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31-07-2018
La obra negativa del colonialismo francés en La Reunión
De la isla virgen al intento de cirugía social
Saïd Bouamama
Bouamamas (Blog)
Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Como atestiguan unas cartas de navegación de la época, los navegantes árabes conocen la isla
desde el siglo XII con el nombre de "Dina Margabim" (Isla del Oeste). Posteriormente será
redescubierta por los portugueses que la llamarán con el nombre de la santa del día en que se
redescubrió (Santa Apolonia) en 1512 y después por los holandeses que la bautizarán "Englands
forest" (Selvas Inglesas) en 1613. También llevará los nombres inglés de "Pearl Island" (por el
nombre del primer barco inglés que atraca en ella) y francés de "Grande Mascareigne" y de "Isla
Bourbon" antes de heredar su actual nombre en 1794 en referencia a la reunión de los Estados
Generales. En el momento de estos redescubrimientos la isla está deshabitada y durante décadas
seguirá siendo nada más que una escala de avituallamiento para las diferentes potencias. Solo a
partir de 1638, bajo el ministerio del Cardenal Richelieu, llegan los primeros colonos, que son
marineros, obreros o soldados a quienes las naves francesas dejan en la isla para formar ahí un
puesto de avituallamiento en la ruta de la India. La inmigración francesa nunca fue masiva. Su
estatuto confirma esta relación con la ruta de las Indias: en efecto, la Compañía de las Indias
Orientales es quien gestiona la colonia de la siguiente manera:
" La Compañía organiza ahí una base de avituallamiento para sus barcos que trafican con
Pondichéry: pide a los colonos [...] que suministren víveres frescos . Ayudados por esclavos
malgaches y después africanos los "habitantes" crían aves, cerdos, reses, [...] cultivan trigo,
verduras de Europa, arroz, plantas tropicales: arroz, caña de azúcar, cuyo zumo fermentado o
"forangorin" sustituye al demasiado caro vino" (1).
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El descubrimiento de un cafeto salvaje y después el éxito de la aclimatación de la moca abrirán una
nueva era de la colonización. La Compañía desarrolla la colonización ofreciendo tierras a cambio de
un pago en especie, es decir, en café que después comercializa. Al mismo tiempo la Compañía
multiplica la importación de esclavos para la economía de plantación de se instala de forma
duradera. La competencia del café antillano lleva a los colonos a reciclarse en nuevas producciones
centradas siempre en los productos de exportación: canela, cacao, clavo, mostaza y después
vainilla. Desde principios del siglo XIX esta era de las especies cede el paso a la de la caña de
azúcar por las mismas razones lucrativas. Así, la superficie dedicada a la caña de azúcar pasa de
27.000 hectáreas en 1851 a 56.000 hectáreas en 1855 y a 62.500 hectáreas en 1860. Para esta
fecha ya hay 116 fábricas que proporcionan 68.469 toneladas de azúcar (2).
"En La Reunión una cuarta parte de los esclavos, unos 15.000, aceptaron permanecer en las
plantaciones a título de «engagés» [contratados]. Los demás quisieron disponer de su plena
libertad, acudieron a las ciudades o vivieron de rapiñas en el campo ; las autoridades locales
decidieron entonces equiparar al liberado sin domicilio con el vagabundo e imponerle un
compromiso de trabajar, pero la mayoría se libró de esta obligación por medio de artimañas y,
sobre todo, huyendo" (6) .
La falta de mano de obra se compensará con un llamamiento masivo a los trabajadores inmigrantes
a quienes se les impone el "contrato de «engagement»" con una duración de entre tres y diez años.
"La abolición de la esclavitud en 1848 tuvo como consecuencia la liberación de 62.000 esclavos y
fue seguida de la contratación de una cantidad más o menos equivalente de trabajadores
asalariados provenientes en su mayoría de India, a quienes se llamaba los «engagés»", recuerda el
demógrafo Frédéric Sandron. Desde 1860 la cantidad de habitantes asciende a 175.000 personas.
Aunque muchos contratados originarios de India, China, Madagascar, las Comoras, etc., vuelven a
sus hogares miserables otros tienen descendencia y proporcionan el rostro multicultural de La
Reunión contemporánea.
