Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
FILOSOFÍA PRIMERA
László Tengelyi
Bergische Universität Wuppertal
116
Fenomenología como filosofía primera
117
László Tengelyi
118
Fenomenología como filosofía primera
119
László Tengelyi
120
Fenomenología como filosofía primera
mos a las cosas, por hallar una salida de las dificultades antinómicas, con las
cuales se topaba una y otra vez la metafísica tradicional. Aquí debe bastar un
ejemplo para ilustrar lo antedicho.
121
László Tengelyi
122
Fenomenología como filosofía primera
123
László Tengelyi
124
Fenomenología como filosofía primera
125
László Tengelyi
categorial que hay entre la realidad y la existencia de las cosas. En el marco del
movimiento fenomenológico Eugen Fink afirma: “[…] Realidad significa ante
todo una determinación de mundo (Weltbestimmung), es el carácter del ‘suelo
mundano’ (Weltboden) en el cual se hallan las cosas singulares. Sólo mediata,
derivadamente y en cierta manera corresponde la realidad a las cosas.”34 Para
fortalecer su afirmación, Fink alude a las reflexiones husserlianas sobre la
modalizabilidad (Modalisierbarkeit) de la experiencia: cada cosa está amenazada
constantemente por decepciones que la cuestionan, la tornan dudosa, impro-
bable, incluso la pueden tachar por completo. No resulta difícil decir de dón-
de procede esta modalizabilidad fundamental de la experiencia de las cosas. Se
da porque cada experiencia de cosa implica aprehensiones anticipadoras
(vorgreifende Auffassungen) que van más allá de lo dado en viva presencia. En
estas aprehensiones anticipadoras se dibuja un horizonte entero al cual se aña-
de la cosa singular, horizonte que en la fenomenología se denomina “mundo”.
Éste se inscribe en cada experiencia de cosa como excedente (Überschuss) co-
experimentado e inexpresable, por así decirlo. Así el mundo se anuncia como
pre-dado (vorgegeben). Esta pre-donación del mundo, acentuada por Husserl en
sus últimas investigaciones35, alentó a Fink a definir el mundo, en oposición a
las cosas singulares, como lo inmodalizable sin más (das schlechthin
Unmodalisierbares).36
Podemos aseverar que en esta inmodalizabilidad sólo se expresa la relación
necesaria con la realidad, lo cual es una propiedad esencial de la experiencia.
Cada experiencia es un encuentro y roce (Begegnung und Berührung) con la realidad.
Incluso como ilusión sensorial se distingue de toda mera fantasía. Como Husserl
advierte, la ilusión sensorial es un fenómeno de percepción. Tampoco una
vivencia de decepción (Enttäuschungserlebnis) hace que la experiencia pierda su
relación con la realidad. Ninguna decepción afecta todas las expectativas pre-
cedentes, más bien algunas se ven siempre confirmadas.37 De ahí que en una
vivencia de decepción frecuentemente sea palpable un sentido nuevo de la
realidad, y si tal no es el caso, al menos esta falta se resentirá dolorosamente.
Por eso se justifica la idea de una necesaria relación de la experiencia con la
realidad. Empero se trata de una relación que se dirige a tales o cuales cosas,
más bien que sólo al mundo.
126
Fenomenología como filosofía primera
Nos parece que Fink va demasiado lejos cuando designa al mundo como
un “ser necesario” (ens necessarium) en el sentido de un ente incondicionado.38
En este punto Fink se aparta del método fenomenológico, que consiste en
referir siempre el análisis categorial al proceso de experiencia.
A este principio metódico se aúna un cambio de constelación de las cate-
gorías. Salta a la vista que las categorías no expresan momentos de ser fijo o
determinaciones formales de las cosas, sino sólo tendencias a la concordancia de la
experiencia (Einstimmigkeitstendenzen der Erfahrung). Lo antedicho ha sido mos-
trado claramente por Husserl a propósito de la categoría mundo. Pero esto se
aplica a todas las categorías. Tal es justamente el sentido del término experienciales.
A diferencia de las categorías, en el sentido originario de la palabra, los
experienciales no son en primera instancia ‘maneras de enunciación’
(Aussageweisen), sino maneras de la experiencia, aunque puedan considerarse a
la vez como contrapartes antepredicativas de las categorías del pensamiento
predicativo. Las categorías del pensamiento expresan las condiciones de con-
cordancia de la experiencia y articulan expectativas que manifiestan por anti-
cipado (a priori) la experiencia. Empero corresponde a tales categorías una
“contingencia cognoscitiva”. Sólo la fenomenología torna comprensible esta
contingencia de las categorías, en la medida en que arroja luz sobre la posibi-
lidad de un conflicto en la experiencia (Widerstreit in der Erfahrung). Siempre pue-
den surgir divergencias en la experiencia, incluso antagonismos de la expe-
riencia, porque el sujeto egológico, como Husserl expresaba en pasajes antes
citados, se escinde en una multiplicidad. Por eso no sólo hay distintos puntos
de vista, sino incluso distintas maneras de experiencia que no se dejan recon-
ciliar sin más. No pueden presuponerse estructuras generales que se hallarían
en el yo y en el otro en un mismo sentido. Tales estructuras sólo pueden surgir
como productos de tendencias fácticas a la concordancia, las cuales permane-
cen afectadas con una contingencia inabolible.
