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Fecha: 2018-07-10
El magnicidio del presidente Gabriel García Moreno el 6 de agosto de 1875 fue un hecho sin
precedentes tanto en la historia política del Ecuador como en la de América Latina. Este
hecho sucedió gracias a las maquinaciones de un grupo de conspiradores bastante cercanos
al jefe de estado. Todo esto gracias a sus políticas conservadoras de un corte dictatorial muy
notorio; las cuales le conferían facultades especiales frente a los demás poderes del estado,
sumado a la creciente ola de inconformidad popular y política que se respiraba en el país y,
según muchos rumores, un romance adúltero con la esposa de quien sería su asesino: Faustino
Lemus Rayo, antiguo gobernador de la provincia del Napo, que el propio García Moreno
había designado.
A mediados de 1875, como resultado de las tiránicas actuaciones del presidente García
Moreno, quien basándose en “su” constitución de 1869, llamada también Carta Negra,
hacía y deshacía del país conforme a su absoluta voluntad o capricho, un grupo de
intelectuales y militares que habían sufrido persecución por parte del mandatario
empezaron a reunirse para buscar la forma de poner fin a esa terrible situación (Avilés
Pino, s.f.).
Cabe mencionar que, en los años pasados, es decir, a partir del ascenso al poder de García
Moreno, varios medios de comunicación, así como publicaciones literarias e incluso sus
propios detractores eran censurados por el régimen, esto con la finalidad de contar con un
halo de “invulnerabilidad” y de “gran apoyo popular”. Sin embargo, existían espacios donde
ciertos periódicos, e inclusive los propios opositores al garcianismo, podían postular sus ideas
de manera un tanto más libre -a pesar de estar alejados del régimen, las publicaciones de
opinión política atravesaban por fuerte censura antes de ver la luz. Uno de estos espacios era
Guayaquil, pues aquí el ferviente pensamiento liberal estuvo en incubación y posterior auge
durante la segunda mitad del siglo XIX.
A partir de la muerte del presidente, varios de los medios de comunicación y políticos, presa
de este sobresalto, comenzarán a informar al público, no obstante, no se puede hablar desde
una posible “objetividad” pues estos denotaban una clara postura -ya sea liberal o
conservadora- la cual trataban de transmitir al pueblo. Un punto de importancia es que varios
de estos periódicos siguieron publicando noticias y encabezados relacionados con el
magnicidio semanas e incluso meses después de ocurrido. Nuevamente, haciendo visible una
postura particular que resulta imposible no advertir.
Tal es el caso de “La Túnica de César”, periódico quiteño, el cual se pronuncia ante este
acontecimiento dos meses después, con una publicación de cortes absolutamente garcianos.
Este periódico en particular tiende a hacer varias comparaciones -absolutamente anacrónicas,
es necesario manifestar- en las que se pone como ejemplos a Julio César, Simón Bolívar,
Abraham Lincoln y al propio García Moreno como mártires de sus ideales “libertarios y
republicanos”, de una constante lucha por el bien de la patria y que han sufrido a manos de
traidores su muerte en pos de los mismos. Si bien la única especie de paralelismo al que
podemos referirnos -a riesgo de caer en la anacronía- es el de Lincoln. Asesinado en 1865,
representaría un proyecto político que levantaría un gran descontento y posterior guerra civil
en Estados Unidos; sin embargo, ambos mandatarios además de estar a kilómetros de
distancia entre sus naciones, también lo están entre sus proyectos políticos.
“La Túnica de César” escribe con una ferviente admiración hacia el jefe de estado caído,
llegando a preguntarse incluso si “este será el fin del Ecuador”. Hace varias alusiones al
derecho divino y a la justicia de Dios, la cual dejará caer sobre los traidores a los ideales de
la patria. Es justamente a ellos a quienes más insulta el diario.
Esta visión más política será compartida por otros periódicos que se dedicarán a informar
más sobre el panorama gubernamental sobre el cual estará atravesando la nación. Es
necesario remarcar el carácter conservador del periódico “La Libertad”, pues en el resto de
postulados que continúan al de Flores, se hablará de un proyecto político desde esta
perspectiva.
Otros periódicos como “La Paz” de Quito estarán mucho más enfocados en tratar temas
políticos, pero desde una situación un tanto más “objetiva”, ya que no abordará a la muerte
de García Moreno como un suceso trágico que enluta a la nación o como un mal necesario
para el progreso político ecuatoriano. No obstante, no fui capaz de terminar la lectura de
dicho diario por el estado de las consiguientes páginas, que resultaban imposibles de leer.
En el periódico oficial del país, “El Nacional”, informaba acerca de como se habían
manifestado los diferentes organismos políticos -nacionales y extranjeros- acerca del
magnicidio. Siendo el periódico oficial, es obvia la postura que este presentará frente al tema.
De hecho, la edición del 10 de agosto de 1875, a más de conmemorar el primer grito de
independencia, estaba a tope de publicaciones referidas al hecho que sacudió al país tan solo
cuatro días atrás. Muchas de las publicaciones tenían títulos como “Día Nefasto” y “A la
Memoria”; siendo el primero el cual se expresará de una manera trágica: La noble sangre del
Regenerador de la Patria, acaba de ser derramada por miserables y pérfidos asesinos que,
armados de puñal y revolver asestaron contra su vida que era también la de la Patria
(Anónimo, pág. 2).
Existen otros espacios de opinión liberal dentro de la época, como lo demuestran “La Paz” y
“La República”, pronunciándose sobre le hecho de una manera un tanto más sobria (si cabe
el término), analizando más posturas políticas que el profundo luto que la nación atravesaba.
La visión liberal del proyecto garciano es totalmente diferente a como los conservadores lo
veían. Siendo los liberales los encargados del poder político del país desde el último lustro
del siglo XIX hasta 1912. Estos estarán enfocados más en los temas políticos que competen
al país gracias a este acontecimiento más que en tratar la muerte de su mayor enemigo de un
modo peyorativo.
La prensa ecuatoriana del siglo XIX estará totalmente dividida entre las posturas liberales y
conservadores, las cuales se ven notablemente plasmadas en los artículos que los diarios
publicaron, y más notable aún a partir de la muerte de García Moreno. Gracias a las noticias
con respecto a este acontecimiento me fue posible identificar esta conclusión, ya que los
pronunciamientos de las figuras políticas de ambos polos estaban plasmados en los diarios,
para poder llegar al pueblo.
BIBLIOGRAFÍA
Anónimo. (16 de octubre de 1875). Candidato para Presidente de la República el benemérito
Señor General Julio Sáenz. La Paz, págs. 1-4.
Avilés Pino, E. (s.f.). Asesinato de García Moreno. Obtenido de Enciclopedia del Ecuador:
http://www.enciclopediadelecuador.com/historia-del-ecuador/asesinato-de-garcia-moreno/