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31-07-2018
La obra negativa del colonialismo francés en La Reunión
De la isla virgen al intento de cirugía social
Saïd Bouamama
Bouamamas (Blog)
Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Si se presenta alguna colonia como no concernida por la cuestión de la descolonización es La


Reunión. Según la narrativa ideológica colonial francesa, La Reunión no puede ser considera da
una colonia porque no estaba habitada durante la ocupación francesa. Lo que se oculta aquí es la
naturaleza de la relación que vincula la isla africana y la metrópoli en los planos económico y
político. La segunda imagen de la narrativa es la de una sociedad que ha logrado un mestizaje
ideal debido precisamente al hecho de que todos sus habitantes son inmigrantes desde hace más o
menos tiempo. Lo que se oculta entonces es el carácter jerarquizado de la colonia según un criterio
de color. Sin embargo, tanto la historia como el presente, tanto la geografía como la racionalidad
económica plantean tanto en La Reunión como en las demás colonias francesas la cuestión de la
descolonización. Pensar lo contrario es reducir la colonización a una de sus formas, es decir, tener
un enfoque esencialista de la cuestión. El enfoque materialista, por el contrario, plantea por una
parte que la colonización como relación social de explotación adoptó unas formas específicas según
los contextos locales y por otra parte que estas formas evolucionaron y evolucionan en función
de las necesidades de los dominantes y de las relaciones de fuerza. Aunque la colonización sea
consentida (por diferentes razones que van desde la alienación a la preocupación por la
supervivencia inmediata pasando por el estado de la relación de fuerzas), sigue siendo una
colonización. 

Isla virgen, esclavitud y "engagisme*"

Como atestiguan unas cartas de navegación de la época, los navegantes árabes conocen la isla
desde el siglo XII con el nombre de "Dina Margabim" (Isla del Oeste). Posteriormente será
redescubierta por los portugueses que la llamarán con el nombre de la santa del día en que se
redescubrió (Santa Apolonia) en 1512 y después por los holandeses que la bautizarán "England’s
forest" (Selvas Inglesas) en 1613. También llevará los nombres inglés de "Pearl Island" (por el
nombre del primer barco inglés que atraca en ella) y francés de "Grande Mascareigne" y de "Isla
Bourbon" antes de heredar su actual nombre en 1794 en referencia a la reunión de los Estados
Generales. En el momento de estos redescubrimientos la isla está deshabitada y durante décadas
seguirá siendo nada más que una escala de avituallamiento para las diferentes potencias. Solo a
partir de 1638, bajo el ministerio del Cardenal Richelieu, llegan los primeros colonos, que son
marineros, obreros o soldados a quienes las naves francesas dejan en la isla para formar ahí un
puesto de avituallamiento en la ruta de la India. La inmigración francesa nunca fue masiva. Su
estatuto confirma esta relación con la ruta de las Indias: en efecto, la Compañía de las Indias
Orientales es quien gestiona la colonia de la siguiente manera:

" La Compañía organiza ahí una base de avituallamiento para sus barcos que trafican con
Pondichéry: pide a los colonos [...] que suministren víveres frescos . Ayudados por esclavos
malgaches y después africanos los "habitantes" crían aves, cerdos, reses, [...] cultivan trigo,
verduras de Europa, arroz, plantas tropicales: arroz, caña de azúcar, cuyo zumo fermentado o
"forangorin" sustituye al demasiado caro vino" (1).

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El descubrimiento de un cafeto salvaje y después el éxito de la aclimatación de la moca abrirán una
nueva era de la colonización. La Compañía desarrolla la colonización ofreciendo tierras a cambio de
un pago en especie, es decir, en café que después comercializa. Al mismo tiempo la Compañía
multiplica la importación de esclavos para la economía de plantación de se instala de forma
duradera. La competencia del café antillano lleva a los colonos a reciclarse en nuevas producciones
centradas siempre en los productos de exportación: canela, cacao, clavo, mostaza y después
vainilla. Desde principios del siglo XIX esta era de las especies cede el paso a la de la caña de
azúcar por las mismas razones lucrativas. Así, la superficie dedicada a la caña de azúcar pasa de
27.000 hectáreas en 1851 a 56.000 hectáreas en 1855 y a 62.500 hectáreas en 1860. Para esta
fecha ya hay 116 fábricas que proporcionan 68.469 toneladas de azúcar (2).

El desarrollo de un monocultivo de caña de azúcar especulativo explica la evolución del


poblamiento. En 1715, es decir, cuando se establece el cultivo del café, La Reunión solo cuenta con
1.500 habitantes. Un siglo después la colonia cuenta con 68.000 habitantes, un 75 % de los cuales
son esclavos. La era del azúcar se traduce en una llamada aún más masiva a la esclavitud:
"Durante la primera mitad del siglo XIX la rentabilidad de este cultivo destinado a abastecer a la
metrópoli lleva a un nuevo reclutamiento masivo de esclavos a pesar de la prohibición de la trata
en 1817. Se calcula que en esa época se introdujeron 45.000 esclavos en unos veinte años, frente a
los 80.000 de todo el siglo XVIII", resume el demógrafo Frédéric Sandron (3).

Desde el inicio de la economía de plantación una de las formas de resistencia es el "marronnage**",


que provoca una falta permanente de trabajadores para alimentar la demanda de esclavos. "El
interior de los macizos, inaccesibles y boscosos, se había convertido en el refugio de los negros que
huían [...], contra los cuales la Milicia realizaba de vez en cuando expediciones punitivas" (4),
resume el geógrafo Hildebert Isnard. Como en las demás viejas colonias la esclavitud es sustituida
por el "engagisme", es decir, una nueva forma de "servilismo" (5). Así, hay 62.000 esclavos libres a
quienes se les "proponen" contratos de "engagement". La mayoría de los esclavos los rechazan y a
pesar de las presiones los colonos sintieron cruelmente la falta de mano de obra. Así es cómo un
manual de la colonización describe este contexto en 1943:

"En La Reunión una cuarta parte de los esclavos, unos 15.000, aceptaron permanecer en las
plantaciones a título de «engagés» [contratados]. Los demás quisieron disponer de su plena
libertad, acudieron a las ciudades o vivieron de rapiñas en el campo ; las autoridades locales
decidieron entonces equiparar al liberado sin domicilio con el vagabundo e imponerle un
compromiso de trabajar, pero la mayoría se libró de esta obligación por medio de artimañas y,
sobre todo, huyendo" (6) .

