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“Principios introducidos en nuestra formación intelectual desde la más tierna infancia -y en dosis
para adultos- con la apariencia de axiomas, para impedirnos pensar las cosas del país por la simple
aplicación del buen sentido.
Hay zonceras políticas, históricas, geográficas, económicas, culturales, la mar en coche.
Algunas son recientes, pero las mas tienen raíz lejana y generalmente un prócer que las respalda”
La mentalidad colonial cree que todo lo autóctono es negativo y todo lo ajeno es positivo.
Sarmiento y Alberdi querían cambiar al pueblo. No educarlo, sino liquidar la vieja estirpe criolla y
rellenar el vacío con sajones (Mastrorilli). El régimen fracaso sociológicamente, los extranjeros se
“agauchaban”, el régimen quiso cambiar al pueblo pero se tropezó con la conciencia nacional que
ellos llamaban “barbarie”.
Cuanto más Europa más civilizado, cuando mas América mas barbarie. Progresar no es evolucionar
desde la propia naturaleza de las cosas, sino derogar la naturaleza de las cosas para sustituirla. La
aceptación de esta zoncera hace posible la vialidad de las otras.
Fue también Sarmiento quien enunció esta zoncera, todos los países han tendido a ampliar su
espacio. Solo nosotros, los argentinos, hemos incorporado l idea del achicamiento como bien
necesario en nuestra política territorial. Sarmiento iniciaba el achicamiento excluyendo la Patagonia
de nuestro espacio. Disminuir la extensión resultaba desamericanizarse, mientras una parcial
extensión del territorio, la de la “Pampa húmeda”, ofrecía la fácil perspectiva de una rápida creación
de Europa en América, o mejor dicho, de una prolongación de Europa sobre ella.
Esta zoncera del repliegue la dice Rivadavia en la Sala de Representantes, como Ministro de Bs As,
fundamentando la negativa a proporcionar la ayuda que San Martín reclamaba para terminar su
campaña libertadora. Achicar el país a las medidas de la Pampa Húmeda implicaba crear las
condiciones óptimas para una rápida europeización. Mantenerlo en las condiciones preexistentes de
extensión, implicaba asumir una tarea de mayores dimensiones y que se oponían a esa urgencia
civilizadora.
(Campaña libertadora del Alto Perú: San Martín pretendía moverse hacia Alto Perú con la ayuda de
las fuerzas del Norte a mando de Güemes, para ello reclama a Bs As que la ofensiva parte del actual
norte Argentino. Al demandar ayuda, Rivadavia se niega acuñando esta zoncera y Argentina pierde
el Alto Perú).
Manuel José García dice que al país le era útil que los españoles permanecieran en Perú, este es el
mismo que pacta la entrega de la Banda Oriental al Emperador del Brasil.
San Martín, teniendo que ultimar la Guerra de la Independencia e impedido por la política de
Rivadavia de achicar el territorio, tiene una entrevista con Bolivar, la consecuencia lógica es que el
mas fuerte en este momento asuman el mando y que el más débil (debilitado por la traición a sus
fines americanos) lo ceda, para no traicionar esos fines.
Sobre la base de supuestas pequeñas desinteligencias entre los dos libertadores se intenta olvidar su
coincidencia básica que es la unidad americana. Y por otro lado, distraer la atención del
conocimiento de las traiciones antiamericanas de Rivadavia y los suyos, que obligaron a San Martin
a retirarse.
La zoncera es de Mitre.
García, Ministro de Rivadavia, conviene con el Emperador del Brasil al entrega de la Banda
Oriental. Rivadavia se ve obligado a desautorizarlo pero no puede esconder su responsabilidad.
