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SÍNDROME DE BURN OUT

INTRODUCCIÓN

El término burnout fue descrito por primera vez por el Doctor Herbert
Freudenberger en el año 1974, médico psiquiatra de Norteamérica, quien lo
definió como una condición de agotamiento, cansancio o fracaso que se gesta
por la entrega intencionada de tiempo, esfuerzos y voluntad en el desarrollo o
logro de un objetivo personal o de otros, sin llegar a obtener el resultado
esperado. Para él las personas más propensas a sufrir esta condición, son
aquellas que se dedican y comprometen con sus laborales de trabajo a una
escala mayor de lo normal, especialmente aquellos que desempeñan trabajos
relacionados con la búsqueda del bienestar y/o mejoría de otras personas; de
manera que dichas personas “sentirían una presión desde dentro para trabajar y
ayudar, a veces de forma excesiva y poco realista, además de una presión desde
el exterior para dar”.

Para el año 1976 se realizó un estudio sobre el burnout, dicho trabajo de


investigación fue realizado por Christina Maslach y colaboradores, en donde
incluyeron en su estudio a 200 personas profesionales, entre ellos psicólogos,
psiquiatras, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, abogados, entre otros;
todos estos trabajadores tenían en común: el estrés propio de su trabajo, a saber,
la interacción personal con sus propios pacientes o clientes teniendo como
objetivo buscar el bienestar y mejoría de los mismos. Del estudio realizado por
esta autora concluyó que el burnout ocasionaba diferentes tipos de signos
clínicos, como por ejemplo, el aumento de desgano laboral, la baja moral en el
empleado; por otro lado también menciono que las personas que padecían este
tipo de síndrome podrían estar relacionadas con alteraciones psicosociales,
como lo son, los conflictos familiares, el alcoholismo, las enfermedades mentales
y/o el suicidio. Finalmente Maslach pudo afirmar que esta enfermedad se
presenta con mayor frecuencia en personas que laboran por largas horas con
pacientes y/o clientes y que tienen un trato directo con ellos; presentándose en
menor frecuencia en personas que trabajan en áreas administrativas.

DEFINICION

Edelwich (1980) conceptualizó que el burnout es la disminución progresiva de


propósito, idealismo y energía como la consecuencia del ambiente laboral en el
cual se desempeñan los profesionales asistenciales; describiendo cuatro
diferentes fases clínicas; la primera fase: entusiasmo, en la cual el personal de
trabajo presenta expectativas muy elevadas no acorde a la realidad; la segunda
fase: estancamiento, en donde el profesional siente que su desempeño laboral
no es valorado de la manera como el espera por parte de sus paciente o clientes
y/o superiores, motivo por el cual se encuentra más propenso a ser afectado por
la actitud pesimista o poco proactiva de sus compañeros de trabajo ya envuelto
en este tipo de actitudes.; la tercera fase: frustración, fase en donde el
profesional cuestiona el valor de su trabajo y de su persona, por otra parte
también se dan a notar los motivos de disconformidad laboral relacionados con
el ambiente de trabajo del profesional, como por ejemplo, la baja remuneración,
la excesiva carga laboral o las cuestionables labores administrativas y por último
se presenta la cuarta fase: apatía, caracterizada por una actitud de indiferencia
al desempeñar las labores de trabajo por parte del profesional.

Pines, Aronson y Kafry (1981) mencionaron que el síndrome de burnout es la


consecuencia de un estado repetitivo de presión u hostigamiento emocional y lo
definieron como una condición de agotamiento del ser humano en diferentes
aspectos (físico, mental y emocional), esto debido a que la persona afectada se
encuentra por largos y continuos espacios de tiempos bajo circunstancias que le
repercuten emocionalmente.

En el año 1989 los autores españoles Gervás y Hernández llamaron al Síndrome


de Burnout como la Enfermedad de Tomás y Vega et al (1998) lo denominaron
el Síndrome de Desgaste Profesional (refiriéndose a la misma definición
brindada por Maslach y Jackson), expresión que se emplea en las diferentes
fuentes de información que se encuentran sobre este tema elaborados en nutro
país.