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Otra transformación estructural modifica el paisaje de La Reunión en el periodo posterior a la
abolición. Las plantaciones de caña de azúcar son objeto de una concentración de tierras que
arruina a los pequeños propietarios de plantaciones y enriquece a las azucareras. Los pequeños
propietarios de plantaciones sobreviven haciéndose dependientes de los grandes propietarios por
medio de un sistema de aparcería. Otros prefieren acudir a los territorios antes ocupados por los
negros cimarrones y después por los esclavos liberados que rechazan el "engagisme". Como sus
predecesores, estos "pequeños blancos" (7) se instalan en terrenos ganados a la selva. En 1950 el
geógrafo Isnard Hildebert resume así el reparto espacial de la riqueza y del color de la piel: "[La
población] se compone de una minoría de blancos puros, los criollos, donde se recluta a la mayoría
de los grandes propietarios de plantaciones, los industriales y los funcionarios, y de una multitud de
mestizos y personas de color: empleados, tenderos, obreros agrícolas, colonos, pequeños
propietarios, en cuyo seno unas comunidades étnicas (8) conservaron su homogeneidad, como los
malabares y los "árabes" de Bombay" (9).
El carácter multicultural y mestizo de la sociedad de La Reunión data de los inicios del poblamiento
y no hará más que acentuarse con el paso del tiempo. No obstante, sería erróneo concluir por ello
que no había jerarquía. Por el contrario, se puede constatar una continuidad de la estratificación
socio-racial, en particular en los dos polos opuestos de la jerarquía. El sociólogo Laurent Médéa
escribe lo siguiente en la contraportada de una obra coordinada por él sobre el lugar de los "kaf"
["cafres" en la lengua de La Reunión, véase nota 8, N. de la t]: "Sesenta y tres años después de la
departamentalización la isla de La Reunión sigue atormentada por su pasado colonial y esclavista,
lo mismo que Francia. En La Reunión el "kaf" es ante todo negro y tiene dificultades para asumir su
historia mientras siga sufriendo discriminación y racismo" (10). De manera más global la
antropóloga Lucette Labache describe así las relaciones entre los diferentes grupos de La Reunión:
"Los cafres, los malabares y los "pequeños blancos" forman un conjunto en cuyo seno la atracción
se comparte y distribuye de forma equivalente. Los "grandes blancos" forman el único grupo en el
que las fronteras permanecen herméticas y comparten preferencialmente afinidades positivas con
los «zoreil» [metropolitanos]" (11). A pesar de ciertas aperturas de las "capas medias" a los "kaf",
los malabar y los "pequeños blancos", la estructura social sigue siendo una jerarquía socio-racial
con la especificidad de una colorización del grupo de los "pequeños blancos" (estos últimos son
considerados y construidos como no blancos por los "grandes blancos" y los "zoreil").
"La economía de plantación ha demostr ado ser incapaz de mantener a la población, pero la
aristocracia de los grandes propietarios de plantaciones y de los dueños de las fábricas sigue
siendo todopoderosa . Durante tres años nadie fue capaz de encarnar una resistencia que vendrá
del exterior, aunque casi todo el mundo puede reprocharse haberse acomodado a Vichy . [...] En
África y Asia los vínculos coloniales se rompe n desde el interior del Imperio francés, pero desde
febrero de 1944 la Conferencia de Brazzaville demostró que si bien la Francia Combatiente estaba
dispuesta a redefinir algunos vínculos, no estaba en absoluto dispuesta a desmantelar el Imperio .
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[...] Todos estos signos muestran que en 1945-1946 se vive un periodo de transición, pero ¿ haci
a qué? ¿a beneficio de quién?" (12).
Por consiguiente, la departamentalización no se pensó como salida del vínculo colonial sino como
medio de salvaguardar el Imperio. Es cierto que se traduce en una mejora de las condiciones de
existencia en muchos ámbitos, pero en ningún caso en la desaparición del vínculo colonial. Se
concretiza en una igualdad de los derechos formales y el mantenimiento de una desigualdad de los
derechos reales. Para que esta operación de salvaguarda del imperio fuera creíble era necesaria
una inversión por parte del Estado en materia de cobertura social, de acceso a la enseñanza, a la
sanidad, a la vivienda, etc., es decir, una acción doble en términos de construcción de
infraestructura por una parte y de redistribución de las rentas a las personas más pobres por otra.
Aunque esta política permite acceder a la "sociedad de consumo", no cambia en nada el vínculo de
dependencia entre los DOM [siglas en francés de Dominios de Ultramar, n. de la t.] y la metrópoli,
ni su traducción en las desigualdades internas de la colonia. "El principal síntoma repetitivo de la
sociedad de La Reunión y quizá de toda la sociedad de los DOM es el contraste entre la inmovilidad
permanente de la estructura profunda y los cambios rápidos de los modos de vida en la superficie"
(13), resume el psicólogo Jean-Pierre Cambefort.
