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elegir las materias de estudio...

acompañada de una organizacibn perfecta


de su orientación D (p. 147), en su doble aspecto de orientación bibliográfica
y personal por parte del profesor. Ni que decir tiene que estoy de acuerdo,
siempre que la organización del sistema de enseñanza proporcione todo lo
que esté de su parte para que el ejercicio de esa libertad no se efectúe en el
vacío de una información libresca. Aquí de nuevo se ve la gran utilidad que
pueden tener los años de trabajo obligatorio, intercalados entre los de
escolaridad, para proporcionar una información que sirva a esa libertad de
plataforma desde la que ejercerse no sólo autárquicamente, sino, sobre todo,
autónomamente.

Finalmente, quiero expresar mi desacuerdo con la afirmación del autor


según la cual, « únicamente la utilización total de los recursos intelectuales
españoles, es decir, la formación a nivel superior de todos los jóvenes con
dotes suficientes..., puede, no digamos ya ser justa, sino, simplemente,
rentable ; y acaso sea el único medio de asegurar la supervivencia nacional
en un mundo y en un continente que nos lleva una ventaja de largos y
decisivos años » (p. 150). No creo en la providencial coincidencia de la
justicia con la rentabilidada3, y además creo que intentar superponerlas es
una de las más inteligentes manipulaciones conceptuales de la apologética
contemporánea del capitalismo, pues los que están en tal creencia se sienten
fácilmente dispensados de buscar la justicia, ya que, piensan, ésta les será
dada por añadidura.

París, 23 de marzo de 1966.

Apostillas a <<Pedagogía y revolución >>


Sin duda alguna, cualquier autor puede esperar al más elemental nudor literario -con resvecto
actitudes muy diversas ante su obra, salvo una a sí mismo y al lector- como explicitar por lo
sola : una valoración exacta de la intención largo semejantes interioridades, que deberían
general que la anime, o, dicho de otra forma, haberse materializado mudamente por entre
que se trate de averiguar qué es realmente lo todas las líneas, páginas y hasta sobrecu-
que se ha puesto en las manos del curioso bierta.
lector, enfundado bajo el engañoso concepto
general de libro (que, recordémoslo, se refiere El excelente y cuidadoso trabajo de Antonio
a unas meras peculiaridades exteriores de Linares, que ha tenido la amabilidad de comu-
impresión, formato, etc.), y que se calibren con nicarme, mira lo que he denominado expresa
precisión las condiciones en que se haya reali- y muy conscientemente conjunto de a reflexio
zado. Mas, por otro lado, nada hay tan contrario nes que giran alrededor de un tema a desde el