Mingote y Pérez (1999) definieron a este síndrome como la respuesta al fracaso


de adaptación personal por agotamiento y desgaste de acciones para hacer
frente a las constantes demandas laborales que se requiera en el trato con
personas durante un determinado tiempo, produciéndose un desequilibrio
emocional continuo y persistente que generalmente no sería reconocido ni
resuelto por las personas que lo padecen. Para estos autores, el Síndrome de
Desgaste Emocional repercute de manera significativa en la vida del profesional
que lo padece, ya que no solo lo afecta psicológica o emocionalmente, si no
también, físicamente.

MODELOS TEÓRICOS

Christina Maslach y Susan E. Jackson (1981) hicieron que el síndrome de


burnout tomara mayor relevancia ya que realizaron un estudio en donde se pudo
identificar que dicho síndrome presenta tres dimensiones específicas,
características únicas de las personas que lo padecen, los cuales fueron en
primer lugar el cansancio emocional, orientado hacia la pérdida de la voluntad,
el agotamiento, desgaste y fatiga emocional; la segunda dimensión es la
despersonalización o deshumanización, que hace referencia a la aparición y
desarrollo de actitudes no favorables, principalmente negativas, hacia otras
personas, principalmente hacia las personas con las cuales labora (compañeros
de trabajo, clientes y/o pacientes), conjuntamente con pérdida de causa o
motivación y la presencia de irritabilidad; finalmente la tercera dimensión es la
falta de realización personal, el cual se refiere a que la persona presenta una
predisposición negativa hacia su persona y trabajo, con la característica de una
autoestima baja, disminución en el rendimiento laboral, poca tolerancia hacia las
presiones laborales y poca capacidad para aguantar momentos de estrés.
Finalmente las autoras concluyeron que la aparición de estas dimensiones se da
en profesionales que prestan servicio de ayuda al público, definiendo el burnout
como un síndrome caracterizada por las tres dimensiones ocurriéndoles,
generalmente a profesionales que trabajan brindando ayuda o soporte a otras
personas.

Por otro lado Christina Maslach y Susan E. Jackson también desarrollaron un


instrumento de medición del burnout llamado MBI, por sus siglas en ingles que
significan Maslach Burnout Inventory, el cual presentaba 22 items que hacía
referencia a las actitudes que mostraba el trabajador hacia las personas con las
cuales brindaba su servicio y/ o trabajo, aspectos emocionales y sentimientos
personales. El propósito inicial que tuvieron las autoras de este test, fue evaluar
el grado de burnout laboral en personas que trabajan brindando sus servicios por
el bienestar o mejoría de otras personas y también que fuera incluido en estudios
posteriores relacionados al burnout, alcanzando un adecuado conocimiento de
diferentes variables que ayudara a la reducción del síndrome de burnout.

Mingote y Pérez fueron uno de los primeros en describir la semiología de esta


enfermedad, pero separándolos en tres grandes grupos; el primero son los
síntomas disfóricos, como por ejemplo, el agotamiento emocional, la ansiedad,
el estrés y la irritabilidad; el siguiente grupo son las alteraciones de conducta,
como por ejemplo, el distanciamiento en el trato profesional-paciente/cliente,
evasividad laboral y finalmente la pérdida o alteración del sentido de humanidad
para con otras personas y el tercer grupo es la aparición de síntomas y signos
físicos como consecuencia del estrés, como por ejemplo, el cansancio físico
laboral constante y aparentemente prematuro (el cual obedece a las
características del segundo grupo de signos clínicos) y el malestar general de
salud sin motivo aparente, entre otros. Finalmente en este síndrome se puede
apreciar la falta de adaptación al ambiente laboral en donde el profesional siente
satisfacción personal con su desempeño y una considerable baja en su
rendimiento laboral.
Gil-Monte y Peiró propusieron una lista de aspectos psicosociales con el
propósito de profundizar más acerca del burnout, de tal manera que lo definieron
como la consecuencia al estrés que sufren las personas al no poder afrontar de
manera adecuada las actividades que demanden realizar su trabajo de manera
eficaz. Estas personas son las que realizan actividades laborales para el servicio
de otras, pero que debido a la presión excesiva laboral, no pueden
desempeñarse de manera eficiente en su trabajo, produciéndose así, el estrés
laboral mencionado poro los autores. Estos autores concuerdan que, al igual que
las definiciones de otros autores, el burnout presenta etapas o fases,
produciendo en la persona 2 características principales: elevado nivel de
agotamiento emocional y baja satisfacción laboral, esto debido a la conjugación
del estrés laboral y sus consecuencias, como por ejemplo la diferentes tipos de
respuestas de actitud y conducta.

