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ESPECIALIDAD DE
ORGANIZACIÓN
(Valoración de derivados financieros)
Febrero, 2017
2
ÍNDICE
4 Árboles binomiales 51
4.1 El modelo binomial: generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.2 El modelo binomial con un salto de tiempo . . . . . . . . . . . . . 53
4.3 El modelo binomial con varios saltos de tiempo. Fórmula de
valoración de opciones europeas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
4.4 Carteras autofinanciadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4.5 Opciones americanas. Fórmula de valoración . . . . . . . . . . . . 67
5 El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 71
5.1 El modelo de Cox-Ross-Rubinstein con probabilidades reales
y de riesgo neutro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
5.2 Construcción de árboles de valoración en el modelo CRR . . . . 76
5.3 Árboles binomiales para opciones sobre subyacentes con divi-
dendos y para ı́ndices bursátiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
5.4 Árboles binomiales para opciones sobre el tipo de cambio . . . 89
5.5 Opciones sobre contratos de futuros. Árboles binomiales para
opciones sobre futuros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
3
6 Fórmulas de Black-Scholes 93
6.1 Fórmulas de valoración de Black-Scholes para opciones europeas 93
6.2 La delta de una opción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Apéndices 105
A Interés compuesto y continuo 105
Bibliografı́a 116
4
Contratos a plazos (forwards) y futuros 5
del activo. En caso de que haya una disminución en el precio del activo el inversor
neutraliza las pérdidas en que incurre como poseedor del activo con los beneficios
que le proporciona la venta en corto.
Todo lo anterior da una visión muy esquemática de lo que significa vender en corto.
Hay alguna complicación cuando, por ejemplo, un inversor vende en corto acciones que
pagan periódicamente dividendos a sus poseedores. En estas circunstancias está obligado
a pagar esos dividendos a la persona de la cual ha tomado prestadas las acciones como en
el ejemplo 1.1:
En el contrato a plazo:
• El tipo de activos que se negocian con contratos a plazo es muy variado. Hay
contratos a plazo sobre productos agrı́colas (contratos a plazo para vender en el
futuro una cierta cosecha a un precio fijado), sobre productos como el petróleo,
contratos a plazo sobre acciones o ı́ndices bursátiles y son frecuentes los contratos
a plazo sobre el tipo de cambio de divisas. Por ejemplo, un contrato en el que se
estipula que un dı́a fijado en el futuro el vendedor venderá al comprador una cierta
cantidad de dólares a un tipo de cambio del dólar frente al euro fijado en el contrato.
Los contratos a plazo se pueden usar como cobertura o también con fines puramente espec-
ulativos. Es claro que, en cualquiera de los dos casos, la posición larga en el contrato
Contratos a plazos (forwards) y futuros 8
Los dos ejemplos 1.2 y 1.3 son tı́picos de como un productor (el agricultor en el ejemplo
1.2) puede asegurarse un precio mı́nimo F0 para su cosecha firmando en corto un contrato
a plazo y como un comprador (la empresa que compra dólares en el ejemplo 1.3) se asegura
frente a la subida del dólar entrando en largo en un contrato a plazo y asegurándose un
tipo de cambio máximo F0 . En ambos casos el contrato se usa como cobertura frente a una
posible variación del precio en el futuro y en ambos casos hay una contrapartida porque
obviamente el contrato a plazo impide al agricultor beneficiarse de una posible subida del
precio de las naranjas y a la empresa importadora beneficiarse de una hipotética bajada
del dólar frente al euro. Ello significa que el resultado final en el caso de que se haya
firmado un contrato a plazo no es, necesariamente, más ventajoso para uno
de los firmantes que si no se hubiera firmado el contrato. En general, cuando una
de las partes que firma un contrato a plazo lo hace con ánimo de usarlo como cobertura,
renuncia a posibles beneficios con tal de obtener una garantı́a contra oscilaciones de precio
que, caso de producirse, le perjudicarı́an.
Contratos a plazos (forwards) y futuros 9
• Existe un interés sin riesgo r que tı́picamente puede ser el de los bonos del tesoro
o el interés que dan los depósitos en un banco consolidado del que no se esperan
problemas. En lo que sigue se considera que este interés es un interés continuo de
forma que una cantidad a0 al cabo de un tiempo t se transforma en a0 ert . El interés
sin riesgo es aplicable tanto a la hora de prestar como a la de pedir prestado.
En el mundo real el interés sin riesgo no es constante sino que depende del tiempo.
No solo eso sino que en realidad es aleatorio de modo que es imposible decir con
precisión hoy, cuál va a ser el interés sin riesgo dentro de, por ejemplo, seis meses.
Casi todo lo que se dice en estas notas se generaliza con facilidad al caso de un interés
r (t) función determinista del tiempo pero considerar que es un proceso aleatorio es
más complicado. Para simplificar lo más posible se considera en todo lo que sigue
que r es constante y solo en algunos casos se admitirá la posibilidad de que dependa
del tiempo de forma determinista.
No tiene sentido comparar dos cantidades de dinero que se poseen en tiempos dis-
tintos. Una cierta cantidad de B euros en t = 0 no es equivalente a B euros en t = T
porque B euros en t = 0 rentan sin ningún riesgo BerT en t = T . Para comparar B
euros en t = 0 con C euros en t = T se comparan las cantidades BerT y C o bien
las cantidades B y Ce−rT . Al proceso de calcular el valor que tendrı́a hoy en t = 0
una cierta cantidad en el futuro se le llama descontar el valor del dinero. Ası́
Ce−rT es el valor de C en T descontado al tiempo actual.
La segunda de las hipótesis es fundamental para valorar todo tipo de derivados financieros
y volveremos a ella con frecuencia más adelante. Obviamente no entra en contradicción
con la primera: se puede obtener un rendimiento sin riesgo a un interés de r pero haciendo
una inversión neta.
El principio de ausencia de oportunidad de arbitraje permite determinar el precio de
un contrato a plazo en función de variables como el precio del activo subyacente en el
Contratos a plazos (forwards) y futuros 10
momento de la firma del mismo, el periodo que transcurre entre la firma y el vencimiento
y el interés sin riesgo del mercado. Como se ve en lo que sigue y dependiendo del tipo
de activo, el precio tiene expresiones ligeramente distintas pero en la obtención de todas
ellas juegan un papel fundamental la ausencia de arbitraje y la existencia de un interés
sin riesgo.
F0 = S0 erT (1.1)
Cualquier precio que no sea el dado por (1.1) permite hacer arbitraje:
Los beneficios llevarı́an a cada vez más inversores a las ventas en corto en t = 0 lo
que empujarı́a a la baja el precio del activo hasta que se consiguiera la igualdad (1.1).
Puede darse el caso de que no sea posible la venta en corto pero ello no invalida el
razonamiento. Basta que se admita que hay un número suficientemente grande de
inversores poseedores del activo y entonces se razona de la siguiente manera:
De la misma manera que antes, la presión de los vendedores empujarı́a el precio del
activo a la baja hasta conseguir la igualdad. Notar que, de ser cierta la desigualdad,
se tendrı́an dos estrategias con la misma inversión de partida y distintos beneficios
finales. En una de ellas se invierte en t = 0 la cantidad S0 en una unidad de activo
y se conserva hasta t = T . En la segunda la cantidad S0 se pone en una cuenta sin
riesgo y se entra en largo en un contrato a plazo. Las inversiones iniciales son las
Contratos a plazos (forwards) y futuros 11
mismas, S0 , y sin embargo los beneficios finales en T son, en una caso, la posesión
del activo, en otro, la posesión del activo más una cantidad S0 erT − F0 > 0.
• Si F0 > S0 erT se procede de la siguiente manera:
Un beneficio sin riesgo como el anterior aumentarı́a el número de compras del activo
y empujarı́a al alza su precio hasta que se consiguiera la igualdad F0 = S0 erT .
De (1.1) se deduce que cuando T tiende a cero entonces el precio del contrato F0 tiende
al precio spot S0 . El resultado es totalmente lógico y lo único que dice es que el precio
de entrega de un activo cuando la entrega se va a realizar inmediatamente después de la
firma del contrato tiene que ser el precio del activo vigente en ese momento (precio spot).
F0 = S0 e(r−rf )T (1.4)
donde S0 es el valor en euros de un dólar en el momento de la firma del contrato. Como
en los casos anteriores cualquier otro valor permite arbitraje:
Puesto que las dos estrategias tienen la misma inversión inicial, el beneficio final tiene
también que ser el mismo, de donde se deduce (1.4). Notar que si el interés sin riesgo
para el dólar es superior al del euro entonces F0 < S0 y si el del euro es superior se tiene
que F0 > S0 . Es un resultado lógico porque debe ser equivalente el comprar dólares ahora
al precio S0 y mantenerlos en un depósito con rentabilidad rf que dilatar la compra a T
al precio F0 y mientras tanto mantener los euros en una cuenta con rentabilidad r.
en el conjunto de todas las compañı́as que constituyen el ı́ndice ponderadas según los
criterios con que éste se construye. Como estas compañı́as pagan dividendos en tiempos
distintos, con objeto de no tener que considerar muchas fechas de pago de dividendos
es muy normal hacer una simplificación y considerar que el ı́ndice paga a lo largo de
todo el año un dividendo continuo de rentabilidad q constante y conocida. Hay una
diferencia con el caso ya estudiado de activos que pagan dividendos de cuantı́a conocida
de antemano: en estos activos lo que se conoce es la cantidad B que se paga en cada uno
de los tiempos t1 , t2 , ...tn que aparecen en (1.3). Esta cantidad B no depende del valor que
tenga el activo en el momento del pago. Ahora, en el caso de ı́ndices bursátiles, se supone
conocida y fijada de antemano la rentabilidad q del ı́ndice lo que significa que, si en un
cierto tiempo t una unidad del ı́ndice vale St , paga como dividendo continuo una fracción
fija q de St . En términos intuitivos eso significa que, en un intervalo de tiempo (t, t + ∆t)
lo suficientemente pequeño como para que St sea prácticamente constante, el ı́ndice paga
un dividendo de St q∆t. Como veremos más adelante en los razonamientos que llevan a
(5.19), si estos dividendos a medida que se generan se van invirtiendo en adquirir nuevas
unidades del activo (en este caso, el ı́ndice), si se comienza con una unidad en t = 0 al
cabo de un tiempo T se tienen eqT unidades. Notar que la analogı́a con el tipo de cambio
es total si el ı́ndice juega el papel del dólar en todos los razonamientos anteriores y q
el papel de rf . El dólar es un activo que tiene una rentabilidad dada por el interés sin
riesgo continuo rf y el ı́ndice es un activo que tiene una rentabilidad continua dada por q.
Por tanto, el precio de un contrato a plazo sobre un ı́ndice con una rentabilidad continua
conocida q es:
F0 = S0 e(r−q)T (1.5)
donde S0 es el valor en euros del ı́ndice en el momento de la firma del contrato.
El valor de un contrato a plazo no debe confundirse con el precio del contrato que se
ha estudiado en los apartados anteriores. La idea de valor del contrato surge de manera
natural cuando se compara en un determinado tiempo t2 un contrato firmado en un tiempo
anterior t1 con los que se están firmando en dicho tiempo t2 .
Para empezar, hay que tener en cuenta que en el momento de su firma un contrato
a plazo tiene valor cero porque ninguna de las dos partes que firman el contrato tiene
que desembolsar dinero para firmarlo. En tiempos posteriores ésto ya no es cierto en
general. Supóngase que en t1 se firma un contrato a plazo con precio de entrega F1 y
tiempo de entrega T y en un tiempo posterior t2 con t2 < T los contratos a plazo que
se están firmando con entrega en T tienen precio de entrega F2 . La pregunta es ¿Desde
el punto de vista del comprador, cuál es el valor f en t2 del contrato firmado en t1 ? La
respuesta es:
f = (F2 − F1 ) e−(T −t2 )r (1.6)
y significa que cualquiera que desee firmar como comprador en t2 un contrato a plazo
similar al que nos ocupa (entrega en T , mismo activo, misma cantidad, etc.) estarı́a
dispuesto a pagar f euros por entrar en largo en el firmado en t1 . El argumento que
justifica la respuesta está de nuevo basado en el principio de ausencia de arbitraje: si un
Contratos a plazos (forwards) y futuros 15
inversor entra en largo en un contrato firmado en t2 , no tiene que hacer ningún desembolso
y recibe en T el activo previo pago de F2 euros. Si ese mismo inversor entra en largo en
el contrato firmado en t1 previo pago de f , pide un préstamo de f euros, entra en largo
en el contrato y en T paga por el activo la cantidad F1 y devuelve el préstamo. En total,
hace en T un pago de F1 + f e(T −t2 )r . En ambos casos el desembolso inicial es cero y el
resultado final es la posesión del activo y por tanto el pago en T debe ser el mismo. Luego
F1 + f e(T −t2 )r = F2 que es (1.6).
Obviamente en el caso del vendedor los argumentos son los contrarios y por tanto, para
la posición corta en el contrato, el valor en t2 del contrato firmado en t1 es
Los contratos de futuros son en muchos aspectos similares a los contratos a plazo pero
también hay diferencias sustanciales que conviene tener en cuenta.
Como en el caso de los contratos a plazo hay futuros sobre bienes de consumo o de
inversión (naranjas, cobre, carne de bovino, oro), sobre tipos de cambio, sobre ı́ndices,
sobre tasas de interés, pero en todos los casos hay diferencias relevantes con los contratos
a plazo, entre otras las siguientes:
• Los contratos a plazo suelen ser contratos entre dos entidades que acuerdan los
términos del contrato directamente o a través de un intermediario. Debido a ello
suelen ser contratos OTC (over the counter) diseñados ex-profeso para satisfacer las
necesidades de las dos partes que lo firman y que por tanto, en muchas ocasiones,
no siguen ningún modelo standard por lo que respecta a las condiciones del contrato
tales como fecha de entrega, cantidad del activo a entregar, lugar de la entrega, etc.
Contratos a plazos (forwards) y futuros 16
• El que los contratos de futuros se negocien en una institución como por ejemplo
una bolsa significa que cotizan diariamente como pueden hacerlo las acciones en
una bolsa de valores. En cualquier instante se sabe la cotización del precio de un
determinado tipo de futuros: el precio de futuros sobre el petroleo o el precio de
futuros sobre el oro o sobre un cierto tipo de cambio de divisas. Una consecuencia
importante de este hecho es que en la mayorı́a de los contratos de futuros no se
espera al vencimiento del contrato para liquidarlo como ocurre con los contratos
a plazo. Normalmente un contrato de futuros se cierra antes del vencimiento y se
liquida el contrato con un pago (que además, como se explica a continuación en el
siguiente punto, no es más que el último de una serie de ajustes monetarios a lo
largo de la vida del contrato) y no con la entrega del activo subyacente.
• Desde un punto de vista cuantitativo un hecho que diferencia los contratos a plazo
de los de futuros es que, como ya se ha visto, en los contratos a plazo, incluso
cuando no hay entrega fı́sica del subyacente, el contrato se liquida con un único
pago a vencimiento. El procedimiento tiene un riesgo no despreciable de impago
por la parte deudora si la cantidad a pagar es muy abultada y la firma deudora no
puede hacer frente al pago.
A vencimiento del contrato de futuros en T hay una pérdida o ganancia pero ésta
no se liquida de golpe en T sino que ha ido liquidándose diariamente, usando los
precios de mercado de los futuros para determinar las cantidades que cada dı́a
se deben abonar a los vendedores y cargar a los compradores o viceversa. Un
movimiento hacia arriba del precio del contrato favorece a los compradores en cuyas
cuentas se abona la cantidad correspondiente y perjudica a los vendedores en cuyas
cuentas se carga lo que corresponda a ésta subida del precio. En un movimiento
hacia abajo ocurre lo contrario. En el momento de la firma del contrato el agente
intermediario obliga a ambas partes a abrir una cuenta de márgenes y a depositar
una cantidad inicial en ella (normalmente un tanto por ciento del valor total del
subyacente contratado) como garantı́a de que los firmantes van a ser capaces de
hacer frente a los pagos provocados dı́a a dı́a por estas variaciones de precio.
En el ejemplo 1.4 un contrato de futuros de compra de divisas se cierra antes del vencimiento
mediante la adquisición de un contrato de venta de las mismas caracterı́sticas.
Cuando se aproxima la fecha de vencimiento el precio del contrato de futuros converge al
precio spot de modo que muy aproximadamente se tiene que FN es igual a ST donde N
es el dı́a de vencimiento. En total, a vencimiento del contrato, los abonos y los cargos
que se han hecho en la cuenta de márgenes del comprador son
N
X
(Fn − Fn−1 ) = FN − F0 ' ST − F0
n=1
y esta cantidad corresponde a la que habrı́a que abonar (o cargar si fuera negativa) a
vencimiento al comprador de un contrato a plazo. La diferencia con el contrato a plazo
es que en el contrato de futuros la cantidad no se liquida toda a vencimiento sino que es
el resultado de sumar liquidaciones diarias.
El hecho de que en un contrato de futuros la liquidación sea diaria (o con una cierta
periodicidad aunque no sea diaria) significa que el beneficio o pérdida total en un contrato
de futuros y el correspondiente de un contrato a plazo de las mismas caracterı́sticas (mismo
subyacente, mismo precio inicial, mismo vencimiento) difieren ligeramente. Ello es debido
a que en el caso de un contrato de futuros, un beneficio de Fn − Fn−1 en el dı́a n,
puesto a rentar en un depósito que da un interés sin riesgo diario r, se ha transformado a
vencimiento en el dı́a N en un beneficio de (Fn − Fn−1 ) er(N −n) (y si Fn − Fn−1 es un pago
hay que financiarlo al interés sin riesgo y devolver (Fn − Fn−1 ) er(N −n) a vencimiento). Por
tanto, sumando todas las cantidades llevadas al dı́a N se tiene en el caso de un contrato
de futuros un beneficio (o pérdida) a vencimiento de
N
X
(Fn − Fn−1 ) er(N −n) (1.8)
n=1
Si, por ejemplo, en el contrato de futuros se revisan las posiciones en un tiempo intermedio
t entre el tiempo cero de la firma y el T del vencimiento, 0 < t < T , y el precio de los
futuros evoluciona de tal manera que F0 > Ft > FT , la pérdida (con signo positivo) para
la parte larga en el forward será en T de F0 − FT abonada toda ella a vencimiento. En el
caso de la parte larga en el contrato de futuros debe abonar en t la cantidad F0 − Ft y a
vencimiento la cantidad Ft − FT , de donde resulta una pérdida en T de
La pregunta que queda en el aire para los contratos de futuros es la misma que ya se ha
hecho para los contratos a plazo, es decir, ¿Cuál es el precio de un contrato de futuros
compatible con el principio de ausencia de oportunidad de arbitraje? La respuesta es que
se puede demostrar que, en el caso de un interés sin riesgo constante, o incluso
en el caso de un interés sin riesgo variable en el tiempo pero determinista
(es decir, conocido en el momento de la firma del contrato), el precio de
un contrato de futuros coincide con el del contrato a plazo de las mismas
caracterı́sticas, F0 . Las hipótesis con respecto al interés sin riesgo son razonables si la
vida del contrato no es muy larga de modo que en este caso el precio de ambos contratos
se puede considerar el mismo. Cuando el contrato de futuros tiene una vida larga es
difı́cil predecir en el momento de la firma del contrato cómo van a evolucionar los tipos
de interés de modo que en este caso ya no es cierto, en general, que los precios de ambos
contratos coincidan.
