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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO
Teoría de la Responsabilidad Civil

TEMA:
La culpa y las teorías de la culpa

DOCENTE:
Doc. Coronel Gonzales Adolfo

INTEGRANTES:

1. Atalaya Quiliche , Vadim


2. Becerra Huamán, Araceli
3. López Mantilla, Lesdly
4. Tasilla Tanta, Luz Milagros

Cajamarca junio de 2018

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DEDICATORIA

A nuestras familias con inmensa gratitud por el esmero y


perseverancia dedicados para hacernos profesionales y
el gran apoyo brindado en todos los momentos de
nuestras vidas.

Equipo de trabajo

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AGRADECIMIENTO

Queremos agradecer a nuestro docente ya que él nos enseña a


valorar los estudios y a superarme cada día, también agradecer a
nuestros padres porque ellos están en los días más difíciles de nuestra
vida como estudiantes.

Y agradecemos a Dios por darme la salud que tenemos, por tener un


cuerpo sano y una mente de bien.

Estoy seguro de que nuestras metas planteadas darán fruto en el


futuro y por ende con esfuerzo para ser mejores cada día en la
universidad y en todo lugar sin olvidar el respeto que engrandece a la
persona.

EQUIPO DE TRABAJO

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ÍNDICE

DEDICATORIA .................................................................................................................................... 2

AGRADECIMIENTO ............................................................................................................................ 3

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 5

LA CULPA Y LAS TEORIAS DE LA CULPA........................................................................................ 7

ASPECTOS GENERALES ................................................................................................................................. 7

LA PRUEBA DE LA CULPA................................................................................................................. 8

2.1 PRUEBA DE LA CULPA ............................................................................................................................... 8

2.2 CULPA DEL ACREEDOR ............................................................................................................................ 9

SISTEMA OBJETIVO DE LA CULPA ................................................................................................ 10

BIENES Y ACTIVIDADES RIESGOZAS ............................................................................................ 12

EL CONCEPTO DE ACTIVIDAD RIESGOSA O PELIGROSA .......................................................... 12

CONCEPTO: .................................................................................................................................................... 12

4.1 Criterios de Clasificación .......................................................................................................................... 13

EJECUTORIA .................................................................................................................................... 15

CONCLUIONES................................................................................................................................. 24

BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................. 25

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se centra en el estudio de la culpa, la prueba de la culpa, sistema objetivo sobre la
culpa y, bienes y actividades riesgosas en materia civil. La culpa, como elemento de la responsabilidad
civil, tuvo su origen en el tratamiento que el Derecho Romano dispensó a la inejecución de las
obligaciones, pero debiéndose, además, complementar con el daño para generar la obligación
indemnizatoria. La culpa es uno de los elementos de la responsabilidad civil. En efecto, para que exista
la obligación de indemnizar un daño no es sólo necesario haberlo causado, pues se requiere además
que el comportamiento causante del daño se haya realizado con culpa.

En este sentido, cabe destacar la responsabilidad que se atribuye al ser humano, como ser de relación,
en el desarrollo de su conducta intersubjetiva está permanentemente en la posibilidad de incurrir en
responsabilidad. Esta responsabilidad se traduce en la obligación de indemnizar el daño que su
conducta pueda irrogar. En el derecho positivo existen presunciones de culpa. Así, tenemos a los
artículos 1902° y 1903° código civil.

El art. 1902°, establece: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o
negligencia está obligado a reparar el daño causado”. El que hace un daño debe repararlo, (tiene que
haber una relación causal entre la acción u omisión y el daño y que haya culpa o negligencia, no se
aplica por ejemplo en caso de fuerza mayor).

El art. 1903°, añade: “La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u
omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder. Tenemos en
caso de los menores incapaces y que estén en el cuidado de sus padres, que los responsables por el
actuar de los hijos son los padres.

El objetivo principal del presente escrito es presentar al lector cómo funciona el régimen de la culpa
en el sistema de responsabilidad civil por el hecho ajeno, haciendo especial hincapié en el tratamiento
de la culpa del directamente responsable como presupuesto, para que funcione la presunción de
responsabilidad en el civilmente responsable, y así finalmente pasar a una relación de los aspectos
que debe probar la víctima del daño en los diversos casos de responsabilidad civil por hecho de otros.

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Por tanto, no debemos olvidar que el derecho es dinámico y no estático, por lo tanto debemos estar a
la expectativa de los cambios y modificaciones de nuestro código sobre la responsabilidad de resarcir
el daño y las múltiples disciplinas lo cual nos ayudan a convivir. Es por ello que antes de concluir el
tema abordado se está citando una casación materia de responsabilidad civil, responder por los daños
causados producto de un incendio ocurrido el día veinte de julio de dos mil dos en la discoteca “Utopía”
ubicada en el interior de las instalaciones del Centro Comercial Jockey Plaza Shopping Center.

