más tarde, cuando se encuentre a temperaturas más

bajas y haya transcurrido más tiempo.

2§ # - No se observa en las curvas del diagrama de

enfriamiento continuo un retroceso hacia tiempos may£

res al descender la temperatura tan acusado como en -

las TTT, ya que esto significaría un retroceso en la


-1.40-

transformación lo cual es inadmisible. Las curvas ten

drán forma de "escalones11 en vez de "narices11. En los

aceros en los que exista separación clara entre las -

dos zonas de transformación, el escalón más bajo podrá

tener una parte horizontal, indicando una/temperatura cons-

tante de comienzo de les reacción bainítica, razón por

la cual i-jan llamado algunos autores 8 a esta tempera


s ~~

tura por su parecido confflsaunque se trate de dos ti

pos de reacciones distintos.

3§.~ En algunas curvas de enfriamiento continuo -

al igual que en los diagramas TTT existe un margen de

temperaturas intermedias en las que no-hay transforma

ción, aunque en estas, significa un alto período de in

cubación y en aquellas una parada de la transformación

en el transcurso uel enfriamientOo

Dada la similitud existente (a pesar de las dife-

rencias) entre ambas curvas la influencia que tienen los di<*

tintos elementos de aleación en" la forma de los diagramas +

T.T.T. y que ya apuntábamos en el apartado 1.3.3 de este e¿

tudio se traduce en una similar -influencia sobrólos diagra-

mas de enfriamiento continuo. Así puede explicarse la influen

cia que tienen los elementos de aleación en la templabilidad

del acero, incluso la distinta influencia de algún elemento


- 1,41 -

en la templabilidad bainítica y en la perlítica.

Si no explican el porqué de la influencia si expli_

can el cómo.

I,4>4»" Trazado de los diagramas de transformaciones en en-

friamiento continuo.

Los métodos experimentalesempleados para el tr¿Zja

do de diagramas en enfriamiento continuo son variados.

Tal vez el más antiguo, sea el empleado por Lied-

holm, que a su vez ha sido el más usado. El método consis-

te en interrumpir por temple al agua, el enfriamiento de pr£

betas Jominy can tiempos variables en su enfriamiento normal,

lo que permite, conociendo las curvas de enfriamiento de -

los distintos puntos de la probeta, determinar, midiendo la

dureza y observando la estructura, las temperaturas de prin

cipio y fin de transformación.

Otros investigadores han propuesto otros métodos:

Chapman y 3ominy han propuesto uf/mátodo de estudio magnéti-

co midiendo la variación de la permeabilidad magnética de -

una probeta en el transcurso del enfriamiento y registrando

la curva de enfriamiento.

£1 método más empleado es el dilatométrico, usado

por investigadores como: Christenson y Nelson, Steven y Ma-

yar, U/evas, Rose, Peter y Strassburg, Cotrell, Constant, Del^


-1,42-

bant y Clere, etc. En este método existen variantes: mien-

tras la curva dilatación-temperatura y al mismo tiempo la -

curva temperatura-tiempo utilizando un dilatómetro prepara-

do para esta método mediante el cual se puede someter a la

probeta a enfriamientos distintos, otros registran la curva

dilatación-temperatura y comparan el enfriamiento de una -

probeta al aire con el de una pieza de determinado diámetro

de aceite, variando la velocidad de enfriamiento al variar

el tamaño de la probeta.

Otros investigadores, Estruch por ejemplo, han em

pleado un método metalográfico estudiando los constituyentes

aparecidos en una probeta a la que se ha interrumpido por -

temple en agua desde una determinada temperatura un determjL

nado enfriamiento. El procedimiento es muy laborioso y po-

ca empleado pero eficaz y de los más significativos y exac-

tos, estudiando al mismo tiempo los constituyentes apareci-

dos sucesivamente en el enfriamiento»

En cuanto a la presentadión de resultados también

existen diferencias, no sólo en el significado de las curvas

dibujadas sino en los parámetros indicados en el eje de abs

cisas.

Todos ellos dibujan, como es lógico en ordenadas

la temperatura (indicando con líneas horizontales ios puntos

A., A„ y tfi ) pero mientras unos dibujan en abscisas el tiem


-1.43

po en ccordenadaslogarítmicas, otros dibujan en este eje diá.

metros de barras, con distintas escalas para enfriamientos»

en aire, agua, aceite, etc. y para superficie, centro y dis

tintos puntos de la barra. En el primer caso el desarrollo

de la transformación se sigue superponiendo al diagrama una

curva de enfriamiento determinada. Las intersecciones de -

ella con las del diagrama indican los distintos estado de -

transformación» En el segundo caso del prccsso de transfojr

macióH se sigue mediante lasintersecciones de una línea V8£

tical que pasa por la abscisa correspondiente al punto de -

la barra del diámetro conveniente y enfriada en el iriedio con

siderado con las distintas cufrvas del diagrama.

Las v/ariantes existentes en las curvas dibujadas

se corresponden con las ya indicadas para los diagramas TTT.

Algunos dibujan las curvas correspondientes a los distintos

porcentajes de transformación y otros dibujan las curvas in-

dicadoras de los constituyentes que van apareciendo. Exis-

ten soluciones intermedias entre estas dos.

La mayor o menor utilidad de cada una de las for-

mas de presentación depende de los datos que cada uno pueda

disponer en el momento de utilizar el diagrama pareciendo^

priori, de uso más general y engorroso el que dibuja el tiem


po en abscisas y de uso más particular y rápido el que dibju
ja diámetros de barras.
-1.4$-

I.4«5,~ Aplicaciones y limitaciones de los diagramas de trans-

formaciones en enfriamiento continuo»

Con todo lo expuesto hasta el momento es fácil dje

ducir las aplicaciones de estos diagramas: constituyen una

herramienta útil, cuando no imprescindible p-sra estudiar y

reproducir el comportamiento de un acero cuando se le somete

desde su estado austenítico a enfriamientos de distintas se¡

veridad. Explican claramente el fenómeno de la distinta tem

plabilidad de cada acero y la posibilidad de obtener median^

te determinado enfriamiento los distintos constituyentes -

estructurales con distintos porcentajes relativos de cada -

uno de ellos,

Estos diagramas, a pesar de haber sido menos estt¿

diadosy se haya abordado el problema de su trazado muchas -

menos veces que los diagramas TTT son de uso más general que

estos ya que como hemos dicho anteriormente la mayor parte

de los tratamientos térmicos que ss realizan son del tipo -

de enfriamiento continuo.

Las limitaciones que tienen el uso de estos diagrja

mas se deducen del íiecbo que constituyan un complemento efi

ca/y a veces necesario de los diagramas T.T.T# con vistas -


al estudio de la descompcsición déla austenita en un acero -

en particular.
Si bien los diagramas de enfriamiento continuo no
-I.4£-

explican el fenómeno de la trnsformación de la austenita en

un determinado constituyente y el desarrollo de esta trans-

formación, sí explican el proceso de descompsocidn de la aus

tenita en los diversos constituyentes por enfriamiento con-

tinuo, que, como hemos visto, es, generalmente, de mayor uti

lidad*

Su utilidad no se limita a los casos de enfriamiejí

to continuo del acero sino que constituyen un complemento -

de los diagramas T.T.T. en los casos "en que en los tratamiejn

tos de tipo isotérmico, de temple escalonado o termomecáni-

eos que se desean aplicar a una pioza, no son obtenibles o

anvenientes en ella, enfriamientos instantáneos por su taina

ño o su geometría,

I»5«- OT^ÜS «ETuD.DS EXPERIMENTALES DE ESTUDIO DE TRANSFORMA-

CIONES ESTRUCTURALES EN EL ACERO,

I»5»l*~ Consideraciones previas»-

Las transformaciones que pueden realizarse o pro-

vocarse en el acero por reacciones en estado sólido son muy

variadas. Es necesario estudiar el cuándo, cómo y porque -

de cada una de ellas si queremos conocer el comportamiento

de un acero frente a la variación del medio que le rodea* -

Del conocimiento de este posible comportamiento se deducirá

una correcta selección del acero en cada caso, la manipula-


-1,46-

ción y tratamientos óptimos para sonsaguir una determinada

esttuctura y por tanto las propiedades más deseables para

una determinada finalidad y en resumen,una correcta selacción

y empleo del acero obteniendo en cada uno las propiedades -

idóneas para su uso*

Vamos a reseñar en este capítulo los métodos exp^e

rimentales de estudio de algunas de las transformaciones que

no hemos visto hasta ahora, aunque el hecho de que las inclu

yamos ahora no quiera decir que sean ni- menos importantes —

ni menos útiles que las que ya hemos visto. De hecho, los

datos obtenidos de la aplicación de alguno de los matodos —

que vamos a ver, ya se incluyen como tales en los diagramas

deducidos de la aplicación de técnicas ya expuestas como d^a

tos complementarios.

I»5«2«— Transformaciones durante la austenización»-

Los datos más necesarios parg^ina correcta austeni,

zación del acero son las temperaturas a las que se produce

la reacción eutectoide (A ) y& la que se completa la auste-

nización del constituyente pro-eutectoids (A„y.

Estos dos datos son Jos que se aportan parajla ela-

boración de un diagrama hierro-carbono en el que se tienen

en cuenta los contenidos dn otros elementos de aleación*

Desde el punto de vista que nos interesa (austeni


-1.4?-

zacion del acero) conviene determinar las temperaturas citja

das durante el calentamiento normal en la realización de un

tratamiento térmico, que para distinguirlas de A y A~ que


x o

como hemos dicho son las temperaturas a las que ocurren las

reacciones citadas en condiciones de equilibrio, llamaremos

Ac y Ac3.

Los métodos experimentales utilizados en esta de-

terminación son múltiples, todos ellos encuadrables en las

técnicas llamadas de análisis térmicos*- Haremos una breve

reseña de ellos»

Dentro de las más tipicas técnicas de anáilis téjr

micos existen los métodos dilatométrico y diferencial basa-

das en los cambios de tamaRo y la absorción o desprsndimieJJ

to de calor del acero al realizarse las transformaciones. -

El método dilatométrico es el más utilizado y en el que, con

ciertas premisas en la interpretación, más nítidos salen los

puntos de transformación. Ensayos hechos por nosostros apli

cando el método diferencial demuestran que si bien en el ejn

friamiento salen nítidas las dos temperaturas, no ocurre -

así en el calentamiento donde se*hace difícil detectar la -

temperatura Ac •

Existen otras variantes como son la medida de la

variación de laspropiedades magnéticas u otra propiedad fí-

sica en el calentamiento y la medida de la dureza de probe-

tas templadas desde temperaturas crecientes. Este ultimo


-1.4*-

método muy aplicado por su gran facilidad de aplicación y ~

por su gran significado práctico»

Cabe reseñar por último el método metalográfico ~

en el que se observan micrograficamente las probetas templa

das desde temperaturas crecientes y previamente recocidas*

Las temperaturas obtenidas por uno u otro método

pueden diferir debido a las particulares características de

cada uno de ellos.

La interpretación de los resultados con vistas a

deducir la temperatura óptima de austenización debe hacerse

sin olvidar la técnica experimental utilizada para su obten

ción. Señalaremos a título de ejemplo que: el obtenido por

la técnica de medida de durezas tras temple, nos da la tem-

peratura mínima de austenización para obtener dureza máxima

de temple, que es la finalidad de este tratamiento; el obte

nido por el método metalográfico nos tía la temperatura míni

ma para obtener, dentro de los límites de resolución del rni

croscópio empleado, una estructura martensítica. Ninguno ~

de los dos métodos nos dice, aun siendo los más gráficos, -

si la austenita obtenida es homogénea y si ha habido una -

completa disolución de carburos qué en caso contrafcio se tra

duce en una disminución de la templábilidad del acero.


-1.4*-

I»5»3«- Transformaciones de la estructura austenítjca a tem-

peraturas superiores a Ac3.

Las propiedades más importantes a fijar en el ace

ro que se austeniza, aparte de la temperatura, son el tama-

ño de grano austenítico y la obtención de una austenita ho-

mogénea, ambas determinantes^ dentro de un mismo tipo de acje

rondel comportamiento posterior en el enfriamiento.

Para la determinación del tamaño de grano austení

tico, se emplean distintas técnicas metalográficas que van

desda la observación directa por microscopía a alta tempera

tura hasta técnicas de austenización en condiciones especia

les o de ataques específicos de una probeta templada. La v£

loracéón del tamaño de grano, se hace por comparación del -

observado con unos patrones ya establecidos.

Cabe un último método, también metalográfico, que

consiste en la observaión de la estructura obtenida en los

casos en que por su composición o su específico enfriamien-

to, se obtiene un constituyente que se ha formado en los -

antiguos bordes de grano austení tico, btíBtsásscsctmasfwmmi UUOtU»

üf! l |l|Ji rodeando a otro constituyente.

Entre las técnicas de austenización en condiciones

especiales señalaremos el método defflcQuaid-Ehn y el de oxi^

dación de Kohn.

Entre los métodos de ataque por reactivos especí-


-I.SO-

ficos de probetas templadas caben señalar los de ataque me-

diante el reactivo Uilella y el de ataque con reactivos con

aditivos humectantes *

Para la aplicación de todos estos métodos, remiti

mos a la bibliografía correspondiente»

La obtención de austenita homogénea es importante

en algunas ocasiones. El fenómeno de homogeneización es un

problema de disolución y difusión y se han realizado estudios

sobre ello. Aunque se han empleado métodos indirectos para

su comprobación* creemos que el único verdaderamente real -

es la observación de la estructura utilizando técnicas micro¿

c'picas con alto poder de Bssolución como pueden ser la micros^

copia electrónica para observar constituyentes no disueltos

y la microsonda para detectar segregaciones» Estas técnicas

han sido todavía poco aplicadas por ser recientes y hasta -

el presente, que conozacamos, aunque se hayan publicado dia

gramas en los que se dan los tiempos de austenización nece-

sarios para 1» homogeneización de la austenita en función —

de la temperatura y los constituyentes presentes, han sido -

obtenidos por métodos indirectos.

La perfecta homogeneización de la austenita en los

aceros industriales es tan difícil y laboriosa que en la rna

yor parte de los casos se utiliza el acero sin haberla con-

seguido. No por ello pierde interés el estudio de este pro

ceso.
~I-5$-

I«5»4»-» Transformaciones de la austenita a temperaturas in-

feriores a A] »-»

Algunas de las transformaciones reseñadas anterior

mente (diagramas T.T.T., de enfriamiento continuo y tempera

tura til ) caben dentro de este apartado aunque por su impor-


s
tancia especial les hemos dedicado capítulo aparte.

Cabe señalar aquí otros métodos de investigación

conducentes a estudiar el comportamiento del acero en enfria^

miento posterior a su afctfstenización como son: Ensayos de -

templabilidad, desarrollo de la reacción martensxtica, influe

cia de la permanencia isotérmica a una temperatura sobre -

los constituyentes a formarse isotérmicamente a otra tempe-

ratura distinta e influencia de la formación de un determi-

nado constituyente sobre el desarrollo posterior de la trans

formación»

El ensayo de templabilidad 3ominy es un deriv/ado

de los diagramas de transformaciones en enfriamiento conti-

nuo. Con él, se deduce la dureza obtenida en el acero con

enfriamientos distintos, consecuencia lógica de los distin-

tos constituyentes obtenidos en ellos. Por su rapidez de -

realización y su gran utilidad práctica, su uso se ha desa-

rrollado enormemente hasta el punto que constituye uno de -

los ensayos de recepción del acero para muchas industrias»


-1-51-

El desarrollo de la reacción martensítica, se es-

tudia con el mismo método que el empleado por Gr8ninger y -

Trciano para determinar ffl o bien por el mismo método dila-


s

tométrico empleado para el trazado de diagramas en enfriamieíi

to continuo» El interés de este estudio estriba no sólo en

el conocimiento de la reacción sino en la influencia que -

tiene el desarrollo de esta reacción en la presencia de aus

tenita retenida pofc temple y su repercusión en las propiedja

des mecánicas y en los posibles tratamientos a realizar en

los casos que sea previsible su presencia* También se han

realizado recientemente estudios sobre la posible existencia

de períodos cortos de incubación en este tipo de reacción.

Se han realizada, asimismo ensayos conducentes a

estudiar la influencia que tiene la permanencia isotérmica

de un determinado tiempo a una temperatura (con formación -

de constituyente o sin ella) sobre la posterior permanencia

a otra temperatura|sea de la misma zona de transformación o

no, que han conducido a la llamada teoría de germinación de

flflehl y Hagel, comprobada experimentalmente por investigado-

res como 3olivet y Portevin, Grange, Estruch y otros y que

han hecho posibles métodos teóripos de trazado de diagramas

de transformaciones en enfriamiento continuo a partir de los


diagramas TTT, como son los de Grange y Kieffer,fflaningy -
Loring, Scheil, etc. Los distintos resultados de estos in-
-1-53-

vestigadores no son siempre coincidentes por lo que futuros

trabajos en este caippo podrían conducir a resultados de gran

importancia práctica, cómo Klier y Uieis ya lo consiguieron

al comprobar un aumento en la templabilidad del acero SAE -

4340 por permanencia isotérmica del acero en la zona perlí-

tica, sin llegar a empezar la transformación.

También se han realizado estudios sobre la influein

cia que ti8ne la formación de un constituyente, ya sea por

permanencia isotérmica o por enfriamijento continuo sobre la

posterior formación de otros constituyentes* El campo de -

investigación en este sentido está tan abierto como el ante

rior y es de esperar que haya más trabajos en este camino.

Basta citar como en el caso anterior un ejemplo de lo obte-

nido: comprobación experimental por parte de Blickmede y -

Hess del descenso de líl en algunos casos en los que previa-


s
mente se han formado constituyentes como ferrita o bainita,

1,5,5,,- Transformaciones estructurales de los constituyen-

tes en el revenido»-»

Los constituyentes estructurales formados sn el -

transcurso de un enfriamiento sufren en el proceso de reve-

nido transformaciones de diversa índole que consecuentemen-

te originan cambios en las propiedades mecánicas del acero.

