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El Pensamiento Revolucionario de Hugo Chávez

Por: Ricardo Adrián

Introducción

Escribir acerca del legado de Hugo Chávez, caracterizar sus posturas, las
tendencias que definieron sus acciones y decisiones, no es una tarea
sencilla, es adentrarse en una verdadera batalla de ideas, en un terreno en
el que desde luego participan y luchan diversas tendencias políticas y
filosóficas reformistas, socialdemócratas, nacionalistas, socialcristianas y
hasta comunistas que reivindican el liderazgo y el pensamiento de
Chávez y que buscan continuar desde sus interpretaciones y objetivos la
senda del movimiento chavista. En esta lucha los socialistas/comunistas
tenemos mucho que decir, que aportar, balances que realizar,
aprendizajes que extraer, y batallas que dar.

A nuestro juicio, la brújula para fortalecer la comprensión de ese legado


movilizador, del proceso bolivariano, la aparición del pueblo en el
escenario político, la conquista de reformas estructurales, la unidad
antiimperialista y su lucha interna de contrarios (reforma/restauración o
revolución) parte de la certeza expuesta por el mismo Chávez de que no
hay salidas posibles en el marco del metabolismo del capital y que todo
Plan de desarrollo soberano sólo puede concretarse en la medida en que
se desarrolla y se hace irreversible el socialismo. Parafraseamos a Chávez
en la introducción del Plan de la Patria: “A la tesis reaccionaria de
Imperio y de la burguesía apátrida contra la Patria, nosotros y nosotras le
oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la Independencia y
el socialismo como proyecto abierto y dialéctica construcción”.

El objetivo de este escrito, busca resaltar los aspectos medulares de la


propuesta revolucionaria de Chávez, expresada con mayor claridad y
madurez en los últimos meses de su vida, rodeado como estaba, en la
angustia de una enfermedad agresiva y terminal, hizo un gran esfuerzo
pedagógico y organizativo por dibujar un marco teórico, de principios y
transición al socialismo.
Conforme al objetivo del presente trabajo, nos parece fundamental,
describir las acciones, correlaciones de fuerzas y condiciones políticas que
permitieron la concreción o incluso la obstrucción de las ideas
revolucionarias del chavismo.

