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ABSTRACT. Several researches present that the family model emerged in the western
Societies in the XVIII century has lost validity. On the other hand, they state the exis-
tence of diversified forms of families which presents crisis and mutations. Even though
the importance ofthe family is recognized in individual and social welfare, there isn't
enough and necessary statistics information about that here, in Peru. This shows
the lack of interest of the government for knowing the problems of Peruvian family
which is essential to keep the social order.
KEY wonosz Family, methods of upbringing,-lifestyle, crisis, civic behavior, democratìc system.
›
La sociedad liumatia se compoflfi'
de familias, no de individuos.
Aucusro Coivrri-:
Iiiiieiitlili i.'Ii_'iii
l'eiii es iet ¡eii ii parti li' de IUH9 i¡iic la ONU lanza uria serie de iniciativas con la intención
ile ifieiii' iiiia iiiayiii* ciiiicriencia de las cuestiones relacionadas con la familia y mejorar la
i.ii|iiiili|iiicl iii.-iiiiiicioiiiil de las iiacioiics para hacer frente a los problemas que la aqueja-
liiiii. l".se año, ifiiii la iesoliicióii 44/82 la Asamblea General de la ONU proclamó 1994
iiiiiiii el «Aiio Iiiiei-iiacioiial de la liariiilia››; luego, eii 1993 decide que el 15 de mayo de
içiiilii iifiii ileliía celcliimse el «Día Internacional de la Familia». A partir de esta última
lei-liii se iiilixiiiii iiiiii serie de ciiciiciitros iifiteriiacioiiales, entre los cuales destaca el organi-
riiilii eii lliiiiglroli por la (_fÍoiriisióii Social y Económica de Asia y el Pacífico (1998); ade-
iiids. la (1I'|'y la (,Íl?'Íl'Al,, iiiipiilsaroii investigaciones y financiaron publicaciones sobre los
sciriiis pi-iilileiiiiis iclaciioiiiaicliis con la familia. Y para mantener vigente esta preocupación,
Iii Ásiiiiililieiai (ïieiicieal de la ONU lia venido propoiiieiido anualmente a los gobiernos una
setli* de ieiiiiiri, los que iloliliiii desembocar eii politicas sociales'.
I A ¡iiii|ii'iiiiii i|i~I «I ¡ia liiii-iiiiitrloiial de lii liaiiilliav, lia venido propoiiiendo los siguientes temas. En 1994; «El papis]
liiiiil-..iiiii~iii~al ile liiii liiiiiilliis eii el ¡iii›i'e.=iii de clesaiiollii liiiiiiiiiiiw; eii 1995: «Las familias: clave para prevenir rivalida-
iliiii ¡iiiili iii y |iiiiiiiiivi¬i la iii|i¬r-;iiii:I»,i»; eii 1997: iilianiilias al borde dela extinción eii zonas de guerra y :ireas afectadas
¡ini i oiillii iiim i-ii lWHi -íliileisaricla. iespeiii y eqiiidad en la faiiiilia crean valores en la sociedad y las naciones››; en
.fllilllf iil iii lìiiiiillns iiiiiiii ageiiit-s y lieiieliclarios del clcsarrolloii; en 2001: «Las familias y los voluntarios enriquecen
la vlilii rsiiiiiiiiiiiiiiiliini eii MU): iiliis lïaiiiilias y el eiivejeclmiento: una sociedad para todas las edaclesn; en 2003; «Un
iiifiyiii i-iiiiipiiiiiil-iii piillili.-i i-ii la liicliiiilóii de la liirnilia eii los priigraiiiiis de gobiernos; en 2004; «R¢¢0¡¡0¢¡m¡¢m0
y iipiiyii ii liiii iiiiiiillitii liiiies ile ln lšiiiiilia a la siiciedatlai en 2005: «lil impacto del VIH y el SIDA gn ¢l b¡¢n¢5¡;,ir de
liii liiiiiilìiiini mi ilililfif ifl ii iiiiiiiifisii-iiiiiirlóii de la lìiniilia: desafíos y oportunidadesiu en 2007; «La Fa;-n¡|¡a Y 1;; paso-
iii I YuvAYi<usuN
EL PRUB1-[-LMA DE NUESTRO TIEMPOI CRISIS EN LA FAMILUL PERUANA
I. Crisis en la familia
Las iiivcsiigacioiies sobre la familia peruana comienzan a inicios de la década de los 60 del
siglo pasadoz, pero es recién a fines de los 80 y comienzos de los 90 qge, bajo el influjo de la
ON U, se multiplican. Lo característico de estos estudios es que tienden a relacionarse con
_,ç,xP
rm cm: discapacidzdm en 2008: «Los padres y las familias: responsabilidades y deszfíos»; en 2009; «Las m;;¿;¢; Y las
familias: retos en un mundo eambiante»; en 2010; «Las repercusiones de las migraciones en las familias del mundo».
låii. http:Í/ei.wil¢ipedia.org/wilri/D%C3%ADa,,_,Internacional_de__la__Familia
2 Los trabajos pimieros son de Rosario Panez. ( 1964), Violeta Sara-Lafosse (1978), Delia Matos (1885), entre otros.
vi.ivAYi<usiiN 1 71
Lins Triana RiPsi.n.=i
la violencia piflitica, lo que se explica por la presencia del fenómeno terrorista. En ese con-
reitto. la violencia social y politica parecia estar estrechamente relacionada con el alarmante
escudo en que se encontraba la familiai. Como veremos, esta era una hipótesis que tenia
sólidos fundamentos. Muchas investigaciones coinciden en que la violencia familiar está
asociada a los siguientes factores: 1.- la falta de recursos económicos; 2.- la falta de instruc-
ción de los y 3.- la violencia entre los esposos (Mimdes, 2005). Con respecto a lo
primero. m ha comprobado que los problemas económicos, más que causas de la violencia
funiliar, actúan como sus desestabilizadores (INEI, 1999). En efecto, la precariedad en que
viven muchas familias, la pobreza, el desempleo y el alto grado de frustración que esto oca-
sioiia.. produce insatisfacción, impaciencia e incide en la dinámica familiar y la crianza de
los hijos (Espinom, 2000: 65).
