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© Patricia G.
© Miguel Ángel Achury Restrepo
© Víctor Hugo Enríquez
Suicideux / Moebius / Historia de caballos y hombres
ISBN: 978-958-48-1280-3
Editores:
Óscar M. Cuevas
Rodrigo Vélez
Corrección de estilo:
Rodrigo Vélez
Diana Trujillo
Publicación:
EscenoGráfica
Dirección general:
Genny Cuervo
Cali, Colombia
Moebius /
Miguel Ángel Achury Restrepo | 34
Suicida 1 marca 0
Suicida 1 espera
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Patricia G.
I ESCENA
Susana Arciniegas conduce por un pasillo al Entrevistador; éste, un tanto nervio-
so, toma café y mira en rededor los cientos de cubículos vacíos ubicados en la
bodega. Charlan
E.: Perdón, me corrijo: lo que intento preguntarle es… qué es… es que
no entiendo. ¿Qué es lo que específicamente hace su compañía?
S.A.: Prestar un servicio eficiente, efectivo, empático y amable, ¿sí me
entiende?; acompañando a nuestros usuarios en sus últimos mi-
nutos de vida. Asegurándonos de la calidad en el servicio y de la
amabilidad de nuestros operadores. Somos la última voz antes de
la tumba. Contamos con personal idóneo…
E.: ¡Un momento! Es decir, señora, si le entiendo…. ¿Ustedes los matan?
S.A.: No, no, no. No (ríe). Cómo se le ocurre. Nosotros nos aseguramos
de que su suicidio se efectúe, ¿sí me entiende? Quienes quieren ma-
tarse son ellos. Y como dice el filósofo: el cliente siempre tiene la
razón.
E.: ¿Pero no sería más humano, asistirlos para evitar que se maten?
(silencio)
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Suicideux
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Patricia G.
II ESCENA
Melany en su día 17 en la empresa
III ESCENA
La Inducción
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Suicideux
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Patricia G.
IV ESCENA
En acción
Valeria: Cuelgue pues… (se ríe) En serio amor… No, nooo… en tres minutos
se nos corta… (se ríe) y menos mal porque si se te cortara… ya hubiéra-
mos terminado (se ríe). Ay no, amor, en serio, por esta línea no te pue-
do atender. Sí… yo también. No, cómo crees, ¡me echan! Bueno, bueno,
esta noche lo hacemos… ¡Ahh sí! Pues que quedé de primera otra vez.
Sí, mi vida, tengo el mejor registro: 0 sobrevivientes, y el record de 45
minutos en una sola llamada (se ríe). Gracias. Ay sí, pobrecito… No, yo
no sé, creo que no le quedó ni para pagar el hueco… es que 45 minu-
tos son una millonada. Nooo... Amor, ojalá, a mí me dan una comisión
y ya. Ay no amor, chao, chao, me llegó otro cliente (oprime el botón del
conmutador, dulcifica profesionalmente la voz). Línea suicida, buenos días.
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Suicideux
AS: Discúlpeme, ¿sí? Pero es que no sé qué hacer… ella es… usted…
ella… es la única que me escucha… gratis.
Valeria: No señor, yo no puedo escucharlo gratis, si no registro pago,
en tres minutos se corta su llamada…
AS: Bueno… Cómo… ¿Cómo dijo que se llamaba, señorita?
Valeria: Valeria… Valeria Rojas.
AS: A… mí, la verdad (aclara la voz) me da mucha pena esto…
Valeria: (intrigada) ¿Qué cosa señor?
AS: Es que, verá… Val… Valeria, ¿cierto?
Valeria: Sí, sí señor.
AS: Es que… es que… se, se… me acabo el cupo en la tarjeta…
Valeria: Uy, señor, en ese caso…
AS: Una cosita… una cosita (la voz empieza a agitarse).
Valeria: (dudando) Dígame, señor…
AS: Usted tiene una voz muy bonita. ¿Es pastusa?
