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CURSO: SALMOS
PRESENTADO POR:
JORGE LUIS DE LA HOZ CASTRO
ID: 334605
DOCENTE:
NEFFY ANDREA RAMÍREZ DAZA
Salmo 86
En algún momento de mi historia personal, tal vez sin ningún tipo de conocimiento sólido
de las Sagradas Escrituras, me llegué a identificar con este salmo, luego de un período de
simple y sencilla lectura del mismo. Le escuché en boca de alguien que hablaba de la
Misericordia Divina, y el solo el nombre de Misericordia, logró captar mi atención. Poco a
poco me fue cautivando y sin haberlo llegado a estudiar a profundidad, seguía despertando
en mí, una necesidad constante de reconocimiento de mi humildad, y de los atributos
divinos. Para mí, orar con este salmo es la oportunidad de experimentar como la
misericordia de Dios se inclina a mi humanidad, para exaltarme a su divinidad. He
decidido trabajar este semestre sobre este salmo, porque mi deseo es adentrarme cada vez
más en el misterio insondable de la misericordia de Dios, haciendo un reconocimi ento de
mí mismo, que de apertura de todo mi ser a la acción salvífica de Dios. Este trabajo, tendrá
tres temas importantes, (i) Reconstrucción del texto o crítica textual, (ii) Teología del salmo
y, (iii) Aplicación de las Teologías.
a. Género Literario
En este salmo encontramos una súplica individual, Luis Alonso Schökel expresa que “el
autor, poeta de poca inspiración personal y mediana capacidad artesana, ha tomado el
esquema o molde del género y lo ha rellenado con citas o imitaciones, o reminiscencias de
otras súplicas”1, en la Biblia comentada de Nácar Colunga, se encuentra algo parecido a lo
expresado por Luis Alonso Schökel, el comentarista después de expresar que los desahogos
del poeta llevan el sello de la humildad y la sencillez, expone que: “sus frases están
salpicadas de reminiscencias de otros salmos” 2
Además de esto, es necesario resaltar que en el salmo, encontramos una súplica en dos
momentos, y en medio de ellas, encontramos una acción de gracias, por tanto, podríamos
decir que el género literario de este salmo, más que una súplica, es una “oración”, o un
“cántico de oración”
Este salmo podemos titularlo y agruparlo en los ;תפילהHans Joachim Kraus, dice que esta
“es una palabra que expresa la oración de lamento y la oración de súplica” 3, además el
versículo inicial de este salmo (86, 1) o el epígrafe, atestigua esta palabra תפילה. Es decir,
1
Luis Alonso Schökel, Salmos II (Navarra: Verbo Divino, 1993), sp.
2
Comentario al Salmo 86 (85) en la Biblia Nácar Colunga.
3
Hans Joachim Kraus, Los Salmos Vol. II (Salamanca: Sígueme, 1995), 231.
Para presentar una estructura del salmo 86, voy a hacer una división en tres partes,
valiéndome de la propuesta que aparece en la Biblia Comentada Nácar Colunga.
Nos encontramos ante una composición salmódica que se caracteriza como una
lamentación individual de un perseguido que confía su desesperada causa a YHWH.
Teniendo en cuenta que este salmo como anteriormente se ha mencionado, toma referencia
del cuerpo de otra oración y hace reminiscencias sobre ese cuerpo, y hace referencias de
algunas otras partes de las Escrituras, los comentaristas comúnmente suponen que el salmo
es de composición tardía, ciertamente posterior al exilio. No obstante, el título lo atribuye a
David, lo que resulta anómalo en esta colección "elohista". El estilo es muy sobrio, no usa
ningún tipo de metáforas o comparaciones.
4
Cf. Hans Joachim Kraus, Los Salmos Vol. II, 232.
5
Cf. Hans Joachim Kraus, Los Salmos Vol. II, 232.
e. Análisis Morfológico
En este análisis sólo vamos a tener en cuenta algunas palabras de unos versículos, las que
se analizarán aparecen en color rojo, al final de cada versículo aparecerá su traducción, se
tendrá como referencia la Biblia de Jerusalén. La mayoría de los verbos están en Qal, por
ello, se tomarán algunos para analizar, a continuación, encontramos una tabla que presenta
las estructuras verbales y la cantidad de verbos que aplican en ellas en este salmo, luego de
la clasificación de estructuras, tendremos el análisis de los versículos escogidos.