Sobre la situación y la dinámica de muchas familias peruanas, hay dos investigacio-
nes que es necesario remarcar. La primera es la de Teresa Fernández (2004) realizada en
diciembre del 2003 en las ciudades de Lima, Callao, Chiclayo, Cajamarca, Huánuco,
Huancayo, Pasco, Iquitos, Chacliapoyas, Cusco y Abancay. La muestra estuvo compuesta
de 23,100 estudiantes de 5° y 6° de primaria y de 1° y 5° de secundaria. Ahí los encues-
tados afirman que más de la mitad de las familias son violentas, con una frecuencia de «a-
i'ece$» (ei§9o) y «sieniprew (15%). A1 ver esto por departamentos encontró lo siguiente:
La dolencia fisica sufrida llega alrededor del 10% en todos los dominios, siendo el más
y el más alto en Maynas-Cbacliapoyas, Lima-Callao y Cusco-Abancay.
La violencia es tres veces mayor a la violencia física, siendo mayor en Lima-
C.111ao(40%), pero manteniéndose los demás dominios en aproximadamente 10 puntos
poxmtuales menos, con Cajamarca como menor ptuitaje.
El tipo de violemtìa es la más intensa y más concentrada en Lima, Huancayo-Huánuco-
Pasco, Cinco-Abancay; Maynas-Chachapoyas, Cajamarca presenta los menores índices
en este de comportamiento.
El padreyla madre son las personas que más agreden a sus hijos, teniendo porcentajes alre-
dedordei 30%, con una incidencia relativamente mayor de la madre en Lima y en Maynas-
Clndupoyas, Hinncayo-Huánuco-Pasco. En cambio en los dominios de Cusco-Abancay
y lm puntajes de ambos padres se acercan, con un ligero mayor porcentaje
:mudo 11 poclre como agresor. Lm hermanos ocupan el tercer lugar, siendo Huancayo-
Hhrinueo-Pasco ei que tiene el mayor porcentaje (28%) y le sigue Lima-Callao (19%)
ifFien'ãnd€I. ZÍD4: 63).
5 Emo se m ¿rei ri ¡9o`.9 con el prirriet Seminario Inf1nciayVìolencia, organizado por el Centro de Desarrollo
Psìtoswocìaii ÉCEDAPP) yrei Centro de Estudios y Promoción del Desarrol1o(DESCO). En 1993 CEDAPP
bnmdsgnfio Infiniii yïìoleniciia. CEDAPP (1991 y 1994). Sobre esto ver también MIMDES (2003).
¿É M "el YuYAvi<usuN
EL l"ROBI.I-LMA DE NUESTRO TIEMPOZ CRISIS EN LA FAMII..L't PERUANA
trevistadas, el 52.4% de los padres recurren a los golpes para corregir a sus hijos, pero este
porcentajes cambia según el estrato socioeconómico: el estrato alto concentra el 12.8%
de las opiniones, el medio 22.6% y el bajo 41.7% del total. Esto permite hablar de una
«cultura del maltrato» muy presente en nuestra sociedadi.
La investigación de Maria jesús Espinoza revela que los principales problemas entre
padres e hijos adolescentes son los siguientes: falta de comunicación (56.2%), rebeldia de
los hijos (47%), falta de atención de los padres (215%), entre otros problemasi. La au-
tora indica que cuando los hijos se portan bien y obedecen, se les compra lo que les gusta
(76%), se les premia dándoles permiso para salir (44%), felicitándolos y halagándolos o
dándoles demostraciones de afecto (307%) (2000: 54). Con relación a los castigos, el
INEI (1999: 70) reporta que a nivel nacional las madres castigan más a los hijos (88%)
que los padres (62%); el tipo de castigo más utilizado es la reprimenda verbal, siendo el
padre quien lo utiliza (86%) más que la madre (85%). Pero llama la atención que los pa-
dres prefieran comprar algo a los hijos para premiarlos, antes que darles afecto. Esta mo-
netarización de las relaciones filiales puede tener consecuencias funestas en la formación
del carácter de los hijos. Efectivamente, cuando la educación de estos se asienta funda-
mentalmente en premios y castigos, se corre el riesgo de formar seres egoístas, interesados
y hasta mercenarios (Kant, 1993: 128).
Como se observa, la falta de comunicación, poca confianza y escasa distribución de
afectos entre padres e hijos, son los principales problemas de las familias peruanas; pero
además, se observa una estrecha relación entre la pobreza, el bajo nivel educativo y la
violencia familiar. Sobre esto, concluye Espinoza: «Se puede apreciar que en las zonas
rurales y en las regiones de la sierra y selva, el castigo físico es aceptado en mayor propor-
ción con relación a las zonas urbanas y la región de la costa. También se puede apreciar
diferencias cn el nivel educativo de las mujeres con relación al castigo fisico, notándose
que a menor nivel educativo, mayor aceptación del castigo Fisico en la educación de los
hijos» (Espinoza, 2000: 71).
Con respecto a las separaciones y divorcios, las estadísticas que existen son incom-
pletas y casi siempre sin continuidad. En las «Estadisticas vitales en los distritos del Perú»
(lNl:`.l, 2000: 16-18 y 28) se afirma que para 1998 existen 60,730 matrimonios a nivel
nacional y 2,108 divorcios, pero el problema es que de los 24 departamentos, 12 de
ellos no tienen información sobre divorcios. No obstante, informan que «se observa una
tendencia en aumento de los divorcios registrados en el área metropolitana de Lima y
Callao». Subsanando estos vacíos, Teresa Fernández encontró lo siguiente: los mayores
porcentajes de divorcios y separaciones lo tienen Maynas y Chachapoyas (265%), le
siguen Lima y Callao (25.5%), Chiclayo (19.8%), Huancayo-Huánuco-Pasco (173%),
Cusco-Abancay (17.2%) (Fernández, 2004: 28). No por casualidad, esas son las ciuda-
4 La frase «cultura del maltrato- es utilizada por los psicólogos cn sus estudios sobre el maltrato en el Pt-ni. Sobre esto
ver Comisión Programática de Violencia y Maltrato infantil (COTADENI. 1991: l 18).
