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El presente ensayo busca realizar una reflexión acerca de cómo vienen impactando las TICS
en Colombia y del reto que tiene para pasar de ser una sociedad de la información a una sociedad
del conocimiento. Se abordará teniendo en cuenta el impacto que tienen las diversas entidades del
país para la construcción de una sociedad del conocimiento.
Para que Colombia se convierta en la sociedad que aspiramos, es necesario que a través
de la educación y del apoyo del estado se puedan brindar las herramientas necesarias para superar
las llamadas “brechas digitales” que impiden que todos tengan acceso oportuno a las tecnologías de
la información.
En la actualidad, el acceso a la información es tan sencillo que, con sólo dar un clic, en
cuestión de segundos podemos irrumpir en una red informática que nos abre miles de posibilidades
a un mundo globalizado. Sin embargo, existe una marcada diferencia entre una sociedad de la
información y una sociedad del conocimiento.
¿Pero, cuál es la diferencia entre una y otra? Rojas (2009) aclara: “La sociedad de la
información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “Sociedad de
la información” está relacionado con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto
de “Sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural,
económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora.”.
En el caso de Colombia, esta transformación social es un reto aún mayor, ya que implica
tener presente que nuestro país es un territorio muy diverso, no solo por las marcadas diferencias
entre las regiones sino también por las desigualdades que se presentan a nivel social y económico,
lo cual implica que no todos los lugares tengan el mismo acceso a la red, o no cuenten con la
capacidad económica para hacer uso de él.
En un artículo del periódico El espectador, sobre los retos de la sociedad del conocimiento
en Colombia, Almario (2015) afirma: “Colombia aparece como un país singular. En efecto, el país
más biodiverso del planeta (con sus cinco macro-regiones geográficas), con una valiosa diversidad
étnica, social y cultural, es sin embargo uno de los más inequitativos y excluyentes -socialmente
hablando- de América Latina.”.
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Sin embargo, a pesar de ello en nuestra sociedad colombiana se han venido dando
importantes avances para dar ese paso de una sociedad de la información, a una sociedad del
conocimiento ya que cada vez más un mayor número de personas puedan tener un mayor acceso a
la información a través del internet, lo cual posibilita que se abran espacios para convertir esta
herramienta en una puerta al conocimiento y por ende a una transformación social.
En el año 2012, el Ministerio de las TICS, publicó un artículo en el que a explica que según
un estudio realizado por Everis, una consultora multinacional, y el IESE Business School de la
Universidad de Navarra (España), al tercer trimestre de 2011, los países emergentes habían
avanzado considerablemente en el uso de las tecnologías de las TIC.
MINTIC (2012) afirma: “El estudio incluye el Indicador de la Sociedad de la Información (ISI),
el cual demuestra que Colombia está en ese grupo de los que más avanza, manteniendo un
crecimiento moderado con respecto al resto de países de Latinoamérica”.
Como bien lo expresa Zabala (2014), la sociedad mundial de la información sólo cobra
sentido si propicia el desarrollo de sociedades del conocimiento y se asigna como finalidad “ir hacia
un desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste”.
Zabala (2014) afirma que lo que se debe buscar a través del currículo es incrementar la
comprensión tecnológica de estudiantes, ciudadanos y fuerza laboral, mediante la integración de
competencias TIC en los planes de estudio y currículos. (p. 111)
Esto permitirá que el docente no sólo haga uso de las herramientas digitales existentes en
la web, sino que también se convierta en creador de nuevos recursos digitales pertinentes al contexto
de sus estudiantes y a la comunidad educativa en general. Las nuevas sociedades requieren de un
docente que sea innovador.
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Portnoff (2004) afirma: La innovación implica introducir cambios para mejorar artefactos,
procesos y sistemas existentes e incide de manera significativa en el desarrollo de productos y
servicios. Implica tomar una idea y llevarla a la práctica para su utilización efectiva por parte de la
sociedad.
Existen muchas maneras de hacer uso de estos recursos educativos digitales. Algunas de
ellas son: hacer uso de los buscadores o enlaces de páginas especializadas para trabajar desde
cualquier área o asignatura, usar diversos portales web de consulta, hacer uso del correo electrónico
como medio de comunicación entre los miembros de la comunidad educativa, crear cualquier tipo
de documento, crear documentos multimedia, elaboración de videoclips y montaje de imágenes,
elaboración de presentaciones multimedia, publicar y difundir trabajo propio, exponer públicamente
un contenido, crear blogs con contenido educativo, etc.
Según Zabala (2015), uno de los objetivos de este tipo de una metodología basada es las
TICS es “incrementar la productividad, formando estudiantes, ciudadanos y trabajadores que se
comprometan continuamente con la tarea de generar conocimiento e innovar y que se beneficien
tanto de la creación de este conocimiento como de la innovación”. (p.142)
O como lo afirman Zenteno & Mortera (2011). “La integración de las TIC al proceso de
enseñanza-aprendizaje implica un cambio educativo múltiple; por un lado, maestros y estudiantes
necesitan incorporar a sus quehaceres las habilidades y las destrezas en el manejo de la tecnología
educativa y, por el otro, requieren estrategias educativas apropiadas para la potenciación del
aprendizaje”.
El Ministerio de las TICS, busca promover el acceso uso y apropiación de las TIC en el país,
desarrollando un modelo que permita adelantar procesos de investigación y formación en TIC como
apoyo al sector empresarial y gubernamental, aumentando el nivel de satisfacción de los grupos de
interés, fortaleciendo los niveles de clima y cultura organizacional, y promoviendo la innovación en
las TIC para contribuir al desarrollo de una sociedad próspera y equitativa. MINTIC (2018).
Es por ello que promueve iniciativas como: “Vive Digital”, “En Tic Confío”, “Zonas Digital para
la Gente”, “Apps.com”, “Mi Pyme Digital”, “Talento Ti”, “Tele Trabajo”, Ecosistema digital, “Tic para
personas con discapacidad”, etc.
Para concluir, es importante señalar que la llamada “Sociedad del conocimiento” implica un
desafío para Colombia, pero ese desafío se puede lograr a través de los diversos programas que se
vienen desarrollando a nivel nacional, de una integración de las TICS en el escenario educativo a
través del currículo, de una adecuada alfabetización digital de la comunidad educativa en general,
de la eliminación de las llamadas brechas digitales y de un gran esfuerzo del estado para lograr ese
objetivo. Es evidente que requiere de tiempo, dedicación y una importante inversión.
Como bien lo expresa la UNESCO (2005): “Una sociedad del conocimiento ha de poder
integrar a cada uno de sus miembros y promover nuevas formas de solidaridad con las generaciones
presentes y venideras”. (p. 18).
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Referencias
Almario, Óscar. (2015). Los retos de la sociedad del conocimiento en Colombia. Recuperado
de: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-retos-de-sociedad-del-conocimiento-
colombia-articulo-550902
Orjuela, D. (2010). Esquema metodológico para lograr la integración curricular de las TIC.
Triología- Revisa Ciencia, Tecnología Y Cosidad, 3, 129–141.
Siemens, George; Fonseca, Diego E. Leal. Conectivismo (2004). Una teoría de aprendizaje
para la era digital.
UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. París: UNESCO EDICIONES.