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Preparatoria Abierta

Material de apoyo didáctico:

(33) Textos Literarios


II

“ACTUALIZACIÓN”
Tercer Semestre

Consideraciones para uso:

- El material didáctico sólo es un referente para la mejor comprensión de


los libros de texto y alcanzar los objetivos planteados
- Está basado en los libros de texto y programas de estudio que
comprende el Plan Tradicional de Preparatoria Abierta

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MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

TEXTOS LITERARIOS II

EL CLASICISMO Y SUS RASGOS FUNDAMENTALES

Clasicismo

Las literaturas clásicas por excelencia son la griega y la latina, consideradas las más
completas y perfectas, por lo tanto, modelos de las demás literaturas.
Clásicos: son los autores que escribieron de acuerdo con las tendencias deducidas de los
autores grecolatinos, ya imitándolos o inspirándose en ellos, o apoyándose en concepciones
a las que supuestamente se habían sujetado a los antiguos.

Una característica del clasicismo es la búsqueda de la perfección formal.


Lo clásico se opone a lo romántico.
Como una reacción al clasicismo, aparece el romanticismo, que es libertad y sentimiento.
También lo clásico se contrapone a lo moderno. Rubén Darío es llamado el clásico del
movimiento; y Amado Nervo del romanticismo.

PANORAMA HISTÓRICO LITERARIO

Desde el siglo XVII en adelante hay necesidades de prescindir de la literatura cronológica,


cuyos movimientos se pueden considerar simultáneos en todas las lenguas. De allí la
conveniencia de que estos panoramas históricos se hayan organizado por países y luego por
autores.

Preclasicismo francés:
Aunque el renacimiento literario es en Francia más tardío que en los demás países latinos,
es en cambio, más intenso y perdurable que en ellos especialmente en el siglo XVII, cuyo
final produce una espléndida edad de oro.

La novela:
El escritor más original fue Francisco Rabiláis, quien relató las aventuras del gigante
“Gargatua” y las de su hijo “Pantagruel”, con sencillez, pero con gran percepción de lo
cómico, burlesco y satírico, en un lenguaje a veces burdo y popular, pero lleno de vida.

Nace el ensayo:
Miguel de Montaigne (1533-1592) hombre de solida instrucción y espíritu crítico, gusto de
comparar las opiniones propias de las ajenas, a fin de juzgar mejor las cosas, sus
meditaciones dieron origen a sus ensayos, nombre con el que bautizó al género, escritos en
tono sencillo, claro y con espíritu moderno de escepticismo y discreción.

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El siglo de oro francés:
Lo inicia el autor de tragedias Pedro Corneille (1606-1682, contemporáneo de Calderón de
la Barca) que en el “Cid “, universalizó, antes que el “Poema”, la figura del héroe castellano,
otras de sus tragedias fueron “Horacio”, “Cina”, “Polyeucto”, “El Mentiroso”, inspirado en
“La verdad sospechosa” del mexicano Ruiz de Alarcón.

Juan Racine (1639-99) lleva a la perfección la tragedia y cala más hondo en el análisis de los
personajes, principalmente los femeninos.

Poesía:
Este fue un periodo de esterilidad lírica, que se prolongó hasta el siglo XIX, debido a la
mentalidad racionalista de la cultura. La única figura digna de mencionar es Juan de la
Fontaine (1621-1695).

La preceptiva:
Todas las reglas a las que se debería someter la literatura, las condicionó Nicolás Boileau
como conclusiones de lo hecho por lo clásicos.

Prosa:
Descartes (1596-1650) y Pascal (1623-1662), influyeron sobre las concepciones artísticas y
morales de la época. Felenón (1651-1715) escribió la obra educativa “Telémaco”.

RASGOS FUNDAMENTALES DEL CLASICISMO:


La razón:
La razón se irguió como juez supremo de la verdad y en parte, de la moral y la creación
literaria. Sus “Pasiones del alma”. En 1640 proclaman que la razón y la voluntad deben
gobernar los instintos y que el amor es un impulso hacia la perfección siempre que la razón
haya determinado que si bien vale la pena de ser amado.

Las reglas:
Cuyo cumplimiento se creía que dependía la calidad y belleza de la obra.

Boileau (1634-1711) demuestra que, para que un poema sea bueno es preferible que no
sea tan relamido (prefiere lo natural). Reafirma que las normas del buen sentido son la
claridad el orden y la soberanía.

Moralidad:
La moral está más bien en el artista en su veracidad, en su honestidad, por sobre las sórdidas
consideraciones de lucro y la satisfacción de las bajezas de cierto público. La bondad de la
obra no está, pues, en ver si las costumbres son o no virtuosas, semejantes, congruentes a
la de los personajes que se introducen.

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CARACTERÍSTICAS DEL TEATRO CLÁSICO FRANCÉS

 Se fundamenta en la imitación de los antiguos clásicos


 Escrita en versos alejandrinos
 Temas amplios, no cotidianos sino elevados
 Asuntos mitológicos o históricos lejanos que exaltan el temor, la piedad y la
admiración
 Verosimilitud, tendencia a la desmitificación
 Estructurada en tres unidades clásicas
 Estilo nítido
 Creación de tipos de comedia
 Pedro Corneille: fue un representante del teatro clásico francés
 La verosimilitud de las situaciones que aborda.

La tragedia: (Características)
 El tema deber ser elevado y ajeno a las preocupaciones diarias
 Es una obra en versos alejandrinos (14 sílabas) en cinco actos
 Verosimilitud, tendencia a la desmitificación

La tragedia de Juan Racine:


Obras: Británico, Andrómaca, Berenice, Mitridates: de tema histórico antiguo; Bayaceto:
inspirada en hechos casi contemporáneas del autor. Fedra: análisis de una pasión violenta.

La comedia:
Conservó, en líneas generales, la estructura de la tragedia, con la acepción de lo patético,
los grandes personajes, el estilo noble y todo lo que aquí se deriva.

Máximo exponente será Moliere con sus obras “El Avaro”, “Anfitrión” y “Las Preciosas
Ridículas”.

LA LÍRICA Y LA PROSA CLÁSICA FRANCESA

La lírica clasicista francesa:


Está hecha para la emoción y a veces para la reflexión. Los clásicos la utilizaron para la
pedagogía.

Lafontaine:
El que mejor representa la poesía de la época quien cultivó todos los géneros, pero
principalmente la didáctica, es decir, imitó e inventó fábulas: pequeñas narraciones ficticias
y sencillas, de las que se obtiene una lección, de ética filosófica, artística o práctica.

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La novela:
En Francia se originó el género, se precisó su técnica, su estructura, se le infundieron valores
descriptivos, psicológicos. Aunque hubo un paréntesis en los siglos del XVI al XVIII en que
Francia dejó de tener primacía en la novela, superada por Italia y principalmente por
España.

El ensayo: la ilustración
Es cuando se empieza a gestar el grito de “libertad, igualdad, fraternidad” y el racionalismo
llega a caer en el ateísmo.

NEOCLASICISMO
Panorama literario

Al siglo XVIII se le ha denominado neoclásico, por ser tributario, en parte, del anterior, pero
se le ha colgado el rubro de estéril en el ámbito de la Literatura. En esta época crítica
aparecieron hombres que salvaron la literatura como, Carlos de Secondant, Barón de
Montesquieu, en 1694 nace el corifeo del filosofismo: Francisco María Arouet, más
conocido por Voltaire, hombre de vida inquieta y espíritu burlón y satírico por naturaleza.
Sus ideas se pueden reducir a la libertad moral y política, su estilo es la misma transparencia
y se adopta a todos los géneros.

Siglo de las Luces: (siglo XVIII)

En Francia se caracterizó por el predominio de controversias y críticas

AUTOR OBRA O IDEOLOGÌA

Carlos Secondant o Barón de Montesquieu Cartas Persas

Francisco María Arouet (Voltaire) Sistema de Libertad Moral y política

Juan Jacobo Rousseau Emilio, La nueva Eloísa, Contrato


Social, Discurso sobre las artes y las
ciencias

Características del neoclasicismo


Se le ha denominado así, por ser una prolongación del anterior, por el signo del clasicismo
francés, en general las características del neoclasicismo son las mismas del francés:
predominio de la razón sobre el sentimiento, de la disciplina sobre la creadora, de la norma
general sobre la tendencia individualista, estricta separación de géneros y subgéneros; es
decir no se mezclaba lo cómico con lo trágico, ni el verso con la prosa.