5 l'.`,stos resultados son en realidad la media de los resttitados reportados para los hijos e hijas. Hemos hecho esta porque
entre unos y otros la diferencia no es muy ¡tnp0fflI1l¢(F.$pinora, 2000; 47).
YuvAY|<usuN l 73
Luis Tsjaoa Rtmtoa
des más pobres del pais (salvo Lima, donde viven miles de migrantes en condiciones de
pobreza y marginalidad), en las que hay más familias inestables, donde los padres tienen
menor nivel educativo y se verifica mucha violencia familiar.
¿Cuáles son los factores asociados a la violencia conyugal? Según la investigación de
Espinoza, los más importantes son: 1.- problemas económicos; 2.- interacción conyugal
(incompatibilidad de caracteres, falta de diálogo, infidelidad, no hay amor, abuso de au-
toridad, problemas con el ejercicio de la sexualidad) 3.- parento-filial (problemas debidos
a los hijos); 4.- personales (consumo de alcohol/drogas, asi como diferentes niveles de ins-
trucción): 5.- familiares (problemas con la familia de la pareja) (Espinoza, 2000: 59). Lo
que llama la atención es el alto porcentaje de mujeres que están discortfotmes con asumir,
ellas solas, las tareas del hogar (1 5.4%), y las que acusan incompatibilidad de caracteres
con el marido (13%). Puede pues decirse que cerca del 28.4% de mujeres no está con-
forme con el oomportamiento o la autoridad del marido. Al respecto, concluye la autora:
Se observa una cada vez más creciente inaccptabilidad por parte de las mujeres de los
roles domesticos que, tradicionalmente, se han adjudicado a éstas en cl hogar... Se per-
cibe un nivel de frustración en las entrevistadas respecto a la iniquidad hombre/mujer
en la distribución de las tareas domésticas, la que se convierte en fuente de conflicto y
violencia conyugal (Espinoza, 2000: 89).
Aqui se encuentra uno de los aspectos más relevantes de la crisis de la Familia. Por un lado,
conto consecuencia de la revolución femenina, la mujer piensa que tiene derechos que no
son respetados y muchas los defienden; y por el otro, como consecuencia de la tradicional
régimen patriarcal, muchos hombres aun se niegan a renunciar a sus roles tradicionales y
al estatus de dominante en el régimen doméstico. Es decir, muchos hombres (sobre todo
pobres y de bajo nivel educativo), a pesar que la familia y las mentalidades han cambiado,
se resisten a asumir nuevos roles y adoptar nuevas actitudes frente a la mujer y los hijos.
Entonces, puede decirse que en el centro de la crisis en la familia se encuentra la crisis de
la pareja.
Esta crisis de la pareja explica en gran medida la violencia contra la mujer. Un es-
tudio realizado en 1995 por la ONG «Flora Tristán» indica que en el Perú 6 de cada 10
mujeres son maltratadas, siendo la pareja el principal agresor; el tipo de maltrato más
frecuente es la agresión fisica, lo que representa el 76% de los casos (Loli y Rosas, 1995).
Corroborando esta situación, en 1996 la Comisaria de la Mujer reportó 6,118 denuncias
de maltrato contra la mujer, de las cuales el 51.3% fueron efectuados por sus esposos, el
43.8% por convivientes, el 3.5% por exesposos y el 1.4% por exconvivientes (Espinoza,
2000: 56). Esta situación se ha ido agravando con los años. Un estudio realizado en el
2002 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que el 48% de las mujeres
en l ima y el 61% en Cusco, sufrieron violencia fisica por parte de sus parejas y que el
25°-'ii de las mujeres de Lima y el 47% del Cusco sufrieron violencia sexual. De otro lado,
según la Oficina de Planificación y Estadistica de la VII Dirección Territorial Provincial
T4 l YUYAYKUSUN
I Múä Â
EL PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPO! CRISÍS EN LA FAMILIA PERLTANA
Uno de los principales axiomas de la sociología es que la familia cumple el rol de término
medio entre el individuo y la sociedad (Cicchelli-Pugeault y Cicchelli, 1998: 49). Desde
esta perspectiva, la sociedad determina o influencia el estado, la situación y dinámica fa-
miliar; pero ésta entrega a la sociedad individuos formados en las condiciones que ésta le
impone. Es decir, la familia aparece como la fuente del orden social y político; pero este es
a su vez el marco apremiante del universo doméstico. Y lo es porque tienen dos funciones
esenciales: 1.- la función reguladora (debe canalizar las pasiones, mantiene el lazo social
y debe combatir los efectos perniciosos de la individualización); y 2.- integradora (ella es
un eslabón decisivo en la cadena social, por lo cual debe convertir al individuo en un ser
social, consciente de sus deberes y derechos) (Ibíd.: 49 y ss.).
Si se aceptan estos criterios, entonces hay que preguntarnos: ¿Las familias peruanas
cumple esos roles? Como estamos viendo, muchas de ellas no los cumplen, lo que propi-
cia o auspicia su crisis, con los consiguientes efectos sobre el orden social. ¿Cómo afecta
esta situación al «régimen doméstico››? Es decir, qué efectos produce la crisis sobre el con-
junto de reglas que rigen el aprovechamiento y ordenamiento de los recursos familiares,
los métodos de crianza y el ejercicio del poder y sobre la base de esto, en las características
y dinámica interna que da forma el «acuerdo tácito» entre padres e hijos, lo que a su vez
define y da contenido a los deberes y obligaciones entre los miembros de las familias.
