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Ensayo 1: El mundo en

vitrina

Jorge Verdejo Allende


Sección 1
Las personas jamás se detienen a pensar en el acto de cómo vivimos a través de la
significancia que le otorgamos a objetos o cosas sin vida. Si bien lo anterior puede parecer
falacia, vale la pena preguntarse por qué nos parecería mejor una polera negra de la marca
Luis Vuitton a una polera de las mismas características de marca Zara. Nacemos con la
capacidad de crear afecto (involuntario) hacia un ‘algo artificial’ que progresivamente cobra
vida en nuestras mentes y en las del resto, por ejemplo, lo difícil que se le hace botar un
juguete a un niño por la cantidad de años que pasó junto a éste, independiente que él reciba
uno nuevo. Es así, como en la misma medida que el niño crece, aprende que jamás conocerá
un dinosaurio puesto que se extinguieron y sólo puede acercarse a ellos a través de su historia.
¿Tendrá la misma significancia un dinosaurio para alguien nacido en el año 1990 a alguien
nacido en 2100? Todo depende de cómo (manera) y cuánto (en que medida) se mantenga
vivo el recuerdo de estos, ya que depende de nosotros mismos si damos muerte a algo que
ocurrió en el pasado, ya sea un hecho o un objeto. Esta relación de mantener vivo ‘algo’
pasado en el presente y aprender de él, crea la habilidad de conocimiento, la cual puede
derivarse en distintos ámbitos como la filosofía (libros), ciencia (experimentos) y
matemáticas (fórmulas). A lo largo de este ensayo se presentará qué habilidades usan
historiadores (y personas en general) aferrándose al entorno y tecnología de la época para
mantener en memoria hitos y objetos que dan valor, incluso, a una nación, cultura o familia.
Buscando así estudiar la importancia que tiene el conocimiento de carácter histórico y la
directa vinculación con la exposición de objetos a través del tiempo. Antes de comenzar es
necesario diferenciar dos términos comúnmente relacionados que son exhibir y exponer,
durante el ensayo se mencionará ambos, pero la diferenciación se basa en la profundidad que
se le da al segundo, como un acto no sólo de mostrar, sino de demostrar un objeto, dando a
entender por sí sólo un significado, historia e importancia. A través de este ensayo de dará a
entender cómo el sistema panóptico de Michael Foucault se vinculó con el arte de exponer
para dar cabida a una forma distinta de exhibir y vivir, también se diferenciará la dificultad
que existe al momento de exponer en distintas áreas como la ciencia y la historia buscando
el mismo fin y, además, de cómo se establece en la actualidad una nueva forma de exhibir de
la cual todas las personas son parte.
Al momento de visitar un museo uno pasa a ser parte de él involuntariamente,
envolviéndose de toda la información que éste busca transmitir, lo anterior más que un hecho,
es una función, la cual es llamada museología y se arraiga del significado que tiene exponer
un objeto, pero; ¿por qué sucede esto? “El museo es un edificio singular para conservar obras
de arte, donde el objeto, las obras, son más importantes que el sujeto, los visitantes. Las obras
se amontonan en salas, cubriendo espacios, superficies, estanterías y vitrinas, esperando una
ordenación y clasificación, como las especies naturales. Se datan, se estudia la técnica, se
ordenan por autores y escuelas.”1 No es exagerada la aseveración expresada por el autor de
que ‘lo expuesto’ valga más que uno (como persona), esto se debe a que existen ciertas
exhibiciones que poseen décadas de investigación o que cierto objeto posea un valor nominal
mucho más alto de lo que la persona pudiese generar en su vida. ¿De dónde nace tal
importancia y dominio del objeto por sobre la persona? Desde ya siglos pasados las
exposiciones eran sinónimos de estatus ya que eran privadas y restringidas a sólo ciertas
personas, por lo que la gente que tenía la capacidad de viajar y tener el nivel de educación tal
de entender el nivel de lo expuesto, era capaz de entrar. Cuando se dio paso a la primera
exposición internacional en el Crystal Palace en 1851 se denotó también el carácter de poder
y clasificación que podía generar, esto se manifiesta en el orden que asignaba en ese entonces
a los asistentes que abarcaba a filipinos, latinos, americanos, etc. por separado. Quizás el
hecho de clasificar podía denotar racismo o superioridad de parte de las potencias de aquel
entonces, pero lo positivo fue que dio paso al enorme intercambio cultural que se manifestó,
llegando incluso a formar lazos comerciales y poniendo en el ojo del huracán varios países
que tenían un fuerte productivo desconocido. Tony Bennett en su libro ‘The Exhibitionary
Complex’ da a entender que La Gran Exposición de Londres en 1851 es el principal ejemplo
de lo que él llama ‘Complejo Expositivo’ o bien, cómo la exhibición en conjunto con sus
visitantes dio origen a una entidad colectiva de regulación y normas, donde existía respeto y
orden. El evento comunicó la noción de poder a la sociedad a través del intercambio de
conocimiento. Al presentar productos industrializados al público trabajador, la exposición se
convirtió en un lugar para reflexionar sobre el "progreso" de la sociedad industrial. Sus

1
Torres,R.(2005,Octubre). Identidad e Imagen Corporativa del Museo del Ferrocarril. Recuperado de
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/02/02_1482.pdf
visitantes se empoderaron por un sentido colectivo de logro, haciendo visible el progreso de
la humanidad bajo la guía de los que organizaban tal evento. Bajo esta premisa Bennett
vincula el panoptismo de Michael Foucault a la exposición, donde expresa: “The
exhibitionary complex, by contrast, perfected a self-monitoring system of looks in which the
subject and object positions can be exchanged, in which the crowd comes to commune with
and regulate itself through interiorizing the ideal and ordered view of itself as seen from the
controlling vision of power - a site of sight accessible to all.”2 El individuo ya no estaría
cohesionado a actuar de una forma sino que se anima a hacerlo puesto que el ‘ojo que todo
lo ve’ es la gente en sí, quienes siguen normas acorde progresa la sociedad y donde el que no
las cumple podría ser sancionado. Siendo esto una clara manifestación de aprendizaje y
comportamiento frente a la sociedad (disciplina), que hoy en día, se da por hecho, pero no
siempre fue así, he ahí el porqué se representa como conocimiento.