Así, estas inversiones del Estado francés llevan a un aumento de la esperanza de vida, a la
construcción de viviendas sociales dotadas de agua corriente y electricidad, al desarrollo de una
red de carreteras y aérea, a una escolarización cada vez mayor, etc. Lejos de significar una lógica
igualitaria, estos progresos ponen de relieve, por el contrario, el escandaloso estado en el que se
encuentra la colonia en 1946, es decir, un siglo después de la abolición de la esclavitud. Por
añadidura, las políticas económicas estructurales que se ponen en marcha reproducen las
desigualdades internas de la colonia a beneficio de los "grandes blancos" y de los "zoreil". La
"reforma agraria" iniciada en 1964 por medio de la SAFER (siglas en francés de Sociedades de
Ordenación Territorial y Asentamiento Rural) se traduce rápidamente en una ayuda a la
reconversión de los "grandes blancos". Se compran así con dinero público tierras a los grandes
propietarios, lo que les permite reconvertirse en otras actividades lucrativas como la importación o
la red comercial. "[La SAFER] les permitió vender sus tierras [y prioritariamente las menos fértiles]
en unas condiciones muy favorables y abandonar el sector agrícola a beneficio de actividades más
rentables" (14), resume la geógrafa Sonia Chane-Kune.
Del mismo modo, las subvenciones de la Unión Europea destinadas a la reestructuración del sector
azucarero en la década de 1970 produjeron una concentración, una modernización y una
mecanización una de cuyas consecuencias será el desarrollo masivo del paro. El efecto de estas
políticas estructurales francesas y después europeas es la reproducción de la relación colonial:
"La moribunda economía azucarera está totalmente asistida y se mantiene artificialmente para
conservar los intereses de las comunidades endógamas y dominantes directamente conectadas
con el poder central. La obstinación en promover el sector de la caña de azúcar y ron es el signo
por excelencia de la ceguera de las instituciones a la hora de contemplar una reforma completa de
la agricultura manteniendo los feudalismos económicos y sociales . Todo un sistema de
exenciones fiscales y de excepciones negociadas por las redes político-económicas que establecen
estas familias con los ministerios parisinos y el Parlamento europeo mantiene los intereses
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monopolísticos de las dinastías azucareras de La Reunión . Y es que a pesar de sus aparentes
adaptaciones modernas la economía de plantación representa mucho más que una simple
economía. Es la perennidad de determinados modelos ancestrales de relación social basados en el
dominio y el paternalismo de los notables de la tierra sobre una población de colonos y
trabajadores temporeros a los que se mantiene en la dependencia y la ausencia de iniciativas" (15).
Por supuesto, los dirigentes parisinos no analizan la "superpoblación relativa" como una
consecuencia de las decisiones económicas. Se aborda de manera esencialista como una constante
histórica y cultural de los habitantes de La Reunión. Por lo tanto, no es sorprendente que la
esterilización de las mujeres de La Reunión se haya podido convertir en un eje de política pública.
El excelente libro de Françoise Vergès, Le Ventre des femmes (18), revela este escándalo de las
entre 6.000 y 8.000 mujeres de La Reunión a las que se hizo abortar y/o se esterilizó al año sin su
consentimiento en las décadas de 1960 y 1970. Recordemos que en esa misma época el aborto es
delito en Francia, es decir, que estamos ante un trato de excepción, esto es, una de las
características esenciales de la relación colonial.
Dentro de la misma lógica está el llamado caso de los "niños de Creuse***". Es un caso conocido:
entre 1963 y 1982 se lleva a la metrópoli a 2.150 niños de La Reunión para repoblar los
departamentos afectados por un fuerte éxodo rural. Oficialmente estos niños han sido
"abandonados" pero de hecho se denunciaron las siguientes prácticas: "consentimientos obtenidos
bajo extorsión a familias analfabetas, redadas en barrios de chabolas, acogida de oficio [...]" (19).
Más importante cualitativamente fue la exportación de la juventud de La Reunión organizada por la
BUMIDOM. El geógrafo Wilfrid Bertile evalúa en 72.500 la cantidad de habitantes de La Reunión
concernidos entre 1963 y 1981 (20).
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determinado por el color de la piel que lleva a un lugar particular de los metropolitanos los cuales
pasan, según Bertile, de una "migración de gestión minoritaria" a una "migración de poblamiento":
"Globalmente los metropolitanos constituyen una minoría dominante, un modelo social que hay que
imitar, y tienen a modelar las realidades locales según su visión y sus sensibilidad" (23).
Basta con mirar un mapa para comprender la importancia estratégica de La Reunión para Francia y
más ampliamente para la Unión Europea. La isla es de particular importancia por la presencia
francesa y europea en el océano Índico y por su proximidad a África Oriental (la isla está a 800
kilómetros al este de Madagascar). Esta importancia militar y estratégica no es nueva. Desde 1964
la Conferencia de El Cairo del Movimiento de los No Alineados (MNA) propone la desnuclearización
del océano Índico para acabar con el riesgo de enfrentamientos en la región entre los dos bloques.