La Insurgencia del chavismo


Resulta inobjetable la importancia de Hugo Chávez en la Política
Latinoamericana, su insurgencia a la escena pública fue un trueno en el
silencio del Fin de la Historia, justamente cuando los voceros políticos y
académicos del gran capital pregonaban que con el desplome del bloque
soviético, había sido derrotado el socialismo y por ende anulado todo
“gran relato” que pudiera criticar y contradecir al mercado mundial y a la
sacrosanta propiedad privada, justo en aquellos momentos, Hugo Chávez
se alzó contra los consensos neo-coloniales de Washington que actuaban
contra los pueblos y los estados latinoamericanos. El imperio no lo
esperaba, quizás por la forma, la velocidad y los medios con los que
emerge, se conecta y proyecta las expectativas de la gran masa de
oprimidos, explotados y excluidos.
Chávez había conspirado más de una década en los cuarteles militares de
Venezuela casi sin ser percibido, organizó el MBR-200 en 1983 de carácter
clandestino y de orientación política bolivariana (nacionalismo
progresivo como recurso de protesta frente al bipartidismo gobernante);
este grupo de militares conspiradores habían agrupado fuerzas propias,
habían logrado atraer y sumar un acumulado político de la izquierda en
los cuarteles y fuera de los mismos, estos serían, a nuestro juicio, los
primeros gérmenes de la unión cívico-militar.
Optaron por no salir el 27 de Febrero, en un estallido social denominado
“El Caracazo”, cuyos acontecimientos mostraron por un lado, la decisión
firme del pueblo pobre (explotados y excluidos) de protestar y combatir
los ajustes privatizadores promovidos desde el gobierno y su consecuente
reacción e impacto sobre los servicios y los salarios de los trabajadores,
muy a pesar de este importante dato, se trataba de una acción popular de
protesta desorganizada que si bien colocó en el centro de las
inconformidades y la crítica social a la propiedad y el acaparamiento,
también puso a prueba la cualidad represiva del estado puntofijista, que
no dudó en lanzar una feroz represión con un saldo de miles de personas
asesinadas y desaparecidas.
Este capítulo marcó precedentes y principios en la acción política del
MBR200, no se trataba pues, de unos espontáneos que derrocharían años
de conspiraciones en estas acciones que no contaron con una conducción
clara y que tampoco habían preparado a las fuerzas militares que
colocarían en jaque al naciente y recientemente electo gobierno de Carlos
Andrés Pérez, sin embargo y a pesar de su trágico desenlace, el MBR200
tomó estos sucesos y los incorporó a su narrativa política.
Ya para 1992, el presidente Pérez había dilapidado su popularidad, las
medidas de ajustes y endeudamiento armaron un bloque de enorme
rechazo social, los trabajadores de PDVSA denunciaban la ruina de la
estatal petrolera, los cuarteles rugían por respuestas ante la crisis, el
pueblo pobre se hundía en la miseria, la injusticia campeaba desde
Miraflores y esta era la condición de aquel gobierno; fue en ese momento,
y después de haberse pasado y repasado por la acción desde meses antes,
que el entonces comandante Chávez al frente de los COMACATES
conspiradores (rangos medios y bajos de la oficialidad militar donde
descansaba la dirección inmediata de las tropas y acceso a los fusiles y
medios militares) habían previsto una acción militar de carácter
estratégica para derrocar al gobierno, desmontar un eventual golpe de
generales de derecha y poner a andar un programa de gobierno de
reconstrucción nacional.
La acción militar se puso en marcha y falló, a pesar de haber tomado los
cuarteles de los estados principales, no logró retener al presidente Pérez y
por ende no logró la desobediencia de los mandos altos, ni de la
oposición política, pero tampoco logró la movilización de fuerzas
populares que en líneas generales desconfiaban de todo militar tras la
experiencia del Caracazo, fue una gran derrota militar en la capital, sin
embargo, Hugo Chávez de un genio político excepcional, habría
negociado la rendición militar de las acciones a cambio de poder
anunciarlas por televisión nacional, y allí habría obtenido la gran victoria
política de aquella intentona, haber podido comunicar eficazmente que se
trataba de un movimiento popular, de militares nacionalistas y que el
movimiento no había terminado, que había fallado “por ahora” y que
continuarían la lucha por la liberación nacional”.
Desde entonces, el comandante Chávez abriría las puertas a un proceso
de construcción política en las calles, por todo el país, en el que por un
lado consolidaría su liderazgo en las masas a través de la más enérgica
denuncia al puntofijismo, del acopio de un amplio marco de fuerzas
políticas y sociales y por otro lado lograba retar a los adversarios
haciendo uso de la intimidación ante la presencia fuerzas militares
dormidas bajo su control en los cuarteles1; esta era la combinación
perfecta, para avanzar y hacer respetar, la victoria electoral de 1998 y la
llegada a la presidencia, desde donde comenzarían las transformaciones.
Chávez fue electo presidente y enseguida optó por plantear e impulsar
efectivamente una constituyente que plantearía unas nuevas bases
políticas, legales y sociales que según él mismo, refundarían la republica
y abrirían paso al proyecto revolucionario.
Es destacable, las menciones referidas a la participación y protagonismo
popular, que el mismo Chávez revelaba años más tarde, consideraba de
una dimensión estratégica2, allí planteaba la dialéctica de los cambios que
impulsaría la revolución bolivariana, convertir a los explotados en
agentes sociales de cambio, construir una gran identidad a partir de una
ofensiva política basada en la movilización inaudita de fuerzas populares
y militares.
Chávez, el gobernante de las reformas sucesivas.
Contrario a toda comprensión idealista, inmadura y aventurera sobre la
política, resulta imprescindible destacar que Chávez no contó desde la
primera etapa de su gobierno, con las condiciones políticas,
internacionales, culturales y económicas dadas para producir una