Valeria: (se incomoda y trata de ocultar su acento) Señor, de verdad, lo sien-
to pero tengo que cortar la llamada.
AS: Una cosita… una cosita chiquita…
Valeria: (notando un ruido extraño al otro lado del teléfono) Dígame.
AS: Bueno, no tan chiquita (se ríe, nervioso).
Valeria: (con ligero temor) Lo siento señor, hasta luego y gracias por lla-
mar a Sui…
AS: Disculpe, disculpe… es que soy… una duda y ya no más… ¿todavía
usan el uniformecito azul?
Valeria: (intrigada) ¿Qué? no… yo no estoy autorizada para responder
esa pregunta…
AS: (tratando de disimular su agitación) Su voz me suena como a morena
de senos grandes. ¿Las tiene grandes?
Valeria: ¿Qué? Señor… ¿Qué le pasa?
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Patricia G.
Se corta la llamada
V ESCENA
Servicio de Suicidio Programado: El tour suicida
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Suicideux
VI ESCENA
Servicio personal
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Patricia G.
Suicida 1: Cuenta de ahorros número tres cero cero siete guión nuevo
cincuenta y cinco doble cero doble ocho. Clave…
VII ESCENA
En la mira
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Suicideux
Aparece Valeria con el rostro hinchado, sonrojado y con congestión nasal. Visi-
blemente afectada, con la mano derecha se acaricia el codo izquierdo. Su brazo
izquierdo está prácticamente pegado a su estómago. Tiene la mirada cargada
de rabia
S.A.: Es una de mis mejores niñas. Tiene cinco records consecutivos, ¿sí
me entiende? Esta niña es una maquina de hacer dinero…
Marthica llega con dos bolsas de papel, dentro de dos bolsas plásticas
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Patricia G.
VIII ESCENA
El final de un día normal, inicio
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Suicideux
Suicida 1: Sí, es una guevonada… ni sé… nadie sabe qué hay después…
pero me gusta creer que si lo hago la podré ver… es que, necesito
decirle que…
Melany: (silencio expectante)
Suicida 1: Yo lo asumí… como un negocio… yo siempre asumo todo
como un maldito negocio. Yo no sabía lo que le iba a pasar… lo peor
fue verla. Ahí, dormida… quietica… como si todo estuviera bien…
salvo por el charco de sangre. Ese sí era feo. Y la herida. Tan profun-
da como mi culpa… ¿te conté que fue un solo disparo?
Melany: (silencio sollozante)
Suicida 1: Puede que tú digas que no… pero la vida es un negocio… y
buscar la muerte es la peor inversión…
Melany: (toma aire como con el impulso de hablar. Silencio)
IX ESCENA
Confesiones profesionales
Valeria y Alirio Fonseca caminan por entre los cubículos. Alirio simula que toma
fotografías. Valeria, obligándose a estar en calma esboza su mejor y más pro-
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Patricia G.
fesional sonrisa. Ambos sonríen amablemente y saludan con leves gestos a las
operadoras que, azarosamente tratan de disimular su malestar ante la presen-
cia de un extraño
A.F.: Lléveme por favor a… ese… cuarto, buenos días, sí, buenas…
Valeria: Sí, señora, yo le llamo ahorita usted está loco, allá sólo entra
el Jefe de Campo y la doctora Susana ¿ya enviaste el formato? Vale,
perfecto.
A. F.: (bajando el volumen de su voz) Sólo quiero saber cómo se opera…
cómo logran tantas muer… (se corrige) tantos clientes.
Valeria: Como todas las empresas: con estudios de mercado, identifi-
cación y seguimiento de potenciales clientes.
A.F.: Sí… pero sus seguimientos pueden considerarse un delito.
Valeria: (sin el más mínimo asomo de alteración) Nosotros prestamos un
servicio eficiente, efectivo, empático y amable; acompañamos a
nuestros clientes en sus últimos minutos de vida. Todas las opera-
doras somos dulces, eficientes, efectivas, amables y empáticas para
asegurarle a los usuarios que la última voz que escuche antes de ir
a su descanso eterno le proporcione la tranquilidad y paz que nece-
sitan, contamos…
A.F.: La paz que necesitan está en ayudarlos a seguir vivos.