La enorme cantidad de investigaciones llevada a -


-I-5$-

cabo en estos últimos anos sobre el proceso de revenido de

los aceros parecen probar quewmatBa*tmammmMr se presentan cin-

co etapas, las cuales, en general, pueden solaparse y aun -

superponerse* En cada una de estas etapas ocurren una serie

de reacciones determinantes sobre la estructura presente dej3

pues del revenido y por tanto sobre las propiedades mecáni-

cas alcanzadas.

D # pa comprobación experimental de estas trnsformacio

nes,incluso su valoración cuantitativa,puede deducirse una-

mejora de propiedades obtenibles en los aceros templados y

revenidos, ya sea por modificaciones en sus composiciones -

o por la posibilidad que ofrecen estos estudios de realizar

más correctamente el bonificado del acero»

La mayor parte de los estudios realizados a este

respecto han sido empleando métodos metalográficos (con mi-

croscopía óptica y electrónica) y en algunos casos han con-

ducido a explicación de algunos fenómenos como el de la fr£

gilidad de los revenidos bajos y han sido origen del desarro

lio <dft ios modernos aceros de alta resistencia con tenacidad

aceptable. Las técnicas metalográficas están progresando -

de tal modo que cabe esperar nuevos progresos emanados de -

un conocimiento más profundo de estas transformaciones»

Se han realizado también estudios utilizando tac-


-IT55-

nicas de ensayos dilatométricos aunque debido a los pequeños

cambios de tamaño que traen consigo las distintas/:ransforma

ciones del revenido, no se han llegado a resultados satisfa£

torios en aceros normales a causa problamente da/la fata de

sensibilidad y exactitud en las medidas de dilatación*

El campo de investigación en aceros está abierto

tambiém en este camino. Todavía quedan por explicar algunos

de los fenómenos que concurren en el revenido, consecuencia

probablemente de trnsformaciones estructurales, desconocidas

hoy, que se originan en este tratamiento. El conocimiento

de estos fenómenos puede llevar, como ha ocurrido en otras

ocasiones al desarrollo de nuevas técnicas o composiciones

y en definitiva a una mejora en las propiedades obtenibles

de este tipo de aleaciones,

I»6,~ CÁLCULOS TEÓRICOS APLICADOS AL ESTUDIO DE LAS TRANSFOR-

MACIONES*

I«6«l»~ Consideraciones previas»-»

Hemos visto en capítulos anteriores la posibilidad

de estudiar experimentalmente lis distintas transformaciones

estructurales de los aceros. Empleando apropiadas técnicas,

ÚQ ensayo sumos capaces de determinar las temperaturas a las

que ocurren algunas transformaciones, diagramas que explican

la posibilidad de que se realicen otras y hemos seguido y —


-1-56-

y observado el desarrollo de ellas midiendo en algunas oca-

siones la^ropiedades ootenidas por la transformación»

Los métodos empleados son en algunas ocasiones bue

nos y en otras, concluyentes. También en el estudio de al-

gunas transformaciones, las técnicas empleadas están en pe-

ríodo de desarrollo y el problema de su interpretación es -

un problema de tiempo»

£1 mayor inconveniente de estos estudios estriba

en la laboriosidad de la obtención de estos datos sobre to-

do para el usuario o productos del acero que no dispone de

técnicas de ensayo apropiadas, personal cualificado para su

aplicación e interpretación, ni tiempo para so realización.

Complemento ideal de estus estudios es, por tanto,

el desarrollo de métodos teóricos que permitan a todos de -

un modo fácil y rápido deducir los datos necesarios para el

conocimiento de las transformaciones del acero y consecuen-

temente un completo conocimiento del mismo.

En este capítulo algunos de los métodos teóricos

ya existentes, aunque cama ya veremos la mayor parte de ellos

no conduzcan a datos exactos.

1.6.2.- ¡Bétodos de cájbulo de temperaturas de transformación.

Todas las fórmulas dadas hasta el mooanto par^el

cálculo de temperaturasde transformación han sido obtenidas


-1-57

de un modo empírico. En algunas ocasiones se ha estudiado

la influencia cualitativa y cuantitativa de los distintos -

elmentos de aleación y se ha deducido la fórmula oorrespoin

diente* En otras la fórmula así obtenida se ha corregido -

tras comprobaciones experimentales. Se ha llegado incluso

a utilizar un ordenador al que se le han introducido datos

experimentales y datos sobre su composición y programados —

convenientemente han proporcionado los coeficientes que ib-

dican la influencia cuantitativa de un elemento en la varia

ción de una determinadatemperatura da transformación sobre

su valor normal*

Recogemos aquí algunas9de las fórmulas dadas que

nos ha sido posible recopilar* Algunos de ellas las hemos

extraído de notas personales o de publicaciones sin refereri

cia bibliográfica concreta y no indicamos su procedencia»

a) Calculo de A.r

Ax * 723 - 13,9 (JÉffin)+ tt,2 (% Si) f 23,3 (% Cr) -

- 1 4 , 4 (% N i ) .

Fórmula de flfU A a l l :

Al S 723 - 3 2 , 5 (% ffln) * 8 , 3 (jf Cr) - 1 1 , 5 (% Ni) +

+ 3 (% fflo) + 9 , 6 {% Co) + 28 (% V) + 7 {% Ti)

b) Cálculo del % de carbono del autectoide:

Fórmula de WL Aatlh

% C x 0,88 * 0,09 (%ffin)- 0,065 (% Cr) - 0,03 (% Ni)

- 0,13 (% Wo) - 0,06 (% Co) - 0,3 (% \l) - 0,08


(% Ti)-
-1-58-

c) Cálculo de A :

A = 910 - 180 (JÉ C) - 14 (JÉffln)4 44,5 (JÉ Si) -

18 (% Ni) - 1,5 (JÉ C r ) .

d) Cálculo de Ac 5

Fórmula de Andreiusj

Ac x = 723 - 10,7 (JÉffln)* 29,1 (JÉ Si) - 16,9 (JÉ Ni)

4 16,9 (JÉ Cr) 4 290 (JÉ As) 4- 6,38 (JÉ IB).

e) Cálculo de Ac t

Fórmula de Andrams:

Ac 3 = 910 - 203 . (36 C) - 30 '{%ffln)4 44,7 (JÉ Si)

4 700 (JÉ P) - 11 (JÉ Cr) - 15,2 (JÉ Ni) 4 31,5

(JÉ Uto) 4 400 (JÉ Al) - 20 (JÉ Cu) 4 104 (JÉ V) 4

4 13,1 (JÉ UI) 4 120 (JÉ As) 4 400 (JÉ Ti).


Fórmula de Andrews, modificada:

Ac 3 * 910 - 203 . (JÉ C) - 15,2 (JÉ Ni) 4 44,7 (JÉ Si)

4 104 (JÉ V) 4 31,5 (JÉfflo)4 13,1 (JÉ Ul).

f) Temperatura de austenizacidn:

= 910 - 200 (JÉ C) - 30 {%ffln)4 30 (JÉ Si) - 10 (JÉ Ni;

4 20 (JÉ Cr)4 30 (JÉfflo)4 10 (JÉ IU) 4 6 (JÉ Ti) 4 3

(JÉ V) 4 25 (JÉ Al).

Para aceros con giás de 0,40 JÉ C svu añade el térmi-

no - 100 (JÉ C - 0,4), metiendo en la fórmula sólo

0,4 JÉ C.

El coeficiente del térmico que contiene el (JÉ fflo)

será 80 si se trata de aceros Cr-fflo y 90 si se tra-


-1-59-

t a de a c e r a s Cr-Ni-fflo,

g ) C á l c u l o de Sfls:

Fórmula de Nehremberg:

His = 500 - 300 (JÉ C) - 33 (JÉ ffln) - 22 (JÉ Cr) - 16

(JÉ N i ) - 11 (JÉ S i ) - 11 (JÉ fflo).

Fórmula de Grange y S t e m a r t :

lilis = 538 * 361 (JÉ C) - 39 (JÉ ffln) - 1 9 , 5 (JÉ N i ) -

39 (JÉ Cr) - 28 (JÉ fflo).

Fórmula de Payson y S a v a g a :

Rls = 500 - 317 (JÉ C) - 33 (JÉ ¡Tin) - 17 (JÉ N i ) - 28

(JÉ Cr) - 11 (JÉ S i ) - 11 (JÉ « o ) .

Fórmula de S t s v e n y H a y n e s :

Kls = 561 - 474 (JÉ C) - 33 (JÉ Hln) - 17 (JÉ N i ) - 17

(JÉ Cr) - 21 (JÉ Wo).

Fórmula de Andrews:

Ws = 512 - 4 5 3 (JÉ C) - 1 6 , 9 (JÉ N i ) 4 15 (JÉ Cr) -

9 , 5 (JÉ Wo) 4- 217 (JÉ C ) 2 - 7 1 , 5 (JÉ C) . (JÉ ffln)-

- 6 7 , 6 (JÉ C) . (JÉ C r ) .

Fórmula de Andrews ( l § corrección):

IBs = 512 - 4 1 0 (JÉ C) - - 1 4 (JÉ ffln) - 18 (JÉ N i )

Fórmula de Andrauís ( 2 8 corrección)»

Ws = 539 - 423 (JÉ C) - 3 0 , 4 (JÉ Bln) - 1 7 , 7 (JÉ N i ) ~

- 12,1 (JÉ C r ) - 7,5 (JÉ Wo)


-1.60-

Fórmula de Cadrapella:

Ws = 495 (jL - 0,062 (% C)] , [ l - 0,092 (% fflnj].

. ( l - 0,033 (JÉ S i ) J . £ l - 0,045 (% Ni^J . £l - 0,07.


.{% C r ) ] . ¡I - 0,029.'{% Rio)] . JT - 0,018 (% tl/fj.

# j l 4- 0,120 (% Co)J

h) Cálculo de Blx:

Fórmulas de Steven y fflaynes;

• 1 Q = » s - 10 ; M5D = «18 - 47 »

lflgQ = Itts - 103 ; Wf * Ws - 215

Fórmulas de Grange y Steumrt:

ffl 25 W 5Q
«10 = g " * 5 0 » «e -
Mgo -. • « - 86 i i g g . Bls - 122

Fórmulas de 3 a f f e :

tfíx = 538 - b £361 (% C) + 39 (% ffln) + 1 9 , 5 (% Ni) +

39 (% Cr) + 28 (% fl|o)j

donde b s 1 para W
s

b s 1,084 para M

b s 1,18 para tñ

b a 1,29 para ffl

b * 1,4 5 para ffl -

I»6.3««- Métodos de cálculo de diagramas de transformación.

No se ha deducido ningún método teórico, que cono¿

camos, para deducir^el diagrama TTT de transformaciones is£

térmicas completo aunque si ha habido un intento de situar


-1.61

algunos puntos del diagrama que cabe reseñar*

Haynes, en un estudio sobre la relación entre los

tratamientos isotérmicos y los de enfriamiento continuo de-

duce empríricamente unas fórmulas para situar algunos puntas

del diagrama como son*

T*»*peratura de la zona perlítica donde es menor el período

de incubación (llamada por el autor "temperatura de la nariz

perlítica):

660 - 17 [ W N i ) + (* *,) - (* Cr) - (* ..)]

o bien:

650 - 11 (%ffln)- 17 (% Ni) •*• 17 (% Cr)

Temperatura máxima a la que es posible pbtenar bainita:

B » 830 - 270 {% C) - 90 {% fln) - 37 (% Ni) - 70 (% Cr)


9

- 83 (% «o)

Temperatura máxima a la que es posible obtener 50% de baíni^

ta :
B_
50n « B . - 60
s
Temperatura máxima a la que es posible completar la reacción

bainíticas

B- * B - 120
f s
Igualmente ha deducido fórmula^que dan los perío-

dos de incubación mínimos sin las -reacciones perlítica y bai.

nítica, así como los tierpos necesarios para obtener el 50%

y 100% de transformación a las temperaturas en que es míni-

mo el período de incubación en función del diámetro crítico


-1-62-

ÚB temple en aceite para esas mismas transformaciones son;

Log CDP = 0,81 . iog ITP - 1

Log CDPcri 0,62 . log ITP,_ - 1,16


bu = 1U

Log CDP f = 0,81 . log ITP - 1,48

log CDB s 0,66 . log ITB - 0,58


S Q
Log C0B c n * Q,66 • log I T B c n - 0,82
bu ou

Log CDS f s 0,66 . log IT8 f - 1,05

en las que CDB y CDP indican templabilidades bainítica y pe.

lítica en aceite respectivamente para 0% "(s) 50% (50) y 100%

(f) de transformación e ITP e ITB son los tiempos necesarios

para transformación isotérmica en las zonas perlítica y ba¿

nítica respectivamente para transformarse un 0% (s), 50% (50

y 100% (f) a la temperatura de mínimo período de incubación*

Si bien estos datos no son suficientes para trazar

el diagrama T.T.T» completo, si dan información suficiente

parafrealizar algunos de los tratamientos isotérmicos y ter~

p'imecáoiccs.

El mismo Haynes ha intentado deducir del mismo mo

do, datos para el trazado de los diagramas en enfriamiento

continuo. Conservando la misma nomenclatura anterior y afija

diendo el subíndice i para los datcfs referentes al diagrama

TTT y el subíndice a para los datos del de enfriamiento con

tínuo son;
B
sa - B s i - 20
-1.63-

8r.„ * Brn. - 25
bOa 50i

Ha habido sin embargo varios métodos teóricos más

para deducir el diagrama de transformaciones en enfriamien-

to continuo completo, a partir de los diagramas T.T.T. Les

intentos han sido varios: Pumphrey y 3ones en 1935, Scheip

en 1935, Hlanning y Loring propusieron en 1946 una modifica-

ción del método de Scheip y Grange y Kiefer propusieron otro

método simplificado en 1941.

El método de Scheij! se basa en la aditividad dgAos

tiempos de incubación relativos a los tiempos de incubación

reales, teoría que ha sido experimentalmente comprobada por

3olivet y Portev/in. Considera el enfriamiento continuo co-

mo una sucesión de permanencias isotérmicas de tiempos Z 1 ,-

1 Z a temperaturas T , T , T respectivamente.

La temperatura T a la que comenzará la transformación será

tal que se cumpla

To n

en la que A es el período de incubación a la temperatura ~

T . Así se determina la curva, punto a punto, d^rincipio -

de transformación. Por consideraciones parecidas se puede

obtener el resto de las curvas.

El procedimiento de Grange y Kiefer está basado -


-1.64-

en los mismos principios aunque lo han simplificado mucho ~

con las siguientes consideraciones:

1§«- La importancia de la germinación (o fracción

de incubación) en el momento en que la curva de enfria^

miento corta en X a la curva de transformación isotéjr

mica que indica principio de transformación no es gran^

de.

23.- Durante el enfriamiento desde una temperatu-

ra T hasta una T la transformación realizada es igual

a la que se indica en el diagrama isotérmico para una


T
l+T2
permanencia isotérmica a - •• , igual al tiem-
po transcurrido.

3^.- Los gérmenes deben conservar la misma natura

leza. De este modo, la curva integrada (suma de fra£

ciones de germinación de Scheifí) para la perlita, no

puede servir para determinar la formación de bainita.

4a.- Cl calor desarrollado en la formación de un

constituyente puede hacer, variar apreciablemente la -

curva de enfriamiento (recalescencia) lo qtile introdu-

cirá errares en el cálculo*

La aplicación del 29 punto permite, dado un diagra

ma TTT y una curva de enfriamiento superpuesta a él, con in

tersección en el punto (t , T ), encontrar otro punto sobre

la curva de enfriamiento (t , T ) tal que t - tQ s tn sien


X X X j tf - —
X R
do tn el período de incubación a la temperatura— *--—
-1-65-

Este punto encontrado pertenecerá a la curva de enfriamien-

to continuo*

Grange, Kiflfíener y Bittner, aplicaron los métodos

teóticos a un acero eutectoide del que conocían los diagra-

mas TTT y de enfriamiento continuo y comprobaron que era más

aproximada a la real la curva obtenixia por el método de Graní

ge y Kiefer#f paradójicamente^! que las hipótesis son menos

aceptables.

I.6»4«- Otros métodos teóricos»-

Hemos dejado para el final de estos métodos lo que

consideramos el intento más significativo de deducir propie

dades y comportamiento del acero mediante cálculos teóricos:

La realización por parte del equipo de investigadoras del -

Departamento de materiales del INTA de unos calculadores a

los que han llamado "Calculador de aceros11 y "Regla de cál-

culo de las propiedades representativas de los aceros"* me-

diante ellos, y de un modo simple se deducen una amplia ga-

ma de propiedades del acero y se deducen teóricamente algu-

nos diagramas de los que ya hemos expuesto hasta aquí. Por

constitutir todo, el producto de un mismo trabajo, por su -

importancia y su gran utilidad, hemos preferido mencionarlo

aparte*

El citado equipo de investigadores, al acometer

el probela de la Tipificación Racional de Aceros se encontró


-1-66-

can la necesidad de podffconocer, a priori, lo más aproximj3

damc^nte posible, al comportamiento y propiedades de los ace

ros para poder centrar su atención sobre los más prometedo-

res con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzos» Cons

cientes de que las propiedades de un acero dependen de su -

naturaleza condición y estado, es decir: de su composición

química, dg4a calidad y de la estructura conseguida en el -

tratamiento térmico o mecánico y que ésta viene determinada

por la posibilidad que tiene el acero de adquirirla por tra-

tamiento en función de su composición, acometieron el probls

ma de deducir las propiedades del acero a partir de su com-

posición, tema enormenta atractivo y sobre el que se han -

centrado numerosas investigaciones que ya dieron como resumí

tado métodos teóricos para el cálculo de propiedades y ca -

racterísticas del acero.

Diseñaron dos calculadores que permitiesen aplicar

estos ftiétodos de una forma rápida y sencilla, completándolos

con otros datos que tuviesen aplicación no sólo en el proye£

to de aceros, sino también en su utilización.