La investigación realizada por María jesús Espinoza (2000: 37) indica que esta crisis
tiene las siguientes manifestaciones: hay crisis de la patria potestad (el padre ha perdido
poder de decisión en beneficio de la madre), las familias tienden a democtatizarse (las
decisiones se toman más por consenso y cada vez menos por imposición de los padres),
los roles familiares cesan de ser claros y entran en conflicto (cada vez más mujeres no están
conformes con la autoridad del marido). Como se observa, la familia se ha ido transfor-
mando y en ese proceso ha ido debilitando su cohesión interna y su rol de intermediaria
entre el individuo y la sociedad. ¿Qué consecuencias tiene esto a nivel individual y fami-
liar, asi como sobre el orden social? Eso es lo que a continuación vamos a explicar a través
de los resultados obtenidos en algunas investigaciones.
Cuando hay crisis en la familia, las consecuencias más evidentes e inmediatas se observan
en la dinámica familiar y en la personalidad de los individuos que la conforman. Con
respecto a esto, la investigación de Teresa Fernández sobre violencia familiar en el Perú
revela lo siguiente:
YUYAYKUSUN I 75
Luis Triana R1 raros
Por un lado se encuentran los niños excesivamente surnisos, depresivos que han desarro-
llado una idencificación con la victima y demuestran una constante adaptación pasiva a
lo que los otros piden o exigen de ellos. Este niño crecerá y será un adulto incapaz de
enfrentarse a situaciones de explotación, abuso e injusticias de una manera activa.
El otro comportamiento observado es el del niño provocador, agresivo e hiperactivo,
identificado con el agresor. Este tipo de problemas generalmente refleja una dificultad
por parte de los padres y del medio ambiente en el establecimiento de límites claros y
¿r D;-rersas confirman estas tendencias. Al comentar algunas de estas investigaciones, Bowlby dig;
que bs estudiantes -que se caracterizan por su bajo nivel de autonomía y las deficientes relaciones familiares,
;¿n¿;,-m que, según se descubrió, a menudo no sabían con claridad donde estaban parados ni qué valores
rwesemahnn. En esas familias la comunicación era pobre y los conflictos y cambios de opiniones, al hacerse pre-
rentes., intentes 1 difusas, Tras adoptar una decisión, el estudiante podria no saber a cie;-rei; çitgfm si
el la habia adopuåo o si uno de los padres lo habia impulsado a ello con sus tejes y manejes... al igual que
en el estudio de Grinlccr, las comparaciones efectuadas dentro de la misma muestra indican que los estudiantes
que satisfacen los criterios iniciales son aquellos que provienen de hogares en los que 105 niño; ¡¢¢¡b¢n un
m_i1¡¡r..~; apoyo. en los que la comunicación entre padres e hijos se caracteriza por la claridad, y en donde los niños
se laa-:en de la confiznza jr responsabiljdadesx (J _ Bowlby, 1976: 374-375).
76 YUYAYKUSUN
lll. Í'R(ìl\l.EMA DF. NUE5'I`RO TIEMPOI CRISIS EN LA FAMILIA PERUANA
_ ¿_ .¢,..-- .a-emm;
7 .\`ol›rt¬ crio ver también las conclusiones del MINDES (2003: 42-45).
H listo método de la investigación sociológica que ha sido anteriormente implementado por la biologia y la psicologia.
bobre esto ver lírnile Durltlieirn (1979: 63-64).
Yiiv/witiisiiiv l 77
Luis Taiana Riraroa
Lo que más caracteriza a las familias de los chicos pandilleros es que son -descstnicruradas.
aunque no siempre sea asi. ._ familias con muchas dificultades económicas, ya que a veces
ni siquiera pueden asegurar el sustento diario de sus hijos; los chicos de pandillas siempre
se quejan de que no han comido... Tampoco reciben mucho afecto oi gran seguridad
emocional en sus casas y prácticamente todos declaran tener problemas de comunicación
con sus padres (Munar y otros, 2003: 134).
Casi todos los sábados tenían peleas porque mi padre venia borracho y mi madre le
sacaba en cara y ya pues, discutian... Siempre golpeaba a mi madre; una ve-1 fue p0¡›qu¢
mi mamá mucho me tapaba... Por mi peleaban y porque mi papá era mujeriego-._ \«'¡,-¡_¡¿
veces golpeaba a mi madre en mi presencia, antes cuando era chibolo no hacía nada_ pçm
ahora cuando la quiere pegar, está huevón. Y dije, está hucvón. ya crecí; ahora ya no i¢ \-1;,
a golpear. Me enfrentó a mi papá dos veces. Desde allí ya no le hace ruda".
Con las familias de los niños de la calle nos encontramos frente al caso más emblemático
de la crisis de la familia peruana. Diversas investigaciones revelan que estos niños han
salido a la calle porque han sido, directa o indirectamente. expulsados de su En
9 Entrevista a Cachorro, pandillero de Villa Maria del Triunfo. Citado por julio ;\!:j`ía (.'¦íI3fÍ~ ,NF-
78 l Ytn*.mtusu.v
EL PROBLEMA oe Nuesrno Tiempo: cai-sis tu ut FAMILIA. tftausiu.
efecto, estos niños viven en familias muy pobres y confiictivas, con padres violentos y
poco propensos a darles amor y protección. Asi, el niño pierde respeto y apego a la au-
toridad paterna, debilitando de esta manera sus vinculos afectivos con la familia. En este
contexto familiar, ellos buscan alternativas más gratificantes en otros grupos, lo que va
produciendo comportamientos de desapego hasta producirse el deseo de liberarse de su
situación desventurada, huyendo a la calle. Con una familia donde hay conflictos, maltra-
tos, comportamientos poco éticos e incluso inmorales, poca comunicación y distribución
de afectos, la huida a la calle aparece como una alternativa necesaria, aunque sea dificil e
inquietante su instalación en ella (Tejada, 2005: 83).
Estas familias están marcadas por el comportamiento poco ético de los padres, la
dominación del marido sobre la mujer, el conflicto y la violencia entre ellos y contra los
hijos. La información del 1° Censo de los Niños de la Calle, realizado por REDENAC
(2002) ilustra bien esto. Con respecto al comportamiento ético y moral de los padres, el
consumo de drogas o sustancias psicoactivas por parte de ellos es bastante común. En el
censo se les preguntó si habian visto consumir estas sustancias a sus padres y las respuestas
fueron las siguientes:
F* C 'C C C FF F _ C F *_ ii
°de veces por semana Fumar l Beber licor Consumir drogas
'TImp
imi â 59- 3!