23. Vt5aseP. Bourdieu y J.C. Passeron, E<


Les intelkctuels, I’éducation et le développement w,
Aportación a la reunión internacional sobre a La formación del hombre y el desarrollo
económico R. Madrid, octubre de 1W. (Inédito.)
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ángulo exclusivo de la sociologia i más en Mas, frente a estas actitudes, que podrían tal
concreto, de la sociología de la ensenanza. Que vez estigmatizarse de apocalíptrcas o filocatas-
con su gran conocimiento de esta cuestión sub- tróficas y que tienden a diferir las reformas
sana algunas de las innumerables deficiencias más elementales para el instante en que esté
mías, a la vista está ; y no otra cosa querría yo cumplida una ti%sformación global - de las
que hiciesen cuantos, desde una dedicación pro- relaciones de poder y producci6n (cosa que no
fesional e intelectual u otra, se esfuerzan por se me aparece como realizable en plazo breve),
penetrar y alumbrar en el oscuro fenómeno de creo que tenemos el deber de señalar qué altera-
la actuación pedagógica, por más que ello lleve ciones del sistema actual serian aquí y ahora,
casi siempre aparejado -como ocurre en este en principio, beneficiosas (incluso para ayudar
caso- una óptica lateral de perfección, con la a que se produzca esa desea& mutación, si es
que mis desordenadas sugerencias se ven como que el acceso de la juventud de origen proleta-
un intento (fallido, desde luego) de constituir rio a los recursos culturales e intelectuales a
un cuerpo sistemático de alguna ciencia rela- nuestro alcance puede contribuir -unido a
cionada con la praxis del enseñar y el aprender. ciertas otras cosas- a la formación de una
actitud de renulsa de la nresente escisión entre
Así, en el estudio a que me estoy refiriendo, poseedores y desposeídos). Otra cosa es que
Antonio Linares, llevado sin duda del buen sean suficientes. nero creo haber dicho con
deseo de que yo hubiese expuesto un tratado de alguna claridad hasta qué punto una actividad
sociología de la enseñanza, o siquiera un esbozo pedagógica satisfactoria-depende, en mi opinión,
de él, busca sin cesar precisiones, desarrollados de una estructura socioeconómica que tambien
y hasta modelos científicos de « valor operacio- lo sea (véase la página 68, en especial la frase
nal », cosas todas absolutamente ajenas a mi en que resumo todo : « la evolución del sistema
mera pretensión de replantear el tema, ahora y en un aspecto [esto es, en el socioeconómico 0
en España, y hacer patente su complejidad, en el pedagógico] exige y permite la del otro ;
aqui tan sistemáticamente burlada. y hay que atacar ambos simultanea e indeoen-
Tal es, en efecto, el suelo en que se apoyan dienteniente, con la mira puesta en su comple-
mis algo anárquicas divagaciones : no s610 mentario » ; consúltese también la nota 17 de
convendría percatarse de que el trasfondo del las páginas 240-241, citada, es cierto, por
boceto que trazo está constituido por la situa- Linares).
ción de los estudios en nuestra patria, sino
recordar que este volumen está escuzto en Veamos ahora muy sucintamente, para no
España y, además, para ser publicado en Espa- hacer esta respuesta interminable, las obser-
ña; esto es, con la intención de suscitar sin vaciones de mi benévolo crítico que exigen
” trabas en España preocupaciones, criticas y inexcusablemente aclaración ; pues sería mucho
discusiones indenendientes. Quiero decir con pedir que me fuese indiferente que quienes no .
esto que a sus obvias limitaciones internas se hayan leído Enseñar y aprender lo consideren
añade la de que no puede poner en tela de cargado de muchos defectos añadidos a los ,que
juicio estricto y riguroso muchas cosas que la ya tiene.
« libertad » sin libertad -pues (perdóneseme
por recordar lo evidente) el riesgo del « liber- 1. Es completamente cierto que lo que yo llamo
tinaje » es tan inherente al ejercicio efectivo de la segunda voz del texto (aue Linares denomina
la libertad, y tan ineliminable de antemano si las notas incluidas en elj requería una sepa-
no es junto con esta misma, como el del error ración tinográfica del discurso nrincinal. Por
” es inseparable de la búsqueda de la verdad y desgracia; mi lucha a brazo psi-tido -c&n los
con la posibilidad real de encontrarla- impide, editores para conseguirlo’ no ha logrado más
ora sofocante, ora contundentemente, tratar. que los asteriscos y corchetes, enteramente
Se podrá pensar -y posiblemente piense así insuficientes.
Linares- que en tal caso no merecia la pena
de hablar de reformas de la enseñanza i que la 2. La nota 20 del capítulo II tiene una impor-
transformación de la sociedad espanola es tante función : la de denunciar la actitud
conditio sine gua non de todo viraje pedagógico « epistemolátrica », que canoniza un estado
de algún valor, y que ~610 situándose ante el momentáneo de la ciencia (entendido, además,
panorama de una estructura socioeconómica . como conjunto de afirmaciones y no, ante todo,
radicalmente distinta de la actual pueden sefia- de hipótesis y conjeturas), haciéndolo equivaler i
larse qué funciones habrían de desempeñarse a los hechos o a la verdad. (La 28 del mismo
aquí por el cuerpo docente y cómo. capítulo es, eso’sí, lamentable resultado de mi
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© faximil edicions digitals, 2002
.