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LA NOVELA INGLESA.

AUTOR OBRA
Daniel de Foe Robinson Crusoe (carácter histórico)
Jonatán Swift Viajes de Gulliver (carácter fantástico)
Samuel Richardson Clarisa Harlowe, Pamela, Sir Carlos Grandison

De Foe y Swift
Los más leídos:
Poesía con tendencia didáctica y descriptiva

La Selva de Windsor
Alejandro Pope El Hurto del Rizo
Ensayos de Crítica sobre el Hombre

NEOCLASICISMO Y CLASICISMO ALEMÁN

Neoclasismo en México
México aporta figuras del tamaño de Juan Ruiz de Alarcón y Sor Juana Inés de la cruz.
Fragmento poético del neoclásico:

Conócete a ti mismo
y con prudencia cauta,
desde el mal que te sobra
pasará a la dicha que te falta.

Los clásicos en Alemania:

Federico Schiller (1759.1805), corazón generoso y naturaleza ardiente aquietada por la


comprensión de la belleza griega y la amistad por Goethe en Weimar escribió historia
estética, poesías y dramas. Su actitud frente a los poderes comercial, eclesiástico y político
es de censura, en Alemania creó la tragedia política.

El neoclasicismo español:

Leandro Fernández de Moratín, sus comedias se caracterizan por:


 Su carácter inflexible, tanto que se deja llevar por la rigidez de las normas,
consideradas como fuente de perfección artísticas
 Plasma las preocupaciones de la época, como el arte y la elección matrimonial
 Lo humano de sus personajes, sin llegar a crear ningún carácter
 La sátira social

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El humanismo en México:

Ser humanista era ser un hombre integral; el sabio, el filósofo, el naturalista manejaban con
igual maestría su especialidad, la literatura hasta el siglo XIX que se independizó como
ciencia.
Características:
 El conocimiento de la lengua y literatura griega y latina, como fundamento de su
cultura
 La exaltación de las culturas prehispánicas, llegando al extremo de justificar los
sacrificios humanos
 La condenación de la esclavitud, tanto indígena como negra
 La vinculación al pueblo del origen de la autoridad político, es decir que el poder
dimana (proviene) de la naturaleza social del hombre

Características de ensayos de esta época:


 En la revisión de los problemas
 En la universalidad de los temas, ninguno de ellos les era ajeno
 En la libertad con los que eran tratados estos temas

Clasicismo Alemán:
Hacia 1770, la ilustración alemana entró en crisis y se engendró un sentido de entrega
apasionada al instinto ciego; que afecto a la literatura y a la moral, sintiéndose maestros y
profetas de la juventud alemana, se construyeron los defensores de la libertad, e iniciadores
de una nueva estética, helenística y romántica, en el acto creador combinaban el corazón y
el entendimiento, su pensar, querer y sentir, fundan su literatura en conceptos, logran dar
unidad a las ideas morales y estéticas con la acción. El representante de esta lírica
conceptual es Jorge Federico Schiller.

CLASICISMO ALEMÁN

Clasicismo alemán (romanticismo)


Goethe:
La obra más importante escrita por Goethe es “Fausto”, podríamos decir que el tema de la
obra responde a una necesidad de dibujar al hombre en su problemática existencial: el
deseo por juzgar y juzgarse a sí mismo en lo más profundos de su ser.

EL ROMANTICISMO
Se sitúa en términos generales en la primera mitad del siglo XIX, fue una revolución, un
fenómeno en todos los campos del saber humano, filosófico, literario y social, no puede
definirse como una intencionalidad normativa, pero es fácil identificarlo, por sus formas de
comportamiento, la sinceridad de su expresión lo lleva a establecer como una de sus
principales características, el apasionamiento, el culto al “yo”, el “yo como medida”. Exalto
la libertad absoluta en la expresión y lucho contra todo lo que fuera a seguir reglas y pautas
trazadas de ante mano.
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Tonalidades del romanticismo:
El romanticismo presenta dos tonalidades bien definidas, por un lado, existe un
romanticismo amante de la Edad Media y el Renacimiento con una nota de cristianismo, en
el fondo como reacción contra el Clasicismo pagano de la corriente anterior.
La otra se dirige hacia el individuo y su subjetividad, es un Romanticismo que ha roto con
todas las normas y se encuentra enorme ante un mundo que no le satisface y del que
pretende huir por la puerta falsa del suicidio.

Rasgos esenciales del romanticismo:


La lírica: la mayoría de los rasgos serán dados a base de poesía, con lo que simultáneamente
quedara ejemplificada la lírica.
 Individualismo: el poeta habla en primera persona, quiere comunicar sus
experiencias, sus sentimientos, deseos, expresándolo libremente
 Sentimentalismo, tristeza y melancolía
 Identificación con el paisaje: preferían los paisajes solitarios que para los poetas
significaban la evasión de la ciudad
 Lo sepulcral: sus sentimientos son enfermizos (soledad, pesimismo), solo en la
soledad cerca de los cementerios su melancolía encuentra paz
 La mujer: la consideran como una figura etérea (intangible o poco definida).
Constituye el centro de todos sus pensamientos, el mundo de sus sueños. Es el
período en el cual más veces se ha llamado a la mujer “ángel”
 Exotismo: se entiende como el interés que suscitan los países extranjeros tanto
europeos como orientales por visitar lugares desconocidos, lo que llevo a muchos
románticos a salir de sus patrias
 La edad media como modelo: la complacencia de lo romántico en esta época
histórica se centra en edición, fortificaciones, costumbres, instituciones y poesía
 Poesía narrativa: como una de las características del romanticismo fue el buscar la
propia identidad de la patria, los asuntos de la poesía narrativa van desde lo
maravilloso y fantástico hasta lo histórico nacional

LA NARRATIVA ROMÁNTICA

La novela del romanticismo es una prolongación de la del siglo anterior. No era uno de los
géneros más apropiados para renovarse, porque tiene como característica principal la
objetividad.
-Narrativa en el romanticismo
Novela autobiográfica y epistolar:
 La novela autobiográfica fue uno de los tipos más utilizados en la narrativa
romántica tiene un tono de intimidad por estar contada en primera persona,
protesta contra la sociedad y la moral social. Tiende a reivindicar (pretender) los
derechos del corazón como única regla. El culto al individuo y a la pasión se une
frecuentemente al de la naturaleza

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 La novela epistolar fue cultivada durante el romanticismo, está escrita en forma
de cartas y esto da oportunidad a los protagonistas de expresar sus sentimientos

Otros ejemplos de novela de la narrativa romántica son:


 Novela de tesis: da a conocer o sostiene una tesis filosófica, moral o social.

 Novela de evasión: se encuentran pasiones y costumbres extrañas y algunas veces


la evasión es hacia Grecia o hacia Italia.

 Novela de aventuras: se funde con la romántica en ese deseo de evadirse del mundo
en que se vive.

Novela gótica o de misterio:


La novela gótica fue la más escrita en el romanticismo, presenta características de lo
sobrenatural y misterioso rayando en el terror.

Novela histórica: el gusto por la recreación de tiempos pasados, sobre todo en la edad
media, la presentación del color local, las descripciones de escenas al aire libre, los
panoramas pintorescos, los tipos originales sobre todo descripción de pasiones
desmesuradas.

Cuento: predomina la fantasía, se ve en temas y estilos


 Cuentos populares y legendarios
 Cuentos fantásticos
 Cuentos de terror

La narrativa romántica:
La narrativa y sobre todo la novela, por su carácter emotivo, recibe menos influencia del
romanticismo que de la lírica o el teatro, sin embargo, el estilo de esta época es apasionado
y las exclamaciones describen el estado anímico de los personajes, es costumbrista, localista
y nacional.

