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La tergiversación de la prensa

y un general de la Nación Argentina


Alfredo R Weinstabl - Otros textos del
autor

011208 - En los estados democráticos


es aceptado que los medios masivos
de comunicación desempeñan un rol
fundamental en la sociedad. Son la
variable independiente y constituyen
uno de los vínculos del Estado con la
comunidad. Son unos de
los actoresmás importantes en la
configuración de la vida y de la opinión
pública y constituyen sin lugar a dudas
el llamado “cuarto poder” en la
República.

Esta denominación popular proviene de


su capacidad para controlar, a través
de la información veraz, los actos de
gobierno y de las instituciones del
Estado. A su vez opera sobre el
electorado, dueño de su propio destino.

Pero, frecuentemente no siempre es así. Más precisamente muchas


veces pierden objetividad y se manipula la noticia a medida de su
propio interés y conveniencia. En particular, en nuestro país, la
desinformación agobia.

En numerosos casos se suman a la falta de responsabilidad


periodística, la pérdida de sentido critico y, en muchas oportunidades,
un descarado interés económico lleva a tergiversar los hechos y las
situaciones.
Heriberto J. Auel
Muchos medios abandonaron el rol de ser el contralor del
poder, para convertirse en el medio de manipulación de los
ciudadanos que votan y deciden el destino de la Nación.

Muy frecuentemente las noticias responden a la particular óptica del periodista, de su ideología,
del compromiso editorial o simplemente, a criterios de venta. De venta de angustias.

A continuación deseamos mostrar la tergiversación de una noticiaque velozmente se reprodujo


en numerosos medios del país y que relata hechos diametralmente diferentes a como en realidad
sucedieron.
Hace unos pocos días atrás, en varios medios apareció la información de que en el Tribunal
Federal Oral de la ciudad de Neuquén, “un general procesista”, “reivindicaba la dictadura y al
golpe de Estado”. La noticia surgió de un artículo publicado por el periódico Río Negro, del 20 de
este mes.

Los verdaderos y reales hechos ocurridos en el Tribunal se describen a continuación.

El General de Brigada (R) Heriberto J. Auel (1) fue citado por el Tribunal mencionado, convocado
por la defensa de algunos de los ocho prisioneros políticos procesados en la causa en debate (2).

Su citación fue en calidad de “testigo de concepto” (3), no relacionado con la causa.

En su testimonio el General señaló:

· Que iba a “conceptuar”, entendiendo que el concepto es “un mapa de ideas”. Estas exigen
validación, de lo contrario estamos en presencia de meras “opiniones”.

· Que la guerra es un hecho “socio-político”, que da lugar a la “batalla” a nivel estratégico y a


los “combates”, en el nivel táctico. Quedan definidos así tres planos diferenciados y tres
categorías de la acción, también totalmente diferenciadas. Son de responsabilidad militar solo las
dos últimas. La primera es de exclusiva y excluyente decisión política.

· Que en el caso de marras, en el marco de la guerra fría, la agresión terrorista se produjo bajo
conducción estratégica “externa” –Moscú-La Habana- y la acción sobre el terreno a través de
grupos internos, socialmente resentidos. –Veintitrés organizaciones armadas, de las cuales
actuaron diecisiete.

· Que su arma principal fue el “odio social” pre-existente, en el ambiente de un país en fuerte
crisis del sistema político. Ello indica que el país esteba en presencia de una guerra “civil”,
“interna”, “no convencional”, conducida política y estratégicamente por estados extranjeros,
tácticamente operada por argentinos. Guerra técnicamente definida como “muy limitada”, que
queda fuera de el sostén del derecho internacional público –la Convención de Ginebra”- y que, en
consecuencia, DEBIÓ SER SOSTENIDA POR EL DERECHO NACIONAL.