El argumento para llegar a la conclusión del párrafo anterior es de nuevo probar que
existirı́a oportunidad de arbitraje caso de que el precio de los futuros fuera distinto del
de los contratos a plazo.
Sea r el interés sin riesgo por dı́a. Se comparan los resultados de las dos siguientes
estrategias financieras:
Con un desembolso nulo el contrato tiene por tanto un valor a vencimiento (positivo
o negativo) de
N
X
(Fn − Fn−1 ) ern er(N −n) = erN (FN − F0 ) = erN (ST − F0 )
n=1
• Supóngase ahora que el mismo dı́a 0 se toma una posición larga en erN contratos
a plazo de precio unitario G0 y se invierten G0 euros al interés sin riesgo r. A
vencimiento la inversión de G0 euros ha rentado G0 erN euros que se utilizan para
cerrar el contrato y adquirir erN unidades del subyacente con un valor final de ST erN .
En ambos casos el valor final de la inversión es el mismo, ST erN euros, luego la inversión
inicial también debe ser la misma y por tanto F0 = G0 .
Las opciones, contrariamente a lo que ocurre con los contratos a plazo y los futuros, son
contratos asimétricos porque no obligan a las dos partes por igual sino solo a una de ellas:
el comprador de la opción (que después de la compra se convierte en su poseedor) puede
elegir entre ejecutar o no según le convenga los términos del contrato mientras que el
vendedor de la opción (también llamado suscriptor de la opción) está obligado a hacer lo
que el comprador de la misma decida sin posibilidad de elección.
Precisamente porque no tiene elección, el vendedor exige del comprador una contrapartida
monetaria para compensarle por el hecho de que es el comprador el que elige según más
le convenga. Esa compensación es lo que se llama la prima o precio inicial de la
opción y es una cantidad que el comprador paga al vendedor en el momento de la firma
del contrato. Buena parte de la teorı́a de opciones consiste en determinar la cuantı́a de
esta prima.
Hay multitud de opciones financieras, algunas de ellas muy complicadas. Vamos a empezar
por las más sencillas que en una primera clasificación se pueden dividir en opciones de
compra (habitualmente llamadas opciones call) y opciones de venta (llamadas opciones
put). Empecemos por las opciones call:
En cualquiera de las dos definiciones anteriores no se precisa a qué tiempo se alude cuando
se habla del derecho a comprar o vender en el futuro. Dependiendo de este significado se
tiene otra clasificación de las opciones aplicable tanto a las call como a las put:
Opciones. Estrategias financieras con opciones 21
De los tres tipos anteriores las opciones más sencillas son las opciones europeas de modo
que en una primera aproximación nos limitaremos a ellas.
Opciones. Estrategias financieras con opciones 22
En una opción europea hay dos tiempos a tener en cuenta: el tiempo en que se firma
la opción, que vamos a suponer por simplificar que es el tiempo t = 0, y el tiempo
de vencimiento T . La opción es opción de compra o de venta de un activo subyacente
(que puede ser, como en el caso de los contratos a plazo y de los futuros, de todo tipo).
Llamamos St al precio spot unitario del activo subyacente en el tiempo t y por tanto S0
es el precio del activo en el momento de la firma y ST a vencimiento.
Obviamente el que el comprador de una opción decida o no ejercerla depende de cuál
de las dos posibilidades le resulte económicamente más conveniente y como se ve en el
ejemplo 2.1 ésto, a su vez, depende del precio del subyacente ST en el momento en el que
se toma la decisión y del precio de ejercicio de la opción que llamaremos E.
En el ejemplo 2.1 es irrelevante a la hora de calcular el beneficio del comprador de la
opción el cómo se liquide la operación el dı́a 1 de junio. Son equivalentes:
1) El comprador X recibe fı́sicamente las 1000 acciones y paga por ellas 9000 euros.
2) El vendedor de la opción Z le hace un pago de 500 euros al comprador X (que es lo
que se hace habitualmente).
En el primer caso, si el comprador X no quiere conservar las acciones, las vende en bolsa
e ingresa 9500 euros con lo que es como si hubiera recibido un pago de 500 euros.
En el segundo caso los 500 euros del pago son la diferencia para las 1000 acciones entre el
precio de ejercicio y el precio spot del subyacente. Si el comprador X de la opción desea
poseer las acciones, las adquiere en bolsa al precio spot y paga por ellas 9500 euros. El
resultado final es el mismo que si hubiera recibido las acciones del vendedor previo pago
de 9000 euros.
La única diferencia entre los ejemplos 2.1 y 2.2 es el precio spot a vencimiento ST que
en el primero está por encima del precio de ejercicio E, ST > E y en el segundo está
por debajo, ST < E. En ambos ejemplos se deja indicado el valor de la opción C0 en el
momento de la firma del contrato. La determinación de C0 es, como ya se ha dicho, el
problema fundamental de la teorı́a de valoración de opciones pero por ahora se supone
dado sin más.
Opciones. Estrategias financieras con opciones 23
En los dos ejemplos 2.1 y 2.2 queda claro que el payoff de la call es ST −E cuando ST > E.
En ese caso el poseedor de la call la ejerce y recibe el pago de ST − E (que es totalmente
equivalente a comprar el subyacente al precio de ejercicio E). En cambio si ST < E el
comprador no ejerce la call y el pago es 0. Sintetizando ambos casos, el payoff de la
call es max (ST − E, 0).
Resulta evidente de todo lo que se ha visto hasta ahora que, en el ejemplo 2.3, si el precio
spot el 1 de junio hubiera sido superior al de ejercicio (por ejemplo, 8 euros por acción)
el inversor X no hubiera ejercido su opción de venta porque le hubiera convenido más
vender las acciones en bolsa. Ası́, su pérdida total hubiera sido de P0 euros de la prima
que pagó el 1 de mayo y el beneficio total del inversor Z hubiera sido el valor de esta
misma prima, P0 euros.
Opciones. Estrategias financieras con opciones 24
De todo lo anterior resulta claro que el payoff de una put es E − ST cuando ST < E. En
ese caso el poseedor de la put la ejerce y recibe el pago de E − ST (que es totalmente
equivalente a vender el subyacente al precio de ejercicio E). En cambio si ST > E el
comprador no ejerce la put y el pago es 0. Sintetizando ambos casos, el payoff de la
put es max (E − ST , 0).
Para un valor de E fijo resulta útil representar los payoff de la call y de la put para el
poseedor de la opción como funciones del precio del subyacente ST a vencimiento: son
las curvas max (0, S − E) para una call y max (0, E − S) para una put (con ST = S)
representadas en las figuras 2.1. Representan el valor de la opción en t = T en función
del precio del subyacente en ese tiempo T .
15 10
max(0,E−S)
6
4
5
3
0 0
15 20 25 30 35 40 15 20 25 30 35 40
S S
Figura 2.1 Pay off para una call y una put con ejercicio de 25 e
Si lo que se quiere representar es el beneficio neto total hay que restar a ambas curvas
una cantidad constante (C0 en el caso de la primera y P0 en el caso de la segunda) que
es la prima que paga el comprador de la opción en el momento de la firma. Por último,
los payoff del que suscribe la opción (el vendedor de la misma) son los mismos cambiados
de signo ( las curvas reflejadas en el eje de abscisas en las gráficas) y por tanto para el
vendedor de una call el payoff es − max (ST − E, 0) y para el vendedor de una put es
− max (E − ST , 0).
En las tablas 2.1 y 2.2 se resumen para el caso de contratos a plazo y opciones call y put
las distintas posiciones posibles con respecto al contrato y con respecto al subyacente.
Las tres posiciones en la tabla 2.1 son posiciones largas por lo que respecta
al subyacente lo que significa que en el futuro conllevan obligatoriamente o pueden
conllevar una compra del activo subyacente.
Las tres posiciones en la tabla 2.2 son cortas con respecto al subyacente lo que
significa que en el futuro conllevan obligatoriamente o pueden conllevar una venta del
activo subyacente.
• El beneficio de una posición larga en una call es también ilimitado y tanto mayor
cuanto mayor sea la subida de precio del subyacente. La pérdida mayor se da si la
opción no se ejerce y entonces la pérdida es el valor de la prima C0 .
• En el caso de una posición corta en una put el beneficio máximo que se obtiene es
el valor de la prima P0 si la parte larga no ejerce la opción. La pérdida máxima
se tiene si la opción se ejerce y el subyacente se queda sin valor porque entonces la
Opciones. Estrategias financieras con opciones 26
posición corta se ve obligada a comprar por E algo que no tiene valor. La pérdida
es entonces el precio de ejercicio menos la prima de la opción, E − P0 , (que es una
cantidad positiva porque, como se verá más adelante, P0 es siempre menor que E).
Notar que en la tabla 2.3 se comparan cantidades como E y P0 que en realidad correspon-
den a tiempos distintos (la prima se paga cuando se firma la opción y el precio de ejercicio
a vencimiento). Eso significa que en los razonamientos que siguen se está despreciando
el efecto del interés libre de riesgo r a lo largo de la vida de la opción que, si la vida de
la opción no es larga y teniendo en cuenta que ahora estamos haciendo comparaciones
cualitativas, es una aproximación aceptable.
Para comparar en la tabla 2.3 las pérdidas y los beneficios de las dos primeras posiciones
es necesario tener una cierta idea de los valores de F0 de E y de C0 . El precio del contrato
a plazo F0 , como ya se ha visto, es muy similar al del subyacente el dı́a de la firma del
contrato S0 salvo por las correcciones debidas al interés sin riesgo y al pago de dividendos,
caso de que estos existan. En una opción el precio de ejercicio E se suele fijar no muy
distinto del valor S0 de modo que, a efectos de la comparación que nos interesa, se puede
suponer que F0 ' E ' S0 . El valor de la prima C0 hasta ahora se ha tomado como un
dato que se calculará en los próximos capı́tulos pero, en cualquier caso, basta saber que
es una cantidad mucho más pequeña que S0 . Por tanto se tiene que C0 F0 .
Si el precio del subyacente St crece mucho con t las posiciones largas, tanto en el contrato
a plazo como en la opción call, tienen un beneficio que crece linealmente con el precio
aunque en el primer caso el beneficio es St − F0 y en el segundo es un poco más pequeño,
St − E − C0 . Sin embargo, como contrapartida, la pérdida máxima F0 en el caso del
contrato a plazo es grande comparada con la pérdida máxima de la opción C0 .
Se puede por tanto ver la posición larga en la call como cualitativamente equivalente a
una posición larga en un contrato a plazo salvo por el hecho de que los beneficios son un
poco menores pero, a cambio de ello, la posición larga en la call tiene una pérdida máxima
mucho menor que la del contrato a plazo.
El mismo estudio que se ha hecho para las posiciones largas se puede hacer para los
beneficios y las pérdidas en el caso de las tres posiciones cortas con respecto al subyacente.
Tanto beneficios como pérdidas dependen de la posición de que se trate:
• En el caso de una posición corta en un contrato a plazo los beneficios de una dis-
minución en el precio son máximos si el subyacente pierde todo su valor y coinciden
entonces con el precio del contrato F0 . Las pérdidas son ilimitadas y tanto mayores
Opciones. Estrategias financieras con opciones 27
En el caso de la tabla 2.4 se pueden comparar las posiciones primera y tercera. Con
E ' F0 el beneficio si el precio del subyacente se hunde es un poco mayor en el caso
del contrato a plazo y la diferencia es básicamente la prima P0 . Como contrapartida, la
pérdida de una posición corta en un contrato a plazo es ilimitada mientras que al poseedor
de la put lo peor que le puede pasar es la pérdida de la prima. Si el precio del subyacente
aumenta mucho, el poseedor de la put no ejerce la opción y vende al precio spot.
La ventaja del poseedor de una call frente a una posición larga en un contrato a plazo
o del poseedor de una put frente a una posición corta en un contrato a plazo es que
el poseedor de la opción en ambos casos minimiza sus pérdidas si se le compara con la
posición equivalente del contrato a plazo.
Las opciones call y put son opciones muy sencillas (por esta razón se les llama a veces
opciones plain vanilla) y no son ni mucho menos las únicas existentes en los mercados
financieros. Se caracterizan frente a opciones más complicadas por el hecho de que,
fijado el precio de ejercicio, el payoff de la opción depende exclusivamente del precio del
subyacente a vencimiento. En otro tipo de opciones, muchas veces llamadas opciones
exóticas para distinguirlas de las plain vanilla, el payoff de la opción tiene una estructura
más complicada lo que plantea problemas adicionales con respecto a las plain vanilla
cuando se trata de valorarlas. Algunas (no todas) de las opciones exóticas frecuentes en
los mercados financieros son las siguientes:
• Opciones barrera. Son opciones en las que el poseedor pierde el derecho de ejer-
cicio si el precio del subyacente en algún momento durante la vida de la opción toca
o cruza un determinado valor (out barrier) o, viceversa, solo se tiene derecho de
ejercicio si el precio del subyacente toca o cruza un determinado valor (in barrier).
Opciones. Estrategias financieras con opciones 28
• Opciones asiáticas. Son opciones cuyo payoff depende no solo del precio del
subyacente a vencimiento sino también de algún tipo de promedio de los valores
que ha ido tomando el subyacente durante la vida de la opción, entre la firma del
contrato y el vencimiento del mismo. En algunos tipos de opciones asiáticas el precio
de ejercicio no es constante y fijado de antemano en el momento de la firma de la
opción sino que es un promedio (de algún tipo: aritmético, geométrico, etc.) de los
valores del subyacente durante toda la vida de la opción o durante una parte de la
vida de la opción. Por ejemplo, una opción asiática darı́a a su poseedor derecho a
la compra del subyacente en T a un precio igual a la media aritmética de los valores
del subyacente en las dos semanas anteriores a T . O también, el precio de ejercicio
es constante y fijado de antemano pero, para fijar el payoff a vencimiento, no se
compara con el valor del activo en ese momento sino con algun tipo de promedio
del valor en tiempos anteriores.
• Opciones lookback. El payoff de las opciones lookback depende no solo del valor
del subyacente a vencimiento sino del máximo o del mı́nimo de los valores del sub-
yacente durante la vida (o parte de la vida) de la opción. Por ejemplo, el precio de
ejercicio en lugar de estar fijado de antemano podrı́a ser el máximo de los valores
del subyacente durante la vida de la opción.
Se tiene un cierto subyacente cuyo precio viene dado en cualquier tiempo t entre los
tiempos 0 y T por St . Se supone que el tiempo actual es t = 0 de modo que el precio del
subyacente ahora es conocido y es S0 . En este apartado se estudian opciones europeas
sobre dicho subyacente con vencimiento en el tiempo T y precio de ejercicio E, divididas
en dos categorı́as: opciones de compra (call) y de venta (put) y cuyos payoff en T son
respectivamente f (ST ) = max (0, ST − E) (para las call) y f (ST ) = max (0, E − ST ) (para
las put).
Para cada valor de E constante resulta útil también definir las dos siguientes funciones del
precio del subyacente S: la curva de payoff para una call, max (0, S − E) y para una put,
max (0, E − S). Como funciones de S su representación es la que aparece en las figuras
2.1 y representan el valor de la opción en t = T en función del precio del subyacente en
ese tiempo T .
Habitualmente se usa una terminologı́a que relaciona en un determinado momento el
precio del subyacente S con el de ejercicio de la opción E: Si en t el precio del subyacente
S está cerca (por arriba o por debajo) del precio de ejercicio de la opción, sea ésta call
o put, se dice que la opción está at-the-money. Si, en el caso de una call (put), S es
claramente mayor que E (claramente menor si se trata de una put), se dice que la opción
está in-the-money. Si, en el caso de una call (put), S es claramente menor que E
(claramente mayor si se trata de una put), se dice que la opción está out-of-the-money.
En general, un estudio detallado de Ct y de Pt requiere un modelo que todavı́a no se ha
visto. Con este modelo se pueden obtener las curvas que aparecen en las figuras 2.2 en las
que, junto con las curvas de payoff para una call y una put europeas, se representan los
precios de la call C0 y la put P0 en el momento de la firma del contrato con vencimiento
Opciones. Estrategias financieras con opciones 29
40 25
C0
35
T= 3 años 20 T= 3 años
30
r = 3% r = 3%
E = 35 E = 35
25
σ = 0.2
15 σ = 0.2
20
P0
10
15
10
5
5
S0 S0
0 0
10 20 30 40 50 60 70 10 20 30 40 50 60 70
Figura 2.2 Curvas de payoff y precio de una call y una put en función de S0
Ee−r(T −t) inicial. El poseedor de la cartera B ejerce la opción de venta del subyacente
que posee al precio de ejercicio y obtiene E.
Si, por el contrario, E < ST , el poseedor de la cartera A ejerce la opción de compra
a un precio E y se encuentra dueño de una unidad de subyacente cuyo valor es ST .
Luego en T el valor de la cartera A en este caso es ST . La opción de venta en cambio
no tiene ningún valor y la cartera B vale el valor del subyacente ST . Luego tanto si
ocurre ST < E, como si ocurre lo contrario, E < ST , ambas carteras valen en T lo
mismo y por tanto su valor en el tiempo inicial t es forzosamente también el mismo.
Se obtiene ası́ el resultado.
Debe quedar claro que cualquier resultado que no sea (2.5) ofrece oportunidades
de arbitraje. Por ejemplo, si se tiene que C + Ee−r(T −t) > P + S, un operador de
mercado actúa de la siguiente manera: en t toma una posición corta en una call de
precio C y compra una put (a precio P ) y una unidad del subyacente cuyo precio
es S. Esta operación tiene un coste de P + S − C y puesto que, según se ha visto,
C < S, es claro que P + S − C > 0. Esta cantidad de dinero el operador la toma
prestada y la devuelve en el tiempo T junto con los intereses generados, es decir, la
cantidad a devolver en T es (P + S − C)er(T −t) . En T puede ocurrir que ST < E o
bien que ST > E.
1. Supóngase que en T se tiene que ST < E. En este caso la call no tiene ningún
valor y el operador ejerce la put e ingresa una cantidad E como producto de la
venta del subyacente. El balance total de la operación es E −(P +S −C)er(T −t)
y esta cantidad es claramente positiva si C + Ee−r(T −t) > P + S.
2. Supóngase por el contrario que en T se tiene que ST > E en cuyo caso la put
no tiene ningún valor. El poseedor de la call la ejerce y el operador tiene que
venderle la unidad de subyacente por una cantidad E de modo que de nuevo,
como en el caso anterior, su ingreso neto es E − (P + S − C)er(T −t) > 0.
que tanto si ST > E como si ST < E, a vencimiento ambas carteras valen lo mismo y,
por tanto, también deben tener el mismo valor en t0 , de donde se deduce (2.8).