1
. Extracto esencial sobre el pleno del MVR en 1997, realizado en Valencia, para dilucidar la táctica política
de caras a una eventual participación en las elecciones presidenciales en 1998.
2
Campaña electoral 2012- https://www.youtube.com/watch?v=ydElxltHzSE
revolución profunda, él irá construyendo como gobernante, una
dialéctica mediada entre la constante búsqueda y conquista de
condiciones políticas y económicas nacionales e internacionales en
relación directa con las medidas o reformas sucesivas de profundización
del proyecto revolucionario.
De allí a que la primera gran acción del gobierno de Chávez, una vez que
tenía los primeros síntomas de fortaleza política, militar y un marco
constitucional y legal, fue la reforma de hidrocarburos y las leyes de tierra
y de pesca, que buscaba mayor presencia del estado en el mando de
palancas económicas y de soberanía fundamentales. Esta acción, fue
respondida con un golpe militar de derecha, golpe que rápidamente fue
repelido y derrotado por las fuerzas sociales y militares de la revolución;
sin embargo, este episodio, en el que se sintió el látigo de la
contrarrevolución, abrió los cauces de una etapa de confrontación abierta
y frontal, un período entre 2002 y 2004 de agudización de contradicciones
políticas y económicas, entre por un lado los partidos de la derecha,
Fedecamaras, los grandes terratenientes, la clase media reaccionaria,
todos estos sectores bajo el mando del imperialismo y por el otro, el gran
bloque nacional y patriótico de los explotados y excluidos.
Tras superar un golpe de estado, un paro petrolero y patronal, acciones
de desestabilización callejera (las guarimbas), todas estas, partes
integrantes de la ofensiva del imperialismo, obtenían de Chávez
respuestas de suma audacia y paciencia, fue conteniendo y reteniendo al
adversario, marcándoles cada paso y fue guiando el conflicto hacia lo que
denominó “la batalla de Santa Inés”, quería presentar el comandante, que
el terreno a donde conducirían al enemigo y donde se le respondería con
mayor contundencia, era el de una resolución electoral (referéndum
revocatorio, que resultó en aprobatorio), allí podrían someter al
adversario y lograr reconocimiento internacional.
Para esta batalla, en medio de estos difíciles escenarios, la revolución
bolivariana impulsó las misiones sociales (Robinson para alfabetizar,
Barrio Adentro para lograr plena asistencia médica primaria), tales
programas en acuerdo con la republica socialista de Cuba, que en forma
solidaria envío personal, recursos médicos y materiales metodológicos y
pedagógicos, lograron rápidamente grandes avances y asistencias sociales
nunca vistas en las poblaciones excluidas y miserables del país; esta
política de las misiones contó con un dato clave, que fueron
implementadas por la participación y más decidida colaboración de las
comunidades solidarias prendidas en el mensaje de Chávez.
Eran los chavistas de las comunidades, los(as) facilitadores(as) para las
jornadas de alfabetización, eran esos hombres y mujeres quienes alojaron
en sus casas a los médicos cubanos, estas eran las misiones, actividades
que prendieron la aspiración las masas a participar en la resolución de los
grandes problemas.
La revolución bolivariana había organizado eficazmente su defensa frente
a las ofensivas de la derecha imperialista, había resistido sabiamente, no
cayendo en las provocaciones conducentes a la guerra civil, Chávez tenía
una gran vocación de poder, un gran olfato político para anticiparse y
manejar situaciones de apremio, y ese ciclo defensivo culmina con la
victoria político/electoral de 2004, ¿que había ganado la revolución
bolivariana? 1. El control y manejo soberano de PDVSA y su influencia
decisiva sobre la OPEP para subir los precios del crudo en un momento
en que EEUU desplegaba sobre el mundo árabe guerras de recolonización
y saqueo, 2. Conducción sobre el Banco Central de Venezuela, para