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LA CULPA Y LAS TEORIAS DE LA CULPA

I. ASPECTOS GENERALES

1. La culpa:

Definición:

La culpa y su definición en nuestro Código Civil, artículo 1319:

La culpa es un criterio de imputación de responsabilidad, es decir que su presencia dará lugar a la


obligación de resarcir un daño. “Hablar de imputación de responsabilidad supone referirse a la
atribución de la obligación de indemnizar el daño causado. Cabe que tal atribución se realice por el
simple hecho de haber provocado el daño, pero cabe también que para ello se requiera que la acción
u omisión sea culpable. En el primer caso estaremos ante una responsabilidad objetiva y en el segundo
ante una responsabilidad subjetiva. Sólo en el campo de la responsabilidad subjetiva se identifica
propiamente un criterio autónomo de imputación de responsabilidad: la culpa; ya que en el de la
responsabilidad objetiva únicamente se requiere la concurrencia de los otros presupuestos de
responsabilidad (acción u omisión, daño y relación de causalidad)” 1

En nuestro Código Civil, la Culpa está ubicada dentro del título referido a la Inejecución de las
Obligaciones, como una de las causales atribuibles a la conducta del deudor y, por lo tanto, susceptible
de dar lugar a la responsabilidad de éste por el incumplimiento de la prestación debida. Vamos a ver
que la noción de culpa no es necesariamente un elemento exclusivo de la frustración de las relaciones
obligacionales formales, es decir de contratos válidamente establecidos, sino que dicho elemento está
presente también en otros supuestos de acciones dañosas. El accionar culposo puede ser causa de
daños contractuales o extracontractuales, por lo que estimamos que el hecho de que se haya
considerado su definición dentro del título de inejecución de obligaciones no excluye el que ella sea

1ASÚA GONZÁLEZ. Clara I. “La Responsabilidad”. En “Manual de Derecho Civil”. Lluís Puig Ferriol, María del Carmen
Gete-Alonso y Calera, Jacinto Gil Rodríguez, José Javier Hualde Sánchez. Marcial Pons Editores. Barcelona 2000. Pág.
477.

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tomada en cuenta para explicar otras causas de indemnización provenientes de relaciones no
contractuales, en el sentido formal del término.

Siguiendo con la clasificación de la Culpa, debemos reconocer que existen diversos criterios para
efectuarla. Juan Espinoza Espinoza2, definiendo la culpa como uno de los factores de atribución
subjetivos de la responsabilidad, señala que se deben distinguir las siguientes categorías:

a) Culpa Objetiva: que es la culpa por violación de las leyes;

b) Culpa Subjetiva: que es aquella que se basa en las características personales del agente. Indica
que es la denominada culpa in concreto;

c) Culpa Grave: que es el no uso de la diligencia propia de la absoluta mayoría de los hombres; d)
Culpa Leve: que es el no uso de la diligencia propia de la persona de capacidad media;

e) Culpa Levísima: que es cuando no se usa la diligencia propia de las personas excepcionalmente
prudentes y cautas;

f) Culpa Omisiva: que estaría referida al deber de asistencia frente a otros; y

g) Culpa Profesional: referida a la actuación en la prestación de servicios para resolver asuntos


profesionales, técnicos o de especial dificultad.

II. LA PRUEBA DE LA CULPA


2.1 PRUEBA DE LA CULPA
El Código Civil de 1852 establecía, en el artículo 1268, que la culpa no se presumía y, por tanto, que
debía ser probada por el acreedor. No era éste, sin embargo, el sistema del Código Civil de 1936
Cuando se incumplía la obligación o se ejecutaba en forma parcial o defectuosa, se presumía la culpa
del deudor y tocaba a éste, por consiguiente, demostrar su inculpabilidad. Se trataba pues de una
presunción juris tantum. Este principio se infiere, como ya lo hemos señalado, del artículo 1326 del
Código Civil anterior, con las imperfecciones de limitar el precepto a la entrega de la cosa -como si las
únicas obligaciones que existieran fueran las de dar- y a confundir el caso fortuito o fuerza mayor con
la ausencia de culpa. El nuevo Código señala en su artículo 1329 y 1330 principios inconfundibles. Se
presume dice la ley que la inejecución de la obligación, o su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso,

2
ESPINOZA ESPINOZA, Juan, “Derecho de Responsabilidad Civil” Editorial Gaceta Jurídica. Lima 2002. Pág. 89

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obedece a culpa leve del deudor; agregando que la prueba del dolo o de la culpa inexcusable
corresponde al perjudicado por la inejecución de la obligación, o por su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso. Luego, si el deudor quiere eximirse de responsabilidad, deberá probar que la inejecución
obedece a una causa no imputable -ausencia de culpa salvo que la ley o el pacto lo obliguen a probar,
como causa exoneratoria, el caso fortuito o fuerza mayor. Y, a su turno, si el acreedor pretende agravar
la responsabilidad del deudor deberá probar que la inejecución obedece a dolo o a culpa inexcusable.