Cuando el subyacente tiene una rentabilidad continua q y sus dividendos se reinvierten
en la compra de más unidades del propio subyacente, según se ve en los razonamientos
que conducen a (5.19), una unidad de subyacente se ha transformado en el tiempo T en
eq(T −t0 ) unidades. En este caso, con un razonamiento en todo similar al que conduce a
(2.5), se obtiene que la paridad put-call se escribe:
La ecuación (2.6) demuestra que cuando la call es sobre un subyacente que paga algún
tipo de dividendo, ya no es cierta la afirmación de que el valor de la call está siempre
por encima de la curva de payoff. Se puede comprobar, incluso sin necesidad de hacer
cálculos exactos, que cuando el valor de estos dividendos es suficientemente alto, el valor
de la opción en tiempos anteriores al vencimiento puede quedar por debajo de la curva
de payoff.
Otra estrategia también sencilla es la que a veces se llama una protective put y consiste
en la compra simultánea de una put y del subyacente. Permite al comprador del
subyacente protegerse parcialmente contra las pérdidas debidas a una disminución grande
en el precio del mismo a costa de renunciar a parte de las ganancias si el precio aumenta
por encima del de ejercicio E de la put. La operación requiere una inversión inicial de
S0 + P0 . Cuando a vencimiento se tiene que ST < E el payoff de la put es (E − ST ) > 0,
el de la estrategia es (E − ST ) + ST = E y el beneficio de la operación E − S0 − P0 que no
depende del valor de ST por debajo de E. Si a vencimiento se tiene que ST > E, la put
no se ejerce y el beneficio de la estrategia es ST − S0 − P0 , menor que ST − S0 , beneficio
que se hubiera obtenido si simplemente se hubiera comprado el subyacente.
Opciones. Estrategias financieras con opciones 33
Un grupo muy frecuente de estrategias incluye todas aquellas que usan dos o más opciones
del mismo tipo, sean éstas call o put. A una estrategia de estas caracterı́sticas se le suele
llamar una estrategia spread.
Dentro de las estrategias spread son frecuentes las llamadas bull spreads que un in-
versor adopta cuando piensa que el precio del subyacente va a aumentar en el
el futuro. Con estas expectativas se puede evidentemente comprar una call que asegura
un beneficio tanto mayor cuanto mayor sea el precio del subyacente por encima del de
ejercicio. O también vender una put, con lo que está asegurado un beneficio igual a la
prima de la opción si el precio final del subyacente queda por encima del de ejercicio
y la put no se ejerce. Si a vencimiento el precio del subyacente queda por debajo del
de ejercicio, el comprador de la call tiene una pérdida igual al valor de la prima y el
vendedor de la put una pérdida que puede acercarse al precio de ejercicio si el precio del
subyacente baja mucho. Una estrategia que amortigua estas posibles pérdidas (a costa
de renunciar a parte de los beneficios si el precio del subyacente aumenta mucho) es una
estrategia bull spread que consiste en que el inversor compra una opción call
con un precio de ejercicio E1 y vende una call de las mismas caracterı́sticas
salvo por el hecho de que tiene precio de ejercicio E2 > E1 . Una bull spread exige
un desembolso inicial porque el precio de una call disminuye cuando el precio de ejercicio
aumenta de modo que el inversor debe pagar por la opción que compra (opción A) una
cantidad CA mayor de lo que recibe (CB ) por la venta de la opción con precio de ejercicio
E2 (opción B). El payoff en T de la bull spread viene dado por la suma de los payoff de
una posición larga en la call A y una posición corta en la call B, depende como es lógico
del precio a vencimiento ST del subyacente y se resume en la tabla 2.5:
ST < E1 0 0 0
E1 ≤ ST < E2 ST − E1 0 ST − E1
ST ≥ E2 ST − E1 E2 − ST E2 − E1
Tabla 2.5 Payoff de una bull spread con dos opciones call
Beneficio
S
T
E1 E2
Una estrategia bull spread se puede también llevar a cabo con la compra de
una opción put A con precio de ejercicio E1 y la venta de una opción put B
con precio de ejercicio E2 > E1 . En la tabla 2.6 aparecen los payoff correspondientes
a ambas opciones por separado y a la estrategia en conjunto para los distintos valores del
subyacente a vencimiento.
ST < E1 E1 − ST ST − E2 E1 − E2
E1 ≤ ST < E2 0 ST − E2 ST − E2
ST ≥ E2 0 0 0
Tabla 2.6 Payoff de una bull spread con dos opciones put
Los posibles beneficios o pérdidas se obtienen sumando al payoff el ingreso neto inicial
PB − PA producto de la compra de la put A al precio PA y la venta de la put B al precio
PB con PB > PA . Los beneficios aparecen en la figura 2.4. Las pérdidas en el caso de
que ST E1 quedan limitadas a PB − PA + E1 − E2 (menores de las que se hubieran
tenido en el caso de haber solo vendido la put B), pero el beneficio si ST > E2 es PB − PA
(también menor que PB que es el que se hubiera obtenido solo vendiendo la put B).
La estrategia contraria a una bull spread es la estrategia bear spread que un inversor
adopta cuando piensa que el precio del subyacente va a disminuir en el futuro.
Si es ası́ puede comprar una put que asegura un beneficio tanto mayor cuanto menor sea
el precio del subyacente por debajo del de ejercicio. O también vender una call que le
asegura un beneficio igual al precio de venta si el precio final del subyacente ST queda
por debajo del de ejercicio. El inconveniente es que las pérdidas pueden ser grandes si a
vencimiento ocurre lo contrario de lo que el inversor suponı́a y el precio del subyacente
queda muy por encima del de ejercicio.
Opciones. Estrategias financieras con opciones 35
Beneficio
E1 E2 ST
Una estrategia que amortigua estas posibles pérdidas (a costa de renunciar a parte de los
beneficios si el precio del subyacente disminuye mucho) es una estrategia bear spread
que consiste en que el inversor vende una opción call (opción A) con un precio
de ejercicio E1 y compra una call de las mismas caracterı́sticas (opción B) salvo
por el hecho de que tiene precio de ejercicio E2 > E1 . En este caso la estrategia
permite un ingreso neto inicial de CA − CB y su payoff a vencimiento es el que aparece
en la tabla 2.7.
ST < E1 0 0 0
E1 ≤ ST < E2 E1 − ST 0 E1 − ST
ST ≥ E 2 E1 − ST ST − E2 E1 − E2
Tabla 2.7 Payoff de una bear spread con dos opciones call
Beneficio
S
T
E1 E2
Como en el caso de una bull spread, una bear spread se puede llevar a cabo con dos
opciones call y también con dos opciones put. Una bear spread con dos opciones
put es una estrategia que consiste en vender una opción put A de precio de
ejercicio E1 y comprar una opción put B con precio de ejercicio E2 con E2 > E1 .
Como en caso anterior la estrategia es apropiada cuando se espera una bajada en el precio
del subyacente y, con respecto a la estrategia de simplemente comprar la opción put B,
las pérdidas son menores si el precio del subyacente ST está muy por encima del precio de
ejercicio E2 y, como contrapartida, también los beneficios son menores cuando ST < E1 .
Los payoff a vencimiento son los que aparecen en la tabla 2.8 y los posibles beneficios o
pérdidas se obtienen sumando al payoff el beneficio inicial negativo PA − PB :
ST < E1 ST − E1 E2 − ST E2 − E1
E1 ≤ ST < E2 0 E2 − ST E2 − ST
ST ≥ E 2 0 0 0
Tabla 2.8 Payoff de una bear spread con dos opciones put
Otras estrategias muy corrientes con opciones del mismo tipo (bien call, bien put) son
las butterfly spreads que se adoptan cuando se considera que el precio del
subyacente no va a sufrir cambios significativos con respecto al precio actual
(ni hacia arriba ni hacia abajo).
Una butterfly spread con opciones call se consigue comprando una opción call
(opción A) con precio de ejercicio bajo E1 , comprando una call (opción D)
con precio de ejercicio alto E3 y vendiendo dos call (opciones B1 y B2 ) con
Opciones. Estrategias financieras con opciones 37
ST < E1 0 0 0 0
E1 ≤ ST < E2 ST − E1 0 0 ST − E1
ST ≥ E3 ST − E1 2 (E2 − ST ) ST − E3 2E2 − E1 − E3
Tabla 2.9 Payoff de una butterfly spread con dos opciones call
La estrategia tiene un pequeño coste inicial (un beneficio (2CB − CA − CD ) < 0) que es
el que se resta al payoff para obtener el beneficio total de la butterfly representado en la
figura 2.6 con linea gruesa. Los beneficios de la compra de la opción A, de la compra de D
y de la venta de las dos opciones B se representan por separado con lineas discontinuas.
La estrategia global solo tiene un beneficio neto positivo si a vencimiento el subyacente
tiene un precio cercano al valor E2 y hay una pérdida global siempre que ST se aleje
suficientemente de E2 , sea por arriba, sea por abajo. Notar también que en la figura se
ha tomado E2 = (1/2) (E1 + E3 ).
Beneficio
E1 E3 ST
E2
Las estrategias en las que se usan opciones de distintos tipos se llaman combinaciones.
Una combinación popular es un straddle en la que el inversor tiene una posición
larga en una call y una put ambas con el mismo vencimiento y el mismo precio
Opciones. Estrategias financieras con opciones 38
√
Sn − Sn−1 = µSn−1 ∆t + σSn−1 Xn ∆t
√
Sn+1 − Sn = µSn ∆t + σSn Xn+1 ∆t
que claramente no es compatible con la ecuación que se obtiene dando un solo salto de
tiempo de tamaño 2∆t:
√
Sn+1 − Sn−1 = µSn−1 2∆t + σSn−1 Xn 2∆t (3.3)
Modelo de evolución de un activo 40
√
SN = SN −1 1 + µ∆t + σXN ∆t
√ √
= SN −2 1 + µ∆t + σXN −1 ∆t 1 + µ∆t + σXN ∆t = · · ·
√ √ √
= S0 1 + µ∆t + σX1 ∆t 1 + µ∆t + σX2 ∆t · · · 1 + µ∆t + σXN ∆t
de modo que iterando hacia atrás sucesivamente se llega a escribir el valor del activo SN
en el tiempo T en función de su valor actual S0 . Las variables aleatorias Xn son indepen-
dientes lo que significa que la aleatoriedad en cada salto de tiempo es independiente de
la aleatoriedad en cualquier otro. Para aprovechar las propiedades que tiene la suma de
variables aleatorias independientes conviene tomar logaritmos en los dos miembros de la
ecuación anterior:
N N
SN X √ X
ln = ln(1 + µ∆t + σXn ∆t) = ln (1 + Zn ) (3.4)
S0 n=1 n=1
Las ecuaciones anteriores aseguran que las hipótesis del teorema se cumplen en el caso de
las variables ln (1 + Zn ) de modo que se puede afirmar que ln(ST /S0 ) tiene distribución
normal de media µT − σ 2 T /2 y varianza σ 2 T . Por tanto se tiene que:
( )
Z x 2
1 [v − T (µ − σ 2 /2) − ln S0 ]
P (ln ST ≤ x) = √ exp − dv (3.6)
σ 2πT −∞ 2T σ 2
Se dice de una variable que tiene una distribución lognormal cuando su log-
aritmo tiene una distribución normal. De modo que ST tiene una distribución log-
normal que se puede calcular haciendo en (3.6) el cambio de variable u = ev . Se obtiene
que: ( )
Z y 2
1 1 [ln (u/S0 ) − T (µ − σ 2 /2)]
P (ST ≤ y) = √ exp − du (3.7)
σ 2πT 0 u 2T σ 2
En todo lo anterior se ha partido de un tiempo 0 en el que el subyacente tiene un valor S0
y se ha calculado la distribución de probabilidad en un tiempo posterior T . Si se sustituye
el tiempo 0 por un tiempo inicial t0 (con St0 = S0 conocido) y se calcula la distribución de
probabilidad de ST con T > t0 , el resultado es fácilmente generalizable y basta sustituir
en (3.6) y (3.7) T por T − t0 . Se tiene entonces el resultado importante que es en realidad
una hipótesis sobre como evoluciona un activo:
( )
y 2
[ln (u/S0 ) − ν∆T ]
Z
1 1
P (ST ≤ y) = √ exp − du
σ 2π∆T 0 u 2σ 2 ∆T
(3.8)
con ν = µ − σ 2 /2 y con ∆T = T − t0 .
La distribución depende de dos parámetros µ y σ: µ es el drift o
deriva del activo subyacente y σ y σ 2 respectivamente la volatili-
dad y varianza del activo.
A la hora de modelar la evolución del precio de un activo una distribución lognormal tiene
la caracterı́stica (deseable en el caso de un precio) de que la probabilidad solo es distinta
de cero cuando la variable toma valores positivos (lo que no ocurre en el caso de una
distribución normal). También en contraposición al caso de la normal, no es simétrica
con respecto a su valor medio como se aprecia en el caso de la figura (3.1) en la que la
linea vertical marca el valor medio:
Modelo de evolución de un activo 43
0.025
0.02
0.015
0.01
0.005
0
0 50 100 150 200 250 300
Los resultados son (B.2) y (B.3) en el apéndice para una distribución lognormal de media
a y varianza σ 2 . Basta sustituir a y σ 2 en (B.2) y (B.3) por ln S0 + (µ − σ 2 /2) ∆T y por
σ 2 ∆T respectivamente. Se obtiene:
σ2 σ 2 ∆T
E (ST ) = exp ln S0 + µ − ∆T + = S0 exp {µ∆T } (3.9)
2 2
V (ST ) = exp 2 ln S0 + 2µ − σ 2 ∆T + σ 2 ∆T exp σ 2 ∆T − 1
∆T = T − t0 de modo que con un tiempo inicial t0 fijo, tanto la esperanza (cuando µ > 0)
como la varianza aumentan con el tiempo final T lo que resulta intuitivamente lógico. La
esperanza E (ST ) no depende para nada de σ (en contra de lo que ocurre con el valor de
E (ln ST ) que sı́ depende) y coincide con el valor que se obtendrı́a para ST si el proceso
fuera determinista, es decir, si en (3.1) la variable aleatoria X no existiera. Por lo que
respecta a la varianza, tiende a 0 cuando σ tiende a 0 como era de esperar.
La afirmación de que el precio de un activo en cada instante de tiempo tiene distribución
lognormal dada por (3.8) es una hipótesis que hay que comprobar comparando con datos
reales. Para ver si el modelo se ajusta o no a la realidad es necesario asignar valores
a los dos parámetros que aparecen en (3.8): la deriva µ y la volatilidad σ. Más
adelante veremos que para valorar derivados sobre el activo no es necesario calcular el
valor de µ porque el precio de los derivados compatible con el principio de ausencia de
oportunidad de arbitraje no depende del valor de este parámetro. No ocurre lo mismo
con la volatilidad.
• W0 = 0
• Sean 0 ≤ t1 ≤ t2 ≤ · · · ≤ tn−1 ≤ tn ≤ T un conjunto finito
de tiempos cualesquiera. Se tiene que las variables aleatorias
Wt2 − Wt1 , Wt4 − Wt3 , ...., Wtn − Wtn−1 son independientes
• Para dos tiempos cualesquiera 0 ≤ s ≤ t ≤ T la variable
aleatoria (Wt − Ws ) depende solo de la diferencia de tiempos
t − s, más aún, tiene una distribución normal de media 0 y
varianza t − s
y el segundo miembro no depende para nada del tiempo t a partir del que se salta pero sı́
del tamaño del salto ∆t.
Como W00 = 0, se tiene que Wt0 = Wt0 − W00 y por tanto P (Wt0 ≤ x) viene dada por el
segundo miembro de (3.11) sustituyendo ∆t por t. Wt0 tiene media 0 y varianza σ 2 t.
También es frecuente que W000 = w0 ∈ R en lugar de W000 = 0 como en la definición.
Entonces el proceso Wt0 = Wt00 − w0 cumple (3.11) y como Wt+∆t
00
− Wt00 = Wt+∆t
0
− Wt0 , se
Modelo de evolución de un activo 46
00
− Wt00 ) ≤ x viene dado sin más por el segundo miembro de (3.11).
tiene que P (Wt+∆t
Además, mediante un cambio de variable en la integral en (3.11) se tiene que
( )
Z x 2
1 (u − w 0 )
P (Wt00 ≤ x) = √ exp − 2t
du (3.12)
2
2πσ t −∞ 2σ
donde Wt00 es un proceso de Wiener de media w0 y varianza σ 2 t, es decir, Wt00 ∼ N (w0 , σ 2 t).
El que dos incrementos cualesquiera de un proceso de Wiener Wt2 − Wt1 y Wt4 − Wt3
con t1 ≤ t2 ≤ t3 ≤ t4 sean independientes no significa que no exista ninguna correlación
entre los valores que toma el proceso en dos tiempos distintos. De hecho la función de
autocovarianza c (s, t) del proceso se calcula sin dificultad:
Una vez definido el proceso de Wiener se pueden escribir los saltos en el proceso del precio
de un activo (Sn en (3.1)) en función de los saltos de un proceso de Wiener. Si, como se ha
dicho más arriba, se considera que las Xn √ en (3.1) son variables normales independientes
de media 0 y varianza σ 2 , entonces las Xn ∆t son normales independientes de media 0 y
varianza σ 2 ∆t, exactamente lo mismo que los saltos de un proceso de Wiener. Si se tiene
un proceso de Wiener Wt de media 0 y varianza t y se consideran tiempos discretos de la
forma tn = n∆t:
con ∆Sn = Sn − Sn−1 , ∆Wn = Wn − Wn−1 y Wn = Wn∆t , Sn = Sn∆t . Notar que la variable
aleatoria ∆Wn es independiente de todo lo ocurrido en tiempos t menores o iguales a tn−1
(y en particular es independiente de Sn−1 ) como de hecho ocurre con las variables Xn
que son independientes para dos saltos de tiempo distintos. Las ecuaciones (3.1) y (3.13)
son dos formas distintas de escribir lo mismo y describen todavı́a un modelo en tiempo
discreto. Se les llama ecuaciones en diferencias. Siguiendo la notación habitual en
fı́sica de representar los incrementos infinitesimales de una variable X por dX, en el lı́mite
en el que ∆t → 0 la ecuación (3.13) se escribe como
σ2
d (ln St ) = µ − dt + σdWt (3.15)
2
y de la misma manera que (3.13) es la aproximación en tiempo discreto de (3.14), (3.15)
se aproxima para valores finitos de ∆t por cualquiera de las dos siguientes ecuaciones
(equivalentes entre sı́):
σ2
∆ (ln Sn ) = µ− ∆t + σ∆Wn (3.16)
2
σ2 √
∆ (ln Sn ) = µ− ∆t + σXn ∆t (3.17)
2
donde las Xn son variables aleatorias independientes y con distribución normal de media
cero y varianza uno.
En general para muchas ecuaciones diferenciales estocásticas no es posible calcular la
solución exacta (entendiendo por calcular la solución exacta el ser capaz de calcular la
distribución de probabilidad de la variable aleatoria incógnita St ). En el caso de (3.14)
Modelo de evolución de un activo 48
porque W0 = 0. (3.19) se obtiene de (3.18) haciendo las sumas que en este caso son
inmediatas porque el segundo sumatorio en el segundo miembro de (3.18) es la suma
de variables independientes y con distribución normal. El resultado es σWN que tiene
distribución normal de media 0 y varianza σ 2 T y por tanto el segundo miembro de la
ecuación (3.19) tiene distribución normal de media (µ − σ 2 /2) T y varianza σ 2 T . Como
además al sumar todos los saltos de tiempo, la función de distribución es independiente
del tamaño de ∆t, lo que se ha obtenido es la función de distribución de ln ST − ln S0 en
tiempo continuo. Coincide, como no puede ser de otra manera, con (3.6). El hecho de
que al resolver (3.16) con un ∆t finito se obtenga la solución de (3.15) en tiempo continuo
significa que en este caso en particular ambas ecuaciones, (3.15) y (3.16), dan la misma
distribución de probabilidad para ST . Esto no es por supuesto cierto en general, para
ecuaciones estocásticas más complicadas.