La pérdida de la base naval de Diego Suarez en 1973 y después la independencia de las Comoras
en 1975 refuerzan aún más la importancia de La Reunión. El final de la Guerra Fría disminuye
objetivamente la importancia estratégica de la isla, pero no la hace desaparecer. Sin duda la
desaparición de la URSS significó durante un tiempo un dominio casi total del océano Índico por
parte de Estados Unidos y sus aliados franceses al oeste y australianos al este. El mundo
ciertamente ha cambiado, pero los objetivos siguen siendo los mismos: el petróleo del Golfo y la
seguridad de los flujos marítimos. Sin embargo, rápidamente nuevas potencias como India, China,
Sudáfrica o Rusia se dotan de una Marina importante y cuestionan la hegemonía occidental sobre
este océano. La geógrafa Sonia Chane-Kune destaca lo siguiente al analizar la dimensión
estratégica de la isla:
"Con esta isla Francia dispone de una base a partir de la cual puede ejercer su influencia en gran
parte del océano Índico y particularmente sobre los demás territorios franceses de la región que,
aunque no están habitados, tienen interés estratégico . Es el caso de las Islas Dispersas que,
además, son muy codiciadas y permiten el control del canal de Mozambique. También es el caso de
las Tierras Australes y Antárticas francesas que se había pensado utilizar como centro de
experimentación nuclear para solucionar las tensiones suscitadas por Mururoa en el Pacífico" (24).
Como los demás "confetis del Imperio" (26) La Reunión también implica la apuesta de las Zonas
Económicas Exclusivas (ZEE). Se extiende por la colonia en 315.000 kilómetros cuadrados, pero se
sitúa sobre todo en un lugar que permite, gracias a los militares estacionados en La Reunión,
controlar el canal de Mozambique y sus "Islas Dispersas". Este es el nombre con el que se conocen
una serie de pequeñas islas no habitadas situadas entre Madagascar y Mozambique ocupadas por
Francia y que reivindica Madagascar. El canal de Mozambique constituye un auténtico paraíso
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petrolero y de gas al que dan acceso las Zonas Económicas Exclusivas de las Islas Dispersas. Esta
es una de las principales razones de la determinación francesa por conservar la isla de Mayotte,
aunque signifique entrar en la ilegalidad internacional. Es también uno de los nuevos retos de La
Reunión para Francia. Un estudio del Centro de Estudios Estratégicos de la Marina fechado en 2015
presenta así el reto de los recursos del canal de Mozambique:
El mismo estudio destaca también la presencia de una "densidad de nódulos polimetálicos por
metro cuadrado que sería entre cinco y diez veces superior a la registrada en el Pacífico (que ya es
muy importante puesto que se cifra en miles de millones de toneladas)".
La preservación de los intereses de los "grandes blancos" aliados a los grandes grupos industriales
y la voluntad de controlar el canal de Mozambique (antaño estratégico debido a la Guerra Fría y la
descolonización, y hoy debido a los yacimientos de petróleo y gas, y a los nódulos polimetálicos)
explican el apego del Estado francés y de la Unión Europea por La Reunión. Desde la
departamentalización de 1946 se opta por mantener una economía de trata colonial, es decir, por
no desarrollar la isla. Una "terciarización sin industrialización" (28), resume la demógrafa Isabelle
Widmer.
Algunos indicadores bastan para ilustrar el carácter colonial de la economía de La Reunión (29):
La base productiva de La Reunión se centra en los servicios y la agricultura. Así, los servicios
comerciales representan el primer sector con el 35 % de las riquezas creadas y el 30 % de los
empleos en 2016. La agricultura se centra en dos sectores: la producción azúcar de caña y la
pesca. Se trata, en efecto, de una terciarización sin industrialización.
El comercio exterior sigue siendo característico de una economía de trata. Los principales
productos de exportación son el azúcar (una cuarta parte de las exportaciones), la pesca (una
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quinta parte) y el ron. Así, un 62 % de las exportaciones son "bienes de consumo perecederos"
(frente a solo un 17.5 % de "bienes de capital"). Por el contrario, las importaciones están
constituidas en primer lugar por "bienes de capital" (30.2 %) y "bienes intermediarios" (20.6 %).
Las importaciones se llevan a cabo casi exclusivamente con Francia (60.5 %) y los demás países
de la Unión Europea (14.1 %). A la inversa, las importaciones de las demás islas del océano Índico
solo suponen el 1 % y las provenientes de África el 2.2 %.
Las exportaciones muestran la misma realidad de extraversión con un 35.8 % de las exportaciones
a Francia y un 22 % a los demás países de la Unión Europea.