En su diseño se emplearon fórmulas, tablas, coefi.

cientes, gráficos y abacos tomados de la bibliografía, si.-

bien en algunos casos los métodos originales fueron modifi-

cados convenientemente p:ra hacer el cálculo más sencillo y

adiarlo a las posibilidades de yoa x4egla de cálculo* En -

algún otro caso los valores numéricos de la bibliografía fuje


-1-67-

ron modificados de acuerdo con resultados experimentales de

investigaciones realizadas en el citado Departamento.

Reseñaremos brevemente las posibilidades que ofre

cen:

a) Calculador de aceros: Permite obtsner en función

de la composición del acero ios datos siguientes:

- Templabilidad bainítica al 99% y 50%

- Templabilidad perlítica al 99% y 50%

- Diámetros críticos ideales para- 99% y 50% d^faarten-

sita*

- Diámetros crípticos para siete severidades destemple

distintas.

- Dureza potencial.

- Dureza y resistencia después del revenido de estruc

turas totalmente martensíticas.

- Temperatura W .
s

- Carga de rotura que corresponde a una dureza o vice

versa.

- Determinación del diámetro crítico ideal o del diá-

metro crítico para una severidad de temple cfeda, co-

nocida experimentalmente,*la distancia al extremo -

templado del punto de la probeta 3ominy con 50% de

martansita.

b)Regla de cálculo de las propiedades representa-

tivas de los aceros. Permite obtener:


1-68

- Curva Dominy de temple*

- Curvas 3ominy de revenido correspondientes a las -

siguientes temperaturas: 200, 350, 450, 550 y 65Q&C.

-Resistencias representativas en función del diámetro

del redondo, severidad de temple y temperatura de —

revenido.

Las aplicaciones derivadas de estos cálculos son

obvias, aunque cabe señalar:

- Determinación de la posición relativa de las zonas

bainítica y perlítica en el diagrama de transforma-

ciones en enfriamiento continuo del acero en cuestión,

~ Equivalencia entre dos aceros y comparación de sus

propiedades*

~ Formulación de un acero que sea equivalente a otro

o con cifras clave determinadas*

- Sustitución parcial o total de un acero de composi-

ción conocida, de un elemento variando el resto de

los aleantes en forma que las tres cifras clave pe£

manezcan inalteradas*

- Trazado de bandas de templabilidad teóricas y de grá

fieos de utilización y de elección de aceros*

El manejo del Calculador y Regla es simple ynper-

mite resolver rápidamente multitud de pequeños problemas que

sin esta ayuda, resultan sumamente engorrosos.

La validez de la aplicación de estos calculadores


-I~69

ha sido comprobada experimentalmente no sólo por el equipo

investigador citado sino también por otros laboratorios e

industrias encontrándose en general una aproximación sufici*-

, te»

1.6,5.- Validez de métodos teóricos.-

Se han reseñado en este capítulo una serie de mé-

todos teóricos para calcular datos, propiedades y diagramas

en los aceros. La reseña no es completa pero sí significa-

tiva de todos los métodos existentes hoy y del camino que —

siguen las investigaciones a este respecto y el que pueden

seguir en un futuro.

Somos conscientes de que estos métodos no han re-

suello «1 problema totalmente y se hace necesario todavía -

acudir a técnicas experimentales par^deducir el comportamiejn

to del acero en servicio, pero a pesar de ello constituyen

un arma valiosa en infinidad de ocasiones ofreciendo la ven

taja de su rapidez y economía siendo los datos obtenidos por

estos métodos en algunas ocasiones de la exactitud suficiejn

te comprobada experimentalmente.

Parece conveniente advertir no obstante que no -

puede pretenderse que estos métodojs sean capaces de resolver

todos los problemas, ni siquiera los reseñados como buenos,

y que si bien su empleo es rápido y simple/los resultados y

su validez deben interpretarse correctamente por quienes ten


•1-70-

gan sólidos conocimientos sobte aceros. Cabe apuntar que -

mientras estos métodos no están más desarrollados y más com

porbados puede ser interesante la utilización de mátodos tej5

rico- experimentales»

1.7. CQNCLU3QNES Y OBJETO DE ESTE ESTUDIO.-

I.7.1.- Conclusiones.-

Hemos visto la gran utilidad que presentan todavía

hoy los aceros, a pesar del. desarrollo creciente de nuevas

aleaciones. Las aleaciones hierro-carbono tienen hoy la ven

taja de que se hallan en un estado de conocimientos mucho -

más ayanzados que otras aleaciones y su uso puede ser más -

racional y científico que el de otras. A pesar de ello el

«ffljdrismo, reina todavía en la selección y empleo de aceros

siendo necesaria y urgente la aplicación práctica de los co

nocimientos científicos que se poseen, lo que redundará en

beneficio de todos, usuarios y productores»

Hemos reseñado asimismo la necesidad lógica de una

Tablí de Tipificación, la anarquía reinante en la vigente -

actualmente en EspaRa a pesar de-las últimas modificaciones

y las consecuencias que esto tra<t en la producción y uso -

de aceros en nuestro país.

La Tabla de Tipieicación,Racional de Aceros de Re>

sistSncia, se ha demostrado, es la solución de estos protte-

mas en ese tipo de acetos, por lo q*t& su puesta en vigor se


-1-71-

hace cada día más imprescindible. No alcanzamos a compren-

der como su uso no tiene todavía carácter oficial a pesar -

de que no descartemos la posibilidad (ni el equipo de invejs

tigadores que la estudió y propuso, tarfbpoco) de la introduc

ción en ella de nuevos tipos de aceros o la modificación de

algunos de ellos derivado del planteamiento 0€ nuevas nece-

sidades o de un más profundo conocimiento ciantífico del ac£

ro y sus propiedades que el actual. Este es, al fin y al -

cabo el desarrollo lógico de toda Tabla de Tipificación*

Se hace necesario por tanto un profundo conocimien

to de los aceros propuestos en la Tabla Racional de lo que

derivará una correcta selección del acero a emplear para un

fin específico y una perfiecta manipulación posterior para -

alcanzar las óptimas propiedades obtenibles con el tipo de

acero elegido* La elección y el tratamiento apropiados los

podrá realizar el usuario siempre que disponga de los datos

necesarios par^fello. Las ventajas que ofrece este hecho ya

han sido recaladas suficientemente,

I.7.2.- Objeto de este estudio.-

NoS proponemos continuar el estudio comenzado por

el equipo investigador del Departamento de Materiales del -

INTA sobre las propiedades y comportamiento de los nuevos -

Aceros Racionales.

Este equipo ha elaborado estos aceros y ha traba-


1-72-

jado con ellos de que se ha deducido una serie de datos obte

nidos en la aplicación de técnicas experimentales y procedí^

mientos teóricos» Todos ellos vieron incluidos en las Hojas

de Utilización de Aceros Racionales ya publicadas y en las

que encontramos los siguientes datos:

- Temperaturas de tratamiento.

- Templabilidad.

tr Características mecánicas representativas*

- Curvas de templabilidad.

- Diagrama de revenidos.

Otros datos referentes a ensayos o cálculos realizados vie-

nen indicados en las distintasfcublicaciones que ha hecho el

INTA de estos estudios»

Se hace necesario pargfel mejor empleo de estos acje

ros de datos como:

- Diagramas T.T.T*

- Diagramas de transformaciones en enfriamiento contí^

nuo.

- Temperatura W •
s
- Desarrollo de la reacción martensftica.

- Propiedades mecánicas obtenida^por tratamientos ÍSJD

térmicos.

Conscientes de la inmensa labor que supone la aportación -

de estos datos y las técnicas experimentales necesarias pa-


-1-73-

ra su realización han sido, sobre todo algunas, poco utili-

zadas en nuestro país, hemos acometido el trabajo de diseñar,

construir y px>bar los equipos necesarios para la realización

de estas técnicas, reformando el disePío y construcción ciaan,

tas veces sea necesario para conseguir la óptima utilización

de los equipos con vistas a los fines que se persiguen.

El diseño se ha hecho sobre la base existente actual^

mente. Se ha elegido en algunos casos la técnica experimejí

tal que se ha comprobado ser la más apropiada y se han eneja

yado previamente varias técnicas en los casos en los que no

existía base suficiente para decidirse por una u otra.

Como comprobación de la validez de ios equipos cons

truídos se ha aplicado al estudio de algunos de los Aceros

Racionales presentando los resultados obtenidos, y aportan-

do parte de los datos que como ya hemos indicado son necesa

rios.

Oe los quince aceros incluidas en la Tabla Racio-

nal son los propuestos para los ñivles altos de resistencia

los que constituyen la base de consumo por la necesidad qua

tiene cada vez más la industria de conseguir los niveles más

altos. Es p or lo que los aceros elegidos para su estudio

han sido de entre los tipos X3, fV3 *©'3> C 3 y fS'j-

Los trabajos incluidos en el presente estudio in-

cluirán:

19.- Diseño ,y construcción y puesta a punto del -


-1-74-

equipo necesario para la aplicación de técnicas meta-

lográficas al trazado de diagramas T.T.T*

28.- Valoración de la fracción de austenita traas

formada en función del tiempo de permanencia isotármi.

ca a un mínimo de ocho temperaturas distintas, para -

los cinco Aceros Racionales de alta resistencia.

3Q.- Estudio micrográfico de los constr iiuyentes ejs

tructurales aparecidos en los tratamientos isotérmicos

citados.

49«~ D e t e r m i n a c i ó n e * ! p e r i e m e n t a l por métodos meta

l o g r á f i c o s de l a t e m p e r a t u r a ffl .
s

5fi.- Trazado de los diagramas T.T.T. de los cinco

aceros citados.

63.- Aplicación de métodos teóricos al trazado de

los diagramas T.T.T. de estos aceros y comprobación -

de su validez.

?a # - Diseño, construcción y puesta a punto de un

equipo para el trazado de diagramas de transformacio-

nes en enfriamiento continuo (C.C.T.) por métodos di-

latométricos*

83.- Aplicación de este equipo al trazado del dia

grama C.C.T, deun acero de los reseñados (O*,)»

99.- Obtención experimental por métodos dilatomó-

tricos de la tempetura Síi .


-1-75-

lÜQ*- Aplicación del equipo dilatométrico al estju

dio del desarrollo de la rSaccion martensítica y estu

dio del mismo en un Acero Racional»

lis»- Trazado por métodos teóricos del diagrama -

C.C.To del acero C, partiendo del diagrama T.T.T. -

obtenido experimentalmente para ese acero. Comproba-

ción de este diagrama con el obtenido experimentalmejí

te.

129,- Aplicación del equipo dilatométrico al estu

dio de las transformaciones en el revenido* Aplicación

a un Acero Racional*
-II—1—

II._DESCRIPCI0N_OE_EQUI5P§_YmeTOOOS

OPERATORIOS UTILIZADOS.-
S8S5:::s5ssS'3:ss::s:?x

11,1»- MATERIAL EMPLEADO

II»!,!»- Primera fase del trabajo»

Tras el diseño y construcción de los primeros mo-

delos de los equipos empleados en este trabajo, se realiza-

ron pruebas para su puesta a punto y comprobar su buen fun-

cionamiento y validez para el fin que se perseguía*

Estos ensayos preliminares se realizaron con ace-

ros de baja aleación de composiciones variadas con el fin -

de comprobar la bondad del método, no sólo para aceros como

los que nos ocuparíamos después sino con todo tipo de aceros»

no creemos necesario reseñarlos dado que han sido utilizados

para la realización de pruebas y no como bbjeto de este es-

tudio»

II»1»2»- Aceros objeto de estudio»

Como ya hemos indicado anteriormente, los aceros

sobre los que se han aplicado los equipos construidos han -

sido los Aceros Racionales para alta resistencia»

El equipo investigador del Departamento de Aflate -

riales del INTA. que realizaó el estudio de la Tabla nacio-

nal, preparó unas coladas en sus laboratorios para comprobar

experimentalmeñte lo que ya habían deducido teóricamente*


-II~2-

Con el fín de que los datos obtenidos por ellos y

los obtenidos en la realización de este estidio constituye-

sen un todo homogéneo correspondiente no sólo a un acero del

mismo tipo sino también de la misma composición, procedente

de la misma colada y sometido al mismo proceso, solicitamos

al citado Departamento nos suministrase el material sobran-

te de sus investigaciones, Atendida la solicito!, lo que ha

cemos constar con nuestro agradecimiento, pudimos disponer

de los aceros en las condiciones que hemos ya indicado. Da

do que de algunos aceros la cantidas existente era pequeña

ñus beijros visto limitados a veces en nuestro estudio por ej3

ta razón.

El material empleado para el estudio de transfor-

maciones isotérmicas y de enfriamiento continuo era una barra

forjada a unos 20 mm, de diámetro y en estado bruto de for-

ja, sin tratamiento previo a su empleo salvo en algunos ca-

sos en que ha sido necesario darle un revenido alto para p£

sibilitar su mecanización.

11,2, EQUIPO PARALA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIO-

NES I5QTERB1ICAS.--

11,2,1,- Consideraciones previas/

Hemos visto como el método experimental más apro-


piado para el trazado de diagramas T.T,T* era el metalográ-

fico, osea, observación y valoración de los constituyentes


-I I n -

formados por tratamiento isotérmico* Elegimos este método

para nosotros, aun cuando como ya hemos indicado sea el más

laborioso. Este método permite además del trazado más exac

to del diagrama T.T.T.. un estudio de los constituyentes ap¿

recidos a cada temperatura y su evolución con el tiempo de

permanencia*

Son necesarios parala realización del método los

siguientes equipos:

1&»~ Horno de austenización: dadas las caracteríjs

ticas del método de las probetas utilizadas será nece

sario un horno capaz de mantener la temperatura dentro


x
de un margen de - 5&C y evitar la decarburación dgfra

probeta.

2»#- Horno de tratamiento isotérmico: Deberá ser

capaz de mantener su temperatura dentro de un margen

de - 29Cf evitar la descarburación y proporcionar un

enfriamiento rápido desde la temperatura de austeniza,

ción.

3Q.- Cubg de temple: Para el enfriamiento final -

del agua*

u9.- Equipo para preparación, pulido y ataque de

probetas de acero,

59»- Microscopio metalográfico; para observación

a distintos aumentos y con equipo forográfico.


69•- Durómetro: pararealizar medidas de dureza Vic
-I1-4-

kers con 30 Kg lo menos de carga»

Aunque parezca paradógico el mayor proüema reside

en los hornos puos los existentes en el mercado no cumplen

normalmente los requisitos exigidos o son hornos demasiado

grandes para justificar su utilización durante tiempos lar-

gos con probetas que?<no pasan de unos milímetros en su dimejn

sión mayor.

II»2»2»~ Equipo utilizado para tratamientos»

Se hizo necesario diseñar y «construir hornos espet

ciales de modo que sirviesen para el fin deseado y fuesen -

lo más versátiles posible de modo que sirviesen como hornos

de laboratorio en general.

Las bases de diseño fueron*


JL

ia»9 Conseguiir una regulación dentro de - 2QC o

mejor junto a unahomogeneidad de temperatura en la z£

na utilizable del horno por lo que se hacía necesario

un buen aislamiento del exterior, una adecuada dispo-

sición de resistencias y termopar de regulación y ac-

cesorios parahomogemlzar la temperatura y reducir el

margen de regulación, aun sin necesidad de disponer -

de reguladores con sistemas especiales de regulación

como el proporcional derivados*

2Q.- Posibilidad de utilizar el horno para calen-


-I1-5-

tamiento al aire, en atmósfera protectora o con baño

de sales.

Se eligió un horno cilindrico en disposición ver-

tical alimentado por resistencias eléctricas que por existir

en el mercado mufpas de forma y características apropiadas

se estimó como suficiente un espacio útil de 12 CIIW de diá-

metro y 20 cm. de altura.

Aun cuando fuese necesaria una potencia menor se

consideró oportuno disponer de 2000 uiatios de potencia para

conseguir un rápido calentamiento y una pponta puesta en ser

vicio.

Todo el espacio útil está rodeado por una capa de

15 criw de aislante Hiaselgur hasta el exterior, que es mata

lico.

La mufla es cerámica con forma cilindrica y perfjo

raciones exteriores para alojar las hélices de resistencia

eléctrica. El fondo déla mufla es también cerámico, aloja

resistencias en espiral y se une al cilindro con cemento re

fractario* Para evitar el contacto de la resistencia con -

el aislante y conseguir una mejor- propagación del calor y —

mayor propagación del calor y mayor uniformidad de tempera-

tura, las perforaciones se rellenan, una vez alojada la,re-

sistencia, con cemento refractario. Toda la mufla está so-

portada con ladrillos aislantes mecanizados con forma, de -


•HI-6-

modo que se mantenga en la posición apropiada.

El termopar de regulación se introduce desde el

exterior, es de cambio rápido unido con conectar al cauítí -

de compensación y su soldadura cae entre las resistencias»

Las resistencias van alimentadas con un transfor-

mador variable alimentado a su vez por el regulador que dis

pone de compensación automática de punto frñio, alarma con-

tra rotura de termopar y dispositivo de conexión automática

por reloj. La tapa del hcmo es de ladrillo aislante mecani^

zado constituyendo dos a modo de tapones acoplados uno peque

ño perforado en otro y éste a la boca del horno de modo que

permiten introducir un termopar de medida en el horno sin -

destaparlo, o introducir una probeta destapando sólo una —

pequeña parte del horno. La tapa dispone de lo necesario

para poder colgar desde el exterior pequeñas probetas sitúa

das en el interior del houno sin necesidad de estar destapa,

do.

t^ara crear atmoésfera,especial se ha dispuesto de

un taladro en la parte inferior parala introducción de gases

y juntas de amianto para lastapas.

Para utilizarlo como horno de sales se han construí

do crisoles de acero refractarios tipo 25/20 y paraevitar -

salpicaduras dentro del horno el crisol se alarga hasta el

exterior y queda apoyado con un ala en el revestimiento me-


-I1-7-

tálico del horno, formando como un sombrero boca arriba.