colocar los recursos atesorados sobre programas de asistencia social como
las misiones y reformas políticas, 3. El reconocimiento e impacto sobre la
comunidad internacional, tanto por la diplomacia de derecha, como sobre
las masas y dirigencias populares latinoamericanas que en corto tiempo
se lanzarían a revoluciones democráticas en casi todo el continente, 4. La
conquista de tierras ociosas por el estado, para el otorgamiento a
poblaciones campesinas fue una gran condición para una reforma agraria
profunda. 5. La de mayor importancia, haber puesto en escena y
movilización al sujeto de los cambios, a los comuneros, a los campesinos
sin tierras y a la clase trabajadora.
Con estas importantes victorias, Chávez se preparaba para el siguiente
paso, la transformación cualitativa de la sociedad, la construcción del
socialismo, para el cual necesitaba un partido unido que pudiese preparar
una nueva subjetividad revolucionaria y desplegarse ordenadamente
sobre el territorio desarrollando la economía socialista y el poder popular,
a partir de la cual, la revolución retoma y se plantea la iniciativa política.
Los Motores de la ofensiva socialista
Chávez tras no lograr traducir en las cooperativas un movimiento
socializador y desarrollador de la producción, y tras vencer en las
elecciones presidenciales de 2006 bajo la propuesta “si votas por Chávez,
votas por el socialismo” se propondría y lanzaría en el lapso de un año,
los cinco motores para arrancar la construcción del socialismo, #Motor 1-
Ley habilitante, en el que el ejecutivo se propondría hacer leyes para
abrir terrenos al avance económico de la revolución bolivariana en el
campo agrícola, comercial, productivo industrial, artesanal etc. #Motor 2-
Reforma Constitucional, para ajustar la constitución a los cambios
democráticos y socialistas que se pretendieron #Motor 3- Moral y Luces,
para impulsar la formación de una nueva subjetividad que impacte en las
grandes transformaciones económicas y culturales #Motor 4- Nueva
Geometría del Poder, para el reordenamiento socialista de la geo-
economía política del país, #Motor 5- Explosión del Poder Popular. Para
expandir la democracia revolucionaria, el crecimiento y asociación de los
consejos comunales.
Todos estos motores no contaron con un partido revolucionario que los
condujera, que tradujera en las masas el espíritu de las grandes líneas de
Chávez, los ministros y la burocracia regresiva tomarían la batuta, el
motor Moral y Luces fue cooptado por el ministerio de Educación, y la
Explosión del Poder Popular por el ministerio de Participación, la nueva
geometría del Poder por el ministerio de planificación, la ley habilitante
por la vicepresidencia y la reforma constitucional por la reformista
Asamblea Nacional; todas estas instancias detuvieron los cambios,
desordenaron las líneas revolucionarias iniciales, y en su lugar colocaron
piedras y frenos, a la propuesta de reforma de Chávez, colocaron una
gran cantidad de reformas secundarias que taparían el espíritu de la
misma, y fue así como en esa elección para impulsar cambios profundos a
la constitución nacional en el 2007, se obtiene la primera y más
importante derrota del proceso.
Esta derrota electoral de 2007 se combinó con acciones de contraofensiva
del imperialismo en la región, y significaron los límites subjetivos del
avance de los progresismos. A partir de allí, comienza a nuestro juicio
una búsqueda por parte del comandante Chávez por dilucidar y
proponer nuevos caminos para construir el socialismo; leyó con atención
al filosofo húngaro Itsvan Meszaros, y con estas lecturas concluiría que el
avance socialista no podía ser producto de decretos de la vanguardia por
más clara y pura que esta sea, la revolución tendrá que ser esencialmente
democrática, participativa, comunal y buscará unas nuevas formas de
gestión de la producción por los productores asociados y de la política
por el poder popular.