Las transferencias de fondos públicos alimentan fuertemente el "crecimiento sin desarrollo". Así,
las principales partidas del PIB son el "consumo de los hogares" por valor de 11.750 millones de
euros (de un PIB total de 18.200 millones de euros) y el "consumo de las administraciones
públicas" por valor de 6.970 millones de euros. A la inversa, las inversiones solo ascienden a 3.760
millones de euros.
La monopolización del comercio y de las redes de distribución por parte de algunas grandes
sociedades metropolitanas (Casino, Leclercq, Carrefour, Auchan) y algunas dinastías familiares de
La Reunión (Caillé, Isautier, Apavou, etc) (30) lleva a un acaparamiento no desdeñable de estas
transferencias, lo que se traduce en un desfase de los precios respecto a la metrópoli que el INSEE
[siglas en francés de Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos] evalúa en el 7.1 %
(31).
Tanto la magnitud de las transferencias como su acaparamiento privado configura una nueva cara
de la dependencia colonial que ya no se puede resumir con la imagen de la "isla del azúcar". El
investigador Mauricien Jean Houbert resume así estas mutaciones de la dominación colonial:
"Y, sin embargo, la propia magnitud del esfuerzo estatal en este contexto de subdesarrollo
condena a La Reunión a vivir de la asistencia y a exportar a sus hijos. La departamentalización ha
elimin ado toda posibilidad de creación de una burguesía nacional y la plantocracia se ha
transformado en c lase compradora del capital comercial metropolitano . [...] Incapaz de cr e ar
empleos productivos, la departamentalización hincha el sector terciario y organiza la emigración a
la metrópoli [...] para paliar el paro estructural y neutralizar el descontento de los jóvenes y sus
consecuencias políticas " (32) .
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Las mutaciones de las formas coloniales no menoscaba la constatación de que se mantiene la
relación y la dependencia colonial.
La decepción no tardó en llegar dado que la igualdad no es posible en el marco de una relación
colonial. Daniel Guérin hace un balance de la departamentalización para el caso de las Antillas una
década después de su adopción, balance que también es pertinente para La Reunión: fraudes
electorales, represión de los movimientos, falta de aplicación de la misma legislación social que en
Francia, mayor poder discrecional del prefecto, afluencia masiva de funcionarios metropolitanos,
obligación de aprovisionarse en Francia y efecto inflacionista de esta obligación, etc. Saca la
siguiente conclusión: "De hecho la ley de 1946 no convirtió a las Antillas francesas en
departamentos metropolitanos, sino solamente en «departamentos de ultramar», es decir, en
departamentos de segunda clase, en parientes pobres. Solo produjo una «departamentalización»
bastarda en la que subsiste una parte de la antigua legislación colonial, mientras que la legislación
metropolitana no se introdujo integralmente" (34). Ya dos años antes, el 26 de marzo de 1954,
Aimé Césaire elaboraba un acta de acusación exhaustiva de la departamentalización para
caracterizarla de "política de trampas y engaño s " (35).
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primero unas formas culturales. Como en todas partes aparecen mutaciones en la relación con la
lengua. Así, el gran esfuerzo de la lengua criolla es uno de los indicadores de una identidad
reunionense en construcción. El criollo, una lengua nacida de las mezclas desde el siglo XVI, toma
prestados términos de las diferentes poblaciones de La Reunión (francés, malgache, tamil, etc.).
Sus progresivos esfuerzos a partir de la década de 1960 reflejan un movimiento más profundo y
vasto que el etnólogo Gilles Gauvin propone llamar "criollización":
"Si los procesos de aculturación son una realidad social, no hay que olvidar qu e en toda
interacción puede emerger algo nuevo [...]. A unque e n La Reunión la sociedad insular estuvo
sometida desde su origen a la voluntad metropolitana de hacer asimilar los modelos culturales y
sociales franceses, a pesar de esta presión aculturadora los diferentes componentes étnicos de la
isla operaron a través de sus interacciones unas adaptaciones, unos ajustes, unas re
formulaciones y unas resistencias características de l a criollización " (36) .
La traducción política de este profundo movimiento cultural la llevó a cabo en la década de 1960 el
Partido Comunista Reunionense y su reivindicación de una "autonomía" para la isla. Este partido
dirigido por Paul Vergès (hijo de Raymond Verges) nació de la autonomización de la federación del
PCF en mayo de 1959 que estuvo precedida de una serie de desacuerdos, sobre todo acerca de la
cuestión de la independencia de Argelia (37). "Paul Vergès prepara metódicamente la evolución de
la federación comunista a un partido [...]. Su cultura comunista presenta una dimensión
internacionalista y tercermundista susceptible de hacer que la evolución política de La Reunión
avance un paso más" (38), explica el historiador Gilles Cauwin. El PCR, que ya era influyente antes
de su autonomización, sobre todo en el movimiento sindical, adquiere con esta reivindicación
autonomista un lugar fundamental en el tablero político reunionés: "La creación del Partido
Comunista Reunionés y su lucha por la evolución del estatuto de la isla suponen un nuevo
escenario y obliga al gobierno a unos cambios de orientación y de comportamiento", resume el
historiador Yvan Combeau (39).