Valeria: No buscamos sobrevivientes, buscamos héroes.
A.F.: Por favor, dígame la verdad, sí señora soy yo, buenos días, no, no,
no es obligatorio tomarse ninguna foto.
Valeria: La verdad es lo que está viendo sí dale almorcemos juntas.
A.F.: Ustedes están matando gente ay gracias por el café.
Valeria: Nuestro trabajo es hacer que los usuarios lleven a feliz térmi-
no sus deseos.
A.F.: Están matando gente. ¿Por qué…?
Valeria: Cumplir los deseos de los clientes, es nuestra meta corpora-
tiva.
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Suicideux
A.F.: Yo sé que no todos sus clientes tienen como deseo morir. ¿Por
qué los inducen al suicidio?
Valeria: (estallando por primera vez en su vida) Porque esto es una mierda.
Porque todo se reduce a un maldito número. Un código. Cinco dígi-
tos en una pantalla que cobran valor solamente por la cantidad de
dinero que tengan en la cuenta. La gente no vale por lo que es, por
lo que lucha o por lo que sueña, vale por lo que paga. La calidad de
vida se mide por la cantidad de cosas que usted pueda comprar…
(volviendo en sí y verificando que nadie la hubiese escuchado).
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Patricia G.
X ESCENA
El final de un día normal, fin
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Suicideux
Suicida 1: Es que es… siento que la mitad de mi vida se fue con ella.
Melany: (silencio)
Suicida 1: ¿Me va ayudar?
Melany: (intenta cortar la llamada)
Suicida 1: Ya no sé cómo evadir el conmutador y rastrearte hasta dar
contigo…
Suicida 1: ¿Me vas a ayudar?
Melany: (inmovilidad)
Suicida 1: Ese es tu negocio, ¿no?
Melany: (agacha la cabeza)
Suicida 1: Los dos trabajamos en lo mismo… sólo que el pago y la lo-
gística son diferentes
Melany: (oprime con rencor la techa numero uno)
Suicida 1: Discúlpeme… ya no puedo seguir… de verdad ya no puedo…
Melany: (inhalación de aire, sobresalto, una palabra que se ahoga en la boca
y no sale)
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Patricia G.
XI ESCENA
El final de una vida normal
Suicida 1: ¿Eres tú? ¿Otra vez? ¿Cómo hici…? (Susana corta la llamada ner-
viosa, no razona)
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Suicideux
Silencio
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Patricia G.
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Suicideux
Al siguiente día, a las 8:00 a.m. en punto, Susana Arciniegas verifica en el perió-
dico: no está la nota publicitaria que mandó a pedir. Piensa en cuán negligente
es (era) el señor... Entrevistador. Sale de su oficina y empieza a hacer su recorri-
do matinal
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Patricia G.
Antisuicida 1
Suicida 1
Proveedores de Servicios
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Moebius
Miguel Ángel Achury Restrepo
Moebius
“La banda de Moebius será una figura que subvierte el modo “normal” (eucli-
deano) de representar el espacio, ya que parece tener dos lados pero en reali-
dad tiene sólo uno. Esos dos lados sólo quedan diferenciados por la dimensión
temporal, por el tiempo que se emplea en recorrer la banda completa. Dado
que “ambos” lados son continuos, se puede pasar del interior al exterior, o al
revés (aunque resulta imposible decir en qué punto preciso se ha realizado
dicho pasaje).”
Jorge Grippo
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Miguel Ángel Achury Restrepo
I.
