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UNIVERSIDAD DE LA SERENA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS


DEPTO. DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE PERIODISMO

LA ÉTICA DE LOS FOTOPERIODISTAS CHILENOS QUE SE HAN


DESEMPEÑADO EN PROBLEMAS SOCIALES NACIONALES OCURRIDOS
ENTRE 1980 Y 2016

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN PARA OPTAR AL GRADO DE


LICENCIADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL

PROFESOR GUÍA: CRISTIÁN RENÉ MUÑOZ CATALÁN

AUTORES:
ELIZABETH MARISOL LAFLOR CORTÉS
MARÍA LORETO PALMA PIZARRO
FRANCISCO JAVIER TRASLAVIÑA DÍAZ

JULIO, 2018
La Serena, Chile



Se permite la reproducción parcial o total de este documento, siempre y cuando
no se altere el contenido del mismo y se cite la fuente.

2

HOJA DE CALIFICACIÓN

CALIFICACIÓN CALIFICACIÓN NOTA FINAL


NOMBRES INFORME INDIVIDUAL

40% 60%

Elizabeth Laflor Cortés

María Palma Pizarro

Francisco Traslaviña Díaz

_______________________ _______________________
Mg. Cristian Muñoz Catalán Hernán Cortés Olivares
Prof. Guía Director
Depto. Cs. Sociales

FECHA DE PRESENTACIÓN:_____________________________________

UNIVERSIDAD DE LA SERENA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE PERIODISMO

3

Dedico este trabajo, como símbolo de agradecimiento; a mis padres, hermanos y
abuelos; por dejar que cumpla mis sueños.

A mis amigas de Monte Patria y a quienes también se convirtieron en ello


durante mis años como estudiante universitaria.

Y, por supuesto, a las personas que compartieron sus conocimientos e


invirtieron su tiempo en este Seminario de Investigación.

Elizabeth Laflor Cortés.

4

A María Soledad y Marcelo Rolando, por haberme dado la vida y permitirme ser
lo que soy de manera incondicional. Este logro también es de ustedes.

A los profesores Marcela y Cristian, por guiar este proceso.

A Elizabeth y Francisco, por ser parte de esta aventura.

Esto es solo el comienzo.

María Loreto Palma Pizarro.

5

Dedico todo este trabajo a mis dos únicos superhéroes: mis padres, quienes
jamás dejaron de creer en mí.

También a todos los amigos y gente amable que conocí en el desarrollo de mi


carrera universitaria. Cada uno de ellos me aportó e influyó de forma positiva en
mi crecimiento. Gracias a ellos me volví una persona más segura, que intenta
cada día ser la mejor versión de sí misma.

Muchas gracias amigos, los veré del otro lado.

Francisco Traslaviña Díaz.

6

Como equipo de trabajo, nuestros agradecimientos van dirigidos a la
profesora Marcela Altamirano y Cristian Muñoz, por entregarnos los
conocimientos fundamentales para la ejecución de este Seminario de
Investigación.

A Laurita y Pedrito, quienes con su buena voluntad y carisma dan vida a


la Escuela de Periodismo ULS.

A los fotoperiodistas que tuvimos el agrado de conocer, entrevistar y que


forman parte importante de este seminario:
Roberto Candia, Diego Figueroa, Alfonso González, Héctor González, Christian
Jamett, Nicole Kramm, Víctor Pérez y Juan Vargas.

A los amigos y familiares que nos ayudaron durante nuestra estadía en


Santiago.

Elizabeth Laflor Cortés


María Loreto Palma Pizarro
Francisco Traslaviña Díaz

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TABLA DE CONTENIDO

Hoja de calificación ……………………………………………………………….…3


Dedicatorias ……………………………………………………………………….….4
Agradecimientos ………………………………………………………………….….7
Resumen ……………………………………………………………………….……. 10
Abstract ……………………………………………………………………………….11
Introducción…………………………………………………………………………..12
I. Planteamiento del problema ………………………………………………...….13
I.1 Pregunta de investigación …………………………………………………. 14
I.2 Justificación …………………………………………………………………..15
I.3 Antecedentes …………………………………………………………………18
I.4 Objetivos ……………………………………………………………………....22
I.4.1 Objetivo general…………………………………………………………...22
I.4.2 Objetivos específicos…………………………………………………......22
II. Marco teórico ...……………………………………………………………….......23
II. 1. Capítulo uno: El fotoperiodismo…………………………………… 24
II.1.2. Historia del fotoperiodismo …………………………….……. 25
II.1.3. El fotoperiodismo chileno ………………………….….…….. 30
II.2. Capítulo dos: Problema social……………………………...……..…34
II.2.1. Conflicto y problema social: conceptos…………………….. 34
II.2.2. Movimientos sociales…………………………………………36
II.2.3. Problemas sociales en Chile…………………………………37
II.3. Capítulo tres: Ética……………………...…………………………...…45
II.3.1. Orígenes……………………………………………………..…45
II.3.2. Ética y moral…………………………………………………....47
II. 3.3. Códigos éticos del periodismo…………………………........49
II.3.4. Códigos de ética del fotoperiodismo internacional………...62
II. 3.5. La ética en el fotoperiodismo chileno……………………....67
III. Marco metodológico …………………………………………………………... 69
III.1. Paradigma ………………… ………………………………………..….70

8

III.2. Enfoque o metodología …………………………………………………72
III.3. Diseño ………………………………………………………………...… 74
III.4. Técnicas …………………………………………………………….……76
III.5. Instrumentos ……………………………………………………………. 78
III.6. Muestra ………………………………………………………….…...…..82
III.7. Categorías ……………………………………………………………….86
III.8. Criterios de rigor científico ……………………………………………. 87
III.9. Tipo de análisis ………………………………………………………… 88
III.10. Análisis de resultados………………………………………………....90
Conclusiones………………………………………………………………..………..98
Bibliografía………………... ………………………………………………………. 102
IV. Anexos………………………………………………………………………..…..108
IV.1. Entrevista 1: Christian Jamett……………………………………...…109
IV.2. Entrevista 2: Diego Figueroa………………………………………....113
IV.3. Entrevista 3: Alfonso González……………………………………….116
IV.4. Entrevista 4: Roberto Candia…………………………………………119
IV.5. Entrevista 5: Héctor González………………………………………..123
IV.6. Entrevista 6: Juan Vargas…………………………………………….126
IV.7. Entrevista 7: Nicole Kramm…………………………………………...129
IV.8. Entrevista 8: Víctor Pérez…………………………………………..…134
IV.9. Cartas de validación……………………………………………….…..137

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RESUMEN

El fotoperiodismo es un género periodístico que tiene como objetivo


representar y comunicar, a través de fotografías, determinados acontecimientos,
personajes, temáticas o hechos.

En Chile, el ejercicio de esta profesión no se encuentra tácitamente


regulado por un Código de Ética.

Es por ello que a través de la presente investigación, la cual tiene como


objetivo analizar el pensamiento ético de fotoperiodistas chilenos que se han
desempeñado en problemas sociales nacionales ocurridos entre 1980 y 2016,
conoceremos los valores centrales del fotoperiodismo, las creencias éticas de
los fotoperiodistas y cómo estas influyen en sus decisiones profesionales.
Además, se revisarán sus opiniones con respecto a la ética aplicada en el
ejercicio del fotoperiodismo chileno de las últimas décadas.

Para llegar a resultados concluyentes, se trabajó bajo una metodología


cualitativa, mediante la aplicación de entrevistas semiestructuradas a
profesionales del fotoperiodismo.

Palabras claves:

Fotoperiodismo, ética, problema social, Chile, fotografía, periodismo.

10

ABSTRACT

Photojournalism is a particular form of journalism that employs


photographs to inform, communicate and tell a news story.

In Chile, there is no Code of Ethics for photojournalists. For that reason,


the objective for the present investigation is to analyze the ethical thinking of
Chilean photojournalists involved in national social problems occurred from 1980
to 2016. In order to do so, it has been used a qualitative research method
through the application of specific techniques, such as semi-structured interviews
with selected photojournalists.

Keywords:

Photojournalism, ethics, social problem, Chile, photography, journalism

11

INTRODUCCIÓN

De 1980 a 2016, Chile ha vivido numerosos problemas y conflictos


sociales relacionados con el área de educación, trabajo, salud, catástrofes
naturales, política, identidad sexual, inmigración, pobreza, desigualdad, pueblos
originarios y sistema de pensiones.

Toda situación de desequilibrio en un grupo de individuos requiere de dos


partes ideológicamente opuestas o bien, de un factor externo que altere la
armonía antes existente. Asimismo, estos dos necesitan que sus creencias sean
escuchadas con el propósito de buscar adhesión o rechazo por otro grupo
distinto o similar y así, recuperarse del desajuste.

El fotoperiodismo se inserta en la comunicación social con el fin de


informar, educar, formar opinión y mostrar la realidad de una sociedad
determinada de la manera más objetiva posible, obedeciendo las bases
centrales del periodismo, sin embargo, siempre tomando en cuenta que la
información entregada es procesada antes por filtros y parámetros subjetivos
que corresponden a la escala de valores morales y éticos del profesional.

De esta manera, se formula la pregunta de este seminario de


investigación: ¿cuál es el pensamiento ético de los fotoperiodistas chilenos que
se han desempeñado en problemas sociales nacionales ocurridos entre 1980 y
2016?, con la cual se pretende ahondar en las bases éticas del fotoperiodismo
nacional.

12

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

13

I.1. Pregunta de investigación

Actualmente en Chile no existe un Código de Ética exclusivo para la


regulación de normas conductuales, valóricas y de procedimiento del
fotoperiodismo. Por esta razón, el presente seminario de investigación tiene
como propósito dar conocer la autorregulación de los fotoperiodistas en su
quehacer laboral, respondiendo a la pregunta central:

¿Cuál es el pensamiento ético de los fotoperiodistas chilenos que se han


desempeñado en problemas sociales nacionales entre 1980 y 2016?

14

I.2. Justificación

“La ética de los fotoperiodistas chilenos que se han desempeñado en


problemas sociales nacionales ocurridos entre 1980 y 2016” es el título de la
tesis que se plantea con el propósito de conocer el pensamiento ético de los
fotoperiodistas frente a hechos que han repercutido en la sociedad chilena.

Se escoge el fotoperiodismo como disciplina a analizar ya que, como


señala De Pablos (2014):

“No es tan solo fotos de prensa o fotografías realizadas para su


publicación en un medio impreso, mejor, un medio gráfico. Es y ha de
interpretarse como algo más. El fotoperiodismo es la actividad profesional
que tiende a la publicación de imágenes analógicas en medios gráficos,
donde la foto va a llevar al texto informativo al pie como recurso
inseparable y necesario. Al decir ‘imágenes analógicas’ no se refiere a su
soporte, sino a la propia imagen que se va a reproducir después de ser
captada” (citado por Gutiérrez, p. 24).

Actualmente, vivimos en una sociedad en la que prima lo visual por sobre


lo verbal. Cada día llegan miles de imágenes a nuestros sentidos gracias a las
nuevas tecnologías, las cuales demandan una forma de leer y de escribir. De
esta manera, la fotografía se convierte en el mejor aliado del lector al momento
de construir una imagen más cercana a la realidad, pues captura por siempre las
emociones, ideales, conductas, percepciones y costumbres de una sociedad, en
cualquier parte del mundo.

15

Alonso Erausquin afirma que “el fotoperiodismo se asienta en un amplio
campo que abarca desde una exigencia de transmitir directa y eficazmente
novedades (fotografía informativa plena) a una mera presencia ilustrativa al lado
del relato escrito de tales novedades (fotografía de uso informativo, de tono
débil)” (citado por Gutiérrez, 2014, p.25).

En este seminario de investigación se plantea conocer los pensamientos


éticos de un fotoperiodista, debido a que en Chile no existe una normativa ética
que regule la labor del profesional gráfico. Solo fue a principios de la década de
1980, en pleno régimen militar, cuando surgió la Asociación de Fotógrafos
Independientes (AFI), cuyo objetivo fue responder a la necesidad de agrupar a
todos los fotógrafos que trabajaban de manera independiente, sin respaldo
institucional alguno y que estaban imposibilitados de formar parte de la Unión de
Reporteros Gráficos. La AFI alcanzó a reunir a un significativo grupo de
fotógrafos, cuyas imágenes retrataron la vida urbana en los años de dictadura y
denunciaron los atropellos del gobierno. Sin embargo, esta agrupación solo
estuvo conformada hasta el 1990 y no redactó ningún código ético.

Según García (1944), la ética es o puede ser normativa ya que al llevar a


la conciencia del hombre las directrices que han de orientar su conducta, esta
influye en las decisiones de su albedrío, convirtiéndose en un factor
determinante de la acción humana. Asimismo, es “el sentido de la vida y lo que a
través de la existencia hemos hecho o estamos haciendo de nosotros mismos y
no solo cada uno en sí, sino también de los otros, porque somos responsables
del ser moral y del destino de los demás” (Aranguren, 1979, p. 313).

Esto significa que el hombre, como individuo y ser social, tiene


obligaciones morales que se fundan básicamente en la dignidad de las
personas. En este sentido, la ética ayuda al humano a dirigir sus actos, el cual
escoge deliberadamente y con discernimiento según sus valores adquiridos o

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heredados, los que moralmente pueden ser aprobados, castigados o criticados
por la sociedad.

Dentro del fotoperiodismo, la ética juega un papel fundamental pues el


fotoperiodista, al momento de disparar una fotografía, decide los elementos que
mostrará como realidad objetiva, la cual primeramente debe pasar por una
reflexión subjetiva del mismo profesional que, muchas veces, requiere de una
formación ética rigurosa, amplia e integra. Al no ser una fotografía artística, sino
meramente relacionada a la labor del periodismo, que se ciñe a informar los
hechos de interés público de la manera más objetiva, el fotoperiodista no puede
cometer una adulteración de la imagen ni mucho menos mostrar una realidad
inventada.

Por otro lado, el problema social es parte inherente de una sociedad,


pues da cuenta de la complejidad del ser humano al formar parte de un
colectivo, donde cada integrante posee la libertad de elegir su propia visión de lo
que acontece.

Al recuperar la democracia, Chile ha vivenciado distintos conflictos


sociales, demandas y denuncias, por medio de marchas, paros y protestas,
convocados por movimientos sociales emergentes y consolidados. Además, por
sus características geográficas, se ha visto afectado por desastres naturales
como tsunamis, terremotos, aluviones, incendios y marejadas. En estos
acontecimientos, el fotoperiodista ha estado presente, registrando y
documentando hechos contingentes en la sociedad chilena e internacional, de
manera constante y sin ningún respaldo ético.

Es por esta razón que en este seminario de investigación se evidenciarán


los pensamientos éticos individuales de los fotoperiodistas chilenos escogidos,
analizando los elementos y patrones en común del grupo de muestra, así como

17

también, dar paso a la discusión pública sobre la creación de un código que
regule normativamente el desempeño de estos mismos.

I.3. Antecedentes:

En octubre del año 1999, el licenciado de la Universidad Estatal Paulista,


Julio Mesquita Filho, realizó una publicación en la Revista Latina de
Comunicación llamada “Manipulación en el fotoperiodismo: ética o estética”, en
la cual expone su opinión y analiza la responsabilidad ética que deben tener los
fotoperiodistas al fotografiar hechos que muestran el dolor ajeno y la violación de
la integridad humana.

Según el autor, en el fotoperiodismo, la ética se mezcla con la estética


porque cada fotógrafo tiene su propia visión del mundo, una visión que intenta
transmitir por medio de sus fotografías. En ciertos casos, la violencia cruda deja
de ser vista como violencia real, porque a través de la estética pierde su fuerza,
funcionando a veces apenas como un impacto visual. Esto puede llevar a malas
prácticas como la manipulación de las imágenes para exagerar o minimizar un
hecho.

Al final del artículo, el autor concluye que la responsabilidad ética en el


fotoperiodismo depende de tres actores: el fotoperiodista, porque es quien
atrapa la imagen; el editor en jefe, quien se encarga de publicarla en relación
con un texto, tema o contexto y las personas que son los receptores visuales
que tienen la responsabilidad de exigir más calidad en los productos
periodísticos, tornándose más crítico y para que así el fotoperiodista logre su
función primordial: informar con dignidad.

En abril del 2010, las licenciadas en Comunicación Social de la


Universidad Central de Venezuela, Karina Hernández Leal y Gabriela Leal Peña,

18

realizaron un seminario de investigación denominado “Aportes del
fotoperiodismo en tres momentos de la historia de Venezuela: Caso El
Nacional”. Tal obra se realizó con el objetivo de mostrar el aporte del
fotoperiodismo en tres momentos sociopolíticos históricos en ese país,
analizando y recopilando gráficas del periódico El Nacional. En principio,
describieron la evolución del fotoperiodismo como rama del periodismo en tal
país y demostraron la importancia del mismo como evidencia concreta del hecho
noticioso. Además, analizaron fotos de prensa según las leyes De Pablos Coello
e ilustraron el aporte del fotoperiodismo de El Nacional.

También, realizaron entrevistas a siete fotógrafos, dos periodistas y tres


historias, con el fin de recoger sus opiniones y experiencias, quienes ayudaron a
demostrar que la fotografía de prensa es el mejor aliado del lector al momento
de construir una imagen más exacta de la realidad, pues congela por siempre un
acontecimiento.

A partir de los relatos y experiencias de los reporteros gráficos,


periodistas e historiadores entrevistados, se concluyó que la fotografía de prensa
ha ido evolucionando junto al periodismo y cada vez obtiene más relevancia, ya
que entrega información adicional y logra captar un mayor número de lectores,
gracias al impacto visual que causan las imágenes.

Además, existe un reconocimiento a la labor del fotoperiodista, ya que la


mayoría de los reporteros expresó que es un trabajo arriesgado, en el que
muchas veces, su vida ha estado en peligro al cubrir hechos noticiosos.

Al realizar un análisis de 22 fotografías, las cuales fueron publicadas en


alguno de los tres momentos precisados en la investigación, se logró comprobar
el poder que tiene una foto como prueba de un hecho, ya que ayuda al lector a
observar los elementos que rodean al acontecimiento (lugar, personas, objetos y
sucesos). Sin embargo, ya que la documentación fotográfica demuestra solo una

19

parte del acontecimiento, cuenta con limitaciones al momento de ser capturada,
por lo que debe ser apoyada por otras fuentes documentales, como texto, videos
o imágenes de diversos autores, para dar cuenta de una visión más objetiva del
hecho.

En 2011, el académico de la Universidad de Sevilla, Miguel Franquet dos


Santos, publicó en el capítulo 61 “Códigos éticos y fotografía de prensa” de su
libro La ética de la comunicación a comienzo del siglo XXI, una comparación y
análisis de los códigos deontológicos de los fotoperiodistas en los siguientes
países: Portugal, España, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Franquet dos
Santos (2011) llegó a la siguiente conclusión:

“Nuestro estudio comparativo ha mostrado que los más representativos


códigos deontológicos de ámbito general, vigentes en los países seleccionados,
siguen estando pensados, sobre todo, para el periodismo escrito. Poca atención
es dedicada a las cuestiones específicamente relacionadas con la imagen. La
excepción es la inclusión de normas que prohíben la manipulación y la extensión
a la imagen de normas que visan proteger la privacidad de las personas. Pero
resulta difícil entender el silencio sobre la necesidad de facultar informaciones
que permitan comprender las imágenes”. (p. 825)

Dos años después, el Dr. Carlos Maciá-Barber publicó en diciembre del


2013 el artículo “Ética, Fotoperiodismo e Infancia: Imagen del Conflicto
Palestino-Israelí en España”, con el objetivo de determinar las características
específicas del tratamiento fotoperiodístico de ese país al cubrir el conflicto
Palestino-Israelí y mostrar jóvenes y niños en sus fotografías. Para precisar esos
rasgos, se analizaron todas las fotografías de esa naturaleza publicadas durante
el 2010 en seis de los diarios españoles más relevantes, tanto generalistas (El
País, El Mundo, ABC, La Vanguardia), como gratuitos (Qué! y 20 minutos), los
cuales abarcaban más del 50% del universo de lectores.

20

El total de imágenes publicadas por los diarios analizados, en las que
aparecían niños o jóvenes durante el periodo objeto de estudio, fue de 3.707.
Sin embargo, solo se estudiaron 26 fotografías referidas a niños y jóvenes en el
contexto del conflicto palestino-israelí, el 23,4% de un total de 111 imágenes en
las que aparecían niños y jóvenes en contextos bélicos.

Los resultados de las imágenes analizadas arrojaron que la distancia


geográfica, social, cultural y política del conflicto armado respecto a España
implica una mayor indefensión de la infancia y juventud ante la acción de los
periodistas, lo que se advierte en una inequívoca revelación de la identidad del
niño o joven, así como en la sobreexposición injustificada de su imagen.

Además, se da cuenta que el impacto de la imagen fotoperiodística no es


preferentemente cuantitativo (espacio y disposición), sino cualitativo (tema,
personajes y encuadre).