Las "tesis constitutivas" adoptadas durante el congreso de creación mencionan "una realidad
típicamente colonial", "el monocultivo que obstaculiza el desarrollo económico", "la discriminación
racial consagrada oficialmente en el función pública", "una personalidad criolla" que refleja "una
verdadera toma de conciencia de un destino común", el "carácter asimilador del colonialismo
francés", "la lucha del pueblo reunionés" (40), etc. Estas afirmaciones políticas van acompañadas
de una afirmación cultural y en particular la utilización de la lengua criolla en las reuniones
públicas. El campo autonomista se estructura en torno al PCR con la Union des Femmes de la
Réunion (UFR [Unión de Mujeres de La Reunión]), el Front des Jeunesses Autonomistes de la
Réunion (FJAR [Frente de las Juventudes Autonomistas de La Reunión]), Témoignage Chrétien de la
Réunion (TCR [Testimonio Cristiano de La Reunión]), la Confédération Général du Travail de la
Réunion (CGTR [Confederación General del Trabajo de La Reunión]), la Union Générale des
Etudiants Créoles de la Réunion (UGECR [Unión General de Estudiantes Criollos de La Reunión]), la
Union Générale des Travailleurs Réunionnais en France (UGTRF [Unión General de Trabajadores
Reunionenses en Francia]), etc.
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Mariniqueses y Reunioneses" (firmado por 24 organizaciones políticas y sindicales de los DOM, siete
de las cuales reunionesas, y por el PSU francés ), en 1968 el "Manifiesto por el derecho de
autodeterminación y contra toda solución neocolonialista" (41), en 1971 la "Convención de Morne
Rouge". De forma significativa esta última habla ahora de "Entidad nacional" y de "Estado
autónomo", y no solo de autonomía: "Estos principios fundamentales reconocidos por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta de las Naciones Unidas y el preámbulo de
la Constitución francesa llevan a los signatarios de la Convención a plantear: - que el futuro
estatutario de los cuatro territorios concernidos solo se puede considerar a la luz del hecho nacional
y del hecho colonial; - que estas entidades nacionales deben estar constituidas en el marco jurídico
de un Estado autónomo" (42).
El segundo eje se traduce en vastos movimientos sociales que paralizan el país. Los llamados
disturbios del "Chaudron" (por el nombre de un barrio de Saint-Denis) en febrero y marzo de 1991
tras la prohibición de la cadena de televisión ilegal "Télé freedom" se saldan con ocho muertes en
el incendio de la tienda "Géant du Meuble". La etno-socióloga Eliane Wolff explica así el apoyo
popular a esta televisión y a la radio que la precedió: "Una población que hasta entonces se ha
tenido alejada de la escena y del debate públicos se reconoce en esta radio que le permite tomar la
palabra y debatir en su lengua, y según las modalidades que le son propias" (45). Un año más tarde
el historiador Hubert Gerbeau titula significativamente su artículo publicado en LEncyclopédie
Universalis " La Réunion. Émeutes du «mal-vivre» ou escarmouches pour lindépendance?"
[La Reunión, ¿disturbios del "mal vivir" o escaramuzas por la independencia?] (46) . En marzo de
2009 una huelga general contra la carestía de la vida se transforma en enfrentamientos con las
fuerzas del orden durante varios días. En las grandes manifestaciones que se llevan a cabo en
Saint-Denis y en Saint-Pierre se puede leer en las pancartas " Ti kréol kont gro profitèr " ("Pequeños
criollos contra grandes aprovechados"). Entre 2012 y 2016 cada año está marcado por unos
disturbios que tienen diversos detonantes pero cuyas causas son claramente estructurales: la
imposibilidad de disociar la cuestión social y la cuestión colonial.
En este contexto era inevitable que emergiera una reivindicación independentista que no por ser
extremadamente minoritaria es menos significativa. Emerge primero en el seno del PCR entre una
minoría que concibe tácitamente la autonomía defendida por este partido como una etapa hacia la
independencia. "Creo que el combate del Partido Comunista en las décadas de 1960, 1970 y 1980
fue importante para La Reunión. El PCR defendía la lengua criolla, la cultura, al pueblo, a la clase
obrera. [...] Yo estuve en el PCR de 1979 a 1982, en la sección minoritaria independentista y
cuando se abandonó la consigna de la autonomía dimití, el 1 de septiembre de 1982. Vergès nunca
quiso la independencia", recuerda uno de los líderes independentistas (47).