Qal 24
Hitphael 1
Niphal 1
Hiphil 8
Piel 7
Pual 0
Total 41 Verbos
6
Cf. Etienne Charpentier, Para leer el Antiguo Testamento, 85.
7
Trad.: “Dios manifestado”.
8
Cf. Pierre Grelot, El libro de Daniel, 8.
ְּל ָ ָ֫ ִד ִ֥וד Preposición “a, para, hacia” + Sustantivo propio masculino singular absoluto
“David”
הוָ֣ה ָ ְּ ַה ֵּֽטה־יVerbo hiphil imperativo masculino singular “extender- inclinar” + Sustantivo
Propio “nombre de Dios”
ֲףנֵ֑נִ י Verbo Qal imperativo masculino singular con sufijo de 1 persona común
singular “responder, replicar, intervenir”
Encontramos aquí una oración verbal, si nos fijamos en la traducción al español, y dejamos
por un momento de lado el epígrafe ְּתפִ ָּ֗לה לְּ ָ֫ד ִ ִ֥ודEs verbal por su inicio mismo, que se da con
un verbo. Podemos decir que este es el verbo principal del verso, el cual aparece en Hiphil
e indica una acción causal, conjugado a su vez en imperativo ordena a una segunda
persona. Además, el verbo auxiliar también cumple con la misma estructura y conjugación,
pero a su vez, incluye un sufijo que nos da a entender que la respuesta a esa primera orden
“Inclina” debe ser en beneficio de alguien, que en este caso, es quien formula la
proposición.
ּבֹוט ַח א ֶ ֵּֽליך׃
ִ֥ ֹלהי ַה
ֵ֑ ַ הֹושע ַ ַ֭ף ְּב ְּדך ַא ָ ָ֣תה ֱא
ָ֣ ַ י־ח ִ ִ֪סיד ָ ִ֥אנִ י
ָ ָ ֵּֽש ְּמ ָ ָ֣רה נַ ְּפ ִשי֘ ִ ֵּֽכ2
ָ ֵּֽש ְּמ ָ ָ֣רה Verbo Qal Imperativo masculino singular “guardar- cuidar”
י־ח ִ ִ֪סיד
ָ ִ ֵּֽכ Conjunción “que” + adjetivo masculino singular absoluto “leal- solidario-
amigo- piadoso”
הֹושע
ָ֣ ַ Verbo hiphil imperativo masculino singular “Salvar, librar, ayudar”
ֹלהי
ֵ֑ ַ ֱא Sustantivo común masculino plural en constructo con sufijo primera persona
común singular “mi Dios”
Resaltamos en este versículo dos verbos, ambos conjugados en modo imperativo, pero el
principal lo encontramos en Qal, que denota una acción simple sobre algo y es la vida del
que se hace llamar leal.
Tengamos algo presente, en este salmo la mayoría de los verbos los vamos a encontrar de
esta manera, por ello, ahora nos detendremos a observar las otras estructuras verbales y
ל־היֵּֽ ֹום׃
ַ חננִ י ֲאד ָֹנֵ֑י ִ ִ֥כי א ֶ ִ֥ליך ֶֶ֜א ְּק ָ ָּ֗רא ָכ
ִ֥ 3
ֲאד ָֹנֵ֑י Sustantivo común masculino plural constructo con sufijo primera persona singular
“Dios”
ֶֶ֜א ְּק ָ ָּ֗ראVerbo Qal Imperfecto 1 persona común singular “gritar, llamar”
En este verso vemos un nombre divino que presenta el salmista, no sólo vemos la palabra
adonai, sino que el poeta, la hace propia, se apropia de ese sustantivo, en otras palabras, se
adueña de ese sujeto. En la traducción de Luis Alonso, encontraremos la expresión Dueño
mío, cada vez que encontremos la expresión que se traduce de adonai.