TEATRO ROMÁNTICO. REALISMO Y NATURALISMO


Teatro romántico:
Los temas tratados incluyen siempre el honor, el amor, la libertad y todos aquellos muy
cercanos al sentir popular.

REALISMO
El realismo representó una nueva sensibilidad con respecto al mundo. Realismo significa
ver la realidad tal y como es y cómo se presenta en él, no hay adivinación, fantasía ni
evocación. Forma de contemplar la realidad, da la pauta y norma para diferenciar el
romanticismo del realismo.

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Tipos de realismo:

 Realismo objetivo: busca captar la realidad y describe su percepción de ésta.


 Realismo psicológico: analiza las emociones, ideas y sentimientos de un sujeto.
Tratando de descubrir sus pensamientos, deseos y los móviles de su acción.
 Documentación de la realidad: los escritores recogían de la vida que les rodeaba
todo lo que creían que iba a servirles como materia prima ya bien noticias,
anécdotas, chistes; eran testigos de lo que sucedía en el mundo.
 Aspectos crudos: la frontera de la estética que delimita lo que es bello y lo que es
feo, es muy especial; lo feo era solo un elemento contrastante, con relación a lo
bello.
 Retrato: cuando la descripción objetiva se refiere especialmente al aspecto exterior
de una persona o de un animal, se le da el nombre de prosopografía. Si la descripción
solo enumera cualidades, carácter o costumbres de una persona se llama etopeya.
 El paisaje en el realismo: recoge todo, lo bello y lo feo, lo armonioso y lo grande, lo
monstruoso y lo pequeño no hace distinciones como el romántico.
 Novela del realismo: fue uno de los medios que más se utilizaron, los grandes
novelistas de esta época preocupados por los problemas sociales de sus países,
descubrieron y publicaron las lacras de una sociedad corrompida.

NATURALISMO

La novela del naturalismo:


El novelista del naturalismo pretende hacer lo mismo con sus personajes: los coloca en
diversos ambientes para ver sus reacciones entre su medio y otras personas en la novela se
trabajó con seres humanos, que escapan de toda hipótesis. La novela es ante todo ficción y
la realidad que presenta en apariencia es apariencia de verdad.

Características de la novela naturalista:


Protesta contra la tiranía académica, abolición de las reglas clásicas y su minuciosidad
descriptiva. Su lenguaje era populachero y con estilo descuidado.

La diferencia fundamental entre el Realismo y Naturalismo es que el naturalismo destaca


los aspectos más sórdidos de la vida. Mientras que el realismo capta la realidad tal y como
la ve. El escritor naturalista trata la realidad de manera tendenciosa a fin de subrayar la
abyección (motivo o razón).

TEATRO EUROPEO DE FINALES DEL SIGLO XX

El teatro europeo de esta época se abre en cuatro direcciones: neorromántico, realismo


poético, de ideas y de humorismo.

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Teatro neorromántico:
El realismo y el naturalismo son cultivados en el teatro y Henry Becque es el mejor
representante, en los últimos años del siglo surgen el teatro llamado “Theatre d’ Art” que
enraizado en el simbolismo hace frente al naturalismo, el belga Maeterlinck es el principal
autor.

El público no aceptó inmediatamente este tipo de teatro donde simbolismo y fantasía se


daban de la mano, así surge Edmond Rostand que, volviendo a la forma teatral del
romanticismo y la obras de capa y espada, tiene un éxito rotundo con su “Cyrano de
Bergerac”.

Teatro del realismo poético:


Fue cultivado en Rusia durante el siglo XIX. La importancia de sus obras estriba en que
superaron tocar la cuerda de la emoción en el alma rusa, el descubrimiento de la emoción
del vivir, hizo que el teatro ruso saltara a la vanguardia en el teatro contemporáneo. El de
Anton Chejov se caracteriza por ser un teatro de costumbres. Entre sus obras sobresalen:
“El Jardín de los Cerezos” y la “Gaviota”. El Teatro poético se caracteriza por la penetración
psicológica de los personajes.

Teatro de ideas:
El teatro reavivo fines y objetivos, sacando mayor partido de las ideas, provino de los países
nórdicos, Dinamarca, Suecia y Noruega a través de los grandes dramaturgos, Enrique Ibsen
contribuyó a formar el teatro moderno de ideas.
Ibsen fue un autor que combinaba la búsqueda incesante y el propósito de renovación, con
él principia el drama moderno, sobresalen sus obras: “Espectros” y “El Pato Salvaje".

Teatro humorístico:
Con George Bernard Shaw el teatro inglés salta hasta el siglo XX, continuador del teatro de
idea de Ibsen, conjuntó a éste el ingenio, analiza a sus personajes buscando la verdadera
fisonomía de éstos, los problemas sociales que expone unidos al tono chispeante y
paradójico le hicieron uno de los dramaturgos más importantes de nuestro siglo.
El gran Oscar Wilde con su manejo de lenguaje, paradojas, juegos de ingenio, gracia, sátira
e ironía, va a ofrecer al público inglés una comedia de gran figura. Entre sus obras se
encuentra “El Abanico de Lady Windermere “, “La Importancia de llamarse Ernesto”.

ENTRE DOS SIGLOS


Lírica postromántica
Durante la segunda mitad del siglo XIX el subjetivismo lírico persiste en algunos autores,
otros por el contrario como los parnasianos buscan una poesía impersonal y objetiva, como
reacción al sentimiento del romanticismo, la poesía se muestra ansiosa de perfección en la
forma y en el fondo, en algunos casos se busca la impresión, la alusión o evocación; otras
veces, como el esteticismo, considera bello lo que origina placer a los sentidos, lo que
induce al goce estético.

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CARACTERÍSTICAS DE LA LÍRICA POST-ROMÁNTICA

El parnasianismo:
Corriente literaria que reaccionó contra el realismo y el naturalismos literarios, se desarrolló
en Francia hacia 1886, agrupó a varios poetas que escribieron bajo el título de “El Parnesse
Contemporain”, los poetas parnasianos fueron los que decidieron quitar de la poesía los
temas patéticos, reaccionar contra el subjetivismo y la emoción poética, los poetas se
fijaron como ideal, “el arte por el arte” y despojaron a la poesía de todo lo subjetivo,
dándole mayor importancia al elemento formal y a la belleza plástica.

El simbolismo:
Como una reacción contra el Parnasianismo y el Naturalismo, el Simbolismo atacó la
perfección formalista de los parnasianos, surgieron las cosas antes de explicarlas o
describirlas, fue su meta.
El simbolismo poético usó sugerencias de colores, sonidos e imágenes, persigue la música
de las palabras, rompe con el verso formal y la métrica tradicional.

El simbolismo presentó una revolución poética, no solo atacó la forma, sino la temática, el
gusto por escribir sobre asuntos extraños hizo que en sus principios a estos poetas se les
llamara “decadentes”, tomaron como temas además del dolor y la soledad, el lujo, el
pecado, la confesión de sus culpas y lo satánico, por ello se les llamó “poetas malditos”.

Modernismo:
Es una corriente literaria que aparece a fines del siglo XIX, sus características más usadas
son la libertad de expresión, unida a un afán preciosista de perfección de la forma y una
ansia de singularización, los temas tienden a hacerse simbólicos emparentando con
corrientes francesas, como el Parnasianismo y el Simbolismo, el Modernismo fue la primera
contribución de Hispanoamérica a la literatura universal.
Su iniciador fue el Nicaragüenses Rubén Darío quien en una de sus obras explicó las
características del movimiento. Una de sus principales contribuciones está en el campo de
la metáfora donde sus aciertos son innegables.