El Pensamiento revolucionario de Chávez

Hoy por hoy, ciertos factores políticos reformistas y socialdemócratas,


con influencia en el gobierno bolivariano y por ende en el conjunto de
fuerzas que determinan las grandes decisiones, se han lanzado a una
ofensiva tendiente a “oficializar” las ideas de lo que llaman “el legado”,
esta es, en términos gramscianos, una revolución pasiva, es decir, intentar
ocultar, banalizar y escindir la posturas comprometedoras y
revolucionarias incorporadas en la política general del proceso
bolivariano para torpedear las bases subjetivas y motivacionales de
eventuales cambios profundos que se preparan con la crisis del
capitalismo.

Para esta empresa, tales factores políticos de la pequeña burguesía


institucional, buscan escindir la imagen/recuerdo de Chávez de las
propuestas transformadoras, para así dividir/oponer a la apuesta por la
revolución socialista (insurgencia del trabajo contra el capital) como un
impulso ajeno al bloque de sujetos históricos (Poder Popular), de esta
manera, los actores de esta revolución pasiva, con el trofeo de oficializar
“el legado” desautorizarían en nombre de Ch{vez a toda aquella
movilización que vaya más allá del capital; es por ello que han masificado
una diversidad de declaraciones, videos y textos con el fin de castrar el
carácter revolucionario del pensamiento de Hugo Chávez, muestran
como el centro de sus aportes, valores como la preservación del mando, la
lealtad autoritaria irracional y sin contenidos, la gobernanza como fin, y
que sólo estos deben tomarse en cuenta para enfrentar contradicciones
presentes, pasando por alto que, el pensamiento del camarada Chávez
estuvo en permanente desarrollo, o como lo planteara Amílcar Figueroa3 :
estuvo en una “permanente búsqueda creadora” y que logró superar todo
residuo de chovinismo, de la tercera vía y de la armonía entre las clases
que estaban presentes a la hora de la redacción del libro azul, al inicio de
su construcción política, por colocar un ejemplo.

Por el contrario, Su método de análisis partía por deslindar con todo


dogmatismo (pensamiento estático) de todo calco y copia, y alertó de que
no se puede comprender la realidad de manera lineal o con
esquematismos, al respecto expresaba: “No se puede separar lo social de
lo económico, siempre pongo el ejemplo del agua, H2O, hidrógeno y
oxígeno, lo económico y lo social” , de allí a que la propuesta de la
Comuna como negación al orden del capital, asumiera las dimensiones de
transformación de la economía, la Política y la Cultura.

Chávez partía de una profunda visión de la totalidad y su crítica a la


ideología de la fragmentación estuvo presente: “¿Saben contra qué hay
que luchar aquí? Hablando de teoría, contra la llamada visión cartesiana
del mundo: dividir la realidad en partes para poder entenderla. Pero la
realidad es una sola”, y continuaba “Esa llamada especialización, esa
división del trabajo conduce a la nada (<) hay que mirar la realidad
completa, y asumirla como un todo”.

En síntesis, el pensamiento de Hugo Chávez fue esencialmente


revolucionario, claro está que las situaciones y las distintas correlaciones
de fuerzas políticas contextualizaron sus planteamientos, su búsqueda y
las decisiones que adoptó en todo momento para sostener la palanca de
mando de la unidad antiimperialista y de contención de las fuerzas

3
Libro: “Hugo Ch{vez y la permanente búsqueda creadora. Amilcar
Figueroa, Editorial Trincheras. 2014.
regresivas de la derecha (el estado), pero seguro al asumir los postulados
de Itsvan Meszaros tendría visualizado: para avanzar hacia el socialismo,
la palanca que hay que sostener no es el estado (que puede ser derrotado
bajo circunstancias desfavorables) sino superar la postura defensiva del
trabajo respecto al capital, se trata de un nuevo poder, del Poder Popular
y parte de estas ideas se hicieron muy presentes en los discursos del 20 de
octubre de 2012 y de su despedida en Diciembre de ese mismo año.