íj uk; ' ' ' *I ' 7* 7' `
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No contestó
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22.4
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n
YUYAYKUSUN I79
Luis TEJADA Rimtoa
Con respecto a las relaciones filiales, casi todos ellos hablan de la permanente violen-
cia de los padres contra ellos. Al preguntarles si habian sido maltratados por sus padres en
los últimos seis meses antes de salir de sus hogares, respondieron de GSM manera:
-.__ †_~~r~_ -Pf- -_ _ t t q '- "'-- '-L'"- """"
Nunca
___ ___ (0 veces)
__ _ ___ ___,9 ___É H 11.9 l 53.4_ , '
_,_ _ 44
_ _ j_I
Pocas veces - 48.5 I 54.5 13.4 26.9
(h8Si@2v€¢@S)_iL 11 _ Wi __ ,, ___ _ J
casi e diario 26.9 ` 20.1 3.7 l 2.2 ¬
i (+ de 4 veces) Í _ ~~~ _ ____ - ~ -t
I
; Ne eenieeie
†. ...__ _ ...___
15.7
___ __..._ _ ....................
(_
_____r_
13.4 ¿M i
29.9
A ~~~~~ _ _
l ~ ___
26.9 |
«reiei A JW g wo j. ioo g__L 100 Z I 100
Fuente: 1er Censo delos niños de la calle. REDENAC-2002.
Como se observa, el alto porcentaje de niños que no quiso contestar a las preguntas,
aumenta mientras crece el nivel de mayor violencia entre los padres. La negativa a res-
ponder es pues directamente proporcional a la intensidad de la violencia por la cual se
pregunta. Esto es sin lugar a dudas un mecanismo de defensa o represión del recuerdo
doloroso.
Esta conflictiva dinámica familiar genera el «desapego›› del niño hacia sus padres y
su familia en general, lo que propicia la huida. Sobre esto, Dwight Ordóñez (1995: 157)
encontró que el 75.3% de estos niños manifestaron haber dejado el hogar por sufrir
maltrato fisico, de los cuales un número importante (40% de la muestra) dijo haberlo
hecho para evitar un castigo inminente. El 3.3% dijo haber dejado el hogar por expulsión
directa de un adulto. Un 10% dijo que lo hizo por propia voluntad y otro 10% porque
le atraía más la calle que su casa.
¿Cómo sobreviven estos niños en la calle? Según el Censo de REDENAC, las activi-
dades más frecuentes entre las mujeres es: la venta ambulatoria (407%), el robo (533%),
la prostitución (185%) y la mendicidad (14.8%). Las actividades más comunes entre los
hombres son: el robo (709%), la mendicidad (20.4%), la venta ambulatoria (11.7%) y
la prostitución (1.90/o).
Como puede constatarse, la huida del niño a la calle aparece como un instinto de
protección contra padres punitivos y un paso hacia la liberación de una familia marcada
por la necesidad, el desamor y la falta de protección. En ese sentido, los niños de la calle
son las manifestaciones más dramáticas de la crisis por la que pasa la familia peruana; pero
además, ellos y sus familias son víctimas de nuestra propia crisis social.
En general, muchas investigaciones muestran una estrecha relación entre jóvenes en
conflicto con la ley, métodos de crianza severos e inestabilidad del régimen doméstico.
80 l YUYAYKUSUN
El. l"lf.UBl.l'.M/s lil; I`H1I±à'Í'lH'J 'f|l',MÍ'¢'I'; (ll-flfälfì Mi LA l`AMII.M Í'F'Pi¡ÁHÁ
Pero ésta es una realidad que desborda a estos jóvenes y sus iä_i11il¡#$› Pflffi C_f›lf›r;f1rrIoS
frente a uno de los más graves y deterrninariies prnlilema-. de mmsirn tiempo: la crisis en
la familia peruana y sus consecuencias en el orden social. Pntlria decirse que esa crisis no
es generalizable, pero hay que reconocer que muchas familias peruanas se encuentran en
esa situación y que eso explica en gran medida los ya mencionados problemas sociales..
Para abordar de lleno el tema de la relación entre la crisis Familiar y la crisis del or-
den social, a continuación nrostramos algunos resultados de la encuesta «lil Ciudadano
Sanmarquino y la Democracia», realizada en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos en el 2004 y aplicada a 1 ,O94 alumnos de sus diversas facultades”. ¿Puede decirse
que la población sanmarquina es representativa de la sociedad peruana? Sobre esto hay
que decir que estos estudiantes son mayoritariamente limeños (tres de cada cuatro nacie-
ron en Lima y Callao) y provienen de familias de sectores medios y medios bajos (Tejada,
2004: 41- 47 y 48). Entonces, creemos no equivocarnos, esta muestra es representativa
de un amplio sector socioeconómico de nuestra sociedad.
La hipótesis de esta investigación fue que muchos de los comportamientos cívicos de
los estudiantes encuentran su origen en la familia, para luego consolidarse y extenderse,
a través de otros espacios de socialización secundaria, hasta el régimen politico. Es decir,
partimos de la idea que la socialización primaria da las bases para la ciudadania futura y
que siendo ésta fuente de la visión y actitudes cívicas, infiuencia y hasta puede determinar
las actitudes y tendencias políticas. Veamos ahora algunos resultados.
Antes de entrar a este tema es necesario considerar dos datos importantes sobre las fami-
lias sanmarquinas. En principio, cuando se preguntó a los encuestados sobre la situación
conyugal de sus padres, el 66.9% dijo que estaban casados y el 10.3% que estaban se-
parados. Además, el 4.3% de ellos dijo que sus padres estaban divorciados, el 7.1% que
eran convivientes, el 3.4% que sus madres eran solteras, mientras que los padres solteros
sólo llegan al 0.7% de la muestra. Con estos datos se pueden hacer dos grupos familiares,
en este caso basados en la presencia o no de los dos padres en el seno familiar: 1.- los
eestablessz donde están los casados y convivientes, quienes representan el 74%; y 2.- los
einestablessz donde se encuentran los divorciados, separados, madres y padres solteros, las
que representan el 18.7% del total de la muestra".
