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Por qué la Coordinadora ANIBAL VERÓN decide no sumarse a la convocatoria del 30 de agosto
Después de una semana de intensos debates en cada uno de los Movimientos de Trabajadores
Desocupados que integran la Coordinadora, habiendo sido planteado en asambleas y plenarios, la
ANIBAL VERON fija la siguiente postura:
La crisis política, económica y social que atraviesa nuestro país y se expresa con crudeza en la
miseria creciente en nuestros barrios, nos impone ser claros a la hora de señalar
responsabilidades: quienes fueron y son parte de la dirigencia política que condujo a este
verdadero genocidio social, por su acción en el gobierno o por su rol como oposición temerosa y
funcional, deben irse. Y si estos personajes así no lo entienden, en las rutas, las plazas y las calles
deberemos echarlos.
En los últimos años venimos librando fuertes luchas ante cada necesidad, sin otra alternativa que
confrontar con los gobiernos de turno y confiando en nuestras propias fuerzas y la fuerza de los
demás sectores populares organizados. Por eso creemos que sólo a través de la organización
autónoma y la lucha, el pueblo conquistará sus derechos. Por eso, junto a toda la sociedad,
repudiamos la trampa electoral:
- la trampa electoral que propone el gobierno, para que se vaya Duhalde y se queden todos,
relegando cualquier interés social a los tiempos que marca su interna mafiosa.
- pero también desconfiamos de la postura de quienes plantean que la crisis social e institucional
se resuelve con un cambio de gobierno, y la renovación de todos los mandatos para cambiar la
composición legislativa. Quienes integramos la CTD Aníbal Verón no participamos de ninguna
estructura partidaria, pero tenemos memoria: recordamos las experiencias del Frente Grande, el
Frepaso y la Alianza, que en distintos momentos políticos canalizaron la bronca popular llevándola
a caminos inconducentes, aportando confusión y desconcierto en los sectores populares mientras
los políticos que destruían nuestra Patria y nuestros derechos avanzaban, con la complicidad de
los sólo proponían cambios parciales sin cuestionar la raíz de injusticia del sistema.
Quienes manejan los resortes del poder económico y controlan los aparatos represivos del Estado,
quienes se aferran a cualquier costo a sus privilegios, ya nos están indicando, a fuerza de hambre,
represión y muerte, cuán difícil será la lucha para echarlos también a ellos, para construir una
sociedad justa, sin excluidos, ni explotadores ni explotados.
Creemos que esa fuerza popular necesaria para echarlos sólo se consolidará si nos mantenemos
fieles a la agenda de reivindicaciones concretas que hoy reclama nuestro pueblo: por Trabajos
Dignos y asistencia alimentaria, por Salud y Educación, por las libertades sociales y contra el
Terrorismo de Estado, por Dignidad y un Cambio Social. Vamos a seguir respetando esos tiempos,
explorando nuevas formas de hacer política, que poco o nada tengan que ver con la actual.
Estamos construyendo una política que vaya de abajo hacia arriba, en la que "gobernar" signifique
obedecer al pueblo, en la que las "asambleas constituyentes" sean más que una consigna, en la
que "referendum" y "plesbiscito" sean más que palabras de difícil ortografía.
De aquí en más algunos gastarán su tiempo tras las ilusiones de gobernar desde el Estado
Neoliberal. Otros gobernando como siempre, sin más. Nosotros, junto a otros, luchando para que el
que gobierne, gobierne obedeciendo; porque si no, veremos cómo lo vamos a echar. Eso sí: en las
elecciones, no nos vamos a enganchar.