Ahora aparece la mano escondida de Inglaterra que ha ganado a Lavalleja para su plan. Este es que
la Banda Oriental no fuera ni argentina ni brasileña. (Querían que fuera un apostadero comercial,
algo a lo que el Emperador y Dorrego se resistían. Dorrego fue presionado a firmar la paz debido al
control británico en el Banco Nacional, y a los intereses de los unitarios que allí trabajaban, que
desechaban todos los pedidos de fondos por parte de Dorrego. Así los poderes financieros
constituidos por Rivadavia y sus compañeros obligaron a Dorrego, quien después fue fusilado por
ellos mismos al no haber obtenido frutos de la victoria militar).
La disgregación del virreinato fue producto de la mentalidad ideológica de dirigentes que sustituían
los elementales principios que hacen las grandes de las naciones, por las perspectivas que ofrecían
los mitos económicos y culturales del siglo XIX.
La Republica Oriental del Uruguay fue inventada donde antes existía la Banda Oriental del Rio de
la Plata, esta era una provincia como Entre Ríos, Santa Fe, etc.
Cuando la Republica Oriental del Uurugay se invento hubo que inventar a los uruguayos. Y estos
fueron franceses, italianos, hasta ingleses, ahora hay uruguayos nativos por los orientales
terminaron por serlo.
(Uruguay funcionaba para evitar que Argentina y Brasil continuaran siendo una amenaza para los
intereses extranjeros, siendo una republica inventada, está constituida en su mayor parte por
extranjeros que atendían a los intereses ingleses).
Esta zoncera tiene que ver con el hecho de que aquellos que defendían Montevideo no eran propios
de Montevideo sino extranjeros, siendo así que no defendían el territorio por el sentimiento de
pertenencia, aquí los sitiados aquí son los intrusos, los sitiadores son los dueños de casa. La troya
americana no era más que el puerto de desembarco de los nuevos conquistadores, la base de
operaciones de una nueva colonización.
La libertad de los ríos nos había sido impuesta después de una larga lucha en la que intervinieron
Francia, Inglaterra y el Imperio de los Braganzas. La proclama de la libre navegación es la pérdida
del dominio de cada uno en la parte que le corresponde. Con lo que se ve que la mentida “Libertad”
que significa nuestra perdida no es siquiera la determinada por el común uso y vecindad, sino una
disposición en beneficio de las banderas imperiales ultramarinas y en perjuicio de la formación de
una propia creación náutica. La libre navegación de los ríos fue una derrota argentina que nos
presentan como una victoria.
Zoncera que articula todo pensamiento antinacional. Este principio de la victoria no da derechos lo
aplicamos exclusivamente cundo se trata de los intereses de la nación. Es una forma pedagógica de
impedir siquiera la lucha.
Esta zoncera la recogió Sarmiento y la hizo suya. Es curioso que a pesar de esta zoncera, Sarmiento
se empeño en perder cultura ofreciendo las nieves de la Patagonia a los chilenos.
Consideraba que los países pequeños, fríos, eran más fáciles de gobernar que aquellos que
constituían un extenso territorio, especialmente en Argentina, donde estos territorios estaban
gobernados por lo que él consideraba la “barbarie”.
Enunciada por Alberdi, que no era una zoncera en si, pero se convirtió en una porque le imprimió
un sentido autodenigratorio.
Poblar América significaba poblar de determinada manera y con determinada población. Poblar
para Alberdi era acarrear inmigración inglesa. La realidad, como siempre, les jugó una mala pasada
a Sarmiento y Alberdi. Vinieron inmigrantes menos refinados, aunque más enérgicos y laboriosos
que si se integraron al viejo país criollo y dieron origen a la Argentina contemporánea.
Para el todo lo que venía de afuera era científico y lo que nacía de adentro era anticientífico, es
decir criollo. Como en la época de fundación del partido socialista no había otros trabajadores
industriales que una pequeña minoría, se encontró con esta alternativa: o facilitar las condiciones
para el desarrollo industrial que generase un proletariado científico o aceptar el rural, que sería
anticientífico. La única forma de no hacer política criolla era dejar que el pequeño grupo se
desarrollara y luego proporcionara las bases para generar los trabajadores a nivel científico. Hizo lo
primero pero no lo segundo, porque Justo fue liberal en economía y eso impidió el desarrollo de la
burguesía nacional.