GENERACIÓN DEL 98
Dos años antes de finalizar el siglo XIX florece en España una generación de grandes
escritores que reacciona contra el realismo, positivismo y la moral burguesa. Pertenecen a
esta generación Miguel de Unamuno, Antonio Machado.
Características:
 Su formación es autodidacta
 Muestran un espíritu de rebeldía con la generación precedente
 Se preocupan por España y sus problemas
 Buscan en la cultura europea la solución a problemas nacionales
 Tiene un hondo pesimismo
 Exaltan el paisaje de Castilla
 Buscan la renovación estilística mediante la sencillez y la frase viva y expresiva
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LA NOVELA PROUSTIANA
Marcel Proust prosista de estilo moroso, destruye el subjetivismo romántico, nos da una
visión nueva de la realidad, sus ojos no están viciados por un modo de ver rutinario, nos
hace ver las cosas desde puntos de vista insospechados en todo su esplendor original, éste
es un aspecto afirmativo de su poesía. Éstas están basadas en la introspección y análisis de
sus recuerdos, le hacen el creador de la novela psicológica. Todas sus ideas literarias fueron
consignadas cuidadosas y meticulosamente en sus novelas, estos núcleos ideológicos
forman uno de los aspectos más interesantes de su obra.

EL SIGLO XX

El siglo XX época de cambios:

Los cambios han sido tan rápidos y bruscos que el hombre del siglo XX no ha podido
mantener el paso ante la alocada carrera del progreso, lo que en determinado momento
puede aceptarse como moda, caduca el poco tiempo sin dejar lugar al reposo o la
meditación. Nuevos conceptos, técnicas, lenguajes, medios de comunicación han surgido e
impactado nuestro siglo.

Etapas de la literatura del siglo XX:

La literatura del siglo XX se puede dividir en tres etapas, separadas por las dos guerras
mundiales:

 Los primeros 20 años del siglo muestran en la literatura una sensación de


continuidad con respecto del siglo anterior, las corrientes literarias no pueden tener
un límite marcado por una fecha exacta, son como la trama de un tejido cuyos hilos
se entrelazan fuertemente unos con otros.

 El segundo periodo, entre guerras (1918-1939), es una fase efervescente, las


escuelas de vanguardia se multiplican, abren caminos, buscan la renovación
rompen con lo tradicional, y establecen nuevos principios más acordes con la
problemática del hombre moderno.

 La tercera etapa, de 1945 a la fecha presenta un fenómeno de abundancia literaria,


los problemas que afectan al hombre y a su situación en el mundo ocupan en la
temática el primer lugar. Una fuerte corriente hacía problemas de tipo religioso y
metafísico se deja sentir en la literatura.

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Panorama Literario del Siglo XX
Autor Obra
Thomas Mann “La Montaña Mágica”
Jean Paul Sartre “La Náusea” y “Manos sucias”
Alberto Camus “La Peste”, “La caída” “El Malentendido”
James Joyce “Ulises”
Aldous Huxley “Un Mundo Feliz”
Boris Pasternak “El Doctor Zhivago”
Ítalo Svevo “La Conciencia de Zeno”
John Dos Passos “Manhattan Transfer”
John Steinbeck “Las Viñas de la Ira”

NOVELA CONTEMPORÁNEA
Simbólica conflictiva: Kafka: “Metamorfosis”
Joyciana: (monólogo interior) Joyce: “Ulises”
Ensayo: ciencia ficción: Huxley: “Un mundo feliz” y
“Contrapunto”
La Novela en el siglo Tremendista: Gabriel Miró
XX De la Generación Perdida: Faulkner Hemingway: “Por quién
doblan las campanas”; “El viejo y el mar”.
Objetivista: Butor
De realismo mágico: García Márquez: “El coronel no tiene
quien le escriba”.

La novela y sus transformaciones en el siglo XX


En el siglo XX sufre una verdadera transformación, diversos son los factores que
coadyuvaron; ya en el siglo XIX el cambio había sido profundo: de un sentimiento lacrimoide
(romanticismo) hacia un objetivismo científico (Realismo y Naturalismo).

Se empezó a usar el contrapunto, esto es la narración de varios hechos, alternándolos,


surgiendo así las novelas simultáneas.
Entre los cambios producidos en la estructura novelística existen dos: el tratamiento del
tiempo y el espacio.
Respecto al tiempo narrativo está marcado por un extraño juego, donde presente, pasado
y futuro se amalgaman (mezclan). No se puede hablar de un tiempo cronológico ordenado,
sino cíclico. La movilidad en el espacio presenta situaciones en desorden, sin que influya
ninguna palabra aclaratoria.

Novelas simbólicas conflictivas:


Kafka sitúa a los personajes en un mundo alucinante, de alegorías (símbolos) que no
pueden descifrar y que produce en ellos un estado de frustración que es característica de
este tipo de novela. Kafka realizó en su vida una introspección angustiosa, busca
motivaciones, hechos, situaciones, las vierte en sus obras y se aísla de todo y de todos.

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Entre sus obras se encuentran: “El Castillo”, “El Proceso”, “América” y “La Metamorfósis”

Novela Joyciana:
Indiscutiblemente se le debe dar a James Joyce un lugar especial, su novela “Ulises” causó
una verdadera revolución por su forma de novelar, introduciendo en su obra la técnica del
análisis subjetivo, el monólogo interior y un asombroso manejo de la lengua. En el
monólogo interior, el personaje expresa sus pensamientos lógicamente o en desorden.

Novela ensayo: ciencia ficción


En este siglo en que los avances científicos han abierto insospechados caminos al progreso
se presenta Aldous Huxley escritor intelectual, sus novelas pueden catalogarse dentro de
las novelas ensayo porque ellas están llenas de elementos intelectuales: filosóficos,
científicos, políticos y sociológicos. Su máxima obra fue “Un Mundo Feliz”.

Novela tremendista
La novela en España de los primeros años del siglo presenta tres tendencias:
 La búsqueda de la expresión y la preocupación estilística presentada por Ricardo
León, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miro y Benjamín Jarnés.
 La observación fiel de la realidad, trasunto del realismo y naturalismo, que
desemboco en la novela tremendista con Camilo José Cela, éste es quizá el más
importante escritor que surgió después de la guerra civil española. Su gran obra fue
“La Colmena”, el mundo vivencial y multiforme del Madrid de 1942, se vuelca
abigarradamente en la novela en una serie de cuadros y estampas donde un
verdadero enjambre de seres humanos aparece en toda su desnudez.
 La historia documental de José María Gironella, Rafael García Serrano y Ricardo
Fernández de la Reguera.

Novela objetalista:
Es una técnica narrativa renovadora del siglo XX. En este tipo de novela se trata de desplazar
al hombre del mundo novelesco para sustituirlo por una fría objetividad.
Los escritores de esa tendencia no forman propiamente escuela ya que no tienen ni
presentan características comunes y constantes, pero tienen todas ellas un afán consciente
de renovación. El naturalismo había colocado al hombre en un mundo real, al objetivismo
no le interesa presentar ese mundo totalizante sino fragmentado buscando el nervio
poético. No es la realidad la meta esencial del objetivismo, sino es aquello invisible que se
esconde tras el ropaje de la realidad, es lo evocado lo importante.
Una de las novelas de Robbe Grillet es “La Celosía”.

La novela del realismo mágico:


El realismo mágico difiere del surrealismo y de la literatura fantástica, porque no utiliza los
motivos oníricos (relativo a los sueños) que son básicos al surrealismo, ni crea mundos
imaginarios como la fantástica.

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El realismo mágico conjunta las dos notas principales que le han dado su nombre, por un
lado, hunde sus raíces en el plano de lo real, de lo cotidiano, pero mezcla en este lo insólito,
maravilloso, traumándolo.
Una de las mejores novelas con las que se puede ejemplificar esto es “Cien años de Soledad”
de García Márquez.
TEATRO DEL SIGLO XX
El teatro contemporáneo:
En el siglo XX el teatro no presenta una realidad brillante. El teatro de las grandes salas va
a perder su ascendiente y de espectáculo colectivo se convierte en teatro de cámara, de
salas pequeñas, dirigido sobre todo a núcleos limitados capaces de aquilatar experimentos,
innovaciones y nuevas técnicas.