· Que dicha responsabilidad jurídica era y es totalmente inherente al plano político. Por
ignorancia, sorpresa, apresuramiento o irresponsabilidad, dicha condición no se cumplió. Las
tropas fueron lanzadas al combate, por el “cuasi-estado”, sin bases ético-jurídicas, ante la
desesperación de un pueblo horrorizado por el terrorismo revolucionario. Para profundizar en el
concepto de la antigua e hibernada “guerra civil argentina”, el General propuso la lectura de un
libro de tesis: “Las guerras Civiles Argentinas”, del Dr. Juan Álvarez –Ex Juez de la CSJN-.

· Que se dictó un decreto de “movilización de las FFAA” y de “aniquilamiento de la


subversión”, -que ésta no era una entelequia abstracta y la corporizaban terroristas adiestrados
en “Punto Cero” –Cuba-, por donde pasaron ocho mil cuadros revolucionarios
argentinos, además de Libia, Palestina o Alemania Oriental-.

· Que nuestros dirigentes políticos ignoraron que la guerra, la “continuación de la Política por
medios de fuerza” -Clausewitz-evoluciona y cambia de formas y naturaleza, acompañando a la
civilización. Que es un fenómeno “lúdico y agonal” y que exige previsiones estratégicas. Argentina
no las tenía, ni las tiene hoy, pues se niega a reconocer las “nuevas amenazas” y con ello se niega
a evitar una eventual guerra. Por ello, además de otras razones, señaló como causal central de lo
ocurrido al “cuasi-estado”, débil y extemporáneo.

· Que mientras en el Hemisferio Norte nuclearizado regía la“mutua destrucción asegurada” y


se vivía la “pax del terror nuclear”, TODO el Hemisferio Sur –carente de arsenales QBN- era
envuelto por guerras civiles revolucionarias. No fue un
fenómenoargentino aislado. Ibero América estaba incendiada.

· Que ninguna relación tienen los “golpes de estado” y la “dictadura” con la agresión
terrorista revolucionaria que sufrió el hemisferio sur. Las primeras son consecuencia de
la disfuncionalidad del sistema político, como mecanismo de acuerdos sociales y la segunda, la
agresión terrorista revolucionaria, era consecuencia de una guerra extrañamente “fría”, entre las
superpotencias, pero que producía en el Hemisferio Sur guerras que nos eran desconocidas, pero
que no eran frías.

· Que el intento de la querella en llevar al testigo al “dolo”, por “apología del


delito”, constituía un “agravio gratuito e irrazonable”, toda vez que el testigo, a lo largo de su
exposición nunca los mencionó y, afirmó que a lo largo de cuarenta años de servicios, SIEMPRE se
opuso a los golpes de estado, a las dictaduras y sigue oponiéndose a las tiranías
contemporáneas, como lo pueden atestiguar quienes lo conocen o quienes hayan leído sus
numerosos trabajos.

· Que como politólogo estaba convencido que el sistema político se recompone desde la
Constitución y desde el propio sistema político. Sus interrupciones nos han llevado a un
eterno comenzar, defraudando cíclicamente a la esperanza pública.

· Que el intento de la querella, al mezclar hechos de naturaleza diversa, argumentando que


la “Revolución Libertadora se hizo para reemplazar a la Constitución del ’49”, era ajena a la
razón por la que el testigo fue convocado, pero que hacía notar al Tribunal que la guerra civil
revolucionaria en la Argentina tuvo su reconocido comienzo recién en 1959. (4)

· Que la mentalidad “lineal”, común a los occidentales y a nuestra dirigencia, tropezó con una
estrategia que nos era desconocida: la aproximación indirecta. El término “aniquilar” es el eje del
pensamientoclausewitziano y nuestro enemigo marxista-leninista se inspiraba en Sun-Tsu. Su
maniobra estratégica fue eficaz: perturbó a nuestra sociedad y la lleva naturalmente a su auto-
destrucción. Es esa la quinta esencia de la estrategia de nuestro enemigo.