10 Esta encuesta fue realizada con 622 hombres, quienes constituyen el 56.9%; y 472 mujeres. quienes representan el
43.1% del total. La mayor cantidad de ellos tienen entre 19 y 23 años, quienes representan el 88.5% dela muestra. Luis
Tejada (2006).
ll Estos resulrados son muy parecidos a los encontrados por Teresa Fernández. Ella sostiene que el 74% de los padres
de estas familias son casados y viven juntos, mientras que cl 25.5% son separados 0 divorciados (2004: 28).
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Luego se les preguntó: ¿Quién toma las decisiones en su familia? Los datos recogidos
indican que el grupo más importante lo constituyen las familias donde las decisiones la
toman ambos padres, excluyendo a los hijos y en el segundo grupo en importancia, donde
participan todos. Esto nos permite hablar de dos tipos de familias: 1.- la «democrática››,
donde participan todos o uno de los padres con los hijos (39.4%); y 2.- la madicional»,
donde la decisión viene de uno o los dos padres hacia los hijos (60.6%). Sobre estos resul-
tados hay dos cuestiones por remarcar: primero, la familia peruana tiende a democratizar-
se; segundo, hay una notoria pérdida de poder de decisión del padre en la familia, incluso
se observa en él menor capacidad de decisión que la madre. En estas condiciones puede
decirse que la imagen del padre está en crisis y que tiende a aparecer como un personaje
desvalorizado, con autoridad compartida y en el peor de los casos, disminuida. Esto pa-
rece indicar que estamos frente a una ruptura epistemológica que nos obliga a repensar el
rol y la función del padre (Hurstel, 1996: 7).
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Ahora bien, con relación a los métodos de crianza, la encuesta les planteó varios
comportamientos de los padres hacia los hijos y estos fueron los resultados (ver cuadro).
Estos datos indican que los padres de la mitad de los encuestados no los escuchaban
ni los dejaban participar en las discusiones familiares; un tercio dijo que no los elogia-
ban, no respetaban sus decisiones, los obligaban a obedecer y no son amigos de ellos; un
quinto dijo que sus padres no confiaban en ellos y les tenían temor; y un décimo afirmó
que los castigaban física y psicológicamente. Esto confirma la vigencia de una cultura del
maltrato, la que se asienta y justìfica en una antigua concepción adulto-céntrica, según la
cual el infante es aquel que «no habla» (Delalande, 2001: 24); o más precisamente, aquel
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EL PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPOI CRISIS EN LA FAMILIA PERUANA
MÉTODOS DE CRIANZA
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Fuente; ore-uuusu, 2004. K 9 9 9
que no debe hablar y solo debe obedecer. En todo caso, un estudiante sobre diez dijo que
fue castigado fisica y psicológicamente; pero dos sobre diez afirmó que tenia temor a sus
padres; de otro lado, cuatro jóvenes sobre diez afirmaron que sus padres no los escucha-
ban y los obligaban a obedecer. Como se sabe, esta situación tiene consecuencias graves
para la formación del carácter y la educación cívica de los hijos, porque es precisamente
gracias al diálogo que se forma en y para la ciudadania”.
Para comenzar hay que decir que los resultados de esta investigación no siempre muestran
grandes diferencias entre un grupo y otro, pero si constancia a través de los diferentes
temas tratados. En ese sentido, las sumatorias de esas mínimas diferencias permiten apre-
ciar tipos ideales o la «probable regularidad» en las conductas de los diferentes grupos.
Entendemos que la probabilidad de que tengan esos comportamientos y en menor me-
dida otros, se debe a que esos individuos y grupos orientan sus acciones a partir del sexo,
la edad, sus experiencias de vida (métodos de crianza, estabilidad o inestabilidad del régi-
men doméstico, etc.), con arreglo a intereses presentes y expectativas futuras.
A fm de mostrar los resultados globales de esta encuesta, así como los agrupamien-
tos y correlaciones que se establecen entre las variables, elaboramoslos siguientes mapas
perceptuales.
En el primer mapa
Aquí vemos dos grandes circulos. En el primero (izquierda) se juntan los estudiantes
varones, los criados con rigor, los que provienen de familias inestables y tradicionales, los
que tienen comportamientos poco cívicos y son más intolerantes, en sus hogares se habla
l2 Sobre el diálogo y su rol en la formación ciudadana. ver Patrice Canivez (1995: 104-105).
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poco de política y los que rechazan la política. Aquí las correlaciones son: próximas entre
rechazo a la política y familia tradicional, siendo medianamente próxima con familia
inestable; próximas entre métodos de crianza con rigor e incivilidad y próximas entre
varón e intolerancia.
En el segundo círculo (derecha) se congregan las estudiantes mujeres, los estudiantes
que fueron criados con elogios, los que provienen de familias estables y democráticas,
los que tienen familias donde se habla de política, los que aceptan la política, tiene más
comportamientos cívicos y son más tolerantes. Aquí las correlaciones son: próximas entre
familia estable y hablan de política; civilidad y métodos de crianza con elogio; siendo
medianamente próximas entre tolerancia y mujer.
En ei segundo mapa
Aquí se observan dos círculos. En el primer círculo (derecha superior) se congregan los
alumnos que tienen familias estables, los que creen que la democracia es la mejor forma
de gobierno, los que están en desacuerdo con que la democracia no va de la mano con la
justicia social y los que no apoyarían una dictadura. Aquí las correlaciones son: próximas
entre familia estable y si hay democracia en el Perú y de acuerdo con que justicia social va
de la mano con democracia y desacuerdo con apoyar dictadura.
En el segundo círculo (izquierda inferior) se juntan los que provienen de familias
inestables, los que no creen que la democracia es la mejor forma de gobierno, los que
están de acuerdo con que la democracia no va de la mano con la justicia social y los que
84 | YUYAYKUSUN
EL PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPO; CRISIS EN LA FAMILIA PERUANA
MAPA PERCEPTUAL 2
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apoyarían una dictadura. Aquí las correlaciones son: próximas entre acuerdo con dar
apoyo a dictadura y que justicia social no va de la mano con la democracia; siendo esto
último medianamente correlacionado con familia inestable.