Teatro poético:
Federico García Lorca: su teatro es poesía dramática y no porque este escrito en prosa
escapa a la clasificación, el hálito (aire) poético domina toda su obra teatral. Integra
perfectamente y con fluidez prosa y verso, lo real, lo simbólico y lo ilusorio.
Los personajes viven en la angustia, sobre todo los femeninos que se hayan amputados por
los convencionalismos sociales y buscan un escape refugiándose ya en el suicidio, la muerte
o la pérdida de la realidad. Los personajes femeninos son los mejor analizados y son los
principales en sus obras. Una de sus obras fue: “Doña Rosita la Soltera” que aunque no es
la principal es la más poética.

Teatro expresionista:
Los expresionistas tienden a crear un arte intuicionista y a superar la realidad del ambiente,
no buscan la introspección del alma individual. Se interesa por estudiar las reacciones del
“hombre – masa” más que el individuo.

Teatro existencialista:
El existencialismo es la doctrina que hace derivar el concepto de esencia del de existencia,
sus orígenes pueden buscarse en todas las filosofías que presentan contenidos negativos
pesimistas. Su característica principal es mostrar al hombre inmerso en la angustia, temor,
muerte, campos de concentración, derrotas, luchas y atrocidades cometidas durante la
guerra.

Los existencialistas consideran al hombre como mera subjetividad, pero el hombre no se


halla encerrado en sí mismo, sino vinculado con el mundo y con los demás hombres.
Utilizaron como medio de expresión el teatro, el cine, la novela y el artículo de periódico.
Jean Paul Sartre destaca con sus obras: “Las Moscas”, “Manos Sucias” y “Puerta cerrada”.

Teatro del absurdo:


El teatro de vanguardia al que se le ha dado en llamar el Anti-teatro, ha provocado
innumerables controversias actitudes nihilistas (incrédulo), pesimismo y el absurdo,
invaden la escena. Rompimiento con las formas tradicionales, renovación del lenguaje,

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técnicas y estilos nuevos, diferentes puntos de vista hacen de este teatro una obra de
experimentación.
Dos grandes temas se glosan en el teatro actual y los dos giran alrededor del hombre y su
posición ante el mundo. Una sociedad mecanizada e inhumana se levanta ante el hombre
que se siente solo e impotente para luchar contra ella. Eugene Ionesco autor de “El
Rinoceronte” y “La Cantante Calva”.

Teatro Psicológico:
Los rasgos populares se mezclan con elementos intelectuales, su teatro es altamente
poético y se adentra en el análisis psicológico.
Es una prolongación del realismo, destacando a Gabriel D’ Annunzio: “La Nave”, “La Ciudad
Muerta” y “La Gioconda”.
Luigi Pirandello: su obra más popular fue “Seis personajes en busca de autor”.

POESÍA DE VANGUARDIA “ISMOS”


La poesía vanguardista se caracteriza por derivar de una actitud de rebeldía hacia las formas
tradicionales. Se conoce con el nombre de vanguardia a todas las escuelas que adoptando
actitudes de franca rebeldía, se oponen a las tendencias ortodoxas. Buscan la polémica,
provocan cismas (división, discordia o desavenencia) y establecen o niegan normas.

El futurismo:
Dice Cirlot que es un movimiento subversivo, tuvo el valor capital de su sinceridad al
proclamar su hastío y el cansancio de quienes no soportan ya el peso de la herencia
petrificada y de la civilización occidental.
La estática del futurismo se basó en la sensación y como nueva norma de belleza se
establecerá la velocidad. Marinetti es exponente con su obra “Manifiesto”.

El cubismo:
Entre las características podemos encontrar el predominio de la realidad intelectual sobre
lo sensorial, se busca que la obra no sea un reflejo exacto de la realidad, se plantea una
sucesión de estados anímicos sin relación.

El dadaísmo:
Fue un movimiento literario y artístico iniciado por Tristán Tzara y un grupo de escritores
en Zúrich, usó como postulados el desorden, la duda, la improvisación. Negó toda relación
entre idea y palabra.

17
LECTURAS

Lee la siguiente fábula:


Trabajando un gusano en su capullo

La araña, que tejía a toda prisa,

De esta suerte le habló, con falsa risa

Muy propia de su orgullo:

_¿ Qué dice de mi tela el señor gusano?

Esta mañana la empecé temprano

Y ya estará acabada a mediodía.

¡ Mire que sutil es, mire que bella!...

El gusano con soma respondía:

_ ¡ Usted tiene razón; así salen ella!

-El esquema de la rima de los primeros versos es: A B B A C C


-En la fábula, de la araña demuestra su: vanidad
-El texto presenta una descripción

El enfermo imaginario

Escena primera

(Sala de una casa aristócrata)

TOÑETA, CLEANTO

TOÑETA (abriendo la puerta). ¿Qué queréis, señor?


CLEANTO (entrando a la casa). ¿Qué he de querer?
TOÑETA. ¡Ah, sois vos! ¡Qué sorpresa! ¿Y a qué venís?

CLEANTO. A hablar a la amable Angélica, a saber mi destino, a consultar los


sentimientos de su corazón y a preguntarle cuáles son sus resoluciones sobre ese fatal
matrimonio de que se me ha informado.
TOÑETA. No es tan sencillo hablar a Angélica. Ya os hemos dicho la estrechez
con que se la guarda, sin dejarla salir ni hablar a nadie. A no ser por la curiosidad de
una tía anciana, que nos hizo obtener permiso para ver la comedia que sabéis, nunca
hubiera tenido lugar de nacer vuestra pasión.
CLEANTO. No vengo aquí como enamorado, sino con pretexto de ser amigo del
profesor de música de Angélica, el cual me ha autorizado a decir que le sustituyo.
TOÑETA. Aquí viene mi señor. Retiraos un tanto y dejad que os anuncie.

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Escena II

LOS MISMOS Y ARGÁN.

ARGÁN. El doctor Purgón me ha prescrito que pasee por la mañana, yendo de


un lado a otro doce veces pero he olvidado preguntarle si debo pasear a lo largo o a
lo ancho.
TOÑETA. Señor, aquí está un...
ARGÁN. Habla bajo, necia, que me trastornas el cerebro con tus voces. No ha
de interpelarse así a los enfermos.
TOÑETA. Quería deciros, señor...
ARGÁN. Te repito que hables bajo.
TOÑETA. Señor... (Finge hablar en voz baja.)
ARGÁN. ¿Qué dices?
TOÑETA (en voz fuerte). Que ahí está un hombre que quiere hablaros.
ARGÁN. Que venga.
(Toñeta hace a Cleanto seña de que se acerque.)
CLEANTO. Señor...
TOÑETA (burlona). No habléis tan alto, que podéis trastornar el cerebro del
señor….
CLEANTO. Señor, satisfáceme veros y saber que estáis mejor.
TOÑETA (fingiendo ira). ¿Cómo es eso de que está "mejor"? El señor sigue
igualmente mal.
CLEANTO. Había oído decir que estaba mejor y le encuentro muy buena cara.
TOÑETA. ¿Buena cara? El señor se siente muy mal y quienes os han dicho que
está mejor son unos imprudentes. Nunca el señor se ha hallado tan mal.
ARGÁN. Mi sirvienta tiene razón.
TOÑETA. El señor anda, come, bebe y duerme como todos, pero está muy mal.
ARGÁN. Es verdad.
CLEANTO. Me siento desesperado, señor, viéndoos así. Vengo de parte del
profesor de canto de vuestra señora hija, el cual ha tenido que ir a pasar unos días en
el campo, por lo que me envía a mí para que lo sustituya.
ARGÁN. Muy bien. Llamad a Angélica, Toñeta.
TOÑETA. Creo, señor, que valdrá más llevar al señor al aposento de vuestra
hija.
ARGÁN. No. Hacedla venir.
TOÑETA. No podrá dar la lección debidamente si no están a solas.
ARGÁN. Sí, sí.
TOÑETA. Señor, eso os aturdirá y en el estado en que os halláis puede
trastornaros el cerebro.
ARGÁN. No, no. Me gusta la música y me complacerá... ¡Ah, ya viene Angélica!