La investigación concluyó que la mayoría de imágenes (>50%) publicadas


en la prensa generalista (pagada) española durante el 2010 sobre el conflicto
palestino-israelí en las que aparecen bebés, niños y jóvenes, transgrede la
normativa legal, violando derechos de la infancia y juventud y vulnerando
principios de la deontología periodística.

En conclusión, los estudios seleccionados demuestran que el


fotoperiodismo debe funcionar teniendo como base una ética profesional que
vele por el respeto de la dignidad humana y al mismo tiempo, un trabajo
fotográfico riguroso, en el cual las fotografías transmitan emociones y cuenten
una historia. Las publicaciones anteriores, se relacionan al presente Seminario
de Investigación, ya que involucran el tratamiento del dolor y el respeto por la
dignidad de las personas, considerando la ética como una característica
primordial de los fotoperiodistas. Además, en el caso de la investigación de
Venezuela, se asemeja en la técnica para recopilar información, a través de

21

entrevistas a los profesionales pertinentes, quienes hablan sobre su experiencia
en el fotoperiodismo.

I.4. Objetivos:

I.4.1. Objetivo General

● Analizar el pensamiento ético de los fotoperiodistas chilenos que se han


desempeñado en problemas sociales nacionales entre 1980 y 2016

I.4.2. Objetivos específicos


● Distinguir los valores centrales en el fotoperiodismo declarados por los
fotoperiodistas entrevistados

● Descubrir las creencias éticas de los fotoperiodistas y cómo estas influyen


en sus decisiones frente a los conflictos sociales

● Revisar las opiniones de los fotoperiodistas en relación con la ética


aplicada por el fotoperiodismo en problemas sociales nacionales
ocurridos entre 1980 y 2016

22

II. MARCO TEÓRICO

23

II.1. Capítulo uno: El fotoperiodismo

La fotografía tiene un alto valor comunicativo en la página impresa, desde


una doble perspectiva, como elemento para atraer al lector y para permitir una
mejor comprensión de la información. Es una parte de la memoria visual de los
últimos siglos, junto con el cine y la televisión. Los medios de comunicación y
principalmente la prensa lo usan como vehículo fundamental para la transmisión
de la información visual y gráfica sobre el acontecer histórico, teniendo en
cuenta sus características particulares y con las funciones propias del lenguaje
que utiliza.

A su vez, Marco Antonio Cruz afirma que el fotoperiodismo “documenta


una historia, la historia de los hombres, las imágenes que provocan emociones e
informan” (2004, p. 75)

De Pablos (2014) señala que el fotoperiodismo:

“No es tan solo fotos de prensa o fotografías realizadas para su


publicación en un medio impreso, mejor, un medio gráfico. Es y ha de
interpretarse como algo más. El fotoperiodismo es la actividad profesional
que tiende a la publicación de imágenes analógicas en medios gráficos,
donde la foto va a llevar al texto informativo al pie como recurso
inseparable y necesario. Al decir ‘imágenes analógicas’ no se refiere a su
soporte, sino a la propia imagen que se va a reproducir después de ser
captada” (citado por Gutiérrez, p. 24).

Keene (1993) señala que el fotoperiodista “debe tener una mente curiosa,
un conocimiento general amplio y una intuición especial sobre los temas que
interesan a los lectores en cada momento, así como la capacidad de adivinar
cuáles serán los temas que interesarán la semana próxima” (p. 10). Además

24

agrega que “un fotógrafo de prensa tiene una butaca de primera fila en la
historia. La responsabilidad del fotógrafo de prensa puede ser enorme” (p. 10).

II.1.2. Historia del fotoperiodismo

El primer proceso fotográfico fue creado por el francés Nicéphore Niépce


en 1824 y consistía en imágenes obtenidas con betún de judea extendido sobre
una placa de plata, luego de un tiempo de exposición de varios días. En 1829,
Niépce asoció a Louis Daguerre en sus investigaciones y en 1832 crean un
nuevo método fotográfico que funcionaba a base de residuos destilados de
esencia de lavanda y lograba la exposición de las imágenes en un período de un
día. (Museo Nicéphore Niepce, 2007).

Con la muerte de Niépce, Louis Daguerre continuó sus investigaciones y


en 1838 creó el daguerrotipo, que era un artefacto capaz de realizar una etapa
de revelado, además el tiempo de exposición se reducía a solo 30 minutos.
Desde entonces, diversos inventores y científicos fueron aportando innovaciones
y nuevas propiedades al daguerrotipo. En 1839, Hippolyte Bayard descubrió el
medio de obtener imágenes positivas directamente sobre papel recubierto de
cloruro. Ese mismo año, William Fox Talbot creó el primer procedimiento
negativo/positivo, que permitía la multiplicación de una misma imagen. Años
más tarde, Hippolyte Fizeau reemplazó el yoduro de plata por el bromuro de
plata, lo que generó que el tiempo de exposición se redujera aún más y de esta
forma, se pudieron tomar las primeras fotografías de retrato. (Museo Nicéphore
Niepce, 2007).

La invención del daguerrotipo dio lugar a las primeras fotografías que


cubrían temas de contingencia. Uno de estos fue la guerra de Crimea, donde
surgieron los pioneros de la fotografía periodística como el diario inglés The
Illustrated London News, en el que trabajaban William Simpson como reportero

25

gráfico y Roger Fenton, considerado el primer fotógrafo de guerra. De este
manera, nació el fotoperiodismo.

Según Phillippe Dubois (1983), la fotografía pasó por tres etapas; en sus
inicios era considerada masivamente como “un espejo de lo real”, como la
imitación más perfecta de la realidad y esa capacidad mimética era gracias a la
capacidad técnica que le otorgaba el proceso mecánico, que le permitía hacer
aparecer una imagen automática sin que interviniera la mano del artista. Esto
generó que surgiera una divergencia entre fotografía y arte.

La fotografía sería el resultado objetivo de la neutralidad de un aparato,


mientras que la pintura sería el producto subjetivo de la sensibilidad de un artista
y de su habilidad.

Sin embargo, las concepciones de fotografía varían, pasando a definirse


como una “transformación de lo real”, debido a la incapacidad de la fotografía
para dar cuenta de toda la sutileza de los matices luminosos y otros elementos
visuales. Asimismo, presenta muchas fallas en su representación presuntamente
perfecta de la realidad, lo que provoca una actitud en los autores de la época
que consiste en denunciar esta facultad de la imagen para convertirse en copia
exacta de lo real. Toda imagen es analizada como una interpretación-
transformación de lo real, como una creación arbitraria, cultural, ideológica y
perceptual codificada (Dubois, 1983).

Por último, el tercer tipo de concepción de la fotografía fue como “huella


de una realidad”, en un principio surgió como un concepto técnico, provocado
por el funcionamiento químico y físico del instrumento. Debido a que solo se
podía obtener una composición de luces y sombras puramente plástica. Por otra
parte, el término de “huella”, también se refiere al momento de sacar la
fotografía, que está limitado por opciones y decisiones humanas (elección del
tema, tipo de aparatos, tiempo de exposición, ángulo de películas). Por tanto, la

26

imagen fotográfica se torna inseparable de su experiencia referencial, del acto
que la funda (Dubois, 1983).

Los primeros registros fotoperiodísticos en periódicos surgen en 1880


cuando medios como el Daily Herald y L’Illustration, publican sus primeras
fotografías utilizando una técnica llamada “halftone”, uno de los primeros
métodos de impresión que dieron origen a la tipografía.

Posteriormente, en Alemania comienza el trabajo de los primeros y


grandes reporteros fotográficos. Todos los que habían creado el fotoperiodismo
moderno en ese país propagaron sus ideas y ejercieron una gran influencia en la
transformación de la prensa ilustrada en Francia, Inglaterra y Estados Unidos,
pero con la llegada de Adolfo Hitler al poder, el fotoperiodismo innovador
desapareció de Alemania.

El nuevo estilo del fotoperiodismo, introducido por las revistas alemanas a


principios de los años 30 y más tarde por la revista francesa Vu, tuvo una gran
influencia en los creadores de la revista americana Life, compuesta enteramente
de fotos y cuyo único precedente fue el suplemento semanal fotográfico de New
York Times en 1896. Destacados profesionales alemanes fueron acogidos por
Estados Unidos y colaboraron con esta revista.

La introducción de la foto en la prensa es un fenómeno de capital


importancia, ya que cambió la visión de la prensa. En ese entonces, el hombre
común solo podía visualizar los acontecimientos que ocurrían a su vera, en su
calle, en su pueblo. Gracias a la fotografía, se abre una ventana al mundo. Los
rostros de los personajes públicos, los acontecimientos que tienen lugar en el
mismo país o allende a las fronteras se vuelven familiares. (Freund, 1974).

Entre 1930 y 1980, se dio el auge de los reporteros fotográficos y la foto


artística e importantes cambios en la profesión. En 1938, se creó en Gran

27

Bretaña la revista ilustrada Picture Post, una de las más serias del momento.
Debido a los acontecimientos de la época en los años treinta, cuarenta y
cincuenta, como la Guerra Civil española, las guerras en China y Abisinia, los
disturbios y huelgas en Europa y Estados Unidos, la Segunda Guerra Mundial,
surgió en el público europeo y americano el deseo de obtener noticias e
imágenes sobre lo que sucedía en el mundo. De esta forma, los reportajes
fotográficos de los distintos acontecimientos se vendían fácilmente antes de
realizarse y por lo tanto, el trabajo de los reporteros fotográficos estaba
asegurado y en pleno auge. (Museo Maison Niépce, 2007).

Más tarde, las guerras de Corea, Indochina y Vietnam continuaron


asegurando la demanda de reportajes. El fotógrafo dejó de ser una persona
anónima ya que empieza a firmar sus trabajos y redactar los textos y pies de
foto. En 1947, se fundó Magnum Photos, una agencia cooperativa internacional
de fotoperiodistas.

El auge de la industria japonesa de cámaras de alta calidad produce un


cambio importante en el campo fotográfico. Japón, después de la Segunda
Guerra Mundial, hizo grandes avances tecnológicos en el mundo del cine y de la
fotografía y en menos de quince años logró ser un líder mundial. El prestigio de
la fotografía va afianzándose año tras año sobretodo en Estados Unidos. En
1947, el Museum of Modern Art de Nueva York, que había ya expuesto
fotografías de grandes fotógrafos, creó la sección de fotografía. La revista
trimestral Aperture, desempeñará un papel fundamental en la difusión, entre el
gran público, de la fotografía.

En Estados Unidos, Edwin Land inventó en 1947 una cámara que


utilizaba el procedimiento polaroid y que en un principio fue utilizado para la
copia de documentos. En 1963, este sistema, mucho más perfeccionado,
permitió obtener fotografías en color. La primera película fotográfica en color
para aficionados y profesionales salió al mercado en 1935, aunque solo a partir

28

de 1945 alcanzó amplia difusión. Las voluminosas cámaras en color, parecidas a
las de estudio, quedaron anticuadas. Se empezaron a experimentar nuevos
sistemas de impresión en color. (Museo Maison Niépce, 2007).

Más tarde, la incorporación del láser permitió una gran precisión, lo que
fomentó el interés de los fotógrafos artísticos por el color. Los progresos de la
impresión comercial desde la década de 1940 pusieron la obra de los fotógrafos
al alcance de un público cada vez más amplio y acabaron por consolidar la
imagen de la fotografía como medio artístico.

A principios de 1965 en Estados Unidos y a principios de los setenta en


Europa, la competencia de la televisión comenzó a mermar la tarea de los
editores. Desde principios de los 40, la televisión avanza a pasos agigantados;
69 emisoras en 1949 y más de 800 en 1970 en Estados Unidos; convirtiéndose
en un rival formidable para las revistas, ya que en televisión, por breve que sea
la imagen en la pantalla, comunica las noticias a veces casi inmediatamente en
el momento que ocurren. Las únicas revistas no afectadas fueron las
especializadas. Ello, además de hacer bajar la calidad de las revistas ―puesto
que se tenían que buscar nuevos alicientes para el lector―, hizo que el
reportero fotográfico necesitase abrir nuevos caminos, nuevos horizontes y
nuevos mercados para conservar su profesión. Así empezaron a trabajar para
revistas especializadas de grandes industrias, editoriales y los documentales en
televisión (Museo Maison Niépce, 2007).

La fotografía ha sido el punto de partida de los mass media que hoy


desempeñan una función todopoderosa como medios de comunicación. Sin ella,
no hubiesen existido ni el cine, ni la televisión.

La fotografía ha llegado a ser el lenguaje más corriente de nuestra


civilización. Tal como solía decir la fotógrafa Berenice Abbott (1951), “la

29

fotografía es el medio adecuado para recrear el ahora, el mundo vivo de
nuestros días”.

II.1.3. El fotoperiodismo chileno

Según Hernán Rodríguez Villegas (2001), la fotografía llegó en el año


1840, específicamente en Valparaíso, con el primer daguerrotipo que era el
instrumento pionero para tomar fotografías. En un inicio, la fotografía sólo era
practicada por fotógrafos mayormente europeos quienes elegían el puerto y las
ciudades como sus principales modelos.

En 1851, surgieron los primeros fotógrafos chilenos, ocasionales y


establecidos, que cubren toda la gama de temas, técnicas y formatos, lo que
genera que las casas importadoras generen más materiales y equipos, haciendo
más accesible la fotografía para los nuevos fotógrafos aficionados (Rodríguez,
2001).

Con el paso del tiempo, la fotografía chilena se dividió en tres campos


específicos: retratos de estudio, artes visuales ―que rivalizan con la pintura― y
las fotografías para diarios y revistas, cuyos fotógrafos cumplían una función de
reporteros gráficos. Es en este último donde comienza el fotoperiodismo
nacional, dando pie a la formación de clubes y concursos fotográficos
organizados por revistas como Zig-Zag y Sucesos y por periódicos como Diario
Ilustrado y El Mercurio. (Rodríguez, 1985).

Desde fines del siglo XIX, se generalizó el interés en nuestro país por la
fotografía como documento gráfico y periodístico. Los fotógrafos profesionales y
aficionados hicieron populares las vistas de paisajes y las imágenes de
festividades sociales incrementando el interés del público por saber lo que
ocurría más allá de su entorno inmediato.

30

La fotografía como reportaje gráfico se inició en Chile en la década de
1860, con las imágenes de la construcción del ferrocarril al puerto de Valparaíso
y las fotografías del incendio de la Iglesia de la Compañía. No obstante, se
tiende a considerar a los fotógrafos Díaz y Spencer como los primeros
reporteros gráficos, al acompañar al ejército chileno en las campañas de la
Guerra del Pacífico.

En 1897, un nuevo hito marcó la historia del fotoperiodismo nacional. En


ese año se inició la publicación semanal de fotografías en la Revista Ilustrada de
Santiago. Contrario a lo que podría pensarse, no fueron los periódicos los
responsables de la época dorada del fotoperiodismo, sino las revistas,
especialmente Zig-Zag, a principios del siglo XX. Conceptualmente similares a
revistas norteamericanas y europeas, las revistas nacionales introdujeron las
costumbres, modas y estilo de vida norteamericanos a Chile.

Hacia las décadas del 20 y 30, emergieron los primeros fotógrafos


dedicados exclusivamente a las publicaciones periódicas, como El Mercurio y La
Nación, además de las revistas ilustradas. En esta época, surgieron revistas que
privilegiaron la ilustración y la fotografía como Ecran, dedicada al cine y las
revistas femeninas Eva, Margarita y Rosita. En las décadas siguientes, gracias a
la incorporación de fotografías en las revistas deportivas y de crónica policial, la
imagen fotográfica se transformó en protagonista de la cadena informativa.

Posteriormente, con el incremento de los reporteros gráficos, surgió la


necesidad de una protección gremial. De esa manera, el 2 de enero de 1938 se
fundó la Unión de Reporteros Gráficos de Chile.

A fines de los años cincuenta, en la exposición El Rostro de Chile,


encargada por el Ministerio de Relaciones Exteriores a los fotógrafos Roberto
Montandón, Domingo Ulloa y Antonio Quintana, se dio cuenta de la importancia

31

que tenía la fotografía y en especial el periodismo gráfico en la historia de
nuestro país.

Uno de los trabajos más reconocidos de la época fue “Valparaíso”,


realizado por Sergio Larraín ―miembro de Magnum Photos― en 1957 mientras
viajaba con el poeta Pablo Neruda.

Años más tarde, durante el gobierno militar, el trabajo del periodismo


gráfico fue especialmente difícil, ya que muchos reporteros expusieron sus vidas
para captar tomas de las protestas masivas y concentraciones políticas. Desde
sus inicios, han sido muchos los nombres de los reporteros gráficos que han
dejado un importante legado, como Enrique Aracena y René Combeau.

A principios de la década de 1980, la Unión de Reporteros Gráficos


mantenía un estrecho vínculo con la prensa oficialista, principalmente debido a
que la Dirección Nacional de Comunicación Social (Dinacos) impedía la difusión
de fotografías "no oficiales" en los medios de comunicación. Este fue el contexto
en el que surgió la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), cuyo objetivo
fue difundir la obra y defender la vida de los fotógrafos que se encontraban
desprotegidos frente al régimen militar. Su formación respondió a la necesidad
de agrupar a todos los fotógrafos que trabajaban de manera independiente, sin
respaldo institucional alguno y que estaban imposibilitados de formar parte de la
Unión de Reporteros Gráficos.

La AFI alcanzó a reunir a un significativo grupo de fotógrafos, cuyas


imágenes retrataron la vida urbana en los años de dictadura y denunciaron los
atropellos del gobierno. Entre ellos se encuentran Jorge Ianisewsky, Luis
Navarro, José Moreno, Inés Paulino, Paz Errázuriz, Juan Domingo Marinello,
Helen Hughes, Ricardo Astorga, Leonora Vicuña, Álvaro Hoppe, Alejandro
Hoppe, Claudio Pérez, Kena Lorenzini, Óscar Navarro, Héctor López, Luis
Weinstein, Marco Ugarte, Cristián y Marcelo Montecino, Luis Poirot, Paulo

32

Slachevsky y Óscar Wittke. Las fotografías de estos autores se difundieron a
través de medios de prensa internacionales, exposiciones locales y,
posteriormente, prensa nacional, además de los anuarios editados por la AFI,
que comenzaron a publicarse a partir de 1981.

El escenario predilecto escogido por estos fotógrafos para su trabajo


fueron las calles de la ciudad de Santiago, donde registraron las manifestaciones
y protestas de aquellos años. A raíz de ello, la producción fotográfica de la AFI
se convirtió en un testimonio de la cruda realidad de la represión militar y policial
de aquella época. Por lo mismo, hoy esos documentos han adquirido una
importante dimensión conmemorativa, que contribuye a la tarea de revisar y
reconstruir la historia reciente del país.

Uno de los hechos más significativos en la historia de la agrupación


ocurrió el 2 de julio de 1986, cuando uno de sus afiliados, Rodrigo Rojas
Denegri, fue quemado por una patrulla militar mientras registraba los incidentes
de una protesta, falleciendo cuatro días después. En su memoria, el 19 de
agosto se celebra el Día Nacional de la Fotografía, ocasión en la que se
distingue al mejor fotógrafo joven con el premio que lleva su nombre.

A fines de la década de los ochenta, esta organización llegó a reunir a


más de 300 miembros. Con el retorno a la democracia, la AFI dejó de existir,
poco después de que Patricio Aylwin asumiera la presidencia de la República.

Para Juan Domingo Marinello (2000) el fotoperiodismo es “un espejo con


memoria que deja un registro que va desde lo vulgar a lo sublime. Existen, en
toda fotografía periodística, infinitas resonancias que suelen prolongarse. La
imagen de la prensa rescata el instante de siluetas o ademanes; constituyen
ejercicios de estilo dentro de su temporalidad; en muchos casos es una
proyección de la personalidad de su propio autor; en definitiva son imágenes

33

testimoniales subjetivas que transmutan la fugacidad del instante fotográfico en
memoria colectiva”. (p. 122)

Además Marianello (2000) agrega que es un lenguaje que “encapsula en


su interior los aspectos de barrios desaparecidos; retratos de modas y
costumbres; paisajes de viajero; máquinas pulidas y eficaces disueltas en la
obsolescencia de la tecnología; las flores de desierto florido; las mujeres bellas;
los niños y asesinos” (p. 122).

II.2. Capítulo dos: Problema social

II.2.1. Conflicto y problema social: conceptos

La sociedad podría definirse como el sistema o conjunto de relaciones


que se establecen entre los individuos y grupos con la finalidad de constituir
cierto tipo de colectividad, estructurada en campos definidos de actuación en los
que se regulan los procesos de pertenencia, adaptación, participación,
comportamiento, autoridad, burocracia, conflicto y otros (Fichter, 1993). Este
sistema de individuos va experimentando cambios y exigencias de acuerdo a los
tiempos, sus tradiciones o tipo de organización gubernamental, que le obligan a
manifestarse frente al mundo.