¿Cuál socialismo?

En las diferentes intervenciones trazadas por el camarada presidente


destacamos los siguientes aspectos de la propuesta socialista:

1. Parte de la hegemonía del Poder Popular que debe avanzar para


superar y pulverizar las trabas de dominación de la sociedad burguesa (el
estado, el mercado y el capital).

2. Su avance, es profundamente democrático, de una nueva democracia


participativa y protagónica, donde los sujetos del cambio son los que
deciden: “Es el pueblo el que decide; es la comunidad la que decide; no
somos nosotros, no es Chávez el que va a decidir. Chávez puede opinar,
como cualquiera, pero son ustedes los que deciden, es el poder popular,
es la democracia directa, a través de las asambleas populares, a través de
la participación, el protagonismo popular (<) “Sin la participación de
fuerzas locales, sin una organización desde abajo, de los campesinos y de
los trabajadores por ellos mismos, es imposible el construir una nueva
vida”.

3. Constituir un nuevo modelo económico en el que se Injerte la


propiedad social en distintas combinaciones, la economía comunal, al
respeto proponía: “Tenemos que asociarnos con los pequeños
productores, pero tenemos que injertar la propiedad social, el espíritu
socialista, a lo largo de toda la cadena, desde el trabajo de la tierra, donde
se produce el mango, la guayaba, la fresa, hasta el sistema de distribución
y consumo de los productores que de ahí salen”. En su exposición sobre
los cinco frentes para la construcción del socialismo definió: “Ahora, lo
económico yo lo resumiría de esta manera: la propiedad de los medios de
producción en manos de la comuna; propiedad social en distintas
combinaciones. Y eso tiene que ver con la creación de un nuevo modelo
económico en la comuna: el modelo económico socialista, que tiene que
partir desde la actividad primaria, desde la producción de materia prima
o, en su defecto, desde la producción, porque en la comuna no se
produce, quiz{s, la madera, por ejemplo”.

4. Propone el trabajo liberador con significado y la autogestión contra la


división jerarquizante del trabajo.

5. El pueblo es el objetivo, el cambio cultural es el objetivo; Chávez en su


comprensión del aporte de Alfredo Maneiro precisó en el golpe de timón,
que las obras y las políticas de gobierno son instrumentos pero el objetivo
es la transformación cultural de los sujetos del cambio, es la activación de
la participación en las decisiones fundamentales, es la apropiación y
desarrollo de la política.

La Transición al socialismo

Chávez en el plan de la patria alertaba sobre el elemento central del


movimiento de la transición, al respecto expresó: “acelerar la transición
pasa necesariamente por, valga la redundancia, acelerar el proceso de
restitución del poder al pueblo. El vivo, efectivo y pleno ejercicio del
poder popular protagónico es insustituible condición de posibilidad para
el socialismo bolivariano del siglo XXI. Por eso mismo, es la base
fundamental y el vértice principal del Proyecto Nacional Simón Bolívar”.
“Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular
capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación
que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva
socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad
corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de
planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por
pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos,
la que aún se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle
continuidad a la invención de nuevas formas de gestión política”.

Y posteriormente en su discurso ante el consejo de ministros denominado


El Golpe de Timón señaló: “El patrón de medición -dice Mészáros- de los
logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas
contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada
de un modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión
general”.

La forma concreta del movimiento de la transición podríamos resumirla


en:
1. Transferencia o conquista de competencias de las viejas instituciones
por el Poder Popular, este es el movimiento de pulverización del estado
burgués (instituciones de funcionarios representantes que hacen valer la
supremacía de la riqueza sobre la mayoría trabajadora) por el poder
popular (nuevas relaciones de gestión de la política, la economía y la
cultura por parte de las mayorías trabajadoras); tal movimiento por más
que exista la ley de gestión de competencias al poder popular no será ni
automático, ni lineal, ni burocrático, debe ser un proceso complejo de
desarrollo de la organización y luchas de nuevas instancias del poder
popular no controladas por el estado, es decir no subordinadas a ningún
otro poder, que conquiste las competencias gruesas para erigirse el
bloque proletario como dominante.