· Que la Nación Argentina, a través de sus FFAA, de Seguridad y Policiales, ganó todos los
combates. No dio batalla, por carencias institucionales y la guerra es hoy explotada por los
residuos revolucionarios en los estrados de la justicia federal. La Argentina es el único país de la
región que hizo judiciable al hecho socio-político de la guerra. Por esa razón su transición de
posguerra es negativa y retrógrada. La Argentina está hoy en decadencia.

· El Pte Alfonsín fue defensor del jefe del ERP. Ello nos permite deducir que conocía muy bien
los graves acontecimientos ocurridos. Llevado por el asesoramiento de los Dres. Malamud Gotti y
Nino, dictó los decretos 158/83 y 157/83. El primero llevó a los tribunales un hecho socio-político
que merecía solo sanciones políticas. El segundo, que encausaba al agresor terrorista
revolucionario, aun yace en algún cajón de alguna fiscalía.

· Que si hubieren existido delitos “en la guerra”, debían ventilarse en los tribunales militares,
que eran los pertinentes. Se sacó a los reos de su juez natural y como ello no alcanzó, se destrozó
la jurisprudencia argentina a través de la aplicación de normas“posteriores a los hechos del
delito”. Por ello se debe concluir que la “explotación de la guerra” está en los estrados judiciales,
impulsada por los vencidos en combate, hoy querellantes, que han trastocado la victoria táctica
del pueblo argentino, en victoria político-estratégica de los terroristas revolucionarios residuales,
treinta años después, en una etapa histórica totalmente distinta a la de los ’70.

· Que es probable que la razón del llamado al testigo de “concepto” por parte de la defensa se
deba, justamente, al hecho del tratamiento en estrados judiciales de un tema específicamente
polemológico (5), por personal “lego”, es decir, se están tratando los hechos “en la guerra”, fuera
de sus estrados naturales.

· Que si se tratara del “delito de la guerra”, estaríamos transitando un terreno específico de la


filosofía política, -magistralmente tratada por Juan Bautista Alberdi en uno de sus libros liminares,
totalmente ajeno a tratamiento judicial alguno.

· Que oportunamente, en los primeros meses del año 1984, el Ministro de Defensa, Sr. Raúl
Borrás, recibió asesoramiento al respecto del EMCFFAA y que el testigo, destinado en dicho EM,
estuvo presente cuando el Ministro decidió poner “un punto final” al grave problema político-
institucional que originaba el desafortunado Decreto 158/83. Desgraciadamente su prematuro
fallecimiento impidió continuar con esa decisión, expresó el General.

· Que preguntado si se aplicaron tácticas tomadas del Ejército Francés, dijo que todas las
tácticas, es decir, los procedimientos de combate contraguerrilla de países que habían
experimentado esos “conflictos de baja y media intensidad”, fueron estudiados en los institutos
militares. Era conveniente tomar experiencias de otros y en particular sus conclusiones.

· Que ante una pregunta de la defensa, acerca de su relación con el Sr. Cnl Reinhold, dijo
que era amigo y compañero de promoción y lo definió como un profesional “serio, prestigioso,
responsable, juicioso hombre de familia y religioso".

Durante la exposición del General la parte acusadora intentó impedirle exponer, siendo
observada por el Tribunal, reiteradamente.

Al terminar el General Auel su exposición, la abogada Romina Sckmunck del Centro de


Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH), solicitó al Tribunal que el testimonio del
General sea girado al Juzgado de Instrucción, para que sea investigado por apología del crimen y
por apología del golpe de Estado del año 1976. La solicitud de la Dra. Sckmunck fue estudiada y
rechazada de plano por el Tribunal Federal.

Como conclusión, nada de lo expuesto en el título y contenido publicado por el diario “Río
Negro”, “El general Auel reivindicó el golpe de Estado” – “El militar procesista quedó al borde del
procesamiento por apología del delito”, se ajusta a la realidad y a la verdad. En todo caso, el
título está relacionado con la intención de los querellante y el diario se alinea con ellos.
El caso descripto se puede calificar como de corrupción comunicacional. Se transmitió a la opinión
pública una información totalmente errónea, distorsionada y tergiversada.