Por otra parte, el problema social es una situación de desequilibrio,


desajuste, desorganización o falta de armonía, o situación normal que, en su
proceso de crecimiento, enfrenta a una crisis que obliga a una reformulación
radical. Los problemas sociales son los que constituyen las cuestiones
inquietantes que se dan en el seno de una sociedad y en relación a los cuales se
tiene conciencia de la necesidad de encontrarles soluciones (Ander−Egg, 1994).

34

Asimismo, los problemas sociales constituyen una condición que afecta a
un número importante de personas, de modo considerado inconveniente y que,
según se cree, debe corregirse mediante la acción social colectiva. (Horton y
Leslie, 1974).

Una de las primeras definiciones de problema social es la de una


condición que se establece como tal, por un número considerable de personas,
como una desviación de las normas sociales habituales. (Fuller y Myers, 1941)

Sullivan et al. (1980), por su parte, señala que existe un problema social
cuando un grupo de influencia es consciente de una condición social que afecta
sus valores y que puede ser remediada mediante una acción colectiva (p. 10).

Todo campo profesional se estructura en relación con ciertos imperativos


sociales, demanda social, que plantean como necesario un tipo de práctica
determinada. Estos imperativos sociales se estructuran a partir de los obstáculos
que surgen en el proceso de producción y reproducción de la vida social,
derivados de las contradicciones estructurales que caracterizan a cada sociedad
y que se expresan como problemas sociales (García Salord, 1991).

Por otro lado, un conflicto es social cuando se trasciende lo individual y se


procede a la propia estructura de la sociedad. De este modo, es una lucha por
los valores y por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la
cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales (Coser,
1956).

Ambos fenómenos, problemas y conflictos sociales, son producto de una


ruptura en la normalidad de un conjunto de individuos, la cual genera una
inmediata necesidad de volver a un estado de armonía y equilibrio. Involucra dos
o más partes que son contrarias y que buscan, a través de sus propios medios,
establecer las condiciones que les parezcan correctas. Forma parte de estos

35

medios el deseo de hacerse escuchar por el resto de la sociedad y que estos se
adhieran, solidaricen o al menos presten atención a la necesidad que los aqueja.

Para este seminario de investigación, se considera apropiado utilizar el


término problema social, ya que, según el autor citado anteriormente, un
conflicto implica necesariamente dos oponentes que desean neutralizar, dañar o
eliminar, lo que no es el caso de todos los temas abordados por los
fotoperiodistas chilenos seleccionados, pues también se involucran los desastres
naturales.

II.2.2. Movimientos sociales

Joachim Raschke (1994) indica que un movimiento social es un actor


colectivo que interviene en el proceso de cambio social. Ello supone el desarrollo
de determinadas conductas llevadas a cabo por individuos ligados entre sí. Pero
esa ligazón no involucra necesariamente homogeneidad, por el contrario, se
puede observar en el seno de un movimiento social una multiplicidad de
tendencias, organizaciones y principios para la acción. Por otra parte, las metas
u objetivos de estos movimientos tienden a ser bastante amplios y, en ese
contexto, apuntan a cambiar estructuras importantes en la sociedad (p.
122−124).

Por el contrario, para Marisa Revilla (1996), el movimiento social es el


proceso de reconstitución de una identidad colectiva, fuera del ámbito de la
política institucional. Este proceso dota de sentido a la acción individual y
colectiva (p. 19).

De esta manera, los movimientos sociales reflejan la identidad de un


grupo mayoritario o minoritario perteneciente a una sociedad determinada, o
bien en un ámbito más global, que es afectada por un conflicto en específico.

36

Muchas veces, la unión de los individuos que conforman el movimiento es
debido a características compartidas que convergen en un punto en común: la
imperativa resolución de problemas ante una tribulación que les aqueja.

Mediante la activación de un movimiento social, se pueden inferir los


elementos que identifican las exigencias actuales de los individuos, con respecto
a principalmente, los gobiernos, para así poder determinar si la sociedad
efectivamente se encuentra en una etapa de progreso o bien, regresión.

Marx (1976) concibe el movimiento social como “un proceso de historia


natural, regido por leyes que no solo son independientes de la voluntad, la
conciencia y la intención de los hombres, sino que, por el contrario, determinan
su querer, conciencia e intenciones” (p. 55).

II.2.3. Problemas sociales en Chile

Cronológicamente, los primeros registros fotográficos de problemas


sociales en Chile fueron eventos relacionados con la “cuestión social”, un
período que abarcó desde 1880 a 1920 y que fue marcado por altos índices de
pobreza, marginación y desigualdad en la sociedad.

Dichas fotografías reflejaban la vida de los trabajadores en las salitreras


de la zona norte del país, la situación de las familias de los barrios más pobres
en Valparaíso y las diferentes huelgas que fueron surgiendo dentro de ese
período, debido a la incipiente industrialización y un proceso de urbanización
descontrolado que agravaron las malas condiciones de vida del trabajador
urbano.

Unas de las huelgas más emblemáticas fueron la portuaria de Valparaíso,


en 1903; la huelga de la carne, en 1905 y la masacre de la escuela Santa María

37

de Iquique, en 1907, las cuales son ejemplos de las primeras gestas
reivindicativas del movimiento social chileno.

Desde ese entonces, se pusieron en marcha una serie de movimientos


sociales que transformaron la cuestión social en un problema que afectó no solo
a los trabajadores sino a todo el país. De esta manera, surgieron a la luz pública
innumerables escritos, ensayos y artículos de prensa que comenzaron a analizar
sus causas y motivos, además de las posibles alternativas de solución. Así,
Chile estuvo dividido en tres grandes corrientes ideológicas: laica y liberal;
socialista y la originada en el mundo conservador-católico.

Para Morris (2000), "el concepto de cuestión social posee una


connotación histórica o cronológica definida. Se refiere a un periodo inicial de
tensión social, protesta obrera y efervescencia intelectual que comienza con la
industrialización misma” (p. 234).

Por otra parte, Vial (1981) señala que “las clases trabajadoras –
campesinos, mineros y salitreros, artesanos, operarios fabriles y elementos
medios más modestos– se vieron sometidas a una presión aplastante.
Confluyeron sobre ellas numerosos problemas (económicos, sanitarios y
especialmente morales), que les fueron haciendo insoportable la existencia. Ni la
clase dirigente ni el régimen político pudieron hallar solución para estos
sufrimientos. (…) Por último, los sufrientes usaron la violencia contra la sociedad
y la sociedad les respondió con la represión” (p. 496).

A continuación, se mencionan, en orden cronológico, algunos de los


problemas sociales que han marcado la historia del país.

El 22 de mayo de 1960, la ciudad de Valdivia fue azotada por un mega


terremoto de 9,5 grados Richter, el más grande registrado en la historia de la

38

humanidad. El sismo fue percibido en distintos puntos del planeta y produjo un
maremoto —cuyo alcance se extendió a diversas localidades a lo largo del
océano Pacífico— y la erupción del volcán Puyehue, que cubrió de cenizas el
lago homónimo. Se estima que esta catástrofe natural costó la vida de entre
1.655 y 2.000 personas, y dejó damnificados a más de 2 millones.

Años más tarde, el 11 de septiembre de 1973, algunos comandantes en


jefe de las Fuerzas Armadas chilenas bombardearon La Moneda con el objetivo
de terminar con el mandato de Salvador Allende, quien llevaba tres años en la
presidencia. El general del ejército de ese entonces, Augusto Pinochet, asumió
el poder en nombre de la nueva junta de gobierno y se mantuvo como
presidente por 17 años, sin haberse realizado elecciones democráticas.

El período de dictadura estuvo marcado por diversos casos de violaciones


a los derechos humanos, como torturas, exilios y homicidios, dejando así una
gran cantidad de detenidos y desaparecidos.

En el ensayo, “Tortura en la dictadura chilena: la segregación de la


anestesia”, publicado para la revista Sociedad & Equidad, la académica de la
Universidad de Santiago de Chile, Osorio (2012) señala que:

“En la dictadura chilena podemos identificar diferentes etapas en la


aplicación de los mecanismos de violencia: por una parte, hay una fase
inicial donde se promueve el terror a toda la población, visibilizando los
centros de detención y tortura a través de un proceso de detenciones
masivas. Un claro ejemplo fue la situación vivida por instituciones como la
Universidad de Chile o la Universidad Técnica del Estado, en donde esta
última fue duramente sancionada por la dictadura. Perdió sus sedes
regionales y parte de sus alumnos, académicos, funcionarios y también
su nombre, el que era un registro no solo reconocido, sino que también
valorado antes del 11 de septiembre de 1973”. (Osorio, 2012, p. 247).

39

El aspecto más cruento de la dictadura se remite a la violación de los
derechos humanos, pues se ejerció la muerte, tortura, desaparición forzada,
exilio, exoneración y persecución de ciudadanos disidentes, como política
sistemática de Estado, instaurando un clima de miedo y amenaza constante en
toda la población. (Lira & Castillo, 1991).

En 1980 y 1988, Chile estuvo nuevamente dividido en dos corrientes de


pensamiento, una que apoyaba el Sí y otra el No, frente a los plebiscitos que
decidirían la nueva Constitución Política para Chile y, posteriormente, la
continuación en el poder de Augusto Pinochet.

“El plebiscito de 1988 terminó por despejar una de las dificultades que
más entrabaron el avance hacia la democracia, la disyuntiva de avanzar por
caminos que respetasen la institucionalidad, o la ilusión de intentar rutas
inciertas extra-institucionales. En verdad, la realización del plebiscito fue la
confirmación de que la transición chilena sería institucional o simplemente no
sería” (Tagle, 1995, p. 14).

Asimismo, en la última década, los problemas sociales relacionados con


las áreas de educación, trabajo, salud, catástrofes naturales, política, identidad
sexual, inmigración, pobreza, desigualdad, pueblos originarios y sistema de
pensiones, se han intensificado en Chile

En educación, se destacan las masivas manifestaciones realizadas por


los estudiantes secundarios y superiores. Una de ellas ocurrió el 10 de mayo de
1990, cuando Augusto Pinochet promulgó Ley Orgánica Constitucional de
Enseñanza (LOCE) el día antes de salir de La Moneda. Dicha ley fijó los
requisitos mínimos que deberían cumplir los niveles de enseñanza básica y
enseñanza media, y asimismo reguló el deber del Estado de velar por su

40

cumplimiento. Del mismo modo norma el proceso de reconocimiento oficial de
los establecimientos educacionales de todo nivel.

Las principales protestas organizadas por estudiantes de educación


superior surgen en 1997 y critican la dudosa legitimidad de la ley, al ser
anunciada un día antes del término del mandato, las políticas privatizadoras en
la educación y exigen democratizar las decisiones al interior de las
universidades.

Desde mayo hasta diciembre del 2006, surgió la movilización estudiantil


protagonizada por estudiantes de educación secundaria (también llamada
revolución de los pingüinos). Se inició con demandas puntuales como la
gratuidad del transporte y de los exámenes de ingreso a la Universidad (P.S.U),
no obstante, luego se transformó en un cuestionamiento profundo del sistema
escolar chileno derivado de la reforma realizada durante la dictadura
materializada en la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE), por lo
que exigieron su derogación.

Las protestas estudiantiles cesaron después de la promulgación de Ley


General de Educación (L.G.E) por la presidenta Michelle Bachelet, la cual señala
que esta ley deroga después de 20 años la LOCE.

Sin embargo, se retoman durante el año 2010, después de que Sebastián


Piñera asumiera la presidencia el 10 de marzo, siendo el primer presidente de
derecha posterior a la dictadura de Augusto Pinochet.

El 12 mayo del 2011, se realizó una de las protestas más grandes en la


historia del país. Con una cantidad de 15 mil personas se da inicio al movimiento
estudiantil, el cual demanda el fin del lucro en la educación.

Salazar (2011) indica que “el movimiento estudiantil es expresión o


ejemplo de movimientos ciudadanos, los que en su estado maduro se definen
por la práctica de la autogestión, o sea, la producción de los medios para
reproducir el movimiento y satisfacer sus fines; si es que los tienen, es decir, si

41

es que pueden ser descritos de acuerdo a modelos teleológicos de acción
colectiva. (citado por Fleet, p. 102).

Para Juan Pablo Valenzuela (2016), el movimiento estudiantil ha sido un


actor central a la hora de “dar un carácter de urgencia a las reformas
estructurales que el país requería en el ámbito de la educación, especialmente al
lograr que el programa de gobierno de la Nueva Mayoría fuese un reflejo de
estos desafíos y cambios demandados”.

Por otro lado, se encuentra el conflicto chileno−mapuche. Históricamente,


esta minoría étnica ha vivido una situación signada por la arbitrariedad, marcada
por varias muertes de mapuches y carabineros, huelgas de hambre, atentados
incendiarios y quemas de camiones.

Para Ofelia Chirix (2010), las demandas y reivindicaciones del pueblo


mapuche se inscriben dentro del movimiento indígena de Latinoamérica.
Además agrega que el Estado debe asumir los problemas históricos, porque
tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas.

En el ámbito económico, durante los últimos veinte años, Chile ha tenido


un sólido crecimiento que se ha manifestado en una duplicación del ingreso per
cápita y una notable reducción de la pobreza absoluta. Sin embargo, persiste
una inaceptable desigualdad de ingresos y de los niveles y calidad de vida.

Pizarro (2012) señala que “las profundas desigualdades en educación y


en salud, como es el caso de Chile, se traducen en un desaprovechamiento de
los recursos humanos existentes en la sociedad, lo que impide potenciar de
forma plena a la economía”.

Otro de los problemas que remeció a Chile fue el terremoto y posterior


tsunami del 27 de febrero de 2010, el que afectó a las regiones de Valparaíso,
Metropolitana, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, dejando a más de 500
muertos. El sismo es considerado como el tercero más fuerte en la historia del
país y el octavo más fuerte registrado por la humanidad.

42

En materias de sexualidad, el aborto fue definido como delito en el Código
Penal de 1874, sin embargo, en 1931 se establecieron excepciones con fines
terapéuticos en el Código Sanitario. Dicha excepción se mantuvo hasta 1989,
cuando el régimen militar de Augusto Pinochet penalizó nuevamente todo tipo de
interrupción voluntaria del embarazo. El gobierno de Michelle Bachelet presentó
en 2015 un proyecto de ley que despenalizaba parcialmente el aborto,
únicamente en las causales de violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la
madre. Finalmente, la ley fue promulgada el 14 de septiembre de 2017,
confrontando a los grupos conservadores y progresistas.

Demográficamente, Chile ha emergido como el país en que


proporcionalmente más creció la inmigración en Latinoamérica. Según el informe
Coyuntura Económica en América Latina y el Caribe de la Cepal y la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre 2010 y 2015, la población de
inmigrantes en Chile aumentó en un 4,9% por año, esto ha provocado la
necesidad de instaurar una legislación de inmigración apropiada y justa tanto
para los chilenos y extranjeros.

Desde su creación en 1982, las administraciones de fondos de pensiones


(AFP), controladas por cinco grandes empresas multinacionales extranjeras,
como MetLife, Prudential Financial, BTG Pactual, Grupo Sura y Principal
Financial Group, han suscitado controversias por parte de los chilenos.

Si bien el índice de Percepción de Corrupción en Chile ha sido en general


bastante alto, considerándose el país latinoamericano con menor corrupción
durante todo lo que va del siglo XXI, igualmente existen prácticas que pueden y
han sido calificadas como corrupción política, estando normalmente
relacionadas con acuerdos entre el sistema público y la empresa privada.

Uno de los casos más emblemáticos es Caval, fue un escándalo político y


judicial de carácter penal, referido a un supuesto tráfico de influencias ejercido
por Sebastián Dávalos, hijo de la expresidenta Michelle Bachelet, quien habría
43

ayudado a la obtención de un crédito por más de US$ 10 millones, que
finalmente fue aprobado días antes de que su madre ganara la elección
presidencial. Este dinero habría sido utilizado para comprar un terreno en la
comuna de Machalí, cuyo suelo era de uso agrícola.

Al anterior, se suma el Caso Penta, el cual consistió en una denuncia por


delito tributario en contra de los representantes legales de las sociedades
Empresas Penta S.A., Inversiones Penta III Ltda., Inmobiliaria Duero Ltda.,
Inversiones Challico Ltda., Inversiones Santa Sarella Ltda. e Inversiones Perkita
Ltda., por el uso indebido de boletas de honorarios y emisión de facturas falsas
para disminuir la base imponible de sus respectivos impuestos sobre la renta.
Grupo Penta ayudó a financiar las campañas políticas de diversos políticos, tales
como el economista Andrés Velasco o algunos miembros de la Unión Demócrata
Independiente (UDI).

De esta manera, el fotoperiodismo ha estado presente en todos los


hechos nombrados anteriormente, cubriendo diversos acontecimientos, tales
como protestas, desastres naturales y descontento social, lo que ha contribuido
a que exista un registro en la memoria de la sociedad, como consecuencia de
dar a conocer la verdad informativa.

44

II.3. Capítulos tres: Ética

II.3.1. Orígenes

Etimológicamente, el término ética deriva de la palabra griega ethos. El


poeta Homero entendía por ethos: “Lugar habitado por hombres y animales”. Por
su parte, Martín Heidegger se refiere al ethos como lugar o morada,
concluyendo en que la morada del hombre es el ser. Otra interpretación se
encuentra en el filósofo griego Zenón de Citio, quien sostiene que el ethos es la
fuente de la vida, de la que manan los actos singulares.

La acepción más conocida y difundida de la palabra ethos se presenta a


partir de Aristóteles, ligado a un conocimiento llamado ética. Según esta, ethos
significa una conquista, temperamento, carácter, hábito o modo de ser.

Para la Real Academia Española (2001) ethos corresponde a “un


conjunto de rasgos y modos de comportamiento que conforman el carácter o la
identidad de una persona o una comunidad”.

En este sentido, Escobar Valenzuela (2008) agrega que ethos o ética,


constituye una “segunda naturaleza porque el hombre se apropia de este
conjunto de hábitos, modificando su forma de ser” (p. 23).

De acuerdo a su campo de investigación, la ética es la ciencia filosófica


encargada de estudiar o reflexionar sobre la moral. Pero como la moral tiene un
carácter humano y social, puede ampliarse esta definición, diciendo: La ética es
la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en
sociedad.

El carácter teórico y práctico de la Filosofía, investiga la moralidad de los


actos humanos y estudia los valores, la existencia y la conducta moral de la

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persona y de la sociedad, suponiendo siempre como fin la propia realización
hacia la felicidad. Por lo cual, puede entenderse también por ética, la conducta
habitual de la persona, establecida por principios morales y normas sociales
internalizados en su conciencia a través de la educación recibida, tanto en el
hogar, el colegio y su entorno.

Lo ético alcanza todas las esferas de la vida del hombre, desde su


personalidad hasta sus costumbres y evidentemente, lo que transmite su moral.
Esto se resume a la reflexión que efectúa cada persona con conciencia al tomar
decisiones, en función a los valores y las actuaciones que elige realizar.

En términos periodísticos, la ética “proporciona un marco de trabajo para


dirigir las funciones esenciales de los periodistas, establecer políticas y
desarrollar estrategias para velar por el correcto desempeño profesional”
(Código Ético del Colegio de Periodistas de Chile, 2015).

A su vez, Erich Fromm (1985) señala que “los fundamentos de nuestra


capacidad para diferenciar lo bueno y lo malo se establecen en nuestra infancia,
primero en relación con funciones fisiológicas y después en relación con asuntos
más complejos de la conducta. El niño adquiere un sentido de distinción entre
bueno y malo, antes de conocer la diferencia por medio del razonamiento”.

Por su parte, Escobar Valenzuela (2008) afirma que “en cada época
existen en sociedad, en sus diferentes grupos sociales, diversos hábitos y
costumbres, pero no todos tienen una significación moral. El mundo de los
hábitos y costumbres es bastante complejo y diverso; no todos ellos pueden ser
calificados de morales”.

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II.3.2. Ética y moral

Existe una relación entre la palabra ethos y la palabra mos, de donde


deriva moral. El término moral procede del latín mos, que también significa
costumbre, hábito, en el sentido de conjunto de normas o reglas adquiridas por
medio de hábito.

Según García Máynez (1959) ética y moral “por su origen etimológico


vienen a significar lo mismo: teoría de las costumbres. Por lo tanto, cualquier
distinción entre estos dos términos no puede ser más que algo convencional. Es
innegable la similitud entre ellos, sobre todo si atendemos a sus raíces
etimológicas”.

Según Herrán y Restrepo (1999), la ética se ha formado a través de los


juicios hacia los actos humanos que “se califican con una amplia variedad de
objetivos, todas esas calificaciones se pueden reducir a dos: hay actos bueno y
hay actos malos. Conceptos que son comunes a toda humanidad”. Estos
autores señalan la existencia de un consenso universal sobre los juicios morales
y plantean que “la ética no especula sobre cuestiones abstractas o teóricas, sí
sobre hechos concretos. No es un saber por el saber mismo, sino un saber para
la práctica, que nace de la práctica misma” (p. 17).