Una ecuación estocástica más general que las que se han visto hasta ahora es:
Para (3.20) es muy posible que ya no se pueda calcular de forma analı́tica la distribución
de probabilidad de St como se ha hecho en el caso de la distribución lognormal. Si se quiere
obtener información sobre el proceso St , aunque sea de forma aproximada, se recurre a
las simulaciones numéricas de la ecuación en tiempo discreto (3.21).
Para ello se divide el intervalo temporal [0, T ] en N subintervalos de longitud ∆t = T /N ,
se generan N valores independientes Xn (1 ≤ n ≤ N ) muestreando para cada uno de ellos
una distribución normal de media 0 y varianza 1 y se construye una realización para
Sn a partir de un valor inicial dado S0 como:
√
Sn = Sn−1 + f (Sn−1 , tn−1 )∆t + g(Sn−1 , tn−1 )Xn ∆t (3.22)
es decir, cada valor Sn se obtiene a partir del anterior Sn−1 sumándole un sumando
determinista (segundo término en el segundo miembro de (3.22)) y uno aleatorio con dis-
tribución normal
√(tercer término en el segundo miembro de (3.22)). (3.22) es equivalente
a (3.21) con Xn ∆t = ∆Wn . La curva quebrada que se obtiene al representar los valores
de Sn en función del tiempo discretizado tiene el aspecto de cualquiera de las tres que
Modelo de evolución de un activo 49
aparecen en la figura 3.2. Es una realización del proceso estocástico. Si todo este proceso
se repite M veces, se obtienen M realizaciones distintas para la evolución de la variable Sn
(como las tres de la figura 3.2). Al procedimiento de obtener realizaciones de un proceso
de la manera que se ha descrito se le llama método Monte Carlo y cuando el valor
de M es suficientemente grande, el método permite obtener información sobre el proceso
sin necesidad de resolver analı́ticamente la ecuación diferencial estocástica. Por ejemplo,
se quiere obtener un valor aproximado para el valor medio de ST a partir de un valor S0
conocido. Dividiendo el intervalo [0, T ] en N subintervalos y generando M realizaciones
(i)
del proceso se obtienen M valores numéricos distintos SN con i variando entre 1 y N . El
valor medio aproximado de ST se estima como:
M
1 X (i)
E(ST ) ' SN (3.23)
M i=1
31.5
31.4
31.3
31.2
31.1
31
30.9
30.8
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
√
En la figura 3.2 se representan tres realizaciones del proceso ∆Sn = µ∆t + σXn ∆t (lo
que a veces se llama un movimiento browniano con deriva) con S0 = 31, µ = 0.08, σ = 0.2
y 4999 saltos de tamaño ∆t = 2 × 10−4 entre los tiempos inicial t = 0 y final T = 1. En
abscisas está representado el tiempo y en ordenadas los valores Sn que toma el proceso.
Los puntos finales de cada realización corresponden al valor de S en T = 1. Notar que en
este caso la distribución de probabilidad para ST se conoce de forma exacta (distribución
lognormal) de modo que no tiene demasiado sentido usar un método de Monte Carlo para
Modelo de evolución de un activo 50
calcular sus parámetros de forma aproximada. Veremos sin embargo más adelante que,
incluso en este caso, los métodos Monte Carlo resultan útiles cuando se trata de valorar
derivados sobre un activo subyacente.
Árboles binomiales 51
4 Árboles binomiales
7
3
8
1
9
4
10
0
11
5
12
2
13
6
14
t0 t1 t2 t3
Los parámetros que se necesitan a priori para construir un árbol son los precios Sn del
activo en cada uno de los nodos y las probabilidades de salto hacia arriba y hacia abajo
en cada bifurcación (si una de ellas es q la otra es 1 − q). Es importante tener claro que
estos parámetros no se eligen arbitrariamente: se pretende que el árbol binomial refleje
la evolución de los precios de un activo y hemos visto en el capı́tulo anterior que para
determinar esta evolución hacen falta dos parámetros: la deriva µ y la volatilidad σ. Por
tanto los parámetros del árbol deben elegirse adecuadamente en función de µ y σ. El cómo
se construye el árbol en función de µ y σ se deja para más adelante (página 72), cuando se
defina el modelo de Cox-Ross-Rubinstein que no es más que un modelo binomial concreto.
En este capı́tulo se pretende obtener las expresiones generales que se usan para valorar
Árboles binomiales 52
opciones europeas y americanas y para ello basta con utilizar un árbol binomial general
sin necesidad de especificar cómo se ha construido.
Conviene fijar la nomenclatura que se va a usar a partir de ahora en todas las cuestiones
que tienen que ver con árboles binomiales:
• El tiempo es discreto de modo que todas las variables de interés (en nuestro caso,
el precio del activo subyacente y el del derivado que se reseñan más abajo) solo se
consideran en los tiempos t0 , t1 , t2 , ..., tN desde un tiempo inicial t0 que se supone
que es el tiempo actual hasta un tiempo final tN (en la figura 4.1 hay 4 tiempos).
• Se tiene un activo (por ejemplo, pueden ser acciones) que sigue en el tiempo una
evolución aleatoria que queda reflejada en el árbol binomial. El tiempo t0 represen-
tado en el árbol por el nodo 0 es el tiempo presente y en él el activo toma un valor
conocido S0 . A partir de este valor se supone que el activo puede pasar en el tiempo
siguiente a dos nuevos valores, correspondientes en el árbol a los nodos 1 y 2 y en
(1) (2)
donde el activo toma los valores S1 (en el nodo 1) y S1 (en el nodo 2). Hay una
probabilidad de salto q0 para el paso 0 → 1 y una probabilidad 1 − q0 para el salto
0 → 2. A partir de cada uno de estos valores vuelve a ocurrir lo mismo para el salto
entre los tiempos t1 y t2 . En general, si en un instante de tiempo tn una unidad del
(j)
activo subyacente tiene un cierto valor Sn , en el siguiente tiempo solo puede tomar
(k) (k+1)
dos valores fijados de antemano en el modelo, Sn+1 y Sn+1 y las correspondientes
probabilidades de salto son qj y 1 − qj (y las probabilidades de salto dependen en
general del valor del activo de partida como indica el subı́ndice j en qj ). Se utiliza
la notación de Sn para la variable estocástica que representa el activo subyacente en
el tiempo n y a la vista del árbol binomial es claro que en este modelo, para cada
(j)
n, Sn puede tomar 2n valores numéricos Sn con 0 ≤ j ≤ 2n . El proceso estocástico
que representa la evolución del activo subyacente con el tiempo es Sn con n variando
entre 0 y N y una realización del proceso en el árbol no es más que un camino que
une el nodo 0 con alguno de los nodos finales. En este tipo de árbol (ya se verá
que hay otros en los que esto no ocurre) hay una correspondencia biunı́voca entre
caminos y nodos finales.
• Se tienen bonos sin riesgo cada uno de los cuales tiene un valor Bn en el tiempo n.
Estos bonos evolucionan de manera determinista de un tiempo n al tiempo siguiente
n + 1 de modo que Bn+1 = Bn er(tn+1 −tn ) con r igual al interés libre de riesgo que
se supone constante. Por tanto, si B0 es el valor de un bono en el tiempo inicial
t0 , se tiene que la evolución en el tiempo de los bonos sin riesgo viene dada por
Bn = B0 er(tn −t0 ) . Si se elige como tiempo inicial de todo el proceso el tiempo t = 0,
se tiene que Bn = B0 ertn . Los bonos sin riesgo juegan el papel del dinero y el hecho
de que su valor se revalorice con el tiempo significa que una cierta cantidad de dinero
Q en un tiempo t0 no es equivalente a la misma cantidad en un tiempo posterior t1
porque Q en t0 metido en una cuenta sin riesgo (o invertido en bonos sin riesgo) da
un rendimiento y se transforma en t1 en Qer(t1 −t0 ) . Sin incurrir en ningún riesgo y
despreciando efectos como el de la disminución con el tiempo del poder adquisitivo
de la moneda, un inversor que posea Q unidades monetarias en t0 , tiene asegurada
la posesión de Qer(t1 −t0 ) en t1 . De hecho cuando se comparan dos cantidades en
tiempos distintos, Q0 en t0 y Q1 en t1 > t0 , es corriente multiplicar Q1 por el
factor exponencial e−r(t1 −t0 ) y hacer la comparación entre Q0 y Q1 e−r(t1 −t0 ) porque
Q1 e−r(t1 −t0 ) es el valor en t0 de la cantidad Q1 en t1 . Se dice que Q1 e−r(t1 −t0 ) es
la cantidad Q1 descontada al tiempo t0 .
Árboles binomiales 53
• Por último se tiene un derivado del activo subyacente (por ejemplo, una opción put
o call sobre el precio de la acción) que paga un payoff en el tiempo final tN que es
una cierta función del valor del subyacente en dicho tiempo. Por tanto los posibles
(1) (2) (2N )
valores VN , VN , . . . VN del derivado en t = N son conocidos como función de
(k) (k) (k)
los correspondientes SN con 1 ≤ k ≤ 2N puesto que se tiene que VN = f (SN ) con
f una función conocida. Se sabe de antemano en el tiempo t0 que si en el tiempo
(k)
final N el subyacente termina con un precio SN entonces el poseedor del derivado
(k)
recibe la cantidad f (SN ). De lo que se trata con el modelo es de determinar cuánto
vale el derivado en todos los tiempos anteriores y muy especialmente en t0 , es decir,
(1) (2) (1)
los valores de V0 , V1 , V1 ..., VN −1 , . . ..
En la figura 4.2 se tiene lo que serı́a un modelo binomial con un solo salto de tiempo, con un
tiempo inicial t0 en el que el valor del subyacente es S0 y con un tiempo final t1 en el que los
(1) (2)
estados 1 y 2 se corresponden con los valores del subyacente S1 y S1 . Las probabilidades
(1) (2)
de salto de S0 a S1 y S1 son respectivamente q y 1 − q con 0 < q < 1. Tomando t0 = 0
(1) (1) (2) (2) (2) (1)
y t1 = T y llamando S1 = ST y S1 = ST debe cumplirse que ST < S0 erT < ST .
Es una restricción lógica porque si no fuera ası́ y, por ejemplo, S0 erT fuera mayor que
(1) (2)
cualquiera de las dos cantidades ST y ST , bastarı́a vender el subyacente en el tiempo
t = 0, invertir el producto de la venta en bonos sin riesgo y se obtendrı́a en el tiempo
T una cantidad mayor que cualquiera de las dos que se podrı́an obtener conservando el
subyacente hasta el tiempo T . Si tiene sentido el conservar el subyacente hasta el tiempo
T es porque, aunque es cierto que se puede perder con respecto a la estrategia de vender
(2)
en t = 0 si el precio final es ST , también existe una cierta probabilidad q de ganar si el
(1)
precio final en T es ST .
1
q
1−q
2
tiempo t=t0 tiempo t=t1
con, por supuesto, α y β dadas por (4.4). ¿Por qué? Porque cualquier otro valor para
V0 conduce a lo que se llama, oportunidad de arbitraje que significa que, sin incurrir
en ningun riesgo, se puede tener una ganancia neta en t = 0. En efecto supóngase que
V0 > Π0 . El poseedor de una unidad del derivado en el tiempo 0 la venderı́a al precio V0
y comprarı́a con el importe de la venta la cartera de valor Π0 embolsándose una ganancia
neta V0 − Π0 con respecto a la estrategia que consiste en mantener en su poder la unidad
del derivado. Más detalladamente, con el producto de la venta de la unidad de derivado
compra α unidades del subyacente y el resto lo invierte en bonos sin riesgo. Como
αS0 + (β + ∆β) B0
y como ∆β es mayor que cero, esta cartera vale en el tiempo T , pase lo que pase con la
evolución del subyacente, más de lo que valdrı́a una unidad de derivado.
Ello significarı́a que existirı́a un exceso de oferta del derivado al precio V0 y un exceso de
demanda del subyacente, lo que forzarı́a a la baja el precio del primero y al alza el del
segundo hasta conseguir que ambos valores cumplieran la ecuación (4.5). En el caso en el
que V0 < Π0 se razonarı́a de forma análoga pero intercambiando los papeles de la cartera
y el derivado.
De un mercado en el que no existe oportunidad de arbitraje (en nuestro ejemplo basta
con que V0 = Π0 ) se dice que es un mercado en el que hay ausencia de oportunidad de
arbitraje.
(1) (2)
Notar que en la expresión para V0 intervienen los valores de S0 , ST y ST , el valor del
interés sin riesgo r y la estructura de la función f pero no intervienen para nada las
probabilidades q y 1 − q.
En un mercado con ausencia de oportunidad de arbitraje las probabilidades
reales de evolución del subyacente no aparecen en la expresión que valora los
derivados de este subyacente.
Es totalmente irrelevante a la hora de calcular V0 que q = 0.99 o que q = 0.01, afirmación
ésta que puede parecer sorprendente a primera vista.
Notar también que las cantidades α y β pueden ser negativas lo que no plantea ningún
problema. Una cantidad β negativa significa que el poseedor de la cartera ha pedido
prestado dinero y α negativa (como por ejemplo, claramente ocurre en el caso de una
opción put) que ha vendido en corto el subyacente. En cualquiera de los dos casos tiene
la obligación de devolver, sea la cantidad prestada, sean las unidades de subyacente, en
el tiempo posterior T .
Para concretar un poco más los razonamientos anteriores se considera que el derivado es,
por ejemplo, una opción call europea con precio de ejercicio E elegido de tal manera que
Árboles binomiales 56
(2) (1) (2) (1) (1)
0 < ST < E < ST . En este caso se tiene que f ST = 0 y f ST = ST − E.
Sustituyendo en los valores de α y β de las ecuaciones (4.4) y operando se obtiene que
(1)
ST − E e−rT (2)
α= (1) (2)
> 0, β=− η con η = ST α > 0
ST − ST B0
En cualquiera de los dos casos se tiene un ingreso en el tiempo inicial sin tener que hacer
ningún pago a vencimiento de la call.
Según todo lo que se acaba de decir, el valor V0 del derivado en t = 0 se obtiene susti-
tuyendo los valores de α y β en (4.4) en αS0 + βB0 . La expresión para V0 que se obtiene
al hacerlo es totalmente correcta pero un poco farragosa y se presta mal a las generaliza-
ciones que se van a hacer a continuación. Es mejor reagrupar los términos en V0 de forma
distinta y más clara. Puesto que lo que se quiere calcular es el valor de αS0 + βB0 y no
α o β por separado, es mejor multiplicar la primera de las ecuaciones (4.3) por un cierto
número p y la segunda por 1 − p y sumar ambas ecuaciones. Se obtiene ası́:
(1) (2) (1) (2)
α pST + (1 − p)ST + βB0 erT = pf ST + (1 − p)f ST
(1) (2) (1) (2)
αe−rT pST + (1 − p)ST + βB0 = e−rT pf ST + (1 − p)f ST
(1) (2)
Si se elige p de forma que e−rT pST + (1 − p)ST = S0 es decir,
(2) (1)
erT S0 − ST ST − erT S0
p= (1) (2)
, 1−p= (1) (2)
(4.6)
ST − ST ST − ST
(2) (1)
(y notar que 0 < p < 1 en virtud de la desigualdad ST < S0 erT < ST ) entonces la
ecuación anterior se convierte en
(1) (2)
αS0 + βB0 = e−rT pf ST + (1 − p)f ST
Árboles binomiales 57
La expresión (4.7) junto con (4.6) es fundamental. Puesto que tanto p como 1 − p son
dos números entre 0 y 1 se pueden interpretar como dos probabilidades ficticias de salto
y, si se interpretan ası́, entonces el segundo miembro de (4.7) no es más que la esperanza
de la variable
−rT aleatoria
e−rT f (ST ) calculada con estas probabilidades (y el subı́ndice P
en EP e f (ST ) se escribe para indicar precisamente el hecho de que la esperanza se
calcula con las probabilidades p y 1 − p). Estas probabilidades serı́an las del proceso de
(1) (2)
salto de S0 a ST y ST pero obviamente no tienen nada que ver con las probabilidades
reales q y 1 − q del proceso que sigue el subyacente al pasar de t = 0 a t = T y de hecho
(1) (2)
p ni siquiera es función de q sino solo de S0 , ST , ST y r (ecuación (4.6)). A p y 1 − p
se les llama probabilidades de riesgo neutro y, aunque no tengan nada que ver con las
reales, son un artificio de cálculo extremadamente útil porque permite escribir el segundo
miembro de (4.7) de forma compacta como una esperanza. De modo que se tiene que:
El valor del derivado en el tiempo t = 0 es la esperanza del payoff descon-
tada al tiempo t = 0 (es decir, multiplicada por e−rT ) y calculada no con las
probabilidades reales del proceso del subyacente sino con las probabilidades
de riesgo neutro.
Las probabilidades de riesgo neutro vienen dadas por (4.6) pero es una definición muy
ligada al modelo binomial que se está tratando. Con vistas a dar una definición más
general que sirva en otros modelos más complicados conviene en primer lugar dar una
definición previa:
Un proceso aleatorio St se dice que es una martingala cuando para cualesquiera
dos tiempos s y t con s ≤ t se cumple que
E {St | Ss } = Ss
lo que básicamente significa que, en promedio, el proceso ni aumenta ni disminuye con el
tiempo. Dado un tiempo s en el que el proceso tiene el valor Ss , la esperanza de valores
ahora en que p y 1 − p en (4.6) se
futuros coincide con este valor actual. Basta fijarse
−rT (1) (2)
han elegido de modo que se cumpliera que e pST + (1 − p)ST = S0 . El primer
miembro es precisamente la esperanza descontada calculada con las probabilidades de
riesgo neutro del propio subyacente en el tiempo final. Es decir, se tiene que:
EP e−rT ST | S0 = S0
(4.8)
Las probabilidades de riesgo neutro son aquellas con las cuales la esperanza
descontada del activo S en el tiempo final, condicionada al valor de S en
t = 0, es igual al valor del activo en t = 0. Es decir, las probabilidades de
riesgo neutro son aquellas para las cuales el activo subyacente descontado al
tiempo actual es una martingala.
De lo que se trata ahora es de extender las conclusiones del apartado anterior (funda-
mentalmente (4.7) y (4.6)) a un modelo binomial con más saltos de tiempo. Un modelo
Árboles binomiales 58
binomial con más saltos de tiempo permite, en primer lugar, más posibles estados finales
en el tiempo T (2N si hay N saltos de tiempo) y por tanto una mejor descripción de
lo que ocurre en la realidad y, en segundo lugar, el introducir tiempos intermedios entre
t = 0 y t = T permite no solo calcular el valor del derivado en el tiempo actual t = 0 sino
estudiar su evolución entre el tiempo inicial y el final.
