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Otra escala de intensidad sísmica poco conocida en América y Europa, pero no por eso menos
importante, es la escala de intensidad JMA (Japan Meteorological Agency) utilizada en Japón y
Taiwán; basada en el trabajo de Omori, esta escala varía de 0 a 7, donde 7 es el grado más alto.
Su unidad de medida es el Shindo (grado de agitación).
La República Popular China y Hong Kong utilizan la escala CSIS (Escala de Intensidad Sísmica de
China-1980), para medir la intensidad sísmica. Los efectos sísmicos se clasifican en 12 grados
de intensidad (I-XII), llamados Liedu (grado de violencia). Se observa que la mayoría de las
escalas sísmicas tienen doce grados de intensidad, son aproximadamente equivalentes entre sí
en los valores, y tienen pequeñas variaciones en el grado de sofisticación empleado en su
formulación. No tienen una base matemática, sino que emplean una clasificación arbitraria
basada en los efectos observados.
ESCALAS DE MAGNITUD
Representa la energía sísmica liberada en cada terremoto y se basa en el registro
sismográfico.
Es una escala que crece en forma potencial o semilogarítmica, de manera que cada punto de
aumento puede significar un aumento diez o más veces mayor de la magnitud de las ondas
(vibración de la tierra), pero la energía liberada aumenta 32 veces. Una magnitud 4 no es el
doble de 2, sino que 100 veces mayor.
(El Doctor en física de la Universidad de Barcelona, Sr. Josep Vila, nos aporta que entre
magnitud 2 y magnitud 4, lo que aumenta 100 veces sería la amplitud de las ondas y no la
energía. La energía aumentaría un factor 33 cada grado de magnitud, con lo cual sería 1000
veces cada dos unidades)
El gran mérito del Dr. Charles F. Richter (del California Institute for Technology, 1935) consiste
en asociar la magnitud del Terremoto con la "amplitud" de la onda sísmica, lo que redunda en
propagación del movimiento en un área determinada. El análisis de esta onda (llamada "S") en
un tiempo de 20 segundos en un registro sismográfico, sirvió como referencia de "calibración"
de la escala. Teóricamente en esta escala pueden darse sismos de magnitud negativa, lo que
corresponderá a leves movimientos de baja liberación de energía.
Richter definió esta magnitud tomando como base las características de California, Estados
Unidos (por lo que no es necesariamente aplicable a cualquier parte del mundo), y para
distancias menores de 600 km (de aquí su nombre de "local").
Otra escala de magnitudes, muy usada para determinar magnitudes de sismos locales, es la
escala basada en la longitud de la coda de los sismos (7). Es también logarítmica y se designa,
usualmente, por Mc; es una escala muy estable, pues los valores obtenidos dependen menos
que ML de factores como el azimut entre fuente y receptor, distancia y geología del lugar, que
causan gran dispersión en los valores de ésta.
Para cuantificar los sismos lejanos se utilizan comúnmente dos escalas: la magnitud de ondas
de cuerpo mb y la magnitud de ondas superficiales o M. En varias partes del mundo se
utilizan diferentes definiciones de estas magnitudes; casi todas ellas están basadas en el
logaritmo de la amplitud del desplazamiento del terreno (la amplitud leída en el sismograma se
divide entre la amplificación del sismógrafo para la frecuencia predominante de la onda
correspondiente) corregida por factores que dependen de la distancia (a veces también de la
región epicentral) y de la profundidad hipocentral, así como del periodo de las ondas
observadas (8, 9, 10 y 11).
No es raro que los medios de información añadan (de su cosecha) las palabras "de Richter" a
cualquier valor de magnitud del que estén informando. Sin embargo es muy probable, sobre
todo para sismos muy grandes y/o lejanos, que sea alguna otra la magnitud medida. La
magnitud de Richter tiene dos problemas graves: un sismo grande satura los sismógrafos
cercanos a él (es decir, produce ondas mayores de las que los aparatos pueden registrar,
resultando en registros que aparecen truncados), de manera que no podemos saber cuánto
vale el desplazamiento máximo. Es común que los sismógrafos no saturados se hallen fuera
del rango de los 600 km para el cual es válida la definición de . Sin embargo, es factible
obtener una estimación de a partir de registros de acelerógrafos o de sismógrafos de gran
rango dinámico, construyendo un sismograma pseudo-Wood-Anderson, mediante técnicas de
filtrado y procesamiento digital (12 y 13).