En total oscuridad se escucha el sonido suave que va in crescendo de cacareos,
mugidos, relinchos y el de un campero que llega, se detiene, se apaga, se abre
una puerta y se cierra
Luz general
Una cocina muy bien organizada. Todo muy limpio, reluciente. Parecería que
hace apenas unos minutos terminaron de limpiar. Las ollas brillan, los platos,
las tazas, los cubiertos se encuentran ordenados y secos
Apagón
Luz general
Se escuchan pasos
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Moebius
Apagón
II.
Tarareando una canción de cuna Julieth, mujer joven que entre su humildad
trata de verse muy bien arreglada, entra a la cocina
Prende un fogón, pero éste nunca enciende, sin embargo no se da por enterada
y pone a “hervir” agua
No obtiene respuesta. Saca una olleta, pone un colador y café en polvo adentro.
Escucha, apenas perceptible, la risa de un infante. Se queda estática, como si no
entendiera qué sucede
Julieth mira el piso, duda, va por una escoba y comienza a barrer, se va deses-
perando y barre con fuerza, toma un trapeador y lo pasa por el piso de forma
desesperada como queriendo borrar una mancha que no sale
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Miguel Ángel Achury Restrepo
III.
Germán tiene botas pantaneras, jean manchado, camisa, sombrero viejo, ma-
chete al cinto y un balde lleno de leche que acaba de ordeñar
JULIETH: ¡Por acá no se me vaya a arrimar con ese pucho prendido! ¡Me
apaga esa vaina me hace el favor que acabo de limpiar!
Germán sonríe
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Moebius
GERMÁN: (serio) Ahí vinieron a buscarlo unos tipos. Yo dije que usted
no estaba.
YEISON: ¿Cuándo? ¿A qué hora?
GERMÁN: (se queda pensando, tratando de recordar) Tan raro, no me acuer-
do. Vea, no salga así. ¡Qué desagradable!
YEISON: ¡Qué! Si viniera vuelto mierda del silo de despulpar café no me
decía nada.
GERMÁN: Pues ahí hay unas cocheras sucias, huevos que recoger, hay
que ordeñar, cortar pasto, picarlo, hay miel de purga para el gana-
do, café pa’recoger, hay que despulparlo, lavarlo, secarlo… (se queda
mirando a Yeison quien fuma y lo escucha atentamente). Entonces…
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Miguel Ángel Achury Restrepo
IV.
Julieth en la cocina trata de bajar la olla con la leche del fuego, entra Germán y
se dispone a ayudarle, la colocan en la mesa de la cocina
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Moebius
YEISON: ¡¿Qué?!
JULIETH: Yeison, respete hágame el favor, salgase de aquí, fume afue-
ra, fume donde yo no lo vea.
Yeison lanza el cigarrillo que cae en la olla de la leche y sale de mala gana
V.
Es de noche, Julieth va en puntillas hacia afuera. Lleva una vela que protege del
viento con la mano
Por el desorden y el polvo acumulados se puede decir que llevan varios meses
allí tirados
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Miguel Ángel Achury Restrepo
Entra Yeison
YEISON: ¡¿Si Yeison qué?! ¡¿Si Yeison qué?! ¡Cuál es la carajada aquí
pues! ¿Entonces el malo del paseo soy yo? ¿Sí? ¿El único malo del
paseo? ¿Quiere de verdad ver lo que hay allí?
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Moebius
Va por Julieth, la toma de la parte de atrás del cuello, Julieth se resiste, cierra
los ojos, tiene náuseas
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Miguel Ángel Achury Restrepo
JULIETH: (en medio de los sollozos) ¡Yeison, ya, no hable más…! ¡Usted no
tiene derecho ni siquiera de recordar a Pachito!
Yeison está fuera de sí, se pone de pie, saca un arma y se la entrega a Julieth
Apagón
VI.
Julieth tarareando una canción de cuna, entra a la cocina
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Moebius
Prende un fogón, pero éste nunca enciende, sin embargo no se da por enterada
y pone a hervir agua
Germán se sienta a tomar café. No hay nada en la taza. Mira un poco extraña-
do y deja el pocillo allí. Ambos miran hacia el techo tratando de identificar de
dónde viene el sonido de la risa de un infante
GERMÁN: ¿Y Yeison?