La falta de mano de obra se compensará con un llamamiento masivo a los trabajadores inmigrantes
a quienes se les impone el "contrato de «engagement»" con una duración de entre tres y diez años.
"La abolición de la esclavitud en 1848 tuvo como consecuencia la liberación de 62.000 esclavos y
fue seguida de la contratación de una cantidad más o menos equivalente de trabajadores
asalariados provenientes en su mayoría de India, a quienes se llamaba los «engagés»", recuerda el
demógrafo Frédéric Sandron. Desde 1860 la cantidad de habitantes asciende a 175.000 personas.
Aunque muchos contratados originarios de India, China, Madagascar, las Comoras, etc., vuelven a
sus hogares miserables otros tienen descendencia y proporcionan el rostro multicultural de La
Reunión contemporánea.

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Otra transformación estructural modifica el paisaje de La Reunión en el periodo posterior a la
abolición. Las plantaciones de caña de azúcar son objeto de una concentración de tierras que
arruina a los pequeños propietarios de plantaciones y enriquece a las azucareras. Los pequeños
propietarios de plantaciones sobreviven haciéndose dependientes de los grandes propietarios por
medio de un sistema de aparcería. Otros prefieren acudir a los territorios antes ocupados por los
negros cimarrones y después por los esclavos liberados que rechazan el "engagisme". Como sus
predecesores, estos "pequeños blancos" (7) se instalan en terrenos ganados a la selva. En 1950 el
geógrafo Isnard Hildebert resume así el reparto espacial de la riqueza y del color de la piel: "[La
población] se compone de una minoría de blancos puros, los criollos, donde se recluta a la mayoría
de los grandes propietarios de plantaciones, los industriales y los funcionarios, y de una multitud de
mestizos y personas de color: empleados, tenderos, obreros agrícolas, colonos, pequeños
propietarios, en cuyo seno unas comunidades étnicas (8) conservaron su homogeneidad, como los
malabares y los "árabes" de Bombay" (9).

El carácter multicultural y mestizo de la sociedad de La Reunión data de los inicios del poblamiento
y no hará más que acentuarse con el paso del tiempo. No obstante, sería erróneo concluir por ello
que no había jerarquía. Por el contrario, se puede constatar una continuidad de la estratificación
socio-racial, en particular en los dos polos opuestos de la jerarquía. El sociólogo Laurent Médéa
escribe lo siguiente en la contraportada de una obra coordinada por él sobre el lugar de los "kaf"
["cafres" en la lengua de La Reunión, véase nota 8, N. de la t]: "Sesenta y tres años después de la
departamentalización la isla de La Reunión sigue atormentada por su pasado colonial y esclavista,
lo mismo que Francia. En La Reunión el "kaf" es ante todo negro y tiene dificultades para asumir su
historia mientras siga sufriendo discriminación y racismo" (10). De manera más global la
antropóloga Lucette Labache describe así las relaciones entre los diferentes grupos de La Reunión:
"Los cafres, los malabares y los "pequeños blancos" forman un conjunto en cuyo seno la atracción
se comparte y distribuye de forma equivalente. Los "grandes blancos" forman el único grupo en el
que las fronteras permanecen herméticas y comparten preferencialmente afinidades positivas con
los «zoreil» [metropolitanos]" (11). A pesar de ciertas aperturas de las "capas medias" a los "kaf",
los malabar y los "pequeños blancos", la estructura social sigue siendo una jerarquía socio-racial
con la especificidad de una colorización del grupo de los "pequeños blancos" (estos últimos son
considerados y construidos como no blancos por los "grandes blancos" y los "zoreil").

Mutaciones económicas y tentación de cirugía social

La departamentalización se vendió como promesa de salir de la colonización y como signo de una


política voluntarista cuyo objetivo era la igualdad en la República francesa. Por medio de esta
departamentalización el general de Gaulle trata de tener en cuenta las mutaciones del contexto
local y mundial, y preservar al mismo tiempo el imperio colonial:

"La economía de plantación ha demostr ado ser incapaz de mantener a la población, pero la
aristocracia de los grandes propietarios de plantaciones y de los dueños de las fábricas sigue
siendo todopoderosa . Durante tres años nadie fue capaz de encarnar una resistencia que vendrá
del exterior, aunque casi todo el mundo puede reprocharse haberse acomodado a Vichy . [...] En
África y Asia los vínculos coloniales se rompe n desde el interior del Imperio francés, pero desde
febrero de 1944 la Conferencia de Brazzaville demostró que si bien la Francia Combatiente estaba
dispuesta a redefinir algunos vínculos, no estaba en absoluto dispuesta a desmantelar el Imperio .

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[...] Todos estos signos muestran que en 1945-1946 se vive un periodo de transición, pero ¿ haci
a qué? ¿a beneficio de quién?" (12).

Por consiguiente, la departamentalización no se pensó como salida del vínculo colonial sino como
medio de salvaguardar el Imperio. Es cierto que se traduce en una mejora de las condiciones de
existencia en muchos ámbitos, pero en ningún caso en la desaparición del vínculo colonial. Se
concretiza en una igualdad de los derechos formales y el mantenimiento de una desigualdad de los
derechos reales. Para que esta operación de salvaguarda del imperio fuera creíble era necesaria
una inversión por parte del Estado en materia de cobertura social, de acceso a la enseñanza, a la
sanidad, a la vivienda, etc., es decir, una acción doble en términos de construcción de
infraestructura por una parte y de redistribución de las rentas a las personas más pobres por otra.
Aunque esta política permite acceder a la "sociedad de consumo", no cambia en nada el vínculo de
dependencia entre los DOM [siglas en francés de Dominios de Ultramar, n. de la t.] y la metrópoli,
ni su traducción en las desigualdades internas de la colonia. "El principal síntoma repetitivo de la
sociedad de La Reunión y quizá de toda la sociedad de los DOM es el contraste entre la inmovilidad
permanente de la estructura profunda y los cambios rápidos de los modos de vida en la superficie"
(13), resume el psicólogo Jean-Pierre Cambefort.

Así, estas inversiones del Estado francés llevan a un aumento de la esperanza de vida, a la
construcción de viviendas sociales dotadas de agua corriente y electricidad, al desarrollo de una
red de carreteras y aérea, a una escolarización cada vez mayor, etc. Lejos de significar una lógica
igualitaria, estos progresos ponen de relieve, por el contrario, el escandaloso estado en el que se
encuentra la colonia en 1946, es decir, un siglo después de la abolición de la esclavitud. Por
añadidura, las políticas económicas estructurales que se ponen en marcha reproducen las
desigualdades internas de la colonia a beneficio de los "grandes blancos" y de los "zoreil". La
"reforma agraria" iniciada en 1964 por medio de la SAFER (siglas en francés de Sociedades de
Ordenación Territorial y Asentamiento Rural) se traduce rápidamente en una ayuda a la
reconversión de los "grandes blancos". Se compran así con dinero público tierras a los grandes
propietarios, lo que les permite reconvertirse en otras actividades lucrativas como la importación o
la red comercial. "[La SAFER] les permitió vender sus tierras [y prioritariamente las menos fértiles]
en unas condiciones muy favorables y abandonar el sector agrícola a beneficio de actividades más
rentables" (14), resume la geógrafa Sonia Chane-Kune.

Del mismo modo, las subvenciones de la Unión Europea destinadas a la reestructuración del sector
azucarero en la década de 1970 produjeron una concentración, una modernización y una
mecanización una de cuyas consecuencias será el desarrollo masivo del paro. El efecto de estas
políticas estructurales francesas y después europeas es la reproducción de la relación colonial:

"La moribunda economía azucarera está totalmente asistida y se mantiene artificialmente para
conservar los intereses de las comunidades endógamas y dominantes directamente conectadas
con el poder central. La obstinación en promover el sector de la caña de azúcar y ron es el signo
por excelencia de la ceguera de las instituciones a la hora de contemplar una reforma completa de
la agricultura manteniendo los feudalismos económicos y sociales . Todo un sistema de
exenciones fiscales y de excepciones negociadas por las redes político-económicas que establecen
estas familias con los ministerios parisinos y el Parlamento europeo mantiene los intereses

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monopolísticos de las dinastías azucareras de La Reunión . Y es que a pesar de sus aparentes
adaptaciones modernas la economía de plantación representa mucho más que una simple
economía. Es la perennidad de determinados modelos ancestrales de relación social basados en el
dominio y el paternalismo de los notables de la tierra sobre una población de colonos y
trabajadores temporeros a los que se mantiene en la dependencia y la ausencia de iniciativas" (15).

Tanto la reforma agraria como la reestructuración de la industria azucarera se establecen a partir


de unos criterios al servicio de los "grandes blancos" y de los intereses de la metrópoli y de la Unión
Europea. En efecto, estamos ante una economía extrovertida que sigue siendo uno de los signos
principales de la lógica colonial. Uno de los resultados principales de esta lógica es la producción de
una "superpoblación relativa" respecto a los empleos que puede proporcionar este tipo de
economía. Destaquemos en primer lugar que la cuestión de la "superpoblación relativa" no se
plantea antes de la departamentalización. Hasta mediados del siglo XX la falta de mano de obra es
lo que domina y lleva primero a la importación de esclavos y después al "engagisme". Después de
la Segunda Guerra Mundial la población conoce un crecimiento cada vez mayor bajo el efecto de la
mejora de las condiciones de existencia. Así pasa de 274.400 habitantes en 1954 a 515.800 en
1982 (16). Elegimos esta fechas porque entre ellas es cuando se desarrolla un verdadero proyecto
de cirugía social sobre la población de La Reunión por medio de diferentes herramientas: la
esterilización desproporcionada, la exportación de niños "huérfanos y abandonados", la exportación
de jóvenes por medio de la BUMIDOM (17) (siglas en francés de Oficina para el Desarrollo de las
Migraciones en los Departamentos de Ultramar), la importación masiva de metropolitanos.

Por supuesto, los dirigentes parisinos no analizan la "superpoblación relativa" como una
consecuencia de las decisiones económicas. Se aborda de manera esencialista como una constante
histórica y cultural de los habitantes de La Reunión. Por lo tanto, no es sorprendente que la
esterilización de las mujeres de La Reunión se haya podido convertir en un eje de política pública.
El excelente libro de Françoise Vergès, Le Ventre des femmes (18), revela este escándalo de las
entre 6.000 y 8.000 mujeres de La Reunión a las que se hizo abortar y/o se esterilizó al año sin su
consentimiento en las décadas de 1960 y 1970. Recordemos que en esa misma época el aborto es
delito en Francia, es decir, que estamos ante un trato de excepción, esto es, una de las
características esenciales de la relación colonial.

Dentro de la misma lógica está el llamado caso de los "niños de Creuse***". Es un caso conocido:
entre 1963 y 1982 se lleva a la metrópoli a 2.150 niños de La Reunión para repoblar los
departamentos afectados por un fuerte éxodo rural. Oficialmente estos niños han sido
"abandonados" pero de hecho se denunciaron las siguientes prácticas: "consentimientos obtenidos
bajo extorsión a familias analfabetas, redadas en barrios de chabolas, acogida de oficio [...]" (19).
Más importante cualitativamente fue la exportación de la juventud de La Reunión organizada por la
BUMIDOM. El geógrafo Wilfrid Bertile evalúa en 72.500 la cantidad de habitantes de La Reunión
concernidos entre 1963 y 1981 (20).

Paralelamente el Estado francés organiza la llegada masiva de metropolitanos a La Reunión, que


pasan de 37.000 personas en 1990 a 65.000 en 1999 (21) y 79.000 en 2006. En 1982 representan
el 4.1 % de la población de la isla y en 2015 del 10.2 %. "Desde principios de la década de 1960 se
observa una aceleración y la cantidad de metropolitanos se duplica prácticamente de un censo a
otro" (22), resume Wilfrid Bertile. Una verdadera transferencia de población cuyo sentido viene

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determinado por el color de la piel que lleva a un lugar particular de los metropolitanos los cuales
pasan, según Bertile, de una "migración de gestión minoritaria" a una "migración de poblamiento":
"Globalmente los metropolitanos constituyen una minoría dominante, un modelo social que hay que
imitar, y tienen a modelar las realidades locales según su visión y sus sensibilidad" (23).