De ahí se sigue que la fenomenología como “filosofía primera” no sólo
puede ser entendida como ontología de las cosas, sino además como ontología
del mundo. A diferencia de Kant, la fenomenología no coloca las categorías
de la experiencia en el domino de la fuerza judicativa determinante. Como
tendencias de la experiencia a la concordancia están necesariamente sometidas
a una fuerza judicativa que se desplaza en búsqueda de ellas, sin que esta
127
László Tengelyi
128
Fenomenología como filosofía primera
Notas
1
Edmund Husserl, Cartesianische Meditationen, editadas(por E. Ströker, Hamburg,
Felix Meiner, 1987, p. 142.
2
Ídem.
3
Ídem.
4
Ibídem, p. 160.
5
Edmund Husserl, Ideen zu einer reinen Phänomenologie und phänomenologische
Philosophie, Husserliana volumen III/1, editado por K. Schumann, Den Haag, Martinus
Nijhoff 1976, p. 178,
6
En las Cartesianische Medidationen Husserl fundamenta así esta idea: “Toda racio-
nalidad del factum se basa en el a priori. Ciencia a priori es ciencia de lo principial
(Prinzipielles), al cual debe recurrir la ciencia positiva para que sus principios sean
fundamentados. Sólo que la ciencia a priori no debe ser ingenua, sino surgir a partir de
las fuentes trascendental-fenomenológicas últimas.” (Edmund Husserl, Cartesianische
Meditationen, edición citada, p. 160)
7
Rudolf Bernet, Iso Kern, Eduard Marbach, Edmund Husserl. Darstellung
seines Denkens, Hamburg, Felix Meiner, 1989, p. 211. Cfr. I. Kern, Idee und
Methode der Philosophie, Berlín, W. de Gruyter, 1975, p. 333.
8
Edmund Husserl, Erste Philosophie, Husserliana volumen VII, editado por R.
Boehm, Den Haag, Martinus Nijhoff, 1956, p. 188.
9
Edmund Husserl, Cartesianische ..., op.cit., p. 160.
10
Ídem.
129
László Tengelyi
11
Edmund Husserl, Zur Phänomenologie der Intersubjektivität. Zweiter Teil: 1921-
1928. Husserliana volumen XIV, editado por I. Kern, Martinus Nijhoff, Den Haag
1973, p. 159.
12
Ibídem, p. 155.
13
Ibídem, p. 154.
14
Ídem.
15
Ibídem, p. 155.
16
Cfr. Marc Richir, Phantasia, imagination, affectivité, Grenoble, Éditions Jérôme
Millon, 2004, p. 93-102. Cfr. también: Husserliana volumen XIV, p. 151-160.
17
Cfr. Ludwig Landgrebe, Faktizität und Individuation. Studien zu den Grundfragen
der Phänomenologie, Hamburg, Felix Meiner, 1982.
18
Cfr. Stefano Micali, Überschusse der Erfahrung: Grenzdimensionen des Ich nach Husserl,
Den Haag, Springer, 2008.
19
Edmund Husserl, Zur Phänomenologie der Intersubjektivität. Dritter Teil: 1929-
1935. Husserliana volumen XV, editado por I. Kern, Den Haag, Martinus Nijhoff
1973, p. 385 (texto n. 22)
20
Ibídem, p. 386 (texto n. 22).
21
Ibídem, p. 366 (texto n. 21).
22
Ibídem, p. 371 (texto n. 21).
23
Ibídem, p. 381 (texto n. 22) y p. 593-597 (texto n. 34).
24
Eduard Marbach, Das Problem des Ich in der Phänomenologie Husserls, Den Haag,
Martinus Nijhoff, 1974, s. 79 (Marbach se basa en un texto no publicado de Husserl)
25
Edmund Husserl, Erste Philosophie, Husserliana volumen VIII, editado por R.
Böhm, Den Haag, Martinus Nijhoff, 1959, p. 50.
26
Ídem.
27
Ídem.
28
Ídem.
29
Sancti Thomae de Aquino, De aeternitate mundi contra murmurantes, en: Opera
omnia, tomus XLIII, Roma: cura et studio Fratrum Praedicatorum, 1976: “[…] non
enim ponitur, si criatura semper fuit, ut in aliquo tempore nihil sit, sed ponitur quod
natura eius talis esset quod esset nihil, si sibi relinqueretur: ut si dicamus aerem semper
illuminatum fuiste a sole, oportebit dicere quod aer factus est lucidus a sole.”
30
F.W.J. Schelling, Philosophie der Offenbarung, Erstes Buch: “Einletung in die
Philosophie der Offenbarung oder Begründung der positiven Philosophie”, Ausgewählte
Schriften, editados por M. Frank, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1985, Bd. V, p. 761.
(Sämtliche Werke, editadas por K.F.A. Schelling, Stuttgart/Augsburg, Cotta 1860,
Abteilung II, Bd. 3, p. 159.)
31
F.W.J. Schelling, Einleitung in die Philosophie der Mythologie, Zweites Buch:
“Philosophische Einleitung in die Philosophie der Mythologie oder Darstellung der
130
Fenomenología como filosofía primera
131