Se pone en camino detrás de una esperanza. Cree que hay para él un lugar en el mundo. Y lo busca, aún sin saber bien qué es lo que lo empuja, o lo atrae... Es un hombre que ama la vida y quiere vivirla con un para qué. Al ponerse en camino se expone a que el Dios de la vida le cambie el para qué de su existencia. Es un riesgo que a la vez que lo desea, quizás también le teme. Por eso busca unirse a otros, para corajear...”