Otro problema es que, como vimos antes, la ruptura asociada con un sismo grande dura
bastante tiempo y radia energía durante todo este tiempo; por lo tanto, como esta definición de
magnitud se refiere solamente a una característica momentánea del sismograma, leída además
en un instrumento de periodo corto, resulta que no puede distinguir entre un sismo que genere
un pulso de una amplitud determinada y otro que produzca varios pulsos de la misma amplitud.
Este efecto es conocido como saturación (también) de la magnitud, y hace que la magnitud de
Richter sea confiable sólo para sismos menores del grado 7.
Este problema de la saturación de la magnitud se aplica también a los otros tipos de
magnitudes mencionados: , que es leída también para periodos cortos, se satura alrededor
del grado 7; , que es determinada de ondas de alrededor de 20s, se satura para grados
mayores de 8.3 (14). En general, cualquier medida de magnitud se satura cuando el periodo
dominante de las ondas observadas es menor que el tiempo de ruptura de la fuente sísmica.
Para evitar este efecto han sido utilizadas escalas de magnitud basadas en medidas a periodos
mucho más largos (15), y actualmente es común utilizar la magnitud de momento Mw (16),
cuyo valor se calcula a partir del logaritmo del momento sísmico Mo como:
Mw = 2/3 Log Mo - 10.7,
el cual representa, en teoría, las frecuencias más bajas (14).
Por lo tanto, cada medida de magnitud evalúa un sismo a través de una "ventana" distinta de
frecuencias. ML y m b valoran los pulsos de periodo corto, relacionados con la caída de
esfuerzos y los detalles de la historia de la ruptura; MS mide periodos intermedios y depende,
por lo tanto, de tendencias en la historia de ruptura, también depende fuertemente de la
profundidad de la fuente; Mw y otras medidas de periodo largo miden las características
promediadas de la fuente y se relacionan con las dimensiones y tiempos totales de la ruptura
sísmica. Las particularidades de los sismos, observadas a través de las magnitudes, varían de
lugar a lugar; por ejemplo, los que ocurren en las sierras peninsulares, en el norte de Baja
California, presentan valores más pequeños de MS, para un sismo de mb dada, que los sismos
que ocurren en el valle de Mexicali; esto puede indicar que los esfuerzos en el terreno son
menores en el valle de Mexicali, donde existe una espesa capa de sedimentos y altas
temperaturas asociadas con los centros de dispersión (17 y 18).
La comparación entre mb y MS para un sismo dado permite distinguir también sismos
tectónicos de explosiones. La razón Ms/mbes siempre menor para sismos tectónicos que para
explosiones, debido a la diferencia en los procesos de excitación de ondas y a la relativamente
menor dimensión de las fuentes explosivas (1 l).
Aunque, como vimos arriba, las isosistas en general no forman círculos, existen varias
relaciones aproximadas entre la magnitud de un sismo y su intensidad a cierta distancia de la
fuente. Como ejemplo presentamos una apropiada para los sismos someros en México (19):
I = 8.16 + 1.45 M - 2.46 log R,
donde R es la distancia (en km) de la fuente al punto de observación.
Existen varias fórmulas que relacionan la magnitud de un sismo con su energía; diferentes
fórmulas son aplicables a los sismos en diferentes lugares o suelos. Un ejemplo de la relación
magnitud/ energía radiada, propuesto por Gutenberg y Richter (6), es:
log Es(ergs) = 11.4 + 1.5 M.