2.2 CULPA DEL ACREEDOR

La inejecución de la obligación puede también obedecer a culpa del acreedor. O a culpa exclusiva del
acreedor o a culpa del acreedor concurrente con la del deudor. Es evidente, en el primer caso, el
efecto liberatorio y, desde luego, la inimputabilidad del deudor. E 1 tema no merece mayores
comentarios. Por ello ese primer caso no está tratado dentro de las disposiciones generales referentes
a inejecución de obligaciones del Código Civil de 1984. Él está tratado en situaciones especiales; por
ejemplo, el artículo 1138, incisos 3) y 4), señala las consecuencias jurídicas de la pérdida o deterioro
del bien, por culpa del acreedor, en las obligaciones de dar; el artículo 1155, relativo a obligaciones
de hacer, se refiere a la imposibilidad de cumplimiento por culpa del acreedor, y el artículo 1160, sobre
obligaciones de no hacer, al mismo supuesto. La concurrencia de culpas entre deudor y acreedor sí
está tratada en las disposiciones generales sobre inejecución de obligaciones. Dice el artículo 1326
que "si el hecho doloso o culposo del acreedor hubiese concurrido a ocasionar el daño, el
resarcimiento se reducirá según su gravedad y la importancia de las consecuencias que de él deriven".
Y el artículo 1327 agrega que "el resarcimiento no se debe por los daños que el acreedor habría podido
evitar usando la diligencia ordinaria, salvo pacto en contrario". Vemos pues que en el supuesto del
artículo 1326 la responsabilidad por la inejecución de la obligación es compartida entre el acreedor y
el deudor, configurándose una situación intermedia entre el daño inculpable y el daño debido por
entero a culpa del deudor. Es lo que en doctrina se conoce con el nombre de concurso de culpas, en
que cada sujeto responde en proporción al grado de su culpa eficiente. Es lo que también se conoce
en doctrina como la compensación de culpas, no haciéndose referencia a la compensación,
naturalmente, en sentido propio. Y, en el supuesto del artículo 1327, la ley se limita a consignar un
principio ético que incuestionablemente debe presidir toda relación obligacional: SI el acreedor,
utilizando diligencia ordinaria, puede evitar los daños, no se debe al resarcimiento por la no utilización
de dicha diligencia.

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III. SISTEMA OBJETIVO DE LA CULPA
En el fundamento del deber de indemnizar, existe dos sistemas de responsabilidad: el sistema
subjetivo y el sistema objetivo, cada uno de ellos fundamentados en distintos factores de atribución
denominados factores de atribución subjetiva y objetiva.

3. CULPA

Es la creación de un riesgo injustificado y para evaluar si ese riesgo sea justificado o no, se necesitará
confrontarlo con la utilidad social de la actividad a la cual este se refiere, teniendo en cuenta el costo
de la remoción de este; cuando más grande es la utilidad social y el costo de remoción, tanto más
grande es el riesgo creado.

La culpa es el fundamento del sistema subjetivo de responsabilidad civil (fluye, emana claramente del
art. 1969º C.C); y ante la dificultad de probar la culpa del autor, es decir, dado lo difícil que es conocer
el aspecto subjetivo del autor, nuestro ordenamiento ha considerado que es conveniente establecer
presunciones de culpabilidad, invirtiendo la carga de la prueba, de tal modo que la víctima ya no estará
obligado a demostrar la ausencia de culpa. Esta inversión de la carga de la prueba y correlativa
presunción de culpabilidad del autor en el sistema subjetivo de responsabilidad civil extracontractual
presume la culpa del autor del daño causado.

a) Culpa Objetiva o Culpa in abstracto. - Viene a ser la culpa por violación de las leyes, cuando
el ordenamiento determina el parámetro de comportamiento y si la persona no cumple es
responsable. Un ejemplo clásico es el art. 961º del Código Civil. El criterio de la normal
tolerancia sirva para determinar si hay o no culpa.
b) Culpa Subjetiva o culpa in concreto. - Se basa en las características personales del agente,
y un ejemplo de ello lo encontramos en el artículo 1314º. Este tipo de culpa engloba a la
imprudencia (el sujeto hace más de lo debido) y a la negligencia (el sujeto hace menos de los
debido).

En la responsabilidad por incumplimiento de obligaciones, se suele diferenciar diversos grados de


culpa:

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a) Culpa grave (art. 1319 CC) definido como culpa inexcusable y viene a ser el no uso de la
diligencia que es propia de la mayoría de las personas. Ejemplo se deja a una persona a cargo
de un almacén, deja abierta las puertas de noche y roban los productos.
b) Culpa leve.- Es la omisión de la diligencia ordinaria exigida por la naturaleza de la obligación
y que corresponda a las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar.

3.1 SISTEMA OBJETIVO

RIESGO CREADO

De acuerdo al Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española:

“riesgo” es una contingencia o proximidad de un daño, y de otro lado, define la palabra peligroso como
“que tiene riesgo o puede ocasionar daño. Para la doctrina el riesgo creado viene a ser el riesgo
adicional al ordinario tales como: automotores, artefactos eléctricos, cocinas de gas, ascensores,
diversas armas de fuego, insecticidas, medicamentos, actividades industriales.

Todo este tipo de bienes y actividades no será necesario examinar la culpabilidad del autor, pues
deberá bastar con acreditar el daño producido, la relación de causalidad y que se trate de un bien o
actividad que suponga un riesgo adicional al normal y común, por lo que merece la calificación de
“riesgosos”. Haya sido el autor culpable o no, igualmente será responsable por haber causado el daño
mediante una actividad riesgosa o peligrosa.

Se observa entonces que la ausencia de culpa no sirve como mecanismo liberador de responsabilidad
civil, adquiriendo por el contrario importancia fundamental la noción de causa ajena o fractura causal.

