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Ha formado parte del devenir histórico desde la época prehispánica para lo que
hoy llamamos continente Americano, desde utilizarse la pulpa como fermento y
1
Sánchez Díaz, Gerardo, Los cultivos tropicales en Michoacán. Época colonial y siglo XIX, Morevallado,
Morelia, 2008, p.23
preparar bebidas alcohólicas hasta formar parte de la economía al servir como
moneda en el comercio e intercambio de productos. Para el caso de México tal
fruto acompañaba cuestiones religiosas al ofrendarlo a sus dioses, a veces en los
sacrificios humanos y en las ofrendas mortuorias o para darlo de beber en las
bodas de las clases dominantes. Y claro su valor para el intercambio y adquisición
de productos que al parecer se mantuvo así hasta las primeras décadas de la
dominación española.
Varios elementos giran en torno a él, su sabor tan agradable al paladar que hasta
se convierte un poco adictivo, sus propiedades medicinales y su simbolismo para
los antiguos grupos culturales. Es por eso que podemos encontrarlo en distintas
representaciones por ejemplo: como uno de los cuatro árboles cósmicos teniendo
además una gran relación con la planta del maíz (Popol Vuh); el beberlo marcaba
la pertenencia a un estrato social alto porque solo lo bebía la nobleza indígena,
era la bebida de los dioses y en este caso para lo más cercano a ellos, o sea, la
realeza. Aunque el cultivo no se daba en toda Mesoamérica si hay rastros de que
la comercialización se daba en gran parte más cuando comenzó a tener un valor
casi monetario. Se han encontrado varias representaciones del árbol del cacao
correspondiente a distintos grupos y en diferentes temporalidades como en
relieves del Tajín o vasos policromados del Clásico maya. Una de las
representaciones más conocidas es la del códice Fejérváry-Mayer donde se
asocia al sur y al inframundo, dentro de las distintas interpretaciones se deduce
que es por la manera en que se cultiva: a la sombra de otros árboles.
2
Sahagún, Fray Bernardino de, Historia General de las Cosas de la Nueva España, Tomo III, Editorial Porrúa,
México, 1956, p. 156
3
Sánchez Díaz, Gerardo Op. Cit. p.30
la salud, como la vieja costumbre de mover el chocolate y batirlo hasta levantar
gran espuma”4 finalmente llega a dos conclusiones que el chocolate satisfacía el
hambre y disminuía la sed; pero también que no ayudaba a reprimir la sensualidad
pero eso solo si se excedía en el consumo.
Aún que ya se consumía y que iniciaba a tener demanda a nivel mundial seguía
causando controversia, prueba de ello algunos juicios inquisitoriales donde el
chocolate estuvo inmerso. Principalmente porque al parecer se preparaba un
brebaje de chocolate con mixtura menstrual relacionando tal poción con la
hechicería y por lo tanto con prácticas herejes dirigidas a los amarres5; acá lo
interesante es de nuevo la relación del chocolate con la sangre que se tenía en
tiempos prehispánicos aunque para ellos (los naturales) era más por la práctica de
sacrificios que por cuestiones amorosas.
4
Rubial García, Antonio (coordinador), Historia de la vida cotidiana en México. II La ciudad barroca, Fondo
de Cultura económica, México, 2005, p.522
5
Entendiendo amarre como una práctica de la hechicería encargada de recuperar al hombre amado o para
que no se fuera con otra mujer, pero también se creía que al dar ese brebaje se haría infértil al hombre y así
este regresaría con la mujer que le practicase tal cosa.
a cargo tal vez, de encomenderos quienes pudieron haberlo recibido gracias al
tributo; aunque no sé sabe de dónde fueron las semillas se tiene conocimiento que
quien inicio la primera plantación fue el encomendero Manuel de Cáceres. Gracias
a la recopilación de dicha obra se aprecia que en casi quince años las huertas de
cacao pertenecientes a españoles aumentan por todo el litoral de provincias como
Colima y Motines; es evidente que a un aumento de huertas responde a mayor
necesidad de mano de obra y a jornadas laborales más largas y exhaustivas. “A la
excesiva explotación de mano de obra indígena en el cuidado y beneficio de las
huertas de cacao, se agregaba el despojo de tierras de que eran objeto los
naturales por parte de aquellos españoles que pretendían ampliar las áreas
cultivadas o por quienes buscaban otros cultivos comerciales” 6. Ante tales
acciones se tiene registro de un visitador que intentaría aminorar los abusos:
Lorenzo Lebrón de Quiñones quien llegó a poner bajo protección de la Corona
algunos pueblos por el grado de abusos. Otra acción importante fue un registro
sobre las huertas de cacao señalando el propietario, los árboles que producían y
claro la ubicación de las mismas. Las quejas por los abusos de los encomenderos
iban en aumento “durante la segunda mitad del siglo XVI, en la provincia de
Zacatula abundaron las quejas de los indígenas contra los españoles,
encomenderos o no, a quienes acusaban de apropiarse en forma ilícita del cacao
que ellos producían”7. Los deseos por producir más y tener en su poder más
huertas respondía a que la demanda de cacao era cada vez más grande y el
precio también se acrecentaba, hasta que hubo un momento en que se
estandarizó el precio debido a la misma demanda.
6
Sánchez Díaz, Gerardo, Op. Cit., p.39
7
Ibíd., p. 41
8
Ibíd., p. 45
Finalmente se abandonaron debido a cuestiones climatológicas sobre todo a un
huracán que arrasó con la mayoría de las plantaciones por lo que muchos
decidieron buscar otros lugares de cultivo y unos más cambiar por otra cosa que
no fuera tan susceptible a las cuestiones meteorológicas como la caña. Y además
ya se cultivaba en más partes del mundo por lo que su demanda para este
territorio había disminuido, en cambio comenzaban a surgir nuevos productos que
se requerían en grandes cantidades como la caña de azúcar, el arroz o el tabaco.
Reduciéndose solo a producción para el consumo local a inicios del siglo XVIII.
Aunque en siglo XIX hubo intentos de reactivación del cultivo del cacao por parte
del gobierno, las iniciativas no respondieron a la expectativa que se tenía y no se
logró tal acción.
Considero que aún falta unas serie de estudios sobre el tema sobre todo para el
territorio Michoacano y la costa de Colima, porque como se puede notar el único
texto que hace una reflexión más minuciosa sobre el tema es el del Doctor
Gerardo Sánchez, pero entonces habría que escudriñar más sobre la importancia
del cacao.
Fuentes: