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1. Definición
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las
arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo.
Se considera alta si la mayor parte del tiempo está por encima de 140.
Se considera normal si la mayor parte del tiempo está por debajo de 120.
Se considera alta si la mayor parte del tiempo está por encima de 90.
Se considera normal si la mayor parte del tiempo está por debajo de 80.
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Dentro de las causas de la hipertensión arterial secundaria se encuentra:
Arterioesclerosis
Alcoholismo
Trastornos autoinmunitarios
Enfermedad renal crónica
Consumo de cocaine
Consumo excesivo de sodio (sal de mesa)
Consumo de cafeína
Inactividad física
Algunos medicamentos
Esta es una enfermedad silenciosa, que la mayor parte del tiempo no presenta
síntomas. Los síntomas que pueden ocurrir abarcan:
Dolor torácico
Confusión
Zumbido o ruido en el oído
Fatiga
Dolor de cabeza
Latidos cardíacos irregulars
Hemorragia nasal
Cambios en la visión
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3. Consecuencias para la salud
Daños oculars
Aneurismas
Muerte prematura.
Alimentos “salados”:
Fiambres y embutidos
Pickles
Alimentos en salmuera
Productos para copetín (chizitos, papitas, palitos, manís)
Caldos y sopas concentradas
Conservas
Mariscos
Alimentos con alto contenido de sodio:
Quesos duros y de rallar
Manteca y margarina
Panes, galletitas y productos de panificación
Algunas aguas minerales envasadas y gaseosas: se debe observar en el
rótulo que aporten menos de 40 mg de sodio por litro.
Edulcorantes: Sacarina de sodio, ciclamato de sodio
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Conservantes: benzoato de sodio
Saborizantes: glutamato de sodio
Polvos para hornear
Alimentos congelados
Pseudosales dietéticas: sal de apio, cebolla, ajo, etc.
Aderezos: mayonesa, mostaza, ketchup.
Carnes
Huevo
Frutas y vegetales
Aceite
Miel, dulces compactos, azúcar
Cereales, legumbres, harinas, fideos secos
Galletitas sin sal, pan hiposódico
Infusiones naturales: mate y té.
Especias y condimentos: albahaca, laurel, clavo de olor, comino tomillo,
orégano, pimienta, pimentón, ají molido, canela, vainilla, estragón, jenjibre,
ajo, perejil, cebollín, limón vinagre, coco, semillas de anís, de amapola,
sésamo, cacao, limón, menta, mostaza en polvo, curry, nuez moscada,
paprica, cúrcuma, azafrán, romero, salvia.
Sustitutos de la sal:
Existen sales dietéticas y otras libres de sodio, las cuales pueden utilizarse
siempre que no halla compromiso de los riñones y del hígado. Estas deben agregarse a la
comida ya preparada, en el plato, para evitar el calentamiento, lo que puede modificar su
sabor y volverlo desagradable.
Es importante saber que el organismo solo requiere diariamente una muy pequeña
cantidad de sodio para las funciones normales y que en la actualidad esta cantidad se
suele superar unas 20 veces.
Elegir los alimentos con bajo contenido de sodio y evitar aquellos altos en sodio.
Elegir formas de preparación que realcen los sabores de las comidas, como asado
y a la plancha, evitando otras como el hervido.
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En el caso de que se presente sobrepeso, tratar de normalizarlo.