La filiación intelectual que enuncia la expresión política criolla es la misma de los rivadavianos y se
origina en la incapacidad de comprender la realidad porque esta se ha decretado negativa
previamente.
Educar al soberano:
Despensa y educación significa la elevación de las condiciones sociales en el orden material que la
educación viene a complementar. Educación solamente significa confiar exclusivamente en la
eficacia del alfabeto.
Cuando el pueblo vota, como no vota científicamente, vota mal porque no está suficientemente
educado. El juicio sobre la capacidad popular fue el mismo y será siempre “no está suficientemente
educado”. La reacción sigue siendo la misma de los rivadavianos y el fundamento básico el mismo:
civilización y barbarie. Educar al soberano consiste en meterle las zonceras. Solo puede votar
cuando esta azonzado y no conoce sus intereses.
El “culto” seguirá creyendo que es una cuestión de raza o de herencia cultural, confundiendo cultura
con alfabeto y no con el producto de la vida en determinado medio geográfico e histórico. Son las
condiciones del medio y las del sujeto en su formación histórica, las que permitirán decidir de su
aptitud o no. Ni el hombre gringo ni el hombre gaucho carecen de aptitudes, solo que cada uno
posee aquellas en que fue formado, las jerarquiza como superiores y tiene un concepto despectivo
en lo que no figura en sus tablas de valores.
Se ve como algo malo, porque una persona que duerme siesta es menos productiva. }
De las zonceras de autoridad que se le olvidaron a Bentham: son zonceras que comienzan con el
destete, son previas a las de autoridad y sirven precisamente para crear autoridad o para restarla a
quienes se opusieron a los respectivos autores de zonceras.
Zoncera N°16:
a) El niño modelo
Importada desde EEUU. El niño modelo para los norteamericanos es Benjamin Franklin, el nuestro
es Domingo Faustino Sarmiento. El niño modelo, según el patrón norteamericano, lleva un diario de
su vida que se interrumpe por muerte prematura. El nuestro tiene que vivir para llegar a presidente,
y para escribir su biografía.
Como EEUU tenia un modelo de hombre inteligente, se intento crear un equivalente en Argentina.
Burla sobre la inteligencia de Sarmiento, desde la infancia se achaca la idea de que Sarmiento nunca
ha faltado a la escuela, que era un modelo de cómo un estudiante debía ser, aquí, lo que intenta
demostrar era que Sarmiento no era tan inteligente como intentaron hacerlo ver.
Sarmiento era manso sorete que mandaba al frente a los compañeros cuando no sabían algo sobre la
lección fingiendo ayudar para después clavárselas.
La familia de los Sarmiento tenía una reputación de embusteros. A los 57 años, Sarmiento decía que
mantenía vivo “el don de la veracidad venida de su familia”. (Contraproducente, teniendo en cuenta
que en San Juan los trataban de mentirosos).
b) El hombre modelo
Las zonceras de Sarmiento las invento Sarmiento. Rivadavia hizo zonceras más que decirlas, las
frases más conocidas sobre Rivadavia fueron inventadas por Mitre, que al parecer no le bastaba con
hacer las suyas.
Zoncera N°20:
1) El canal de Rivadavia
Zoncera N°21:
Zoncera N°22:
Zoncera dicha por Mitre. Sobre esto, San Martin opinaba que Rivadavia había cometido muchos
males no solo al país sino a toda América con su pensamiento.
José Marmol nunca estuvo preso, se fue a Rio de Janeiro por temor a que sus amoríos con mujeres
casadas acabaran en desastre. Era hijo del General Guido.
La imagen de Rosas, que la historia oficial nos ha brindado, es más bien la de un hombre práctico, y
utilitario, y rechaza la idea del tirano jugando a la cinchada con la naturaleza. Era además,
demasiado conservador.