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en 1975 de la OCMLR (siglas en francés de Organización Comunista Marxista-Leninista de La
Reunión), que en 1979 se convertirá en el MPLR (siglas en francés de Movimiento Para la Liberación
de La Reunión). En septiembre de 1981 nace el MIR (siglas en francés de Movimiento para la
Independencia de La Reunión). En junio de 2008 el MIR se transforma en LPLP ("Lorganizasion
Popilèr po Libèr nout Péi - Frente Popular de Liberación Nacional) que reagrupa a todos los
movimientos independentistas y nacionalistas de La Reunión. En noviembre de 2017 se proclama
solemnemente un Estado reunionés con su "Gran Konsey Kontkolonial" (Gran Consejo Anticolonial),
su "Gran Lasanblé Kontkolonial" (Gran Asamblea Anticolonial) y su "Shef Gouvernman Kontkolonial"
(Jefe de Gobierno anticolonial) en la persona de Bernard Grondin, líder del LPLP. También
simbólicamente el Gobierno anticolonial promulga unos decretos, el primero de los cuales decide el
"cierre de las construcciones a la orilla del mar que no respetan el medioambiente ni a los
reunioneses" (48).
Notas:
* "Engagisme" es un concepto jurídico que se remota el Antiguo Régimen y que tras ser abolido
por la Revolución francesa se convirtió, como explica el autor más adelante, en una forma de
trabajo asalariado de los trabajadores nativos de las colonias (antiguos esclavos) o inmigrantes
provenientes sobre todo de África y Asia y destinados a las grandes plantaciones de las colonias
escasas de mano de obra tras la abolición de la esclavitud en Francia en 1848. A cambio de la
promesa de una vida mejor firmaban un contrato [contrat dengagement] cuya duración variaba
según el origen y la colonia a la que está destinado. La palabra está formada sobre el verbo
"engager", que significa "contratar" (N. de la t.).
(1) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , Les Cahiers
dOutre-mer, n° 10, abril-junio de 1950, p. 103.
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** "Marronage" era el nombre con el que se designaba el hecho de que una persona esclava huyera
de la propiedad de su amo. A esta persona se le denominaba en francés "nègre marron",
"negmarron" o incluso "cimarron", por el término original en castellano, cimarrón. (N. de la t.).
(4) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , op. cit., p. 103.
(5) Véase al respecto mi último artículo dedicado a "la obra negativa del colonialismo francés en
Guayana. De la búsqueda del "rey dorado" a la "Montagne dor",
https://bouamamas.wordpress.com/2018/07/02/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-en-guyan
e-de-la-recherche-du-roi-dore-a-la-montagne-dor/, [en castellano
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243977]
(6) Georges Hardy, Histoire de la Colonisation française, Larose, París, 1943, p. 190.
(7) Por ello el concepto de "colono" adquiere una connotación particular debido a las relaciones que
los "pequeños blancos" establecen con los demás grupos dominados.
(8) Los principales son los cafres (descendientes de esclavos procedentes del este de África o de
Madagascar ["kaf" en la lengua de La Reunión, N. de la t.]), los malabares (indios del sudeste de
India, esencialmente tamiles), los "yabs" o "pequeños blancos" o criollos blancos (descendientes de
los pequeños colonos arruinados), los "grandes blancos" (criollos blancos que constituyen lo
esencial de la clase dominante), los "zoreil" (metropolitanos), los chinos (sur de China), los
"zarabes" (musulmanes indios procedentes del oeste de India), los comorenses y mahorais
[habitantes de Mayotte, N. de la t.] y los malgaches.
(9) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , op. cit., p. 114.
(10) Laurent Médéa (coord.), Kaf étude pluridisciplinaire, Zarlor, Sainte Clotilde, 2009,
contraportada.
(11) Lucette Labache, " Lethnicité chez les jeunes Réunionnais" , Agora débats-Jeunesses, n° 9,
1997, p. 100.
(12) Bernard Marek y Guy Bourau-Glisia, Une île dans la guerre. La Réunion de la Mobilisation à la
Départementalisation (1939-1946), Azalée éditions, Saint-Denis de La Reunión, 1992, pp. 106-107.
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(13) Jean-Pierre Cambefort, "Lhéritage de la violence à La Réunion", en Christian Ghasarian,
(coord.), Anthropologies de La Réunion, Éditions des Archives Contemporaines, París, 2008, p. 74.
(14) Sonia Chane-Kune, La Réunion nest plus une île, LHarmattan, París, 1996, p. 52.
(16) Frédéric Sandron, "Dynamique de la population réunionnaise (1663-2030)", op. cit., p. 33.
(17) Sobre este aspecto véase nuestro artículo dedicado a las Antillas, " Luvre négative du
colonialisme français aux Antilles. La production et la reproduction dune pigmentocratie",
https://bouamamas.wordpress.com/2018/06/15/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-aux-antill
es-la-production-et-la-reproduction-dune-pigmentocratie/ [en castellano,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243678].