obsesidn por no dar por cierto lo dubitable, ara afirmar, negar, poner en duda comparar,
manía que tantas veces perjudica la inteligibl- f armar hipótesis, inferir y las de& operacie
lidad.) nes intelectuales (dejemos de lado los *len-
guajes * de las ciencias formales, que se basan
3. Inmediatamente antes de mi algo desafortu- inexcusablemente en el lenguaje = ordinario *
nada frase = lo oue nos debe ocuoar. mincioal- -por mucho que la superen en alcance y
mente, en cuan& a la sociologia de ia-ense&- precisión-, de igual modo que el microsco io
za m (en la que el ‘nos’ alude al autor y al lector supone y requiere para su uso el ojo). sn
en el acto mismo de la comunicación y reflexión cuanto a aue sea lo único q verdaderamente
conjunta por mediación de la palabra escrita) interesante; de aprender, véase a qué conclu-
exponía yo un bosquejo de temas de esta sión llego tras el largo excursu.s del ca itolo IV
disciplina; 7 en 61 los estudios sociológicos del sobre el lengua’e: el profesor = s6Po puede
= aula, las blbliotecas y centros de estudio *, etc., tener [...] valor d e incitación a una tarea propia
constituían ~610 el cuarto v último aoartado del y de transmisión de lo que de u arte D haya en
segundo grupo de cuestio&es a tratkr por ella. los métodos de trabajo e investigación -esto
Así pues. está claro que la sociología de la es, en un sentido estricto de ensetümza, 9610
enseáti no es prindpalmente, para mí, la puede permitir que se enseñen tknicas manua-
psicosociologia del aula, por más que en les o casi manuales n (p. 138). : Cómo no ha
Enseñar y aprender me haya ocupado preferen- registrado Linares esta semejanza de puntos
temente de ésta. de vista ?
4. La « banal constatación [...] psicologizante u 7. En absoluto digo. ni uienso, cwe la cultura
¿ no es, acaso, una expresión de la faceta sea un repertorio-de saberes veibalmente for-
psicoldgica de la relación entre dominantes y mulables (afirmo explícitamente lo contrario
dominados que Linares expone en su primer en la pagina 51). Dentro de una sociedad, siento
diagrama y en las explicaciones que lo acom- taxativamente, hay diversas culturas, parcial-
pañan? (No creo haber hecho en el librito mente coincidentes (véase la aserción escueta
promesa alguna de atenerme ~610 a los aspectos en la página 50, una imagen plástica de tal
sociológicos, ni entiendo que sólo la sociología pluralidad en las Y8 y 59). No identifico sociedad
sea elucidatoria.) Por lo demás, la considero con nación (definida administrativamente) : en
expIicativ@, dentro de ciertos límites, dado que la página 59 pongo como ejemplo de 16 pri-
en países en los que la distancia entre unos y mero la constituida por n un grupo de aldeas de
otros es menor (los Estados Unidos, pongo por una región no mu extensa., y a cada paso
caso) el acceso de las clases < inferiores * a los hablo de = socieda B o grupo social w, expresion
estudios medios y superiores y el paso de los que delata inequívocamente que se llega a la
vástagos de las N superiores D (no de las suprc- sociedad mediante un enfoque metodológico no
mas, desde luego) a ocupaciones de índole pertinente en el caso de la nación. Por otra
proletaria están infinitamente más difundidos parte, ésta no queda delimitada, como quiere
que en España (aunque, por supuesto, aún estén Linares, por la lengua más la cultura: hay
sometidos a muchas restricciones). naciones, como España, con varios idioma:
propios, y otras, como Suiza, con ninguno pn-
5. El modelo cibernética que gentilmente se me vativo de ella.
ofrece constituye un claro ejemplo de las
interpretaciones asociológicas de la enseñanza 8. En « el proceso interno de [mi] pensamien-
que justamente trato de evitar, denunciar y tor no entra la aceptación de la hipótesis de
superar; por lo demás, es únicamente, a mi Sapir-Whorf ; y al suponer que sí entra adopta
entender taxonomía, y no teoría -por emplear Linares un punto de vista no ~610 erróneo, smo
la distinkión de H. Zetterberg (On Theory and que le lleva a interpretar equivocadamente
Verificncion in Sociofogy, 2a ed., Totowa, Bed- muchísimas afirmaciones mías. Además, en el