En términos de análisis político es una modalidad de manipulación de la opinión pública para


conducir a las masas de acuerdo a fines inconfesables, sin importar si estos se encuentren dentro
de los lineamientos de las leyes, de la realidad y de la verdad.

NOTAS:

(1) El General de Brigada (R) Heriberto Justo Auel es un prestigioso militar en el que se conjugan
sus sobresalientes aptitudes operativas con una profunda y acabada preparación académica. De
fuertes convicciones republicanas y democráticas. Ha cursado varias licenciaturas universitarias
relacionadas con Ciencias Sociales y el doctorado en Relaciones Internacionales, con el solo fin de
impulsar los conocimientos de Polemología y Estrategia Contemporánea en el ámbito
universitario y en los Institutos Militares Superiores. Desarrolló numerosas conferencias y
ponencias, tanto en el país como en el extranjero. Es miembro de diversas Academias e Institutos
relacionados con la Geopolítica, la Estrategia, el Estado y las RR. II. Durante 40 años ejerció y
ejerce aún, la investigación y docencia en institutos y universidades. También publicó numerosos
artículos y es autor de varios libros que hoy sirven como indispensable consulta, en las diferentes
materias que imparte. Uno de sus últimos libros, “ESTRATEGIA INTERNACIONAL
CONTEMPORÁNEA”, publicado en el año 2006- ha sido el que indujo a la defensa para que
“conceptualizara” el marco situacional en que se desarrolló la especie de “guerra civil
revolucionaria” que la Nación Argentina enfrentó, entre 1959 y 1989, como subsidiaria de la
“guerra fría”.

(2) Teniente Coronel Oscar Lorenzo Reinhold, oficial de inteligencia del Comando de la Sexta
Brigada de Infantería de Montaña, de Neuquén, e imputado en este juicio.

(3) Testigo de Concepto: Es la persona citada a fin de que señale los elementos sustantivos que
definen a los hechos en análisis.

(4) El autor de ésta nota desea introducir aquí un párrafo: en el año 1983, en los kioscos de Bs.
As. se vendía un folleto titulado “Democracia y Liberación”. Se trataba de una entrevista
concedida por el célebre terrorista internacional Gorriarán Merlo a un periodista colombiano, en
Lima. Ante la pregunta ¿Cuál ha sido el mayor éxito de la revolución marxista en la Argentina, en
las últimas décadas?, GM respondió: “Haber logrado el golpe del ‘76”.Los comentarios sobran.

(5) Polemología es una disciplina de la ciencia política que trata de la guerra (una forma de hacer
política)

Nota de Atajo - Plataforma Cero

Dr. Heriberto J. Auel

Es santafecino, casado, tiene 4 hijos.


Oficial de Estado Mayor. Paracaidista Militar. Ha comandado tropas de llanura, de montaña,
aerotransportadas y mecanizadas. Se le solicitó el retiro en 1988, siendo Jefe de Operaciones de
EMCFFAA.
Fue Casco Azul en la Línea del Cese del Fuego del Canal de Suez, luego de la “Guerra de los 6 Días”.
Es Licenciado en Ciencias Políticas, Licenciado en Administración y Licenciado y Dr. en Relaciones
Internacionales.
Se ha desempeñado como Profesor Titular en Institutos Militares y Universidades Nacionales y
Privadas.
Ha publicado más de un centenar de artículos sobre Estrategia, en revistas especializadas, en los
últimos tres años. Su último libro, “La Argentina en sus Posguerras”, fue publicado por EUDEBA, en
1999.

Actualmente se desempeña como:

-Pte. del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires,


-Vice-Pte. de la Academia Argentina de Asuntos Internacionales,
-Profesor Titular de la Licenciatura en Estrategia en la Un. Maimónides.
-Profesor Titular de la Licenciatura en Ciencia Política en la Un. Católica de La Plata.
-Miembro de Honor del Instituto Teoría del Estado.
-Miembro Activo de la Asociación Argentina de Derecho Internacional.

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