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DIÁLOGO PATRIÓTICO INTERESANTE

ENTRE JACINTO CHANO, CAPATAZ DE UNA ESTANCIA EN LAS ISLAS DEL TORDILLO, Y EL GAUCHO DE LA GUARDIA
DEL MONTE
Se supone recién llegado a la guardia del Monte el capataz Chano, y en casa del paisano Ramón Contreras (que es el
gaucho de la guardia).

CONTRERAS. Y cuanto se puso el sol ¡Ah, Chano… pero si es liendre

¡Con que amigo! Cogí el camino y me vine; En cualquiera bagualón!...


¿diaonde diablos
Cuando en esto se asustó Mientras se calienta el agua
Sale? Meta el redomón,
El animal, porque el poncho Y echamos un cimarrón
Desensille, votoalante...
Las verijas le tocó… ¿Qué novedades se corren?
¡Ah pingo que da calor!
¡Qué sosegarse este diablo!

A bellaquear se agachó CHANO.


CHANO.
Y conmigo a unos zanjones Novedades... que sé yo;
De las islas del Tordillo
Caliente se enderezó. Hay tantas que uno no acierta
Salí en este mancarrón;
Viendomé medio atrasado A qué lado caerá el dos,
¡Pero si es trabuco, Cristo!
Puse el corazón en Dios Aunque le esté viendo el lomo.
¿Cómo está señó Ramón?
Y en la viuda, y me tendí; Todo el pago es sabedor

Y tan lindo atropelló Que yo siempre por la causa


CONTRERAS.
Este bruto, que las zanjas Andube al frío y calor,
Lindamente, a su servicio…
Como quiera las salvó. Cuando la primera patria
¿Y se vino del tirón?
¡Eh puta el pingo ligero Al grito se presentó

Bien haya quien lo parió! Chano con todos sus hijos,


CHANO.
Por fin después de este lance ¡Ah tiempo aquel, ya pasó!
Si, amigo; estaba de valde,
Del todo se sosegó, Si fue en la patria del medio
Y le dije a Salvador:
Y hoy lo sobé de mañana Lo mismo me sucedió,
Andá traéme el azulejo,
Antes de salir el sol, Pero amigo en esta patria…
Apretamelé el cinchón
De suerte que está el caballo Alcancemé un cimarrón.
Porque voy a platicar
Parejo que da temor.
Con el paisano Ramón.
CONTRERAS.
Y ya también salí al tranco,
CONTRERAS. No se corte, dele guasca,
Siga la conversación, Aumentar la desunión, Se empezó a hacer distinción,

Velay mate: todos saben Querer todos gobernar, Como si todas no fuesen

Que Chano, el viejo cantor Y de facción en facción Alumbradas por un sol;

A donde quiera que vaya Andar sin saber que andamos: Entraron a desconfiar

Es un hombre de razón, Resultando en conclusión Unas de otras con tesón,

Y que una sentencia suya Que hasta el nombre de paisano Y al instante la discordia

Es como de Salomón. Parece de mal sabor, El palenque nos ganó,

Y en su lugar yo no veo Y cuanto nos descuidamos

CHANO. Sino un eterno rencor Al grito nos revolcó.

Pues bajo de ese entender Y una tropilla de pobres, ¿Porque nadie sobre nadie

Emprestemé su atención, Que metida en un rincón Ha de ser más superior?

Y le diré cuánto siente Canta a1 son de su miseria; El mérito es quien decide,

Este pobre corazón, ¡No es la miseria mal son! Oiga una comparación:

Que como tórtola amante Quiere hacer una volteada

Que a su consorte perdió, CONTRERAS. En la estancia del rincón

Y que anda de rama en rama ¿Y no se sabe en qué diasques El amigo Sayavedra.