El horno se puede utilizar también para cementar

en sales o en caja»

Cuando se utiliza para calentamiento al aire se

coloca en su interior un crisol vacfoadel mismo acero refra£

tario«

£1 horno, así construido y utilizado tras algunas

pruebas preliminares y retoques en su diseño, es capaz de —

mantener la temperatura dentro de un ma'fcgen de 4- 2QC, con -

el único inconveniente de que la temperatura indicada en el

regulador es mayor que la r«Bl en el horno y hay que tararlo

convenientemente» Para la medida real de la temperatura en

el horno se utiliza otro termopar, que es introducible sin

destapar el horno.

Se incluye en la pag. V*4 una fotografía del con-

junto del equipo utilizado para tratamientos con la identi-

ficación de sus componentes*

II,2»3»- Equipos complementarios»

Se disponía ya de los dinamómetros cuya fotografía

se incluye en la pag0 V.5, y todos los equipos necesarios -

para el montaje; preparación y pulido de probetas, mostrados

en las fotografías de la página V*6.

El microscopio utilizado era un metaloíjráfico con

revolver de objetivos y con posibilidad de aumentos desde -


~II~8-

x50 hasta xlSOU. Oisponía de quipo fotográfico u retículo

de medición. En la página U.7 se muestran fotografías de -

ellos con dispositivo para observación binocular y con fot£

gráfico.

II.3.- EQUIPO PARALA OBTENCIÓN DE DIAGRAMAS DE TRANSFORMACIO-

NES EN ENFRIAMIENTO CONTINUO,

II.3«lt>- Consideraciones previas.

Hemos realizado un estudio de'los distintos meto-

dos experimentales empleados hasta ahora paraobtener diagra

mfs C.C.T., observando que el más empleado hasta el momento

era el de interrupción del ensayo 3ominy y aunque reconoce-

moa la rapidez y sencillez del método lo hemos desechado -

por las razones siguientes;

19,- Sólo es aplicable a aceros de templabilidad

relativamente baja.

29 .- Sólo proporciona datos de enfriamientos exijs

tentes en la probeta Jominy, o sea » aquellos en las —

que se realiza el enfriamiento en menos de 10 minutos.

3Q.- Las curvas de enfriamiento de los puntos de

la probeta 3ominy, que son Conocidas, aun cuando fue-

sen exactas no son aplicables a todos los aceros debi

do ai desprendimiento de calor derivado de las transformacici

nes que alteran su forma.


-II-9-

49.- Las medidas de dureza no tienen la suficien-

te exactitud y sensibilidad para detectar transforma-

ciones en pequeña cantidad*

5Q#_ Aun cuando la reproductibilidad del ensayo -

3ominy sea buena son previsibles pequeños cambios en

la curva de un ensayo ú otro que se tomarían como in-

dicativos de transformación.

Algunos de estos inconvenientes se superan con el

auxilio de técnicas metalográficasf no obstante decidimos -

en principio intentar otros métodos.

El método de enfriamiento controlado o interrumpa

do de probetas y observación microscópica (método metalográ

fico) nos pareció interesante siempre que se obtenga mediar^

te registro la curva de enfriamiento de cada ensayo, pero -

constituye un procedimiento laborioso al que preferimos no

acudir míen tras dispongamos de otro método.

Se realizaron pruebas mediante análisis térmico -

diferencial, con equipo disena-do y construido en principio

para determinación da transformaciones en enfriamientos l&n

tos y en el que se había demostrado su eficacia con este fin.

ti sistema no resultó ser válido para enfriamientos rápidos

debido a que se establecían diferencias de temperatura entre

la probeta y el patrón que no se debían a transformaciones

sino al desigual enfriamiento de ambas partes. Este método

además no ofrecía .posibilidad de valorar la cantidad trans-


-11-10-

formada.

Es el método dilatométrico el que en principio pji

recia más atractivo a pesar de los inconvenientes con que —

se han tropezado lus que hasta el momento lo han empleado.

Desestimamos el procedimiento de comparar el enfriamiento —

al aire de probetas de distintos diámetros con probetas t&m

piadas en aceite por su obvia inexactitud y porque la dila-

tación medida no es significativa de una transformación si-

no de las distintas transformaciones a lo largo del radio -

de la probeta debido al gradiente de temperaturas originado

en ella, én los casos que se utilizan probetas de diámetros

mayores.

Elegimos un sistema dilatométrico en el que la pro

beta fuese de pequeño diámetro para que el enfriamiento en

toda su sección fuese lo más uniforme posible y en el que -

fuese posible medir continuamente la temperatura y dilatación

de ella en el transcurso de los distintos enfriamientos que

debía ser posible darle, sistema! ya utilizado como hemos vis

to pero con inconvenientes todavía en el de la medida exac-

ta de temperaturas y dilatación. -

II»3.2.~ Dilatómetro utilizado.

Disponíamos ya de un dilatómetro diseñado, construí^

do y probado satisfactoriamente para la obtención de puntos

críticos de aceros.
-11-11-

El sistema de medida de temperaturas de la probe-

ta» su dilatación y el dispositivo de los tubos de cuarzo ~

para apoyo de ella y la transmisión de la dilatación era el

clásico de estos casos por lo que no entramos en su descri£

ción.

Se reformó el equipo con las siguientes bases de

diseño:

12.- Había que conseguir distintas velocidades de

enfriamiento después de la austshización*

29.- Dada la rapidez del enfriamiento que habría

que dar en algunos casos era necesario disponer de un

sistema de medidas de temperatura y dilatación que fue

se rápido, sih inercias, de registro continuo y la más

exacto posible.

3Q.- Había que evitar la posible descarburación -

de la probeta, para ello fué necesario introducir re-

formas en el dilatómetrb ya construido anteriormente,

tras diversas pruebas y modificaciones sucesivas

el dílatómetro*tal y comotíesbribiíncisá continuación:

£1 hocnb utilizado £ara austenizar es cilindrico,-

vertical y can resistencias eléctricas arrolladas exterior-

mente al tubo de cerámica que constituye la mufla, quedando

en ella un espacio útil de 30 m.m. de diámetro y 13 cm. de

altura. £1 horno tiane unas dimensiones exteriores de 23 -


-11-12-

cm. de diámetro y 23 cm* de altura quedando el tubo de cera

mica sujoto en su interior y rodeado de polvo aislante sin

que este toque las resistencias eléctricas para evitar su -

dañado»

El horno va alimentado con un tUHsfarmador varia-

ble para conseguir distintas velocidades de calentamiento y

enfriamiento y dispone de un regulador de temperatura con -

compensación automática de punto frío, protección contra ro

tura de termopar y regulación proporcional derivada. El ter_

mopar conectado al regulador está introducido en el horno -

desde un -latGrQl r es de cambio rápido unido mediante ccne£

tor al cable de compensación y su soldadura se halla entre

las resistencias y en el punto medio del tubo que constitu-

ye la mufla. El espaciado de las resistencias a lo largo -

del tubo es distinto de una zona a otra para conseguir la -

uniformidad de temperatura a lo largo del horno.

El horno es desplazable verticalmente mediante un

sistema de contra pesos que permiten dejarlo estable en cual^

quier posición para realizar enfriamientos en horno. Al b£

jar este completamente; deja al aire el tubo de cuarzo, pu-

diendo realizarse enfriamientos más rápidosque el del aire,

sustituyendo el horno por una cubeta con líquidos de distin

tas severidades de temple en la que se introduce el tubo de

cuarzo y enfriamientos intermedios entre horno y aire apan-


-11-13-

tallando con tubos de amianto el tubo de cuarzo»

Todo este sistema s^alla en la parte inferior de

una mesa en cuyo tablero se encuentra el soporte del tubo -

de cuarzo y del dispositivo de medida de dilatación, rigidja

mente unido a la mesa y ésta apoyada en el suelo con amort^i

guadores de goma que i© aislan de posibles vibraciones. En

tre este sistema-soporte y el,horno se encuentra.fija a la

mesa, una cámara con circulación constante de agua para ais-

lar el sistema de medida del calor del hocno, Esta cámara

es hermética y con un:.taladro que permite el paso del tubo

de cuarzo.

El soporte de la probeta y transmisor de dilatación

es el clásico conocido ya aunque con mejoras para evitar m£

vimiento de la probeta y con un sistema de guiado de la va-

rilla transmisora. Por dentro de ella va el tsrmopar dest^i

nado a medir la temperatura de la probeta. Se han realiza-

do ensayos con tubos de otros materiales,como acero refrac-

tario, no dando buen resultado debido a su alto coeficiente

de dilatación y a las transformaciones que se operan en él

que se acusan en el sistema de medida de dilatación alteran,

do la medida real. No descartamos la posibilidad de mejora

del equipo utilizando en el tubo otros materiales que de rno

mentó nos ha sido imposible conseguir»


La medida continua de temperaturas de la probeta
-11-14-

se hacía con un registrador Honeyíuell, modelo Electronik 194

al que se le acoplaba un compensador automático de punto frío*

La exactitud de medida era de 0f25%» Con él se obtenía con

la exactitud y sensibilidad deseada, dadas las característ^L

cas del registrador, la curva temperatura-tiempo*

La dilatación de la probeta se medía sustituyendo

el reloj comparador acoplado inicialmente al equipo por un

trasductor de vibraciones ilJayne-Kerr modelo B731B que mide

asimismo la distancia (media en caso de vibraciones) de un

paipador capacitivo hasta.una placa metálica que se acopla-

ba a la paxte superior de la varilla de cuarzo transmisora»

Se disponía de varios captadores según la amplitud del des-

plazamiento previsible y la exactitud y discriminación de

medida dependen del paipador usado» lia señal producida por

el trasductor se llevaba al mismo registrador (que dispone

de dos plumas de registro continuo) en el que se obtenía de

este modo, la curva dilatación-tiempo, superpuesta a la de

temperatura-tidmpo. De estas curvas se obtienen las dos que

necesitamos temperaturas-tiempo (la tenemos trazada ya) y -

la dilatación-temperatura (la obtenemos punto a punto), am-

bas con exactitud sobrada.

El dilatómetro así construido cuya fotografía se

muestra en la página V.8, es utilizable también para otros

fines. Se ha utilizada ya cun resultados satisfactorios pja

ra determinar la temperatura da fusión de eutécticas en alea


-11-15-

ciones de aluminio, por ejemplo,Sustituyendo £SB cubetas de

enfriamientos rápidos por un horno de sales se puede utili-

zar también para trazar el diagrama T.T.T. por métodos dila

tométricos. Ueremos más adelante otras aplicaciones.

II .3.3»-Equipos complementarios.

Después de haber sometido a la probeta a un detejr

minado enfriamiento, se extraería de ella un trozo para su

observación micrográfica como complemento del ostudio. Se

ha utilizado por tanto el ,equipo ya citada para obtención,

preparación, pulido, ataque, observación y fotomicrografía.

. Las curvas dilatación-temperatura obtenidas eran

para distintos tamaños de probetas y distintas distancias -

inicialüs por lo que n, eran superponibles. Para que'.lo fue

sen se aplicaba a lus valores de dilatación obtenidos una -

transformación lineal en la que el térmico independendiente

corregía las distintas distancias iniciales y el coeficiente

aplicado a la dilatación corregía las distintas longitudes

de la probeta. Para este cálculo y otros que se explicarán

más adelante se utilizaba el calculador electrónico de sobre

mesa Hispano-Olivetti modelo Programma 101, programado con-

venientemente.

II.4.- EQUIPOS UXILIZADÜ5 EN OTRAS TÉCNICAS EXPERIMENTALES.

11.4.1. Equipo utilizado para determinación de puntos críti-


cos Se y Ac 1
En los aceros R cionales estudiados est..s datos -
-11-16-

habían sido ya obtenidos experimentalmente y habían sido apo£

tados, al igual que la temperatura óptima de austenización

por el equipo de investigadores ya citado que estudió la Ta

bla Racional.

Nos hemos limitado por tanto a comprobar por meto

dos metalográficos y en todos los aceros estudiados que la

austenización era completa a la temperatura recomendada y a

realizar por métodos dilatométricos el análisis térmico pa-

ra determinar Ac y Ac_ en el acero en que se ha trazado el

diagrama de enfriamiento continuo aprovechando la austenizja

ción inicial y la posibilidad que ofrecía el dilatómetro.

II.4.SU- Equipos utilizados en la determinación experimental

de (lflg y del desarrollo de la reacción martensítica»

El estudio de este tipo da transformación se ha —

realizado por métodos metalográficos y por métodos dilatorné

trieos.

Para la realización de los ensayos por las técni-

cas metalográficas utilizadas por Grenninger y Troiano se -

constaiyó un tercer horno como el descrito en el apartado II.

2.2. de este estudio con el que se daba el revenido a la -

martensita formada en el primer*enfriamiento. La evolución

de la reacción martensítica puede seguirse temabién por es-

te método, y con las misma técnica que la utilizada para d¿

terminar W .
s
-II-17-

Se han realizado también ensayos por métodos dilja

tométricos para determinar !¥! y el desarrollo de la reacción


s

a temperaturas decrecientes con completo éxito do los casos

en que se podría conseguir el enfriamiento lo suf icientemeni

te rápido paraobtener estructura totalmente martensítica, -

lo,que depende de la templabilidad del acero*

Los ensayos se han realizado en el mismo equipo —

dilatometrico descrito presentando este equipo la limitación

que supone la máxima velocidad de enfriamiento obtenible de

la que hablaremos más adelante, i

II»4,3.- Equipo utilizado en la determinación experimental

de las transformaciones en el revenido.

A pesar de que las técnicas metalográficas han sido

aplicadas con éxito al estudio de estas transformaciones no

hemos podido aplicar estas técnicas por no disponer dB mi —

CEQscopia electrónico*

Comprobada la utilidad del equipo dilatometrico -

construido ya descrito, en los fines ya apuntados y dado que

ya se habían realizado estudios de estas transformaciones —

aplicando esta técnica, realizamos pruebas con distintos ace

ros $on resultados satisfactorios por lo que hemos utiliza-

do este equipo también para este estudio con la única dife-

rencia que supone la utilización de un palpador con una sejí

sibilidad mucho mayor que el utilizado en el trazado de los


-II~18~

diagramas C.C.T*, dado que los cambios en volumen correspun

dientes a algunas de las transformaciones del revenido son.

áejuna magnitud mucho menor.

II.5,- OBTENCIÓN DE RESULTADOS TEÓRICOS,

No es necesario describir las herramientas de las

que podemos valemos pararrealizar los cálculos necesarios

en la aplicación de los métodos teóricos ya descritos. Al-

gunos de ellos, como la aplicación de los calculadores des-

critos en 1.6 , exigs algo tan simple como el manejo de un:

regla de cáitíülo.

Sí nos hemos detenido en el tema es solamente para

recalcar la posibilidad de realizar el cálculo mediante el

uso de una regla convenientemente preparada como las ya CÍGJS

critas, dada la sencillez del método en la mayor parte da -

los casos*

Por esta misma sencillez, es posible utilizar en

la mayor parte de los casos calculadoras existentes hoy en

casi todos los despachos. Algunos modelos baratos, debida-

mente programados, darán el resultado introduciendo en un ~

determinado orden el contenido en los distintos elementos -

de aleación.

Es lo que hemos hecho con el calgyfador de sobro-

mesa ya citado.
—III-l-

OBTENIDOS*

'III,!»- DIAGRAffiAST.T.T. DE TRANSFORfflACIONES ISOTÉRMICAS DE

ACEROS RACIONALES,

III.1*1» Probetas utilizadas»-

Con el fin de obtener enfriamientos desde la tem-

peratura de austenización hasta la de tratamiento isotérmi-

co lo más rápidos posibles es necesario 'que las probetas sean

del menor -espesor posible. Las empleadas por nosotros han

sido aproximadamente paralelepípedos de dimensiones 1,5 x 8

15 mm., obtenidas de las' barras de 20 mm. de diámetro que —

nos habían sido suministradas en bruto de forja. Solamente

an los casos que su mecanización lo exigía fueron sometidas

previamente a un revenido alto. Para.facilitar su manipulja

ción se les mecanizaba un taladro próximo a una esquina do£

de se le ataría el alambre con el que se manipularía y del

que quedaría colgada en los |jprnos en posición vertical.

Para evitar los inconvenientes de crear en los ho£

nos atmósfera controlada o austenizar en sales para evitar -

la descarburación de la probeta se'les aplic^un niquelado -

electrolítico de unos 0,02 mm» de espesor. Previamente se

había dado un conreado elactrolítico para favorecer la adhe

fcencia del niquelado.


-II1-2-

Se realizaron pruebas para comprobar la buene adh£

rencia de las capas depositadas sometiendo a probetas a con

diciones de permanencia a temperatura y choques térmicos pe£

res que las que debían soportar, observando que si bien en

algunos puntos se produciía algo de descarburación esta se

presentaba en una capa superficial muy fina, dejando una gran

zona central de la probata sin que le hubiese afectado.

Solamente las probetas destinadas para la aplica-

ción del método de Troiano, se mecanizaban de forma diferejn

te sobre todo en los aceros de más bajá templabilidad. A -

estas probetas se les dejaba unaparte prismática de base cuja

drada de 1 mm* de lado para conseguir en esa zona enfriamier^

tos más rápidos.

Por las razones ya expuestas fueron estudiados los

cinco Aceros Racionales de más alto contenido en ^carbono*

La composición química de estos aceros nos fué fja

cuitada por el Departamento de materiales del INTA, así co

mo los resultados de sus análisis térmicos, que son:


- I I I -3

[ Acero X
3
A 3 B 3
L 3
' ' E
' 3

%c 0,40 0,42 0,41 0,43 0,43

% URn 1»18 0,81 I 0,74 1 0*?2 0,77

% P 0,024 0,037 0,034 0,04 0,033

%s 0,016 0,02 0,016 0,012 0,016

% Cr — 1,00 0,76 Ó,71 0,94

# Ni — — 1,01 1,98 2,94

?É Rio 0,37 ¡ 0,38 0,42 0,49 0,50

»«i 740 757 740 723 713

SC 803 798 785 768 760


3

678 682 674 310


S 1
'

727 712 390 322


«r3
•m ]

T« t e * 845 845 830 820 810


[pie. i
111-4

III»1>2«fflétodooperatorio,-

El método seguido en la realización de los trata-

mientos es el mismo que el empleado por Bain en 1930, que -

lia sido ya descrito.