Por su parte, la moral se ha formado en base a las normas que han


establecido un orden de comportamiento en las sociedades y que se transmiten
de generación en generación junto a su evolución histórica. Para Fagothey
(1973), la ética es “la parte de la filosofía que trata sobre la conducta humana y
su perspectiva se enfoca en aquellas actuaciones, desempeños y conductas que
corresponden a lo que está bien y lo que está mal; esto se refiere en forma más
específica aquello que corresponde al deber ser”. Estos valores morales son la

47

fundamentación de la ética, guiando al hombre en su actitud frente a situaciones
determinadas y orientando su actuar (p. 2).

Conforme a esto, la ética puede considerarse entonces como una ciencia


que pertenece al campo de la filosofía, mientras que lo moral es, en general, el
objeto de esta ciencia, es decir, lo que ella estudia.

Según Escobar Valenzuela (2008), la relación que existe entre la ética y


la moral es la misma que conserva una ciencia con cualquier objeto de estudio.
“La ética necesita de la moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para
elaborar sus hipótesis y teorías, esto no significa que la tarea de la ética sea
inventar o crear la moral”. Asimismo, el autor argumenta que “la ética no se
propondrá crear códigos y pautas morales para conducir el comportamiento
concreto de los individuos en su vida social e íntima, de eso se ocupa la
conciencia”. (p. 24).

Aunque no sea su objetivo, la ética expresa las normas morales del


grupo, sustentándose en ellas y explicitándolas en la orientación hacia su
cumplimiento por parte de los miembros de la comunidad. Igualmente, son
interdependientes entre sí; la ética es la ciencia de la moral, mientras que la
moral es el objeto de estudio de la ética. Sin embargo, ambas observan el
mismo fenómeno: la conducta humana.

48

II.3.3. Códigos éticos del periodismo

La definición etimológica de la palabra código viene del latín codex. En la


antigua Roma, estos eran libros donde se escribían las reglas. En la publicación
“Ética y medios de comunicación” de Niceto Blázquez (1994), se define código
como un cuerpo de leyes y normas lógicamente estructurado: “Hay códigos de la
más diversa índoles, desde el código de la circulación al Código de Derecho
Canónico, pasando por el civil, militar, penal, mercantil, etc. Código es también
la recopilación de leyes y normas de alguna actividad gremial formando un todo
homogéneo.” (p. 108)

Blázquez (1994) también señala que cuando se habla de “códigos


deontológicos de la comunicación”, se hace referencia a un conjunto de
principios, normas y preceptos expuestos de forma lógica y sistematizada por
iniciativa propia del gremio de profesionales, con el fin de orientar la labor
periodística y su rol de servicio al Bien Común. Precisa además el por qué se les
considera deontológicos, ya que, se refieren, antes que nada, a los deberes del
profesional hacia su público.

Para José María Desantes (1992), la deontología es “un conjunto


sistemático de normas mínimas que un grupo profesional determinado establece
y que refleja una concepción ética común mayoritaria de sus miembros” (p. 186).

Ernesto Villanueva (2002) define la deontología profesional periodística


como “el conjunto de principios éticos asumidos voluntariamente por quienes
profesan el periodismo por razones de integridad, de profesionalismo y de
responsabilidad social” (p. 33). Esta última se deriva del daño que para el
conjunto de la sociedad puede tener la conducta no ética del periodista.

49

A modo de tener una visión global de los diversos códigos de ética
periodística que existen en el mundo y las interpretaciones que se le da a la
palabra código, Blázquez tomó como ejemplo el párrafo segundo de la Carta de
los Derechos de los periodistas canadienses de la lengua francesa, donde se
encuentra esta definición:

“El código de ética profesional de los periodistas es el conjunto de


principios que inspiran el comportamiento del periodista y el conjunto de
reglas que le dictan su postura en todas las circunstancias frente al
público, frente los gobiernos y los organismos públicos, frente a sus
colegas y frente a sus superiores, así como a la dirección de su empresa
en general. El respeto al código de ética es un deber fundamental del
periodista. La violación del código trae consigo sanciones y su violación
grave y repetida puede acarrear la expulsión de la profesión a menos que
el periodista pueda demostrar que su buena fe ha sido sorprendida o que
ha sido obligado a actuar contra las prescripciones del código por un
poder ajeno a su voluntad” (Blázquez, 1994, p. 109).

En el año 1922, Clyde L. King definió el concepto de códigos éticos como


los vehículos por los cuales los gremios profesionales conservan a sus
miembros en un elevado prestigio social, en lugar de pretender el auto
engreimiento. Para que estos códigos sobrevivan, deben conseguir una unidad
en espíritu que consagre la vida de los profesionales continuamente y los
intereses de todos a través de los esfuerzos de unos, mientras transcurre el
curso de la vida.

Al respecto, E. J. Mehren (1994) declara “código es un medio de


disciplina profesional interna para cada grupo” (p. 110). Esto significa que los
periodistas se autorregulan y se auto controlan, siendo ellos mismos sus propios
jueces. De esta forma, se avala la profesión para justificarla ante el público.

50

Según Porfirio Barroso (1994), un código deontológico de la comunicación
es “una serie de principios éticos emanados de todos los medios de masas,
promulgados por los diversos organismos o empresas informativas, unas veces
estables, oficiales y heterónomas, mientras que otras son los mismos
profesionales quienes de manera autónoma se dictan sus propias normas de
ética profesional, a cuyo cumplimiento se someten voluntariamente”. (p. 110)

Alrededor del mundo, el periodismo como profesión, se rige por normas


deontológicas, que guían el quehacer y actuar informativo. Históricamente, los
primeros códigos éticos del periodismo surgen a comienzos del siglo XX, a partir
de la preocupación entre algunos editores estadounidenses por la falta de ética
de los periódicos neoyorquinos y su daño a la credibilidad y la imagen general
de la prensa. Esto motivó la aprobación en Estados Unidos de los primeros
códigos éticos del periodismo a cargo de algunas asociaciones de editores,
siendo el primero el de la Asociación de Editores de Kansas, aprobado en 1910.

Más tarde, en 1913, la Federación de Asociaciones del Gremio de la


Prensa en EE.UU. adoptó un primer código ético colectivo, el “Credo de la
Prensa Industrial”. Pero fue en 1923 cuando la ASNE (Sociedad Americana de
Editores de Periódicos de EEUU) adoptó su código “Cánones del periodismo”,
uno de los más importantes del siglo XX. Este código todavía continúa vigente si
bien con otro nombre: “Declaración de Principios de la ASNE”. Después de
finalizada la Segunda Guerra Mundial, las organizaciones de periodistas o de
prensa de los diferentes países aprueban sus propios códigos.

De esta manera, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa


aprobó en 1993, Estrasburgo, una resolución que contemplaba algunos
principios éticos del periodismo, que estimó que deberían ser aplicados en
Europa.

51

Sin embargo, el paso más importante para la ética internacional fue el
dado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO), la cual estableció un código de ética periodística,
publicado en 20 de noviembre de 1983 durante la reunión Fourth Consultative
Meeting of International and Regional Organizations of Journalists, realizado en
París y en la cual participaron International Organization of Journalists (IOJ),
International Federation of Journalists (IFJ), International Catholic Union of the
Press (UCIP), Latin−American Federation of Journalists (FELAP),
Latin−American Federation of Press Workers (FELATRAP), Union of African
Journalists (UJA) y Confederation of ASEAN Journalists (CAJ), el cual cimentó
lo siguiente:

1. El derecho del pueblo a una información verídica.


2. Adhesión del periodista a la realidad objetiva.
3. La responsabilidad social del periodista.
4. La integridad profesional del periodista.
5. Acceso y participación del público.
6. Respeto de la vida privada y de la dignidad del hombre.
7. Respeto del interés público.
8. Respeto de los valores universales y la diversidad de las culturas.
9. La eliminación de la guerra y otras grandes plagas a las que la
humanidad confronta.
10. Promoción de un nuevo orden mundial de la información y la
comunicación.

(Código Internacional de Ética Periodística UNESCO, 1983)

Por su parte, en Latinoamérica, la FELAP publicó un Código


Latinoamericano de Ética Periodística en Caracas, Venezuela, en julio de 1979
durante el II Congreso Latinoamericano de Periodistas.

52

En Chile, el Colegio de Periodistas establece su Código de Ética, creado
durante el XV Congreso Nacional realizado en Arica los días 25 y 26 de abril de
2015, en el cual se establece lo siguiente:

“Ética periodística es la definición teórica y la aplicación práctica


permanente y obligatoria de normas conductuales, valóricas y de
procedimiento, establecidas en el presente Código, que deben observar
los miembros de la Orden para que su actuación profesional sea correcta
y socialmente valiosa.

El cumplimiento de esta normativa será obligatorio para los periodistas y


su resguardo estará a cargo, en primera instancia, de los Tribunales de
Ética y Disciplina de los regionales respectivos y del Tribunal Nacional de
Ética y Disciplina (TRINED), en caso de apelaciones.

La ética proporciona un marco de trabajo para dirigir las funciones


esenciales de los periodistas, establecer políticas y desarrollar estrategias
para velar por el correcto desempeño profesional.

Quienes ejercen el periodismo son importantes agentes socializadores


que tienen influencia en la formación de valores, creencias, hábitos,
opinión y conductas de los distintos estamentos de la sociedad.

La información en periodismo se entiende como un bien social y no como


un producto, lo que significa que el periodista comparte la responsabilidad
de la información transmitida y es responsable, no sólo ante quienes
controlan los medios, sino principalmente ante la sociedad.

La responsabilidad social del periodista requiere que él o ella actúen, bajo


todas las circunstancias, en conformidad con el sentido ético personal y
asuman el papel que desempeñan en la información transmitida, no

53

pudiendo escudarse en los criterios impuestos por quienes controlan los
medios cuando no se informa con veracidad y objetividad.

La responsabilidad social del periodista requiere que actúe, bajo todas las
circunstancias, en conformidad con el sentido de las normas éticas
socialmente aceptadas y por las establecidas en este Código.

El compromiso del periodista con la sociedad y su deber de entregar


información verificable a la ciudadanía es irrenunciable y es su obligación
impedir que bajo ninguna circunstancia, ya sea por presión editorial,
publicitaria, política o económica, ésta sea alterada. La omisión,
manipulación o el falseamiento de la información es una falta grave que
atenta contra la esencia de la actividad de un o una periodista.

Cualquier presión o intento en este sentido, que reciba un periodista para


modificar, alterar y/u omitir dolosamente la información en el ejercicio de
su labor, debe ser denunciada al Colegio de Periodistas de Chile, el que
está obligado a prestar amparo a quienes se vean afectados por
defenderla.

El masivo acceso a la información cierta, confiable, oportuna, permanente


y sin censura, incide en la mantención y elevación de la dignidad y calidad
de vida de las personas y permite a todos los estratos de la ciudadanía,
informarse, optar y participar con igualdad de oportunidades en la toma
de decisiones y actuaciones de la sociedad.

El avance de las tecnologías de información y comunicación abre nuevos


espacios para la labor de los periodistas, a los cuales se hacen
extensivas las disposiciones establecidas en este Código.

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I. DEL DEBER SER DE LOS PERIODISTAS

Primero:
Los periodistas están al servicio de la sociedad, los principios
democráticos y los Derechos Humanos. En su quehacer profesional, el
periodista se regirá por la veracidad como principio, entendida como la
entrega de información responsable de los hechos. El ejercicio del
periodismo no propicia ni da cabida a discriminaciones ideológicas,
religiosas, de clase, raza, género, discapacidad en todas sus formas, ni
de ningún otro tipo, que lleven a la ofensa o menoscabo de persona
alguna, o atenten contra la veracidad de los acontecimientos.

Segundo:
El o la periodista difundirán sólo informaciones fundamentadas, sea por la
correspondiente verificación de los hechos, en forma directa o a través de
distintas fuentes, así como la confiabilidad de las mismas.

Tercero:
El o la periodista no manipulará, bajo ninguna circunstancia, ni será
cómplice de modificar, alterar u omitir dolosamente la información.

Cuarto:
Es deber de los periodistas recurrir a todos los medios legítimos y
necesarios a su alcance, a fin de evitar que se dicten o apliquen
disposiciones que disminuyan, dificulten o anulen el ejercicio de la libertad
de expresión y el derecho de la sociedad de acceder a la información. En
caso de estar vigentes leyes o reglamentos de ese carácter, deberán
trabajar en favor de su derogación.

55

Quinto:
Ningún periodista podrá hacer uso o invocar la aplicación de leyes que
lesionen la libertad de expresión e información, ni aun a pretexto de
hacerlo fuera del ejercicio profesional.

Sexto:
El periodista deberá establecer siempre, al informar, una distinción clara
entre los hechos, las opiniones y las interpretaciones, evitando toda
confusión o distorsión deliberada de éstos.

Séptimo:
El periodista debe transparentar sus fuentes para legitimar ante la
sociedad la información entregada. Sólo debe silenciarlas si éstas se lo
pidieren, previa confirmación de su idoneidad y confiabilidad, respetando
así la confianza otorgada al entregársele antecedentes reservados.

El periodista no inventará fuentes, encubriéndolas como “un cercano”, “un


vocero”, “un alto funcionario de la institución”, etc., resguardando de este
modo la credibilidad y dignidad de la profesión, tal como lo establece este
Código.

En el caso del periodismo digital, debiera además, incluir un link o vínculo


a la fuente, a fin de ampliar la información para el lector o lectora, en caso
de que lo necesite.

Octavo:
El periodista no podrá publicar por adelantado ningún material informativo
suministrado para su publicación en una fecha y hora previamente
determinadas (embargo).

56

II. DEL PERIODISMO DIGITAL

Noveno:
Las recomendaciones de ética profesional señaladas en este Código para
los profesionales que trabajan en medios tradicionales, son extensivas a
los periodistas que se desempeñan en redes sociales y/o plataformas
tecnológicas de la información.

Décimo:
El o la periodista que utilice material informativo desde la Red está
obligado a citar el origen del mismo. Es decir, el periodista debe actuar
con el mismo rigor que aplica en las fuentes de información de otras
plataformas.

III. DEL PERIODISTA Y SUS PARES

Undécimo:
El periodista debe prestar solidaridad a los colegas que sufran
persecuciones y agresiones en sus diversas formas por causa de su
correcto ejercicio profesional.

Duodécimo
Los periodistas reconocerán la potestad ética del Colegio de la Orden
sobre sus actuaciones.

Decimotercero:
Todo periodista deberá prestar declaración en un sumario o concurrir a la
audiencia a la que sea citado por cualquiera de los Tribunales de Ética y
Disciplina del Colegio de Periodistas de Chile.

57

Decimocuarto:
Si un periodista tuviese fundados reparos o dudas respecto del proceder
ético de algún colega, debe poner los antecedentes en conocimiento de
los tribunales regionales de ética o de las autoridades nacionales o
regionales de la Orden, las que derivarán el caso de acuerdo con los
procedimientos vigentes.

Toda difusión con intención dolosa de la denuncia y del fallo, y de


cualquier etapa del procedimiento, será considerada como falta.

Decimoquinto:
El o la periodista colaborará con el fortalecimiento de la Orden. En caso
de existir disensos con los acuerdos adoptados por el Consejo Nacional o
cualquiera de las demás instancias de la Orden, éstos deberán
canalizarse a través de los organismos pertinentes.

IV. DEL PERIODISTA Y SU FUENTE LABORAL

Decimosexto:
El material gráfico y los titulares siempre deberán tener concordancia con
los textos que le corresponden, de modo que el lector, televidente o
auditor no sea inducido a confusión o engaño. Del mismo modo, los
títulos, subtítulos, leads, bajadas, frases destacadas, lectura de
fotografías y otros, deben expresar fielmente lo dicho por las personas
entrevistadas o citadas en el cuerpo de la información.

El material gráfico, en periodismo digital, impreso o audiovisual, deberá


señalar claramente cuando se trata de imágenes de archivo. Lo anterior
es particularmente vigente para el periodismo audiovisual, donde se debe
explicitar cuando las imágenes utilizadas como complemento al discurso

58

oral o escrito correspondan a material de archivo y no a registros del
acontecimiento sobre el que da cuenta la noticia.

Decimoséptimo:
El periodista acreditará su condición de tal, a fin de asegurar que la
opinión pública sepa distinguirlo de otros participantes en programas de
televisión, radio u otros medios de comunicación.

Decimoctavo:
Los periodistas no podrán introducir cambios sustanciales en el contenido
del material periodístico de un colega, sin la autorización expresa del
autor que firma el trabajo periodístico.

Decimonoveno:
El periodista establecerá siempre una distinción clara entre los mensajes
informativos y los publicitarios, evitando toda confusión o distorsión
deliberada de ellos.

Vigésimo:
El o la periodista deberá transparentar los posibles conflictos de interés
que puedan tener incidencia sustancial en la orientación del trabajo
periodístico final.

Vigésimo primero:
Los periodistas deberán defender la dignidad del ejercicio profesional en
todos sus ámbitos, a fin de evitar situaciones de aprovechamiento y
menoscabo a los profesionales de esta actividad.

Vigésimo segundo:
En el ejercicio profesional, el o la periodista deberá actuar siempre de
acuerdo con su conciencia y no podrá ser sancionado por ello.

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Consecuentemente, deberá luchar por el establecimiento de la cláusula
de conciencia plena en su relación con los empleadores, velando por su
estricto cumplimiento y su permanencia en el tiempo.

Vigésimo tercero:
El periodista rechazará y denunciará cualquier intento de presión que
tenga por finalidad hacerle transgredir las normas de este Código; y
pondrá en conocimiento de las instancias del Colegio de la Orden
cualquier acción en este sentido.

V.- DEL PERIODISTA Y LA SOCIEDAD

Vigésimo cuarto:
El o la periodista resguardará el derecho de la sociedad a tener acceso a
una información veraz, plural, responsable y oportuna.

También ejercerá su influencia ante el medio de comunicación respectivo


para que se garantice el derecho legal a rectificación y enmienda; y que
éste se cumpla en los plazos legales y en condiciones similares, sin
modificaciones.

Vigésimo quinto:
El o la periodista respetará la dignidad y vida privada de las personas. En
esto se guiará por las definiciones y normas consignadas en la legislación
chilena y los instrumentos internacionales. La excepción a esta norma se
dará cuando la divulgación de actos privados sea necesaria por razones
de interés público.

El periodista respetará la intimidad de las personas en situación de


aflicción o dolor, evitando las especulaciones, el morbo y la intromisión

60

gratuita en sus sentimientos y circunstancias cuando ello no represente
un aporte sustancial a la información.

Vigésimo sexto:
El periodista debe salvaguardar la presunción jurídica de inocencia,
mientras los tribunales de justicia no resuelvan en contrario.

Vigésimo séptimo:
El periodista deberá contribuir a sensibilizar a la opinión pública sobre la
situación de los sectores de la población que viven condiciones de
desigualdad. Asimismo, colaborará en la defensa de la naturaleza como
un bien colectivo y promoverá la denuncia de hechos que generen
contaminación y destrucción ambiental.

Son también faltas a la ética profesional:


• Contravenir cualquiera de las normas y recomendaciones contenidas en
el presente Código.
• El soborno, el cohecho (conocido también como palangre) y la extorsión.
• El plagio y el irrespeto a la propiedad intelectual.
• La difamación, la calumnia y la injuria.

Vigésimo octavo:
El periodista no utilizará su influencia profesional ni la información
privilegiada que recibe en el desempeño de su trabajo, en beneficio
propio, de parientes o de terceros interesados.

Vigésimo noveno:
De acuerdo al principio jurídico, este Código de Ética se da por conocido
por todos, en consecuencia no se podrá recurrir a su desconocimiento
como causal para exención de responsabilidades”.

61

(Código de Ética del Colegio de Periodistas de Chile, 2015)

II.3.4. Códigos de ética del fotoperiodismo internacional

A diferencia de Chile, alrededor del mundo existen códigos deontológicos


exclusivos para fotoperiodistas o reporteros gráficos, pertenecientes a
asociaciones particulares y que se sustentan en las bases del periodismo.

Por ejemplo, la Asociación Nacional de Fotoperiodistas (NPPA) de


Estados Unidos, la cual es una sociedad profesional que promueve los niveles
de calidad más altos en fotoperiodismo y reconoce el interés de la gente de ser
informada sobre eventos públicos, establece el siguiente código de ética:

“Los fotoperiodistas actúan como testigos para el público. Nuestra


labor principal es registrar visualmente los eventos importantes y los
puntos de vista variados en nuestro mundo común. Nuestra meta principal
es captar el momento de una manera honesta y completa. Como
fotoperiodistas tenemos la responsabilidad de documentar a la sociedad y
preservar su historia con imágenes.

Las imágenes fotográficas y de video pueden revelar grandes


verdades, mostrar el mal y el descuido, inspirar la esperanza y el
entendimiento, y conectar a la gente de nuestro mundo por el lenguaje
visual. Las fotografías también pueden causar grandes daños si están
tomadas sin sensibilidad y respeto o están manipuladas.