Los resultados de esta investigación parecen confirmar nuestra hipótesis inicial: los
métodos de crianza, la estabilidad y el tipo de régimen doméstico son las bases sobre la
cuales se forma el carácter, los comportamientos cívicos y las actitudes frente al sistema
democrático. En efecto, esta y otras investigaciones coinciden en que las familias violentas
tienden casi siempre a formar niños y jóvenes violentos; y que el niño que fue maltra-
tado, silenciado, menospreciado, tiende a ser agresivo y disconforme consigo mismo y
su realidad social; y que en estas circunstancias se forman ciudadanos irresponsables y
disconformes con el sistema democrático”.
En esas condiciones, preguntamos: ¿Cómo combatir la delincuencia, la drogadicción,
la violencia familiar y otros males sociales, si muchos padres no asumen adecuadamente
su rol en la educación moral de sus hijos?, ¿cómo avanzar hacia el desarrollo social y la
estabilidad política, si la familia está en crisis y como consecuencia de ello, forma y lanza
IS Al respecto, el informe de COTADENI concluye así: «Ia transmisión de los modos de relación predominantes en el
contexto psicosocial se da primero a través de las relaciona Como lo demuestra un gran numero de estudios
de las Ciencias Sociales, nuestro país se caracteriza por relaciones marcadas por condiciones de e
injusticia que se traducen en modos de relación autoritarios, verticales y violentos entre los grupos y los individuosa. En
CUTADENI (1991: 96). Estas conclusiones son muy parecidas a la que llega Ralph Linton (1990: 145).
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Luis TEJADA RIPALDA
a la vida social ciudadanos con escasos valores cívicos y poca inclinación democrática?
Difícil es lograr esos objetivos en estas condiciones.
Combatir la violencia contra la mujer, las pandillas, las barras bravas y otros males socia-
les, sin ocuparse de las familias donde se producen, es atacar los problemas desde sus ma-,
nifestaciones y no desde su origen. En oposición, si se acepta que la familia es el término
medio entre el individuo y la sociedad, y que ésta aparece como la fuente del orden social
y político, entonces es necesario «visibilizarla›› y hacer de ella el centro `de las políticas
sociales. Por eso, frente a la actual crisis de la familia y sus lamentables consecuencias,
proponemos crear el Ministerio de la Familia”.
4. I. El debate
Algunos consideran a esta propuesta irrelevante y hasta inútil. Lo curioso es que casi
todos coinciden en que muchos de los problemas sociales se originan por el lamentable
estado en que se encuentra la familia. Esta es una contradicción asentada en el descono-
cimiento de los mecanismos sobre los cuales funciona la sociedad humana. Sobre esto,
Augusto Comte nos dice:
1
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14 Sobre esta propuesta, in extenso, ver Tejada (2007). Esta iniciativa fue presentada en la II Convención Nacional «Las
familias como eje estratégico para la inclusión y el desarrollo», organizado por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo
Social, los días I3 y 14 de agosto del 2008. Las opiniones que generó mi exposición entre el público y las autoridades
del MIMDES, las glosaré en lo que sigue.
se I YuvAY|<usUN
EL PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPOI CRISIS EN LA FAMILIA PERUANA
Pero a esta perspectiva liberal (que separa al individuo del todo) se opone la colecti-
vista u holística (que reintegra el individuo al todo). La primera fue planteada por Adam
Smith a fines del siglo xvm y supone que la sociedad está compuesta de individuos, que
el interés de cada uno de ellos se confunde con el interés general y que resolviendo los
problemas de estos se resuelven los de aquella”. La segunda fue planteada por Augusto
Comte, quien a mediados del siglo xtx decía: «La descomposición de la humanidad en
individuos solo constituye un análisis anárquico, tan irracional como inmoral, que tiende
a disolver la existencia social en vez de explicarla»; luego afirma: «la sociedad humana se
compone de familias, no de individuos» (1929: 365).
Las actuales políticas sociales, particularmente las dirigidas a los jóvenes, que dicho
sea de paso son las más abundantes, centran sus esfuerzos en la formación e inserción
laboral, la salud sexual y reproductiva, la prevención de drogas, la salud mental, liderazgo
y autoestima”. Es decir, estos programas se centran en los individuos-jóvenes y no en sus
familias ni el entorno sociocultural en que estas interactúan y ellos se desarrollan (barrios,
escuelas, municipios). Esto explica en gran medida los deficientes resultados obtenidos
tanto en el bienestar de los jóvenes, como en la prevención y control de la delincuencia
juvenil. En general, es ineficaz impulsar programas de reinserción o imponer severas me-
didas contra la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, los niños de la calle, la vio-
lencia contra la mujer, las barras bravas, las pandillas y en general la delincuencia juvenil,
porque no existe el niño, el drogadicto, la mujer o el pandillero en abstracto. Todos ellos
solo existen en tanto componentes de las familias. En ese sentido, poco o nada pueden
lograr estos programas, porque al partir de los individuos, se soslaya el espacio vital que
está al origen de sus comportamientos.
Los comportamientos delictivos o «desviados de la norma» son producto de la histo-
ria personal y las condiciones de vida en que se ha desarrollado el individuo; por eso hay
que ocuparse del delincuente y no tanto del delito que cometió (Kvaraceus, 1970: 8-9;
Marc y Picard, 1984: 170). Es pues equivoco y hasta contraproducente querer eliminar la
delincuencia reprimiendo al delincuente y construyendo más cárceles, sin remarcar que la
mayor parte de los que delinquen provienen de familias violentas o han sufrido violencia
durante su niñez”. Por eso el mayor esfuerzo no debe estar en encerrar o castigar al de-
l-; Ai'-óst_eg“u`i anjli;-ia doctrina de Adam Smith sobre la base de dos de sus más importantes afirmaciones; 1.- «ia so-
ciedad esta compuesta de individuos y no por estamentos y por dasesv; y 2.- cel interés personal, que es el motor de
todos actividad económica, se identifica de forma directa y natural con ei interés Pai julio Arostegm (2(p)3,_
Con estas asociaciones hiporeticas el liberalismo convierte al individuo en la categoría básica del sistema económico
y la organización social; y como consecuencia de esto, hace ver a la sociedad como un mercado (psopicia.ndo asi que
los individuos interactúen por interés y auspiciando la materialización de la vida y las relaciones sociales).
ió ' `dades t emáticas se ha mantenido a través del tiempo. Sobre el análisis de las
Estas priori de hay
bastante bibliografia. Ver particularmente Promudeh/Oficina de Juventud (20023-4). Patricia Sanclovai (199%.