La generalización de dos pasos de tiempo a un número cualquiera (finito) de ellos es
inmediata de modo que se estudia el modelo con dos saltos cuya representación gráfica
aparece en la figura 4.3.
q
1 3
1
q
0 4
0
q2 5
2
6
tiempo t0 tiempo t1 tiempo t
2
(1) (2)
Los posibles estados del subyacente son S0 en el tiempo t0 , S1 , S1 en el tiempo t1 y
(3) (4) (5) (6)
S2 , S2 , S2 , S2 en el tiempo t2 , las probabilidades reales de paso de cada estado al
correspondiente superior en el tiempo sucesivo son las qi (y 1 − qi al inferior) y se supone
que los intervalos temporales tienen el mismo tamaño ∆t = t2 − t1 = t1 − t0 . El payoff
del derivado en el tiempo final t2 es una función conocida del correspondiente valor del
subyacente de modo que los valores del derivado en los estados 3, 4, 5, 6 son conocidos,
(3) (4) (5) (6) (1) (2)
f (S2 ), f (S2 ), f (S2 ), f (S2 ). Se trata de calcular los valores del derivado V1 y V1
(1)
en el tiempo anterior t1 correspondientes a los dos posibles valores del subyacente S1 y
(2)
S1 y por último el valor del derivado en el tiempo actual t0 , V0 .
Para asignar valores del derivado a todos los nodos del árbol la técnica que se utiliza es
la de ir asignándolos recorriendo el árbol en el sentido de los tiempos decrecientes, desde
los 4 nodos en el tiempo final hacia atrás hasta llegar al nodo que se corresponde con
el tiempo actual. En los nodos finales 3, 4, 5 y 6 ya se sabe que el derivado toma los
(3) (3) (4) (4) (5) (5) (6) (6)
valores V2 = f (S2 ), V2 = f (S2 ), V2 = f (S2 ) y V2 = f (S2 ). Para asignar los
valores en el tiempo t1 se hace uso de los resultados del apartado anterior. Si se considera
el subconjunto constituido por los nodos 1, 3 y 4 y las dos ramas que los conectan, se
tiene el árbol de la figura 4.2. Por tanto todos los razonamientos que allı́ se hicieron
(1)
para calcular el valor de V0 son ahora aplicables para calcular V1 sin más que sustituir
(1) (2) (1) (3) (4)
S0 , ST , ST y erT en las ecuaciones (4.7) y (4.6) por S1 , S2 , S2 y er∆t respectivamente.
Se tiene ası́ que
(1) (3) (4)
V1 = e−r∆t p1 f S2 + (1 − p1 )f S2 (4.9)
Árboles binomiales 59
con
(2) (1)
er∆t S0 − S1 S1 − er∆t S0
p0 = (1) (2)
, 1 − p0 = (1) (2)
(4.14)
S1 − S1 S1 − S1
(1) (2)
Sustituyendo ahora las expresiones de V1 y V1 dadas en (4.9) y (4.11) en la ecuación
(4.13) se tiene:
(3) (4)
V0 = e−r∆t p0 e−r∆t p1 f S2 + (1 − p1 )f S2
−r∆t −r∆t (5) (6)
+e (1 − p0 )e p2 f S2 + (1 − p2 )f S2
(3) (4)
= e−2r∆t p0 p1 f S2 + e−2r∆t p0 (1 − p1 )f S2
(5) (6)
+e−2r∆t (1 − p0 )p2 f S2 + e−2r∆t (1 − p0 )(1 − p2 )f S2
es decir, exactamente igual que en el caso de un solo salto de tiempo (ecuación (4.7)):
El valor del derivado en el tiempo actual es la esperanza del payoff descontada
al tiempo actual (es decir, multiplicada por e−2r∆t ) y calculada no con las
Árboles binomiales 60
probabilidades reales del proceso del activo subyacente sino con las probabil-
idades de riesgo neutro de cada uno de los caminos que partiendo del nodo
inicial terminan en los nodos finales.
Tomando en (4.15) el caso particular en el que el derivado es el propio activo subyacente,
(i) (i)
se tiene que f (S2 ) = S2 y obviamente en este caso V0 = S0 . Por tanto se obtiene que
EP e−2r∆t S2 | S0 = S0
(4.16)
= EP e−r∆t S1 | S0 = S0
−r∆t
puesto que para un solo salto de tiempo se cumple que E P e S 2 | S 1 = S1 y que
EP e−r∆t S1 | S0 = S0 . Por tanto, también en el caso de dos saltos de tiempo:
Las probabilidades de riesgo neutro son aquellas con las que la esperanza
descontada del activo S en el tiempo final (tiempo t2 ), condicionada al valor
de S en t0 , es igual al valor del activo en t0 . Es decir, las probabilidades de
riesgo neutro son aquellas para las cuales el activo subyacente descontado es
una martingala.
En los árboles que se han tratado hasta ahora a cada estado en el tiempo final se puede
llegar por un solo camino desde el tiempo inicial, de modo que existe una correspondencia
biunı́voca entre estados y caminos para alcanzar dichos estados. En los modelos binomiales
con los que habitualmente se calcula ésto no suele ocurrir y, por ejemplo, lo que ocurre
es que en la figura 4.3 los estados 4 y 5 coinciden de modo que a dicho estado se puede
llegar por dos caminos distintos. En este tipo de modelos que se llaman modelos o
árboles recombinantes todas las conclusiones a las que se ha llegado hasta ahora siguen
siendo válidas con las modificaciones
obvias. La ecuación (4.15) sigue siendo cierta sin
(4) (5)
más que tener en cuenta que f S2 = f S2 y por tanto haciendo la sustitución
(4) (5) (5)
pc4 f S2 +pc5 f S2 = (pc4 + pc5 ) f S2 donde pc4 +pc5 es la probabilidad de riesgo
(5)
neutro de acabar en el tiempo T en el estado S2 . El que esa probabilidad sea la de un
solo camino o la suma de probabilidades de dos caminos distintos es irrelevante y no afecta
para nada a la expresión de V0 como esperanza de e−2r∆t f (S2 ) con las probabilidades de
riesgo neutro.
Todas las conclusiones que se han obtenido en el caso de uno y dos saltos de tiempo
siguen siendo válidas en el caso de un modelo binomial en el que entre el tiempo inicial
t = 0 y el tiempo final t = T haya N saltos de tiempo. En T hay θN estados distintos
(i )
del activo subyacente SNN con 1 ≤ iN ≤ θN (θN = 2N en el caso de un árbol que no
recombina y un número menor si lo hace) y en general en cualquier tiempo intermedio
(i ) (i )
tk habrá θk estados posibles Sk k . Cada estado final SNN tiene asociado uno o varios
caminos que van del nodo 0 (en el que el activo vale S0 ) en el tiempo 0 al nodo corre-
(i )
spondiente a SNN en el tiempo T y que pasan por una serie de nodos intermedios. Si
se designan por ω1 (0 → iN ) , ω2 (0 → iN ) , . . . ωk (0 → iN ) , . . . a los caminos que unen el
Árboles binomiales 61
(i )
nodo S0 con el nodo SNN , cada uno de ellos tiene asociada una probabilidad de riesgo
neutro p (ωk (0 → iN )) que se obtiene multiplicando las probabilidades de riesgo neutro
(i )
de cada uno de los saltos que hay que dar para recorrer el camino de S0 a SNN :
(i
(i ) (i ) (i ) (i ) (i ) −1) ) (iN )
p (ωk (0 → iN )) = p S0 → S1 1 p S1 1 → S2 2 p S2 2 → S3 3 ....p SN(N −1 → SN
(i )
La probabilidad de riesgo neutro p (iN ) asociada a cada estado final SNN es la suma de
las probabilidades de todos los caminos que conducen desde el estado inicial en t = 0 a
ese estado final. Si hay M caminos distintos:
p (iN ) = p (ω1 (0 → iN )) + p (ω2 (0 → iN )) + . . . + p (ωM (0 → iN )) (4.17)
Las conclusiones obtenidas se resumen en los dos siguientes enunciados:
EP e−rT SN | S0 = S0
(4.19)
Árboles binomiales 62
donde obviamente Bt0 = B0 es constante, entonces es claro de todo lo anterior que los
procesos descontados (procesos con prima) son todos ellos una martingala con las prob-
abilidades de riesgo neutro. Esto significa que dados dos tiempos t0 < t cualesquiera se
cumple que:
El teorema 4.1 es quizá el resultado más importante sobre valoración de opciones europeas.
Da respuesta a la pregunta que nos hacı́amos en la página 54 al principio de este capı́tulo
sobre el valor del derivado de un activo subyacente compatible con el principio de ausencia
de oportunidad de arbitraje (al menos en el caso de opciones europeas). El resultado se
ha obtenido razonando con un modelo binomial para la evolución del activo y por tanto
es lı́cito preguntarse si el teorema 4.1 es totalmente general y la fórmula de valoración
sigue siendo cierta cuando el modelo de evolución del activo es otro. En concreto, el dado
por la ecuación (3.1) o el modelo en tiempo continuo que se ha visto con anterioridad.
La respuesta es afirmativa aunque la demostración del resultado en el caso de un tiempo
continuo es más complicada y no tiene sentido darla en este curso.
A partir de ahora por tanto las ecuaciones (4.18) y (4.19) van a ser nuestro punto de
partida para valorar distintos tipos de derivados europeos. Aplicadas en el contexto de
los modelos binomiales (como en el capı́tulo dedicado al modelo de Cox-Ross-Rubinstein)
permiten valorar, entre otras, opciones europeas sobre activos con y sin dividendos, sobre
tipos de cambio y sobre futuros. Aplicadas en el marco de un modelo de evolución en
tiempo continuo permiten obtener las fórmulas de Black-Scholes que también se ven más
adelante. Por último, (4.18) y (4.19) junto con el modelo de evolución en tiempo discreto
(3.1), permiten valorar derivados usando el método Monte Carlo.
instante de tiempo el valor del derivado conduce a dos definiciones que son importantes,
la de cartera autofinanciada y la de cobertura.
En todo lo que sigue el subı́ndice indica el tiempo y el superı́ndice el número de nodo
en la figura 4.3. Comenzando por los dos saltos de tiempo de la figura 4.3, se considera
el subdiagrama constituido por los nodos 1, 3 y 4 y las dos ramas correspondientes. Se
forma una cartera con α2 unidades del activo subyacente y β2 bonos sin riesgo cuyo valor
en el nodo 1 es
(1) (1)
Π1 = α2 S1 + β2 B0 er∆t (4.22)
B0 es el valor del bono en el tiempo t = t0 y, puesto que los bonos sin riesgo siguen una
evolución determinista, el valor de un bono es B0 enr∆t en un tiempo cualquiera posterior
t = n. Se obliga a que la cartera en los nodos 3 y 4 valga respectivamente:
(3) (3) (3)
Π2 = α2 S2 + β2 B0 e2r∆t = f S2
(4) (4) (4)
Π2 = α2 S2 + β2 B0 e2r∆t = f S2 (4.23)
de donde se obtiene, como ya se hizo en el caso de un solo salto de tiempo (fórmula (4.4)):
(3) (4)
f (S2 ) − f (S2 ) e−2r∆t (3) (3)
α2 = (3) (4)
, β2 = f (S2 ) − α2 S2
S2 − S2 B0
En una formulación más general del tema que se verá más adelante es importante el hecho
(3) (4)
de que, aunque Π2 es distinta de Π2 , α2 y β2 son las mismas en ambos casos.
En el caso del subdiagrama constituido por los nodos 2, 5 y 6 y las dos ramas correspon-
dientes el razonamiento es idéntico. La cartera tiene α20 unidades del activo subyacente y
β20 bonos sin riesgo y su valor en los nodos 2, 5 y 6 es:
(2) (2)
Π1 = α20 S1 + β20 B0 er∆t
(5) (5) (5)
Π2 = α20 S2 + β20 B0 e2r∆t = f S2
(6) 0 (6) 0 2r∆t (6)
Π2 = α2 S2 + β2 B0 e = f S2 (4.24)
Con estos valores de α2 , α20 , β2 y β20 el valor de la cartera en los nodos 1 y 2, respectivamente
(1) (2)
Π1 y Π1 , coincide con el del derivado en los mismos nodos calculado en el apartado
(1) (1) (2) (2)
anterior, es decir, Π1 = V1 y Π1 = V1 .
En el siguiente paso hacia atrás en el árbol se considera el subdiagrama con los nodos 0, 1
y 2 y de nuevo se forma una cartera Λ con α1 unidades del activo subyacente y β1 bonos
sin riesgo cuyo valor en el nodo 0 es
Λ0 = α1 S0 + β1 B0
(1)
y se obliga a que esta cartera en los nodos 1 y 2 valga lo mismo que las ya calculadas Π1
(2)
y Π1 :
(1) (1) (1)
Λ1 = α1 S1 + β1 B0 er∆t = Π1
(2) (2) (2)
Λ1 = α1 S1 + β1 B0 er∆t = Π1 (4.25)
Árboles binomiales 64
(1) (2)
Sustituyendo en (4.25) Π1 y Π1 por sus valores dados en (4.22) y la primera de las
ecuaciones en (4.24) se llega a que:
(1)
(α2 − α1 ) S1 + (β2 − β1 ) B0 er∆t = 0
(2)
(α20 − α1 ) S1 + (β20 − β1 ) B0 er∆t = 0 (4.26)
En las ecuaciones (4.25) y (4.26) está sintetizado, en el caso de dos pasos de tiempo, lo
que se entiende por una cartera autofinanciada. En el tiempo actual t = t0 en el que el
subyacente tiene un valor S0 y el bono B0 se forma una cartera con las cantidades α1 y
β1 respectivamente de subyacente y de bonos sin riesgo. El valor de esta cartera es Λ0 .
Al pasar al tiempo t1 cambia el precio del subyacente y el nuevo precio pasa a ser bien
(1) (2)
S1 bien S1 y cambia el valor del bono que pasa a ser B0 er∆t . Las cantidades α1 y β1
todavı́a se mantienen pero como consecuencia unicamente del cambio de precios el valor
(1) (2)
de la cartera pasa a ser bien Λ1 , bien Λ1 dados en (4.25). A continuación y todavı́a
en el tiempo t1 , se cambia la composición de la cartera y se pasa de las cantidades α1
y β1 a las cantidades α2 y β2 , caso de que se esté en el nodo 1, y de las cantidades α1
y β1 a las cantidades α20 y β20 , caso de que se esté en el nodo 2. Lo importante es que
en cualquiera de los dos casos el cambio de cantidades viene regido por las ecuaciones
(4.26) y ello significa que el valor total de la cartera no se modifica con este cambio en la
composición de la misma. Aunque la proporción de activo subyacente y bonos dentro de
la cartera varı́a, la cartera antes del cambio vale exactamente lo mismo que después de
(1) (1) (2) (2)
dicho cambio (Λ1 = Π1 , Λ1 = Π1 en la ecuación (4.25)) y por tanto el poseedor de la
misma no tiene que pagar nada (ni recibe dinero) por esta modificación (en otras palabras,
vende acciones y con su importe compra bonos o viceversa, pero siempre de modo que
el producto de la venta se cancele con el importe de la compra). En este sentido se dice
que la cartera es autofinanciada. Como la cartera es autofinanciada y para cada uno de
los posibles estados en el tiempo final (t2 en este caso) su valor coincide con el payoff del
derivado, la ausencia de oportunidad de arbitraje obliga a que el valor del derivado en t0
sea el de la cartera en dicho tiempo t0 , es decir, V0 = Λ0 .
En un planteamiento más general (referencia [7], página 383 y siguientes), se define una
cartera autofinanciada siguiendo las lineas de lo que se ha dicho en el caso particular de
más arriba. Si se tiene un proceso como el representado en la figura con N + 1 tiempos
discretos t0 , t1 , ...., tN , se representa toda la historia del proceso hasta e incluido el tiempo
tn por Fn y al conjunto {Fn con n = 0, 1, . . . N } se le llama una filtración del proceso.
Fn se puede definir en términos más financieros como toda la información del mercado
hasta el tiempo t ≤ n a disposición de cualquier observador. Por ejemplo, en el caso de
la figura 4.3, la filtración F0 está constituida por el estado 0, {0}. F1 correspondiente al
nodo 1 es {0, 1} y F1 correspondiente al nodo 2 es {0, 2}. F2 correspondiente al nodo 3 es
{0, 1, 3}, correspondiente al nodo 4 es {0, 1, 4}, correspondiente al nodo 5 es {0, 2, 5} y al
nodo 6 es {0, 2, 6}. Cualquiera de estos conjuntos de estados sintetiza toda la información
sobre la evolución del mercado hasta un determinado momento que tiene un observador
que en ese momento se encuentra en un determinado nodo (referencia [7], página 82).
Árboles binomiales 65
De una variable estocástica X se dice que es Fn -medible cuando su valor se conoce solo
una vez que se llega al tiempo n, es decir, cuando se tiene la información sintetizada en
Fn .
Se supone que la evolución de los bonos sin riesgo es determinista de modo que en nuestro
modelo con N + 1 tiempos separados entre sı́ por intervalos temporales de tamaño ∆t se
tiene que
Bn = B0 enr∆t con 0 ≤ n ≤ N
y se podrı́a decir, como caso particular de lo anterior, que cualquiera de los Bn es F0 -
medible en el sentido de que su valor es conocido ya en el tiempo t0 .
El precio del activo subyacente Sn evoluciona de modo aleatorio a partir de un valor inicial
S0 según un modelo binomial. Por tanto Sn es un proceso aleatorio y, para cada valor de
(j)
n fijo, Sn es una variable aleatoria que toma valores Sn donde 1 ≤ j ≤ θn . La variable
Sn es Fn -medible: solo cuando se llega a un nodo del tiempo n y no antes se conoce el
valor que toma.
Sea Π una cartera constituida por bonos sin riesgo y unidades de activo subyacente. Si
en el tiempo t = n tiene αn unidades del activo y βn bonos, el valor de la cartera en ese
tiempo n es un proceso estocástico:
Πn = αn Sn + βn Bn (4.27)
y αn y βn son también procesos estocásticos como Sn pero con una diferencia fundamental:
mientras que, como se acaba de decir, Sn es Fn -medible, tanto αn como βn son Fn−1 -
medibles (se llaman también procesos previsibles). Eso significa que su valor en el tiempo
n es ya conocido en el tiempo n − 1 o, dicho de otra manera, el último salto no afecta
para nada a las cantidades αn y βn (y esto es lo que ocurre en el caso particular de dos
saltos de tiempo: el mismo α2 y el mismo β2 aparecen en las dos ecuaciones (4.23) porque
el nodo anterior en ambos casos es el mismo, el nodo 1, y α20 y β20 también coinciden en
las dos ecuaciones (4.24) por la misma razón. Sin embargo α2 es distinto de α20 y β2 es
distinto de β20 porque ahora los nodos correspondientes al tiempo anterior son los nodos
1 y 2 que son distintos). En el caso n = 0 obviamente el hecho de que una variables sea
Fn−1 -medible no tiene sentido y entonces se define F−1 = F0 para incluirlo en la regla
general.