El control del canal de Mozambique y de las Islas Dispersas

Basta con mirar un mapa para comprender la importancia estratégica de La Reunión para Francia y
más ampliamente para la Unión Europea. La isla es de particular importancia por la presencia
francesa y europea en el océano Índico y por su proximidad a África Oriental (la isla está a 800
kilómetros al este de Madagascar). Esta importancia militar y estratégica no es nueva. Desde 1964
la Conferencia de El Cairo del Movimiento de los No Alineados (MNA) propone la desnuclearización
del océano Índico para acabar con el riesgo de enfrentamientos en la región entre los dos bloques.
La pérdida de la base naval de Diego Suarez en 1973 y después la independencia de las Comoras
en 1975 refuerzan aún más la importancia de La Reunión. El final de la Guerra Fría disminuye
objetivamente la importancia estratégica de la isla, pero no la hace desaparecer. Sin duda la
desaparición de la URSS significó durante un tiempo un dominio casi total del océano Índico por
parte de Estados Unidos y sus aliados franceses al oeste y australianos al este. El mundo
ciertamente ha cambiado, pero los objetivos siguen siendo los mismos: el petróleo del Golfo y la
seguridad de los flujos marítimos. Sin embargo, rápidamente nuevas potencias como India, China,
Sudáfrica o Rusia se dotan de una Marina importante y cuestionan la hegemonía occidental sobre
este océano. La geógrafa Sonia Chane-Kune destaca lo siguiente al analizar la dimensión
estratégica de la isla:

"Con esta isla Francia dispone de una base a partir de la cual puede ejercer su influencia en gran
parte del océano Índico y particularmente sobre los demás territorios franceses de la región que,
aunque no están habitados, tienen interés estratégico . Es el caso de las Islas Dispersas que,
además, son muy codiciadas y permiten el control del canal de Mozambique. También es el caso de
las Tierras Australes y Antárticas francesas que se había pensado utilizar como centro de
experimentación nuclear para solucionar las tensiones suscitadas por Mururoa en el Pacífico" (24).

La importancia geoestratégica de La Reunión se traduce en una fuerte presencia militar francesa,


en particular de la Marina. La página web del ministerio del Ejército, por ejemplo, presenta así el
papel de la base naval de "Port des Galets": "La base naval de Port des Galets es el tercer puerto
militar nacional. [...] Es el principal punto de apoyo del dispositivo operacional en el teatro del
"océano Índico". Su objetivo: disponer de una flota militar operacional en esta región del globo"
(25). Así, hay 1.900 militares de los tres ejércitos estacionados en la isla.

Como los demás "confetis del Imperio" (26) La Reunión también implica la apuesta de las Zonas
Económicas Exclusivas (ZEE). Se extiende por la colonia en 315.000 kilómetros cuadrados, pero se
sitúa sobre todo en un lugar que permite, gracias a los militares estacionados en La Reunión,
controlar el canal de Mozambique y sus "Islas Dispersas". Este es el nombre con el que se conocen
una serie de pequeñas islas no habitadas situadas entre Madagascar y Mozambique ocupadas por
Francia y que reivindica Madagascar. El canal de Mozambique constituye un auténtico paraíso

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petrolero y de gas al que dan acceso las Zonas Económicas Exclusivas de las Islas Dispersas. Esta
es una de las principales razones de la determinación francesa por conservar la isla de Mayotte,
aunque signifique entrar en la ilegalidad internacional. Es también uno de los nuevos retos de La
Reunión para Francia. Un estudio del Centro de Estudios Estratégicos de la Marina fechado en 2015
presenta así el reto de los recursos del canal de Mozambique:

"Desde mediados de la década de 2000 se han concedido muchas licencias de exploración a


operadores privados y las primeras prospecciones sugieren que la zona dispone de importantes
yacimientos petroleros y de gas . L as empresas petroleras más grandes - ENI, Total, Exxon -
están presentes, lo que justifica el calificativo de "próximo mar del Norte" . Se calcula que el
subsuelo del canal de Mozambique alberga entre 6.000 y 12.000 millones barriles de petróleo y
entre 3.000 y 5.000 millones metros cúbicos de gas . Como Francia cubre con su ZEE casi un
tercio de la superficie total del canal, sería uno de los principales beneficiarios de esas reservas"
(27).

El mismo estudio destaca también la presencia de una "densidad de nódulos polimetálicos por
metro cuadrado que sería entre cinco y diez veces superior a la registrada en el Pacífico (que ya es
muy importante puesto que se cifra en miles de millones de toneladas)".

Terciarización sin industrialización: la reproducción de la dependencia colonial bajo nuevas formas

La preservación de los intereses de los "grandes blancos" aliados a los grandes grupos industriales
y la voluntad de controlar el canal de Mozambique (antaño estratégico debido a la Guerra Fría y la
descolonización, y hoy debido a los yacimientos de petróleo y gas, y a los nódulos polimetálicos)
explican el apego del Estado francés y de la Unión Europea por La Reunión. Desde la
departamentalización de 1946 se opta por mantener una economía de trata colonial, es decir, por
no desarrollar la isla. Una "terciarización sin industrialización" (28), resume la demógrafa Isabelle
Widmer.

Algunos indicadores bastan para ilustrar el carácter colonial de la economía de La Reunión (29):

La base productiva de La Reunión se centra en los servicios y la agricultura. Así, los servicios
comerciales representan el primer sector con el 35 % de las riquezas creadas y el 30 % de los
empleos en 2016. La agricultura se centra en dos sectores: la producción azúcar de caña y la
pesca. Se trata, en efecto, de una terciarización sin industrialización.

El comercio exterior sigue siendo característico de una economía de trata. Los principales
productos de exportación son el azúcar (una cuarta parte de las exportaciones), la pesca (una

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quinta parte) y el ron. Así, un 62 % de las exportaciones son "bienes de consumo perecederos"
(frente a solo un 17.5 % de "bienes de capital"). Por el contrario, las importaciones están
constituidas en primer lugar por "bienes de capital" (30.2 %) y "bienes intermediarios" (20.6 %).

Las importaciones se llevan a cabo casi exclusivamente con Francia (60.5 %) y los demás países
de la Unión Europea (14.1 %). A la inversa, las importaciones de las demás islas del océano Índico
solo suponen el 1 % y las provenientes de África el 2.2 %.

Las exportaciones muestran la misma realidad de extraversión con un 35.8 % de las exportaciones
a Francia y un 22 % a los demás países de la Unión Europea.

Las transferencias de fondos públicos alimentan fuertemente el "crecimiento sin desarrollo". Así,
las principales partidas del PIB son el "consumo de los hogares" por valor de 11.750 millones de
euros (de un PIB total de 18.200 millones de euros) y el "consumo de las administraciones
públicas" por valor de 6.970 millones de euros. A la inversa, las inversiones solo ascienden a 3.760
millones de euros.