2. Desarrollo de los implantes para una ruptura radical, para ello, el


presidente Chávez (en el aló teórico 5) habló de la necesidad de los
implantes socialistas sobre las ruinas (contradicciones) de la vieja
sociedad; al respecto citaba el ejemplo puesto por Itsvan Meszaros en una
cita de Goehte: “En Frankfurt como en la mayoría de las viejas ciudades,
la practica ha sido ganar espacios en los edificios de madera, haciendo
que no solamente el primer piso, sino los superiores se proyecten sobre la
calle. Finalmente se aprobó una ley que sólo permitía proyectar el primer
piso de una casa nueva por sobre la planta baja, mientras los pisos
superiores deberían mantenerse dentro de los límites de la planta baja. A
fin de evitar que se perdiera el espacio en proyección del segundo piso,
mi padre le buscó la vuelta a esa ley, como lo habían hecho otros antes
que él, apuntalando las partes superiores de la casa, sacando afuera piso
tras otro de abajo hacia arriba, como si estuviera injertando la nueva
estructura”; de ese ejemplo, se extrae que con una mediación de los
núcleos revolucionarios socialistas, la organización comunal y consejista
en pleno desarrollo puede desarrollar implantes socialistas e ir
asociándose progresivamente hasta quebrar el dominio del capital sobre
los pueblos.

Estas son las tareas centrales de la ofensiva chavista de la construcción del


socialismo: ampliar, desarrollar, asociar y multiplicar la acción
revolucionaria del pueblo trabajador contra el capital, superando épocas
de confusiones a las que los factores burgueses, reformistas y
socialdemocratas inducen en la defensa de sus privilegios.

Chávez: el individuo en la historia


Este escrito, atiende a las consideraciones críticas que formuló Plejanov4
respecto a que no se puede explicar la historia a partir de la voluntad y el
papel de los individuos, sin embargo tampoco podemos obviar el papel
de los mismos, los individuos, explicaba el filosofo ruso, pueden influir
en los destinos de la sociedad; tal influencia está determinada por la
organización de la sociedad, por la correlación de fuerzas que en ella
actúan.
Colocamos especial atención en presentar a Hugo Chávez como el
dirigente, iniciador e influenciador de un grandioso movimiento
político/social que emergió como producto histórico, es decir, en el marco
de las contradicciones generadas por las relaciones sociales de producción
y de poder capitalistas que se presentaron en Latinoamérica y
particularmente en Venezuela en la década de los noventa; la presencia,
desarrollo y gestión de la crisis por las mediaciones del mercado
internacional que condujeron en la década de los noventa a la más brutal
caída de los precios del petróleo, a las mediaciones políticas de los

4
Jorge Plejanov, El Papel del Individuo en la historia, 1898.
gobiernos del pacto de punto fijo, en el que las prioridades no eran los
trabajadores, no eran los excluidos sino los monopolios transnacionales y
de las orientaciones tendientes a las políticas de austeridad y recetas
privatizadoras del Fondo Monetario internacional.
Coincidimos entonces con Plejanov, que Ch{vez era un “gran Hombre”,
“Un gran hombre lo es, no porque sus particularidades individuales
impriman una fisionomía individual a los grandes acontecimientos
históricos, sino porque está dotado de particularidades que le convierten en
el individuo más capaz de servir a las grandes necesidades sociales de su
época”.

(1) Libro: “Hugo Ch{vez y la permanente búsqueda creadora. Editorial


Trincheras. 2014.
(2) Discurso ante el consejo de Ministro- Golpe de Timón. 20 de Octubre
de 2012.

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