JULIETH: No demora en aparecer.
Apagón
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Miguel Ángel Achury Restrepo
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Historia de caballos y hombres
Víctor Hugo Enríquez
Historia de caballos y hombres
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Víctor Hugo Enríquez
LA ALFOMBRA ROJA
CORO
Luna de lobos anuncia la llegada
del hombre león cargado de pieles.
¿Qué aciaga esperanza le convida
a pisar tierra manchada de sangre?
Esta fue una puta guerra de caballos
-el film empezó sin crispetas-
contra humanos sin fuerza equina
que escupían, no saliva, sino balas.
A Hércules
Inútil ganancia manchar tus botas
los muertos siguen y se quedan muertos.
¡Qué pesar un manicomio menos!
¡Menos un manicomio, qué pesar!
¿A dónde dormiremos el sereno
las almas tristes que tenemos miedo?
Pisa el galán la alfombra roja
cuenta las cabezas por el piso.
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Historia de caballos y hombres
CORO
¡Sinequan, Ritalín, Fluoxetina!
dame más de mi propia medicina.
CORO
¡Con Litio, Rivotril, Melatonina!
CORO
¡A dormir que mañana es otro día!
Más medicamentos semen y excrementos, ganas de suicidio, drogas
sin subsidio
¡Atrapados, atrapados sin salida!
¡A dormir que mañana es otro día!
MI CABALLO BAYO
GENERAL
Con acento argentino
Fue domingo en las claras orejas
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Víctor Hugo Enríquez
BAYO
General, quisiera, si me permite
pedirle un permiso.
GENERAL
Bayo, Bayito, bollito
has de saber que los caballos
no saben de festivos ni descansos.
No te permito pedir permiso
para evitarme el dolor de negártelo.
BAYO
General: la Fadda y yo
hemos decidido casarnos.
GENERAL
Bayo, mi caballo… Ni tú eres semental, ni yo costeño
está bien que forniques
con la yegua religiosa3,
pero no utilizan los caballos anillos
sino herraduras.
Bien harías propiciándome otros placeres
de vez en cuando;
En eso he sido muy abierto
pero “casarnos”…
Te he permitido hablar
- odio el relincho-
te he permitido incluir miel
a las hojuelas de avena…
Y está bien, que casarse,
¡Es cosa de bestias!
pero, ¿imaginás el daño que me harías
al reducir tus horas laborales?
2 Hace referencia al poema del César Vallejo: “Fue domingo en las claras orejas de mi burro, de mi
burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)”.
3 En la idiosincrasia colombiana se habla de la tradición en el norte del país de utilizar las burras
como objeto sexual.
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Historia de caballos y hombres
BAYO
No me entendió usted, mi general:
he decidido casarme,
los caballos también se enamoran.
Me gusta servirle y agradecerle
pero eso termina hoy.
Ella es como la avena: siempre dulce, siempre buena.
Hoy fue domingo en mis claras orejas
señor general
Perdone lo hijueputa
ahora me declaro libre
y declaro libre a todos los que se enamoran
tendrá que seguir caminando solo
a reclamar sus pastillas.
GENERAL
¿Me declarás la guerra, patitas?
Ya entiendo lo de los perros:
Ellos son agradecidos por siempre
vosotros los equinos, os aprovecháis.
Bien me vendrá una nueva batalla:
Con el Hidalgo y don Simón
tenemos de veras un equipo,
ahora pongo una línea imaginaria:
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Víctor Hugo Enríquez
BAYO
Ya se ve cómo van las cosas.
Pues de su lado está la cocina y la sala de medicamentos.
Hemos de llamar al director
pedirle -si lo tiene- consejo.
Si no, váyase acostumbrando al rojo:
Será el color de moda en pocas horas.
Llaman al Director
CORO
Canta
Y el caballo no le convidó su pata;
Con sus dientes le hizo un corte de corbata.
