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3. Las relaciones de la Unión Soviética con los países capitalistas y nuestra lucha por la paz
En comparación con la etapa del V Congreso de los Soviets, se ha producido un cambio en las
relaciones de los países capitalistas frente a la Unión Soviética en el sentido de robustecer su
hostilidad contra ella. Eso es resultado, como ya he dicho, del cambio operado entre las fuerzas de
nuestro país en relación con las naciones capitalistas que nos circundan.
Pero, a pesar de que se agigante el estado de espíritu netamente intervencionista que reina en las
esferas dirigentes de los Estados capitalistas, la Unión Soviética ha proseguido su lucha en favor de
la paz. El poder soviético se apoya en el creciente sostén que otorgan las masas obreras de los
países capitalistas, en el crecimiento de nuestro poder económico y en nuestra capacidad de defensa.
Refuerza sus posiciones internacionales y obtiene con este motivo resultados considerables.
Aunque la tendencia general y fundamental de las relaciones entre los países capitalistas y la Unión
Soviética está determinada por el odio creciente que ellos manifiestan frente al Estado socialista y
por su miedo a nuestros éxitos, se guardan, sin embargo, los Estados burgueses de ocultar las
diferencias que hay en las relaciones de los distintos Estados capitalistas frente a la Unión Soviética.
Si, no obstante todos sus esfuerzos para robustecer la paz, la Unión Soviética no ha podido obtener
ningún mejoramiento en sus relaciones con ciertos países, como Francia—no hablemos ya de
Polonia—, la derrota, por otra parte, de los conservadores ingleses en las últimas elecciones
* * *
Después de todo lo dicho, resulta inútil extenderme largamente en torno a nuestras relaciones con
Francia. Es necesario decir que, por desgracia, las relaciones francosoviéticas constituyen por ahora
un obstáculo para la paz del mundo. No sin motivo el Gobierno francés rehusa siempre la firma de
un Tratado de no agresión propuesto por nosotros, como si la supresión de una amenaza de guerra
no interesara al Gobierno francés. Por nuestra parte, nos mostraríamos dispuestos a continuar
nuestros esfuerzos por el mantenimiento de las buenas relaciones con Francia, si ella no se mostrara
menos dispuesta.
Las relaciones entre la Unión Soviética y Polonia dejan mucho que desear también. Aunque Polonia
aceptó nuestra proposición para firmar el célebre protocolo de Moscú, los ensayos hechos en
diferentes ocasiones por el Gobierno soviético para fortalecer las mutuas relaciones no han hallado
el eco necesario de parte de los poloneses. Es más, como vecinos ínmediatos de Polonia, no nemos
1. Los resultados de la realización del plan quinquenal durante Ios dos primeros años
Hablar de los problemas de nuestra política; interior significa, ante todo, hablar del plan quinquenal,
de la lucha por este plan. El plan quinquenal adoptado por el último Congreso de los Soviets,
programa de la edificación del socialismo, ha venido a ser la base de nuestro trabajo. En el plan
quinquenal es donde la línea política de nuestro partido encuentra su aplicación práctica. El plan
quinquenal desempeña el papel de pionero en todas las ramas de nuestra actividad. El plan
quinquenal ha venido a ser la marca distintiva de la clase obrera.
Comienzo por los resultados. Antes de pasar a las cifras trataré de los resultados políticos del
período comprendido en esta relación.
El primer resultado, resultado decisivo, es que durante los dos años últimos del plan quinquenal, de
la edificación socialista, no sólo se ha realizado el plan, sino que en todos los indices económicos
decisivos pueden constatarse resultados superiores a los previstos. El plan quinquenal no carecía de
enemigos. En sus esperanzas, los enemigos hicieron toda clase de cabalas sobre el derrumbamiento
inevitable del plan. Ligaban el porvenir del Poder soviético a este derrumbamiento. Pero los
bolcheviques echaron abajo todas estas esperanzas. El Poder soviético, no sólo cumple el programa
quinquenal de la edificación socialista, sino que lo supera. Este es el resultado primordial. El
segundo resultado del período en cuestión va unido inmediatamente a la situación de la clase obrera.