(18) Françoise Vergès, Le ventre des femmes. Capitalisme, racialisation, féminisme, Albin Michel,
París, 2017.
(19) William Luret, TI ! Paille-en-queue : les enfants déportés de la Réunion, Anne Carrière, París,
2004, contraportada.
(20) Wilfried Bertile, " La Réunion sur la voie du développement ?" , Annales de Géographie, n° 533,
1987, p. 47.
(21) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", Les Cahiers de lINED, n° 155, 2005, p. 74.
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(23) Ibid, p. 588.
(24) Sonia Chane-Kune, Aux origines de lidentité réunionnaise, LHarmattan, París, 1993, p. 9.
(25) Marine Nationale, "La Réunion : une île parmi les îles",
https://www.defense.gouv.fr/marine/magazine/l-ocean-indien-a-portee-de-main/la-reunion-une-ile-p
armi-les-iles, consultado el 5 de julio de 2018 a las 19 h 00.
(26) Expresión utilizada por Jean-Claude Guillebaud como título de una obra consagrada a las
últimas colonias francesas: Les Confettis de lEmpire : Djibouti, Martinique, Guadeloupe, Réunion,
Tahiti, Nouvelle-Calédonie.
(27) Clément Fernandez y Léo Philippe, " Les Eparses : Des îles si convoitées" , Centre dEtude
Stratégique de la Marine, Cargo Marine, n°3/2015, p. 10.
(28) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", op. cit., p. 271.
(29) INSEE, Bilan Economique 2016- La Réunion, INSEE Conjoncture Réunion, n° 3, junio de 2017.
(30) " Les grandes dynasties économiques réunionnaises", Réunionnais du monde, junio de 2017,
http://www.reunionnaisdumonde.com/spip.php?article20402, consultado el 6 de julio de 2018 a las
11 h 00.
(32) Jean Houbert, " Décolonisation en pays Créole, lîle Maurice et la réunion" , Politique Africaine,
n° 10, junio de 1983, pp. 87-88.
(33) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", op. cit., 54.
**** Raymond Vergès fue un médico y político comunista reunionés nacido en 1882. Fue diputado
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por La Reunión de 1945 a 1655. Junto con otro diputado comunista, Léon de Lepervanche, propuso
la ley de departamentalización, que se aprueba en 1946 con lo que La Reunión accede a su estatus
de "departamento francés de ultramar". En 1944 fundó el diario Témoignages. (N. de la t.)
(34) Daniel Guérin, Les Antilles décolonisées, Présence Africaine, París, 1956, p. 157.
(35) Aimé Césaire, "Intervention lors du débat sur la « politique du gouvernement dans les
départements et les territoires doutre-mer »", Journal Officiel de la République Française, 27 de
marzo de 1954, 4e.republique.jo-an.fr/numero/1954_i28.pdf, consultado el 7 de julio de 2018 a las 9
h 30.
(37) Emeline Vidot, La construction dune identité réunionnaise de 1959 à nos jours :
représentations culturelles et constructions discursives, Tesis de sociología, Universidad de La
Reunión 2016, p. 94.
(38) Gilles Gauwin, " Créolisation linguistique et créolisation politique à la Réunion. Enjeux
géopolitiques autour dune revenndication identitaire" , Hérodote, n° 105, 2002/2, p. 75.
(39) Yvan Combeau, " De Bourbon à la Réunion, lhistoire dune île (du XVIIe au XXe siècle)",
Hermès, n° 32-33, 2002/1, p. 97.
(40) Parti Communiste Réunionnais, Les thèses constitutives, Île de la Réunion, 1ER juin 1959.
(43) Movimiento literario y de afirmación cultural (simbolizado entre otras personas por Jean
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Albany, Gilbert Aubry, etc.) que afirma una identidad reunionesa común en el respeto por las
identidades propias de los diferentes grupos sociales arraigados en la isla.
(45) Eliane Wolff, " Les (nouveaux) territoires de la radio, Radio FreeDom et ses éditeurs",
Radiomorphose, n° 1, 2016, p. 3.
(47) Entrevista a Bernard Grondin, 28 de noviembre de 2017, " Un jour la Réunion sera
indépendante",
https://www.clicanoo.re/Etat-Reunionnais/Politique/Article/2017/11/26/Un-jour-La-Reunion-sera-
independante_502556, c onsultado el 8 de julio de 2018 a las 9 h 55.
Fuente:
http://bouamamas.wordpress.com/2018/07/08/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-a-la-reuni
on-de-lile-vierge-a-la-tentative-de-chirurgie-sociale/
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autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la misma.
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