Publicando su dolor; Este enredo consistió? Pronto se corre la voz

Así yo de rancho en rancho, ¡La pujanza en los paisanos Del pago entre la gauchada:

Y de tapera en galpón Que son de mala intención! Ensillan el mancarrón

Ando triste y sin reposo, V. que es hombre escribido Más razonable que tienen,

Cantando con ronca voz Por su madre digaló, Y afilando el alfajor

De mi patria los trabajos Que aunque yo compongo cielos Se vinieron a la oreja

De mi destino el rigor. Y soy medio payador, Cantando versos de amor;

En diez años que llevamos A V. le rindo las armas Llegan, voltean, trabajan;

De nuestra revolución Porque sabe más que yo. Pero amigo, del montón

Por sacudir las cadenas Reventó el lazo un novillo

De Fernando el baladrón CHANO. Y solito se cortó,

¿Qué ventaja hemos sacado? Desde el principio, Contreras, Y atrás dél como langosta

Las diré con su perdón. Esto ya se equivocó. El gauchaje se largó…

Robarnos unos a otros, De todas nuestras provincias ¡Que recostarlo, ni en chanza!


Cuando en esto to atajó Y mientras no vea yo Disputando con tesón

Un muchacho forastero, Que se castiga el delito El empleo y la vereda,

Y a la estancia to arrimó. Sin mirar la condición, El rango y la adulación.

Lo llama el dueño de casa, Digo que hemos de ser libres Y en cuanto a los ocho pesos...

Mira su disposición Cuando hable mi mancarrón. ¡El diablo es este Ramón!

Y al instante lo conchaba.

Ahora pues pregunto yo: CONTRERAS. CONTRERAS.

¿El no ser de la cuadrilla Es cierto cuanto me ha dicho, Lo que a mí me causa espanto

Hubiera sido razón Y mire que es un dolor Es ver que ya se acabó

Para no premiar al mozo? Ver estas rivalidades, Tanto dinero, por Cristo;

Pues oiga la aplicación. Perdiendo el tiempo mejor Mire que daba temor

La ley es una no más, Sólo en disputar derechos Tantísima pesería!

Y ella da su protección Hasta que ¡no quiera Dios! Yo no sé en qué se gastó!

A todo el que la respeta. Se aproveche algún cualquiera Cuando el general Belgrano

El que la ley agravió De todo nuestro sudor. (Que esté gozando de Dios)

Que la desagravie al punto: Entró en Tucumán, mi hermano

Esto es lo que manda Dios, CHANO. Por fortuna lo topó,

Lo que pide la justicia Todos disputan derechos, Y hasta entregar el rosquete

Y que clama la razón; Pero amigo sabe Dios Ya no lo desamparó.

Sin preguntar si es porteño Si conocen sus deberes: ¡Pero ah contar de miserias!

El que la ley ofendió, De aquí nace nuestro error, De la misma formación

Ni si es salteño o puntano, Nuestras desgracias, y penas. Sacaban la soldadesca

Ni si tiene mal color. Yo lo digo, sí senor, Delgada que era un dolor!

Ella es igual contra el crimen ¡Qué derechos ni qué diablos! Con la ropa hecha miñangos,

Y nunca hace distinción Primero es la obligación, Y el que comía mejor

De arroyos ni de lagunas Cada uno cumpla la suya, Era algún trigo cocido

De rico ni pobretón: Y después será razón Que por fortuna encontró.

Para ella es lo mismo el poncho Que reclame sus derechos; Los otros cual más cual menos

Que casaca y pantalón: Así en la revolución Sufren el mismo rigor.

Pero es platicar de valde, Hemos ido reculando, Si es algún buen oficial


Que al fin se inutilizó, Que allí un caudal se gastó. Pero en tanto que al rigor

Da cuatrocientos mil pasos Tal vez al hacer las cuentas Del hambre perece el pobre,

Pidiendo por conclusión Alguno se equivocó El soldado de valor.