La monopolización del comercio y de las redes de distribución por parte de algunas grandes
sociedades metropolitanas (Casino, Leclercq, Carrefour, Auchan) y algunas dinastías familiares de
La Reunión (Caillé, Isautier, Apavou, etc) (30) lleva a un acaparamiento no desdeñable de estas
transferencias, lo que se traduce en un desfase de los precios respecto a la metrópoli que el INSEE
[siglas en francés de Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos] evalúa en el 7.1 %
(31).

Tanto la magnitud de las transferencias como su acaparamiento privado configura una nueva cara
de la dependencia colonial que ya no se puede resumir con la imagen de la "isla del azúcar". El
investigador Mauricien Jean Houbert resume así estas mutaciones de la dominación colonial:

"Y, sin embargo, la propia magnitud del esfuerzo estatal en este contexto de subdesarrollo
condena a La Reunión a vivir de la asistencia y a exportar a sus hijos. La departamentalización ha
elimin ado toda posibilidad de creación de una burguesía nacional y la plantocracia se ha
transformado en c lase compradora del capital comercial metropolitano . [...] Incapaz de cr e ar
empleos productivos, la departamentalización hincha el sector terciario y organiza la emigración a
la metrópoli [...] para paliar el paro estructural y neutralizar el descontento de los jóvenes y sus
consecuencias políticas " (32) .

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Las mutaciones de las formas coloniales no menoscaba la constatación de que se mantiene la
relación y la dependencia colonial.

De la cafritud y la criollidad a la emergencia de una nación

A menudo se aduce el hecho de que la isla estuviera deshabitada en el momento de su ocupación


por los primeros franceses para argumentar la ausencia de una cuestión nacional reunionesa. Dicho
argumento simplemente olvida que la nación es una producción social histórica que tiene como
base material la vida sobre un mismo territorio. Sin duda la ausencia de un pueblo autóctono, lo
mismo que la diversidad de los grupos étnicos reunioneses surgidos de la esclavitud y después del
"engagisme", pueden ser factores que frenen la emergencia de una conciencia nacional, pero no
pueden impedir el efecto lógico del tiempo y de la convivencia. La existencia de relaciones
desiguales entre la metrópoli y su colonia, lo mismo que la jerarquía prevaleciente entre los
metropolitanos y los "grandes blancos" por una parte y los demás grupos étnicos por otra no podían
sino desencadenar lógicamente un proceso de construcción nacional que no por ser
inevitablemente largo es menos real.

En el contexto de la relación de fuerzas mundial y francesa surgida de la victoria contra el nazismo


y de la Resistencia el debate sobre la departamentalización en 1946 es para la metrópoli el medio
de mantener su imperio colonial presentando el objetivo de una descolonización sin independencia.
En la isla esto provoca inmediatamente la oposición de los "grandes blancos" (y de los partidos de
derecha que les apoyan) que denuncian un separatismo encubierto. Para el resto de la población lo
que se frena es la promesa de una salida de la era colonial. "Solo los grandes propietarios de
plantaciones se oponen a este proyecto de departamentalización de la isla" (33), destaca la
geógrafa Isabelle Widmer. Las figuras de los diputados reunionenses Raymond Vergès y Léon
Lepervanche**** simbolizan este periodo caracterizado por la esperanza de una igualdad de trato
en el seno de la República francesa.

La decepción no tardó en llegar dado que la igualdad no es posible en el marco de una relación
colonial. Daniel Guérin hace un balance de la departamentalización para el caso de las Antillas una
década después de su adopción, balance que también es pertinente para La Reunión: fraudes
electorales, represión de los movimientos, falta de aplicación de la misma legislación social que en
Francia, mayor poder discrecional del prefecto, afluencia masiva de funcionarios metropolitanos,
obligación de aprovisionarse en Francia y efecto inflacionista de esta obligación, etc. Saca la
siguiente conclusión: "De hecho la ley de 1946 no convirtió a las Antillas francesas en
departamentos metropolitanos, sino solamente en «departamentos de ultramar», es decir, en
departamentos de segunda clase, en parientes pobres. Solo produjo una «departamentalización»
bastarda en la que subsiste una parte de la antigua legislación colonial, mientras que la legislación
metropolitana no se introdujo integralmente" (34). Ya dos años antes, el 26 de marzo de 1954,
Aimé Césaire elaboraba un acta de acusación exhaustiva de la departamentalización para
caracterizarla de "política de trampas y engaño s " (35).

La decepción respecto a la promesa de igualdad tiene inevitablemente unos efectos sobre la


representación de uno mismo, sobre las identidades individuales y colectivas que se concretizarán
progresivamente en una afirmación identitaria reunionense. Esta afirmación identitaria adopta

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primero unas formas culturales. Como en todas partes aparecen mutaciones en la relación con la
lengua. Así, el gran esfuerzo de la lengua criolla es uno de los indicadores de una identidad
reunionense en construcción. El criollo, una lengua nacida de las mezclas desde el siglo XVI, toma
prestados términos de las diferentes poblaciones de La Reunión (francés, malgache, tamil, etc.).
Sus progresivos esfuerzos a partir de la década de 1960 reflejan un movimiento más profundo y
vasto que el etnólogo Gilles Gauvin propone llamar "criollización":

"Si los procesos de aculturación son una realidad social, no hay que olvidar qu e en toda
interacción puede emerger algo nuevo [...]. A unque e n La Reunión la sociedad insular estuvo
sometida desde su origen a la voluntad metropolitana de hacer asimilar los modelos culturales y
sociales franceses, a pesar de esta presión aculturadora los diferentes componentes étnicos de la
isla operaron a través de sus interacciones unas adaptaciones, unos ajustes, unas re
formulaciones y unas resistencias características de l a criollización " (36) .

La traducción política de este profundo movimiento cultural la llevó a cabo en la década de 1960 el
Partido Comunista Reunionense y su reivindicación de una "autonomía" para la isla. Este partido
dirigido por Paul Vergès (hijo de Raymond Verges) nació de la autonomización de la federación del
PCF en mayo de 1959 que estuvo precedida de una serie de desacuerdos, sobre todo acerca de la
cuestión de la independencia de Argelia (37). "Paul Vergès prepara metódicamente la evolución de
la federación comunista a un partido [...]. Su cultura comunista presenta una dimensión
internacionalista y tercermundista susceptible de hacer que la evolución política de La Reunión
avance un paso más" (38), explica el historiador Gilles Cauwin. El PCR, que ya era influyente antes
de su autonomización, sobre todo en el movimiento sindical, adquiere con esta reivindicación
autonomista un lugar fundamental en el tablero político reunionés: "La creación del Partido
Comunista Reunionés y su lucha por la evolución del estatuto de la isla suponen un nuevo
escenario y obliga al gobierno a unos cambios de orientación y de comportamiento", resume el
historiador Yvan Combeau (39).