Puede usarse M para sismos pequeños a intermedios, pero para grandes es más apropiada
Mw (16).x
Como ejemplos de energías radiadas podemos mencionar los sismos de Michoacán de 1985
(Mw = 8. 1) con Es = 3.8 X 10²³ ergs, y de Chile 1960 (Mw = 9.5) con ergs;
mientras que los sismos medianos o pequeños, con magnitudes M = 5 y M = 3
generan y ergs, respectivamente. De aquí podemos ver que la energía
liberada por los sismos medianos y pequeños es mucho menor que la liberada por los grandes
(requeriríamos de 33 millones de sismos de magnitud 3, o 31 000 de magnitud 5 para liberar la
energía correspondiente a uno de magnitud 8.0); por lo tanto, la ocurrencia de sismos
pequeños no sirve como válvula de escape para la energía de deformación que dará lugar a
sismos grandes.
El terremoto de Shaanxi de 1556: el más mortífero que se
conoce
El sábado 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos, amaneció como cualquier
otro en la capital de Portugal. A las 10 de la mañana, muchos de sus 275.000 habitantes
se encontraban en la iglesia. En ese momento, se sintió el primer temblor, dando comienzo
al desastre que acabaría con la vida de 70.000 personas, uno de los peores terremotos
de la historia.
Hubo tres temblores, que duraron unos diez minutos en total. Aunque Lisboa fue la ciudad
más dañada por el terremoto, no sólo afectó a Portugal. Sus efectos se sintieron también
en el Norte de África y en el suroeste español, así como en Francia, Suiza y el norte de
Italia. La oscilación del nivel del agua que se sintió incluso en Finlandia sugiere una
magnitud de aproximadamente 9 en la escala Richter.
Uno de los terremotos más destructivos dela historia tanto en el aspecto humano como en
el material tuvo lugar en San Francisco en 1906. Tuvo una magnitud de entre 7,5 y 8
grados en la escala Richter, y para muchos es considerado el precedente del
denominado Big One. El conocido "Big One" supondrá uno de los peores terremotos de la
historia que afectará principalmente a los EE.UU. Pero que no cunda el pánico, ya que los
científicos prevén que este fenómeno no se producirá hasta dentro de 3000 años.
Durante más de cuatro días un intenso incendió arrasó la ciudad de San Francisco,
haciendo que los destrozos fuesen aún mayores. Fue tal la fuerza del terremoto que sus
pérdidas económicas y materiales son estimadas en más de 400 millones de dólares (de
aquella época). Además el seísmo no sólo afectó a San Francisco, sino que también
afectó a otras ciudades y zonas cercanas con una menor magnitud según la escala
Richter. Algunas de las ciudades afectadas por el histórico terremoto fueron Los Ángeles,
San Juan Bautista, Eureka, Oregón y tan lejos como el centro de la Isla de Nevada.
Tangshan está situada en el norte de China, 150 km al este de la capital, Beijing, cerca de
la costa. La región se encuentra en la unión de dos zonas sísmicas, la de Yan Shan y la
de Candong. La actividad sísmica en esta zona es bastante común y relativamente alta.
El terremoto de 1976 fue uno de los más grandes ocurridos en años recientes y,
probablemente, el segundo más mortífero que se conoce. Es imposible saber esto con
seguridad, puesto que hasta 3 años después del suceso no se hicieron públicos fuera de
China datos al respecto. Probablemente nunca se conocerá con exactitud el número de
víctimas, que oscilan entre 240.000 y 700.000. Ocurrió el 28 de julio a las 3:42 de la
mañana (hora local) y registró una magnitud de 7.5 en la escala Richter. Fue seguido de
otro 15 horas más tarde, lo que dificultó el rescate de los supervivientes.
Aunque Tangshan estaba en una zona de actividad sísmica, los científicos chinos no
creían que se pudiera producir un gran terremoto allí; así, los edificios no estaban
construidos para soportarlo. Un 93% de los edificios residenciales y el 78% de los
industriales fueron completamente destrozados. Sin embargo, la reconstrucción de la
ciudad empezó enseguida y hoy es hogar de más de un millón de personas. Por esto es
conocida como “Brave City of China”.
Las cifras oficiales alcanzan las 17.127 víctimas mortales, y alrededor de medio millón de
personas sin hogar, aunque el total se incrementa si se tienen en cuenta a las personas
que en el siguiente invierno murieron a causa de las condiciones de frío y pobreza, ya que
estaban viviendo en la calle en pésimas condiciones. La ciudad de Izmit fue gravemente
dañadas con pérdidas económicas que se estiman entre 2 y 6.5 millones de dólares en las
ciudades de Estambul, Kocaeli y las provincias de Sakarya.