El sistema objetivo de responsabilidad civil no pretende que los daños que se hayan causado a través
de bienes o actividades riesgosas, no exista la culpa del autor, lo que se pretende es la total
abstracción de la culpa o ausencia de la culpa del autor, de tal modo que la existencia de culpa o no
sea totalmente intrascendente para la configuración de un supuesto de responsabilidad civil
extracontractual, debiendo acreditarse la relación causal, la calidad del bien o la actividad como una
riesgosa.

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Cabe agregar que la calificación de un bien o actividad riesgosa o peligrosa no depende de las
circunstancias de un caso concreto en particular, pues de ser así cualquier actividad podría ser
considerada riesgosa. Esta calificación depende del riesgo que supone el uso socialmente aceptado
del bien o actividad de que se trate, siempre y cuando su uso suponga un riesgo adicional al común y
ordinario, como sucede con las armas de fuego o con los vehículos.

IV. BIENES Y ACTIVIDADES RIESGOZAS

¿Qué es la actividad?
La actividad consiste en la conjunción de personas, cosas, instrumentos o tareas, conectadas
entre sí, que tienen una organización interna, y en la que el titular tiene por sí o por terceros
un mínimo poder de control y de imposición de obligaciones tendientes, especialmente, a
prevenir y asegurar su riesgo. De ahí que cabe considerar que es riesgosa o peligrosa la
actividad en la que el riesgo o el peligro, para quienes la desarrollan o para terceros, derivada
de tareas, servicios, productos, sustancias o prestaciones que reportan utilidad para la
sociedad y generan para sus dueños o beneficiarios un provecho, generalmente económico.

4.1 EL CONCEPTO DE ACTIVIDAD RIESGOSA O PELIGROSA


 CONCEPTO:
La actividad riesgosa o peligrosa se constituye con una conjunción de acciones, conductas,
operaciones o trabajos desarrollados por una persona, empresa u organización económica, que
puede estar vinculada causalmente con cosas o con conjuntos de cosas, aunque esto no es
excluyente y de las que se desprende riesgo (la inminencia de daño) o peligro (la situación que
puede generar daño). Cabe destacar que las actividades riesgosas por su naturaleza son las
intrínsecamente dañosas, o sea las que tienen dañosidad o peligro en sí mismas.

La actividad es riesgosa por los medios empleados cuando normalmente es inocua, pero adquiere
peligrosidad porque una persona hace uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o sustancias
que son peligrosas por la velocidad que desarrollan, por su naturaleza explosiva o inflamable, por
la energía que contienen, por el lugar anómalo en que se encuentran o por otras causas análogas,
o bien si han sido los medios utilizados los que han aumentado

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4.2 Criterios de Clasificación
A fin de delimitar el ámbito de estudio, en relación con la definición de riesgo planteada en el acápite
anterior, debemos plantear ciertos parámetros que nos permitan describir cuando estamos frente a la
introducción de un riesgo adicional al simple riesgo de vivir en común.

Por su parte, Friemann opina que:

“Ningún artículo o sustancia es por sí misma peligrosa o no peligroso, la conducta, las


circunstancias y relaciones de las partes afectadas determinan si se ha hecho peligroso en un
caso particular a lo sumo, la sospecha es más fuerte en el caso de algunos artículos que en
el de otros, pero esto no es más que una variante de cuestión del deber de tener cuidado”3.

Consideramos que aquí entran a tallar criterios probabilísticos. Lo “adicional”, como se deduce
fácilmente no es más que el acercamiento a la posibilidad de sufrir o cometer algún daño. Algunos
autores plantean que la peligrosidad no se debe analizar ex ante, en tanto la probabilidad como la
gravedad de los daños que pudiera generar una cosa o actividad son una cuestión objetiva sino
después de producido el accidente, examinando la manera cómo ocurrió y tomando en consideración
lo aprendido en el caso concreto4.

Sin embargo, pensamos que ello no es así, si bien en un primer momento es recomendable recabar
información sobre actividades o bienes para poder determinar si introduce un riesgo adicional o no,
una vez que se cuenta con la información relevante podemos entender como actividades o bienes
riesgosos a todos aquellos cuya realización o uso normal, según el caso, cree ese riesgo adicional al
cual hemos hecho referencia. Ello no obsta por cierto a que una sociedad determinada se decida
aplicar factores subjetivos de atribución en relación a ciertas actividades que podrían considerarse
riesgosas de acuerdo a la definición recogida por este trabajo. Obviamente, sí existiría una normal
como el artículo 1970 del Código Civil Peruano, los daños por accidentes de tránsito o contaminación
quedarían comprendidos en ella.

