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“Año del diálogo y la reconciliación Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE TRABAJO SOCIAL

Asignatura: Derecho Civil y de la Familia


Profesor(a): Marlene Olivares
Año / ciclo: 2do año – 3er ciclo
Trabajo: Resumen de la lectura Derecho Familiar Peruano
Integrantes:

 Oscanoa Verastegui Hillary


 Pari Meza Diana
 Quino Guerreros Brenni
 Romero Suarez Karen
 Villacorta Gamarra Trilce
 Villanueva Medina Xiomara

Lima- Perú
2018

128 Generalidades
El estado matrimonial infunde una serie de relaciones entre los cónyuges y sus hijos.
Nos indica que estas relaciones pueden ser clasificadas en dos grupos: La primera de
orden personal y la segunda de carácter patrimonial o económico. Estas
relaciones tienen dos características principales:
a) La que se rige por lo moral en su desenvolvimiento
b) La que se rige estrictamente bajo la norma jurídica
Estas dos características ponen en práctica una acción normadora vigilante, que no
será modificable. Para la regulación de estas normativas, se ha tomado muy en cuenta
la igualdad del varón y la mujer que constituye un derecho fundamental de la persona.
Los artículos inmodificables son los números 158, 159,160 y 169; que se refieren a la
obligación por parte de ambos cónyuges de alimentación y educación hacia sus hijos,
los deberes conyugales de fidelidad, y al papel que ejercen los cónyuges en su hogar.
El texto nos señala que en sí la clave de la armonía conyugal, reposa más en la
capacidad de diálogo y tolerancia por parte de ambos cónyuges, en conclusión, en las
calidades humanas de cada uno de ellos, ello por encima de las leyes.

129 Obligaciones comunes de los padres con los hijos

Es la naturaleza quien les impone a los padres la obligación de proveer a la


subsistencia y desarrollo de sus hijos.
La constitución de 1993, lo señala en su artículo 6, que señala el deber y el derecho
de los padres de alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos. Esta obligación
comienza con el nacimiento de los hijos y termina generalmente con su mayoridad.
Las leyes mayormente enuncian el derecho alimentario de los hijos que dependerá de
la condición económica y social de los padres. La obligación alimentaria de los padres
no solo establece un derecho por parte de sus hijos, si no también, por parte de cada
uno de los cónyuges para exigir que el otro cumpla. El Código sanciona la falta de esta
primordial obligación según el artículo 287 que indica: “Los cónyuges se obligan
mutuamente por el hecho de matrimonio a alimentar y educar a sus hijos”

130 El deber de la fidelidad


Consagrada la monogamia como sistema matrimonial de los pueblos civilizados, el
primer deber que tienen los cónyuges es la fidelidad.
Nuestro código establece el deber reciproco de fidelidad en el artículo 288, cuya
genérica redacción se infiere:
a) Que la fidelidad puede ser sometida indistintamente por el marido como por la mujer
b) La infidelidad engloba el adulterio como cualquier otra forma de deslealtad
conyugal.

131 El deber de cohabitación.


Al estudiar los fines del matrimonio se dijo que eran dos principales: la procreación y
educación de la prole y la plena comunidad de la vida conyugal.
En el artículo 289 establece “Es deber de ambos cónyuges hacer vida común en
domicilio conyugal y el articulo 290 agrega que compete a ambos cónyuges fijar y
mudar el domicilio de la familia.
a) Si la cohabitación pone en peligro la vida, salud o el honor de cualquier de los
cónyuges, el juez puede permitir la suspensión dela cohabitación
b) Examinando el deber de la cohabitación desde otro punto de vista se pone también
en manifiesto la menos severidad con que, en relación a fidelidad lo regula la ley.

132 El deber de asistencia


El cumplimiento de la función procreadora y la comunidad material u ostensible de
habitación no pueden por si solas constituir el contenido del matrimonio, tiene como
efecto de crear y mantener una plena comunidad de vida entre conyugues. Sin esta
característica fundamental, el matrimonio perderá su carácter ético y quedara reducido
a una asociación sexual. Los conyugues se deben asistencia y ayuda a cada uno de
los conyugues debe al otro.

ATRIBUCIONES COMUNES DEL MARIDO Y LA MUJER

133 En la sociedad conyugal es necesario que haya unidad de dirección.


El derecho confirió al marido una serie de facultades a la que se llamó potestad
marital. Al Marido le correspondía el Derecho Clásico donde estaba subordinada la
mujer, posteriormente el movimiento feminista no ha dejado de combatir buscando que
la ley trate al varón y a la mujer con el mismo pie de igualdad.
El código de 1936, mantuvo la antigua potestad que al marido le correspondía la
jefatura y la dirección del hogar, proporcionar a la mujer y en general a la familia, todo
lo necesario para su sustento, según sus facultades y situación. Paralelamente el
código encargaba a la mujer encargarse de los quehaceres domésticos, ayudar y
aconsejar a su marido y la formación de sus hijos.