El proceso de evolución de la cartera en el tiempo es el que se ha visto en el caso de dos
(j)
saltos de tiempo: en el tiempo n cambia el valor de la unidad de subyacente de Sn−1 a
(k)
Sn pero las cantidades αn y βn son las que habı́a en la cartera antes del cambio de valor
(k)
del subyacente. El valor de la cartera en n es Πn = αn Sn + βn Bn . Después de este
cambio de valor y antes del siguiente salto de precio se cambian las cantidades αn y βn a
otros dos valores αn+1 y βn+1 que son las cantidades con las cuales se calcula el valor de
la cartera en el siguiente tiempo n + 1 y una vez que cambie el precio del subyacente de
(k) (j) (j)
Sn a Sn+1 . Por tanto el valor de la cartera en n + 1 es Πn+1 = αn+1 Sn+1 + βn+1 Bn+1 .
Esta cartera Π tal como se ha descrito no es, en general, autofinanciada, a no ser que se
le imponga alguna otra condición. De hecho, con la notación ∆Xn = Xn − Xn−1 para
cualquiera de los procesos que se han definido hasta ahora, el cambio de valor de la cartera
Árboles binomiales 66
N
X N
X
ΠN = Π0 + βn ∆Bn + αn ∆Sn (4.31)
n=1 n=1
Un ejemplo trivial de una cartera autofinanciada es el de una cartera en la que el número
de unidades tanto de bonos como de activos con riesgo no cambia con el tiempo, αn y βn
son independientes de n.
En todas las ecuaciones anteriores es más fácil manejar variables descontadas definiendo:
Πn Sn
Π0n = y Sn0 = (4.32)
Bn Bn
y entonces la ecuación (4.19) se escribe como:
EP {Sn0 | Fn−1 } = Sn−1
0
(4.33)
y (4.27) como:
Π0n = αn Sn0 + βn (4.34)
y la variación del valor de la cartera en un salto de tiempo como:
Sn Sn−1
∆Π0n = αn − αn−1 + ∆βn
Bn Bn−1
Sn Sn−1 Sn−1 Sn−1
= αn − αn−1 + ∆βn + αn − αn
Bn Bn−1 Bn−1 Bn−1
= αn ∆Sn0 + Sn−1
0
∆αn + ∆βn
Árboles binomiales 67
Las opciones put y call americanas se caracterizan porque, en contra de lo que ocurre con
las europeas, pueden ejercerse en cualquier instante de tiempo entre el de su compra y el
de vencimiento. Por tanto, en igualdad de otras condiciones, una opción americana tiene
Árboles binomiales 68
un valor mayor o igual que la correspondiente europea puesto que ofrece a su poseedor
un grado de libertad que esta última no tiene.
Dos cuestiones básicas cuando se trata con opciones americanas son, primero, la de su
valoración y, segundo, la del momento en que el poseedor de la opción decide ejercerla. Es
posible dar ya algunos resultados al respecto utilizando argumentos financieros sencillos.
Se tiene que:
ocurra, ingresar una cantidad E ahora es más ventajoso que ingresarla en un tiempo
posterior.
• Tampoco es cierto que el valor de una call americana coincida con el de la europea
correspondiente cuando el activo subyacente tiene algún tipo de rentabilidad. De
hecho el valor de la call europea puede quedar por debajo de la curva de payoff
mientras que en el caso de la opción americana ello no es posible. En la figura 5.7
y en los comentarios posteriores se presenta un ejemplo de esta posibilidad.
20
18
16
14
12
10
0
20 25 30 35 40 45 50
Figura 4.4 Valores de una put europea y americana en función del precio
inicial del subyacente. En ambos casos el vencimiento es en 1 año,
E = 40, r = 0.12 y σ = 0.3
Vn = EP e−r∆t Un+1 | Sn
Un ≥ EP e−r∆t Un+1 | Sn
(4.38)
Por otro lado acabamos de ver que con respecto al precio de la opción americana y su
payoff solo existen dos posibilidades: o bien Un > Zn o bien Un = Zn y la opción americana
sólo se ejerce en este segundo caso, cuando Un = Zn . Entonces se tiene que:
5 El modelo de Cox-Ross-Rubinstein
Los modelos binomiales anteriores tienen el inconveniente de que el número de nodos crece
muy rápidamente con el tiempo y eso significa que calcular el valor de cualquier derivado
recorriendo el árbol en el sentido de tiempos decrecientes, como se ha explicado en el
apartado anterior, puede ser computacionalmente costoso. La mayorı́a de los modelos
binomiales que se utilizan son modelos que, con objeto de evitar la proliferación del
número de nodos, recombinan las ramas a medida que se va avanzando en el tiempo y
esta recombinación se consigue eligiendo adecuadamente los saltos hacia arriba y hacia
abajo. Por ejemplo, en la figura 4.3, si los saltos conservaran el signo que tienen en la figura
pero todos ellos tuvieran el mismo valor absoluto, los nodos 4 y 5 coincidirı́an y además
el valor del activo subyacente para este nodo único serı́a el mismo que el del nodo 0. Y ası́
sucesivamente de modo que lo que se conseguirı́a es un árbol con n + 1 nodos en el tiempo
n en lugar de los 2n . Todo lo que se ha dicho para árboles que no recombinan es aplicable
a este nuevo caso salvo el hecho de que ahora no hay una correspondencia biunı́voca entre
nodos y caminos (a un mismo nodo se puede llegar por varios caminos distintos). El único
inconveniente es que este tipo de árboles que recombinan, precisamente por el hecho de
que no existe la correspondencia biunı́voca a que se alude más arriba, no se pueden usar
para valorar opciones más complicadas en las que el payoff no solo depende del estado
final sino también del camino que ha seguido el subyacente para llegar a este estado.
Un modelo concreto y sencillo de árbol binomial que recombina es el modelo binomial
de Cox-Ross-Rubinstein (CRR) que, aunque muy simple, tiene muchas de las carac-
terı́sticas de modelos más realistas y tiene la ventaja de que permite pasar al lı́mite de un
tiempo continuo en lugar del tiempo discreto tı́pico de los modelos binomiales.
Se tiene el mercado (B, S) ya habitual con bonos Bn a un tipo de interés sin riesgo fijo r
y un solo activo subyacente Sn cuyas evoluciones temporales vienen dadas por:
Sn − Sn−1 Sn − Sn−1
E {ρn } = E = µ∆t, V {ρn } = V = σ 2 ∆t (5.2)
Sn−1 Sn−1
Estas ecuaciones imponen restricciones sobre los tres parámetros del modelo a, b y q. Sean
q y 1 − q las probabilidades de salto respectivamente hacia arriba (valor 1 + b) y hacia
abajo (valor 1 + a). Las variables a y b se expresan en función de µ y σ a partir de las
ecuaciones
(1 + µ∆t) = q (1 + b) + (1 − q) (1 + a) (5.3)
σ 2 ∆t = q (1 + b)2 + (1 − q) (1 + a)2 − (1 + µ∆t)2 (5.4)
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 73
eµ∆t = q (1 + b) + (1 − q) (1 + a) (5.5)
e(2µ+σ )∆t = q (1 + b)2 + (1 − q) (1 + a)2
2
(5.6)
despreciando los términos o (∆t) (lo que adquiere su sentido cuando posteriormente se
calcule el lı́mite continuo del modelo). O también, despejando q de (5.5) y (5.6):
2 (1 + µ∆t) = (1 + b) + (1 + a)
2σ 2 ∆t = (1 + b)2 + (1 + a)2 − 2 (1 + µ∆t)2
√
cuyas soluciones son (1 + a) = (1 + µ∆t)±σ ∆t y, puesto que (1 + b) = 2 (1 + µ∆t)−
(1 + a), se tiene la solución:
√ n √ o
1 + b = (1 + µ∆t) + σ ∆t = exp µ − σ 2 /2 ∆t + σ ∆t + o (∆t) (5.8)
√ n √ o
1 + a = (1 + µ∆t) − σ ∆t = exp µ − σ 2 /2 ∆t − σ ∆t + o (∆t) (5.9)
Notar que aunque en un modelo binomial general las probabilidades dependen del valor del
subyacente a partir del cual se salta y de los dos posibles valores de llegada, en cualquiera
de los dos casos anteriores las probabilidades no dependen del salto. Es una caracterı́stica
del modelo CRR.
EP e−r∆t Sn+1 | Sn = Sn
La volatilidad es un dato que hay que estimar a partir de datos reales. De hecho las
probabilidades de riesgo neutro deben cumplir las dos ecuaciones:
er∆t − (1 + a)
p = (5.13)
b−a
σ ∆t = p (1 + b)2 + (1 − p) (1 + a)2 − (1 + r∆t)2
2
(5.14)
Cualquiera de las dos elecciones o, de hecho, cualquiera que cumpla (5.13) y (5.14) permite
construir un árbol para valorar derivados del subyacente.
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 76
0 1 2 3 4 5
97.97
87.29
77.77 77.77
69.29 69.29
61.73 61.73 61.73
55 55 55
49 49 49
43.66 43.66
38.9 38.9
34.66
30.88
Figura 5.2 Árbol binomial con S0 = 55, r = 0.1, T = 5/12 años y σ = 0.4
Se trata ahora de valorar un derivado del subyacente que tiene en t = T un payoff f (ST )
con f una función conocida. Una vez que se tiene construido el árbol se recorre éste en
el sentido de tiempos decrecientes desde t = T hasta t = 0, asignando a cada uno de los
(j)
nodos el valor del derivado Vn que le corresponde. Se comienza por los 6 últimos nodos
(j)
en los que el subyacente toma los valores S5 que aparecen en la figura 5.2 con 1 ≤ j ≤ 6
(j) (j)
y en los cuales el derivado toma los valores V5 = f S5 que se pueden calcular (j = 1
es el valor de S más alto y j = 6 el menor). Una vez asignados estos valores se pasa al
tiempo inmediatamente anterior a cuyos 5 nodos corresponden los valores del subyacente
(j) (1) (1) (2)
S4 con 1 ≤ j ≤ 5. El valor S4 está conectado con los valores S5 y S5 en el tiempo
(1) (1) (2)
posterior y V4 se obtiene a partir de V5 y V5 como
(1) −r∆t (1) (2)
V4 = e pV5 + (1 − p) V5
√ √
con p y 1 − p dados en (5.12) con 1 + b = eσ ∆t y 1 + a = e−σ ∆t . Si, por ejemplo, el
subyacente es el de la figura 5.2 y el derivado es una call europea con vencimiento a 5
meses y con precio de ejercicio E = 60, se tiene que
(1) (1) (1)
V5 = f S5 = max 0, S5 − E = 97.97 − 60 = 37.97
(2) (2) (2)
V5 = f S5 = max 0, S5 − E = 77.77 − 60 = 17.77
√
er∆t − (1 + a) e0.1×1/12 − e−0.4 1/12
p = = √ √ = 0.5073
b−a e0.4 1/12 − e−0.4 1/12
1 − p = 0.4927
e−r∆t = 0.9917
(1)
de donde se obtiene que V4 = 27.78.
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 78
0 1 2 3 4 5
97.97
87.29 38
77.77 27.8 77.77
69.29 18.8 69.29 17.8
61.73 12.1 61.73 9.79 61.73
55 7.48 55 5.35 55 1.73
4.53 49 2.91 49 0.871 49
1.57 43.66 0.438 43.66 0
0.221 38.9 0 38.9
0 34.66 0
0 30.88
0
Se procede de igual manera para calcular el resto de los valores del derivado en el tiempo
(2) (3) (4) (5)
4∆t, V4 , V4 , V4 y V4 . Una vez que se han calculado estos valores se pasa al tiempo
(1) (2) (3) (4) (j)
3∆t y se calculan V3 , V3 , V3 y V3 a partir de los ya obtenidos V4 . Por ejemplo:
(1) (1) (2)
V3 = e−r∆t pV4 + (1 − p) V4
(2) −r∆t (2) (3)
V3 = e pV4 + (1 − p) V4
Los árboles en los que las probabilidades de riesgo neutro p y 1 − p son ambas iguales a
1/2 dejan de ser simétricos en el sentido de que (1 + a) (1 + b) 6= 1 y eso significa que el
valor inicial del subyacente no se repite cada dos tiempos como ocurre en el árbol de las
figuras 5.2 y 5.3.
El árbol de la figura 5.4 es un árbol no simétrico en el que el valor del subyacente del nodo
central va creciendo con el tiempo. La evolución riesgo neutro del subyacente en este caso
vuelve a ser la de la figura 5.2, S0 = 55, r = 0.1 y σ = 0.4, los valores por encima de los
nodos son los del subyacente y por debajo los de una opción put europea con vencimiento
y precio de ejercicio indicados en la figura. Notar que ahora, como se trata de una put,
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 79
el valor de la opción es cero para valores del subyacente altos y tiempos cercanos al de
vencimiento.
Aunque los valores del subyacente en los nodos del árbol no coincidan exactamente con
los de la figura 5.2 (excepto el valor inicial S0 = 55), ello no quiere decir que se esté
modelando una situación fı́sicamente distinta. Los datos riesgo neutro de la evolución
del subyacente S0 , r y σ son los mismos en ambos casos y simplemente el árbol para
representar esta evolución es distinto. Por tanto el valor 7.15 que se obtiene para la put
en t = 0 es muy parecido al que se hubiera obtenido si se hubiera usado para calcularlo
el árbol de la figura 5.2, de la misma manera que el valor de 4.53 en t = 0 para la call
de la figura 5.3 se hubiera podido obtener (al menos de forma aproximada) con el árbol
de la figura 5.4. El subyacente tiene en cada salto una tendencia a que su valor medio
crezca que viene dada en el mundo riesgo neutro por el valor de r. Cuando se usan árboles
simétricos esta tendencia se refleja en el hecho de que los saltos hacia arriba y hacia abajo
son simétricos con respecto al valor de partida pero las probabilidades de salto no lo son
(la probabilidad p es mayor que la 1 − p) con lo cual se tiene un crecimiento en media en
cada salto. En árboles como el de la figura 5.4 ocurre lo contrario: las probabilidades son
simétricas pero desde un valor cualquiera S el tamaño del salto hacia arriba es un poco
mayor que el del salto hacia abajo, con lo cual se vuelve a tener un crecimiento en media.
98.8
87.9 0
0 78.4
78.2
69.8 0
69.5 0
0 62.2
1.29 62
61.8 0
2.6 55.4
3.82 55.2
55 5.25 49.4
6.41 49.2
7.15 49.1 10.6
10.3 44
10.6 43.8
15.6 39.2
15 39.1
34.9 20.8
19.9
24.6 31.1
28.9
El árbol se construye de la misma manera que el anterior pero ahora con p = 1 − p = 1/2
y los estados dados por (5.15) y (5.16). Por ejemplo, los dos valores del subyacente en el
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 80
y ası́ sucesivamente.
Una vez construido el árbol se recorre de atrás hacia adelante para valorar el derivado.
Por ejemplo, el valor de la put 6.41 en t = 2 se obtiene a partir de los valores 2.6 y 10.3
en t = 3 como:
(2)
(2) (3)
2.6 + 10.3
V2 = e−r∆t pV3 + (1 − p) V3 = e−0.1/12 = 6.41
2
Sin embargo, como en ese nodo el precio de ejercicio es 52 y el valor del subyacente es
40.9, el payoff en el nodo es
Eso significa que si la evolución del subyacente es tal que en el tiempo t4 se llega a dicho
nodo, el valor de la opción americana en el nodo es el que tiene por el hecho de que se
puede ejercer de inmediato y no porque se puede conservar hasta tiempos posteriores.
el segundo nodo del tiempo t2 de la figura 5.5 el valor de ejercer la put americana es 2
mientras que el de conservarla es 4.17. En este mismo nodo el valor de la put europea es
4.07.
0 1 2 3 4 5
0
82.9
0
0
74.9
0
0 0
67.7 67.7
0 0
0.752 0
61.2 61.2
0.752 0
2.34 1.57 0
55.3 55.3 55.3
2.39 1.57 0
4.57 4.07 3.27
50 50 50
4.81 4.17 3.27
7.03 6.81 6.8
45.2 45.2 45.2
7.48 7.02 6.8
10.3 10.7
40.9 40.9
11.1 11.1
14.2 15.1
36.9 36.9
15.1 15.1
18.2
33.4
18.6
21.8
30.2
21.8
Figura 5.5 Put europea (2o valor) y americana (3o valor) con pr. de ejerc.
E = 52 y vencimiento en 5 meses, S0 = 50, r = 0.1 y σ = 0.35
como consecuencia de ello el derivado tiene un salto, por ejemplo, hacia abajo, bastarı́a
vender el derivado inmediatamente antes del salto y comprarlo inmediatamente después
para tener un beneficio seguro.
Cuando hay pago de un dividendo el precio del activo tiene un salto hacia abajo porque el
poseedor de este activo recibe una cantidad que ya no percibe el que lo adquiere después
del pago. Obviamente ello no le ocurre al poseedor del derivado que no ingresa nada
cuando el activo paga dividendos. Eso no significa sin embargo que la prima del derivado
no se vea afectada por la existencia de dividendos en el subyacente. Las discontinuidades
del activo se trasladan al payoff del derivado y el valor de este payoff influye en el valor
de la prima en el tiempo actual.
En cuanto a la clasificación, en primer lugar se pueden clasificar en dividendos continuos
o discretos atendiendo al hecho de que se paguen de forma continua en el tiempo o de
forma discreta en unas cuantas ocasiones (normalmente dos o tres) en fechas del año
fijadas de antemano. Esto último es lo que ocurre con los dividendos que pagan las
acciones de las compañias que cotizan en bolsa. En realidad todos los dividendos son
discretos pero cuando se pagan muy frecuentemente a lo largo del año, con intervalos
temporales pequeños entre dos consecutivos, como ocurre con muchos dividendos sobre
ı́ndices que agrupan un gran número de acciones distintas, es más conveniente considerar
que se están pagando de forma continua en el tiempo.
Por otra parte los dividendos pueden ser deterministas, en el sentido de que la polı́tica
de dividendos de la compañı́a emisora del subyacente se conoce con antelación al pago
del dividendo, o estocásticos cuando ello no ocurre. Claramente para valorar una opción
los dividendos que interesan son los que se pagan durante la vida de la opción que, en
la mayorı́a de los casos, no suele ser demasiado larga. Es por tanto razonable, al menos
en una primera aproximación, considerar que en el tiempo en el que se está valorando la
opción (tiempo actual o tiempo t0 ) se conoce de antemano la polı́tica de dividendos de la
compañı́a emisora del subyacente hasta el tiempo de vencimiento de la opción.