En un principio, pudo tratarse a los accidentes de tránsito como un problema que dependía del
comportamiento del conductor. Esto es basándose en criterios subjetivos para la atribución de

3
FRIEDMANN, Wolfang Gaston, El derecho es una sociedad en transformación, ob. Cit., p.151.
4
Payet, José Antonio, " La Responsabilidad por productos defectuosos”, en Biblioteca para leer el Código
Civil, t.II, 2. Ed., art. Cit., p.951

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responsabilidad los cuales podían fundarse en cuestiones de equidad o por considerar que siempre
resultaba posible ejercer un control efectivo sobre el auto. Por el lado de las justificaciones a las que
hace mención PAYET, podemos reiterar el deseo de proteger el desarrollo de las actividades
industriales, ya que, debe haberse consagrado a nivel positivo la responsabilidad por riesgo, ello
hubiera sido considerado como un costo que los empresarios no hubieran estado dispuestos a asumir,
desviando sus recursos a otros campos.

Si pensamos en la capacidad de daño que tenían todas y cada una de las cosas que nos rodean en
circunstancias determinadas, encontraríamos que todas pueden ser peligrosas:

“La idea “…” es muy criticable, porque generalmente las cosas no son ni dejan ser peligrosas
sino por la forma en la que se las maneja o coloca”.5

o Los juguetes constituyen un ejemplo claro, el padre de familia que compra uno de estos
juguetes para sus hijos no piensa que está llevando a su casa un bien riesgoso.
Imaginemos lo que significaría colocar en los estantes de juguetes letreros que
prevengan cualquier tipo de percance al manipularlos, a pesar de que es perfectamente
posible que su hijo se atragante con una de las pequeñas piezas, por ello dichos
juguetes al igual que otros se clasifican en función de edades.
o Si pensamoss cuántas cosas como un papel o una fruta pueden ser peligrosas en
determinadas situaciones, lo cual no implica el tener que considerarles como bienes
riesgosos. Imaginemos si no lo absurdo que sería juzgar los daños producidos por caer
al pisar cascaras de plátano en base al artículo 1970 del Código Civil.
o El automóvil como bien riesgoso (y la conducción como actividad riesgosa): “En la
utilización de vehículos automotores sestá rompiendo el equilibrio de fuerzas no solo
entre el automotor y la víctima, si no también, entre el primero y su responsable. En
realidad, por más que el conductor cumpla con todas las normas de seguridad, habrá
un momento en que la velocidad y la fuerza del vehículo sean superiores a la capacidad
defensiva de la víctima o la capacidad del conductor para evitar el daño. A diario vemos
que un conductor que aplica los frenos de su vehículo no puede evitar el daño. Esto
prueba que ni la victima ni el conductor estaban en capacidad de denominar una fuerza

5 RAMÍREZ, Jorge Orlando, Indemnización de daños y perjuicios, t. I, Buenos Aires: Hammurabi, 1983, p.153

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que les era superior. Si, por el contrario, dos peatones marchan por la vía, uno y otro
tendrán capacidad suficiente para, en cualquier momento, evitar un daño o defenderse
de la acción agresiva”6.

De acuerdo con la definición de riesgo adoptada7, vemos que el automóvil califica para ubicarse
dentro de sus alcances al introducir riesgos adicionales a los existentes como consecuencia de la
vida en común.

V. EJECUTORIA
CAS. N° 3065-2010 LIMA
Lima, siete de junio de dos mil once.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista


la causa número tres mil sesenta y cinco de dos mil diez, en audiencia pública llevada a cabo en el
día de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Régulo Federico
Egúsquiza Ames y Rina Margarita Valencia Gonzáles de Egúsquiza contra la resolución de
vista, su fecha veintisiete de abril de dos mil diez, la cual revoca la apelada y reformándola
declaró concluido el proceso respecto de todos los codemandados.
II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Mediante Ejecutoria Suprema del diez de diciembre de dos
mil diez se declaró procedente el recurso de casación por infracción normativa de carácter
sustantiva de los artículos 1188 y 1189 del Código Civil, el primero de ellos por aplicación
indebida y el segundo por inaplicación de una norma de derecho material. Para lo cual sostienen
los recurrentes que la Sala Superior no ha considerado que los demandados no han incurrido
en el mismo tipo de responsabilidad civil en los hechos sub materia, ya que tanto la
Municipalidad de Santiago de Surco y su Alcalde, incurrieron en un tipo de responsabilidad civil
funcional -negligencia- al permitir el funcionamiento de una discoteca sin contar con la licencia
respectiva; Edgar Jesús Paz Rabines es responsable al haber permitido como miembro del
directorio y accionista de Inversiones García North S.A. se ponga en funcionamiento la
discoteca sabiendo que no se habían implementado las medidas de seguridad; en el caso de la