19
Escena III

ARGÁN, ANGÉLICA, CLEANTO

ARGÁN. Acercaos, hija. Vuestro profesor de música se ha ido al campo y envía


como sustituto suyo a este señor.
ANGÉLICA. ¡Oh, cielos!
ARGÁN. ¿De qué os sorprendéis?
ANGÉLICA. Porque...
ARGÁN. ¿De qué dimana esa emoción?
ANGÉLICA. Porque sobreviene aquí, padre mío, una asombrosa aventura.
ARGÁN: ¿Pues...?
ANGÉLICA. He soñado esta noche que me hallaba en el mayor de los aprietos
y que una persona igual a este señor se presentaba, me socorría y me sacaba de mi
apuro. Grande, pues ha sido mi sorpresa al ver aquí hay quien ha ocupado mi
pensamiento durante la noche.
CLEANTO. Fortuna es ocupar vuestro pensamiento, ya estéis despierta o
dormida, y en verdad que mi dicha sería grande si os hallaseis en algún trabajo del
que pudiera libraros yo. Porque nada hay que no hiciese para…
Escena IV

LOS MISMOS Y TOÑETA

TOÑETA (con irrisión). A fe, señor, que os apruebo ahora y me desdigo de cuanto dije
ayer. Ahí están los señores Diafoirus padre e hijo, que vienen a pedir la mano de
vuestra hija. ¡Oh, qué buen yerno vais a tener! Veréis el mozo más ingenioso y mejor
dispuesto del mundo. Sólo dos palabras ha dicho y me ha encantado. Y aún más
encantada quedará vuestra hija.
(Cleanto hace ademán de irse.)
ARGÁN. No os vayáis, señor. Es que caso a mi hija y aquí viene su futuro esposo,
al que no conozco aún.
CLEANTO. Mucho me honráis, señor haciéndome asistir a tan agradable
entrevista.
ARGÁN. Es hijo de un médico muy inteligente, y el casamiento se hará dentro
de cuatro días.
CLEANTO. Bien pensado.

ARGÁN. Avisadlo al profesor de música de mi Angélica para que asista a la boda.


CLEANTO. No lo olvidaré.
ARGÁN. También vos quedáis invitado.
CLEANTO. Mucho honor me hacéis.
TOÑETA. Aquí están.

(Adaptación)

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ANÁLISIS:
- El rasgo de estilo que sobresale en el fragmento, es de humorismo
- Toñeta se muestra ante Argán irónica
- Argán ante Cleanto tiene actitud amable
- Angélica, al ver a Cleanto se muestra esperanzada

LAS PRECIOSAS RIDÍCULAS


Escena IX

Madelón, Cathos, Mascarille, Almanzor

MASCARILLE: (Después de haber saludado) Señoras mías estaréis sorprendidas


sin duda de la audacia de mi visita; pero vuestra reputación os acarrea este
encuentro. El mérito tiene para mí tal fascinación que no puedo menos que correr
tras él.
MADELÓN: Vuestra complacencia se desenvuelve en pródigas alabanzas y mi
prima y yo hemos de guardarnos de tomar en serio tan excesivas lisonjas.
CATHOS: Querida, es necesario que traigan algunas sillas.
MADELÓN: ¡Almanzor!..
ALMANZOR: ¡Señora!...
MADELÓN: Traed aquí las comodidades de la conversación.
MASCARILLE: (Que ha tomado asiento) Siento que peligra mi seguridad.
CATHOS: ¿Qué es lo que teméis?
MASCARILLE: Algún vuelco de mi corazón, algún asesinato de mi franqueza.
Veo aquí dos ojos que tienen la apariencia de ser dos malvados rapaces, de conspirar
contra la libertad y de trocar un alma como un turco a un moro. ¡Qué diablos! Desde
que uno se les acerca se ponen en guardia mortal.
MADELÓN: Querida ¡qué carácter tan gracioso!
CATHOS: Veo bien que es un Amílcar.
MADELÓN: No tengáis miedo. Nuestros ojos no abrigan malos deseos y vuestro
corazón puede dormir en la seguridad de su prudente hombría.
CATHOS: Pero por favor, señor, no seáis inexorable con este sillón que os tiende
los brazos hace un cuarto de hora.
MASCARILLE: (Después de haberse ajustado los puños) ¿Y bien, señoras, que
decís de París?
MADELÓN: ¡Vaya! ¿Qué podríamos decir? Sería necesario ser la antípoda de la
razón para no confesar que París es el centro de las maravillas, del buen gusto, del
espíritu, de la galantería.
MASCARILLE: Para mí tengo que fuera de París no hay lugar para las personas
decentes.
CATHOS: Es una verdad incontestable.
MASCARILLE: ¿Recibís muchas visitas? ¡Qué finura la vuestra!

21
MADELÓN: ¡Vamos! Nosotras no somos conocidas; pero estamos a punto de
serlo: tenemos un amigo íntimo que ha prometido traernos a todos esos señores del
gran mundo.
MASCARILLE: Esto es algo que puedo hacer mejor que nadie. Puedo aseguraros
que habitualmente convivo con una media docena de bellos espíritus.
MADELÓN: ¡Oh, mi Dios!, nosotras estaremos obligadas hasta lo último si vos
nos hacéis esta merced, pues en fin, es necesario tener el conocimiento de todos
estos caballeros si se quiere ser del gran mundo. Ellos son los que construyen las
reputaciones y su sola amistad da brillo de conocedor. Creo además que por medio
de estas relaciones espirituales, uno se instruye acerca de cien cosas; se entera día
por día de las pequeñas novelas galantes, los entretenimientos en prosa o en verso.
Se sabe a punto fijo quién ha compuesto la más bella obra del mundo, tal ha puesto
palabras a una melodía; aquél ha hecho la madrigal; este otro ha compuesto
estancias sobre la infidelidad; un caballero tal escribió ayer en la tarde una sexteta a
la señorita perengana, la cual le ha enviado respuesta a las ocho de la mañana. Esto
es lo que da valor a la sociedad y si se ignoran estas cosas yo no daría un clavo por
todo el espíritu que se pueda tener.
CATHOS: En efecto, yo encuentro que se cae en el ridículo si una persona que
se aprecia por tener sensibilidad no sabe la menor cuarteta que se hace cada día. Para
mí sería deshonroso si viniendo alguien a preguntarme si conocía tal o cual novedad
yo me declarase ignorante.
MASCARILLE: Yo voy a establecer en vuestra casa una academia de bellos
espíritus y os prometo que no habrá una sola línea poética en París que vos no
conozcáis antes que todos los demás. Tal como me veis yo también soy poeta, tengo
por allí doscientas canciones, otros tantos sonetos, cuatrocientos epigramas y más de
mil madrigales.
MADELÓN: Debéis saber que estoy apasionada por los retratos, nada tan
galante como esto.
MASCARILLE: Los retratos son difíciles y exigen un espíritu profundo; espero
que no quedéis descontentas.
CATHOS: Yo amo terriblemente los enigmas.
MASCARILLE: Ello ejercita el espíritu, esta mañana he hecho cuatro enigmas
que os daré a conocer.
MADELÓN: Los madrigales son placenteros.
MASCARILLE: Tengo para ello un talento particular y actualmente estoy
poniendo en madrigales toda la historia de los romanos.
MADELÓN: Si los vais a imprimir reservadnos un ejemplar.
MASCARILLE: Sin duda, pero a propósito, es necesario que os dé a conocer una
improvisación que hice ayer en la casa de una duquesa. Escuchadlo.
MADELÓN: Somos todas oídos.
MASCARILLE:
¡Oh, oh!, yo no he tenido cuidado: en tanto
que, sin adivinar un mal, yo os miraba
vuestros ojos me robaban furtivamente el corazón.

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¡Al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Al ladrón!

MADELÓN: ¡Oh, Dios mío!, he aquí la mayor galantería.