El primero de los casos (rentabilidad conocida q que se paga de forma continua) se modela
en un árbol binomial suponiendo que en cualquier nodo del árbol el inversor propietario
de una unidad de subyacente recibe una cantidad igual a una fracción q∆t del valor del
subyacente en el nodo (correspondiente a los dividendos continuos entre el nodo inmedi-
atamente anterior y el que nos ocupa). Como se acaba de comentar, si en tn se pagan
dividendos, el valor del subyacente en tn disminuye en una cantidad igual a la de los
dividendos que se acaban de abonar de modo que hay que distinguir en cada nodo entre
el valor del subyacente inmediatamente antes e inmediatamente después del pago. Se
considera que el valor Sn del subyacente en tn es el valor después de esta caida de precio
(valor ex-dividendo) y es el que se asigna a los nodos del árbol. El valor del subyacente en
tn antes del pago de dividendos (valor cum-dividendo) se designa por Snd y la diferencia
entre ambos es la cuantı́a de los dividendos abonados en tn . Es decir:
Sn
Snd − Sn = qSnd ∆t o bien Snd = (5.17)
1 − q∆t
De la propia definición de cartera autofinanciada se deduce que los dividendos cobrados
por el poseedor de la cartera entran en cada nodo a formar parte de la misma en forma de
dinero que genera la propia cartera. Ello complica el análisis de la cartera autofinanciada
pero sin embargo existe un procedimiento que reduce este caso al de un subyacente sin
dividendos y, por tanto, permite aprovechar lo que ya se ha hecho en el apartado anterior:
Se define una cartera constituida inicialmente en t = 0 por una unidad del subyacente
cuyo valor es S0 (se supone que t0 = 0 para aligerar la notación). El valor de la cartera en
t = 0 es por tanto Se0 = S0 . En el siguiente instante de tiempo ∆t el precio del subyacente
ha cambiado de S0 a S1 (S1d antes del pago de dividendos) y se pagan unos dividendos
q∆tS1
(según la ecuación (5.17)) q∆tS1d = . Estos dividendos se reinvierten ı́ntegros
1 − q∆t
q∆t
en la compra de nuevas unidades de subyacente al precio S1 . Por tanto en el
1 − q∆t
q∆t 1
tiempo ∆t y después de esta compra, en la cartera hay 1 + = unidades
1 − q∆t 1 − q∆t
S1
de subyacente y el valor de dicha cartera es Se1 = .
1 − q∆t
En el tiempo 2∆t el nuevo precio cum-dividendo es S2d y se pagan unos dividendos
q∆tS2d q∆tS2 1
= 2 correspondientes a la cantidad de subyacente y al precio
1 − q∆t (1 − q∆t) 1 − q∆t
q∆t
S2d , dividendos que se vuelven a reinvertir en la compra de nuevas unidades
(1 − q∆t)2
de subyacente al precio S2 . Por tanto el número de unidades en la cartera en 2∆t es
1 q∆t 1
+ 2 =
1 − q∆t (1 − q∆t) (1 − q∆t)2
S2
y su valor es Se2 = . En general, con esta polı́tica el valor de la cartera en
(1 − q∆t)2
un tiempo t = N ∆t (que puede ser el de vencimiento de un derivado o cualquier tiempo
intermedio) será:
SN
SeN = (5.18)
(1 − q∆t)N
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 84
donde p es la probabilidad riesgo neutro de salto hacia arriba. Con las probabilidades p
y 1 − p el activo Se descontado es una martingala:
n o
EP e−rT SeT | S0 = S0
y se tiene la ecuación:
y ası́ sucesivamente de modo que la varianza que se obtiene para cada uno de los saltos
de Sn es la correcta siempre que σ se ajuste con datos tomados de la evolución real
de Sn . La diferencia con el caso de un subyacente sin dividendos está en la fase de
valoración de derivados. A partir de los payoff finales f (S5 ) se recorre el árbol a la
inversa
−r∆tasignando valores
para el derivado en todos los tiempos anteriores mediante Vn =
EP e Vn+1 | Sn pero ahora la esperanza se calcula con las probabilidades
√ √
e(r−q)∆t − e−σ ∆t eσ ∆t − e(r−q)∆t
p= √ √ , 1−p= √ √ (5.23)
eσ ∆t − e−σ ∆t eσ ∆t − e−σ ∆t
que son las de riesgo neutro para el subyacente que paga dividendos.
25
20
15
10
0
30 35 40 45 50 55 60
Figura 5.6 Valores de una call europea sobre un activo sin y con rentabilidad
en función del precio inicial del subyacente. En ambos casos el
vencimiento es en 1 año, E = 40, r = 0.04 y σ = 0.3. En el caso de
la curva inferior la rentabilidad continua es q = 0.07
Hay que tener en cuenta que en el caso de la call o la put europeas sobre un subyacente
que paga de forma continua un dividendo, no se trata simplemente de sustituir r por r − q
allı́ donde aparezca. Eso significarı́a que la opción vale exactamente lo mismo que una
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 86
opción equivalente sin dividendos pero con un interés sin riesgo de r − q en lugar de r,
lo cual no es cierto. La sustitución de r por r − q se hace en las probabilidades de riesgo
neutro (5.23) pero no en el segundo miembro de (5.22) en donde la exponencial es el factor
de descuento que sigue siendo el mismo que para una opción sin dividendos.
En igualdad del resto de las condiciones, una call sobre un subyacente que paga un div-
idendo continuo tiene menor valor que la call sobre un subyacente sin dividendos. Eso
se deduce de los razonamientos anteriores: en términos no cuantitativos, el no poseer
el subyacente y tener una opción que permite adquirirlo en el futuro tiene menos valor
cuando la posesión del subyacente reporta un beneficio en forma de dividendos. Para una
put ocurre lo contrario: una put sobre un subyacente que paga un dividendo continuo
tiene más valor que la put sobre un subyacente sin dividendos. En este caso el propietario
de una put puede posponer al futuro la venta de un subyacente que se posee en lugar de
tener que vender en el momento actual. Ello resulta tanto más ventajoso cuanto mayores
sean los dividendos que paga el subyacente.
0 2 4 6 8 10 12
133.2
113.1 80.2
96.08 60.13 96.08
81.61 43.08 81.61 43.08
69.31 28.61 69.31 28.61 69.31
58.87 17.63 58.87 16.61 58.87 16.31
50 10.42 50 9.102 50 7.229 50
5.963 42.47 4.805 42.47 3.204 42.47 0
2.472 36.07 1.42 36.07 0 36.07
0.6292 30.63 0 30.63 0
0 26.02 0 26.02
0 22.1 0
0 18.77
0
es el mismo porque coincide con el payoff de la opción que es el mismo en el caso de dos
subyacentes que solo se distinguen en el pago de un dividendo continuo y que, aparte de
este hecho, tienen las mismas caracterı́sticas. Si el crecimiento es mayor pero el valor final
es el mismo, forzosamente el valor de la cartera en el tiempo t0 tiene que ser menor y por
tanto también el de la call. Un ejemplo de lo anterior con valores numéricos es el que se
representa en la figura 5.6.
El razonamiento se invierte en el caso de una put porque para una put el valor de α en
las ecuaciones (5.20) es negativo.
En la figura 5.7 se representa un árbol binomial para valorar una call americana sobre un
activo subyacente que da un rendimiento continuo. En este caso ya no es cierto que la call
americana y la correspondiente europea tengan el mismo valor, aunque la diferencia es
pequeña. Los valores que se obtienen con un árbol de pocos nodos como el de la figura, no
son muy precisos. Pero si se calculan los valores de ambas opciones con un árbol con 100
nodos se obtiene un valor de 5.77 para la opción europea y uno de 5.97 para la americana.
0 1 2 3 4 5
70.54
69.99 62.85
61.73 62.36 55.99
55 55.56 49.89
49 49.5 44.45
44.1 39.6
39.29 35.28
35.01 31.43
28.01
24.95
22.23
Figura 5.8 Pagos a los dos y tres meses y medio con rentabilidades 0.1 y 0.2,
S0 = 55, r = 0.1 y σ = 0.4
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 88
(j)
Si el primer pago es en el tiempo θ1 con tn−1 < θ1 ≤ tn entonces los valores Sk con
(j)d
k ≤ n − 1 se generan como si el subyacente no pagara dividendos. Los valores Sn (sin
(j)
descontar el pago de dividendos) se obtienen de la forma habitual a partir de los Sn−1
pero, una vez calculados, se multiplican todos ellos por el factor (1 − Q1 ), de acuerdo con
el hecho de que el valor de un subyacente experimenta una disminución inmediatamente
después del pago igual a la cuantı́a de dicho pago. El valor que se representa en el árbol
(j) (j)d (j)
es Sn = Sn (1 − Q1 ). A partir de los valores Sn se sigue generando el árbol de la
forma acostumbrada hasta llegar al siguiente tiempo de pago θ2 con tm−1 < θ2 ≤ tm .
(j)d (j)d (j)
Se sustituyen entonces los valores Sm por Sm (1 − Q2 ) = Sm y se sigue generando
(j)
el árbol utilizando estos valores Sm como valores correspondientes al tiempo tm . Y ası́
sucesivamente. En la figura 5.8 se representa un árbol para un subyacente como el de la
figura 5.2 con S0 = 55, r = 0.1 y σ = 0.4 y vencimiento a los 5 meses solo que en este caso
hay dos pagos de dividendos en los meses 2 y 3.5 con rentabilidades del 10% y del 20%
respectivamente.
La fase de valoración no sufre modificaciones una vez que se ha construido el árbol.
Las probabilidades de riesgo neutro se calculan de la misma manera que se ha hecho para
un rendimiento continuo. Si (tn−1 , tn ) es el intervalo temporal en el que se pagan los
dividendos, Sen en el apartado anterior corresponde al valor del subyacente en tn como si
ese pago no se hubiera llevado a cabo:
Sn S d (1 − Q1 )
Sen = = n = Snd
1 − Q1 1 − Q1
luego la probabilidad p en la ecuación (5.21) es
(2)d
Sn−1 er∆t − Sn
p= (1)d (2)d
Sn − Sn
que es precisamente la probabilidad de riesgo neutro que se calcula en cualquier otro salto
de tiempo en el que no haya pago de dividendos.
0 1 2 3 4
0.8818
0.8324 0
0.7857 0 0.7857
0.7416 0 0.7416 0
0.059 0.5557
0.094
Figura 5.9 Put europea sobre el tipo de cambio S0 = 0.7, E = 0.65, σ = 20%,
T = 4 meses, r = 10% y rf = 6%
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 90
En la figura 5.9 se valora una put europea sobre el tipo de cambio entre el euro y una
moneda extranjera. S0 es el tipo de cambio actual expresado en la forma euros/divisa, E
el tipo de cambio que se aplicará a vencimiento caso de ejecutarse el contrato y r y rf
son respectivamente los intereses sin riesgo de la zona euro y del paı́s al que corresponde
la divisa.
Son muy frecuentes las opciones sobre contratos de futuros, tanto si estos contratos tienen
como subyacente un producto financiero como si son contratos de futuros sobre materias
primas o productos de consumo.
Sea una call (europea o americana) con precio de ejercicio E sobre un contrato de futuros.
Si el precio de ejercicio de la call está por debajo del precio del contrato de futuros Ft en
el momento t en que se ejerce la opción, el poseedor de la call ingresa la cantidad Ft − E
y una posición larga en el contrato de futuros.
Supóngase una put (sea europea o americana) con precio de ejercicio E sobre un contrato
de futuros. Si el precio de ejercicio de la put está por encima del precio del contrato de
futuros Ft en el momento t en que se ejerce la opción, el poseedor de la put ingresa la
cantidad E − Ft y una posición corta en el contrato de futuros.
Es obvio en los dos casos anteriores que la posición larga (en el primer caso) o corta (en
el segundo) en el contrato de futuros se puede cerrar con coste cero en el momento en que
se ejerce la opción de modo que, lo que queda en ambos casos, es un ingreso neto para el
poseedor de la opción en el momento en que decide ejercerla.
Normalmente la fecha de vencimiento de las opciones sobre futuros coincide, o es unos
pocos dı́as anterior, a la primera fecha posible de entrega del subyacente en el contrato
de futuros o, si el contrato expira en una fecha determinada, a esta fecha. Como a
vencimiento el precio del contrato de futuros coincide con el del subyacente, en el caso de
una opción europea el valor es el mismo sea sobre un subyacente, sea sobre un contrato
de futuros sobre ese subyacente. Como se comenta en la referencia [3], página 279, la
situación cambia cuando se trata de opciones americanas (y la mayorı́a de opciones sobre
futuros son americanas) que se pueden ejercer en cualquier momento entre la firma de
la opción y la fecha de vencimiento. En aquellos mercados normales en los que el precio
de los futuros sea sistemáticamente más alto que el del subyacente correspondiente, una
opción call americana sobre el contrato de futuros tendrá más valor que la equivalente
sobre el subyacente porque existen más probabilidades de que resulte rentable ejercerla
antes de vencimiento. Para una put americana ocurre lo contrario. Si en el mercado
existiera, por las razones que fueran, una tendencia sistemática a que el precio de los
contratos de futuros fuera menor que el del subyacente, los papeles de la put y de la call
en el razonamiento anterior se invertirı́an. Ello puede ocurrir, por ejemplo, en el mercado
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 91
de futuros sobre el tipo de cambio cuando el interés sin riesgo de la divisa es muy alto.
Entonces según (1.4) se tiene que F0 < S0 .
Para valorar mediante árboles binomiales las opciones sobre contratos de futuros hay que
razonar de forma similar a como ya se ha hecho para otro tipo de opciones: se construye
una cartera y se obtiene el valor de la opción a partir del valor de la cartera. Sin embargo
en este caso el procedimiento de construcción de la cartera es algo distinto.
Se tiene un árbol con dos tiempos como el de la figura 4.2. En el tiempo t0 el precio de
los futuros es F0 y se construye una cartera larga en α contratos de futuros y corta en
una opción call para la compra de un contrato de futuros (para una put el razonamiento
serı́a similar). Su valor en t1 es:
Π1 = −C1 + α (F1 − F0 )
Si en el tiempo t1 tanto la opción como el contrato de futuros pueden tomar dos valores
(1) (2) (1) (2)
C1 y C1 y F1 y F1 , se elige la cantidad α de modo que en cualquiera de los dos
nodos del tiempo t1 el valor de la cartera sea el mismo:
(1) (1) (2) (2)
−C1 + αF1 − αF0 = −C1 + αF1 − αF0
En el caso de que se argumente con la cartera autofinanciada usual, basta repetir los ra-
zonamientos que conducen a (4.6) sustituyendo S0 por 0 (puesto que entrar en el contrato
El modelo de Cox-Ross-Rubinstein 92
6 Fórmulas de Black-Scholes
Las fórmulas de valoración de Black-Scholes son expresiones analı́ticas explı́citas que dan el
valor de la prima para una opción europea call o put en tiempo continuo. Se sabe que en el
caso de opciones europeas el precio de la opción viene dado por (4.18). Se trata de calcular
la esperanza riesgo neutro del segundo miembro utilizando la distribución de probabilidad
riesgo neutro, es decir, según la regla que se da en la página 76, la distribución lognormal
(3.8) con el drift µ sustituido por el interés sin riesgo r y conservando la volatilidad σ.
Para una call europea con vencimiento en T y precio de ejercicio E el payoff es f (ST ) =
max (0, ST − E) y por tanto según (4.18) el valor de la call en t = 0 es:
1 R x −t2 /2
y donde N (x) es la distribución normal: N (x) = √ e dt.
2π −∞
En el caso de una put europea no hace falta repetir el cálculo porque basta usar la paridad
put-call (2.5) que relaciona los valores de una put y una call con el mismo vencimiento y
precio de ejercicio. Se tiene que C0 + Ee−rT = P0 + S0 lo que permite despejar el precio
P0 de la put en el tiempo inicial en función de los demás sumandos:
Se usa ahora que N (x) = 1 y que el integrando en N (x) es una función simétrica de modo
que 1 − N (x) = N (−x) y se obtiene la fórmula de valoración de Black-Scholes para
una put europea:
Fórmulas de Black-Scholes 94
de payoff S0 − E de modo que son paralelas pero existe una diferencia entre ambas
tanto menor cuanto menor sea el producto rT .
• A vencimiento T los valores tanto de la call como de la put coinciden por definición
con sus respectivas curvas de payoff (lo que también se obtiene tomando el lı́mite
T → 0 en (6.1) y (6.2)). A medida que se va acercando el vencimiento, que es
lo mismo que decir que el intervalo de tiempos T − t0 = T se hace cada vez más
pequeño, las curvas de C0 y P0 como función de S0 se acercan cada vez más a la
curva de payoff como se aprecia en la figura 6.1 en el caso de una opción call.
40
35
C0 r = 3%
E = 35
30 σ = 0.2
25
20
tiempos de vencimiento
15 T= 0.5, 1.5 y 4 años
10
5
S0
0
10 20 30 40 50 60 70
Figura 6.1 Prima de una call en función del valor del activo para
distintos vencimientos
• Con respecto a la dependencia de las opciones put y call europeas con la volatilidad
σ se tiene que: tanto el valor de las opciones europeas call como el de
las put aumenta cuando la volatilidad σ del subyacente aumenta. El
resultado, como todos los anteriores, se puede demostrar rigurosamente a partir
de las expresiones (6.1) y (6.2) pero tiene la siguiente justificación intuitiva: un
aumento en la volatilidad σ significa una mayor probabilidad de que el subyacente
tome valores extremos muy por encima o muy por debajo del valor medio. Para el
poseedor de una unidad de subyacente estas oscilaciones hacia arriba o hacia abajo
tienen un efecto simétrico: cuánto más suba el precio del subyacente mayores serán
sus beneficios y cuánto más baje mayores serán sus pérdidas. Sin embargo para,
por ejemplo, el poseedor de una call, esta simetrı́a de subidas y bajadas ya no es
cierta. Cuanto más se incremente el precio del subyacente mayor será el beneficio
del propietario de la call pero por debajo del nivel ST = E las disminuciones en el
precio del subyacente no tienen ningún efecto negativo adicional sobre el propietario
de la call porque en cualquier caso la call ya no tiene ningún valor. De esta manera
los posibles efectos negativos de un aumento de la volatilidad quedan limitados. Con
una put se razona de manera similar pero a la inversa.
El caso lı́mite σ → ∞ se deduce de (6.1) y (6.2): si σ → ∞ entonces N (d1 ), N (−d2 ) →
1 y N (d2 ), N (−d1 ) → 0 con lo cual se tiene que:
C0 → S0 y P0 → Ee−rT cuando σ → ∞
Luego:
con:
pago de dividendos y el payoff es max (ST (1 − Q) − E, 0). Por tanto el valor de la call en
τ + serı́a el de una opción que no paga dividendos y con ese payoff: Cτ + (f (ST (1 − Q), E)).
Pero el valor de la opción no tiene discontinuidades y por tanto en el tiempo τ − inmedi-
atamente anterior al pago el valor de la opción es el mismo:
En el intervalo de tiempo que va desde el tiempo inicial a τ − tampoco hay pago de divi-
dendos. Si en τ − el valor de la opción es el de una call europea sin dividendos que tiene un
payoff de f (ST (1 − Q), E), entonces en el tiempo inicial el valor de la opción es el de una
call de las mismas caracterı́sticas, es decir, en función del payoff: C0 (f (ST (1 − Q), E)).
Si se construye un árbol con los mismos parámetros que el del activo con dividendos pero
a partir de un valor inicial S0 (1 − Q), los valores finales de este árbol son ST (1 − Q) y el
payoff de la call europea sobre el activo sin dividendos correspondiente f (ST (1 − Q) , E).