6
TAMAYO JARAMILLO, Javier, De la responsabilidad civil, t. I, vol. 2, ob. Cit., p. 117.
7
Cfr. Supra, II, capitulo II.

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codemandada Scotiabank Perú S.A.A. su responsabilidad radica en que designó a los
funcionarios que en su representación integraban el directorio de las empresas Centros
Comerciales del Perú S.A. y Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A., quienes con
su conducta negligente permitieron el funcionamiento de una discoteca sin tener licencia para
ello, ni haber implementado las medidas de seguridad necesarias para su funcionamiento; Alan
Michael Azizzollahoff Gate participó activamente en las funciones de dirección y administración
de Inversiones García North S.A. al ser corresponsable en la administración de los fondos
necesarios de la sociedad, los que se destinaron totalmente a decorar una discoteca y hacerla
atractiva al público sin dotarla de elementos mínimos de seguridad, así como permitir su
funcionamiento a sabiendas que no se habían otorgado autorizaciones ni licencias; Percy
Edward North Carrión incurrió en responsabilidad civil al haber permitido como miembro del
directorio y gerente general de Inversiones García North S.A., que se ponga en funcionamiento
la discoteca, sabiendo que no se habían implementado las medidas de seguridad, promoviendo
una fiesta en condiciones altamente riesgosa para los asistentes; Fahed Mitre Werdan y Roberto
Ferreyros O ‘Hará incurrieron en responsabilidad civil al haber participado en las exhibiciones
de fuego en el interior de la cabina del disc-jockey, en la discoteca "Utopía", lo que originó el
incendio que provocó la muerte de veintinueve personas, entre ellas la hija de los recurrentes.
También expresan que el juzgador es el obligado a establecer si la cuantía demandada es la
correcta y la proporción en la que cada codemandado deberá indemnizar a los demandantes,
en función de su grado de responsabilidad, según los fundamentos que expone en su recurso.
Enfatizan que en la transacción sub-materia se estableció expresamente a quienes se extendía
los efectos del acto jurídico celebrado. Precisan que su pretensión impugnatoria es revocatoria.
III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, la presente controversia gira en torno a la pretensión de los demandantes
Regulo Federico Egúsquiza Ames y su cónyuge referida a que los demandados de manera
solidaria le paguen una indemnización por la suma de un millón de dólares americanos o su
equivalente en moneda nacional, más intereses legales, por el fallecimiento de su hija Mónica
Isabel Egúsquiza Valencia en el incendio ocurrido el día veinte de julio de dos mil dos en la
discoteca “Utopía” ubicada en el interior de las instalaciones del Centro Comercial Jockey Plaza
Shopping Center.

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SEGUNDO.- Que, del examen del pedido de conclusión del proceso, a fojas doscientos
cincuenta y ocho se advierte que las codemandadas Centros Comerciales del Perú S.A.,
Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A. y por su parte los demandantes, transigen
su conflicto de intereses, haciéndose concesiones recíprocas, arribando a una “transacción
judicial” conforme al documento de fecha veintiuno de diciembre de dos mil seis, en el cual
señalan también que dicha transacción alcanza a los demandados Carlos Enrique Palacios Rey,
Juan José Calle Quirós, Enrique Bendersky Assae, Luis Paolo Abelli Correa, José Checa
Romero, Walter Piazza de la Jara y Roberto José Carlos Persivale Rivero, en los términos que
se indica en la referida transacción; asimismo, acompañan la adenda de transacción de fecha
veintiséis de diciembre de dos mil seis, en los términos y condiciones que se celebran en dicho
documento.
TERCERO.- Que, el Juez de la causa mediante resolución cincuenta y cinco de fecha
veinticinco de enero de dos mil siete, tiene por aprobada la transacción celebrada entre los
demandantes con Centros Comerciales del Perú S.A., Administradora Jockey Plaza Shopping
Center S.A., Carlos Enrique Palacios Rey, Juan José Calle Quirós, Enrique Bendersky Assae,
Luis Paolo Abelli Correa, José Chueca Romero, Walter Piazza de la Jara y Roberto José Carlos
Persivale Rivero, sin pronunciamiento sobre el fondo del asunto materia de proceso,
adquiriendo la resolución los efectos de una sentencia con la autoridad de cosa juzgada en
cuanto se refiere a los citados demandados, decisión contra la cual Scotiabank Perú S.A.
interpuso recurso de apelación según fluye del escrito de fojas doscientos setenta.
CUARTO.- Que, la Sala Superior a través de la resolución de vista de fojas seiscientos treinta
y dos, su fecha veintisiete de abril de dos mil diez, revocó la resolución apelada, sólo en el
extremo que declaró concluido el proceso en cuanto se refiere a las personas nombradas e
implícitamente ordena que el proceso continúe respecto a los demás demandados y,
reformándola declaró concluido el proceso para todos los demandados, disponiéndose el
archivo oportuno del proceso. para lo cual argumenta básicamente que: a) En aplicación del
primer párrafo del artículo 1188 del Código Civil, quedarían liberados los demás codeudores y,
consecuentemente se declararía la conclusión del proceso respecto de la totalidad de los
codemandados o, si la mencionada transacción recae sólo sobre la parte que le correspondería
a los demandados que intervinieron en ella, por lo que los demás deudores codemandados no
quedarían liberados, tal como lo dispone el artículo 1189 del Código precitado y, en