MASCARILLE: Todo lo que yo hago tiene un aire caballeresco, lejos de toda
pedantería.
MADELÓN: ¡Claro! Alejado de ello más de diez mil lenguas.
MASCARILLE: ¿Os habéis fijado en este principio? ¡Oh! ¡Oh! he aquí algo
extraordinario, ¡oh! ¡oh! como un hombre que advierte todo de un golpe, ¡oh! ¡oh!
La sorpresa ¡oh! ¡oh!.
MADELÓN: Sí, yo encuentro este ¡oh! admirable.
MASCARILLE: Y parece que esto no es nada.
CATHOS: ¡Ah, mi Dios! ¿Qué decís?, estas son de esas cosas que no se pueden
pagar.
MADELÓN: Sin duda y yo querría mejor haber escrito este ¡oh! ¡oh!, que es un
poema épico.
(Adaptación)
ANÁLISIS:
- Mascarille se muestra ingenioso
- Los rasgos característicos de Madelón son la ambición y el esnobismo es
decir imitar a alguien distinguido
- El fragmento es de estilo jocoso
- En el predominan las ideas de tipo social

FAUSTO

No me asemejo a los dioses; ¡con demasiada profundidad lo siento! Al gusano me


parezco, que, excavando en el polvo, aniquila y sepulta la huella del caminante. ¿No
es polvo lo que en esa alta pared en cien estanterías me rodea? ¿He de leer quizá en
mil libros que en todas partes el hombre ha sufrido, y que aquí y allá ha habido alguno
feliz? ¿Por qué me sonríes, calavera hueca? ¿Es que tu cerebro, como el mío, un día
extraviado, ha buscado el claro día, difícil entre las sombras, y se perdió
miserablemente con afán de verdad? Misteriosa en el claro día, la Naturaleza no se
deja arrebatar el velo, y lo que no puede revelar a tu espíritu no lo forzarás con
palancas y tornillos. Tú, viejo mobiliario, que nunca he usado, estás aquí sólo porque
te usó mi padre; tú, vieja polea, estás ahumada de tanto como ardió la lámpara junto
al pupitre. Los has heredado de tus padres, para poseerlos, tienes que ganártelos. Lo
que no sirve, se hace una pesada carga; sólo lo que crea el momento puede servir.
(Adaptación)
Análisis:
- El polvo simboliza la inutilidad del saber heredado
- Fausto, concibe la naturaleza como algo impenetrable
- El tono del fragmento es de decepción

23
EL CASTILLO DE OTRANTO

Manfred, príncipe de Otranto, tenía un hijo, Conrad, un muchachito feo y


enfermizo y una hija, Matilda, una joven muy hermosa de dieciocho años. Sin
embargo, su hijo era el favorito.
Manfred había arreglado el matrimonio de su hijo con Isabella, la hija del
marqués de Vicenza; Hipólita, su mujer, se aventuró a veces a sospechar el peligro
que representaba casar a su único hijo, considerando que era demasiado joven y
enfermizo. Pero sus siervos eran menos prudentes en los comentarios: ellos atribuían
esa boda apresurada al temor del príncipe de ver la realización de una antigua
profecía de la que se decía que el castillo de Otranto debía dejar de pertenecer a esa
familia cuando su verdadero propietario se volviera demasiado grande para
habitarlo.
Se fijó la fecha del cumpleaños de Conrad para los esponsales. Los invitados
estaban reunidos en la capilla del castillo y todo estaba preparado para el oficio
divino, pero Conrad no aparecía. El príncipe, impaciente ante el más mínimo retraso,
despachó a uno de sus sirvientes en búsqueda del joven príncipe. Aquél regresó sin
aliento, los ojos fuera de las órbitas. No dijo nada, pero señaló el patio.
Manfred se fue al patio donde un grupo de sirvientes se esforzaba por levantar
algo que le pareció ser una montaña de plumas negras.
¿Qué estáis haciendo? preguntó Manfred, furioso.
¿Dónde está mi hijo?
Una andada de voces le contestó:
¡Oh Señor! ¡El príncipe! ¡El casco! ¡El casco!
Sobresaltado por estos gritos, él avanzó de prisa y vio a su hijo sepultado bajo
un casco enorme, sombreado por una cantidad correspondiente de plumas negras.
El espectáculo tal quitó el habla al príncipe. Llevaron el cadáver desfigurado
hasta el salón sin haber recibido la menor orden de Manfred. Los primeros sonidos
que emitieron los labios de Manfred fueron:
Cuidad a Isabella.
Los domésticos, sin observar lo excepcional de esta orden y guiados por el
afecto de su ama, consideraron que se refería a ella y corrieron en su ayuda. La
llevaron a su cámara, más muerta que viva. Matilda, que idolatraba a su madre,
escondió su propio dolor y consternación, y sólo pensó en asistir y reconfortar a su
madre. Isabella a quién Hipólita había tratado como a una hija, intentaba compartir
y rebajar el dolor aunque no sentía ninguna aflicción por la muerte del joven Conrad,
salvo conmiseración. No la apenaba tampoco haberse librado del matrimonio que le
había prometido.
Mientras las damas ponían en cama a la princesa transida de dolor, Manfred se
quedó en el patio, observando el casco ominoso. En medio de sus reflexiones, se le
acercó un joven campesino proveniente de un pueblo cercano que observó que el
casco milagroso era exactamente igual al de la figura de mármol negro, Alfonso el
Bueno, uno de los príncipes anteriores, en la Iglesia de San Nicolás.

24
¡Villano! ¿Qué dices? Gritó Manfred, saliendo de su trance con un ataque de
furia y cogiendo al joven por el cuello. ¿Cómo te atreves a mencionar semejante
traición? Lo pagarás con tu vida.
Los espectadores que comprendían tan poco la causa de la furia del príncipe
como la de otros arrebatos que habían presenciado, se encontraban en completa
ignorancia de lo que había motivado este nuevo enojo. Más atónito aún estaba el
joven campesino, sin poder precisar de qué manera había ofendido al príncipe; sin
embargo, recuperándose con una mezcla de gracia y humildad, se desembarazó del
puño de Manfred y entonces, con una obediencia que descubría más inocencia que
temor, preguntó con respeto:
¿De qué soy culpable?
Manfred más enfurecido por el vigor, aunque decentemente ejecutado, con
que el joven se había deslizado de su asimiento, que apaciguado por su
sometimiento, ordenó a sus sirvientes que lo apresaran, y de no haber sido por los
amigos que había invitado a las nupcias, habría ahogado al campesino en sus brazos.
Durante el altercado, algunos de los espectadores habían corrido hasta la gran
iglesia próxima al castillo, y volvieron diciendo que la estatua de Alfonso le faltaba el
casco. Manfred se puso totalmente frenético; y como si buscase un blanco en el que
descargar la tormenta interior que lo sacudía, se abalanzó nuevamente sobre el
muchacho, gritando:
¡Villano! ¡Monstruo! ¡Tú lo has hecho! ¡Tú has asesinado a mi hijo!
Luego, excitado porque el campesino había observado la similitud entre los dos
cascos, pronunció con gravedad que el muchacho era con seguridad un brujo y que
quedaba prisionero bajo el mismo casco, por tanto, ordenó a sus sirvientes que lo
levantaran y lo introdujeron al interior.
(Adaptación)
ANÁLISIS:
- Manfred se muestra cruel en este fragmento
- La actitud del joven campesino frente a Manfred es de ingenuidad
- Por la forma de caracterizarlo, el personaje Manfred se considera de carácter
- La voluntad y el destino, son las fuerzas que entran en conflicto
- Las ideas que se encuentran en éste fragmento son ética

FRAGMENTO:

Mire usted, Irene le dije, empleando ese acento, esa seguridad que nunca
me falta cuando generalizo. Lo que usted acaba de decirme no me sorprende
mucho. Yo, sin comprender bien lo que usted pensaba, advertía que en el fondo
difería bastante de la superficie. Tenemos cierta práctica en estas cosas, ¿me
entiende usted? Así es que a todos los engañaría usted menos a mí... El horror a
los libros de enseñanza no estaba tan bien disimulado como otros secretillos de
usted más o menos tremendos. Y tanto lo creo así, que me parece podría seguir y
marcar sin equivocarme la evolución, así decimos, de su pensamiento. Usted nació

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con delicados gustos, con instintos de señora principal, con aptitudes de esas que
llamo sociales, y que constituyen el arte de agradar, de vivir bien, de conversar, de
hacer honores y de recibirlos, todo con exquisita gracia y delicadeza. Faltan las
condiciones atmosféricas para desarrollar esos instintos y esas aptitudes; y por lo
mismo que le falta, usted las desea, a ellas aspira, sueña con ellas..., y véase por
qué inesperado camino se las depara la Providencia. Cumple usted fatalmente la
ley asignada a la juventud y a la belleza; usted cae en eso que antes se llamaba las
redes del amor..., cosa muy natural; pero que, a más de natural, resulta ahora
oportunísima, porque... Hablemos con claridad. Si Manuel se casa con Irene, como
creo, y tal es su deber, tendrá Irene lo que desea; será..., y vaya usted contando:
esposa de un hombre notable; señora de una excelente casa, donde podrá darse
toda la importancia que quiera; dueña de mil comodidades, coche, criados, palco...

Cállese, usted, cállese me dijo, poniéndose roja y echándose a reír y


escondiendo la cara.
No, si esto no quiere decir que vaya usted por malos caminos. Al contrario,
la mayor cultura trae generalmente, mayores ventajas en el orden moral. Será
usted una excelente madre de familia, una buena esposa, una señora benéfica,
distinguidísima, que sirva de modelo...Lucirá usted...

Cállese, usted, cállese usted...

En el fondo de aquellos pruritos de sociabilidad ¡había tanto de común y


rutinario!... Irene, tal como entonces se me revelaba, era una persona de esas que
llamaríamos de distinción vulgar, una dama de tantas, hecha por el patrón
corriente, formada según el modelo de mediocridad en el gusto y hasta en la
honradez, que constituye el relleno de la Sociedad actual.

Lo que yo aseguro a usted me dijo es que mis deseos han sido siempre los
deseos más nobles del mundo. Yo quiero ser feliz como lo son otras... ¿Hay alguien
que no desee ser feliz? No. Pues yo he visto a otras que se han casado con jóvenes
de mérito y de buena posición. ¿Por qué no he de ser yo lo mismo? Yo se lo he
pedido a Dios, Manso. Para que me concediera esto, ¡he rezado tanto a Dios y la
Virgen...!

¡También santurrona!... Era lo que me faltaba ya para el completo


desengaño... Horror del estudio; deseo de figurar en la numerosa clase de la
aristocracia ordinaria; secreto entusiasmo por cosas triviales; devoción insana que
consiste en pedir a Dios carretelas, un hotelito y saneadas rentas; pasión exaltada,
debilidad del espíritu y elasticidad de conciencia: he aquí lo que iba saliendo a
medida que se descubría.

Benito Pérez Galdós.


(Adaptación)

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ANÁLISIS:
- Irene es vista por su interlocutor como una persona hipócrita y ambiciosa
- El personaje que conversa se muestra perspicaz
- Las ideas que predominan son éticas

EL VIEJO Y EL MAR

Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y éstos tenían el color mismo del mar
y eran alegres y vivos.
Santiago le dijo el muchacho trepando por la orilla desde donde quedaba
varado el bote. Yo podría volver con usted. Hemos hecho algún dinero.
No dijo el viejo. Tú sales en un bote que tiene buena suerte. Sigue con
ellos.

Pero recuerde que una vez llevaba ochenta y siete días sin pescar nada y
luego cogimos peces grandes todos los días durante tres semanas.
Lo recuerdo dijo el viejo. Y yo sé que no me dejaste porque hubiese
perdido la esperanza.
Fue papá quien me obligó. Soy un chiquillo y tengo que obedecerle.
Lo sé dijo el viejo. Es completamente normal.
Papá no tiene mucha fe.
No. Pero nosotros, sí, ¿verdad?
Si dijo el muchacho. ¿Me permite brindarle una cerveza en la Terraza?
Luego llevaremos las cosas a casa.
¿Por qué no? dijo el viejo. Entre pescadores.
Se sentaron en la Terraza. Muchos de los pescadores se reían del viejo,
pero él no se molestaba. Otros, entre los más viejos, lo miraban y se ponían
tristes. Pero no lo manifestaban y se referían cortésmente a la corriente y las
hondonadas donde se habían tendido sus sedales, al continuo buen tiempo y a
lo que habían visto. Los pescadores que aquel día habían tenido éxito habían
llegado y habían limpiado sus agujas y las llevaban tendidas sobre dos tablas,
dos hombres tambaleándose al extremo de cada tabla, a la pescadería, donde
esperaban a que el camión del hielo las llevara al mercado, a La Habana.
Santiago dijo el muchacho.
Qué dijo el viejo. Con el vaso en la mano pensaba en las cosas de hacía
muchos años.
¿Puedo ir a buscarle sardinas para mañana?
No. Ve a jugar al béisbol. Todavía puedo remar y Rogelio tirará la atarraya.
Me gustaría ir. Si no puedo pescar con usted me gustaría servirlo de
alguna manera.
Me has pagado una cerveza dijo el viejo. Ya eres un hombre.
¿Qué edad tenía cuando me llevó por primera vez en un bote?

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Cinco años. Y por poco pierdes la vida cuando subí aquel pez demasiado
vivo que estuvo a punto de destrozar el bote. ¿Te acuerdas?
Recuerdo cómo brincaba y pegaba coletazos, y que el banco se rompía, y
el ruido de los garrotazos. Recuerdo que usted me arrojó a la proa, donde
estaban los sedales mojados y enrollados. Y recuerdo que todo el bote se
estremecía, y el estrépito que usted armaba dándole garrotazos, como si talara
un árbol, y el pegajoso olor a sangre que me envolvía.
¿Lo recuerdas realmente o es que yo te lo he contado?
Lo recuerdo todo, desde la primera vez que salimos juntos.
El viejo lo miró con sus amorosos y confiados ojos quemados por el sol.
Si fueras hijo mío me arriesgaría a llevarte dijo. Pero tú eres de tu padre
y de tu madre y trabajas en un bote que tiene suerte.
¿Puedo ir a buscarle las sardinas? También sé dónde conseguir cuatro
carnadas.
Tengo las mías que me han sobrado de hoy. Las puse en sal en la caja.

Déjeme traerle cuatro cebos frescos.


Uno dijo el viejo. Su fe y su esperanza no le habían fallado nunca. Pero
ahora empezaban a revigorizarse como cuando se levanta la brisa.
Dos dijo el muchacho.
Dos aceptó el viejo. ¿No los has robado?
Lo hubiera hecho dijo el muchacho. Pero éstos los compré.
Gracias dijo el viejo. Era demasiado simple para preguntarse cuándo
había alcanzado la humildad. Pero sabía que la había alcanzado y sabía que no
era vergonzoso y que no comportaba pérdida del orgullo verdadero.
Con esta brisa ligera, mañana va a hacer buen día dijo.
¿Adónde piensa ir? le preguntó el muchacho.
Saldré lejos para regresar cuando cambie el viento. Quiero estar fuera
antes de que sea de día.
Voy a hacer que mi patrón salga lejos a trabajar dijo el muchacho. Si usted
engancha algo realmente grande podremos ayudarle.
A tu patrón no le gusta salir demasiado lejos.
No, dijo el muchacho. Pero yo veré algo que él no podrá ver: un ave
trabajando, por ejemplo. Así haré que salga siguiendo a los dorados.
¿Tan mala tiene la vista?
Está casi ciego.
Es extraño dijo el viejo. Jamás ha ido a la pesca de tortugas. Eso es lo que
mata los ojos.
Pero usted ha ido a la pesca de tortuga durante varios años, por la costa
de los Mosquitos, y tiene buena vista.
Yo soy un viejo extraño.

Hemingway, El viejo y el mar.

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(Adaptación)

ANÁLISIS:
- La forma expresiva que predomina, en éste fragmento es el diálogo directo
- Lo siguiente es una descripción: “Todo en él era viejo, salvo sus ojos y éstos reunían
el mismo color del mar, eran alegres y vivos”
- El joven Santiago se muestra cariñoso
- El estilo del fragmento es parco, serio, osco, aburrido
- El ambiente es de melancolía

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