Este código de ética tiene la intención de promover la calidad más


alta en todas sus formas fotoperiodisticas y fortalecer la confianza del
público en la profesión. Además, este código sirve como una herramienta
educativa para los fotoperiodistas y los que aprecian el fotoperiodismo.

62

Los fotoperiodistas y los que manejan la producción de noticias
visuales son responsables de trabajar según las siguientes reglas durante
su trabajo diario:

● Ser preciso y comprensivo en la representación de los sujetos.


● Resistirse a ser manipulados por oportunidades fotográficas
orquestadas.
● Ser completos y dar contexto cuando estén fotografiando o
grabando a los sujetos. Evitar estereotipos de personas
individuales y grupos. Reconocer y evitar revelar sus propias
tendencias en sus imágenes.
● Tratar a todos sus sujetos con respeto y dignidad. Dar
consideración especial a los sujetos vulnerables y tener compasión
de las víctimas de crímenes o tragedias. Entrometerse en
momentos privados de luto solamente cuando el público tiene una
necesidad justificable para ser testigo.
● Mientras se fotografía a los sujetos, no contribuir, alterar, intentar
alterar o influenciar en los eventos intencionalmente.
● Editando se debe mantener la integridad del contenido y contexto
de la imagen. No se deben manipular las imágenes ni añadir o
alterar el sonido de ninguna forma que pueda confundir al público o
representar los sujetos de una forma incorrecta.
● No pagar a las fuentes y sujetos o premiarlos con información o
participación.
● No aceptar regalos, favores, o compensación de los que buscan
influenciar la cobertura periodística.
● No sabotear intencionalmente los esfuerzos de otros periodistas.

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Idealmente, los fotoperiodistas deben:

● Esforzarse en divulgar lo que es de interés del público. Defender


los derechos de acceso a todos los periodistas.
● Pensar pro-activamente, como un estudiante de psicología,
sociología, política y arte para desarrollar una visión y presentación
única. Trabajar con ganas para las noticias y medios visuales
contemporáneas.
● Esforzarse por tener acceso total sin restricciones a los sujetos,
recomendar alternativas a oportunidades superficiales o
apresuradas, buscar puntos de vista diversos, y trabajar para
exponer los puntos de vista poco populares o no tomados en
cuenta.
● Evitar involucrarse políticamente, cívicamente, o en negocios que
comprometen o den apariencia de comprometer su independencia
periodística.
● Esforzarse por ser discreto y humilde con los sujetos.
● Respetar la integridad del momento fotográfico.
● Esforzarse para mantener el espíritu y los niveles altos de calidad
expresados en este código. Al afrontar situaciones en los que la
acción correcta no esta clara, buscar el consejo de los que exhiben
los niveles más altos de la profesión. Los fotoperiodistas deben
estudiar su arte continuamente y la ética que lo guía”.

(Código de Ética de la NPPA, Estados Unidos, 2004)

Por otra parte, la Asociación de Reporteros Gráficos de Guadalajara


(ARGGU) de México también cuenta con su propio código de ética
fotoperiodística, el cual versa lo siguiente:

64

● “Representar a los sujetos e historias de manera precisa y
comprensiva.
● Resistirse a ser manipulado/a por oportunidades fotográficas
orquestadas por otros/as colegas o sujetos interesados en
representar una situación de cierta manera.
● No contribuir, alterar, intentar alterar o influenciar los eventos
intencionadamente mientras se fotografía a los sujetos.
● Tratar a todos los sujetos con respeto y dignidad, dando
consideración
especial a los sujetos vulnerables y a las víctimas de crímenes o
tragedias.
● Contextualizar las imágenes, evitando estereotipos de personas
individuales y grupos.
● Reconocer y evitar revelar sus propias tendencias en sus
imágenes.
● En la edición, conservar un exacto paralelismo con la realidad y
preservar la integridad del contenido y contexto de la imagen.
● No pagar a las fuentes ni a los sujetos ni premiarlos con
información o participación.
● No aceptar regalos, favores o compensación de los que buscan
influenciar la cobertura periodística.
● No sabotear intencionalmente los esfuerzos de otros/as
periodistas.
● Denunciar las malas prácticas de cualquier fotoperiodista o medio
de
comunicación.
● Asunción de errores. Cualquier error informativo propio deberá ser
rectificado y reconocido públicamente en el menor tiempo posible,
y el/la periodista asumirá las disculpas y responsabilidades a que
hubiera lugar.

65

● Trabajo remunerado. El/la periodista no deberá aceptar trabajos
no remunerados, salvo colaboraciones excepcionales o tareas de
voluntariado, siempre que no suplan puestos estructurales”.

(Código deontológico de Asociación de Reporteros Gráficos de Guadalajara,


México, 2013)

En Europa, Francia es uno de los tantos países que ha adoptado un


código deontológico de reporteros gráficos:

● “Respetar la verdad, cualesquiera que sean las consecuencias


para ellos mismos.
● Verificar sus fuentes.
● Publicar solo información cuyo origen se conoce.
● No usar métodos injustos para obtener fotografías.
● No pagar fuentes o temas.
● Tratar a los sujetos con respeto y dignidad, y no entrometerse en
momentos privados de tristeza solo cuando el público tiene una
necesidad convincente y justificable de verlo.
● No intervenir en un evento para guiar el curso.
● No escenificar o reconstruir un evento.
● No escribir pie de fotos falsos.
● Comunicar al editor toda la información que tiene para evitar malas
interpretaciones o usos incorrectos.
● Prestar atención a la elección de posibles publicaciones para evitar
cualquier uso en un contexto editorial orientado”.

(Código de Ética del Centro Internacional de Fotoperiodismo de Perpignan,


Francia, 2010)

66

II.3.5 La ética en el fotoperiodismo chileno

En Chile, los fotoperiodistas carecen de un código ético que regule el


ejercicio de su profesión. Si bien, en el Código de Ética del Colegio de
Periodistas del país existen puntos que se relacionan con el trabajo del
fotoperiodista, no llegan a significar deberes que ellos deban cumplir, debido a
que no están dirigidos específica y directamente a su labor.

La ausencia de un código de ética genera que los fotoperiodistas actúen


en base a sus propios valores morales, que los lleva a tener que
responsabilizarse de su pensamiento, actos y conductas éticas. Mientras que
algunos optan por respetar los códigos de ética de otros países, tales como el de
la Asociación Nacional de Fotoperiodistas (NPPA) de Estados Unidos o el de la
Asociación de Reporteros Gráficos de Guadalajara, México, hay otros que
declaran guiar sus acciones bajo su propia escala de valores.

Con respecto a la relación que debe tener el sujeto fotografiado y el


fotógrafo, Sontag (2014) afirma que:

“Fotografiar es esencialmente un acto de no intervención. Parte del


horror de las proezas del fotoperiodismo contemporáneo tan memorables
como las de un bonzo vietnamita que coge el bidón de gasolina y un
guerrillero bengalí que atraviesa con la bayoneta a un colaboracionista
maniatado, proviene de advertir cómo se ha vuelto verosímil, en
situaciones en las cuales el fotógrafo debe optar entre una fotografía y
una vida, optar por la fotografía. La persona que interviene no puede
registrar; la persona que registra no puede intervenir”. (p. 35).

Además indica que “hacer una fotografía es tener interés en las cosas tal
como están, en un statu qua inmutable (al menos por el tiempo que se tarda en

67

conseguir una ‘buena’ imagen), ser cómplice de todo lo que vuelva interesante
algo, digno de fotografiarse, incluido, cuando ése es el interés, el dolor o el
infortunio de otra persona”. (p. 28).

Así, Sontag establece que el fotografiado y el fotógrafo no deben


involucrarse de ninguna forma, incluso cuando está en riesgo la persona
humana fotografiada.

Así también, la autora reconoce que “fotografiar personas es violarlas,


pues se las ve como jamás se ven a sí mismas, se las conoce como nunca
pueden conocerse; transforma a las personas en objetos que pueden ser
poseídos simbólicamente. Así como la cámara es una sublimación del arma,
fotografiar a alguien es cometer un asesinato sublimado, un asesinato blando,
digno de una época triste, atemorizada”. (p. 31).

A lo largo del tiempo, las organizaciones que abogan por los derechos
humanos han visibilizado cada vez más la necesidad de proteger al ser en su
calidad de persona sintiente y pensante, que debe respetar y ser respetado por
sus pares. En este punto, las palabras de Sontag dejan fuera la capacidad
dolente del fotoperiodista de hacerse parte del acontecimiento y lo convierte en
un mero instrumento de disparo fotográfico.

68

III. MARCO METODOLÓGICO

69

III.1. Paradigma

Según Khun (1971), “un paradigma es lo que comparten los miembros de


una comunidad científica y, a la inversa una comunidad científica consiste en
unas personas que comparten un paradigma” (p. 271) Así, un paradigma
significa una cosmovisión del mundo compartida por una comunidad científica;
un modelo para situarse ante la realidad, interpretarla y darle solución a los
problemas que en ella se presentan. Según Weber (1958), el paradigma
cualitativo es el apropiado para estudiar los fenómenos de carácter social, al
tratar de comprender la realidad circundante en su carácter específico.

El paradigma de este seminario de investigación es interpretativo, ya que


posee un enfoque cualitativo y su objetivo es conocer el pensamiento ético de
los fotoperiodistas chilenos que se han desempeñado en problemas sociales
nacionales ocurridos entre 1980 y 2016, por tanto, se centra en algo tan
abstracto y subjetivo como son el pensamiento y las creencias.

Según los autores Lincoln y Guba (1985), el paradigma interpretativo


establece que “las realidades que se pueden conocer son múltiples, la relación
entre investigador y realidad es inseparable, generaliza y no intenta establecer
regulaciones y la investigación está influenciada por los valores del investigador.
Además, los fenómenos no pueden ser conocidos si son aislados de su
contexto, utiliza métodos cualitativos y análisis de datos inductivos (va de lo
particular a lo general)”. (p. 36)

En el proceso de conocimiento se da una interacción entre sujeto y


objeto, los cuales son inseparables. La observación no solo perturba y moldea al
objeto observado, sino que el observador es moldeado por este (por la persona
individual o por el grupo observado). Tal situación no puede ser eliminada, aun
cuando el investigador quisiera eliminarla. La investigación siempre está

70

influenciada por los valores del investigador y este, en sus informes, debe dar
cuenta de ellos.

En este sentido, los fotoperiodistas chilenos corresponden al grupo


observado, quienes serán analizados, a través de su pensamiento y experiencia,
por los titulares de este seminario en su calidad de observadores, con el
propósito de compilar elementos en común que los unan en cuanto a los
conceptos de ética y fotoperiodismo.

71

III.2. Enfoque o metodología

El enfoque usado en esta tesis es cualitativo, el cual según Quintana


(2006) “se centra en la comprensión de una realidad considerada desde sus
aspectos particulares como fruto de un proceso histórico de construcción y vista
a partir de la lógica y el sentir de sus protagonistas, es decir, desde una
perspectiva interna” (p. 47). En esta investigación, se intenta responder a una
incógnita que se centra en el punto de vista ético de los fotoperiodistas frente
situaciones sociales que deben cubrir en el desempeño de profesión.

Según Rodríguez (1996), “la investigación cualitativa implica la utilización


y recogida de una gran variedad de materiales−entrevista, experiencia personal,
historias de vida, observaciones, textos históricos, imágenes o sonidos que
describen la rutina y las situaciones problemáticas y los significados en la vida
de las personas”. (p. 32).

Por lo tanto, las entrevistas son creadas para la recopilación de datos y


testimonios que en el caso de la tesis presente, buscan intentar conocer los
pensamientos y valores éticos de los fotoperiodistas al momento de realizar su
labor profesional en problemas sociales.

Kemmis (1998) señala que “la investigación−acción es una forma de


indagación autorreflexiva realizado por quienes participan (profesorado,
alumnado, o dirección por ejemplo) en las situaciones sociales (incluyendo las
educativas) para mejorar la racionalidad y la justicia de: a) sus propias prácticas
sociales o educativas; b) su comprensión sobre las mismos; y c) las situaciones
e instituciones en que estas prácticas se realizan”. (p. 42).

Esto se refleja en el presente seminario, debido a que los investigadores


participan y conocen, a través de entrevistas semi−estructuradas, las realidades

72

de los fotoperiodistas seleccionados, con el fin de descubrir nuevas situaciones
sociales y al mismo tiempo los inducen a teorizar sobre la práctica.

Ruiz Olabuénaga (2012) señala que el enfoque cualitativo “utiliza un


proceso interpretativo más personal en orden a comprender la realidad” (p. 13),
el mismo utilizado en la presente tesis, ya que el tema les interesa
personalmente a los investigadores que buscan conocer los dilemas éticos
presentes en la labor del fotoperiodismo.

Las características del enfoque cualitativo han sido exploradas y definidas


por distintos autores. Carmen de la Cuesta Benjumea (2007) señala que:

“La investigación cualitativa enfatiza el estudio de los procesos y


de los significados, se interesa por fenómenos y experiencias humanas.
Da importancia a la naturaleza socialmente construida de la realidad, a la
relación estrecha que hay entre el investigador y lo que estudia, además,
reconoce que las limitaciones prácticas moldean la propia indagación”. (p.
4).

Lo que se relaciona con la acción de los presentes investigadores,


reflejada en la programación de entrevistas y viajes para investigar y recopilar
testimonios que respondan la pregunta central.

La presente tesis considera un estudio de un sector social y laboral en


específico: los fotoperiodistas, es por ello que se debe considerar la etnografía
como ciencia que estudia las culturas dentro de una sociedad. Por esto, García
Jiménez (1996) señala que “la preocupación fundamental del etnógrafo es el
estudio de la cultura en sí misma, es decir, delimitar en una unidad social
particular cuáles son los componentes culturales y sus interrelaciones de modo
que sea posible hacer afirmaciones explícitas acerca de ellos”. (p. 63).

73

Otra característica del enfoque cualitativo es la etapa reflexiva de la
investigación que se puede dar al inicio, al final o durante el proceso
investigación. “En esta fase inicial de la investigación cualitativa podemos
diferenciar dos grandes etapas: reflexiva y diseño. En la primera etapa el
investigador, tomando como base su propia formación investigadora, sus
conocimientos y experiencias sobre los fenómenos educativos y, claro está, su
propia ideología”. (Gil, 1996, p. 36).

III.3. Diseño

Esta tesis utiliza el diseño fenomenológico ya que “implica una serie de


principios filosóficos sobre el mundo y la manera en que se conoce; al investigar
cualquier aspecto social, estos principios determinan la manera de acercarse a
lo que se quiere conocer”. (Maykut & Morehouse, 1994, p.19).

Esto se aplica en las técnicas e instrumentos que utilizan los


investigadores, como las entrevistas que buscan obtener resultados y datos
directos para poder encontrar respuesta a la pregunta central de la tesis.

Según Martínez (2004), en la labor del investigador:

“Nunca puede despojarse de los valores que alimentan, guían y


dan sentido a su ejercicio profesional. Los valores personales intervienen
de manera inevitable en la selección de los problemas, en el marco
teórico que se escoge y en métodos, técnicas y recursos que se emplean
en su solución… Son estos valores personales los que guían las
interpretaciones de los resultados”. (p. 18).

Martínez (2004) también afirma que el enfoque fenomenológico “tiene


como foco entender el significado que tiene los eventos (experiencias, actos)

74

para las personas que serán estudiadas” (p. 13), lo que se relaciona con las
experiencias relatadas por los fotoperiodistas, las cuales responden las
preguntas planteadas y entregan su propia visión en base a los hechos vividos
durante su vida laboral cubriendo problemas sociales.

Además, no es posible estudiar un fenómeno de manera objetiva, porque


el investigador interactúa modificando lo que estudia, y otro tanto porque los
sujetos que viven los fenómenos son quienes le dan sentido, ya que es el
intérprete de las realidades y en base a los testimonios presentados por los
fotoperiodistas.

El diseño cualitativo se caracteriza por “descubrir las estructuras o


sistemas dinámicos que dan razón de los eventos observados” (Martínez, 2002,
p. 29).

Según Maykut & Morehouse (1994), en la búsqueda de conocer y


descubrir una situación o fenómeno, el diseño fenomenológico:

“Busca entender una situación tal como es construida por los


participantes. El investigador cualitativo intenta capturar lo que la gente
dice y hace, es decir, los productos de cómo la gente interpreta el mundo.
La tarea del investigador cualitativo es encontrar los patrones dentro de
las palabras y los actos, y presentarle estos patrones a otros; de
preferencia a los mismos sujetos, para inspeccionar y al mismo tiempo
situarse lo más cerca posible de la construcción del mundo tal como los
participantes originalmente lo experimentan”. (p. 18)

75

III.4. Técnicas

Según Cerda (1991), la entrevista es una de las técnicas preferidas de los


partidarios de la investigación cualitativa, pero también es un procedimiento muy
usado por los psiquiatras, psicólogos, periodistas, médicos y otros profesionales,
que a la postre es una de las modalidades de la interrogación, o sea el hacer
preguntas a alguien con el propósito de obtener de información específica. A
este capítulo de la interrogación pertenecen también además de la entrevista, el
cuestionario, que a diferencia de la primera es escrita.

Se afirma que por medio de la entrevista se obtiene toda aquella


información que no obtenemos por la observación, porque a través de ello
podemos penetrar en el mundo interior del ser humano y conocer sus
sentimientos, estados, ideas, creencias y conocimientos. De ello, se deduce que
la entrevista no es otra cosa que una conversación entre dos personas, en la
cual los participantes se denominan entrevistador y entrevistado.

Estas dos personas dialogan y conversan de acuerdo con pautas


acordadas previamente, o sea, se presupone que para realizar una entrevista
debe existir una interacción verbal entre dos personas dentro de un proceso de
acción recíproca.

Asimismo, la entrevista es una conversación que tiene un propósito


definido, y este propósito se da en función del tema que se investiga. En
general, se plantea como un proceso de transacción de dar y recibir información,
de pregunta−respuesta, de emisor receptor, hasta alcanzar los objetivos que se
propongan los investigadores.

La entrevista cualitativa genera la oportunidad de comprender los puntos


de vistas de los participantes en la investigación acerca de sus mundos tal como

76

son descritos con sus propias palabras. Además, abarca desde una
aproximación no estructurada a una semi−estructurada. La entrevista
semi−estructurada recolecta datos de los individuos participantes a través de un
conjunto de preguntas abiertas formuladas en un orden específico. En contraste
con la no estructurada, esta se enfoca sobre una serie de preguntas que el
investigador hace el participante. Las preguntas son abiertas, ya que deben
permitir al entrevistado explayarse en sus ideas, sin ninguna especie de
limitación.

77

III.5. Instrumentos

Los instrumentos de investigación son aquellos que permiten recabar los


datos necesarios para el logro de los objetivos de la investigación.

En esta investigación, se utilizó un cuestionario como herramienta para la


recopilación de datos. Este tipo de instrumento es uno de los más utilizados en
una investigación cualitativa, en ella se realizan preguntas abiertas, sin
respuestas delimitadas con el fin de recoger respuestas racionales, pero también
emocionales.

Preg Objetivos Categorías Subcategorías Preguntas


unta específicos
de
inves
tigaci
ón

¿Cuál Identificar los Fotoperiodismo ¿Cuáles son los


es es valores centrales temas que Ud. aborda
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de los provocan emociones las emociones en la sociedad?
fotop Analizar las e informan” Marco humanas.
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que influyen en sus fotoperiodista?
se decisiones frente “proporciona un
han a los problemas marco de trabajo ¿Cómo Ud. previene

78

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en opiniones de los establecer políticas y creencias, situaciones de
proble fotoperiodistas en desarrollar pensamientos y problema/conflicto
mas relación a la ética estrategias para opiniones. social?
social aplicada por el velar por el correcto
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nales problemas Ético del Colegio de fundamentales que
entre sociales Periodistas de Chile, deben sustentar al
1980 nacionales hasta 2015) fotoperiodista?
a el 2016
2016 ¿Cuál es su
? metodología de
acercamiento para
lograr que la persona
Problemas sociales acceda a ser
Tipos de fotografiada?
“situación social de problemas
desequilibrio, sociales, ¿Qué criterios
desajuste, catástrofes valóricos influyen en
desorganización o naturales (27F la selección y
falta de armonía, o de 2010, S16 posterior publicación
situación normal que, 2015, de una fotografía
en su proceso de movimientos realizada?
crecimiento, enfrenta sociales
a una crisis que (marchas ¿Considera Ud. que
obliga a una estudiantiles, por debería existir un
reformulación la salud, sistema Código Ético
radical. Los previsional), exclusivo para el
problemas sociales necesidades Fotoperiodismo?
son los que sociales
constituyen las (pobreza, ¿Cuál es el tipo de
cuestiones discriminación problema social más
inquietantes que se racial y sexual), difícil de enfrentar
dan en el seno de conflictos durante su oficio?