Por su parte el autor español R. Ferrer menciono que el Síndrome de Burnout es


la respuesta equivoca frente a un inadecuado ambiente laboral, el cual se origina
al fallar los métodos de afrontamiento de control por parte de la persona, con
respecto a lo profesional, ocasionando la pérdida de actitudes positivas en
cuanto al trato a las personas con las que labora, ya sea compañeros de trabajo,
pacientes y/o clientes, y principalmente hacia en ámbito profesional, teniendo
como consecuencia la percepción desproporcionada de agotamiento. Además
para Ferrer el Síndrome de Burnout se manifiesta en tres diferentes fases, la
primera se caracteriza por la aparición de cansancio mental y físico
aparentemente sin motivo ni razón, la segunda fase se identifica por la presencia
de sentimientos de soledad o aislamiento y la ausencia de identidad en el
ambiente laboral, por ultimo describe una tercera fase en las cuales se pueden
apreciar el desarrollo de actitudes y acciones relacionadas a la ansiedad e
incluso logrando bordear la depresión, de tal manera que todo ello trae como
consecuencia la falta o disminución de la estima profesional y personal.

También existen autores que describen el Síndrome de Burnout de diferente


manera, uno de ellos es G. Corrales quien menciona que el Síndrome de
Desgaste Profesional es la falta de capacidad adaptativa producida por las altas
presiones laborales (propias del área humana de un trabajo) que existen en
trabajos donde el profesional desempeña una labor para el bienestar de otras
personas por un tiempo prolongado, lo cual conllevaría a la presencia del estrés
laboral. De tal manera que Corrales define al Síndrome de Burnout como el
impedimento de la reflexión serena y la incapacidad de organización. Por otro
lado Robles Sánchez proporciona una lista de características propias de este
síndrome como por ejemplo, la presencia de desgaste físico, emocional y mental
(esto debido al agotamiento laboral), sensación de desesperanza y desamparo,
sentimiento de soledad, perdida de actitud positiva frente al desempeño laboral
y por ende insatisfacción profesional, complejo de inferioridad en comparación
con sus compañeros de trabajo , sintiéndose ineficaz e incompetente para el
desempeño normal de sus labores profesionales.

Sin embargo algunos autores refieren que el Síndrome de Burnout se debe a un


complejo de característica sociológicas con un origen biológico o psicológico, y
no tanto , a la aparición de dicho síndrome por la presión laboral ejercida en
quienes lo padecen; proponiendo dejar de lado el termino síndrome, y más bien,
emplear el término fenómeno de burnout.

Andreu Cebriá asevera que el Síndrome de Burnout es el resultado de un tipo de


estrés, a saber, el distrés, el cual se produce en ámbito laboral, agregando
también otra característica principal el cual es la multidimensionalidad (que se
presenta en este síndrome) relacionándose con diferentes tipos de factores
como por ejemplo, el personal, sociocultural y organizacional. Así mismo
menciona también que la ausencia de vitalidad y energía, el agotamiento
cognitivo y emocional, las actitudes de descaro, falta de identidad personal y
humanización hacia el resto de personas (compañeros de trabajo, clientes y/o
pacientes), son características que se implican en este síndrome.