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consecuencia, el proceso no concluiría para todos los codemandados de acuerdo al tercer
párrafo del artículo 337 del Código Procesal Civil; y, b) Según las cláusulas sexta y séptima de
la transacción, las partes contratantes señalaron quienes quedarían liberados de cualquier
obligación y/o responsabilidad del evento dañoso, a los cuales no tendrían nada más que
reclamarles, sin embargo, en estas cláusulas ni en otra, las partes convinieron que el acuerdo
se hubiera limitado a la parte de alguno o algunos de los deudores solidarios que se mencionan
en la transacción, resultando inaplicable lo dispuesto en el artículo 1189 del Código Civil, cuya
aplicación invocan los demandantes según su escrito de fojas quinientos ochenta y nueve.
QUINTO.- Que, en ese marco, los demandantes invocan como causales de su recurso de
casación la infracción normativa de los artículos 1188 y 1189 del Código Civil, el primero de
ellos por aplicación indebida y el segundo por inaplicación de una norma de derecho material.
Reyes Hurtado8 sostiene que la infracción normativa es la causal de casación que se usa para
proponer el recurso de casación cuando ésta involucra un error de naturaleza sustantiva o
procesal que afecte ostensiblemente lo decidido, error que debe incidir directamente en la
decisión contenida en la resolución impugnada. Con lo cual, es viable que el recurso de
casación se sustente en la invocación de inaplicación de una norma de derecho material y en
la aplicación indebida de una norma de derecho material. Sobre el particular, en primer término
se debe precisar que el recurso de casación es un recurso impugnativo extraordinario que
procede únicamente en los casos expresamente fijados por la ley, cuya finalidad, como decisión
política del Estado, es controlar la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto,
entendido dentro del sistema ortodoxo o puro como la finalidad de defender la norma jurídica
en su sentido material o adjetivo contra las resoluciones judiciales que la infrinjan, manteniendo
de ese modo una exacta observancia de la ley -finalidad nomofiláctica- y la finalidad
uniformadora de la jurisprudencia, concebida como una finalidad esencial del recurso de
casación acerca del criterio constante y uniforme de la aplicación del derecho, expresado por el
órgano jurisdiccional de la más alta jerarquía del Poder Judicial. Ambas finalidades se
encuentran previstas en nuestro ordenamiento jurídico de conformidad con el artículo 384 del
Código Procesal Civil.

8
Martín Alejandro Hurtado Reyes. “La calificación del recurso de casación civil a partir de las nuevas reglas procesales”.
En: Diálogo con la Jurisprudencia, N° 141, Mayo 2010, p. 27

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SEXTO.- Que, ahora bien, la causal de inaplicación de una norma de derecho material se
configura cuando el juez o jueces de instancia omiten aplicar una norma de derecho material
determinada que es necesaria para la solución del conflicto intersubjetivo de intereses. Sobre
su concepto y alcances, la jurisprudencia nacional ha establecido que “Se entiende por
inaplicación de una norma de derecho material cuando el juez deja de aplicar al caso
controvertido normas sustanciales que ha debido aplicar y, que de haberlo hecho, habrían
determinado que las decisiones adoptadas en la sentencia fuesen diferentes de las acogidas” 9
. En un sentido más estricto, Nelson Reyes Jiménez10 expresa que la inaplicación de una norma
“hace referencia a aquella situación en la que al presupuesto hecho, correctamente evaluado
por el juzgador, se le deja de aplicar la consecuencia jurídica prevista en el sistema jurídico”.
Por su parte, la jurisprudencia nacional ha señalado en este sentido: “Para hacer viable la citada
causal, es preciso que entre la norma inaplicada y la base fáctica de la sentencia de mérito
exista identidad, la cual a su vez supone adecuar ésta a la hipótesis contenida en la norma
invocada”11 .
SÉTIMO.- Que, la aplicación indebida supone la aplicación de una norma impertinente, la cual
no debió aplicarse. Así, Sánchez-Palacios12 sostiene que “hay aplicación indebida cuando se
actúa una norma impertinente a la relación fáctica establecida en la propia sentencia. El Juez
ha errado en la elección de la norma, ha errado en el proceso de establecer la relación de
semejanza o de diferencia que existe entre el caso particular concreto, jurídicamente calificado,
y la hipótesis de la norma. La norma elegida no corresponde al hecho establecido”.
OCTAVO.- Que, en el caso de autos, se tiene que la norma de derecho material supuestamente
inaplicada por la resolución de vista es el artículo 1889 del Código Civil13 , mientras que la norma
aplicada indebidamente es el artículo 1188 del mismo ordenamiento sustantivo 14 . Siendo así,
resulta necesario precisar que el artículo 1189 del Código Civil, inmerso dentro del Título VI:
Las Obligaciones mancomunadas y solidarias, de la Sección Primera del Libro VI: Las

9
Casación N° 1800-96/La Libertad, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 28 de mayo de 1998, pp. 1191/1192.
10 Citado por Alberto Hinostroza Mínguez en “Comentarios al Código Procesal Civil”. Lima: Editorial Gaceta Jurídica, 2003,
Tomo I, p. 727.
11 Casación N° 278-2000/Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 26 de mayo de 2000, p. 5422.
12 Manuel Sánchez-Palacios Paiva. El recurso de casación civil: praxis. Lima: Juristas Editores, 2009, pp. 157-158
13 Artículo 1189 del Código Civil.- Extinción parcial de solidaridad.- Si los actos señalados en el primer párrafo del artículo

1188 se hubieran limitado a la parte de uno solo de los deudores, los otros no quedan liberados sino en cuanto a dicha
parte.
14 Artículo 1188 del Código Civil.- Extinción de solidaridad.- La novación, compensación, condonación o transacción entre

el acreedor y uno de los deudores solidarios sobre la totalidad de la obligación, libera a los demás codeudores.