Para *la curva obtenida fuese fiel reflejo del com-

portamiento del acero en la realización de los tratamientos

a nivel industtial no se realizó ningún tratamiento previo

de homogeneización.

La austenización se realizó durante media hora*a

la temperatura recomendada para cada acero y en horno del -

tipo ya descrito con atmósfera normal.

Las probetas se introdujeron rápidamente en baria

de sales a la temperatura apropiada* Las sales eran adqui-

ridas a un fabricante y el tipo elegido dependía de la tem-

peratura de tratamiento* El revenido de la probeta en el -

método de Troiano se realizó igualmente en baño de sales fun

di das.
L
as probetas, una vez^ tratadas se montaron en ba-

quelita en grupos de hastaS probetas. Una vez preparadas -

se pulían y atacaban sucesivamente hasta obtener el contra¿

te necesario para su valoración. El reactivo de ataque uti

lizado dependía del fin perseguidpj siendo necesario a veces

las pruebas con varios reactivos h.sta lograr el resultado

apetecido.

La valoración del tanto por ciento de transforma-


-II1-5-

ción se hacía subjetiva e independientemente'por tres obsejr

vadoirss sacando el valor medio cuando la diferencia entre

ios resultados era pequeño, y revisando la valoración en los

casos que era mayor. Este método, tías la experiencia reaii^

zada parece ser el mejor y más exacto.

Las medidas de dureza se realizaban sobre la pro-

beta montada, con pirámide de diamante y carga de 30 Kg., hja

biendo sufrido por tanto un revenido a 13Q9C la probeta al

medir su dureza.

III.1.3. Valoración de transformación isotérmica»-

III.1.3.1. Acero Racional X .-

Para el trazado de las curvas de la S de este acje

ro se realizaron 78 tratamientos isotérmicos realizados a 8

temperaturas distintas y con tiempos variables de permanen-

cia isotérmica.

Los resultados de las valoraciones están indicados

en los gráficos de las páginas U-.9, V#lQf V*ll y V.12,

Las durezas obtenidas en estos tratamientos están

indicadas en los gráficos de las páginas V.13 f V.14 y V.15.

Para valorar el tamaño de grano resultante de la

austenización dada se templó una probeta dándole un reveni-

do de 15 minutos a 230QC. Atacada con el reactivo Uilella


~III~6~

resultó ser un tamaño de grano 8-8 1/2,

Para la determinación de ffl se trataron 7 probetas


3

cun el primer enfriamiento hasta temperaturas de 3723, 3672,

3579, 3529, 3419, 3319 y 3209C. con un revenido de 4 segun-

dos a 6509C. La permanencia en el horno de sales, de baja

temperatura fué de 2 segundos* Se valoró la martensita for-

mada a cada temperatura y trazada la curva % de martensita

formada-temperatura se extrapoló a 0 de formación y se obtu


volt : 3459C.
s
Se realizó con una probeta una prueba de descarbu

ración austenizando media hora y dejándola enfriar en horno

apagado no apareciendo tíescarburación salvo en algunos pun-

tos donde había una capa superficial delgada*

Todos estos datos se recopilaron para trazar el -

diagrama T.T.T. de este acero que presentamos en la pag, V.

16*

Se realizó un estudio micrográfico de los consti-

tuyentes presentando en las páginas V/.17, V.18, V#19 y U*20,

las micrografías consideradas más representativas»

III»1»3,2«- Acero Racional A* »-

Para el trazado de las curvas de la S de este ace

ro se realizaron 82 tratamientos isotérmicos a 9 temperatu-

ras distintas . Los resultados de las valoraciones están ijn

dicados en las pag. V.21, U,22, V.23 y V.24*


-III-7-

Las durezas obtenidas en las probetas están en las

páginas V.25, V.26 y V.27.

£1 tamaño de grano se valoró en una probeta sin

transformación a la que se le dio el revenido, por no,,disp£

ner de material, resultando ser 8.

Para determinar Ifl se realizó el tratamiento apro


s —

piado de 6 probetas a 3409, 33QQ, 3259, 3209, 3109 y 2509C.

efectuando el revenido durante 5 segundos a 5759C» y el tiem

po de permanencia al probable ffl fué de 2 segundos. Igual


s
que en el caso anterior se localizóffl- a 3229C.
s

Se realizó una prueba utilizando el método Troia-

no con una probeta en permanencia de 8 seg* a 3259C y reve-

nido de 2 minutos a 5769C no encontrando transfarmación.

Estes datos se aprovecharon para el trazado del -

diagrama T.T.T. de la página \/.28«

Se realizó un estudio micrográfico de los consti-

tuyentes, siendo representativa lo mostrado en las páginas

V.29, V.3Q, V.31, V.32 y V.33. ;


III*1»3»3« Acero Racional 8 , ««-

Para el trazado de las curvas de la S se trataron

70 probetas a 9 temperaturas distintas. Las valoraciones —

están dadas en las páginas V*34, V«35, V«36 y V.37.

Las durezas obtenidas se indican en las páginas -

V*38 f 1/.39 y V.40.


-III-8-

En la determinación de W se mantuvieron probetas


s
durante 2 segundos a 333, 328, 325, 312 y 3Q5$C y dándoles

un revenido de 4 segundos a 5959C, deduciendo Kl x 3169C


s

Para valorar el tamaño de grano aostenftico se tem

pió una probeta y se revino 15 minutos a 23Q9C. Resultó ser

de 7 1/2 - 8.

Estos datos se recopilaron en el diagrama T,T*T#-

de la página V.41.

Del estudio micrográfico se incluyen las páginas

\/*42, V.43» V.44, l/.45 y V*46 como lo más representativo*

III.1.3.4. Acero Racional C* .-

Se trataron isotérmicamente 59 probetas a 9,tempje

raturas para el trazado de las curves da la S mostradas en

las páginas U.47, V/.48 y U.49.

Las durezas obtenidas se indican en V # 50, 1/.51 y

V*52.

Se empleó una probeta para determinar el tamaño —

de grano por el método de Vilella de casos anteriores resul

tando ser de 9 - 9 1 / 2 #

Se realizó con otra probeta una prueba de cfescarb^u

ración resultando negativo el ensayo*


• »

Para determinar ffl se trataron 6 probetas que per

menederon 2 segundos a 328, 323, 316, 307, 296 y 2893C y 4

segundos a 6509C* resultando ffl * 29QSC.


s
Estos datos se aprovecharon para el trazado del -
-III-9-

diagrama T.T.T, de la página V * 53.

Se eligieron las micrografías de las páginas V•54 f

V*55, U.56 y V.5? como más representativas del estudio micro

gráfico.

Se observó una anormal formación de ferrita en cajn

tidades inferiores al 1% con tiempos de permanencia anormal^

mente bajos atemperaturas próximas a la *bahía" del diagra-

ma» Esta transformación no sólo no progresaba al aumentar

el tiempo de permanencia sino que ni era reproducidle el fe

nómano ai aperada ferrita gn otras probetas tratadas a las

mismas temperaturas y con períodos de permanencia más largos

sin llegar a los indicados por lú curva de principio de trans

formación de la página V.53¿

III»1*3,5. Acero Racional E*~*-

Para el trazado de las curvas de la S de las pági^

ñas U.58, V»59 y V.60 se realizaron 55 tratamientos isotér-

micos a 8 temperaturas distintas*

Se obtuvieron las durezas indicadas eh las páginas

U.61, tf.62 y V.63.

Para determinar ül se trataron convenientemente -


s
3 probetas con permanencia de 4 segundos a 280f 270 y 26Q3C

y 4 segundos a 65Q9C resultando ffl s 2?29C#


s

Dada la alta templabilidad del acero y para compro

bar que los tiempos de permanencia a H\ eran suficientes pa


-III-10-

ra asegurar que la probeta había alcanzado la temperatura -

del baño se realizó el tratamiento de 4 probetas más a 25Q9C

con tiempos de permanencia de 2, 4, 8 y 15 seg, y revenido

de 4 seg, a 65Q9C no observándose diferencias entre ellas*

Se valoró el tamaño de grano igual que los otros

aceros resultando ser 8 *'2 - 9«

Con estos datos se elaboró el diagrama T.T.T# mo¿

trado en la página V.64.

Como muestra representativa de los constituyentes

aparecidos se incluyen IJS páginas V.6S, V*66 y V.67*

III»1»4» Estudio comparativo de los diagramas TTT»-

Aunque este estudio se podría realizar con los §rj5

fieos mostrados hasta ahora hemos considerado más elocuente

la elaboración de los gráficos de las páginas V.68 a 1/• 79 -

en los que se indican las cantidades de austenita descompues^

ta a cada temperatura para un tiempo dado de permanencia is£

térmica de los cinco aceros estudiados,

III«1»5« observaciones•-

Cabe resaltar la dificultad que ha encerrado la ~

realización de los ensayos conducentes a la determinación -

de IR por el método de Troiano.


s

Solamente hemos reseñado los ensayos que han sido

efectivos y que han permitido determinar iíts en cada acero.

Citamos ahora los numerosos enanos realizados además para -


-111-11-

comprobar la influencia del tiempo de permanencia a Ifl , ta-


s

maño de probeta, temperatura y tiempo de revenido y reacti-

vo empleado para distinguir bainitas de martensita revenida,

dada la escasez de datos de que disponíamos. Tras estas prue

bas hemos llegado, creemos a condiciones en las que se pue-

den realizar el ensayo con resultados satisfactorios, habiejí

do solucionado los protiemas antes citados*

Tal vez el mayor inconveniente par^.a interpreta-

ción correcta de los ensayos (por eso lo mencionamos aparte)

resida en los errores que aporta la descarburación de la pro,

beta y su estado dé segregación aún en muy pequeña escala —

debido a la gran variación de IB para pequeñas variaciones


s

del contenido en carbono. Este método es extremadamente seni

sible a los dos factores citados, siendo aconsejable, por -

su eficacia, para ponerlos de manifiesto* Si bien el esta-

do de segregación fué evidente por haberlo observado también

en las transformaciones isotérmicas no fué tan fácil achacar

a decarburación y comprobarla el hecho de encontrar más trans

formación en algunos puntos del borde de la probeta dado el

niquelado de la probeta y las pruebas de decarburación rea-

lizadas. Este fué el motivo de realizar muchos ensayos con

tiempos variables de permanencia por creer que se debía a -

una menor temperatura obtenida en la superficie en el primer

enfriamiento. Al ser negativos estos y otros ensayos se pen

só en la dscarburación y se comprobó midiendo microdurezas


— 111—12—

,nuop en puntos a distinta distancia de la superficie en pro

*eta templada» Tras tanteos en distintas zonas se «ncontra

.en algunas en 1 as que la cifra de dureza varió desde 5SC -

n la superficie hasta ?02 en el núcleo debido a la menor -

¡uraza de la mar tensita da más bajo carbono..Este hecho ocu

ría sólo en alg unos puntos por lo que cabe pensar en poro—

idad del niquel ado no siempre visible en el microscopio,

No se ha encontrado explicación lógica al hecho -

puntado de pres encia anómala de ferrita en algunas probetas.

e este hecho he mas encontrado alguna "referencia aunque tam

ien sin explica ción. Por sus características ya citadas -

emos preferid© no tenerlo en cuenta a la hora de dibujar -

1 diagrama T.T.T.

II.2>- APLICACI ÜN DC $LTÜDÜS TtüRICOS AL ESTUDIO DE LOS DIA~

GRAMAS T.T.T.-

II.2.1. Métodos empleados.-

Se han aplicado en este estudio los métodos resec-

ados en ios apartados 1.6.2. y 1.6.3. de este estudio*

Como hamos indicado"hemos procurado emplear para

3 realización de ^stas cálculos §1 calculador electrónico

a reseñado, que es modelo corriente den todas las oficinas,

a han elaborado las programas convenientes, quedando todos

ilos grabados en tarjeta magnética siendo innecesaria la —


-II1-13-

introducción del programa en la memoria de la calculadora,-

cada vez que se realice el cálculo» La elaboración de 88 -

tos programas ha sido sencilla, dada la simplicidad dalas

fórmulas aplicadas.

Todos los programas han sido elaborados como for-

mando un todo homogéneo, dqfaodo que los datos a introducir

para las distintas fórmuRas que eran los contenidos en los

distintos elementos de aleación se hade siempre en el,mismo

orden, que coincide con el orden en que suelen darse normal^

mente a saber: C, Mn, Si, S, P, Cr, Ni y 81o. Estos elemen-

to« han sido suficientes paranuestros cálculos sobre los Acje

ros Racionales en estudio» Para otros casos, queda previs-

ta una ampliación del programa para tener en cuenta el con-

tenido en otros elementos de aleación* En los casos en que

la capacidad de la calculadora lo permitía se preparaba el

programa para/La obtención de más ds un valor, ya sea la obtejí

ción de más de un valor, ya sea la obtención del mismo dato

según varias dutos que constituyan un todo homogéneo como -

por ejemplo Ac , Ac_ y temperatura de temple*

Los programas no los enunciamos por ser aplicables

al modelo de calculadora empleado por nosotros, insistiendo

Solamente en la sencillez de su ptogramación y las posibiljl

dadas qua ofrece el empleo de estas técnicas* aunque en ca-

da caso se vea limitada la posibilidad de su uso a la capaci

dad de la calculadora.
-111-14-

Recalcamos de nuevo la posibilidad de presentar -

estos métodos en forma de regla de cálculo de uso más gene-

ral y al alcance de todos.

III,2»2»Cálculos realizados y resultados obtenidos.-

Se han realisdo los cálculos que con los datos ex,

perimentales que disponíamos hemos podido realizar. Los re

sultados obtenidos, junto con los valores reales determina-

dos experimentalmente vienen indicados en las tablas de las

páginas V.80 y V.81.

No se han realizado los cálculos de los que dispjD

niamos datos aunque no experimentales, dada la poca friabi-

lidad de los resultados obtenidos por cálculos teóricos ba-

sados en datos también teóricos y la poca validez de las cori

clusiones que se podrían derivar de la comparación de estos

resultados con los obtenidos experimentalmente.

III.3. DIAGRAMAS CC.T» DE TRANSFORMACIONES EN ENFRIAMIENTO

CONTI.NUO»-

III»3,1. Probetas utilizadas.-

Antes de acometer el estudio del Acero Racional -

C* se realizaron numerosas pruebas para obtener las condi-

ciones óptimas de trabajo en cuanto a forma, diámetro y lojn

gitud de la probeta y sistemas diversos en cuanto a su apo-

yo, centrado e inmovilidad en el tubo así como el posible -


-111-15-

alojamiento del termopar y tipo de terraopar empleado»

Aunque se pensó en otras formas de probeta se de-

cidió la de sección cilindrica por conseguir con ella un en

friamiento más uniforme y más rápido al dejar menos cámara

de aire entre ella y el tubo que es cilindrico,

Se realizaron pruebas con distintos diámetros de

probeta y tubo para ver su influencia sobre el enfriamiento

más rápido conseguido no acusándose diferencias debido pro-

bablemente a que el mayor obstáculo exis'tente en la disipa-

ción de calor reside en la cámara de aire existente entre -

probeta y tubo.

La longitud de la probeta sólo afectaba al valor

absoluto de la dilatación de ella aunque no parece conveniejí

te aumentarla mucho por el peligro de los gradientes de tsm

peratura originados a lo largo del eje y que puede originar que

la temperatura medida por el termopar no sea significativa,

ni acortarla mucho por aumentar la influencia del desigual

enfriamiento de los extremos.

Se realizaron pruebas para lograr buen centrado e

inmovilidad de la probeta, llegando a que el sistema más apro

piado era guiar la varilla transmisora y encajar la probeta

en ella y en el fondo del tubOj mediante unos rebajes. Este

fondo se hace entonces mediante dos tubos concéntricos y aoj^

dados entre- sí.


-111-16-

Se probaron termopares de distintos diámetros de

hilo, desnudos y enfundados llegando a la conclusión de que

con el que se obtiene la respuesta ipás rápida es el que tan

ga menor diámetro, enfundado/con relleno compacto y ajusta-

do en el taladro de la probeta» Se pudo disponer de un ti-

po de 1,5 mm. de diámetro exterior de la funda.

La probeta se mecanizó cilindrica de 7 mm. de diá

metro, con un taladro hasta la mitad de su longitud de 1,5

mm. de diámetro a lo laréjo de su eje.

La longitud fué distinta en cada ensayo debido a

que después de cada enfriamiento se cortaba una rodaja para

su observación microscópica y poder comprobar los constitu-

yentes obtenidos. La probeta tenía como máximo 45 mm. de -

longitud y 25 como mínimb#

Las probetas utilizadas fueron mecanizadas de la

misma barra dé la que se obtuvieron las empleadas en el tra

zado del diagrama T.T.T. El acero estudiado ha sido el C*

cuya composición química ya ha sido dada.

III.3.2. Lnsayos realizados.-

Antes de realizar los ensayos sobre el acero C*

se probaron tubos de distintos materiales para ver su influen

cia sobre la velocidad de enfriamiento conseguida en la pro

beta para un mismo refrigerante y sobre la mejora en la me-

dida de la dilatación:

Respecto al primer punto no se encontraron diferejí


-111-17-

cias debido probablemente al control que hemos indicado que

supone la cámara de aire.

Respecto al segundo punto si se encontraron dife-

rencias debido a las transformaciones de algunos materiales

utilizados en la gama de temperaturas entre la ambiente y -

la de austenización. Se eligió el cuarzo por la ausencia -

total de transformaciones y por su bajo coeficiente de dila

tación.

La probeta, colocada en el tubo se austenizaba dj¿

rante media hora a la temperatura correcta y se enfriaba -

con distintas velocidades, bajando el horno cuando el tubo


S6 introducid
de cuarzo en baños de distintos líquidos cuando se trataba

de enfriamientos rápidos* Para enfriamientos lentos se de-

jaba el horno e incluso dándole un poco de potencia según

el enfriamiento deseado.