ַ ַ֭שמ ַח ֶנ ֶָ֣פש ַף ְּב ֶ ֵ֑דך ִ ִ֥כי א ֶ ִ֥ליך ֲֶ֜אד ָָֹּ֗ני נַ ְּפ ִ ִ֥שי ֶא ָ ֵּֽשא׃4
ַ ַ֭שמ ַחVerbo piel imperativo masculino singular “alegrarse”
Este verbo en Piel, nos revela una acción intensa, que a quien se le da la orden debe ser el
agente de la misma, es decir, el Señor por el cual se suspira, es el que debe realizar la
acción, acción que va a ser justificada con la acción en proceso de suspirar.
Por otro lado, el verbo que se encuentra en Qal con conjugación en modo participio y que a
su vez se convierte en adjetivo verbal, nos permite ver que ese Dios es siempre invocado, es
decir, es una acción continua la que se deja ver ahí.
נּונֹותי׃
ֵּֽ ָ ַה ֲא ִזָ֣ינָ ה ְּיַ֭הוָ ה ְּת ִפ ָל ִ ֵ֑תי ְּ ֶ֜ו ַה ְּק ָּ֗ ִש ָיבה ְּּב ָ֣קֹול ַת ֲח
ְּ ֶ֜ו ַה ְּק ָּ֗ ִש ָיבה Conjunción “y, pero, o” + verbo hiphil imperativo masculino singular
“atender”
Los verbos aquí encontrados ambos se encuentran bajo la estructura hipil y el modo
imperativo, vemos que hay una acción causal que debe ejercer el sujeto sobre el cual recae
la orden. Además, es la primera vez que dentro del salmo aparece el sustantivo equivalente
al nombre de Dios: Yahvé.
וְּ יִ ְּש ַת ֲחוָ֣ ּו Conjunción “y, pero, o” + verbo hitphael imperfecto 3 persona masculino
plural “arrodillarse”
יכ ְּּב ָ֣דּו
ַ ִ ֵּֽו Conjunción + Verbo piel imperfecto 3 persona masculino plural “crecer,
glorificarse”
v. 9. “Todas las naciones que has hecho se postrarán ante ti, Señor”
El verbo en hitphael nos revela una acción intensiva en la que los sujetos actúan sobre el
verbo (arrodillados ellos), sin embargo, el modo imperfecto, demuestra la acción no
completada por parte de los sujetos, sino que es un proceso en el que se encuentran. Por
otra parte, el verbo en piel igual en modo imperfecto, demuestra una acción intensiva
también en proceso, pero en la que el sujeto es el agente de dicha acción. La traducción de
la BJ, no presenta esta acción, en la Biblia del peregrino si encontramos descrita la acción
“… y glorificarán tu Nombre”
El verbo nos presenta una acción simple, donde el sujeto actúa sobre verbo, pero el modo
participio nos convierte la acción en un adjetivo verbal, quedando más o menos en que
alguien queda imposibilitado para ser maravillas.
Los demás verbos que acompañan este salmo, siguen las mismas estructuras verbales ya
trabajadas, tratemos de sacar conclusiones a partir de lo analizado.
La súplica del poeta, que brota de un momento de angustia, nos deja ver su
apelación a su humanidad, y pobreza y como esto, le permite aducir a la bondad y a
la indulgencia divina.
Su fuerte angustia, lo impulsa a un constante ordenamiento a Dios de acciones, que
sólo Él puede realizar. Está apremiado, y sabe que sólo Dios tendrá a bien darle
respuesta a su petición.
El salmista, reconoce a Dios como “su Dios” y su relación con él es algo que no ha
concluido, sino que se encuentra en proceso, por ello la forma de los verbos en
imperfecto, que muestran que las acciones del hombre hacía Dios, no han sido
terminadas sino que siguen siendo realizada
Nos encontramos ante un salmo que es una oración de súplica individual, que nace de un
momento de angustia. Lo que se pretende con este trabajo, es desarrollar el contenido
teológico de este salmo, para de esta manera poder descubrir en que momento de nuestras
vidas, podemos nosotros orar con este salmo. Debido a la relación que he tenido con este
salmo, me atrevo a decir que nos ayuda a reconocer ante la grandeza de Dios, nuestra
humanidad necesitada. Vamos a entrar en la reflexión del mismo, dejando que nuestra
humanidad se incline ante el Señor, para que sea su gran misericordia la que nos exalte
hacía Él.