Como se ha visto, a través del tiempo el Síndrome de Burnout ha sido descrito y


definida de diferentes maneras, dándole connotaciones muy variadas, pero
coincidiendo todas con una característica principal de las personas que lo
padecen, el cual es, la falta de capacidad de afrontamiento a las presiones
laborales y al exceso de tiempo de trabajo por un periodo determinado, en cuanto
a las profesiones que se desempeñan en trabajos humanitarios.

ETIOLOGÍA DEL SINDROME DE BURNOUT

Las características propias de las personas que padecen el Síndrome de


Burnout, orientan a que las causas de este síndrome se divida en dos grandes
grupos: los factores o causas laborales y el perfil innato de la personalidad de la
persona o también llamado factores sociodemográficos.

Por otra parte se han hecho estudios en donde se ha manejado la posibilidad de


influencia en sentido genético con respecto a la causa de este síndrome, sin
embargo estudios realizado en familia con hijos gemelos en donde uno de sus
integrantes padecía este síndrome se pudo demostrar que no existe diferencia
estadísticamente significativa entre la asociación o relación con el síndrome de
Burnout y los factores genéticos, concluyendo que la presencia del Síndrome de
Burnout se debía, más bien, a un origen exógeno, es decir a causas
psicosociales y ambientales y no características en común entre los miembros
de una familia.

Por otro lado también se han manejado posibles causas como el nivel socio-
cultural, la formación religiosa brindada, es por ello que se ha hecho
investigaciones al respecto, para poder determinar si estos factores son causas
probables del Síndrome de Burnout, de tal que los estudios realizados
demostraron que no existe asociación significativa entre la presencia de este
síndrome con la formación educación o formación religiosa; pero si, con el nivel
socio-cultural de la familia, de manera que cuanto más alto sea nivel cultural de
la familia (padres), mayor también es el nivel de probabilidad para que se
desarrolle el Síndrome de Burnout, también llamado Síndrome de Desgaste
Profesional (en nuestro país).

Por lo tanto las causas comprobadas que pueden producir el Síndrome de


Burnout se han divido en tres grupos y son:
FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS

Este factor (causa) hace referencia a las características propias de la persona, y


solo tres han sido estudiadas en relación a este síndrome, estas características
son:

EDAD

Aunque aparentemente este factor no parece ser determinante en la aparición


de la presencia del burnout, en realidad se ha comprobado que existe una etapa
de sensibilización en donde el profesional que labora en su centro de trabajos se
encontraría más vulnerable o propenso a las presiones laborales, esto sucede,
debido a que las experiencias vividas durante los años iniciales de la profesión,
son totalmente diferente o dista mucho de lo realidad con respecto a lo que la
mayoría de las personas piensan al incursionar en el ámbito laboral, ya que se
produce un periodo de transición hasta darse cuenta que las perspectivas
previas hacia el ámbito profesional, las motivaciones profesionales, personales
y económicas, no serían las esperadas; por lo tanto mientras más joven es el
profesional que empieza a laborar mayor es la probabilidad que existe de
desarrollar el Síndrome de Burnout.

SEXO

Estudios relacionados con este aspecto del factor sociodemográfico demuestra


que la mujer es más predispuesta a desarrollar este síndrome debido a que no
solo tiene responsabilidad laboral, si no también, responsabilidad familiar, lo que
la conllevaría a tener mayor riesgo de verse afectada por el Síndrome de
Desgaste Profesional, si es que no logra hallar un equilibrio entre estas dos
responsabilidades.

ESTADO CIVIL

Si bien es cierto que se ha relacionado la presencia del Síndrome de Burnout


con las personas que carecen de una relación estable, también es cierto que
tampoco existe unanimidad entre los autores al respecto.
Por otra parte, parece ser que las personas solteras y que no tienen ningún tipo
de relación sentimental perdurable con otra persona presentan mayor
agotamiento emocional, baja realización personal y mayor despersonalización,
en comparación con las personas casadas o que conviven con una pareja
estable. Siguiendo esta misma línea de pensamiento, la ausencia o presencia de
hijos en una relación hace que las personas pudieran demostrar mayor
resistencia a desarrollar este síndrome, esto se debe a que los padres presentan
mayor madurez y estabilidad emocional, y la existencia delos hijos hace que
puedan afrontar de mejor manera los asuntos personales y emocionales en
cualquier tipo de ambiente, en este caso el laboral.