Se realizaron en el Acero Racional C* estudiado,

18 enfriamientos distintos. El más rápido se logró introdju

ciendo el tubo en nieve carbónica tardando 40 segundos en -

enfriarse desde la temperatura de austenización hastaffl. El


s

más lento tardó 12 horas en enfriarse desde la temperatura

de austenización hasta ios 4QQQC. *

En el transcurso del enfriamiento se registró en

todos ellos la curva temperatura-tiempo y la de dilatación-

tiempo, utilizando un compensador automático de punto frío,


-111-18-

el trasductor de proximidad y el registrador ya citados*

De los 18 registros obtenidos se obtuvo punto a —

punto y con intervalos de IQ grados la curva dilatación-tem

peratura.

Después del enfriamiento más rápido y tras compro

bar que la estructura obtenida era totalmente martensítica

se efectuó un revenido de la probeta en el dilatómetro con

una velocidad de calentamiento baja. Se registraron también

en este caso las curvas ya citadas. Se registró asimismo el

enfriamiento posterior. i

Posteriormente y a esta misma probeta se calentó

de nuevo en el dilatómetro registrando el proceso.

Después de completado cada enfriamiento se calen-

taba la probeta en el dilatómetro hasta unos 300QC registran?

do el proceso.

111*3.3. Valoración de la transformación»-

De la curva dilatación-temperatura obtenida se p£

día obtener la transformación realizada a una determinada -

temperatura.

El procedimiento lo explicaremos sobre una de las

curvas obtenidas en nuestros ensa/os que figura en la página

V.82.

En ella la línea recta inferior en la curva dila-

tación-temperatura que hubiésemos obtenido en el caso que -


-ni-19-

no hubiese habido transformación* La recta superior es la

curva obtenida en los primeros 2002C oel calentamiento pos-

terior extrapolada* La curva intermedia es la obtenida real

mente en el enfriamiento*

£1 tanto por uno de transformación a unatemperatu

ra dada es la relación que existe entre las longitudes AB y

fiC . Somos conscientes da que esto no es exacto debido a dan

factores principalmente:

1Q.- Iguales tantos por cientos formados de cons-

tituyentes, distintos no equivale; a igual aumento de -

tamaño. Es evidente si comparamos las variaciones de

tamaño de un acero al templar y al recocer.

23.- No se tiene en cuenta el hecho que la auste-

nita no está completamente transformada en el enfria-

miento lo que se comprueba en la curva presentada^por

el hecho que la pendiente de la curva dilatación-tem-

peratura a la temperatura ambiente no es la misma en

la curva de calentamiento y en la de enfriarniente*

El primer inconveniente se subsanaría al realizar

ensayos conducentes a conocer los cambios de volumen origi-

nados por la formación de cada constituyente, lo que nosotros

no hemos realizado por falta de material y por no disponer

de un equipo que trace las curvas dilatación-tiempo en trans

formaciones isotérmicas.
-111-20-

£1 segundo se evitaría continuando el enfriamien-

to hasta la temperatura del oxígeno líquido lo que tampoco

hemos podido realizar.

Dada la bondad del método urilizado para medir d¿

lataciones y temperaturas la exactitud obtenida es mucho roa

yor que la que se desprende de la observación de la curva -¿

mostrada. Es por lo que hemos apelado para apreciar mejor

el desarrollo de la transfomación a un procedimiento teóri-

co para simular un método experimental con el que se ha cojn

probado, obtiene* una mayor sensibilidad aplicándolo al análi

sis térmico. El método es el de dilatometría diferencial -

y el procedimiento empleado es suponer una ley lineal de d¿

latacidn en nuestro enfriamient© (la recta inferior de la -

curva mostrada/y deducir las diferencias de la curva real,

respecto a la lineal. Este método aun siendo teórico es más

exacto que el experimental pues no bependemos de una igual-

dad de temperaturas entre probeta y patrón que se presume -

en la técnica experimental. Insistimos en el hecho que ha

sido posible este sistema por la exactitud de la lectura de

la dilatación. La curva dilatación diferencial-temperatura

así obtenida se ha dibujado para todos los enfriamientos. A

título de ejemplo, mostramos en la página U.83 correspondiera

te al enfriamiento cuya curva dilatación-temperatura hemos

mostrado en la página V.82.


-111-21-

De estas dos curvas se deduce el tanto por ciento

de transformación obtenido a cada temperatura, y se ha dibu

jado la curva correspondiente a cada enfriamiento. On ejem

pío lo mostramos en la pag. M* 84, que es la obtenida de la

curva de la página U.82,

Con los datos obtenidos de este modo en los 18 -

enfriamientos dados se traza si diagrama C.C^T* que figura

en la página V,85.

III.3.4» Desarrollo de la reacción martensítica del Acero -

Racional C* .-

Por procedimiento similar al expuesto en el apar-

tado anterior se valoró la transformación del enfriamiento

más rápido de los realizados en el que se había comprobad©

metalográficamente una estructura totalmente martensítica*

En la valoración se comprobó que la transformación no comejí

zaba hasta IB •
s
La curva dilatación-temperatura obtenida se mues-

tra en la pag. \K86 se valoró el % de transformación para -

cada temperatura que mostramos en la pág, V.87. Para trazar

esta curva se ha supuesto quenla transformación se ha comple

tado a 2QQC lo que no es cierto por las razones ya expuestas»

Suponiendo un 5% de austenita retenida a la tempja

ratura ambiente (justificaremos más adelante esta hipótesis


-111-22-

al realizar el estudio del revenido de esta probeta), la rec

ta superior a empleafc para la valoración será la de trazos

de la página V.86 y la valoración resultante será la de la

figura V.88 en la que se ha colocada en abscisas los grados

por debajo de Kl a ios que se encontraba en cada momento la


s

probata. En ordenadas se ha indicado el % de austenita re-

tenida a cada temperatura en coordenadas logarítmicas sien-

do la curva así presentada casi una recta* Hablaremos más

adelante de ello#

La situación de la recta de trazos de V.86 se ha

hecho de modo que AB/AC * 0,95

III«3é5, Estudio de las transformaciones en el revenido del

Acero Racional C* •-

ba probeta en la que se obtuvo sólo martensita y

austenita retenida (de la que venimos hablando en el aparta

do anterior) se sometió a un calentamiento lento registran-

do las dilataciones.

La curva dilatación-temperatura de este ensayo -

no indica nada pero sí la diferencial obtenida por el méto-

do ya descrito y que mostramos en la página V.89. El punto

B es el punto ai que vuelve la ci/rva en el enfriamiento poa

tarior* Esta curva no seha dibujado aquí por carecer de in

teres para el fin que pretendemoa*


-II1-23

En esta curva se observan perfectamente las cinco

etapas del revenida citadas anteriormente:

IB»- in descenso relativo en el coeficiente de d¿

latación indicado por el tramo AC d^la curva correspon

diente a la primera etapa de formación de carburo J*

a partir déla martensita.

28«- Un aumenta relativo dafeamaño indicado por la

parte CO déla curvacorrespondiente a¿La segunda etapa

del revenido (formación de agregado ferrita-carburo a

partir de la austenita retenida)*

3fi*~ Una disminución brusca del tqmaño relativo -

indicada por la parte DF de la curva correspondiente

a la tercera etapa (descomposición delia martensita —

en ferrita y cemsrtita),

40*- Un acimentó en el tamaño relativo de la probé

ta indicada por la parte FG de la curva correspondiente

a la formación de carburos especiales de las dos últi

mas etapas del revenido.

A 1^/ista detesta curva se puede deducir aproxima

damente el porcentaje de austenita retenida en el temple»

Si A& es.;la "pérdida da tamaño" de larprobeta en

el revenidos y considerando que si no hubiese habido auste-

nita retenida la curva hubiese sido probablemente la ACE -

siendo por tanto DE el aumento de tamaño debido a la auste-


-111-24-

nita, el tanto por ciento de austeníta retenida será:

ei—^ s%
AB 4 DE
Este es el váor utilizado en el apartado IIK3*4 #

III»3»6« Transformación magnética de la cementita»-

En el enfriamiento posterior al revenido se regis

trá dilatométricamente el proceso y si bien la curva dilatja

ción-temperatura no dice nada, en la curva de dilatación di

ferencial mostrada en la pag. Vé90 se muestra claramente una

inflexión alrededor de lus 19Q9C que corresponde al punto -

de Curie de la comantita formada en el revenido. Dado que

este valor es inferior al dado por otros investigadores ca-

be penáar en una influencia de los elementos formadores de

carburos Cr yfflopresentes en este acero»

III«4»~ APLICCDMI-DE^BETOOÓS TEÓRICOS AL ESTUDIO DE DI ACRA»

IBAS CtCtT^

Utilizando el método de Crange y Kiefer para dtdu

cir el diagramaC.C.T» a partir del T\T.T. experimental (má

todo ya reseñado y explicado anteriormente) se ha deducido

el diagrama C.C.T* del Acero Racional C r mostrado en la pag.

V.91.

Se han realizado estudios conducentes a desarrollar

una fórmula que indique el desarrollo de la reacción martejn

sities. Todos ellos están de acuerde en que esta reacción


-111-25-

no termina nunca completamente. Algunos ds ellost han dedju

cido fórmulas que reseñamos a continuación!

Harria y Coíien dan parala austenita no transformada a una -

temperatura T

% * 6,95 . 1Q~ 13 . [455 - («^ ~ T)J5f 3 2

Koistinsn y Warburgsr han enunciado

% s 100 . exp . f- 0,011 (*9 ~ T)J

d8 ausfe
esta fórmula aplicada a nuestro da los porcentajes J

nita no transformada representados por la*rrecta da trazos -

de la pag» V»88.
-IV-1-

IW_•—^CONCLUSIONES

IV,!.- ACEROS NACIONALES.-

Ya.¿hemos insistido bastante en la necesidad inme-

diata de adoptar en España una:nueva tabla de tipificación

más racional, que redundará en beneficio de todos los liga-

dos de alguna,manera a la industria del acero, tanto los pru

ductos como los consumidores.

La Tabla de Tipificación Racional de Aceros de Re-

sistencia elaborada por el Profesor Calvo Rodés y el equipo

de investigadores ya citado cumple los requisitos que el es

tado de conocimientos actual impone a una tabla de tipifica

ción como ya hemos vista.

Las enormes ventajas que ofreceesta Tabla respec-

tp a'las existentes, no solo en España, sino en otros países*

ya las hemos expuesto, limitándonos en estas conclusiones a

insistir en la conveniencia de adoptar esta como Tabla de -

Tipificación Nacional de Aceros de Resistencia*

IV.2.- DETERMINACIÓN EXPERIMENTAL DE DIAGRAMAS DE TRANSFOR-

MACIONES ISOTÉRMICAS.-

IV.2.1. Método experimental»-

Del estudio y trabajos realizados por nosotros, -

deducimos que el mátodo experimental más apropiado para la


-IV-2-

elaboración de estos diagramas es el empleado por primera -

vez por Bain y Davenport en 1930» Los distintos métodos, -

ya reseñados, surgidos posteriormente no han introducido m¿

joras. Si bien algunos de estos métodos ofrecen la ventaja

de su mayor rapidez de ejecución, ninguno ofrece la sensibi

iidad y exactitud del método metalografico ofreciendo éste,

además, información completa sobte los constituyentes apa-

recidos en estas transformaciones.

£s el método metalografico pues el adjptado por

nosotros para el trazado de los diagramas T.T.T. de los ace

ros para alta resistencia^de los modernos Aceros Racionales»

Para la determinación experimental de (Ifl hemos ado£

tado por las mismas razones el método metalografico de Troia,

no.

Para la valoración de las transformaciones hemos

empleado la valoración subjetiva por varios observadores cjo

mo la más apropiada. Reconocemos que el método de compara-

ción propagando por otros puede ser más exacto y realizable

por personal menos especializado, aunque dado el normal es-

tado de segregación de los aceros en uso industrial, se ha-

ce necesario valorar una gran cantidad de campos en cada -

probeta y extraer el valor medio. Esta labor la realiza rne

jor e incluso más rápidamente un observador con experiencia

dando una pasada sobre la superficie preparada*

Han aparecido recientemente microscopios metalográ


-IV-3

fieos para la valoración cuantitativa automática de consti-

tuyente». De pruebas realizadas con algunos de ellos dedu-

cimos que no san aplicables en general a nuestro fin, aunqjw

sí para valorar algún tipo de constituyente.

El peligro de la decarburación de la probeta lo —

hemos remediado con un cabreado y niquelado electrolítico,

El empleo de sales para austenizar no,lo consideramos apro-

piado por la solidificación da las sales fundidas que "majan**

la probeta al intrttáucirla en las sales de baja temperatura

con la consiguiente pérdida de velocidad de enfriamiento,

En la ejecución del método de Troiano hemos visto

los inconvenientes surgidos sobre todo por la decarburación

ligera de los bordes en los puntos doaqle el niquelado qued¿

ba poroso. La valoración debe hacerse por tanto en el núcleo

de la probeta.

El método de Troiano es difícil de aplicar en los

casos de aceros con baja templabilidad por la posibilidad -

de que se forme bainita y lo difícil que resulta distinguir

ésta de la martensita revenida. A pesar de ello creemos —

que se puede remediar este inconveniente utilizando probetas

de pequeña sección, con tiempos de permanencia muy cortos a

$ y en todo caso con una sucesión de pulidos y ataques con

distintos reactivos por 1 s que un observador con experien-

cia puede llegar a distinguir estos dos constituyentes. Caí


-IV-4-

be señalar la utilidad del reactivo de •Blickui.ade utilizado

con este fin. De hacho, hemos aplicado con éxito, creemos,

este método de Troiano en un acero, con el X_» de baja tem-

plabilidad*

Para la determinación del tamaño de grano creemos

que es el más representativo el de ataque con reactivo Vilella

de una probeta templada, a pesar de exigir pulidos y ataques

sucesivos para poner de manifiesto el grano sobre todo en —

las casos de grano fino*

Hamos comprobado que se obtienen resultados más -

rápidos dando tres el temple, un revenid* de 15 minutos a 2302C

como ya recomendaban algunos autores*

IV»2»2»- Diagramas T».T.T« de los aceros para alta resisten-

cia de los Aceros Racionales»-

Los,diagramas T.T.T. de estos aceros se han traza

do utilizando los métodos expuestos. Se incluyen también -

las curvas de las S para las 8fonv£s- temperaturas ensayadas

en cada acero, viendo en ellas como evoluciona la transfor-

mación, tn todas ellas se observa lo ya apuntado sobre la

forma en que se desarrollan jstas transformaciones: veloci-

dad creciente de formación de constituyentes hasta un máxi-

mo y decreciente después;

La forma de estas curvas en los casos que se for-

man dos constituyentes distintos es diferente de la típica


-IV-5-

en S, lo cual es lógico dado,que en realidad es la suma de

dos curvas de la • S aorrespündiente cada una a la formación

de un constituyente. En los casos que una transformación -

comienza cuando la otra ya ha terminado o evoluciona poco,

se ven perfectamente las dos curvas en forma de S, una a COJI

tinuación de la otra»

Incluimos asimismo las durezas obtenibles en estos

aceros por tratamientos isotérmicos a las distintas temperja

turas, por la utilidad práctica que supone su empleo dado -

el uso cada vez creciente de este tipo de tratamientos. Apro

vechamos la:inclusión de este dato para recalcar la falta -

de sensibilidad del método de medida de durezas, para trazar

diagramas T.^.T. Comparando la curva dureza-tiempo con la

transformación—tiempo de una misma temeperatura se observa

que en la primera no acusa transformación hasta que se ha -

formado aproximadamente un 5% de constituyente. Asimismo -

no se aprecia a qu4 nivel de transformación se ha parado es

ta, en los casos en que por razones de estabilización de la

austenita no evoluciona más la transformación»

Las anjmaiíasi observables en astas curvas dureza-

tiempo se deben a la complejidad del fenómeno.


• * . . .
Basta citar

dos casos significativos cuya repercusión en la curva dure-

za*»tiüfnpo es obvia:

13.- La formación de un constituyente con bajo co£


-IU-6-

tenido de carbono provoca quela martensita formada en

el temple final sea úa mayor contenido en carbono y -

por tanta más dura. La dureza medida será representa

tiva de las durezas de estos dos constituyentes y de

los porcentajes presentes de uno y otro.

29,- Si bi8n la dureza obtenida debe ser menor p£

ra unatemperatura de transformación más alta puede no

serlo por el hecho de formarse menos cantidad de cons

tituyente para un mismo tiempo de permanencia y exis-

tir por tanto más martensita, da dureza taayor.

Valdría la pena, creemos, realizar un estudio de

estos fenómenos.

De las curvas de la S obtenidas se han deducido -

los diagramas T.T.T» adoptando el criterio de 0% y 1Q0JÍ de

transformación a pesar de que somos conscientes de la apre-

ciación de pequeñas cantidades transformadas esin transfor-

mar depende no sólo de la probabilidad de su existencia en

los campos observados, sino también la resolución del siste

ma^bmpleado en su observación. La observación para valoración

la hemos realizado a 500 aumentos, que creemos normal y su

ficientemente representativa.

Somos conscientes asimismo de la inexactitud del

valor 100$ dado (y probablemente también del 0%) ya que oreje

mos que la reacción (al igual que ocurre con la da tipo majr

tensítico que ya hemos apuntado) Mno termina nunca1'. El va


lor 100% lu hemos asignado cuando así se veía en nuestra onsej

vacian a 500 aumentos,

A la anomalía observada y ya apuntada anteriormeni

te de formación de férrita en cantidades siempre inferiores

al 1% con tiempos de permanencia menores que JOB reseñados -

en el diagrama T.T.T* para el comienzo de transformación no

le hemos encontrado explicación* Este fenómeno (que no so-

mos te primeros en observarlo) como ya hemos dicha no es re

producible ni tiene lógica en el estado actual de los cono-

cimientos» Tal vez se deba, aunque parezca osado por nues-

tra parte eíí mencionarlo* al hecho de que la transformación


M
^comience siempre" (por emplear una expresión opuesta al no

termina nuncaM ya utilizada) /a temperaturas de la M


bahía%

donde se ha observado el fenómeno las pequeñas cantidades -

formadas tengan cierta propensión a agruparse en vez de fojr

marse una fina dispersión, no detectable con microscopio -

óptico . Valdría la pena, si se dispone de medios apropia

dos, estudiar este fenómeno.