Tarnbién Mario Árrospfid-Í 09993 6"”-
I7 En el año 2000 se p rod U]'eron una serie de tnorines en México, Brasil, Colombia, Perú, Bolivia y otros de la
región. La iglesia católica, preocupada por las prisiones en elmundo, dedica ese año al cjubileo en las cárceles». En ese
contexto ¢l perl`ódioo [il. Comercio him un informe de la situacion carcelaria en ei Perú, donde muestran dos dame
rm Y reveladores. El primero es de la autoridad penitenciaria: el jefe del instituto Nacional
qui: nuestro país necesita 14 cárceles para cubrir la demanda de presos-›; y ei segundo es el ¡nforme de la
vuv/\v|<usuN l 37
Luis Taiana Ritmos
4. 2. La propuesta
Si lograr un buen gobierno pasa porque el régimen politico esté de acuerdo a la realidad
social, y como esta se compone de familias, lo más conveniente seria que las politicas
sociales de éste se asienten en aquellas”. Es decir, para impulsar el desarrollo social y
humano es conveniente que las politicas sociales se congreguen y partan de las familias.
Por eso proponemos crear el «Ministerio de la Familia», el que debe reemplazar al actual
«Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social».
A esta propuesta se oponen muchas personas porque, según dicen, se volvería a «in-
visibilizar» a la mujer. Esto es una aseveración poco exacta porque ese Ministerio logró
darles, con toda justicia, presencia protagónica en diversos aspectos de la vida social,
cultural y politica. Pero además, es perjudicial porque al centrar la atención en la mu-
jer se «invisibiliw a la familia como totalidad y como núcleo básico de la sociedad.
Episcopal de Acción Social (CEAS), donde se indica que «casi el 100% de quienes están en la cárcel han sufrido algún
' de violencia
tipo ' ' durante su ninez».
" En El Comercro,' viernes
' 23 de ju
' nio del 2000. Sobre este tema ver también Pilar
Coll (2000 67 Y ss.) y María Amorós Terrone (2000).
13 La idea de l 3 4 P revencióri del delito- esta presente en el llamado Jubileo en las cárceles, impulsado por el Vaticano en
el año 2000, aunque no fue desarrollada. Al respecto, el periódico del Vaticano, L'Osservatore Romano, 1-eproduçg gl
«Mensa'F del PaP* juan Pablo Il con motivo del jubileo en las cárceles» (24 de junio del 2000) donde se lee: «Según
los de Dios, cada uno debe asumir su propio papel para colaborar en la construccion de una sociedad me-
'Pf- Evidentemente esto conlleva un gran esfiierzo en lo que se refiere a la prevencion " de l de lit o» . E n L'O ssenmofg
Romano. N" 27. Del 7 de julio del 2000. Pág. 7-8. La idea de la iiprevención» fiie solo enunciada por el Papa, pero
creo que se refiere al trabajo provisorio y moralizador dela familia.
19 En su balance de los P rogramas de prevención de la violencia y delincuencia juvenil en Estados Unidos y América
Latina, Mónica Rubio eonduye: «Una de las influencias más importantes en el estimulo de un desarrollo saludable y
' ' y la prevención dela violencia es la de la familia. Habilidades parentales deficientes o relaciones padres-hijos
positivo
no cons iructivas son frecuentemente un factor de resultados negativos, incluyendo la incidencia de comportamientos
riesgosoii o conductas criminales. Atendiendo a esto, los programas basados en la evidencia que enmarcan dentro del
apoyo Íami'l'tar y con impactos demostrados en la reducción de delincuencia son de dos tipos: Programas de visitas
familiares y programar de educación parental. _ .››. Mónica Rubio (2009: 144).
20 Sobre la idea del «buen gobierno» ver Montesquieu (1979, t. I: 128).
es I YuYAYi<usuN
i U IHYKUSUN
EL PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPOI CRISIS EN LA FAMILIA PERUANA
21 Sobre «Ia familia como sistema» ver Edmond Marc y Dominique Pieard (2000: 27 y 88-)-
|s9 4”
YUYAYKUSUN
rUYAYKUSUN
Luis Ttiaoa Rirvitoa
zadoras y de igualamiento en las leyes (Castells y Subirats, 2007: 27-50). Durant@ sus
años de existencia ha logrado revalorar a las mujeres en diversos aspectos de la vida social,
cultural y politica, pero no ha resuelto la crisis en las familias ni ha impulsado el desa-
rrollo social. Esto es asi porque sus politicas sociales parten de la mujer (convirtiéndola
en el centro individual de la realidad social), desconociendo que ella es solo parte de la
familia, cuyos miembros forman un sistema abierto en estrecha relación e interdependen-
cia con el orden social. Lo cierto es que el contexto histórico-social en el que aparece el
Ministerio de la Mujer ya no es el_mismo, además, tampoco puede resolver los problemas
y necesidades de nuestro tiempo. En oposición, si se reconoce de la crisis del orden social
y del régimen politico se debe en gran medida al estado crítico en que se encuentran
muchas familias peruanas, entonces es necesario que el Estado transforme el Ministerio
de la Mujer en el «Ministerio de la Familia». Estoy persuadido de que este Ministerio, al
convertir a la familia en el centro de las politicas sociales, nos franqueará el paso hacia la
reforma social y humana, asi como al progreso social permanente.
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