PERFIL DE LA PERSONALIDAD

Este factor (causa) se refiere a las características psicológicas de la persona, las


cuales se mencionan y describen a continuación.

 El deseo de destacar y obtener resultados brillantes


 Un alto grado de autoexigencia
 Baja tolerancia al fracaso
 Perfeccionismo extremo
 Necesitan controlarlo todo en todo momento,
 Sentimiento de indispensabilidad laboral
 Son muy ambiciosos.
 Dificultad para conocer y expresar sus emociones.
 Impacientes y competitivos por lo que les es difícil trabajar en grupo.
 Gran implicación en el trabajo
 Pocos intereses y relaciones personales al margen del trabajo.
 Idealismo
 Sensibilidad

Todo esto se acentúa si:

 No tiene una preparación adecuada para enfrentar las expectativas


organizacionales en relación al trabajo.
 Si tiene dificultades para pedir ayuda a los compañeros o trabajar en
equipo.
 Cuando no comparte las ideas, metas o valores del grupo de trabajo o la
empresa.
 Experimenta sentimientos de miedo o culpa cuando no ha cumplido algo
que debería haber hecho.
 No es capaz de compartir sus preocupaciones o miedos sobre su vida
laboral con su pareja, familia o amigos.
 No descansa lo suficiente cuando está cansado.
 No encuentra otro empleo cuando desea cambiarlo

FACTORES LABORALES O DE TRABAJO

Este factor hace referencia al ambiente laboral en el cual se desarrolla la persona


que padece el síndrome de Burnout, que evidentemente, no es el más apropiado.

HORARIO Y TURNO DE TRABAJO


Según algunos autores la distribución del horario y turnos de trabajo de manera
equivocada o poco razonable, afectan significativamente a las personas que
laboran en un lugar donde no se respeta lo mencionado anteriormente (horario
y turno de trabajo), teniendo como principales consecuencias el cansancio físico,
el agotamiento emocional y la falta de identificación con su trabajo (lo que incluye
el ambiente laboral, compañeros de trabajos, pacientes y/o clientes) que
equivale a la despersonalización; lo que vendría a ser la presencia de los tres
factores desencadenantes del Síndrome de Burnout mencionados por Maslach.

ESTABILIDAD Y SEGURIDAD LABORAL


La estabilidad y seguridad laboral en un empleo es fundamental para que el
trabador se siente bien tanto física como emocionalmente, pues de ello depende
su salud; sin embargo, cuando su permanencia en el empleo se ven afectada,
se encuentran desequilibrados emocionalmente, lo que hace que se desarrollen
actitudes, emociones y acciones relacionadas con la angustia, el desamparo y la
negación a la realidad, signos clínicos que si persisten, podrían conllevar al
desarrollo del Síndrome de Desgaste Profesional en el tiempo.
Estudios han demostrado que el personal profesional más susceptible a sufrir la
inestabilidad laboral de su empleo son los jóvenes, mujeres embarazadas y las
personas mayores de 45 años de edad.
JERARQUIA O ANTIGÜEDAD PROFESIONAL
Si bien es cierto que muchos autores no se han puesto de acuerdo con respecto
a la influencia de esta variable, si existen algunos autores que han demostrado
una estrecha relación en cuanto al síndrome de Burnout, y señalan que la
presencia de este síndrome se da en dos grupos diferentes de profesionales, el
primer grupo se correlaciona con los dos primeros años laborales (esto se debe,
a que las personas que ingresan por primera vez a un trabajo, no están
acostumbrados a la presión laboral) y el segundo grupo está relacionado con los
profesionales con más de diez años de experiencia laboral (esto obedece a que
luego de haber pasado por diferentes puestos de responsabilidad y haber
logrado cierta jerarquía, algunos profesionales sienten que ya no hay más por
hacer y que no pueden seguir superándose ya que no hay más puestos que
alcanzar).

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