minster Press, 1963, p. 7-8; hay una tercera caso de que admitiese tal teorla (que sólo
edición, que no he visto). expongo porque me parece muy interesante y
digna de reflexión) no podria yo por menos
6. Para mi, enseñar no es hablar o escribir, ni de tener en cuenta que para Whorf los idiomas
aprender, escuchar o leer (cosa verdaderamente europeos son, « a efectos culturales m, hom*
disparatada) : enseñar y aprender reqmeren g6neos ( sintetizables en el SAE o Standard
siempre, sin embargo, en cuanto se excede UII Average k uropean) ; de modo que Linares, para
nivel intelectual modestísimo, una acción verbal, ser consecuente, tendría que atribuirme la
un. pensar apoyado en símbolos lingüísticos ; identificación de Europa occidental (por lo
pues hasta ahora no se han inventado otros menos) con una sola y única sociedad, dada la
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comunidad en ella innegable -pues, ya que nos (no rebeldes ni opuestos a ellas) a sus
desdeña las variaciones que yo subrayo entre normas y a gran parte de su sistema o sistemas
las culturas de los distintos grupos sociales, de valoración.
i por qué no hacer lo mismo con las existentes
entre una nación y otra cuando sus lenguas son ll. Toda la reconstrucción de mi pensamiento
x culturalmente » equivalentes 0 la misma ? en sentido idealista no pasa de caricatura; y,
por otra parte, la frase de Ortega, que Linares
Por lo demás, considero que sociedad es, como interpreta sin vacilación, ¿ qué papel desem-
cultura, un concepto relativo, que puede abarcar peña colocada como mote al frente de una
FX-LIDOS humanos más o menos amnlios. semín obra ? : i es una descrivción directa (ver
sea-el propósito cognoscitivo 0 práctico -qué en brillantes-que sean sus im2genes) el señal% a
cada momento nos guie : se vuede hablar de la un indicio de la condición vsicolóáica del hom-
sociedad madrileña; la sockdad española, la bre, una exhortación a la -actitud reflexiva, la
occidental, etc. Lo que sí sucede -y esto acaso propuesta de un modelo de conducta que el
aclare las excesivas suspicacias de Linares- es autor desearia para sí, o alguna otra cosa ?
que el proceso de formación y reforzamiento de Creo que Linares se apresura a veces en sus
las nacionalidades conduce como resultado, al interpretaciones, y la prisa sólo’ por casualidad
menos en Europa, a la constitución de unas nos hace poner la mano sobre el objeto debido.
discontinuidades culturales bastante marcadas
prácticamente coincidentes con las fronteras 12. No es cierto que atribuya yo la división del
nacionales ; con lo cual se hace sumamente fkil trabajo a la multiplicación de los saberes. Lo
-sin que ello sea ilegítimo, creo, para determi- que digo (p. 62) es que la « especialización de
nadas finalidades teoréticas- la delimitación los saberes, que se inicia en sociedades muy
espacial de las sociedades en concordancia con sencillas [...l (recuérdense los gremios de ces&
aauellas fronteras. Mis usos de ‘sociedad ros, de constructores de canoas, de alfareros
admiten a veces tal interpretación, y en otras o de herreros) lleva consigo la ramificación
ocasiones la excluyen. correspondiente en la formación D : de modo
aue sobre el origen de tal esvecialización de
9. Todos los sistemas que estudian los cientí- craxis y saberes ño hago hipótèsis alguna, y el
ficos son, hasta nueva noticia, relativamente lector queda en libertad de adelantar la que
aislados: ni lo absolutamente trascendente ni prefiera.
el fluio universal son obieto de ciencia (vese
a los “malabarismos teoló$cos y con perd& de 13. Tan no me apoyo en la autoridad de Ortega,
Heráclito) ; ,y el ‘relativamente’ implica que la contra lo que cree Linares, que trato de
especificaclon de cuáles han de ser los paráme- completar su concepto de usos vzgentes con la
tros a oue atendamos vara recortarlos de su idea, a él ajena, de saberes correspondientes a
entorno hepende de nuestra intención metodo% ellos ; en cuanto a la mostraCi6n de su
tica. Por consiguiente. vienso oue, mientras no existencia, se encuentra en la página 51.
se demuestre h contkkio (y ias-interesantísi-
mas reflexiones y metáforas de Linares acerca Veamos ahora el pretendido contraejemplo que