Luego apachurró su cuerpo cual sofá.
Su esqueleto, puré humano, y a cenar.
¡Tordos, castaños y píos
Negros, overos y bayos!
Saltan grupas, se armó el lío
se mueve un río de caballos.
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Historia de caballos y hombres
AQUÍ NO EQUINO
FADDA (O AL BURAQ)
Anoche tuve un sueño malo
Soñé que era una mantis
y miraba hacia la Meca.
De pronto no había Meca
y ya no era una mantis
y ya no era anoche
y ya no hubo sueño qué soñar.
BAYO
Mi onírica y bella equina
hoy he de hablar al general
le contaré de nuestros planes
yegua inmaculada
hemos de crear una nueva generación
de caballos libres
no habrá sitio en las monturas
para seres belicosos.
Si quieren guerra irán a pie
¡Ni Quijote, ni Bolívar, ni Spielberg!
Comienza una nueva era:
veintidós de diciembre dos mil doce.
Inicia el calendario equino.
FADDA
Soñé que era una mantis caníbal
y devoraba una cabeza.
Soñé que mi vientre ardía
y luego erupcionaba cual volcán.
Si no estuviera embarazada
hubiera vomitado las tripas.
Tejo un mitón para potros
pero me aguarda un problema: profilaxis equina ¿dónde?
Quiero parir en piscina
como las hembras humanas.
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Víctor Hugo Enríquez
CORO
Justo a la media noche, Escuchó Mahoma una voz
“¡Deja de dormir!” –le pedía
era el arcángel Gabriel
su frente era limpia y serena
su cutis blanco de nieve,
alas de todos los colores
y ropas cubiertas de perlas con brillantes bordados de oro”.
Le entregó a Mahoma un corcel
blanco, maravilloso; ningún ejemplar visto antes
y distinto a cualquier animal.
Tenía un bello rostro humano, y grandes mejillas de yegua alas de
águila se abrían,
ojos brillantes como estrellas…
fulminantes rayos de luz.
Todo su conjunto parecía cuajado de gemas preciosas
era una hembra y por su brillo
fue llamada Al Buraq,
eso quiere decir, profanos:
“he aquí la yegua, Relámpago”.
El autor te ha llamado Fadda
porque Al Buraq no rima con nada.
BAYO
No he de posponer la boda
por temor santo a tu familia:
mala suerte es la mía
que tu padre sea carnicero.
FADDA
Siempre tan prudente y sabio
no me equivoqué contigo, Bayo
pero no me acaricies las crines respetemos al potro nonato.
CORO
Once meses de ayuno le esperan
un mes menos que el año humano
aquí no, equino, le dice
y el manso corcel obedece.
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Historia de caballos y hombres
FADDA
Ahora has de preparar la boda
buena dote nos espera
cerdos, patos, codornices
será mejor que te acostumbres
a ejercer la profesión de carnes.
BAYO
Juré nunca usar cuchillos
no me gusta el olor a sangre
pero mataría a quien intentase
alejarme de tu vientre.
CORO
Termina en fundido la escena
o en transición muy lenta “Pero Alá es más grande”
grita la yegua.
VENCIDO
HIDALGO
Canta
…Cuántas veces don Quijote
Por esa misma llanura En horas de desaliento Así te miró pasar…
Y cuantas veces te gritó Hazme un sitio en tu montura Y llévame a tu lugar
Hazme un sitio en tu montura
Caballero derrotado
Hazme un sitio en tu montura
Que yo también voy cargado de amargura
Y no puedo batallar Ponme a la grupa contigo Caballero del honor
Ponme a la grupa contigo Y llévame a ser contigo, Contigo pastor4.
Llora
ROCÍN
¿Qué fue de Sancho, señor?
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Víctor Hugo Enríquez
HIDALGO
Yo de sancho no sé nada.
ROCÍN
¿Y la bella Dulcinea?
HIDALGO
Del Toboso no sé nada.
ROCÍN
¿Al fin se borró La Mancha
de su cerebro afectado?