Las "tesis constitutivas" adoptadas durante el congreso de creación mencionan "una realidad
típicamente colonial", "el monocultivo que obstaculiza el desarrollo económico", "la discriminación
racial consagrada oficialmente en el función pública", "una personalidad criolla" que refleja "una
verdadera toma de conciencia de un destino común", el "carácter asimilador del colonialismo
francés", "la lucha del pueblo reunionés" (40), etc. Estas afirmaciones políticas van acompañadas
de una afirmación cultural y en particular la utilización de la lengua criolla en las reuniones
públicas. El campo autonomista se estructura en torno al PCR con la Union des Femmes de la
Réunion (UFR [Unión de Mujeres de La Reunión]), el Front des Jeunesses Autonomistes de la
Réunion (FJAR [Frente de las Juventudes Autonomistas de La Reunión]), Témoignage Chrétien de la
Réunion (TCR [Testimonio Cristiano de La Reunión]), la Confédération Général du Travail de la
Réunion (CGTR [Confederación General del Trabajo de La Reunión]), la Union Générale des
Etudiants Créoles de la Réunion (UGECR [Unión General de Estudiantes Criollos de La Reunión]), la
Union Générale des Travailleurs Réunionnais en France (UGTRF [Unión General de Trabajadores
Reunionenses en Francia]), etc.

La dinámica en torno a la consigna de la autonomía en La Reunión se articula con unas dinámicas


similares en varias de las demás colonias. Una serie de declaraciones comunes jalonarán las
décadas de 1960 y 1970: en 1963 "el Manifiesto de la Mesa Redonda de los Guadalupeños,

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Mariniqueses y Reunioneses" (firmado por 24 organizaciones políticas y sindicales de los DOM, siete
de las cuales reunionesas, y por el PSU francés ), en 1968 el "Manifiesto por el derecho de
autodeterminación y contra toda solución neocolonialista" (41), en 1971 la "Convención de Morne
Rouge". De forma significativa esta última habla ahora de "Entidad nacional" y de "Estado
autónomo", y no solo de autonomía: "Estos principios fundamentales reconocidos por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta de las Naciones Unidas y el preámbulo de
la Constitución francesa llevan a los signatarios de la Convención a plantear: - que el futuro
estatutario de los cuatro territorios concernidos solo se puede considerar a la luz del hecho nacional
y del hecho colonial; - que estas entidades nacionales deben estar constituidas en el marco jurídico
de un Estado autónomo" (42).

Aunque las reivindicaciones autonomistas se sitúan en el marco de la República francesa, reflejan


indudablemente una progresión significativa del proceso de construcción nacional. Este proceso se
irá profundizando entre las décadas de 1970 y de 1990 siguiendo un doble eje: la afirmación
identitaria y la articulación con los movimientos sociales que lógicamente están en el contexto
reunionés y unido indisociablemente a los movimientos anticoloniales. La primera se concretiza en
una multitud de producciones, de escritos, de movimientos culturales: "La Créolie" (43), la Cafridad
o Kafritud (44), etc. Más allá de las diferencias y divergencias el punto común es la búsqueda y la
afirmación de una identidad nacional.

El segundo eje se traduce en vastos movimientos sociales que paralizan el país. Los llamados
disturbios del "Chaudron" (por el nombre de un barrio de Saint-Denis) en febrero y marzo de 1991
tras la prohibición de la cadena de televisión ilegal "Télé freedom" se saldan con ocho muertes en
el incendio de la tienda "Géant du Meuble". La etno-socióloga Eliane Wolff explica así el apoyo
popular a esta televisión y a la radio que la precedió: "Una población que hasta entonces se ha
tenido alejada de la escena y del debate públicos se reconoce en esta radio que le permite tomar la
palabra y debatir en su lengua, y según las modalidades que le son propias" (45). Un año más tarde
el historiador Hubert Gerbeau titula significativamente su artículo publicado en L’Encyclopédie
Universalis " La Réunion. Émeutes du «mal-vivre» ou escarmouches pour l’indépendance?"
[La Reunión, ¿disturbios del "mal vivir" o escaramuzas por la independencia?] (46) . En marzo de
2009 una huelga general contra la carestía de la vida se transforma en enfrentamientos con las
fuerzas del orden durante varios días. En las grandes manifestaciones que se llevan a cabo en
Saint-Denis y en Saint-Pierre se puede leer en las pancartas " Ti kréol kont gro profitèr " ("Pequeños
criollos contra grandes aprovechados"). Entre 2012 y 2016 cada año está marcado por unos
disturbios que tienen diversos detonantes pero cuyas causas son claramente estructurales: la
imposibilidad de disociar la cuestión social y la cuestión colonial.

En este contexto era inevitable que emergiera una reivindicación independentista que no por ser
extremadamente minoritaria es menos significativa. Emerge primero en el seno del PCR entre una
minoría que concibe tácitamente la autonomía defendida por este partido como una etapa hacia la
independencia. "Creo que el combate del Partido Comunista en las décadas de 1960, 1970 y 1980
fue importante para La Reunión. El PCR defendía la lengua criolla, la cultura, al pueblo, a la clase
obrera. [...] Yo estuve en el PCR de 1979 a 1982, en la sección minoritaria independentista y
cuando se abandonó la consigna de la autonomía dimití, el 1 de septiembre de 1982. Vergès nunca
quiso la independencia", recuerda uno de los líderes independentistas (47).

En el mismo periodo la reivindicación independentista se traduce en organización con la creación

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en 1975 de la OCMLR (siglas en francés de Organización Comunista Marxista-Leninista de La
Reunión), que en 1979 se convertirá en el MPLR (siglas en francés de Movimiento Para la Liberación
de La Reunión). En septiembre de 1981 nace el MIR (siglas en francés de Movimiento para la
Independencia de La Reunión). En junio de 2008 el MIR se transforma en LPLP ("Lorganizasion
Popilèr po Libèr nout Péi - Frente Popular de Liberación Nacional) que reagrupa a todos los
movimientos independentistas y nacionalistas de La Reunión. En noviembre de 2017 se proclama
solemnemente un Estado reunionés con su "Gran Konsey Kontkolonial" (Gran Consejo Anticolonial),
su "Gran Lasanblé Kontkolonial" (Gran Asamblea Anticolonial) y su "Shef Gouvernman Kontkolonial"
(Jefe de Gobierno anticolonial) en la persona de Bernard Grondin, líder del LPLP. También
simbólicamente el Gobierno anticolonial promulga unos decretos, el primero de los cuales decide el
"cierre de las construcciones a la orilla del mar que no respetan el medioambiente ni a los
reunioneses" (48).