Bajo la misma idea planteada por Bennett de la visión del humano como la exposición misma,
“estamos en un mundo en el cual cada uno de nosotros nos transformamos en objeto de
exhibición”3 puesto que la tecnología ha dado paso a que el intercambio cultural se lleve a
cabo de forma espontánea y a cualquier esquina del mundo. Es así como plataformas como
Pinterest, Tumblr, Instagram o Flickr, se han encargado de ser las pioneras en basarse en
transmitir algo más que una foto, brindando frases, fotos artísticas, paisajes y pinturas tanto
profesionales como callejeras a dar a luz en cualquier parte. Si esto no es dar voz a aquellos
que pasan desapercibidos, ¿qué lo es? Se han descubierto talentos y promesas a través de la
inacabable internet y se presenta como el sistema que más ha revolucionado el mundo actual
pues cualquier persona puede tener acceso a éste y todos buscan una forma de tener cabida
en éste. A pesar de la popularidad del Internet, las exposiciones no han perdido respeto, al
contrario, la gente sabe que, en un museo, por ejemplo, las fotos con flash no están
permitidas, que ‘lo expuesto’ no se toca o que en una exposición de tumbas hay que guardar
silencio, así es como indirectamente se ve evolucionado el ‘Complejo Expositivo’ y el fin de
crear un nexo entre disciplina y castigo.

2
Bennet,T.(1988)
3
Drien,M.(2018,Marzo). Primera clase.
Ahora bien, existe una gran diferencia entre exponer objetos históricos a exponer unos
científicos, puesto que los primeros poseen un respaldo histórico que los acompaña, en
cambio los segundos, tienen que vincularse a un estudio previo que corrobore y de vida a
aquello que se expone. He ahí la influencia del arte y el progreso en la humanidad, el
individuo tiende solo a observar, pero no a crear y ser ‘ser participe de la exposición’. El
conocimiento ha transcendido gracias a que quienes aportaron en la historia y/o ciencia
entendieron ese deber de dar vida y entendimiento a aquello que lo rodeaba, desde Platón
hasta Stephen Hawking. Si no fuese así no sabríamos que hay más allá de las estrellas o de
qué se compone el reino animal. Una iniciativa que se puso en marcha actualmente fue en
Max Planck Institute, donde obsequiarían becas a los alumnos que quieran exhibir ante el
mundo sus investigaciones y descubrimientos, ligando así la ciencia con el pueblo de
Dudweiler (Alemania). La persona a cargo de esto (quien basó su estudio acerca de causas y
consecuencias de esta medida) señaló “When we are presenting its history to audiences needy
for meaning and orientation in a chaotic world we have a responsibility to create real works
of art. If one takes this ambition seriously, research begins not with the past, but with the
present and the future.”4 Dejando en claro que preservar la idea de plasmar exposiciones
como forma de traslado de conocimiento en el tiempo es clave, pues una exposición de
carácter científica requiere de conocimiento previo el cual viene construyéndose de años.

En conclusión, las exposiciones se relacionan en un alto nivel al conocimiento


histórico, pero está limitado a la voluntad del ser humano por querer transmitir información
para que sea conocida y/o desarrollada en un futuro. Tal limitación es dependiente de muchas
variables, en donde la más influyente es la comodidad que buscan los individuos hoy en día,
ya que literalmente tienen todo al alcance de la mano, pudiendo privarse de ir a una feria
gastronómica y observarla por YouTube, perdiendo el sentido que antes tenía la exposición.
Por otro lado, la tecnología permite digitalizar textos, restaurar imágenes, conservar en buen
estado y durante más tiempo ciertos objetos, y además de ser una posibilidad de conocer
lugares, pensamientos y personas que quizás años atrás hubiesen pasado inadvertidos por
nuestra vida. Lo cierto es que hace falta que aparezca cierto sistema que paralice la
informalidad de este nuevo mundo en exhibición, un panoptismo moderno que implante

4
Lehmann-Brauns,S.(2010). The Exhibition as Product and Generator of Scholarship. (1°ed). Max Planck
Institute for the History of Science.
mayor seguridad al momento de darse a conocer por el mundo y que exija a cada persona que
aporte con una investigación en algún ámbito que lo represente, si bien, bajo el supuesto del
panoptismo pasamos a ser parte de la exhibición, también podríamos a ser exhibidores del
mismo, tal y como lo hicieron los alumnos del Max Planck Institute.La pregunta correcta a
preguntarnos sería ¿Qué cualidades atribuimos a las cosas/artefactos, y cómo podemos
alinear mejor estas cualidades con sus funciones en exposiciones? La respuesta puede ser
interpretada de miles de formas distintas dependiendo de la persona, tal y como Foucault
otorgó un simbolismo educativo a la prisión (un error para la época). La exposición busca
principalmente que se aprenda de el valor y esencia que puede tener ‘lo expuesto’
independiente si aquello que se extrae es negativo, puesto que el progreso puede hacer
cambios en la historia y se tornen en un bien común.

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