9
La presentación del mensaje teológico de este trabajo, la realizo basado en la estructura trabajada en el
trabajo investigativo del curso de Profetas, orientado por el Docente Milton Joel Martínez.
“El pobre en este salmo, es aquel que en su interior guarda la fe en el Señor, fe que lo
lleva a abandonarse confiado en Aquel que puede librarlo de la angustia”
Hablar del pobre en el contexto bíblico, especialmente dentro del compendio de los salmos,
es saberse situar en las expresiones propias del poeta religioso. Es decir, la palabra pobre,
viene a ser una autodenominación10 que el mismo sujeto orante, en medio de su angustia
utiliza para sí mismo; la situación que vive lo lleva a justificarse y presentarse delante de su
Señor, de ahí la expresión hebrea ( ִ ִּֽכי־ע ִנִ֖י וְּ אֶ בְּ י֣ ֹוןque soy un pobre), sin embargo, hay
que resaltar también que la “pobreza” de la que nos habla la Biblia, no siempre es producto
de una condición económica y/o social, “sino que puede también ser una disposición
interior, una actitud del alma” 11. Con esto podemos fijar un presupuesto, y es que la
pobreza que implícitamente nos deja ver este salmo, es la oración y el alma del “pobre del
Señor” que se eleva hasta los oídos de su Dios, no obstante, “los perseguidos, los
desgraciados, los afligidos; todos éstos no dejan de formar partes de la familia de los
pobres”12.
Es justo y necesario, subrayar entonces que el pobre de los salmos, en especial, el de este
salmo 86, va a aparecer “como el amigo y el servidor de Yahveh en quien se refugia con
confianza, al que teme y busca” 13; el mismo epígrafe del salmo 86, nos deja ver que el autor
de este salmo, o hablemos más bien, del pobre que ora con este salmo, es un fiel del Señor
(cf. 86, 1), ahora bien, esto nos sirve para poder hablar de este pobre, como alguien que
vive la pobreza de una manera económica-política- social , pero además, como esa
disposición interior de la que hablábamos anteriormente, y que le permite en medio de
haber experimentado de impotencia, abandonarse por completo a su Señor 14, o utilizando
más bien, la palabra que usa el salmista, le permite abandonarse confiadamente a su Dueño.
10
Cf. Hans Joachim Kraus, Teología de los salmos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985), 201.
11
Xavier León Dufour, Vocabulario de la Teología Bíblica (Barcelona: Editorial Herder, 1965), 620.
12
Xavier León Dufour, Vocabulario de la Teología Bíblica, 621.
13
Xavier León Dufour, Vocabulario de la Teología Bíblica, 621.
14
Cf. Etienne Charpentier, Para leer el Antiguo Testamento (Navarra: Editorial Verbo Divino, 1982), 97.
mayor confianza en YHWH, de ahí, que viéndose en cierto grado, fracasado por el resto de
los hombres y los poderes de la época, el salmista en su interior suspira por Dios (v. 4), es
decir, la angustia que vive no le cierra los ojos ni le nubla el entendimiento, antes bien, le
lleva a confiar en que sólo Dios, tendrá a bien responder a su súplica, por ello, es capaz de
dirigir su mirada al Señor y apelar a su indulgencia divina, sin dejar de lado la acción de
gracias (v. 8- 13), que dese mi punto de vista, el himno de agradecimiento que dentro de
este salmo encontramos, es un suspiro que da el poeta religioso en medio de su súplica, y
así, reconociendo a Dios como el Grande, el único Dios, el autor de maravillas (en otras
palabras, Creador), descubre su misma dignidad, de ser siervo de Dios Altísimo, y de ahí,
que la súplica toma un giro inesperado, en medio de la angustia, podemos decir, que el
salmista, ve más necesario el no alejarse del camino del Señor, por ello el cambio que
podemos encontrar en la segunda parte de la petición (v. 11), que a su vez, le revela en su
interior que el amor exagerado de Dios será su ayuda y su libertad, en medio de la angustia.