¿Dónde ha dejado el galgo?
¿Dónde dejó su lanza?
HIDALGO
Yo de lanzas y galgos
Y de manchas, no sé nada.
ROCÍN
¿Y los gigantes del trigo?
¿No recuerda dónde estaban?
HIDALGO
¿De qué trigales gigantes
tu sucio hocico me habla?
ROCÍN
A otros caballos
Parece que lo perdimos
o se ha quedado en su traba…
Heno fácil de comer:
en tiempo record se amansa.
HIDALGO
Sin doncella, sin corcel, sin gigantes y sin Panza…
CORO
Los caballos sin perder ningún segundo
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Historia de caballos y hombres
PALOMO INGRATO
En medio de la batalla Campal
DON SIMÓN
¡Cómo te atreves Palomo retar a tu Libertador!
“Hombre de las dificultades”.
Bonito alias me puse.
Jamás pensé que mi penco
Sería un día mi enemigo
¿Te olvidaste de Ayacucho
de Pichincha y Boyacá?
¿No querías pastos libres
para comer y hacer potros?
Y ahora resulta que no,
Que no aceptáis mi campaña
Valientes hijos de Jaca5
Ahora probaréis mi espada.
PALOMO
Nos liberó para atarnos.
¿Olvidó su dictadura?
No hubo espada más cruel
que la espada suya.
Siempre me ha gustado España.
Ya tendríamos Euros
no cagados pesos de mierda
¡Muchas gracias por nada!
Y qué bonito tener reyes.
En vez de alcaldes ladrones
prefiero
5 Yegua.
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Víctor Hugo Enríquez
un monarca en mi dorso
y no un concejal borracho.
Agrede a don Simón
DON SIMÓN
Es tiempo de cobrar tu perorata:
por lo pronto acerca tu figura
puñal en el canal de la babilla
cerviz, carrillo y ollares
todo atraviesa mi espada
eres comida de leones, Palomo, caballo sin alma.
Palomo muere y don Simón se para sobre él
FADDA
En un arranque de falsa sensatez
No olvide que estamos locos
ni usted es militar ni yo una yegua
preferiría que no me mirara: notaría el bulto en mi vientre
si mi marido es un caballo
yo seré su fiel hembra
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Historia de caballos y hombres
GENERAL
¿Y te preñó un holograma equino?
Fastuosa forma de hablar
en la guerra todo se vale
y voy a horadarte a fondo
luego llamaré a tu marido
y lo llamaré “unicornio”
él te verá en el piso
chorreando semen y sangre
y sus lágrimas ecuestres
le impedirán ver mi espada
“guardame esta” le diré
medio metro de metal.
FADDA
Abre su vestido con prominente barriga y descubre un arsenal de dinamita
He aquí la peripecia:
es lo bueno de ser santa
y tener un autor perverso.
Fadda se acerca a él, quien permanece inmóvil de espanto
Luego, lentamente, le va comiendo su cabeza
Ahora explota mi vientre
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Víctor Hugo Enríquez
CORO
Vean las cabezas por el piso
alfombra roja de sangre
y el hombre león cargado de pieles
busca algún sobreviviente.
Gritan los sobrevivientes
¡es hércules que llega!
Corren los caballos en huida
“¡nada detiene un predador felino!”
Tampoco humano alguno queda
el recién llegado se acurruca
no hay director de hospital, ni enfermos
“¿a dónde podemos ir las almas- dice-
que solas y tristes tenemos miedo?
soy un enfermo pero no hay cama:
el hospital ha desaparecido”.
Entonces ve la alfombra roja;
camina por ella, pegachento
imagina rosas en vez de las cabezas
lanza un discurso en dos minutos
agradece a su papá (al dramaturgo)
y espera los créditos pacientemente
preguntándose si habrá volumen dos de esta historia.
Pero él no es David Carradine
ni el autor Quentin Tarantino.
FIN
63
ORGANIZA
LEEE.
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