H/.2.3 + - Estudio comparativo de los diagramas T+T,T# obteni-

dos.-

A la vista de los gráficos mostrados en las pági-

ñas V.68 a Ü.79 en los qu se ve las cantidades transforma-

das a distintas temperaturas con períodos de permanencia igua

les para todos los aceros, se deducs que el comportamiento


-IV~8-

de los Aceros A* y B* en tratamientos isotérmicos en la -

zona balnítica es muy parecido constituyendo una anomalía en

el comportamiento escalonado que deben tener estos aceros -

desde este y todos los puntos de vista»

Si se pretende mantener el criterio de uno obten-

ción de propiedades en los distintos aceros que.supongan .d¿

ferencias más o menos constantes de uno a otra acero, converi

dría modificar las composiciones de estos Aceros A* y B*

de modo que sin alterar el resto de sus propiedades modifi-

que convenientemente las curvas T.T*T#^de ellos en su zona

bainítica,

£1 problema tiene solución dado el estado de cono

cimidntos actual» Dado que este comportamiento parecido en

tratamientos isotérmicos se traducirá en una similar templja

bilidad bainítica de ellos se puede hacer tanteos previos -

teóricos de composiciones que varíen convenientemente este

valor» Para ello se puede utilizar el Calculador de Aceros

ya reseñado.

Nos limitamos en estas conclusiones a apuntar los

hechos, sin que nos creamos con la competencia suficiente -

para proponer la roforma o señalar nuevas composiciones de

estos aceros.
-IV-9-

Ii/,2.4. Constituyentes estructurales obtenidos,-

*-n la realización de estos ensayos se ha prestado

gran atención a las constituyentes aparecidos por tratamiejí

ta isotérmico aunque con la limitación que supone el uso ex

elusivo de técnicas de microscopía óptica*

No vamos a enunciar ni comentar teorías sobre la

nucleación y formación de los distintos constituyentes. Se

han realiade muchos trabajos sobre ello y remitimos por tají

to a la bibliografía.

Nos limitaremos a comentar lo observado en las ex,

periencias realizadas por nosotros, con los medios de que -

disponíamos. Si bien lo apuntado no constituyen hechos nue-

vos, si creemos necesario resaltarlos en estas Conclusiones.

A temperaturas intercríticas y subcríticas se fojr

ma en estos aceros ferrita.cuya velocidad de formación aumeri

ta inicialmente al descender la temperatura hasta un máximo

para luego disminuidla morfología de esta ferrita es distiin

ta según la temperatura de su formación; aparece inicialmen,

te delimitando bordes de grano austenítico j forma masas m£

dulares cuando la temperatura de formación es alta y preseni

ta cierta tendencia a crecer en masas alargadas que bordean

los granos austeníticos a temperaturas más bajas.

A temperaturas aún menores, la ferrita forma con-

juntos de láminas paralelas con una orientación definida e-n


-IV-1G-

cada grano de austenita e independiente de la orientación -

del límite del grano*

Aunque la proporción de ferrita formada con tiem-

pos iguales de permanencia aumenta primero al descender la

temperatura y lueg© disminuye, la cantidad total de ferrita

formada a cada temperatura disminuye al descender la tempe-

ratura. Dado que el resto de la transformación será perli-

ta, esta es lógico suponer sera de contenido en carbono crje

ciente»

A temperaturas subcríticas puede formarse también

perlita. Su velocidad de formación, al igual que ocurre con

la ferrita, aumenta primero al descender la temperatura y -

luego disminuye. Por encima del máximo, la variación con -

la temperatura de esta velocidad de formación es mayor que

en el caso de la ferrita y menor por debajo del máximo.

La perlita es de láminas tanto más gruesas cuanto

mayor es su temperatura de formación pudiendo incluso ser -

del tipo globulizada si la temperatura es muy alta aun cuan

do usta globulizacion se deba probablemente a la permanencia

isotérmica posterior a su formación y no a su formación en

sí.

A temperaturas altas se puede observar una deten-

ción de la transformación austenita-ferrita, previo a la —

formación de perlita que puede recomenzar al aparecer la -


-IV-11

perlíta. Este fenómeno puede explicarse si se admite un equi

librio entre ferrita y auetenita, que se rompe al formarse

perlíta. Este hecho corresponde a la perfecta separación -

en dos S de algunas curvas de la S# A temperaturas más ba-

jas no ocurre este normalmente, siendo paralela la formación

de ambos constituyentes; aun cuando sea la ferrita el cons-

tituyente formado siempre en primer lugar*

t.n la denominada zona bainítica se forma el agre-

gado ferrita-carburo que es este constituyente^aunque con —

morfologías distintas^

La velocidad de su formación también aumenta al -

diminuir la temperatura para luego disminuir» auqae a veces

se estabiliza a temperaturas más bajas como ha ocurrido en

el Acero C' •

En algunos aceros con separación nítida entre las

2onas perlítica y bainítica el aumento es brusco al princi-

pio y muy lento después presentando la curva correspondien-

te una parte superior casi horizontal, 1lanada por algunos

"terraza", u otra casi vertical formando ius ya citados es-

calones.

Una particularidad de ¿a reacción bainítica es la

capacidad que existe de deternerse la reacción tras haberse

formado un determinado porcentaje de este onstituyente sien

do mayor la cantidad formada a temperaturas menores. Tras


-IV-12

un cierto período de parada la reacción puede comenzar de -

nuevo coincidiendo en la mayor parte de los casos con la apa

rición de un constituyente de morfología parecida a la per-

lita aunque no sea completamente iuentificable*

Si bien todos los constituyentes aparecidos en la

zona bainítica son de morfología acicular su aspecto es muy

variado podiendo identificarse cuatro tipos diferentes» A

temperaturas próximas a Kl la bainita formada es de aspee-


s

tu parecido a la martensita aunque ligeramente m'as sensible

al ataque por los reactivos normalmente empleados; se obse£


f,
van agrupaciones de agujas paralelas de aspecto plumífero11;

estas agujas san largai y finas. A temperaturas mayores las

bainitas formadas son más cortas* más gruesas y más sensibles

al ataque, se aglomeran también paralelas unas a otras aunue

esta tendencia sea menor que eri el caso anterior. A tempe-

raturas tudavíafflásaífcás el constituyente formado inicial-

mente es dé mdtfolofcjia acicular más acusada que el tipo se-

gundo descrita aunque se hace cada vez menos sensible al ata

que observándose inicialmente sólo en ella uni>s puntos de -

ataque que son menos frecuentes a msdda que aumenta la tem-

peratura*

Por su respuesta al ataque de distintos reactivos

este tercer tipo de constituyente parece ser ferrita, libre

de carburos, y es por lo que se origina confusión en la no-

menclatura de este constituyente en la distinta bibliografía

consultada: mientras unos le llaman farrita acicular, otros


-II/-13-

le llaman ferrita probáinítica o bainita proferrítica. To-

dos estos nombres parecen apropiados a la vista de lo que -

hemos indicado sobre su morfología pero por la confusión que

esto puede originar abogamos por llamarle en principio bai-

nita, al igual que ios otros dos tipos,antes citados* Para

distinguir entre los tres tipos podríamos utilizar los apela

tivos inferior, media y superior que junto al nombre genári

co indican el tipo de constituyente y su origen*

El cuarto tipo de constituyente aparecido en esta

zona es el fórmela #n segundo,lugar en la zona superior que

hemos indicadOt se forma después de haberse detenido la fo£

mación de la ya llamada bainita superior» Su morfología es

un intermedia entre la bainita media y la perlíta y en el -

no se puede ni adivinar la distribución de la ferrita y cajr

buró que lógicamente deben formarlo.

A nuestro modo de ver este constituyente es perlí

ta aunque tal vez tenga una forma de constituirse diferente

de la clásica al igual que ocurre con la llamada troostita»

Se observa en todos los constituyentes citados una

sucesión paulativa de un tipo a otro lo cual no de^Jae extra

ñar» Observando los constituyentes formados a temperaturas

decrecientes se ve una deformación paulatilfle en la morfolo-

gía poliédrica clásica de la ferrita hacía una morfología -

acicular típica de la bainita. Asimismo observando el fenóms


-IV-14-

no con temperaturas crecientes se ve una degeneración del

agregado ferrita-carburo de la bainita hacía la ferrita li^

bre de carburo típica de la zona perlítica» De resultado

de otras investigaciones y de los resultados de nuestras ex

periencias se deduce un contenido decreciente en carburos -

de la bainita a medida que aumenta la temperatura de su fo£

mación» al mismo tiempo que el carbura presente parece glo-

bulizar y emigrar ai borde de la aguja mediante un proceso

desconocido pero que podría ser similar al de la descompo-

sición de la martensita en el revenido*

Un fenómeno parecido ocurre con la perlíta al com

probar experimentalrnente su formación a temperaturas perte-

necientes a la zona bainítica.

El mismo fenómeno de degeneración progresiva de -

un tipo de constituyente a otro se observa en la unión de -

las zonas bainíticas y martensítica».Muestra de ello está -

no sólo en la morfología de ambos constituyentes cuando la

temperatura de formación es parecida (que incluso dificulta

su identificación)sino que hemos comprobado experimentalmen

te, ai igual que otros lu había-n hecho antes, la formación

isotérmica de bainita a temperaturas inferiores a Ifl inclu-


s
so con tiempos menores que los necesarios para su formación
a temperaturas ligeramente superiores afflf lo que dificul-
s
ta enormemente la interpretación del método de Troiano apii

cado a aceros de baja ten*plabilidad0


-IV-15-

Vemos pues que a pesar de que en algunos aceros

la separación entre las tres zonas de transformación es cía

ra, no ocurre así con los constituyentes formados en ellas

por existir una transición progresiva de un constituyente d

otro, tanto en su morfología como en su constitución, de ahí

que hablen tantos autores de interferencia entre las zonas,

*~n la observación de $as fotomicrografías inclui-

das en el capítulo V de este estudio se puede comprobar to-

do lo dicho anteriormente. En todas ellas se indica el ace

ro, la temperatura de formación y el tiempo de permanencia

a esa temperatura.

IV.2.- DETERMINACIÓN .EXPERIMENTAL DE DIAGRAMAS DE ENFRIAMIENTO

CüNTI'NUQ.-

IV.3.1» ffietodo experimental,-

Ya hemos expuesto las razones por las qus hemos -

elegido el método dilatométrico parg el trazado de los dia-

gramas C # C.T # > nos limitamos a insistir en la bondad del mé

todo sobre todo cuando se utiliza con la sensibilidad qus -

lo hemos hecho nosotros. Hacemos notar que salvo el regis-

trador empleado, disponible normalmente en un Laboratorio -

dedicado a materiales metálicos por ser de uso muy general (de

hecho el utilizado, existente en el Laboratorio de Ensayo -

de materiales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros


-iy-16-

Aeronáuticos, donde se han realizado todos los ensayos nece

8ário» para la realización de este estudio, se había adqui-

rido ya para uso general del Laboratorio)y el trasductor -

de posición, el equipo empleado, diseñado y construido por

nosotros resulta fácil y económica su construcción.

Hacemos constar ahora, sin necesidad de volver a

ello posteriormente) la. utilidad, comprobada experimentalmen,

te por nosostros, de este equipo para el estudio de otras —

transformaciones como son* el desarrollo de la transformación

martensítica, transformaciones en el re-venido y punto de Cu

rie de la cerosntita, incluidos en este estudio y otras apl¿

caciones para las que se ha usado ya este tipo en el tabora

torio de Ensayo de Waterialas citado como sari: determinación

de temperaturas de fusión de autécticas en aleaciones de alu

minio, estabilización de austenita retenida por interrupción

del temple, descenso de ffl por formación previa de otros -

constituyentes, etc.

IV.3.2* Diagrama C.C#T. del Acero Racional C* .~

El diagrama C.C^T. trazado no creemos que necesite

más comentarios de los que hasta-aquí se han hecho*

ti diagrama trazado se presenta en el capítulo V. y sólo quj3

da enunciar el hecho que as^SS enfriamientos dados,ni siqui£

ra en el más lento ya reseñado,se ha conseguidp transforma-

ción en la zona perlítica, razón por la que no viene indica


-IV-17-

da en el diagrama. No hemos creido necesario seguir los e¡n

suyos con enfriamientos más lentos para detectar esta trans

formación puus no creemos que estos enfriamientos tan lentos

tengan ninguna aplicación industriáis

Señalaremos también la limitación que tiene el equi

po construido, consecuencia del enfriamiento más rápido qua

hemos podido conseguir: queda sin trazar la parte de diagra

ma correspondiente a tiempos inferiores a los 40 segundos,-

lo»aue supone un grave inconveniente an ios aceros de baja

templabilidad. Tal vez en un futuro seamos capaces de eliroi

nar usté inconveniente, mediante el empleo de tubos de otros

materiales, aparte de los ya probados, o enfriando la pro-

beta por inmersión directa en agua (también probado) pero -

con algún sistema que elimine el movifuiiento de la varilla

trasmisora debido a las burbujas de vapor formadas.

IV.4.- VALIDEZ DEL EMPLEO DE MÉTODOS TEÓRICOS.-

Dejando aparte la validez de algunos mítodos de -

los reseñados, en los que se ha comprobado experimentalmen-

te su validez y exactitud, como en el caso de los calculado

res citados del INTA, nos limitamos en estas Conslusiones -


•a

a remitir al lector a las tablas y gráficos ya reseñados en

los que se comparan los valores deducidos teóricamente con

los obtenidos experimentalmente, para que él mismo deduzca -


-IV-18-

su validez en función de la exactitud del dito requerido en

su caso. No hacemos rpás comentarios, conscientes de que si

bien algunas veces el error es considerable, el método pue-

de ser bueno para algunos al proporcionar datos, que con cer

teza son conservativos, siendo su utilidad, por tanto, mayor,

por ser dato más seguro*

IV.4.- CüNCLUSION FINAL.-

Hemos abierto el camino del estudio de las trans-

formaciones estructurales de los Aceros Racionales, que, co

mo tantas veces hemos dicho, se hacía imprescindible»

Hemos realizado el estudio comparativo de todos -

métodos, conocidos por nosotros, aplicables a este estudio*

Hemos seleccionado los que hemos creído más apropiados y he

mos diseñado y construido los equipos necesarios para la ej¿

cución de las técnicas experimentales necesarias para l^apli

cación de estas métodos.

Hemos comprobado la validez y utilidad tanto de -

las técnicas escogidas como de los equipos constuídos al -

aplicarlos con éxito a algunos casos y finalmente las hemos

aplicado a la realización del estudio dqfLas transformacio-

nes estructurales de los modarnoá Aceros Racionales*

Queda así, creemos, abierto el camino y esperamos

que por otros, o tal vez por nosostros mismos se complete -

este estudio tan necesario*


TABLA DE -TIPIFICACIÓN RACIONAL [DÉ ACEROS DE RESISTENCIA

C () ü S | C 1 O N Q 0 í M I C A °,

Di
Mn Si i> s Gr

A C K \\ O S / / I) K P A ,1 A T K M P L A B 1. L J I> A ü
ra diámetros nveinVres de 15 ama. f Mn -Mo'
0,20
;
k«¿ 'ai ni 5 ToICI 'Mlici 0 25 0,3:> (U»n;f. ¡o 0,3504: '0.04 0,04 0,15/0/25
100 a 12Ó; NV>! a í n a [ 0.34 1,10 0.40 o,:;o
k^iiiun- Toiií •a ne ias í; 0^31/0,3;-; • fj/.iii i, JO 0,35/0,4,"
120 a I No nina i 0,-0) 1.10 ¡ o,to 0,40
K;jc ni:c.- Tojél •a i ¡'.'i as 0,37/0.4- t (Coo/i, lü o.35'o,4: (),:;."> D.4-"

A T 1<: M l> L A ,{ , I I> A I)


A e K n o s b K "M E U I A Y !A L T

i a ai o t r o s d C i - M o)

80 a 100 Nominal 0,2S. 0.75 0.40 IAD 0.20 P-222


am- lio le r a n c i a s ; 0,25/0,32 0,(10/0,00 ; 0,^5/0,4^3 ;0,04 : o,o4 •0,00/1,20 0,15/0,25
5 120 Nominal 0,34 0,75 o,40 . 1,05 0.30 i- -125
Tolerancias ' 0,31/o,3S * 0,0070,00 0,35/0,40 '0,04 ; 0,0.4 (),DO/l,2o 0.25/0,35
r i o ji'i-jo Nominal 0,40 .0.75 0.40 1,05 0,40 .
U-0aai- To lora a c i a s I 0,37/0,44 O,{50;0,90 073370,45 • 0,04 <0,04 0,9o i,2c 0;35/(),45

a r a • á i á ai e t r q s d e 3o 60 m ai C r - N / i - M o-.l )

80 a 100 Nominal 0.2S o,O)" •0,40 0,S() • 1,0 0,20) ¡ss K I--120
g/iuni" ICoLuraaeiásé • P,2ó/Ó,32"L! O.GO/o.90 0,35 o,- <; 0,04 '0,04 0,05,0,95 0,85¿l,l( 0,15.0.25
(WT-a 120 í Nominal . .. 0,34 0,75 0.40 0,80 0.30 ~ F-12S
)G7
Tolerancias 0,31/0,3* 0,Go;0.90 / 0,35'0,45 < 0,04 0,05/0,95 0/,S5/TvU 0,254},:j5
Nmninaí 0,40 ; 0,75 • • 0.40 6,80 1,0 0,40
: Í40
ToO-ra a c i a s . 0.37:0,44 | 0,00/0/90 :/ 0,35 • r 0,04 < 0,04 0,05/0,95 0,35,0,45

Para di 11 - t r 0 : e 60 100 m ni'. ( C r - N ) - 2 )

No; iiinal^ " 0.28 : 0,75 " . ; . : 0,4o _- 0,80 2,0 0.30
9*7,2 ; :i09
lini 2 Toioi •a a c i a s 0,25/0,32 : 0,60/0,90 ; 0,35/0,45 < 0,04 . < 0,04 t.0,G5/0.95 1. 0,25,0,35
120 Noi ai a al 0,34 , ~ 0,75 0,40 0,80 ' 2,0 0.40
o.íS 101,5 349
ti i £ i " Toleí alacias 0,31,0,38 J 6,60/0,90 !--OJ35/0,4o ¿D,G5/0;9p 1,75/2.25 O,:J5/0,45
< 0,04 <0,04
140 N -1 ni nal 0,40 0,75 0,40 ; 0.80 2,0 0,50. 1.05,5 3/29
S T u I e i •aic-ias 0;37/o,44 . 0,00/0:90 ¡ 0,35/0,45 0,05, \},\-',. 1,75.2.25 0,45/0,55
< 0,04
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\CE RO8 I) É l) i; H K Z A M ASI C A Y M
U V A íi T A T 1 PLAPl i) A D
Pa r a cliánietrós s a pe rio res il
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HRc | c iMn\ sr\ P 5 \Cr\ rVi Mo
Cc.7i23S¡C;C.~: C¿: ¿erro C5 |^ - ; : : ; " -' -, '.5\<oo¿

o.oil \o.71 i :
múúg UTILIZACIÓN OEL AL C? 6c
Composición ce<' ¿cero uH/izac/o | 0,4

COMÍ

TROLERA VC/AS

TR¿ T¿M]£ttXQ:&"'--T£XMl'.'
OS SIS VA . . O--* i FOX JA j .'/02M1L • ZA 0 J

'JL
J,Z?^\^¿,-*
T£HPc*A TURAZ i 1¿QQ - 9oo°C c/t-C o -!