79

una sociedad y en políticos
relación a los cuales (descontento, ¿Qué tanto influye su
se tiene conciencia cuestión chileno- vida personal en el
de la necesidad de mapuche) ejercicio de su
encontrarles profesión y viceversa?
soluciones”. Ander−
Egg (1994) ¿Cuál ha sido, para
Ud., el problema
social más complejo
de cubrir, en términos
éticos, ocurrido en
Chile de 1980 hasta
2016?

¿Cómo ha
evolucionado el
escenario ético en el
fotoperiodismo entre
1980 y 2016?

80

El instrumento cualitativo cuenta con doce preguntas abiertas, las cuales
fueron elaboradas de acuerdo a la pregunta de investigación, objetivos
generales y específicos y las categorías de fotoperiodismo, ética y problema
social.

El instrumento fue evaluado, verificado y validado por tres académicos


seleccionados de la Universidad de La Serena, en su calidad de expertos en las
materias de ética, fotoperiodismo e investigación:

Mg. Marcela Altamirano Soto:


Profesora de Historia y Geografía, Licenciada en Educación, Magíster en
Calidad y Mejora de la Educación, Doctoranda en Didáctica de las
Ciencias Sociales.
Académica del Departamento de Ciencias Sociales.

Mg. Cristian Muñoz Catalán:


Periodista, Licenciado en Comunicación Social
Magíster en Dirección de Comunicación y Marketing Estratégico
Director de Escuela de Periodismo
Académico del Departamento de Ciencias Sociales.

Dr. Francisco Roco Godoy:


Profesor de Estado en Castellano
Magíster y Doctor en Filosofía
Académico del Departamento de Ciencias Sociales.

81

III.6. Muestra

Tamayo y Tamayo (1997) afirman que “la muestra es el grupo de


individuos que se toma de la población, para estudiar un fenómeno estadístico¨
(p. 38). En este seminario de investigación, la muestra corresponde a
fotoperiodistas chilenos, elegidos arbitrariamente y que hayan trabajado en
problemas sociales en Chile durante el periodo comprendido entre 1980 y 2016.

Según lo define Arias (2006), “el muestreo Intencional u opinático, es


aquel donde los elementos maestrales son escogidos en base a criterios o
juicios preestablecidos por el investigador” (p. 85), o bien como lo describe Parra
(2003), “este tipo de muestreo se caracteriza por un esfuerzo deliberado de
obtener muestras representativas mediante la inclusión en la muestra de grupos
supuestamente típicos” (p. 25). En este caso, los fotoperiodistas fueron
seleccionados por 1) tener nacionalidad chilena y 2) haber participado en
problemas sociales en Chile ocurridos entre 1980 y 2016.

En la investigación cualitativa, el muestreo se realiza de forma progresiva,


esto es, se parte de una selección, o muestreo, inicial que se va reconsiderando
a cada paso y a cada dato relevante emergente que así nos los sugiere. El
proceso de selección se puede plantear al inicio, pero durante la gestión de la
investigación, las decisiones corren paralelas al transcurso de la misma. (Tójar;
2006)

El muestreo cualitativo es intencional, esto significa que la persona que


investiga va adoptando decisiones de selección de los diversos elementos de la
realidad social a investigar, en función de los propósitos de la investigación y de
los rasgos esenciales de esas misma realidad que se va construyendo (Holstein
y Gubrium; 1994). Se puede decir que el muestreo cualitativo también busca
representatividad, aunque no en un sentido estadístico ni con intenciones de

82

generalización. Si busca relevancia y representación emblemática de la
profundidad de las situaciones que observa, busca en cierto modo la
ejemplaridad, lo especial de cada contexto y realidad.

Los criterios de selección fueron: tener nacionalidad chilena o residencia


en Chile, ser fotoperiodistas de profesión u oficio y cubrir o haber tratado
situaciones de conflicto o problema social. Entre ellos se encuentran:

1. Juan Vargas

Fotógrafo, licenciado en Diseño MBA em Comunicaçao Estratégica &


Branding, Universidade FEEVALE do Brazil, con Magíster en Comunicación
Estratégica & Branding en Universidad Mayor. Posee experiencia en procesos
de acreditación, desarrollo institucional, RSE y relaciones comunitarias. Es
fundador de FotoActiva, la que nace con el objetivo de desarrollar conceptos,
transmitir valores e información de importancia transversal y socialmente
responsable, mediante intervenciones fotográficas urbanas de gran formato,
dirigidas a generar cambios positivos en nuestra sociedad.

2. Nicole Kramm

Nació el 13 de febrero de 1990. Es una fotógrafa santiaguina que trabaja


en fotografía documental ya que principalmente le interesan las personas y las
historias que estas tienen para contar. De esta forma, demuestra, por medio del
lenguaje visual, realidades que pueden inducir al cambio social. Fue ganadora
del Concurso Latinoamericano de Fotografía Documental con “Los trabajos y los
días”. Forma parte de un colectivo fotográfico llamado Kintu.

83

3. Alfonso González

Fotógrafo egresado del Instituto Profesional Arcos. Trabaja en fotografía


de prensa para El Mercurio y de manera independiente en el colectivo Migrar
Photo. Ganó el primer lugar de FotoPrensa 2017 en la categoría Reportaje
Internacional.

4. Diego Figueroa

Egresado en fotografía periodística del Instituto Profesional Arcos. Formó


el colectivo fotográfico llamado Migrar Photo y posee un diplomado en
Postproducción y Retoque Digital en la Academia Mac. En 2015, ganó el premio
FotoPrensa. Las temáticas que protagonizan sus reportajes fotográficos suelen
ser la exploración de la identidad local y la situación de las familias.

5. Roberto Candia

Oriundo de Puerto Montt, Candia se inició como fotoperiodista en 1991,


cuando se unió al diario La Nación, emigrando más tarde a La Época y La
Tercera. A lo largo de los años, ha trabajado como corresponsal para la agencia
de noticias The Associated Press (AP) y sus registros han sido publicados en
destacados medios periodísticos, como The New York Times (USA), The
Washington Post (USA), Time Magazine (USA), The Times (UK), The Guardian
(UK), Corriere della Sera (Italia), La Republica (Italia), Bild (Alemania), El País
(España), El Mundo (España), Le Figaro (Francia), Clarín (Argentina) y La
Jornada (México).

84

6. Christian Jamett

Fotógrafo desde hace 15 años. Se inició en el arte conceptual y con el


tiempo comenzó con las fotografías periodísticas y los reportajes. Estudió
Pedagogía en Educación General Básica y posee un magíster en fotografía de
espectáculo. Forma parte de la escuela de fotografía e iluminación en Santiago.

7. Víctor Pérez

Fotógrafo independiente y autodidacta que ha presentado trabajos para


Agencia Uno. Las principales temáticas en sus reportajes fotográficos son la
situación de los presos en las penitenciarias, como El Óvalo. También ha
cooperado con medios internacionales, tales como Nurpho Agency y Getty
Images, presentando fotografías de catástrofes naturales. Además con sus
proyectos fotográficos participa en concursos internacionales, organizados por
Poylatam y Lensculture.

8. Héctor González

Se inició en la fotografía a los 12 años como asistente de fotógrafo.


Estudio en la escuela de artes de la comunicación, cine, teatro y televisión. Sus
primeros trabajos fueron para la revista “Ramona”, un medio de las juventudes
comunistas en 1970. Después del golpe militar, vivió 30 años fuera de Chile,
Francia, España y EE.UU.

La selección de la muestra es por acceso, esto significa que los


investigadores entrevistarán a fotoperiodistas que cumpliesen con los requisitos,
a quienes se tenga accesibilidad y estén disponibles.

85

III.7. Categorías

Para esta investigación se eligieron las siguientes categorías de análisis:


fotoperiodismo, ética y problema social.

Fotoperiodismo: es un género periodístico que tiene como objetivo


representar y comunicar a través de fotografías determinados acontecimientos,
personajes, temáticas o sucesos. Los periodistas que se dedican a este género
se denominan reporteros gráficos o fotoperiodistas. El fotoperiodista documenta
una historia, la historia de los hombres, las imágenes que provocan emociones e
informan (Cruz, M., 2004).

Ética: La ética es el sentido de la vida y lo que a través de la existencia


hace o está haciendo cada individuo no solo de sí mismo, sino también de los
otros, porque el humano es responsable del ser moral y del destino de los
demás. Esto significa en buenas cuentas que el hombre, como individuo y ser
social, tiene obligaciones morales que se fundan básicamente en la dignidad de
las personas. (Aranguren, J., p.1979)

La ética proporciona un marco de trabajo para dirigir las funciones


esenciales de los periodistas, establecer políticas y desarrollar estrategias para
velar por el correcto desempeño profesional. (Código de Ética del Colegio de
Periodistas de Chile, 2015)

Problemas sociales: una situación social de desequilibrio, desajuste,


desorganización o falta de armonía, o situación normal que, en su proceso de
crecimiento, enfrenta a una crisis que obliga a una reformulación radical.
Además, señala que los problemas sociales son los que constituyen las
cuestiones inquietantes que se dan en el seno de una sociedad y en relación a

86

los cuales se tiene conciencia de la necesidad de encontrarles soluciones.
(Ander-Egg, 1994).

III.8. Criterios de rigor científico:

En esta investigación se cumplen los siguientes criterios:

La Confiabilidad es donde “los resultados deben garantizar la veracidad


de las descripciones realizadas por los participantes” (Noreña et al. 2012, p. 268)
El investigador debe controlar los juicios o críticas sobre las narraciones de los
participantes. Esto se demuestra al solo redactar las opiniones expresadas por
los sujetos en las entrevistas, además los investigadores no cuentan como
participantes de estas, por lo que no pueden expresar tácitamente sus juicios o
críticas.

La Validez que concierne la interpretación correcta de los resultados


recopilados (Noreña et al, 2012, p. 266). Se refiere a la obtención de datos a
través de diferentes puntos de vista para lograr una buena investigación e
interpretar los resultados con una base teórica y de experiencia, se puede
recurrir la triangulación y el contraste con otros investigadores. En el seminario
de investigación se realizó recopilación de datos teóricos y prácticos. Primero,
hay un marco teórico en base a bibliografías y, posteriormente, se recoge la
información a través de entrevistas semi−estructuradas.

La Credibilidad que “se refiere a la aproximación que los resultados deben


tener con el fenómeno observado” (Noreña et al, 2012, p. 267). Aquí el
investigador debe evitar conjeturas o ideas a priori. Se aconseja que el
investigador no tenga relación con el sujeto entrevistado para evitar fallas en los
resultados, se deber ser lo más objetivo posible. Es por ello que los sujetos

87

fueron elegidos por acceso, cumpliendo los requisitos del seminario de
investigación y contando con disponibilidad para ser parte de él.

3.9. Tipo de análisis

En esta investigación se utilizó el análisis cualitativo que consiste en “una


recopilación de información que permite estudiar el contenido manifiesto de una
comunicación, clasificando sus diferentes partes de acuerdo con categorías
establecidas por el investigador, con el fin de identificar de manera sistemática y
precisa las características de dicha comunicación” (Ander−Egg, 2003: p. 245).

El propósito principal del análisis de contenido “es la inferencia de


conocimientos relativos a las condiciones de producción (o eventualmente de
recepción), con ayuda de indicadores (cuantitativos o no)”. (Bardín, 1996, p. 29).

La definición de análisis de contenido ha ido variando con los años; desde


enfoques centrados en la cuantificación de los resultados, aspecto revolucionario
cuando la técnica se dio a conocer por primera vez, hasta enfoques que hacen
hincapié en la incorporación del dato cualitativo como la mayor riqueza de este
procedimiento. (Bardín, 1996; Mayring, 2000).

Para Allport, se trata de un método para estudiar y analizar las


comunicaciones de una forma sistemática, objetiva y cuantitativa a fin de medir
variables. (Allport, en Pérez, 1994, p. 74).

Mayring, por su parte, plantea una definición de este análisis a partir de


su propia experiencia con el tratamiento de datos: “El análisis cualitativo de
contenido se define a si mismo dentro de este marco de trabajo como una
aproximación empírica, de análisis metodológicamente controlado de textos al

88

interior de sus contextos de comunicación, siguiendo reglas analíticas de
contenido y modelos paso a paso, sin cuantificación de por medio”. (Mayring,
2000).

Finalmente, el análisis de contenido, desde el enfoque cualitativo,


necesariamente se ceñirá a suposiciones previas sobre la forma de hacer y
comprender la ciencia (Briones, 1988; Pérez, 1994) De modo tal que no se
puede pretender desarrollar una análisis libre de la influencia del investigador, de
los comunicadores −si éstos existen−, o del contexto (Baudino & Reising, 2000).

89

III.10. Análisis de resultados

En este apartado será analizada la información obtenida a través de las


entrevistas realizadas a los profesionales de fotoperiodismo que han participado
en problemas sociales entre 1980 y 2016.

Dicho análisis se llevará a cabo en base a categorías, las que fueron


establecidas en el instrumento, mediante la técnica de recopilación antes
señalada.

Las categorías establecidas para el análisis son las siguientes:

● Fotoperiodismo: “documentar una historia, la historia de los hombres, las


imágenes que provocan emociones e informan”. Marco Antonio Cruz
(2004).

● Ética: “proporciona un marco de trabajo para dirigir las funciones


esenciales de los periodistas, establecer políticas y desarrollar estrategias
para velar por el correcto desempeño profesional”. Código Ético del
Colegio de Periodistas de Chile (2015).

● Problema social: “situación social de desequilibrio, desajuste,


desorganización o falta de armonía, o situación normal que, en su
proceso de crecimiento, enfrenta a una crisis que obliga a una
reformulación radical. Los problemas sociales son los que constituyen las
cuestiones inquietantes que se dan en el seno de una sociedad y en
relación a los cuales se tiene conciencia de la necesidad de encontrarles
soluciones”. Ander−Egg (1994).

90

A continuación, se establecen premisas por categorías, de acuerdo con la
información entregada por los fotoperiodistas en las entrevistas realizadas.

1. Fotoperiodismo:

El fotoperiodismo conlleva una importante responsabilidad social.

● “El fotoperiodismo registra, muestra y cuenta a la gente lo que está


ocurriendo. Es denunciar algunas situaciones que todos vemos y
que finalmente muy pocos dignan ser capaces de poder
evidenciar”. (Christian Jamett).
● “El fotoperiodismo permite ilustrar los hechos contingentes, dar a
conocer a través de imágenes lo que sucede a nuestro alrededor
de la manera más convincente y menos intervenida posible. Es una
herramienta que genera lazos y comunicación entre los seres
humanos”. (Diego Figueroa).
● “Es intentar acercar distintas realidades, de gente que está
atravesando por una situación en especial a quienes no lo están,
pero de igual forma necesitan tener conocimiento de ello y hacerse
parte”. (Roberto Candia).

Para algunos el fotoperiodismo es subjetivo, pues les permite demostrar su


esencia e intenciones en la imagen.

● “Lo que yo fotografío es una consecuencia de la construcción


permanente de mi ser”. (Diego Figueroa).
● “El fotoperiodismo es nuestro espejo como seres humanos, darnos
cuenta de lo que estamos haciendo bien, es lo que nos hace
reflexionar. Es como una autocrítica. Es algo subjetivo porque dejo

91

algo de mí en las fotografías y le permite al espectador interpretar”.
(Alfonso González).
● “A través de mis fotos intento contar la visión que tengo como
fotógrafo”. (Héctor González).

La labor fotoperiodística se hace parte de la vida cotidiana del profesional,


haciéndolos más sensibles, interesados y perceptivos en cuanto a su entorno
social.

● “Un tema te lleva a investigar, leer libros, luchar, reunirte con


autoridades, porque te sientes parte de la pelea y sufres con la
gente”. (Nicole Kramm).
● “El fotoperiodismo me hace analizar más a las personas y ser más
observador. También, muchas veces, las luchas influyen en mi vida
personal”. (Alfonso González).
● “El profesional debe nutrirse de la historia de la fotografía y el
trabajo de otros fotógrafos importantes para generar y potenciar
una cultura visual”. (Héctor González).

El fotoperiodismo de prensa varía del independiente, ya que se rige por la línea


editorial y necesidades del medio al que se pertenece.

● “Al fotoperiodista de medio lo pueden censurar según los


parámetros del editor, porque no todos los medios son iguales, no
todos permiten publicar algo que sea fuerte. Mientras que el
freelance tiene sus pros y contra, tienes que financiarte por tus
propios medios, por lo tanto es más sacrificado, pero por otro lado,
eres más libre de tu material, lo puedes poner en fundaciones o

92

participar en un concurso, es más moldeable para ti”. (Víctor
Pérez).
● “En prensa se trabajan temas acotados que corresponden a la
pauta informativa actual, pero en temas personales trabajo con los
grupos menos valorados de la sociedad”. (Christian Jamett).

2. Ética:

El interés por la persona humana está por sobre el trabajo fotoperiodístico.

● “Siempre hay que dignificar al fotografiado, siempre hay que verlo


como un personaje digno”. (Alonso González).
● “Si hay una persona en situación de padecimiento, se debe tener
cautela en cómo se muestra en la fotografía”. (Roberto Candia)
● “Siempre hay que tratar de que la fotografía no aporte al morbo”.
(Juan Vargas)
● “Hay momentos y momentos. Respeta el dolor, ayuda y después
haces el trabajo”. (Nicole Kramm).

La metodología de acercamiento del fotoperiodismo independiente sigue los


valores éticos y morales, además de ser un proceso lento y no invasivo.

● “Si tengo que retratar al entrevistado le pido su autorización, pero


si hay algo que me llama la atención hago la foto y luego me
contacto con el involucrado, le explico mis motivaciones y si le
gustaría participar en el proyecto”. (Juan Vargas).
● “En situaciones de problemas sociales, voy antes sin cámara o con
ella apagada y conversó con la gente, porque es muy importante
que la gente conozca sobre mí y mi trabajo” (Víctor Pérez).

93

● “Siempre depende del contexto. Si es un trabajo con una
comunidad, ten por seguro que voy a ir sin nada, me preocupo de
saber primero qué es lo que quieren a cambio”. (Christian Jamett).

El escenario ético del fotoperiodismo chileno ha evolucionado en varios sentidos


entre 1980 y 2016.

● “Hoy en día, ha cambiado mucho la dinámica del fotoperiodismo;


antiguamente cuando había conflictos sociales, las personas no se
enteraban porque los medios no se encargan de ponerlos en
agenda. En ese sentido, hay un poco de dictadura de los medios,
sin embargo, eso cambia con las redes sociales, ahora la pauta
noticiosa es marcada por las personas que participan de estos
círculos interactivos”. (Roberto Candia).
● “La gente está más tolerante, pero Chile aún tiene muchos
prejuicios, es muy arribista e ignorante, pero las personas ahora
están despertando, aceptando cambios y abriendo los ojos, como
consecuencia de la globalización, de la tortura y del pasado que
tenemos como chilenos. Ahora la gente quiere saber de causas
que antes eran consideradas minorías o tabúes”. (Nicole Kramm).
● “Ahora hay mucha más gente que intenta conocer y encontrar
nuevas perspectivas. En prensa no ha cambiado mucho, ahora
está más abierto pero no demasiado, hay cosas que todavía son
tabúes, pero el foto documental de colectivos es diferente porque
se ven más temas y la foto se ve como arte”. (Alfonso González).

El fotoperiodismo chileno debería tener su propio Código de Ética.

● “En Chile existen regulaciones en el ámbito ético, pero son las


dadas para los periodistas, no hay medios que hayan

94

implementado un código en términos de trabajo de la imagen.
Ciertamente, hay ciertos parámetros que uno maneja por sentido
común pero no están escritos o reglamentados. Debería existir un
Código pero por supuesto que habrá gente dispuesta a cruzar las
reglas, puesto que finalmente lo que primará serán los valores
propios y las circunstancias en que uno se encuentre”. (Roberto
Candia).
● “Tendríamos que investigar y analizar un montón el tema entre los
fotoperiodistas de Chile, porque hablar de ética es algo delicado.
Yo creo que el fotoperiodismo tiene que tener su libertad absoluta,
no obstante, sí podría existir un Código pero con la precaución de
no llegar a censurar o prohibir”. (Christian Jamett).

El fotoperiodismo chileno no debería tener su propio Código de Ética, ya que


cada profesional se responsabiliza de su fotografía.

● “Yo creo que el código ético está en cada uno”. (Héctor González).
● “Creo que cada uno debe saber autorregularse. Las escuelas y
profesores tienen el deber de enseñar la ética, pero cada uno
decide si la aplicará”. (Diego Figueroa).
● “A nivel personal no, porque creo que todo está en el sentido
común del fotógrafo, está en la responsabilidad del fotógrafo que
debe pensar en todos y entregar la imagen, demostrar que en los
fotógrafos se puede confiar. Está en nosotros demostrar que no
somos buitres, comportarnos y trabajar de forma correcta
dignificando a los personajes. Está en nosotros mostrar que esta
profesión es necesaria y está en nuestro deber”. (Alfonso
González).
● “Yo me creé mis propios códigos de ética en base a mi experiencia
y a las situaciones que he cubierto. Creo que no tendría sentido”.
(Víctor Pérez).