134 El nuevo Código ha debido implementar la norma que proclama la igualdad


de varón y la mujer ante la ley.
Como nos dice el artículo 290: "Ambos cónyuges tienen el deber y el derecho de
participar en el gobierno del hogar y cooperar en el desenvolvimiento del mismo".
Asimismo el artículo 292 permite que cualquiera de los cónyuges de poder al otro para
que ejerza sólo la representación de la sociedad de manera total o parcial.
El trabajo de ambos cónyuges para el sostenimiento del hogar es práctica arraigada
en las zonas más humildes, en general la mujer asume el cuidado y manejo doméstico
del hogar. Debido a esto, la mujer ha sido con frecuencia vista con un papel inferior al
varón.
Hoy en día se ha tomado mucha importancia al trabajo productivo, con esto el ser
humano usa de los bienes para el fin que justifica su existencia y satisface sus
necesidades. El trabajo productivo es en el ser humano herramienta de dignación y de
liberación.
De igual manera el formar hombres que producen, también resulta económicamente
productivo. Esto no denigra a la madre ocuparse de formar a sus hijos, lo que está
males que esa función es subvaluada. En la medida en que la mujer aprenda a no
subestimar su función formadora y el marido su función productiva, lo que nos
conduce a una coparticipación de ambos; se habrá alcanzado la igualdad de los
sexos.
La Declaración de los Derechos de la Familia, propuesta por la Santa Sede, expresa
que: "los esposos gozan de la misma dignidad y de iguales derechos respecto al
matrimonio" (Art. 2, inciso c.) Pero al mismo tiempo se plantea (Art.10, inciso b.) que
"el trabajo de la madre en casa debe ser reconocido y respetado por su valor a la
familia y a la sociedad"
Debido a la irrupción de la mujer en el mercado del trabajo, en un país donde el índice
de subempleo supera el 42% y el de desocupación sobrepasa el 7%, lo cual
provocaría una baja de salarios. El nuevo Código nos dice que: "si uno de los
cónyuges se dedica exclusivamente al trabajo del hogar y la cuidado de los hijos, la
obligación de sostener a la familia recae en el otro". De igual manera la ley admite que
cada cónyuge puede ejercer cualquier profesión permitidos por la ley, asi como
efectuar cualquier trabajo fuera del hogar. Asimismo respondiendo al criterio igualitario,
el art. 294 nos dice que si: "uno de los cónyuges asume la dirección y representación
del hogar, si el otro está impedido por interdicción u otra cosa"

135 El apellido de la mujer casada, el anteproyecto del ponente que hizo suyo la
comisión reformadora propone una fórmula que, inspirándose en el principio igualitario
proclamado en la nueva constitución, ateniéndose también a la resistencia que incluso
Muchas mujeres casadas se oponían al cambio de un sistema que ha sido regido por
varios siglo, ellas mismas se sienten respaldadas y amparadas.
En la fórmula dada consiste en establecer que la mujer casada no está impedida ni
obligada a tener el apellido de su marido.
Dado que el nuevo código ha utilizado la misma idea pero con una redacción distinta
"La mujer tiene derecho a llevar el apellido de su marido agregado al suyo"
Cabe resaltar que respecto a varias legislaciones que coincidían con la idea del
apellido en el estado matrimonial y por otro lado no todos estaban en acuerdo de
regular esta manifestación. Tanto que en el código peruano 1936 determinó que la
mujer conserve su apellido de soltero, pero agrega el de su marido.

136 La relación alimentaria


El código derogado hacia el marido, da la contrapartida de las atribuciones de la
potestad marital, la obligación de proporcionar a la mujer y en general a la familia todo
lo necesario para su sostenimiento según sus facultades y situaciones.
No sólo el marido es el que debe sustentar a la familia si no ambos cónyuges están
obligados a contribuir al sostenimiento del hogar según sus respectivas posibilidades y
rentas. En el artículo 330 infieles que eventualmente podría ser la mujer quien
sostenga el hogar o que contribuya a ello en mayor proporción que el marido o
viceversa.
En algunas situaciones, se da que unos de los cónyuges se dedican a trabajar y al
cuidado de los hijos- esta situación que no es necesariamente, corresponda a la mujer
la obligación de sostener a la familia recae exclusivamente sobre el otro. (Artículo 291)
El código derogado es introducida por el nuevo radica en que, la concordancia con el
principio de la igualdad del varón y la mujer ante la ley, el derecho alimentario de uno
frente al otro de los cónyuges se determina, ya no poesía el seco del obligado y el del
alimentista, sino pie las posibilidades económicas de uno y del otro por la culpa de uno
de ellos en el evento a que cada norma se refiere.

137 La representación de la sociedad para las necesidades ordinarias del hogar.


En el código de 1936 la representación legal de la sociedad frente a terceros
corresponde al marido, pues la esposa es quien se ocupa de las necesidades
ordinarias del hogar.
Legalmente el hombre era representante del hogar, en caso no lo fuera, la mujer
asumía ese papel de representante, al asumir ese papel la mujer, el esposo tiene que
retribuir al hogar. Pero en algunos casos al tomar el poder, la mujer hace abuso de
este pidiendo más de lo debido. En ese caso el hombre recurre a la ley para que límite
su ejercicio en la extensión.

138 Ejercicio de actividades lucrativas fuera del hogar.


Desde siempre y en la actualidad es el hombre quien se dedica a las actividades
lucrativas fuera del hogar, pues la madre es quien se ocupa del cuidado de los hijos y
del hogar. Para poder realizar estas actividades lucrativas la mujer pide permiso al
hombre o usa la licencia judicial supletoria.
En el artículo 293 ahora a ambos conyugues se ha aplicado la misma regla. Ambos
pueden trabajar fuera del hogar siempre con el consentimiento del otro, o la licencia
judicial supletoria.

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