7EMPtA%!LfD<Á-D
T£MP.LA-t3¡UDAD MÍNIMA JOMi/V) • J<¡ 25
•i CfflT.Co M...VIA1Ú F\' AC :
i !

CA'¿A: T£ 575
i5
I I
10
5 -10 <5 20 25 30 35 ¿0 45 . 50

HO 3 JG "fra
Distancia áJ'extremo templado en mm,
:— ~n
' ¿Cr -
o.gfnjr/ení/ld
U'sodJ < ! ••h*f*k)
Banda aproximada de templabilidad"

1:5 \ 4

\——í:500(-*) •• :
-~S7$(*k) • '•
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\ ¡ 1 '•
LllS 5 '
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i ; : • • :

| - - ^57SrC*) >-¿ -655(**) - ~ - '- - f-

— --ÓJOÍV; - ! — r• - - -.€554**) •

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ftl/¿ 90 •. ' - ' ' ! i ! \

Dtameiro en mm
-v.i*-

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<LL.

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1.- Horno de austenisacion.-

2.- Horno de tratamiento isotérmico.

3*- Horno para revenido en la ejecución del método de troiano,

¿¿•-.Cubeta de temple.

5.- Crisol para calentamientos al aire.

6.- Crisol para sales fundidas.

7.- Transformadores variables de alimentación de hornos.

8.- Reguladores de temperatufca.

9.- Contactor automático cronométrico.

10.- Terraopar de medida real de temperatura en el horno.

11.- Potenciómetro para medida de temperaturas.

12.- Juego de tapas de horno acoplables.


-v.5-
-V.6-

r
I

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C
N

sg
-V.8-

•"-a-H

Horno de austenizar. Desplazable verticalmente.

Contrapesos del horno.

Termopar de regulación del horno.

Entrada de gases en el horno.

Transformador variable de alimentación del horno.

Medidores de potencia suministrada al horno.

Regulador de temperatura.

Tobo de cuarzo para soporte de la probeta, termopar y vari

lia transmisora.

Reloj comparador para la medida de dilatación, sustituible

por trasductor de posición.


V.g\>
100 M!¡ !!.!'!('MI Mil ! | ! J***\ '? "^ ' !?• M ! ' • # Tt—n

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 372°C Y 415°C
EN EL ACERO RACIONAL X ,
V.10

100

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 476 °C Y 5 2 7 ° C
EN EL ACERO RACIONAL X 3
V.11
i—! i i n 7TTT I I IHI 1 ! I i! ! TTT

100 —

75

50
628°C

25 X
^

_Lo

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 575°C Y 6 2 8 ° C
EN EL ACERO RACIONAL X,
V.12

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 666 °C Y 7 2 6 °C
EN EL ACERO RACfONAL X ,
V. 13

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO


A 3722c , 415SC Y k76&C
del acero racional X„.
Y. H

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100

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500

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horas

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAÍ-IIENTO ISOTÉRMICO

A 5 2 7 2 C , 575*C Y 7 2 8 2 c

DEL ACERO RACIONAL X«


V. 15
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5 W 25 1 2 5 W 25 1 2 10 J
eg min. horas día

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO


A 628 SC Y «62C

DEL ACERO RACIONAL X,


V.16

400--

Proceso de f a b r i c a c i ó n . Horno de inducción


Tamaño de g r a n o ASTIV, templado: 8-8 12
Temperatura de a u s t e n i z a c i ó n : 8 4 5 2 C

100 — — J L _J-

1 2 5 10 25 1 2 5 10 25 1 2 10 1
seg. min. horas día
DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO

RACIONAL X3
V.17
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3 7 2 2C.-2min. ¿ 1 5 £ C - 1 m'in.

MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A

372fiCY¿15^C DEL ACERO RACIONAL X3


(x500). Ataque: Nital 1
V.18
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¿762C.-10seg. 527°C.-2..5seg.

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4762C.-1min. 5275C.-1hora.

MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


4 7 6 X . Y 527 5 DEL ACERO RACIONAL X3
(x500.1 Ataque: Nital 1.
V 19
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575 2 C - 2 horas. 528 2C.-1 hora.

MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


575 2C. Y 6282C. DEL ACERO RACIONAL X3
U500). Ataque: Nital 1
V.20

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66 6 2C.- 1 min. 728 2C.-9.5 min.

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666 2C.-1 hora. 72 8 °C.- 5 horas(x200)

MfCROESTRUCTURAS OBTENfDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


666 2C. Y 728 2C. DEL ACERO RACIONAL X3
(x500). Ataque : Nital 1
100 y. 21

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día

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 350 °C Y 4 0 8 ° C
EN EL ACERO RACIONAL A*
V.22

horas

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A ULQ °C Y 5 0 C ° C
EN EL ACERO RACIONAL A' 3
V.23
100

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 550 ° C , 575 °C Y 600 ° C
FN EL ACERO RACIONAL A'->
M.2U
100 T-+-

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seg. min horas día

AUSTENITA TKANSFORMACA ISOTÉRMICAMENTE


A 650 °C Y 700 °C
EN EL ACERO RACIONAL A',
V. 2 5
T"'r"T"rT!

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horas

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO


A 3502Q f 4002C y 5502C

DEL ACERO RACIONAL A'


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seg. m'in. horas
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A í»i»OSC , 5 0 0 SC y 7 0 0 SC

DEL ACERO RACIONAL A'


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seg. mtn. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 600 2C y 650 2C
DEL ACERO RACIONAL A'
ann V.28
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C o m p o s i c io'n c Mn Si P s Cr Ni Mo

Mínimo 0.37 0.6 0 0.3 5 — 0.90 0,35


Máximo 0.44 0.90 0.45 -0.040 0.040 1.20 — 0.45
Acero estudiado 0.42 0.81 0.47 0.037 0.020 1.00 — 0.38
2001

P r o c e s o de f a b r i c a c i ó n : Horno de i n d u c c i ó n
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Tamaño de g r a n o ASTM, t e m p l a d o 8
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Temperatura de austenizacio'n: 845 -C
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DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO
RACIONAL A'3
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


3502C.Y 4082C. DEL ACERO RACIONAL A'
(x500) Ataque: Nital 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


U 0 S C Y5002C. DEL ACERO RACIONAL A'
>500) Ataque: Nital 1
V.31
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


5505CV575?C. Y 600?C. DEL ACERO RACIONAL A'
(x500) Ataque: Nital 1
V.32

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600 2 C.-2horas 600 5 C- 5 horas

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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


6002C. Y 650^C. DEL ACERO RACIONAL Al
(x500) Ataque: Nital 1
V.33
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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(*5Q0) Ataque: Nital 1
100

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seg min. horas día

AUSTLNITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 354 °C Y 402 °C
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seg min. horas día
AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE
A 4 5 5 °C, 5 0 3 °C Y 552°C
EN EL ACERO RACIONAL B'3
V.36

100

AUSTbNITA TRANSFORMADA ISOTERN<ICAMbNTb


A 6 00 °C Y 6 5 0 °C
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V.37
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A 690 °C Y 7 2 5 ° C
EN EL ACERO RACIONAL B 3 '
V. 3 8

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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO


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DEL ACERO RACIONAL B'
V. 39
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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A t*552C , 503fiC , 5522C y 6002C

DEL ACERO RACIONAL B'


V. 40

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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A 6502C , 6 9 0 2C y 720SC

DEL ACERO RACIONAL 8'


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Mínimo 0.37 0.60 0.35 — — 0.65 0.85 0.35
Máximo 0.44 0.90 0.45 ; 0.040 0.040 0.95 1.15 0.45
Acero estudiado 0.41 0.74 0.35 0.034 0.016 0.76 1.01 0.42
200'
I
Proceso de f a b r i c a c i ó n : H o r n o de indjjccio'n
Tamaño de grano A S T M , templado: l^^-ñ-
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Temperatura de austenizacio'n : 8 3 0 C.

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seg. min. horas día
DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO

RACIONAL B' 3
V.42

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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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(x500) Ataque: Nital 1
V.43
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


35¿2C.-Y 503°C. DEL ACERO RACIONAL B'
(*500) Ataque: Nital 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


5032C. Y 5522C. DEL ACERO RACIONAL B'
3
(x500) Ataque: Nital 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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60Q2C.- Y 650 C. DEL ACERO RACIONAL B_
(x500) Ataque :N¡ta¡ 1
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


6505C.,690?C Y 7255C. DEL ACERO RACIONAL B3
(x500) Ataque: Nital 1
V./.7
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A 325°C Y 3 7 2 ° C
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% 5 2 7°C

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AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 4 1 5 ° C , U 6 ° C , 5 2 7 ° C Y 580°C
EN EL ACERO RACIONAL C '
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A'JSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 6 2 2 ° C , 6 7 6 ° C Y 710 ° C
EN FL ACERO RACIONAL c'
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seg. min. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A 3252C , 3 7 2 2C y t*762C

DEL ACERO RACIONAL C'


V. 54

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horas

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A ÍH52C , 527SC y 580SC

DEL ACERO RACIONAL C'


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DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAJIIENTO ISOTÉRMICO

622SC , 6762c y 710*C

DEL ACERO RACIONAL C'


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Composicióni C Mn Si s Cr Ni Mo
Mín imo 0.37 0.60 0.35 - — 0.65 1.75 0.45
Máximo 0.44 090 0.45 -0.040 oc)40 095 2.25 0.55
Acero estudiado 0.43 0.72 0.48 0.040 0.012 0.71 1.9 8 0.49
200

Proceso de f a b r i c a c i ó n : Horno de ¡nduccio'n.


Tamaño de g r a n o A S T M , t e m p l a d o : 9 - 9 72
?
Temperatura de a u s t e n i z a c i ó n : 820 C

100 . l_. , i i i i i i — i . i i i_ i i i IJ— . .. i— i i _JU.il 1-1 l i 1.1 L 1.1.1 1 . i . l i l i I I I Í

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seg. min. horas día
DIAGRAMA DE T R A N S F O R M A C I Ó N ISOTÉRMICA DEL ACERO
RACIONAL CV
V.54
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


3252C. Y 3722C. DEL ACERO RACIONAL C;
(*500). Ataque: Nital 1
V.55

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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


¿155C.-Y ¿765C. DEL ACERO RACIONAL C'
(x500). Ataque: Nital 1
V.56

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5802C- 10horas 6 2 2 ^ C - 10 horas

MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A

5802C.-Y 622^C DEL ACERO RACIONAL C:


3
(x500) Ataque: Nifal 1
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7109 C - 2 horas 710-°C.-10 horas

MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


676-°C. Y 7102C.-DEL ACERO RACfONAL Cl
(x500) Ataque; Nital 1
V.58

100

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 306°C Y 352°C
EN EL ACERO RACIONAL E'
V.59 -
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604 ° C

AUSTENITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 404°C, 450°C. 556°C Y 604°C
EN EL ACERO RACIONAL E'
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V.60
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AUSTE.NITA TRANSFORMADA ISOTÉRMICAMENTE


A 6¿G°C Y 6 " ? 0 ° C FN
EL ACERO RACIONAL E'
V. 6 i

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600

500

400

300

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horas

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO

A 30 62C , 35Z2C y S 5 ^ 2 C

DEL ACERO RACIONAL £'


Y. 6 2

700

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min. horas día

DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO


AfcOfceCy i*502C

DEL ACERO RACIONAL £'


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25 I 2 5 W 25 i 2 5 ÍC 1
min. horas día
DUREZAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO
A 6o42C , 640 2C y 6?Cf2C
DEL ACERO RACIONAL E,'
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Mi'nimo 0.37 0.60 0.3 5 — — 0.80 2.75 0.45
Máximo 0.4 4 0.90 0.45 0.040 0.040 1.25 3.25 0.55
Acero estudiado 0.43 0.77 0.40 0.033 0.016 0.94 2.9 4 0.50
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Proceso de f a b r i c a c i o ' n : Horno de inducción


Tamaño de g r a n o A S T M , templado : 872-9
Temperatura de a u s t e n i z a c i o n : 8 1 0 - C .
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DIAGRAMA DE TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA DEL ACERO

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V.65
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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(x500) Ataque: NitaM
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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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MICROESTRUCTURAS OBTENIDAS POR TRATAMIENTO ISOTÉRMICO A


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POR PERMANENCÍA "ISOTÉRMICA DE 30 SEG.
DE LOS ACEROS RACIONALES X3. A3, B3. C'3 Y E3
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V.71
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POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 2 MÍN.
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 . Á 3 , B'3, C'3 Y E 3
10 20 30 40 50 60 70 60 90 o/o 100
AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 5 MÍN.
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 , Á 3 , B 3 , C*3 Y E 3 .
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AUSTENITA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 10 MÍN.
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 . A 3 , B'3, C3 Y E3 -
800

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POR PERMANENCÍA ¡SOTÉRMÍCA DE 30MÍN
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 , Á 3 , B 3 , C*3 Y E3 -
V.75
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10 20 30 ' 40 50 60 70 80 o/o i n n
AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCÍA ISOTÉRMICA DE 1 HORA
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 i A'3< B',, C'3 Y E3 -
V.76

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10 20 30 40 50 60 70 80 -90 o/o 100


AUSTENfTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ISOTÉRMICA DE 2 HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X3> Á 3 , B'3# C3 Y E3 -
V.77

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AUSTENtTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ÍSOTÉRMÍCA DE 5HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 , A 3 , B'3, C3 Y E3
V.78

10 20 30 40 50 60 70 SO -90 o/o 100


AUSTENtTA TRANSFORMADA A CADA TENPERATURA
POR PERMANENCIA ¡SOTERMÍCA DE 10 HORAS
DE LOS ACEROS RACIONALES X 3 , Á 3 J B 3 , S*3 Y E-,
10 • 20 30 40 50 60 70 80 90 o/o 100
AUSTENÍTA TRANSFORMADA A CADA TEMPERATURA
POR PERMANENCIA ÍSOTÉRMÍCA DE 2k HORAS
DE LOS ACEROS RACÍONALES X 3 . A'3, B 3 , C'3 Y Eí -
-V.82.

100 300 500 700


T, SC

VALORACIÓN DE LA TRANSFORMACIÓN A CADA TEMPERATURA

A PARTIR DE LA CURVA DILATACIÓN- TEMPERATURA


-V.83-

70 0

DILATACIÓN DIFERENCIAL - TEBIPERATURA PARA

EL «ISRO ENFRIAIIIENTO QUE EL INDICADO


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PARA LA ELABORACIÓN DE LA CURVA DE LA

PAGINA U.82.
-V. 84-

Trasformacion.

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40.

20

100 300 500 T, 9C 700

AUSTENITA TRANSEORüJADA POR ENPRI AMIENTO CONTINUO

EN EL BlISmO ENFRIAMIENTO QUE EL INDICADO PARA LA

ELABORACIÓN DE LAS CURVAS DE LAS PAC» ¥.82 y V.83


V-85
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DIAGRAMA DE T I A NSFQRIYlAC 10 NE5 EN E NF R I AID I E NTO CONTINUO

DEL ACERO RACIONAL C a


-V o 86-

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CURVA DILATACIÓN - TEMPERATURA del enfriamiento en el

qua se ha obtenido Bolamente REACCIÓN HARTENSITICA.


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Transformación.

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IBARTENSITA FORMADA POR ENFRIAMIENTO CONTINUO,A DIS-

TINTAS TEMPERATURAS, DEL ACERO RACIONAL C^, SUPO-

NIENDO QUE SE HA COMPLETADO LA TRANSFORMACIÓN.


-V588-
100 200 200 400 500 600
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DILATACIÓN DIFERENCIAL"- TEMPERATURA DEL

REVENIDO DEL ACERO RACIONAL C^ , TRAS EL

TEMPLE A ESTRUCTURA HIARTENSTTICA CON

AUSTENITA RETENIDA,
DILATACIÓN DIFERENCIAL - TEMPERATURA EN EL

ENFRIAMIENTO POSTERIOR AL REVENIDO DEL

ACERO RACIONAL C£ 0
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seg m'm. horas día
DIAGRAH1A DE TRANSFORMACIONES EN ENFRIAMIENTO CONTINUO

DEL ACERO RACIONAL C$# OBTENIDO POR MÉTODOS TEÓRICOS

SEGÚN EL METüDÜ DE GRANGE Y KIEFERp A PARTIR DEL T.T.T,


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