95

El respeto y la verdad son los valores éticos que más destacan entre los
fotoperiodistas chilenos.

● “La honestidad con tu trabajo y ser un humano antes que todo. Ser
respetuoso”. (Víctor Pérez).
● “No debemos juzgar porque estamos muy lejos de estar en los
zapatos de la gente. Independiente. Ser un aporte para potenciar
valores explícitos en las fotografías”. (Juan Vargas).
● “El fotógrafo no puede ser un mentiroso, ni descalificar a la gente.
Tiene que ser abierto a todo tipo de personas”. (Alfonso González).

3. Problemas sociales

En el transcurso de la historia de Chile, han existido una serie de


problemas sociales que han marcado la labor del fotoperiodista.

● “Los incendios de Valparaíso y el tema de Chiloé, cuando el 2016


las salmoneras derramaron tóxicos en todo el océano de manera
ilegal y los pobladores quedaron sin sustentos”. (Nicole Kramm).
● “Los que más me han costado cubrir han sido el de los 33 mineros,
el terremoto del 2010 y los conscriptos de Antuco”. (Roberto
Candía).
● “El tema más difícil fue el de la cárcel El Óvalo, la gente en la
cárcel no quería hablar conmigo. Es otro mundo, más peligroso y la
gente es violenta. Estamos hablando de la boca del lobo. Por otra
parte, a nivel nacional, el que más me marcó fueron los incendios,
fue potente porque nunca había visto una llama de 50 metros”.
(Víctor Pérez).

96

● “El periodo de la dictadura militar. También el periodo anterior,
como se gesta la división de un país. Era como lo que está
viviendo Venezuela hoy en día”. (Juan Vargas).

97

CONCLUSIONES

En el siguiente apartado se presentan las conclusiones generales, a


modo de reflexionar sobre el proceso llevado a cabo en el presente seminario de
investigación, considerando sus antecedentes, desarrollo, limitaciones y posibles
proyecciones investigativas que puedan continuar el diálogo que refiere al
pensamiento ético de los fotoperiodistas chilenos.

Luego de ocho meses de investigación, podemos concluir que el


fotoperiodismo es una rama del periodismo que utiliza la fotografía como su
principal herramienta de información, cumpliendo un fuerte rol social que
requiere un compromiso ético por parte del profesional.

Para el correcto desempeño laboral del fotoperiodista, este debe poseer


ciertas características valóricas que le acerquen a la sociedad, tales como: el
respeto, empatía, valentía, compromiso, cordialidad, humildad, paciencia,
prudencia y honestidad.

Entre 1980 y 2016, Chile ha tenido problemas sociales relacionados a la


educación, sexualidad, salud, política, derechos humanos y catástrofes
naturales, eventos en los que fotoperiodistas chilenos han estado presentes, ya
sea de manera independiente o amparados por un medio de comunicación.

Cabe destacar que actualmente nuestro país no cuenta con un código de


ética exclusivo para fotoperiodistas que proteja y regule el ejercicio de la
profesión, por tanto, los mismos actúan de acuerdo a los valores adquiridos
individualmente durante la infancia, la escuela, la familia, círculos sociales, entre
otros contextos.

98

De esta manera, a través de las ocho entrevistas realizadas entre
noviembre de 2017 y junio de 2018 a fotoperiodistas chilenos, de distinto sexo y
edad, podemos concluir lo siguiente:

El fotoperiodista que pertenece a un medio de comunicación difiere con


aquel que trabaja de forma independiente o freelance, ya que el primero debe
cumplir con la línea editorial de un tercero, mientras que el segundo, guía su
trabajo según sus intereses personales. Por lo general, el primero cuenta con
mejores insumos para su labor, como equipos fotográficos, transporte y
alojamiento, que son financiados por la empresa periodística o institución donde
trabaja. Sin embargo, ser fotoperiodista independiente conlleva una serie de
beneficios como el control de horarios, libertad temática y el desarrollo de
proyectos a largo plazo, pero implica suplir varios desafíos, como la estabilidad
laboral, las presiones financieras y el desgaste emocional.

Al combinar dos formas de comunicar distintas en esencia: fotografía


(subjetivismo) y periodismo (objetivismo); los fotoperiodistas deben ser capaces
de capturar la “verdad informativa” y la estética en una misma fotografía o en
una secuencia de imágenes. Este suele ser el mayor conflicto del profesional,
puesto que, muchas veces, se prima lo artístico por sobre lo real, llevando a que
las imágenes sean manipuladas o alteradas con el fin de ganar el
reconocimiento público y especialmente de sus pares.

El fotoperiodismo es una profesión sumamente individualista, ya que


refleja la personalidad única del profesional, quien a través de la imagen,
entrega su visión de la realidad. No obstante, existen colectivos fotográficos
conformados por un número acotado de personas, generalmente jóvenes
adultos, que comparten diversos lineamientos sociales.

Respecto a la metodología de acercamiento, los fotoperiodistas que se


centran en una temática para trabajar a largo plazo, como foto documentales o

99

reportajes, prefieren primero identificarse, socializar e incluso introducirse en el
día a día de los protagonistas, ya que de esta forma, generan un ambiente
ameno, respetuoso y de confianza. Mientras que en noticias de último momento,
la fotografía se realiza antes de la presentación del profesional o incluso esto
último puede no llegar a concretarse.

Por otra parte, la mayoría de los fotoperiodistas entrevistados coincidió en


que las catástrofes naturales son el tipo de problema social más difícil de
abordar en Chile, ya que es donde la persona afectada demuestra su lado más
frágil, indefenso y vulnerable. Asimismo, el profesional pone a prueba su
empatía y demás valores éticos en medio de una situación que fácilmente
suscita morbosidad.

Al preguntarles: ¿Considera Ud. que debería existir un Código de


Ética exclusivo para los fotoperiodistas en Chile?, la mayoría de los
entrevistados se mostraron en contra, debido a que cada uno presenta sus
propios tiempos, recursos, ideales y distintas visiones de la ética, la cual
depende de la situación que rodea a la fotografía. Además, a pesar de los
intentos de agruparse, como lo sucedido con la Asociación de Fotógrafos
Independientes (AFI) y la Unión de Reporteros Gráficos, los fotoperiodistas
chilenos no han logrado organizarse a nivel nacional, debido a las distancias
geográficas, constante movilidad laboral y el bajo interés por contar con una
normativa conjunta.

Como investigadores, dejamos abierto el debate sobre la creación de un


código deontológico del fotoperiodista en Chile. Creemos que el fotoperiodismo,
al ser un género del periodismo, debiese contar con derechos y deberes
específicos para su profesión, tácitamente establecidos en el Código de Ética del
Colegio de Periodistas de Chile. Aquel apartado debe regular aspectos técnicos
y éticos relacionados a la imagen y el tratamiento informativo, desde la
perspectiva visual. Todo lo anterior, con el propósito de constituir regulaciones

100

bases para el desempeño del profesional, las cuales aporten a dignificar a la
persona y no utilizarla y cosificarla como sujeto de morbo o de consumo. No
obstante, esta normativa no debería de ninguna manera llegar a coartar o
prohibir la expresión autoral y creativa del fotoperiodista.

101

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107

IV. ANEXOS

108

IV.1. Entrevista 1

Fecha: 22 de marzo de 2017

Nombre: Christian Jamett

Perfil: Fotógrafo desde hace 15 años. Comenzó su trabajo en el arte conceptual


luego con las fotografías periodísticas y los reportajes. Estudió Pedagogía en
Educación General Básica y posteriormente realizó un Magíster en Fotografía de
Espectáculo en Francia.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“En prensa se trabajan temas acotados que corresponden a la pauta


informativa actual, pero en temas personales trabajo con los grupos menos
valorados de la sociedad tales como los afro descendientes. Lo abordo con
ellos, participan en las exposiciones e inauguraciones, son parte de los trabajos
audiovisuales e incluso de las giras. Esta acción tiene que ver con el respeto por
el espacio que ellos me brindan”.

Según Ud., ¿Cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“El rol del fotoperiodismo es denunciar algunas situaciones que todos


vemos y que finalmente muy pocos dignan ser capaces de poder evidenciar.

La fotografía cumple un rol fundamental, porque uno trata de registrar,


mostrar, contar a la gente lo que está ocurriendo.

Hago una distinción, en Chile el fotoperiodismo radica en temas de interés


general”.

109

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener
un fotoperiodista?

“No solamente quedarse con hacer las cosas, el tema nos debe interesar,
pero tampoco significa tomar el tema como bandera de lucha.

Necesitamos valentía, porque muchos colegas pueden ser silenciados por


cumplir su trabajo sobre todo en tiempos críticos”.

¿Cómo Ud. previene que se vulnere la dignidad de la persona en


situaciones de problema/conflicto social?

“El periodista debe solo limitarse a mostrar los hechos como son, pero
también hay situaciones muy particulares. La fotografía debe ser honesta, en
algunos casos es una representación de la misma ética del fotógrafo.

Si hay un contexto donde la persona necesita mi ayuda y no hay nadie


más, yo dejo mi cámara a un lado y lo ayudo. Es una opinión personal”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Siempre depende del contexto. Si trabajo en prensa no pregunto nada


tomo la foto y luego pido disculpa, sin embargo si es un trabajo con una
comunidad, ten por seguro que voy a ir sin nada, me preocupo de saber qué es
lo que quieren a cambio y me ha resultado excelente, porque tengo un respaldo
de la comunidad cuando me dicen que les gusta mi trabajo. Me siento muy bien
cuando ellos forman parte del proyecto y me lo hacen saber”.

110

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de
una fotografía realizada?

“Trabajo mucho con imagen física. No pueden ser fotografías que estén
de forma gratuita. Tiene que tener relación con el reportaje completo. Tiene que
cumplir un objetivo, con el rol de que no es gratuita su presencia y tiene sentido”.

¿Considera Ud. que debería existir un Código Ético exclusivo para el


fotoperiodismo?

“Tendríamos que investigar y analizar un montón, porque hablar de ética


es algo delicado. En el acercamiento a las personas se debería considerar más
la ética.

Yo creo que el fotoperiodismo tiene que tener su libertad absoluta, porque


es tan delicado el hecho de regular. Yo pienso que hay que estudiarlo.

Sí, podría existir pero tendrían que preguntarnos a los que hacemos el
trabajo y en base a eso el Estado podría hacerlo, porque si no sería muy al filo
que puede llegar a censurar.

Además, somos muy individualistas”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar durante su


oficio?

“La pobreza siempre es un tema delicado, porque se tiende a abusar de


la temática y este país es muy desigual”.

¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y


viceversa?

“Mucho porque quieres hacer más, pero no puedes hacer más. La


impotencia siempre me va acompañando”.

111

¿Cuál ha sido, para Ud., el problema social más complejo de cubrir, en
términos éticos, ocurrido en Chile de 1980 hasta 2016?

“El tema de la salud en Chile, por las diferencias entre los sectores
económicos, las filas interminables”.

¿Cómo ha evolucionado el escenario ético en el fotoperiodismo entre 1980


y 2016?

“En general, yo creo que en Chile hay una buena ética fotográfica, me
cuesta recordar una imagen que me desagrada. Siento que en Chile hay buenos
profesionales y tengo buenos colegas”.

112

IV.2. Entrevista 2

Fecha: 23 de marzo de 2018

Nombre: Diego Figueroa

Perfil: Estudió en el Instituto Arcos. Al egresar, fundó el Colectivo Migrar Photo


junto a un grupo de amigos y compañeros del rubro audiovisual.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“En lo personal los temas que más me interesan son los que tienen que
ver con la exploración de la identidad local, temas familiares y cotidianos como
el dolor provocado por las malas gestiones en la salud”.

Según Ud., ¿Cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“Es ilustrar los hechos contingentes, dar a conocer a través de imágenes


lo que sucede a nuestro alrededor de la manera más convincente y menos
intervenida posible. Informar y al tratarse de imagen debe ser de calidad. Es una
herramienta que genera lazos y comunicación entre los seres humanos”.

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener


un fotoperiodista?

“Debe saber trabajar en equipo, ser empático y comprometido. Debe


saber adaptarse y ser bien metódico. No perder las oportunidades que se
presentan”.

¿Cómo Ud. previene que no se vulnere la dignidad de la persona en


situaciones de problema social?

“Tiene que ver con la perspectiva que uno se plantea. Hay que tener
conciencia y valor, intentar no generar estereotipos”.

113

Para Ud. ¿cuáles son los valores fundamentales que deben sustentar al
fotoperiodista?

“Cualquier cosa que vaya más allá de la disciplina. Un fotoperiodista es


tan diverso y no creo que exista una condicionante que deba tener un
fotoperiodista. Por supuesto que debe tener ética, pero más allá de eso… no.
Ética y respeto”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Normalmente me doy el tiempo de conocer a las personas que estarán


en mis proyectos. Demuestro mi lado humano y luego le explico el proyecto y les
pido participar”.

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de


una fotografía realizada?

“Tiene que ser una buena foto, por criterios estéticos y de composiciones
establecidas hace muchos años atrás. La base es el respeto, si la persona se ve
afectada, no se publica, si la persona acepta se publica.

Al seleccionar la foto debe generar algo, que tenga tacto y que asombre.
Menos es más, con poco se muestra harto”.

¿Considera Ud. que debería existir un código ético exclusivo para el


fotoperiodismo?

“Es más tarea de las escuelas y profesores enseñar la ética. Tienes que
autorregularte. Está la unión de fotógrafos, pero hay fortalecerla. Deberíamos
estar ligados al Colegio de Periodistas”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar durante su


oficio?

“Los conflictos porque arriesgas tu integridad física”.

114

¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y
viceversa?

“Totalmente. Lo que yo fotografío es una consecuencia de la construcción


permanente de mi ser. Es una consecuencia de mi experiencia y es así para
todas las personas. Tus experiencias determinan tus fotos. Yo siempre he
trabajado desde donde me toca vivir”.

¿Cuál ha sido, para Ud., el problema social más complejo de cubrir, en


términos éticos, ocurrido en Chile de 1980 hasta 2016?

“El terremoto en Coquimbo, porque me sentí más inestable


emocionalmente”.

¿Cómo ha evolucionado el escenario ético en el fotoperiodismo entre 1980


y 2016?

“La mente está más abierta a otros temas”.

115

IV.3. Entrevista 3

Fecha: 26 de noviembre de 2017

Nombre: Alfonso González

Perfil: Fotógrafo egresado del Instituto Profesional Arcos. Trabaja en fotografía


de prensa para El Mercurio y de manera independiente en el colectivo Migrar
Photo. Ganó el primer lugar de FotoPrensa 2017 en la categoría de Reportaje
Internacional.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“Como prensa actualidad que le interesa a los mass media y con Migrar
temas de raíz, temas profundos como la pobreza, desigualdad, educación por
medio de un relato. También vemos temas de contingencia como el fútbol, vimos
diferentes perspectivas de la gente que estaba celebrando. En el tema educativo
hemos hecho retratos, nos vamos a la identidad”.

Según Ud. ¿Cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“El fotoperiodismo es nuestro espejo como seres humanos, darnos cuenta


de lo que estamos haciendo bien, es lo que nos hace reflexionar. Es como una
autocrítica. Es algo subjetivo porque dejo algo de mí en las fotografías y le
permito al espectador interpretar. La foto de prensa es algo más específico,
mientras que el foto reportaje es como más artístico”.

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener


un fotoperiodista?

“El fotógrafo no puede ser un mentiroso, ni descalificar a la gente. Tiene


que ser abierto a todo tipo de personas. Tiene que ser sensible y emotivo,
porque transmite la situación y las emociones en las fotografías. Tiene que ser
empático con el otro, es imposible lograr un acercamiento si no logras una

116

conexión. Las fotos documentales constan con un ejercicio de relacionarse con
otros. Siempre hay que dignificar al fotografiado, siempre hay que verlo como un
personaje digno”.

¿Cómo Ud. previene que no se vulnere la dignidad de las personas en


situaciones de problema/ conflicto social?

“En esos momentos la persona es parte de la noticia, ahí tu tomas la


fotografía de lo que es el momento”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Depende de cada periodista, uno como que lee a la otra persona, no vas
así nomás. Si ves que no está abierta de conversar no lo vas a molestar. Incluso
hay veces en que uno no toma la foto, pero consigue un contacto y se establece
casi siempre una conexión. También la paciencia ayuda mucho, porque llega un
momento en que las personas no pescan la cámara y el fotógrafo se volverá
parte de la intimidad”.

¿Considera Ud. que debería existir un Código Ético exclusivo para el


fotoperiodismo?

“A nivel personal no, porque creo que todo está en el sentido común del
fotógrafo, está en la responsabilidad del fotógrafo que debe pensar en todos y
entregar la imagen, demostrar que en los fotógrafos se puede confiar. Está en
nosotros demostrar que no somos buitres, comportarnos y trabajar de forma
correcta dignificando a los personajes. Está en nosotros mostrar que esta
profesión es necesaria y está en nuestro deber”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar en su oficio?

“El incendio de Valparaíso porque ocurrió después de año nuevo y fue


muy drástico el cambio, me hizo ver las cosas diferentes porque intenté darles

117

valor a las personas que ayudaban a apagar el fuego, le di empoderamiento y
dignidad”.

¿Influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y viceversa?

“Influye en mis pares porque ellos, las personas que me rodean son
víctimas de mis disparos. En mi vida personal la fotografía se transformó en una
gran bitácora de mi vida, principalmente está en mi teléfono y en mis fotos
análogas. Analizo más a las personas, soy más observador. Algunas veces las
luchas me influyen”.

¿Cómo ha evolucionado el escenario ético en el fotoperiodismo entre 1980


a 2016?

“Ha crecido el interés por la fotografía, lo que significa una foto porque ya
no es una imagen. Ahora hay mucha más gente que intenta conocer y encontrar
nuevas perspectivas. En prensa no ha cambiado mucho, ahora está más abierto
pero no demasiado, hay cosas que todavía es tabú, pero el foto documental de
colectivos es más diferente porque se ven más temas y la foto se ve como arte”.

¿Qué opinas de la siguiente frase: “En la fotografía es mejor pedir perdón


que pedir permiso”?

“Creo que ocupo las dos, depende de las circunstancias porque hay
veces en que no hay tiempo. En una situación de tsunami no estarás pidiendo
permiso”.

118

IV.4. Entrevista 4

Fecha: 25 de abril de 2018

Nombre: Roberto Candia

Perfil: Oriundo de Puerto Montt, Candia se inició como fotoperiodista en 1991,


cuando se unió al diario La Nación, emigrando más tarde a La Época y La
Tercera. A lo largo de los años, ha trabajado como corresponsal para la agencia
de noticias The Associated Press (AP) y sus registros han sido publicados en
destacados medios periodísticos, como The New York Times (USA), The
Washington Post (USA), Time Magazine (USA), The Times (UK), The Guardian
(UK), Corriere della Sera (Italia), La Republica (Italia), Bild (Alemania), El País
(España), El Mundo (España), Le Figaro (Francia), Clarín (Argentina) y La
Jornada (México).

¿Cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“Es intentar acercar distintas realidades, de gente que está atravesando


por una situación en especial a quienes no lo están, pero de igual forma
necesitan tener conocimiento de ello y hacerse parte. Hoy en día, ha cambiado
mucho la dinámica del fotoperiodismo; antiguamente cuando había conflictos
sociales, las personas no se enteraban porque los medios no se encargan de
ponerlos en agenda. En ese sentido, hay un poco de dictadura de los medios,
sin embargo, eso cambia con las redes sociales, ahora la pauta noticiosa es
marcada por las personas que participan de estos círculos interactivos.

Actualmente, a veces el fotoperiodista está más preocupado de los


premios que del rol social. Las razones por las que ellos caen, a veces son
impulsadas por los mismos medios. En Estados Unidos, la carrera por los
premios Pulitzer y World Press Photo es terrible, las instituciones no se dan

119

cuenta de que ejercen una cierta presión en el fotógrafo para conseguir estos
reconocimientos. No tengo claridad si el profesional quiere ir a una zona de
conflicto porque realmente le interesa hacer un cambio o porque están buscando
una notoriedad o prestigio. Eso no está controlado. Por ejemplo, si un
fotoperiodista de renombre sale ganador de un World Press Photo y luego se
descubre que manipuló la imagen, dirá después que lo suyo no es
necesariamente el periodismo, sino una rama más artística, más alternativa y
subjetiva. De hecho, debido a que esto ha sucedido reiteradamente, ya casi las
organizaciones han tenido que incluir una categoría en que prácticamente se
admite algún tipo de alteración. Eso es absurdo”.

Actualmente en Chile no existe un Código de Ética exclusivo para


fotoperiodistas, ¿cree Ud. que debería crearse uno?