En los dos años últimos ha sido una realidad fundamental la solución del paro. La importancia
política de este resultado tiene una especial significación si se la compara con la crisis económica
mundial y el paro sin precedentes en los países capitalistas.
El tercer resultado lo constituye la solución del problema del trigo. La solución del problema del
trigo no es una simple cuestión económica. Como es sabido, entraña una de las más grandes
cuestiones políticas. Nuestro triunfo a este respecto va unido al triunfo de toda la labor desplegada
por nuestro partido durante el primer período del plan quinquenal. Hemos resuelto el problema del
trigo relacionando la cuestión con el cambio que se ha operado en la aldea soviética.
Llegamos al cuarto resultado. De todos los resultados detallados el más importante que se engloba
en este informe es el paso definitivo de las masas campesinas a la colectivización. En los primeros
años, el triunfo de la edificación del socialismo se concentraba principalmente en la industria, en el
transporte de las mercancías, etc., en tanto que la agricultura se refugiaba acantonada casi
exclusivamente en los cuadros de la explotación individual por parcelas. Sólo en el duodécimo año
de la Revolución de Octubre comenzó a manifestarse el tránsito de los campesinos medios al
socialismo. Pero en estos últimos dos años esta mudanza histórica se ha consolidado.
Y llegamos, por fin, al último resultado, derivado inmediatamente de la citada transformación social
y económica de la aldea. En cuanto las masas de campesinos pobres y medios se pronunciaron
resueltamente por las economías colectivas, este movimiento de colectivización comenzó a
desenvolverse, contribuyendo a la colectivización integral de distritos enteros, y poco después de
regiones completas. De esta manera se modificó la situación de los elementos capitalistas de la
aldea, los kulaks; así fue como el Poder soviético efectuó su política de liquidación del kulak como
Este cuadro demuestra que en lo que concierne a aspectos tan decisivos como son la renta nacional,
el presupuesto de Estado, las inversiones de capitales en el sector socialista de la economía, la
producción en bruto de la industria, los terrenos sembrados, la producción para la venta y el
transporte de las mercancías, no solo se han realizado segun nuestros propósitos, sino que han
sobrepasado nuestros cálculos a base de los dos primeros años. Bien es verdad que, en lo que se
refiere a la producción en bruto de cereales, no hemos conseguido sino el 94 por 100 de lo previsto
en el plan quinquenal; pero, en cambio, hemos sobrepasado el plan visiblemente en lo que se
relaciona con la producción de cereales para la exportación.
Respecto a la superación general de las cifras primitivas del plan quinquenal en la industria,
obtenemos los mejores resultados en la industria pesada (110 por 100) y en la industria ligera (99
por 100). Junto al retraso de la producción en ciertas ramas industriales, como son la fabricación de
hierro en bruto (99 por 100), la extracción de carbón (96 por 100), y, en particular la fabricación de
géneros de algodón (84 por 100), la mayor parte de la industria ha superado considerablemente el
plan aprobado por el último Congreso de los Soviets.
El crecimiento de la industria, controlado por el Consejo Superior de la Economía Nacional en el
período a que hace referencia nuestro informe, ha hecho posible el aumento de la producción en
bruto de nueve mil millones y medio de rublos a quince mil seiscientos millones, es decir, un 64 por
100, frente al 41 por 100 previsto por el plan quinquenal. Lo mismo ha ocurrido con la producción
en bruto de la industria pesada, que se ha acrecentado en un 193 por 100, eg decir, que se ha
duplicado en este período. La construcción de máquinas se ha desarrollado rápidamente, señalando
un aumento de la producción de más del doble en con junto y de dos veces y media en la
fabricación de máquinas agricolas.
En lo que respecta a la producción de flúido eléctrico, ya hemos realizado integramente el plan del
Goebro.[3] Este año nuestras obras sobre este punto han dado un paso gigantesco hacia adelante,
permitiéndonos casi duplicar la capacidad de las centrales nacionales. Después de la realización del
plan quinquenal de electrificación la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ocupará el primer
lugar en Europa y el segundo en el mundo, después de Estados Unidos, en lo que se refiere a la
producción de flúido eléctrico.