La causa del devastador seísmo fue un megatemblor marino que ocurrió por el
enfrentamiento de la placa tectónica de la India, con la placa tectónica de Birmania que
lleva a Sumatra y otras islas sobre ella. Las placas tectónicas de la India y Australia se
mueven en dirección norte respecto a la placa de Eurasia con velocidades de 60 mm al
año, causando que la primera se coloque bajo la segunda en un movimiento de
subducción. La región del norte de Sumatra también se ve afectada por movimientos en el
conocido como Cinturón de Fuego del Pacífico, que incluye en esa zona a Nueva Guinea,
Sumatra, Java, Bali, Flores y Timor. Las presiones y tensiones generadas hicieron que el
suelo del Océano Indico se desplazará unos 15 metros hacia Indonesia. La longitud de la
ruptura de la falla alcanzó los 1.200 kilómetros.
El terremoto de Haití ocurrió el 12 de enero de 2010 a las 16:53 de la tarde, hora local,
con una magnitud 7.0. El epicentro se situó tierra adentro, cerca del pueblo de Leogane, a
15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital de Haití. También se registraron una gran
cantidad de réplicas, 52 en los 12 días siguientes, algunas incluso alcanzaron los 5,9
grados de intensidad. Se trata del más fuerte registrado en la zona desde 1770.
El sismo se sintió en Cuba, Jamaica y República Dominicana.
Haití se encuentra situada en una zona sismológicamente activa, que ya ha sufrido
otros seísmos considerables a lo largo de su historia, como el de 1751, el de 1770, que
devastó Puerto Príncipe por completo y el de 1841 que destruyó la ciudad Cabo Haitiano,
el norte de Haití y la República Dominicana. Pero no hay que retroceder tanto en el tiempo,
puesto que en 1946, un terremoto de magnitud 8.0 registrado en República Dominicana
produjo un tsunami que mató a 1.790 personas. Ésta serie de temblores sísmicos tienen
su origen en la Falla de Enriquillo que comparte la mitad del movimiento relativo entre
la placa de América del Norte y las placas tectónicas del Caribe, con la falla Septentrional
Oriente, que recorre el lado norte de la isla La Española. Ambas fallas se encuentran y se
unen al oeste de la Fosa de las Caimán. La falla de Enriquillo se mueve unos 20 mm al
año. Los estudios sismológicos revelan que posiblemente se produzcan más terremotos en
los próximos años.
El seís mo que se produjo el sábado 27 de febrero a las 3:30 am hora local dejó al menos
528 muertos, muchos heridos y más de 500.000 casas dañadas en la zona de Concepción
– Valparaíso. Sus efectos se sintieron en Chile y Argentina, así como también en partes de
Bolivia, sur de Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay. Alcanzó 8.8 en la escala sismológica de
magnitud de momento y según el USGS su epicentro se localizó en el Mar Chileno frente
a la costa de Maule, provocando también la aparición de tsunamis.
El terremoto se generó en el borde convergente entre la placa de Nazca y la
Sudamericana. La ruptura de la falla empezó a un nivel muy profundo bajo la costa y se
extendió hacia el oeste, el norte y el sur. Mientras se extendía, el deslizamiento de la falla
provocaba los temblores. También afectó al fondo marino, provocando el tsunami.
Debido a esta frontera de placas las costas chilenas tienen una larga historia de
terremotos, como el que se produjo en Valdivia en 1960, y que tiene el dudoso honor de
ser el seísmo más fuerte registrado con un sismógrafo, alcanzando los 9.5 en la escala
sismológica de magnitud del momento.
Este seísmo se produjo sólo dos años después del de 7.9 de Wenchuan (Sichuan) el 12
de mayo de 2008, que ocurrió en el margen de la placa Tibetana, en contraste con el de
Yushu, que ocurrió en el interior. Causó más de 80.000 muertes y desapariciones.