“En Chile existen regulaciones en el ámbito ético, pero son las dadas para
los periodistas, no hay medios que hayan implementado un código en términos
de trabajo de la imagen. Ciertamente, hay ciertos parámetros que uno maneja
por sentido común pero no están escritos o reglamentados y eso es algo en el
que el periodismo chileno está bastante atrasado. No solamente eso, sino que
también la consideración que se le tiene al fotoperiodista y al camarógrafo, que
todavía siguen siendo vistos como en una escala más baja dentro del mundo
periodístico.

En el caso de que existiera un manual, deberían establecerse claramente


los límites de trabajo, sobretodo el ser siempre respetuoso a pesar de los
intereses o fines de los medios. O sea, si hay una persona en situación de
padecimiento, se debe tener cautela en cómo se muestra. Después de eso, el
tema de la alteración de la imagen en la postproducción con herramientas
digitales, como el Photoshop, que esté absolutamente prohibido distorsionar
significativamente la foto, además de la intervención del mismo fotógrafo en la
escena, el llamado «montaje». A los medios chilenos aún les llama la atención

120

este último punto, por ejemplo, en procesiones religiosas, hay profesionales que
les piden a los fieles sostener una vela y que la cera se derrita por sus manos,
para así armar una escena más atractiva, o que en las marchas alguien levante
un cartel, salte o grite. El buen fotógrafo no es siempre el que llega con la
imagen más impactante, sino el que cuenta una historia honesta.

Aún existiendo un código, por supuesto que habrá gente dispuesta a cruzar las
reglas, puesto que finalmente lo que primará serán los valores propios y las
circunstancias en que uno se encuentre”.

¿Por qué los fotoperiodistas emergentes están prefiriendo el trabajo


freelance al de medios de comunicación?

“Bueno, ahí depende básicamente del editor de fotografía. Yo creo que el


último editor serio que tuvo Chile fue Miguel Ángel Larrea del diario La Época, él
implementó muchas cosas que han sido irrepetibles en el país. Primero, el
respeto por el fotógrafo, que siempre fue tratado como un colega más; segundo,
el diseño del diario, en el cual la foto no era un relleno, sino que eran realmente
imágenes que aportaban información. En ese sentido, la diagramación del diario
estaba pensada en la fotografía. Los medios chilenos recargan mucho con fotos
innecesarias… Si una nota periodística habla sobre Sebastián Piñera, no hay
razón de poner una foto de él, todo sabemos quién es”.

En la selección de fotografías, ¿privilegia más la composición y estética o


el valor informativo?

“Uno intenta que sea una combinación de las dos, pero no significa que
sea la fórmula perfecta. Eso lo comprobé con la foto del hombre de la bandera,
porque es una imagen que en términos de composición no es buena. Muchos
fotógrafos jamás pensaron que se convertiría en un ícono absoluto. Hasta el día
de hoy, critican la foto, que es fácil, básica y patriotera, pero tiene aspectos que

121

a mucha gente le hace sentido. Pienso que ¿hasta qué punto vale la pena
preocuparse por el lenguaje si no puedes comunicar de manera directa y rápida
algo? Me di cuenta de que con esta foto, por más sencilla que fuera, sí pude
lograr lo que yo no había podido hacer en muchos años”.

Finalmente, ¿cuál ha sido el conflicto más difícil de abordar en Chile en


términos éticos?

“El conflicto mapuche, la problemática indígena en general. Es


complicado porque la comunidad es muy cerrada y no es la idea abordarlo de
manera superficial. Entonces aparece un fotógrafo o un periodista que quiere
hacer un seguimiento, pero ellos no están seguros de que si efectivamente el
profesional les ayudará. De cierta manera se protegen mucho. Personalmente,
de los que he cubierto, los que más me han costado han sido el de los 33
mineros, el terremoto del 2010 y los conscriptos de Antuco”.

122

IV.5. Entrevista 5

Fecha: 04 de junio de 2018

Nombre: Héctor González

Perfil: Se inició en la fotografía a los 12 años de edad como asistente de


fotógrafo. Estudio en la escuela de artes de la comunicación, cine, teatro y
televisión. Sus primeros trabajos fueron para la revista “Ramona”, un medio de
las juventudes comunistas en 1970. Después del golpe militar, vivió 30 años
fuera de Chile, en Francia, España y EE.UU.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“‘Vivir o morir en Santiago de Chile’ una especie de registro que


demuestra que la dictadura sigue viva en la mentalidad de la gente. Refleja su
mirada en la ciudad de Santiago, la cual considera como una urbe llena de
frustraciones. Además, el movimiento por la educación chilena, porque
considera a los estudiantes como la necesidad de hacer cambios de fondo en
este país. También, el conflicto mapuche porque me siento identificado como tal.
Tengo claro que mi trabajo es un tipo de difusión alternativa”.

Según Ud., ¿cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“El fotoperiodista debe ser un mediador entre la realidad. Toda fotografía


es una interpretación del mundo exterior”.

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¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener
un fotoperiodista?

“Conocimientos, conocer el mundo exterior y no traicionar la confianza de


la gente. Convertirse en un observador voraz y estar en permanente
conocimiento de lo que se va a registrar. Debe nutrirse de la historia de la
fotografía y el trabajo de otros fotógrafos connotados, para así generar y
potenciar una cultura visual”.

¿Cómo Ud. previene que se vulnere la dignidad de la persona en


situaciones de problemas sociales?

“Yo solo trato entregar una fotografía honesta. Soy testigo de lo que está
sucediendo, pero no de las causas que llevaron a que eso suceda”.

Para Ud. ¿cuáles son los valores fundamentales que deben sustentar al
fotoperiodista?

“La empatía de ponerse en los zapatos del otro”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“En la fotografía paparazzi hay 3 tipos de técnicas.

La entrevista: donde el personaje da una entrevista y posa para las fotografías.

El acordado: donde el personaje a fotografiar indica la situación en la cual


podrán fotografiarlo y tanto el fotógrafo como él personaje público cobran.

El “robado”: encontrar al personaje público y fotografiarlo sin su consentimiento.

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La ética es cuestionable, pero siempre la información debe ser veraz”.

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de


una fotografía realizada?

“Es algo que aún me cuesta. Debo ser capaz de contar una buena historia
por medio de las fotografías”.

¿Considera Ud. que debería existir un Código Ético exclusivo para el


fotoperiodismo?

“Yo creo que el código ético está en cada quien. Hay que ser muy
cuidadoso con la difusión de las fotografías”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar durante su


oficio?
“El movimiento mapuche”.

¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y


viceversa?

“A través de mis fotos intento contar la visión que tengo como fotógrafo”.

¿Cuál ha sido, para Ud., el problema social más complejo de cubrir, en


términos éticos, ocurrido en Chile de 1980 hasta 2016?

“La situación post dictadura”.

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IV.6. Entrevista 6

Fecha: 22 de marzo de 2018

Nombre: Juan Vargas

Perfil: Fotógrafo, licenciado en Diseño MBA em Comunicaçao Estratégica &


Branding, Universidade FEEVALE do Brazil, con Magíster en Comunicación
Estratégica & Branding en Universidad Mayor. Posee experiencia en procesos
de acreditación, desarrollo institucional, RSE y relaciones comunitarias. Es
fundador de FotoActiva, la que nace con el objetivo de desarrollar conceptos,
transmitir valores e información de importancia transversal y socialmente
responsable, mediante intervenciones fotográficas urbanas de gran formato,
dirigidas a generar cambios positivos en nuestra sociedad.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“Busco temas que generen valores donde se ven situaciones injustas en


la sociedad. Por lo general, desastres naturales”

Según Ud., ¿cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“Mi rol es que el fotoperiodismo tiene que transferir valor entre personas e
instituciones. Demostrar lo bueno que cada uno hace pero esto no significa lavar
la imagen de ninguna institución”.

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener


un fotoperiodista?

“No juzgar porque estamos muy lejos de estar en los zapatos de las otras
personas. Se debe ser Independiente y un aporte para potenciar valores
explícitos en las fotografías”.

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¿Cómo Ud. previene que se vulnere la dignidad de la persona en
situaciones de problema social?

“No hay que hacer fotos que solamente ayudan con el morbo”.

Para Ud. ¿cuáles son los valores fundamentales que deben sustentar al
fotoperiodista?

“Hay que informar a la gente y también hay que educarla”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Depende de la situación. Si tengo que retratar al entrevistado le pido su


autorización, pero si hay algo que me llama la atención hago la foto y luego me
contacto con el involucrado, le explico mis motivaciones y si le gustaría participar
en el proyecto. Por lo general nadie me ha dicho nunca que no”.

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de


una fotografía realizada?

“Elijo la que más se acerca al concepto que quiero transmitir”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar durante su


oficio?

“Los conflictos sociales porque hay una división en la gente y surgen


polos extremistas. No estoy de acuerdo con eso”.

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¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y
viceversa?

“Uno se siente muy tocado por la situación, uno siente que tiene que
ayudar. Lo mejor es que la gente ayude como sabe ayudar; si eres fotógrafo
ayuda con tus fotos”.

¿Cuál ha sido, para Ud., el problema social más complejo de cubrir, en


términos éticos, ocurrido en Chile de 1980 hasta 2016?

“El periodo de la dictadura militar. También el periodo anterior, como se


gesta la división de un país. Era como lo que está viviendo Venezuela hoy en
día”.

¿Cómo ha evolucionado el escenario ético en el fotoperiodismo entre 1980


y 2016?

“Yo creo que ha cambiado en su gran mayoría. El escenario es distinto”.

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IV.7. Entrevista 7

Fecha: 26 de noviembre de 2017

Nombre: Nicole Kramm

Perfil: Nació el 13 de febrero de 1990. Es una fotógrafa santiaguina que trabaja


en fotografía documental ya que principalmente le interesan las personas y las
historias que estas tienen para contar, intentando así demostrar, por medio del
lenguaje visual, realidades que pueden inducir al cambio social. Ganadora del
Concurso Latinoamericano de Fotografía Documental con “Los trabajos y los
días”. Es parte de un colectivo fotográfico llamado Kintu.

¿Cuáles son los temas que Ud. aborda en el ejercicio de su profesión?

“Es ambiguo, como fotoperiodista hago temas míos pero como profesión,
hago temas que los medios me dan. Hago temas sociales, me gusta cubrir
conflictos. En el colectivo Kintu generalmente trabajamos en protestas,
pobladores, conflictos de género y animalismo, de hecho ellos nos llaman y
vamos a cubrir. Nunca hemos cobrado por eso. Ellos saben que estamos ahí
siempre, nos apoyamos. Últimamente, he estado con prensa vegana que
enseña conceptos básicos como antropocentrismo y a través de la fotografía
empatizar con el público”.

Según Ud., ¿cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“Visibilizar la desigualdad, las necesidades de las personas. Busco


visibilizar para que haya algún cambio, obviamente no cambiaré el mundo con
esto pero la gente me dice: “oye gracias, viniste pa acá y después vino la gente
a ayudar”. Esas cosas no pasan con el periodismo formal. Yo nací en San

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Ramón, vengo de familia humilde y unida y siempre tuve esa inquietud de la
igualdad, me dolía cuando veía a un caballero en la calle, un perro con sarna o
la gente de la feria. Yo decía: “nadie se entera de esto, no podemos vivir en un
país tan injusto”.

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener


un fotoperiodista?

“Una persona moralmente fuerte, porque igual yo he visto muchos


colegas que no están ni ahí con la gente, son muy individualistas y no le
interesan la realidad. Ellos tratan a la gente de ‘monos’ y eso me molesta
mucho, no individualizan a las personas. Es como que ellos son los directores, el
escenario la calle y la gente los actores. Para hacer fotoperiodismo, hay que
tener tino, si ves a la señora que está llorando, no debes tirarle la cámara
encima, hay momentos y momentos, respeta su dolor, ayúdala y después haces
el trabajo”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Generalmente, estoy harto rato conociendo a la gente, hago largo el


proceso porque no me gusta llegar y tirar la cámara. Me acerco y les explico mi
labor más social, no les digo que soy fotógrafa porque es imponerse como
autoridad, como profesional y ellos se disminuyen. Hay que hacerlo paralelo y no
jerárquico. Le cuento mi idea y ahí me dicen. Hay que establecer un vínculo con
esa persona y no verla como una herramienta. Si le incomoda, vuelvo al otro día.
Siempre que documento un tema, es a favor de ellos entonces generalmente
siempre acceden. Hace tres años, empecé a hacer una serie documental de
drogadictos o con problemas psiquiátricos que viven afuera del hospital Barros
Luco, me llamaba la atención que ellos vivieran ahí. Un día fui y conversé con
ellos, eran muy bipolares, algunos han sido asesinos, viven ahí porque tuvieron

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problemas muy grandes. Para llegar a esa cercanía, tuve que contarle de mi
vida, de mis viajes, de lo que me gusta, para que ellos sepan que no soy como
un buitre. Hasta un día les compre cervezas y jamás pensé estar con indigentes
tomando alcohol. No es llegar y violar su intimidad, hacer las cosas no
perjudicando al otro. Quizá algunas veces voy a estar un mes esperando la
cercanía, porque estos temas son lentos, hasta que llega un momento en que se
olvidan de que está la cámara, pasa a ser parte del brazo.

A mí no me gusta llegar tan invasivamente. Al no pertenecer a un medio


de comunicación, tengo la libertad de tomarme todo el tiempo posible, hasta
lograr su confianza”.

¿Cómo Ud. previene que se vulnere la dignidad de la persona en


situaciones de problema social?

“Yo creo que el 99% de las fotografías que se realizan en situaciones de


catástrofes o problemas sociales son morbo, yo no hago esa foto, en las que hay
200 fotógrafos disparando. Son buitres.

Las fotos de quemados, heridos y muertos, acá en Chile no se publican,


entonces solo la sacan por morbo. Pero en el contexto internacional, sí me
parece legítimo que la prensa muestre lo que realmente está pasando. Como el
niño sirio que estaba fallecido en la orilla del mar, esa foto llevó a muchos a
investigar más”.

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de


una fotografía realizada?

“Siempre me pregunto ¿de qué sirve? y ¿qué aporta?. Por ejemplo, en los
incendios de este verano, le tomé la fotografía a animales que estaban
quemados y vivos, me afectó mucho ver los animales así, porque soy muy

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empática con ellos, pero la tomé y la envié una fundación, se viralizó y llegaron
más de 10 veterinarios, se llevaron a algunas ovejas y a otras las realizaron
eutanasia, también llegaron de la municipalidad. Para mí, esa es una labor bien
hecha.

Mientras todos entrevistaban a la misma persona, yo quise informar sobre


esto y después me llamaban los medios para preguntarme dónde estaban las
ovejas, solo porque se había viralizado. Para sustentarme, trabajo en eventos,
publicidad, moda, entre otros, con ese dinero yo puedo después ir a lugares a
los que sí quiero ir a documentar. Hay fotógrafos que se consideran
especialistas en problemas sociales y por eso no se pueden rebajar a un
matrimonio”.

¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y


viceversa?

“Todas mis acciones las limito a la comunicación, en todas mis


conversaciones están presentes mis trabajos y viceversa. El fotoperiodismo me
ha ayudado ser más justa, igualitaria y ética. Yo tengo mis convicciones y en mi
trabajo se demuestran. Un tema de documental te lleva a investigar, leer libros,
pelear, ir a reuniones con autoridades, porque te sientes parte de y sufres con la
gente. Si uno es fotoperiodista de corazón, nunca se puede desligar, uno se
casa con el área y siempre está pensando en eso”.

¿Cómo ha evolucionado el escenario ético en el fotoperiodismo entre 1980


y 2016?

“La gente está más tolerante, pero Chile aún tiene muchos prejuicios, es
muy arribista e ignorante, pero la gente ahora está despertando, aceptando
cambios y abriendo los ojos, consecuencia de la globalización, de la tortura y del

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pasado que tenemos como chilenos. La gente quiere saber de causas que antes
eran consideradas minorías o tabúes”.

¿Cuál ha sido para Ud., el problema social más complejo de cubrir en


términos éticos, ocurrido en Chile desde 1980 a 2016?

“Los incendios de Valparaíso y el tema de Chiloé. Cuando el 2016 las


salmoneras derramaron tóxicos en todo el océano de manera ilegal y los
pobladores quedaron sin sustentos. Tenía 30 ‘lucas’ y le dije a un amigo: ¿por
qué no vamos? y compramos un pasaje a Puerto Montt, para llegar hicimos
dedo, nos quedamos como 10 días viviendo con los pobladores en las
barricadas. Todos los demás andaban haciendo periodismo con medios como
La Tercera, Agencia Uno, Reuters, todos con dinero, pero eso da experiencia
muy enriquecedora.

Con eso gané el Concurso Latinoamericano de Fotografía Documental en la


categoría de conflictos sindicales, donde se muestra la lucha de los pescadores,
ahí me fui a Colombia y estuve exponiendo en el palacio Rafael de Uribe.
Postulaban 22 países y veía muy lejano ganar. Mi idea siempre es enaltecer y
dignificar a la persona”.

¿Considera Ud. que debería existir un Código de Ética exclusivo para los
fotoperiodistas en Chile?
“No hay algo formal, pero sí al estudiar nos enseñan sobre la ética. Yo
creo que cada uno debería autorregularse, actuar con crítica y moral”.

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IV.8. Entrevista 8

Fecha: 23 de marzo de 2018

Nombre: Víctor Pérez

Perfil: Fotógrafo independiente y autodidacta que ha presentado trabajos para


Agencia Uno. Las principales temáticas en sus reportajes fotográficos son la
situación de los presos en las penitenciarias, como El Óvalo. También ha
cooperado con medios internacionales, tales como Nurpho Agency y Getty
Images, presentando fotografías de catástrofes naturales. Además con sus
proyectos fotográficos participa en concursos internacionales, organizados por
Poylatam y Lensculture.

Según Ud., ¿cuál es el rol del fotoperiodismo en la sociedad?

“El rol principal es informar de la manera más honesta, para que después
se pueda generar un poco de opinión, debate y ayuda”.

¿Cuáles son las características personales y valóricas que debería tener


un fotoperiodista?

“La honestidad con tu trabajo y ser un humano antes que todo, siendo
respetuoso”.

¿Cómo Ud. previene que se vulnere la dignidad de la persona en


situaciones de problema/conflicto social?

“Me gustaría diferenciar en situaciones, porque toda situación es muy


diferente. Por ejemplo, gente viviendo en la calle, hay gente que no quiere ser
fotografiada, porque no quiere saber del mundo, pero por otro lado, hay gente

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que si quiere ser fotografiada. Cada situación es muy distinta, se conversa con la
gente, se conoce un poco de la vida de la persona”.

¿Cuál es su metodología de acercamiento para lograr que la persona


acceda a ser fotografiada?

“Converso con la gente, porque es muy importante que la gente conozca


lo que voy a hacer. Voy sin la cámara o con la cámara apagada, porque es
importante que me conozcan, les preocupa dónde puede salir la información”.

¿Qué criterios valóricos influyen en la selección y posterior publicación de


una fotografía realizada?

“Escojo la que tenga más fuerza, resalto esa fotografía. Fuerza a nivel
estético y a nivel social”.

¿Considera Ud. que debería existir un Código Ético exclusivo para el


fotoperiodismo?

“Yo creé mis propios códigos de ética en base a mi propia experiencia y a


las situaciones que he cubierto. Para mí no tiene mucho sentido exponer la vida
privada, si no es una persona que le ha hecho daño al resto”.

¿Cuál es el tipo de problema social más difícil de enfrentar durante su


oficio?

“El tema más difícil fue el de la cárcel El Óvalo, la gente en la cárcel no


quería hablar conmigo. Es otro mundo, muy peligroso y violento. Estamos

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hablando de la boca del lobo. A nivel nacional, lo que más me marcó fueron los
incendios, fue potente porque nunca había visto una llama de 50 metros”.

¿Qué tanto influye su vida personal en el ejercicio de su profesión y


viceversa?

“Es muy importante, porque a mí me interesa el mundo en el que estoy


viviendo, me interesa lo que pasará después y para dónde va el mundo.
Después de tomar las fotos me quedo pensando en lo que ocurre en otros
lados”.

¿Cuál ha sido, para Ud., el problema social más complejo de cubrir, en


términos éticos, ocurrido en Chile de 1980 hasta 2016?

“La situación en la cárcel El Óvalo, son más de diez años donde ha


habido violencia todos los días. También porque ahí hay narcos y sicarios. Creo
ya que si solucionamos el tema de las cárceles, solucionaríamos varios
problemas sociales”.

¿Cuáles son las diferencias entre un periodista freelance y un periodista de


medio?

“Al de medio lo pueden censurar según los parámetros del editor, porque
no todos los medios son iguales, no todos permiten publicar algo que sea fuerte.
Mientras que el freelance tiene sus pros y contra, tienes que financiarte por tus
propios medios, por lo tanto es más sacrificado, pero por otro lado, eres más
libre de tu material, lo puedes poner en fundaciones o participar en un concurso,
es más moldeable para ti”.

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IV.9. Cartas de validación

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