Para concluir esta teología, resaltemos algo antes, el pobre que aquí vemos no usa palabras
elocuentes, de hecho en el análisis literario, veíamos que utiliza aproximadamente 15
referencias de otras oraciones (Toráh- Nebihim- y otros salmos), lo que nos deja ver que el
salmista en su oración, nos permite “la hondura de su sentimiento religioso” 15, y es que
Dios, es un Dios cercano, un Dios de amor, ante todo, un Señor, que se mete en la historia
de su pueblo para proteger y auxiliar a sus escogidos, cuida del pueblo, de ahí que la
respuesta del pobre del Señor, sea la fe y la confianza absoluta que lo lleva a orar sin
desfallecer.
En conclusión, el pobre y mísero de este salmo, es aquel hombre creyente que ha dejado a
un lado sus seguridades materiales, para poder abandonarse confiado a su Dueño, es el
esclavo que tiene los ojos fijos en su Señor (cf. Salmo 132, 2), y que espera sólo de su Dios,
la dicha y la bienaventuranza.
Teología de la Misericordia
“La misericordia en los salmos, es la actitud divina que sale al encuentro del hombre y
que le genera esperanza, para vencer las dificultades, sabiendo que su ayuda y consuelo
es el Señor, que fija su mirada en el corazón del hombre”
Continuando la idea anterior, tenemos que afirmar que la Misericordia es uno de los
atributos divinos que revela este salmo. No obstante, es necesario aclarar que aunque no
aparece de una manera explícita en el texto del salmo, es algo que se puede inferir de la
confianza con la que el salmista se dirige a su Dios. La confianza del pobre del Señor, le
lleva a apelar a su humildad para poder aducir a la indulgencia divina 16. De aquí que la
15
Etienne Charpentier, Para leer el Antiguo Testamento 97.
16
Cf. Luis Alonso Schökel, Biblia del Peregrino (España: Ediciones Mensajero, 2008), 1176
La misericordia como atributo divino que resalta y domina en este salmo, es la misericordia
como “acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro” (MV, 2)21, que
nos deja ver como decíamos anteriormente al Dios cercano, al Dios de amor, ante todo, al
Señor, que se mete en la historia de su pueblo para proteger y auxiliar a sus escogidos, y
para cuidar a su pueblo. Es la misericordia, que -como continúa el Papa Francisco en la
Bula de convocación al año de la Misericordia- “abre el corazón a la esperanza de ser
amados no obstante el límite de nuestro pecado” (MV, 2) 22; el salmista que reconoce e
YHWH y que en su interior, suspira por su Dueño y su Dios, ya ha experimentado en su
existencia la misericordia del Señor, por tanto, sus reiterados y convencidos testimonios de
confianza23 manifiestan una fe intacta y pura, que se abandona al Señor seguro que es sólo
Dios el único que le puede responder.
17
Cf. Xavier León Dufour, Vocabulario de la Teología Bíblica, 475
18
Cf. Jean Pierre Prévost, Diccionario de los salmos (España: Verbo Divino, 1991), 37.
19
Ma. Ángeles Cabré, tr, El nombre de Dios es Misericordia, Francisco, Una conversación con Andrea Tornielli
(Barcelona: Ediciones Planeta, 2016), 29
20
Xavier León Dufour, Vocabulario de la Teología Bíblica, 475
21
Francisco, Misericordiae Vultus (Bogotá: Editorial San Pablo, 2015), 6
22
Francisco, Misericordiae Vultus, 6
23
Cf. Juan Pablo II, Audiencia General Oración a Dios ante las dificultades- 22 de Octubre de 2002,
Consultado en https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/2002/documents/hf_jp-
ii_aud_20021023.html el 23 de octubre de 2016
24
“No ejecutaré mi condena, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti
y no enemigo destructor” Os 11, 9.
En conclusión, misericordia, es la que el siervo del Señor logra identificar de Dios, pues no
le ha de abandonar en la persecución, sino que lo ha de rescatar con su mano salvadora
mostrándole sus prodigios, para que así, sus adversarios se confundan viendo que su Dios,
es quien lo ayuda y consuela (v. 17) Claro está, que la misericordia de Dios, supera
nuestras concepciones antropomórficas de la misma.
En este punto, vamos a tratar de hacer una actualización de las teologías, aplicándolas a un
contexto particular que nos permita desarrollar la misma.
