6.

2 Regulación en el proceso de secreción hormonal

Primeramente, la secreción hormonal es “fenómeno por el cual una glándula

es capaz de verter su producción a la sangre para que sea transportada a otro lugar del
organismo, donde se encuentran las células efectoras, con las que va a interaccionar
dando lugar a una acción específica” (Clínica Universidad de Navarra [CUN], 2015,
prr1). Esto quiere decir que es un proceso mediante el cual un fluido es elaborado y
expulsado por una glándula del sistema endocrino, donde la función del mismo es la
de estimular una acción en el individuo que la produce, y es trasladado a un lugar del
organismo distinto del que salió, para así unirse con una célula y lograr su
determinado propósito. Dicho fluido es lo que se conoce como “hormona”.

Con respecto a la regulación en el proceso de secreción hormonal, ésta

regulación o ajuste se da como respuesta a la importancia de un control en la
concentración de hormonas en la sangre para un correcto funcionamiento del
organismo. El sistema endocrino, que está relacionado con muchos órganos se
regulariza para que haya una determinada cantidad de hormonas y esta regulación se
da a través de mecanismos de la retroalimentación:

Retroalimentación negativa (-): Se da cuando la hormona ya cumplió su

determinada función y envía un mensaje al hipotálamo de que ya la función se
cumplió; y el hipotálamo ya no segrega más hormonas de este tipo. También se
encuentra otro tipo de regulación, donde la hipófisis anterior que segrega un conjunto
de hormonas impide al hipotálamo secretar más hormonas. Asimismo se presenta el
caso en el que la misma hormona que el hipotálamo secreta se regulariza por sí
misma, es decir, se autorregulariza. En conclusión “Cuando una glándula comienza a
secretar hormonas al torrente sanguíneo y estas llegan y median una respuesta
hormonal en sus células blanco, la misma respuesta “informa” a la glándula que ya no
se requiere de más secreción hormonal, por lo que la glándula cesa la liberación de
estas” (anónimo, 2014, prr5)

Retroalimentación positiva (+): “mecanismo de acción contrario al negativo,

presente en ciclos hormonales específicos como el de la hormona oxitocina (respuesta
hormonal: contracciones uterinas)” (anónimo, 2014, prr 6). Se da cuando la hormona,
a diferencia de la retroalimentación negativa, envía mensajes a la hipófisis anterior,
para que ésta secrete más hormonas y cumplan su función.

6.3 Regulación en el proceso de excreción

“La excreción es un proceso que se da en los organismos capaces de eliminar

aquellos productos que ya no necesita para su normal funcionamiento, es una función
propia de los seres vivos, como los seres humanos y animales, por ello se dice que es
un proceso fisiológico” (anónimo, 2014, prr1). En otras palabras, es la capacidad que
tiene un organismo para desechar lo que ya no le es útil (que ya no necesite),
mediante el llamado aparato excretor, el cual está conformado por el hígado, el
aparato urinario y las glándulas sudoríparas.

El sistema excretor tiene como función principal mantener el equilibrio dentro

del organismo. Y está compuesto principalmente por el sistema urinario, dicho
sistema está compuesto por los riñones y las vías urinarias. En este sistema urinario lo
principal es la formación de la orina y la misma tiene como función eliminar los
desechos y funciona también como mecanismo de regulación hidrosmótica,
relacionándose esto con el estado de homeostasis. También en este proceso destacan
los pulmones y la piel, los cuales en sus funciones tienen la eliminación de aguas,
sales minerales y algunos desechos.

El principal órgano excretor es el riñón, que conjuntamente con otros órganos

y sistemas eliminan los desechos:

Sistema respiratorio: “Cuando el aire del medio ambiente, rico en oxígeno y

pobre en dióxido de carbono, entra al pulmón, es conducido hasta cada uno de los
alvéolos. Allí, debido a las diferencias de concentración, se produce el intercambio
gaseoso entre la sangre y el aire alveolar: el oxígeno pasa a la sangre y el dióxido de
carbono a la cavidad alveolar, para su posterior eliminación” (anónimo, sf, prr45). Y
éste ayuda eliminando agua, dióxido de carbono y sustancias gaseosas por los
pulmones.
 La piel: “La piel es el órgano excretor de mayor tamaño de nuestro cuerpo.
Tiene una compleja organización que le permite eliminar el exceso de agua, sales
minerales, ácido láctico y urea” (anónimo, sf, prr48). La piel a través de sus glándulas
sudoríparas elimina los desechos, realizada esta acción por transpiración.

Sistema digestivo: “a través del hígado elimina colesterol y pigmentos biliares

derivados del metabolismo de la hemoglobina, en la bilis. Además, de la excreción de
ciertos minerales y sustancias inactivas a nivel del colon” (anónimo, 2017, prr17).

6.4 Otros mecanismos adaptativos para mantener la regulación del medio

interno

Todos los seres vivos necesitan mantener un equilibrio en su sistema de vida,

por lo tanto es imperante que regulen y controlen sus funciones, asegurando así una
correcta actividad en su día a día, llevando esto a cabo a través de mecanismos
adaptativos, entre los cuales se encuentra la regulación de la temperatura, que se da
por un sistema automático situado en el hipotálamo, llamado “termostato
hipotalámico”. “Este sistema funciona a través de un mecanismo de
retroalimentación: recibe información sobre la temperatura, la compara con los
niveles normales establecidos (temperatura alta o baja) y, sobre esta base, enuncia
una respuesta apropiada” (Feliú & Tineo, 2010, pág134). A través de muchos
experimentos se pudo comprobar que dentro del hipotálamo hay una serie de
neuronas que reaccionan al calor o frío y hacen que la temperatura se regule.

Con relación a los animales, estos reaccionan a los excesos de temperatura

con una serie de mecanismos a través de las cuales regulan su medio interno, como es
el caso de:

La hibernación: “Es una forma que tienen los animales para ajustar el gasto
energético al suministro de alimento” (Feliú & Tineo, 2010, pág134). Durante este
estado los animales regulan su metabolismo, para que cuando llegue el invierno
(época en la cual se les dificulta conseguir el alimento) posean la energía necesaria.
 Las migraciones: “constituyen otro mecanismo adaptativo que les permite a
algunos animales regular su medio interno” (Feliú & Tineo, 2010, pág135). Dichas
migraciones son llevadas a cabo en busca de una mejor condición climática y
alimentos.