Un socorro: no hay dinero. Y por decir cien mil pesos… El oficial de servicios,

Vuelva... todavía no... Velay otro cimarrón. Y que la prostitución

Hasta que sus camaradas Si es en el paso del ciego Se acerca a la infeliz viuda

(Que están también de mi flor) Alli Tacuara (1) perdió Que mira con cruel dolor

Le largan una camisa La carreta el otro día; Padecer a sus hijuelos,

Unos cigarros y a Dios. Y é1 por el paso cortó Entretanto el adulón,

Si es la pobre y triste viuda Porque le habían informado El que de nada nos sirve

Que a su marido perdió Que en su gran composición Y vive en toda facción,

Y que anda en las diligencias Se había gastado un caudal. Disfruta grande abundancia;

De remediar su aflicción, Con que amigo no sé yo Y como no le costó

Lamenta su suerte ingrata Por más que estoy cabilando Nada el andar remediado

En un mísero rincón. Adónde está el borbollón. Gasta más pesos que arroz.

De composturas no hablemos: Y amigo de esta manera,

Vea lo que me pasó CHANO. En medio del pericón

Al entrar en la ciudad; Eso es querer saber mucho. El que tiene es D. Fulano,

Estaba el pingo flacón Si se hiciera una razón Y el que perdió se amoló;

Y en el pantano primero De toda la plata y oro Sin que todos los servicios

Lueguito ya se enterró, Que en Buenos Aires entró Que a la patria le prestó,

Segui adelante ¡ah barriales! Desde el día memorable Lo libren de una roncada

Si daba miedo, señor. De nuestra revolución, Que le largue algún pintor.

Andube por todas partes Y después de buena fe

Y vi un grande caserón Se diera una relación CONTRERAS.

Que llaman de las comedias, De los gastos que han habido, Pues yo siempre oí decir

Que hace que se principió El pescuezo apuesto yo Que ante la ley era yo

Muchos años, y no pasa A que sobraba dinero, Igual a todos los hombres.

De un abierto corralón, Para formar un cordón

Y dicen los hombres viejos Desde aquí a Guasupicúa; CHANO.


¿Y la mosca? no se sabe, Más precioso de la tierra:

Mismamente, así pasó, El estado la perdió, Americanos, unión,

Y en papeletas de molde El preso sale a la calle Os lo pide humildemente

Por todo se publicó; Y se acaba la función, Un gaucho con ronca voz

Pero hay sus dificultades ¿Y esto se llama igualdad? Que no espera de la patria

En cuanto a la ejecución. La perra que me parió. Ni premio ni galardón,

Roba un gaucho unas espuelas, En fin dejemos amigo, Pues desprecia las riquezas

O quitó algun mancarrón, Tan triste conversación, Porque no tiene ambición.

O del peso de unos medios Pues no pierdo la esperanza Y con esto pasta otro dia,

A algún paisano alivió: De ver la reformación. Mande usté amigo Ramón

Lo prenden, me lo enchalecan, Paisanos de todas layas, A quien desea servirle

Y en cuanto se descuidó Perdonad mi relación: Con la vida y corazón.

Le limpiaron la caracha, Ella es hija de un deseo,

Y de malo y salteador Puro y de buena intención. Esto dijo el viejo Chano

Me lo tratan, y a un presidio Valerosos generales Y a su pago se marchó,

Lo mandan con calzador; De nuestra revolución, Ramón se largó al rodeo

Aquí la ley cumplió, es cierto, Gobierno a quien le tributo Y el diálogo se acabó.

Y de esto me alegro yo, Toda mi veneración,

Quien tal hizo que tal pague. Que en todas vuestros acciones [1821]

Vamos pues a un senorón. Os dé su gracia el Señor,

Tiene una casualidad… Para que enmendeis la plana

Ya se ve... se remedió... Que tantos años se erró:

Un descuido que a cualquiera Que brille en vuestros decretos

Le sucede, sí señor. La justicia y la razón,

Al principio mucha bulla, Que el que la hizo la pague,

Embargo, causa, prisión, Premio al que lo mereció,

Van y vienen, van y vienen, Guerra eterna a la discordia,

Secretos, admiración, Y entonces sí creo yo

¿Qué declara? que es mentira, Que seremos hombres libres

Que él es un hombre de honor. Y gozaremos el don

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