Al llegar a una comunidad en el sur de Bogotá, entendía que era un encargo que la
misericordia de Dios me confiaba por medio de la voluntad de mis superiores;
inmediatamente me sentí en la necesidad exigente de ser pastor según el corazón de Dios
(cf. Jer 3, 15) Con el paso de los días, podía evidenciar el desaliento de muchos a la hora
del servicio, debido a situaciones familiares no muy agradables que iban viviendo. Una de
mis primeras impresiones al llegar y por la que quise de manera especial comprometerme
en apostarle al trabajo con los servidores de esa comunidad, era porque los sentía cansados
y abatidos como ovejas sin pastor (cf. Mt 9, 36) Por ello, el compromiso de
acompañamiento a ellos, debía ser diferente y muy evangélico, al estilo de Jesús, ir más allá
de los discursos. Me sentía instrumento de Dios para ellos, que serían los destinatarios de
su misericordia, eran para mí y lo han sido durante todo este tiempo, los privilegiados en mi
ejercicio pastoral.
Siempre tuve la duda, ¿por qué los hombres y mujeres comprometidos con la obra del
Reino de Dios, a la hora de experimentar situaciones de angustia, se enfrían en el ejercicio
de su apostolado si son creyentes? La respuesta fue muy clara y sencilla y la obtuve por
medio de una servidora, a la que en un acompañamiento por la muerte de su hermana me
decía: “padrecito, somos humanos. Por tener fe, somos el pilar de la familia, y cómo nos
ven fuertes nadie nos sostiene”. Es claro, y aquí está el objeto de mi interés por los
creyentes que sufren angustias en su vida personal, ellos se desgastan animando a otros,
pero también son sensibles y pocos son sostenidos y/o debidamente acompañados.
25
“…volverán a morar a su sombra, revivirán como el trigo, florecerán como la vid, serán famosos como el
vino del Líbano” Os 14, 8.
Relacionar la teología del pobre con el contexto actual, busca que el creyente logré
reconocerse como el pobre del Señor, esto entiéndase como la necesidad espiritual.
En cierto momento difícil en mi vida, fue muy curioso las palabras de una gran amiga que
me decía: “es necesario que ahora saques toda tu reserva espiritual, para que salgas
adelante” Hoy día, trabajando en esa población y realizando ese ejercicio pastoral, he
entendido esa expresión y trato de usarla, ¿con qué objetivo? Sencillo, el hombre y la
mujer creyente han tenido muchas experiencias de Dios, su espíritu se ha alimentado y en
su interior guardan la Palabra del Señor, la intencionalidad es que el creyente se haga
consciente de su necesidad espiritual, de su necesidad constante de Dios y esa necesidad de
Dios lo haga sentirse, o más bien, lo haga ser ese pobre del Señor, que anhela a Dios, que
suspira por él. En medio de la angustia, ese ser consciente de la necesidad de Dios, es lo
que hace al hombre dichoso como lo expresa el evangelio de Mateo (cf. Mt 5, 3), porque en
medio de esa sed de Dios, es cuando el alma se fortalece en la fe y recuerda con la gracia
del Espíritu la acción poderosa del Señor.
El salmista, nos enseña que a la hora de la prueba el único refugio seguro, es YHWH (v. 8),
nadie obra portentosamente como lo hace Dios. La suplica que encontramos en el salmo
86, es la de un hombre que vive una angustia; el hombre del salmo en medio de su cuita,
hace un autoreconocimiento y con base a él, apela a la Misericordia Divina. Es necesario
que recordemos que la Misericordia es la actitud divina que sale al encuentro del hombre y
que le genera esperanza, para vencer las dificultades.
Una de las recomendaciones para poder contemplar en nuestra vida la misericordia de Dios,
especialmente en los momentos de angustia, es el reconocimiento de nuestra propia
necesidad; este salmo 86 nos invita a ser los pobres del Señor, a ser los hombres y mujeres
conscientes de su necesidad espiritual, a dejar de lado nuestras seguridades materiales, para
poder abandonarnos confiados a nuestro Dueño, en medio de la angustia el hombre necesita
tener los ojos fijos en su Señor (cf. Salmo 132, 2), pues sólo de él, nos viene la gracia.
26
Salmo compuesto con base a los salmos trabajados en clases
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https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/2002/documents/hf_jp-
ii_aud_20021023.html