El valor de esa call coincide con el de la call que estamos intentando valorar. Basta por
tanto sustituir en las fórmulas (6.1) S0 por S0 (1 − Q). La generalización al caso de que
se paguen n dividendos de rentabilidad Q es inmediata de modo que se tiene que el valor
en t = 0 de una call europea sobre un activo que paga n dividendos de rentabilidad Q es:
Π0 = αS0 + βB0
(1) (1)
ΠT = αST + βB0 erT + αDer(T −τ )
(2) (2)
ΠT = αST + βB0 erT + αDer(T −τ ) (6.7)
(1) (2) (1) (2)
(4.3) y posteriores, se igualan ΠT y ΠT a los payoff del derivado f ST y f ST , se
multiplica la segunda ecuación en (6.7) por p y la tercera por 1 − p y se suman, se llega a:
h i
(1) (2)
αe−rT p ST + Der(T −τ ) + (1 − p) ST + Der(T −τ ) + βB0 = e−rT EP {f (ST ) | S0 }
∂C
∆call = = e−qT N (d1q ) (6.9)
∂S0
∂P
∆put = = e−qT (N (d1q ) − 1) (6.10)
∂S0
que es la expresión de la delta para, respectivamente, opciones call y put europeas sobre
un subyacente que tiene una rentabilidad continua q. N (d1q ) está definido en (6.1) y (6.4).
En la figura 6.2 se representa la delta de una opción call en el tiempo t = 0 y para dos
vencimientos distintos en función del valor del subyacente. Está calculada con (6.9) para
distintos valores del activo S0 .
Fórmulas de Black-Scholes 100
• En el caso de una call, para valores del subyacente S0 muy bajos con respecto al
precio de ejercicio, S0 E, la delta es prácticamente cero. Eso significa que el
valor de la call no varı́a casi nada con respecto al precio del subyacente porque
en este rango de valores la call tiene un valor muy pequeño. El hecho de que el
subyacente varı́e su valor es casi irrelevante porque S0 está todavı́a muy por debajo
de los valores de ST para los cuales la opción tiene algún valor a vencimiento. Este
efecto es tanto menos acusado cuanto mayor sea el tiempo de vencimiento T de la
opción porque, cuanto mayor sea T , más tiempo tiene la opción de recuperarse.
Los mismos argumentos son válidos en el caso de una opción put cuando se tiene
que S0 E.
• Para valores de S0 mucho mayores que E la delta de una call vale prácticamente 1
(que es su valor máximo) lo que significa que una variación de ±1 en S0 provoca
una variación de ±1 en el precio de la opción. El mismo razonamiento es aplicable
a una put cuando los valores de S0 son mucho menores que E y entonces el valor
de la delta está muy próximo al valor mı́nimo que puede alcanzar, −1.
1
Delta de la
0.9
call
0.8
0.7
0.6
0.5
T=3
0.4
0.3
T = 0.5
0.2
0.1
Precio del
subyacente
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400
Figura 6.2 Delta de una call en función del precio del subyacente E = 200,
T = 0.5 y T = 3, r = 0.02, σ = 0.25
Fórmulas de Black-Scholes 101
Pese a que el modelo CRR es un modelo de tiempo discreto, los árboles binomiales per-
miten estimar (aunque sea de forma aproximada) el valor de la ∆. La delta es una
derivada (definición (6.8)) pero la derivada se puede aproximar por un cociente de difer-
encias finitas. Por ejemplo, en la figura 5.4 y en el tercer nodo del tiempo correspondiente
a 3 meses, la delta se puede calcular como:
10.3 − 2.6
∆= = −0.60
49.2 − 62
o bien como
10.3 − 19.9
∆= = −0.95
49.2 − 39.1
Obviamente son solo aproximaciones que en este caso no resultan muy exactas porque,
en cualquiera de las dos, el salto en el valor del subyacente con el que están calculadas
es demasiado grande como para aproximar una derivada (de hecho el valor exacto de la
delta en cada nodo es único. Si en el modelo se obtienen valores distintos es precisamente
porque estamos hablando de dos valores aproximados: el primero de ellos aproxima la
derivada por la derecha y el segundo la derivada por la izquierda en el nodo).
Si se quieren obtener valores más precisos con árboles binomiales y acercarse más a los
resultados con un tiempo continuo (como los representados en la figura 6.2) basta dividir
el tiempo T de vencimiento en un mayor número de subintervalos. Cuanto mayor sea el
número de tiempos del árbol, más realista será el modelo de CRR. Por ejemplo, en el caso
de una put con las caracterı́sticas de las de la figura 5.4, utilizando un árbol binomial
simétrico con 200 tiempos (lo que significa un salto de tiempos expresado en años de
dt = 0.0021), se tienen para el tiempo t = 0 los valores S0 = 55, P0 = 7.14. Para el primer
nodo en el tiempo dt se obtienen los valores S1 = 56.01, P1 = 6.62 y para el segundo nodo
los valores S1 = 54.0, P1 = 7.67. Eso da para la delta en cualquiera de los dos nodos
correspondientes al tiempo dt un valor de ∆ = −0.52.
El método Monte Carlo 102
σ2
d (ln St ) = r − dt + σdWt (7.3)
2
para la ecuación en tiempo continuo y en tiempo discreto cualquiera de las dos ecuaciones
equivalentes:
σ2
∆ (ln Sn ) = r− ∆t + σ∆Wn (7.4)
2
σ2 √
∆ (ln Sn ) = r− ∆t + σXn ∆t (7.5)
2
Para valorar un derivado se procede de forma muy parecida a lo que ya se explicó en
la página 48. Si el derivado tiene vencimiento en T , se divide el intervalo [0, T ] en N
subintervalos de longitud ∆t cada uno. A partir de un valor inicial ln S0 se genera un
número aleatorio con distribución normal X1 y se obtiene ln S1 aplicando (7.5). A partir
de S1 se genera otro número aleatorio X2 independiente del anterior y se obtiene ln S2 y ası́
sucesivamente hasta llegar hasta ln SN . El conjunto de valores ln Sn con n variando entre
0 y N son una realización del proceso para el logaritmo del subyacente. Para obtener una
realización del subyacente basta considerar los valores exp(ln Sn ). Si se repite el proceso
M veces se obtienen M realizaciones del proceso estocástico para el subyacente y, en
(i)
particular, los M valores exp(ln SN ) son un muestreo de los valores de la variable ST . Si
el payoff del derivado es una cierta función f del valor final del activo, una aproximación
al segundo miembro de (4.18) y por tanto al valor del derivado en el tiempo cero es:
M
e−rT X
(i)
V0 ' V0 =
b f exp ln SN (7.6)
M i=1
No tiene sentido usar un método Monte Carlo para valorar derivados sencillos (como por
ejemplo una call o una put europea) para los que ya existe una fórmula cerrada como la
El método Monte Carlo 103
de Black-Scholes. Los métodos Monte Carlo son una alternativa a los árboles binomiales
para valorar derivados complicados y, dependiendo del tipo de derivado de que se trate,
resulta más conveniente usar unos u otros. En general se puede decir que:
• Los métodos Monte Carlo son preferibles a los árboles binomiales cuando el derivado
depende no de un solo activo subyacente sino de más de uno. Éste es un caso que
no se ha estudiado en estas notas pero que se da con frecuencia en la práctica: el
payoff del derivado depende del valor a vencimiento de más de un activo. El coste
computacional de un método Monte Carlo aumenta linealmente con el número de
activos subyacentes mientras que en el caso de otros métodos (como por ejemplo
los árboles binomiales) este coste computacional aumenta exponencialmente con el
número de activos.
• Los métodos Monte Carlo son especialmente apropiados cuando se trata de valorar
opciones asiáticas cuyo payoff depende no solo del valor del subyacente a vencimiento
sino también de los valores que ha tomado el subyacente entre su valor inicial y su
valor final a vencimiento. En un árbol binomial que recombina no existe una relación
biunı́voca entre estados finales y caminos para llegar a esos estados finales lo que
dificulta la valoración de este tipo de opciones. Este problema no existe sin embargo
en el caso de métodos Monte Carlo.
• Los métodos Monte Carlo no son apropiados, sin embargo, para valorar opciones
del tipo americano que se pueden ejercer en cualquier tiempo entre el inicial y el de
vencimiento o, en todo caso, en algunos tiempos determinados antes del vencimiento
de la opción. Existen procedimientos para adaptarlos a este tipo de opciones pero
a pesar de ello no parecen los métodos ideales para valorarlas.
Aparte de la dificultad para valorar opciones americanas el mayor problema con los
métodos Monte Carlo es su lentitud y, directamente relacionado con ello, la precisión
del método. Como es bien sabido una medida del error que se comete cuando se aproxima
el primer miembro de (7.6) V0 por el segundo Vb0 viene dada por la desviación tı́pica:
v
uM
1 u X (i)
2
(i)
(i)
√ t V0 − Vb0 con V0 = e−rT f exp ln SN (7.7)
M i=1
y por tanto el error cometido
√ es inversamente proporcionl a la raiz cuadrada del número
de realizaciones M . Como M crece despacio con el valor de M de aquı́ resulta que para
conseguir una buena estimación de V0 por Vb0 el número de realizaciones M tiene que ser
muy grande lo que supone más tiempo de cálculo. Cuando se trata de valorar derivados
los resultados no solo tienen que ser relativamente precisos sino que además tienen que
obtenerse rápidamente y, en el caso de los métodos Monte Carlo, una cosa va en contra
de la otra. Existen desde luego métodos para intentar reducir el tiempo de cálculo sin
que por ello quede afectada la precisión de las estimaciones pero, pese a todo, éste sigue
siendo probablemente el problema fundamental de los métodos Monte Carlo aplicados a
la valoración de opciones.
El método Monte Carlo 104
Como ejemplo del método se valora la call europea de la figura 5.3 con precio de ejercicio
E = 60 y vencimiento en 5 meses. El valor del subyacente en el tiempo actual es S0 = 55,
el interés sin riesgo r = 0.1 y la volatilidad σ = 0.4. Los resultados son los de la tabla 7.1
en la que se compara el resultado exacto obtenido con la fórmula de Black-Scholes (6.1),
con el obtenido con un árbol binomial con varios saltos de tiempo y un método Monte
Carlo con 1 solo salto de tiempo y 104 y 106 realizaciones.√Los errores del método Monte
Carlo están calculados con (7.7), se comportan como 1/ M y efectivamente en ambos
casos el valor aproximado dado por el Monte Carlo queda a una distancia del valor exacto
que está dentro de los márgenes del error.
Apéndices 105
Apéndices
En el ejemplo anterior la tasa de interés r1 se compone cada año: al cabo de cada año los
intereses devengados se suman al capital ya existente para producir en el futuro nuevos
intereses. Pero también puede ocurrir que se tenga una tasa de interés anual rm
compuesta m veces al año (en lugar de una vez al año como en el ejemplo anterior).
Si se invierte un capital inicial a0 en t = 0, al cabo de un tiempo ∆t = 1/m años este
rm
capital se ha convertido en a0 (1 + rm ∆t) = a0 1 + y a su vez toda esta cantidad
m
rm 2
se vuelve a invertir y se convierte en el tiempo 2∆t en a0 1 + y ası́ sucesivamente.
m
En general, cuando han pasado n años el inversor que invirtió en t = 0 la cantidad a0
rm nm
recibe la cantidad a0 1 + que es la que corresponde a un capital inicial de a0 que
m
genera durante n años intereses que capitalizan cada ∆t años a un interés de rm /m cada
periodo de ∆t años.
Se puede comprobar sin demasiada dificultad que
q
r m r
1+ < 1+ siempre que m < q
m q
(es trivial en el caso m = 1 y q > 1) lo que significa que un interés anual de r compuesto
m veces al año, al cabo de un año da un rendimiento tanto mayor cuanto mayor sea el
valor de m. La terminologı́a además puede resultar engañosa: un interés del 10% anual
compuesto cada 3 meses (m = 4) en realidad da al cabo del año un interés superior al
10%. De hecho al cabo del año 1 euro puesto
4 a un interés del 10% anual compuesto cada
0.1
3 meses se ha transformado en 1 + = 1.104 mayor que (1 + 0.1) = 1.1.
4
En general dos tasas de interés se dice que son equivalentes cuando al cabo de un año
tienen el mismo rendimiento, es decir, las tasas de interés rm y rq son equivalentes
Apéndices 106
si q
rm m rq
1+ = 1+
m q
En el ejemplo anterior la tasa de interés anual de 10.4% compuesta anualmente es equiv-
alente a la tasa anual de un 10% compuesta cada 3 meses.
En las operaciones comerciales más sencillas cuando se habla de una tasa de interés rm
compuesta m veces al año se está hablando de una tasade interés que permite que un
rm mn
inversor que invierte una cierta cantidad a0 recupere a0 1 + al cabo de n años.
m rm n
Si m no es muy grande obviamente esta cantidad no es igual a a0 e con el mismo valor
rm pero considerado ahora como tasa de interés continuo. En general, si se tiene un
interés rm que se compone m veces al año, su interés continuo equivalente es
el valor de r que cumple que:
rm nm
a0 ern = a0 1 +
m
o bien, tomando logaritmos:
rm
o bien rm = m er/m − 1
r = m ln 1 + (A.2)
m
Apéndices 107
Si se calcula un interés promedio constante durante los 5 años que produzca el mismo
rendimiento, éste se obtendrı́a como
B La distribución lognormal
σ2 σ2
= exp a + N (∞) = exp a + (B.2)
2 2
y por tanto:
σ2
E (X) = exp a +
2
V (X) = exp 2a + σ 2 exp σ 2 − 1
Apéndices 110
El procedimiento para obtener el lı́mite del continuo a partir del modelo CRR es muy
similar al que se ha seguido para calcular el lı́mite ∆t → 0 en la ecuación (3.1) y llegar
de esta manera a la distribución lognormal de los precios de un activo.
En el modelo de CRR dividiendo el intervalo [0, T ] en N saltos temporales de longitud
∆t e iterando hacia atrás a partir de N en (5.1) se obtiene de inmediato que
N
Y
SN = SN −1 (1 + ρN ) = SN −2 (1 + ρN −1 )(1 + ρN ) = . . . = S0 (1 + ρn )
n=1
y tomando logaritmos:
N
SN X
ln = ln(1 + ρn ) (C.1)
S0 n=1
Esta ecuación es idéntica a la ecuación (3.4) salvo por el hecho de que en (3.4) las variables
estocásticas Zn tienen una distribución normal y en (C.1) las ρn toman solo dos valores.
Además, a la vista de la estructura que tienen las Zn en (3.4) es lógico elegir las ρn como:
√
ρn = µ∆t + σYn ∆t (C.2)
σ2
E {ln(1 + ρ)} = µ− ∆t + o (∆t)
2
V {ln(1 + ρ)} = σ 2 ∆t + o (∆t) (C.3)
y por tanto
N
SN X T
lim E ln = lim E {ln(1 + ρn )} = lim × E {ln(1 + ρ)} (C.4)
∆t→0 S0 ∆t→0
n=1
∆t→0 ∆t
N
SN X T
lim V ln = lim V {ln(1 + ρn )} = lim × V {ln(1 + ρ)} (C.5)
∆t→0 S0 ∆t→0
n=1
∆t→0 ∆t
ST SN
ln ST ∼ N ln S0 + T µ − σ 2 /2 , T σ 2
ln = lim ln con
S0 N →∞ S0
La variable aleatoria ln ST tiene por tanto la distribución de probabilidad dada en (3.6)
(distribución normal) y por consiguiente la variable ST la dada por cualquiera de las
expresiones (3.7) o (3.8) (distribución lognormal).
Apéndices 112
La expresión que hay que calcular para obtener la fórmula de Black-Scholes es:
( )
Z ∞ 2
e−rT 1 ln (x/S0 ) − T (r − σ 2 /2)
C0 = √ max (0, x − E) exp − dx
2πσ 2 T 0 x 2σ 2 T
( )
Z ∞ 2
e−rT 1 [ln (x/S0 ) − T (r − σ 2 /2)]
= √ (x − E) exp − dx (D.1)
2πσ 2 T E x 2σ 2 T
a = ln S0 + T r − σ 2 /2
se transforma en:
√
Ee−rT ∞ Ee−rT (a−ln E)/(σ T )
Z 2 Z 2
y y
D2 = √ √
exp − dy = √ exp − dy
2π (ln E−a)/(σ T ) 2 2π −∞ 2
donde la última igualdad tiene en cuenta que el integrando es simétrico y por tanto se
cumple que Z ∞ Z −h
1 −t2 /2 1 2
√ e dt = √ e−u /2 du = N (−h)
2π h 2π −∞
con el cambio u = −t. Por tanto, sustituyendo el valor de a se tiene que:
la transforma en:
e−rT +a ∞ √ y2
Z
D1 = √ √
exp σ T y − dy
2π (ln E−a)/(σ T ) 2
( √ )
−rT +a Z ∞ 2
e 2σ T y − y
= √ √
exp dy
2π (ln E−a)/(σ T ) 2
( √ )
e−rT +a+(σ T /2) ∞
2
2σ T y − y 2 − σ 2 T
Z
= √ √
exp dy
2π (ln E−a)/(σ T ) 2
Z ∞ √ 2
S0
= √ exp − y − σ T /2 dy
2π (ln E−a)/(σ√T )
√
puesto que −rT + a + (σ 2 T /2) = ln S0 . Por último, con el cambio z = y − σ T y teniendo
en cuenta que
ln E − a √ ln (E/S0 ) − T (r + σ 2 /2)
√ −σ T = √ = −d1
σ T σ T
se llega a Z ∞ 2 Z d1 2
S0 z S0 z
D1 = √ exp − dz = √ exp − dz
2π −d1 2 2π −∞ 2
y por tanto:
ln (S0 /E) + T (r + σ 2 /2)
D1 = S0 N (d1 ) con d1 = √ (D.3)
Tσ
Apéndices 114
Se define la delta para una call europea como ∂C0 /∂S0 y para calcularla se tiene de (6.3)
y de (6.4):
El resultado final es el primer sumando del segundo miembro de modo que hay que
demostrar que el resto de los sumandos suman cero, H = 0. Para ello se tienen en cuenta
las expresiones de d1q y d2q y N (x) en (6.4) y (B.1):
ln S0 /Ee−(r−q)T + T σ 2 /2
= √
Tσ
ln (S0 /V ) 1 √
= √ + Tσ (E.1)
Tσ 2
ln (S0 /V ) 1 √
d2q = √ − Tσ (E.2)
Tσ 2
Z x
1 2
N (x) = √ e−t /2 dt (E.3)
2π −∞
1 ∂d1q −d21q /2 2
= √ S0 e − V e−d2q /2
2π ∂S0
1 ∂d1q −d22q /2 S0 d22q /2−d21q /2
= √ Ve e −1
2π ∂S0 V
y basta demostrar que la expresión entre paréntesis del segundo miembro se anula. Y en
efecto:
S0 d22q /2−d21q /2 S0 S0
e − 1 = e(d2q −d1q )(d2q +d1q )/2 − 1 = e− ln(S0 /V ) − 1 = 0 (E.4)
V V V
En el caso de la delta para una put ∆put no es necesario repetir el cálculo y basta utilizar
la paridad put-call (2.9) P0 + S0 e−qT = C0 + Ee−rT y derivar con respecto a S0 en ambos
Apéndices 115
Bibliografı́a
[1] M. Baxter, A. Rennie, Financial Calculus. An introduction to derivative pricing,
Cambridge University Press, 1998.
[3] J.C. Hull, Options, Futures and Other Derivatives, Prentice-Hall, Inc., Third Edi-
tion, 1997.
[4] J.C. Hull, Introducción a los Mercados de futuros y opciones, Pearson Educación,
Prentice Hall, Sexta Edición, 2009.