La existencia en adelante duradera de un movimiento independentista y su carácter


extremadamente minoritario resumen la situación y el estado de la construcción nacional
reunionesa . Su existencia refleja los considerables progresos de este largo proceso de
construcción nacional. Su carácter extremadamente minoritario ilustra la magnitud del camino que
queda por recorrer . Los pueblos y las naciones son construcciones históricas, la duración de cuyo
proceso depende de una serie de factores específicos de cada situación : las especificidades
históricas, la magnitud de la alienación, la   situación de la relación de fuerzas mundial y regional
(49), la magnitud de las apuestas de la potencia colonial, etc.   Indudablemente no es posible
acelerar artificialmente la historia, pero a largo plazo la existencia de la desigualdad colonial
planteará inevitablemente la cuestión de la independencia.

Notas:

* "Engagisme" es un concepto jurídico que se remota el Antiguo Régimen y que tras ser abolido
por la Revolución francesa se convirtió, como explica el autor más adelante, en una forma de
trabajo asalariado de los trabajadores nativos de las colonias (antiguos esclavos) o inmigrantes
provenientes sobre todo de África y Asia y destinados a las grandes plantaciones de las colonias
escasas de mano de obra tras la abolición de la esclavitud en Francia en 1848. A cambio de la
promesa de una vida mejor firmaban un contrato [contrat d’engagement] cuya duración variaba
según el origen y la colonia a la que está destinado. La palabra está formada sobre el verbo
"engager", que significa "contratar" (N. de la t.).

(1) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , Les Cahiers
d’Outre-mer, n° 10, abril-junio de 1950, p. 103.

(2) Ibid, p. 105.

(3) Frédéric Sandron, "Dynamique de la population réunionnaise (1663-2030)", en Frédéric Sandron


(coord.), La population réunionnaise : analyse démographique, IRD éditions, París, 2007, p.

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** "Marronage" era el nombre con el que se designaba el hecho de que una persona esclava huyera
de la propiedad de su amo. A esta persona se le denominaba en francés "nègre marron",
"negmarron" o incluso "cimarron", por el término original en castellano, cimarrón. (N. de la t.).

(4) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , op. cit., p. 103.

(5) Véase al respecto mi último artículo dedicado a "la obra negativa del colonialismo francés en
Guayana. De la búsqueda del "rey dorado" a la "Montagne d’or",
https://bouamamas.wordpress.com/2018/07/02/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-en-guyan
e-de-la-recherche-du-roi-dore-a-la-montagne-dor/, [en castellano
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243977]

(6) Georges Hardy, Histoire de la Colonisation française, Larose, París, 1943, p. 190.

(7) Por ello el concepto de "colono" adquiere una connotación particular debido a las relaciones que
los "pequeños blancos" establecen con los demás grupos dominados.

(8) Los principales son los cafres (descendientes de esclavos procedentes del este de África o de
Madagascar ["kaf" en la lengua de La Reunión, N. de la t.]), los malabares (indios del sudeste de
India, esencialmente tamiles), los "yabs" o "pequeños blancos" o criollos blancos (descendientes de
los pequeños colonos arruinados), los "grandes blancos" (criollos blancos que constituyen lo
esencial de la clase dominante), los "zoreil" (metropolitanos), los chinos (sur de China), los
"z’arabes" (musulmanes indios procedentes del oeste de India), los comorenses y mahorais
[habitantes de Mayotte, N. de la t.] y los malgaches.

(9) Isnard Hildebert, " La Réunion: aspects de la colonisation de peuplement" , op. cit., p. 114.

(10) Laurent Médéa (coord.), Kaf étude pluridisciplinaire, Zarlor, Sainte Clotilde, 2009,
contraportada.

(11) Lucette Labache, " L’ethnicité chez les jeunes Réunionnais" , Agora débats-Jeunesses, n° 9,
1997, p. 100.

(12) Bernard Marek y Guy Bourau-Glisia, Une île dans la guerre. La Réunion de la Mobilisation à la
Départementalisation (1939-1946), Azalée éditions, Saint-Denis de La Reunión, 1992, pp. 106-107.

page 13 / 18
(13) Jean-Pierre Cambefort, "L’héritage de la violence à La Réunion", en Christian Ghasarian,
(coord.), Anthropologies de La Réunion, Éditions des Archives Contemporaines, París, 2008, p. 74.

(14) Sonia Chane-Kune, La Réunion n’est plus une île, L’Harmattan, París, 1996, p. 52.

(15) Jean-Pierre Cambefort, Enfances et familles à la Réunion. Une approche psychosociologique,


L’Harmattan, París, 2001, pp. 252-253.

(16) Frédéric Sandron, "Dynamique de la population réunionnaise (1663-2030)", op. cit., p. 33.

(17) Sobre este aspecto véase nuestro artículo dedicado a las Antillas, " L’œuvre négative du
colonialisme français aux Antilles. La production et la reproduction d’une pigmentocratie",
https://bouamamas.wordpress.com/2018/06/15/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-aux-antill
es-la-production-et-la-reproduction-dune-pigmentocratie/ [en castellano,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243678].

(18) Françoise Vergès, Le ventre des femmes. Capitalisme, racialisation, féminisme, Albin Michel,
París, 2017.

*** Creuse es un departamento francés situado en la región de Nueva Aquitania en el centro de


Francia. (N. de la t.)

(19) William Luret, TI ! Paille-en-queue : les enfants déportés de la Réunion, Anne Carrière, París,
2004, contraportada.

(20) Wilfried Bertile, " La Réunion sur la voie du développement ?" , Annales de Géographie, n° 533,
1987, p. 47.

(21) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", Les Cahiers de l’INED, n° 155, 2005, p. 74.

(22) Wilfried Bertile, La Réunion: Les problèmes réunionnais : la thérapeutique de la responsabilité,


Océan éditions, Saint-André, 2006, p. 588.

page 14 / 18
(23) Ibid, p. 588.

(24) Sonia Chane-Kune, Aux origines de l’identité réunionnaise, L’Harmattan, París, 1993, p. 9.

(25) Marine Nationale, "La Réunion : une île parmi les îles",
https://www.defense.gouv.fr/marine/magazine/l-ocean-indien-a-portee-de-main/la-reunion-une-ile-p
armi-les-iles, consultado el 5 de julio de 2018 a las 19 h 00.