del « eje histórico » y el « eje sociológico » no aduce mi crítico : si un niño esvañol o si un
constituyen demostració?, a mi entender), el extranjero dicen de unas personas que u corre D,
concepto de « sociedad mdustrial » es perfeO no me parece dudoso oue un adulto Que tenga
tamente pertinente con fines de estudio de la el cast&ano como lengua nativa y de ánirño
entrada de los jóvenes en una sociedad -natu- servicial los corregiría diciendo ejemplarmente
ralmente, hasta cierto grado del análisis. u Corren », 0 que incluso añadiríá a ‘Corre’ no
está bien dicho », « Hay que decir ‘corren’ B
10. No excluvo de la sociedad a los jóvenes 0 alguna otra frase semeiante. Y lo mismo
que no es& completamente integrãdos, y sucedería con cualquier otr; verbo de los men-
cuando hablo de integración (funcional o dis- cionados por Linares (en el supuesto de que
funcional) en una sociedad estoy diciendo, sea cierta la regla que él señala) i Hay aquí un
como es obvio, algo muy distinto que perte- saber o no ? *
nencia (aunque la frase de la página 35 citada
por Linares, algo ambigua, permita la errónea
interpretación que él le da). Lo que sí excluyo * Se trata aqui, en definitiva, del saber hablar a que aludo
de la sociedad (de los adultos) son los niños, en las páginas 120421 del texto y la página 216, nota 59.
ignorantes de la mayorfa de sus usos elemen- Lo cual no quiere decir que sea claro el modo de a tener s
estos saberes, que constituirían la gram&tka del hablante
tales -técnicas del propio cuerpo, manejo de (cuestión psicolm “ística puesta en incandescencia con el
los artefactos, Q modales w y enteramente aje- auge de las d has generativas).
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14. Algo incomprensibles resultan hasta para el empleo es estrecha, y hasta miope. Efectiva-
autor más convencido de los defectos de su mente ; pero recuérdese que, según he dicho al
obra. las frases en oue el crítico eleva a formu- principio, se trata de algo escrito en España y
lación abstracta U&I afirmación concreta, dee para España, hic et nunc.)
naturalizándola asi y haciéndola merecedora
del por lo visto muy agradable de suministrar No voy a rectificar otros detalles de interpre
severo varapalo. Que = la utilización total de tación, en realidad bastante nimios y que mis
los recursos intelectuales españoles, es decir, reflexiones a veces autorizan con su falta de
la formación a nivel superior de todos los sistema. Lo importante es, ante todo, que la
ióvenes con dotes suficientes C...l sea el único cuestión de la enseñanza entre en debate
modo de asegurar la supervivencia nacional B público animado por partes no interesadas en
me parece cosa del orden de la trivialidad, si la perduración del desventurado sistema pre
descartamos la harto improbable ayuda cons- sente; y tanto más cuanto esas partes la
tante, benéfica y desinteresada desde el exte- conozcan a fondo. En el caso de Antonio
rior; y el que la dedicación a tal fin de las Linares, su crítica, en muchas ocasiones muy
inversiones en enseñanza media y superior se certera, y lo que nos deja vislumbrar de sus
llame rentable (en especial cuando se la com- ideas acerca de la enseñanza y su sociologIa
para con su reducción a la finalidad de formar nos permiten esperar que, a poco que las cir-
a los hijos de las clases superiores, cuales cunstancias sean favorables, lleve a cabo las
quiera que sean su inclinación, sus intereses imprescindibles investigaciones al respecto en
y su capacidad intelectual), no creo que merezca nuestra patria, exponga detalladamente sus
objeciones graves. De la justicia en general concepciones por escrito y contribuya a realizar
-sujeto algo escurridizc+ no he dicho nada; una reforma radical de la situación española.
pero, i qué considera Linares más &e-&; Así sea.
2 que todos los jóvenes con dotes s
reciban la enseñanza a nivel superior 0 que
sólo lo alcancen los provistos de abundante VICTOR SANCHEZ DE ZAVALA
patrimonio ? Pues a esa coincidencia me refiero,
y ~610 a ella. (Se me dirá que la óptica que Madrid, 31 de marzo de 1966

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