(26) Expresión utilizada por Jean-Claude Guillebaud como título de una obra consagrada a las
últimas colonias francesas: Les Confettis de l’Empire : Djibouti, Martinique, Guadeloupe, Réunion,
Tahiti, Nouvelle-Calédonie.

(27) Clément Fernandez y Léo Philippe, " Les Eparses : Des îles si convoitées" , Centre d’Etude
Stratégique de la Marine, Cargo Marine, n°3/2015, p. 10.

(28) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", op. cit., p. 271.

(29) INSEE, Bilan Economique 2016- La Réunion, INSEE Conjoncture Réunion, n° 3, junio de 2017.

(30) " Les grandes dynasties économiques réunionnaises", Réunionnais du monde, junio de 2017,
http://www.reunionnaisdumonde.com/spip.php?article20402, consultado el 6 de julio de 2018 a las
11 h 00.

(31) INSEE Analyses, n° 14, abril de 2016, p. 1.

(32) Jean Houbert, " Décolonisation en pays Créole, l’île Maurice et la réunion" , Politique Africaine,
n° 10, junio de 1983, pp. 87-88.

(33) Isabelle Widmer, " La Réunion et Maurice. Parcours de deux îles australes des origines au
XXème siècle ", op. cit., 54.

**** Raymond Vergès fue un médico y político comunista reunionés nacido en 1882. Fue diputado

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por La Reunión de 1945 a 1655. Junto con otro diputado comunista, Léon de Lepervanche, propuso
la ley de departamentalización, que se aprueba en 1946 con lo que La Reunión accede a su estatus
de "departamento francés de ultramar". En 1944 fundó el diario Témoignages. (N. de la t.)

(34) Daniel Guérin, Les Antilles décolonisées, Présence Africaine, París, 1956, p. 157.

(35) Aimé Césaire, "Intervention lors du débat sur la « politique du gouvernement dans les
départements et les territoires d’outre-mer »", Journal Officiel de la République Française, 27 de
marzo de 1954, 4e.republique.jo-an.fr/numero/1954_i28.pdf, consultado el 7 de julio de 2018 a las 9
h 30.

(36) Christian Ghasarian, " La Réunion : acculturation, créolisation et réinventions culturelles,"


Ethnologie Française, Volumen 32, 2002/4, p. 666.

(37) Emeline Vidot, La construction d’une identité réunionnaise de 1959 à nos jours :
représentations culturelles et constructions discursives, Tesis de sociología, Universidad de La
Reunión 2016, p. 94.

(38) Gilles Gauwin, " Créolisation linguistique et créolisation politique à la Réunion. Enjeux
géopolitiques autour d’une revenndication identitaire" , Hérodote, n° 105, 2002/2, p. 75.

(39) Yvan Combeau, " De Bourbon à la Réunion, l’histoire d’une île (du XVIIe au XXe siècle)",
Hermès, n° 32-33, 2002/1, p. 97.

(40) Parti Communiste Réunionnais, Les thèses constitutives, Île de la Réunion, 1ER juin 1959.

(41) Texto íntegro del manifiesto,


https://www.temoignages.re/politique/actualites/manifeste-pour-le-droit-a-l-autodetermination-et-co
ntre-toute-solution-neocolonialiste,93050, consultado el 7 de julio de 2018 a las 19 h 00.

(42) Declaración final de la Convención de la Morne Rouge,


http://www.montraykreyol.org/article/paul-verges-rapporteur-de-la-convention-du-morne-rouge-pou
r-lautonomie-des-4-dom, consultado el 7 de julio de 2018 a las 19 h 15.

(43) Movimiento literario y de afirmación cultural (simbolizado entre otras personas por Jean

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Albany, Gilbert Aubry, etc.) que afirma una identidad reunionesa común en el respeto por las
identidades propias de los diferentes grupos sociales arraigados en la isla.

(44) La Cafridad ("Cafrité") o Kafritud ("Kafritude") es un movimiento literario y de reivindicación del


arraigo africano de la identidad reunionesa (impulsado, entre otras personas, por Philippe Bessière,
Georges Lazarre, etc.). Este movimiento insiste en la necesidad que tiene la criollidad de integrar la
cafridad sin la que el discurso sobre el mestizaje seguiría siendo un enfoque que niega la parte
africana de la identidad reunionesa.

(45) Eliane Wolff, " Les (nouveaux) territoires de la radio, Radio FreeDom et ses éditeurs",
Radiomorphose, n° 1, 2016, p. 3.

(46) Hubert Gerbeau, " La Réunion. Émeutes du « mal-vivre » ou escarmouches pour


l’indépendance ?" , Encyclopédie Universalis, París, 1992, pp. 264-267.

(47) Entrevista a Bernard Grondin, 28 de noviembre de 2017, " Un jour la Réunion sera
indépendante",
https://www.clicanoo.re/Etat-Reunionnais/Politique/Article/2017/11/26/Un-jour-La-Reunion-sera-
independante_502556, c onsultado el 8 de julio de 2018 a las 9 h 55.

(48) "Promulgation de la première loi réunionnaise",


https://www.inforeunion.net/Promulgation-de-la-premiere-loi-reunionnaise_a14039.html,
consultado el 8 de julio de 2018 a las 10 h 30.

(49) La cuestión de la independencia de La Reunión se ha abordado varias veces, por ejemplo, en el


seno de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en su Comité de Liberación: en febrero de
1973 durante la reunión del Consejo de Ministros de este Comité en Tripoli, aunque la resolución
fue minoritaria; en cambio, en junio de 1978 la cumbre de la OUA en Dar El Salam afirma la
necesidad de descolonizar La Reunión y preconiza la adopción de "medidas apropiadas para
acelerar la independencia" (Edmond Jouve, L’Organisation de l’Unité Africaine, PUF, París, 1984);
en 2004 la Unión Africana incluye en su plan estratégico a La Reunión como parte de los "territorios
ocupados por potencias extranjeras" (Vincent Capdepuy, " La R éunion, Madagascar, îles
d’Afrique ?" , Revue du Centre d’Histoire de l’Université de La Réunion, n° 14, 2011, p. 52).

Fuente:
http://bouamamas.wordpress.com/2018/07/08/loeuvre-negative-du-colonialisme-francais-a-la-reuni
on-de-lile-vierge-a-la-tentative-de-chirurgie-sociale/

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al

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autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la misma.

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