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Obligaciones, se refiere a los efectos que producen la novación, la compensación, la
condonación y la transacción en la solidaridad pasiva, pero una parte de la deuda. A decir de
Clotilde Vigil Curo15 , dicho dispositivo “Trata de las obligaciones solidarias pasivas en las que
existiendo un acreedor común y varios codeudores solidarios, si uno de éstos celebra cualquier
acto previsto en el artículo 1188 del citado cuerpo normativo con dicho acreedor en lo que se
refiere a su parte de la obligación, ésta se extingue en lo que a dicha parte se refiere; sin
embargo, los otros codeudores no quedan liberados sino sólo en cuanto a la parte que fue
novada, compensada, condonada o transigida”. Como se observa, ambos artículos están
referidos a la extinción de la solidaridad pasiva de las “obligaciones”, cuya fuente es la
responsabilidad civil, conforme a lo establecido en el artículo 1969 del Código Civil16 . En efecto,
según éste último dispositivo legal, la perpetración de un daño por dolo o culpa genera la
obligación de indemnizar a la víctima del mismo.
NOVENO.- Que, sin embargo, resulta necesario precisar cuál es la naturaleza de tal obligación
(solidaria o mancomunada) en el supuesto de que la causa del daño y, por ende, la
responsabilidad civil consiguiente, es atribuida a más de una persona, como sucede en el caso
de autos. Para tal efecto, es de recordar que, de conformidad con el artículo 1183 del Código
Civil17, la solidaridad no se presume, sólo la ley o el título de la obligación la establecen en forma
expresa. Ahora bien, no pudiendo en el caso de la responsabilidad civil extracontractual,
hacerse referencia a título de obligación alguno, debe apreciarse qué prescribe la ley respecto
a la naturaleza de la obligación en esta materia. En este sentido, el artículo 1983 del Código
Sustantivo18 establece la responsabilidad solidaria en caso de pluralidad de agentes, el derecho
de repetición del que efectuó el pago de la totalidad de la indemnización contra los otros, así
como la atribución del juez de fijar la proporción según la gravedad de la falta de cada uno de
los participantes. Dicha norma establece, la liberación total de los codeudores solidarios por el

15
Clotilde Vigil Curo, Comentarios al artículo 1189 del Código Civil, En: Código Civil Comentado, Lima, Editorial Gaceta
Jurídica, Tomo VI, p. 281.
16
Artículo 1969 del Código Civil.- Indemnización por daño moroso y culposo. Aquel que por dolo o culpa causa un daño a
otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o culpa corresponde a su autor
17 Artículo 1183 del Código Civil.- Carácter expreso de solidaridad La solidaridad no se presume. Sólo la ley o el título de

la obligación la establecen de forma expresa.


18 Artículo 1983.- Responsabilidad solidaria Si varios son responsables del daño, responderán solidariamente. Empero,

aquel que pagó la totalidad de la indemnización puede repetir contra los otros, correspondiendo al juez fijar la proporción
según la gravedad de la falta de cada uno de los participantes. Cuando no sea posible discriminar el grado de
responsabilidad de cada uno, la repartición se hará por partes iguales.

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pago de la indemnización a la víctima del daño y la sustitución de dicha obligación por otra
frente al que efectuó el pago total.
DÉCIMO.- Que, en forma similar a lo dispuesto por el citado artículo 1983 del Código Civil sobre
los efectos del pago por parte de uno de los codeudores solidarios de la totalidad de la
indemnización por responsabilidad civil extracontractual, el artículo 1188 del mismo cuerpo
normativo -dispositivo legal que sirviera de sustento a la resolución recurrida- establece la
liberación total de los codeudores solidarios en el supuesto de una transacción -entre otras
formas de extinción de obligaciones- efectuada entre el acreedor y uno de aquellos. Sin
embargo, a diferencia de lo que sucede con el pago, en el cual no hay liberación parcial de los
codeudores solidarios, primero, porque, conforme al artículo 1220 de dicho ordenamiento
sustantivo19, el pago sólo se entiende efectuado cuando se ha ejecutado íntegramente la
prestación, y segundo, por cuanto, según el artículo 1221 del mismo Código20, no puede
compelerse al acreedor a recibir parcialmente la prestación objeto de la obligación, a menos
que la ley o el contrato lo autorice, la realización de una transacción -entre otros actos previstos
en el artículo 1188 del Código Sustantivo- genera la liberación parcial de los demás codeudores
solidarios, pero sólo respecto a la parte de aquel codeudor a la cual se habría limitado.
UNDÉCIMO.- Que, en este contexto normativo y conceptual, para determinar si resulta aplicable
al caso de autos el artículo 1188 del Código Civil, como sostienen los recurrentes, o si se aplicó
indebidamente el artículo 1189 del mismo cuerpo normativo, resulta necesario analizar si la
transacción celebrada entre Centros Comerciales del Perú S.A. y Administradora Jockey Plaza,
de una parte, y los recurrentes, de la otra, con la intervención de Rímac Internacional Compañía
de Seguros y Reaseguros con fecha veintiuno de diciembre de dos mil seis, se produjo con
respecto a la totalidad de la obligación correspondiente a los codeudores o si, por el contrario,
se produjo sólo sobre la parte de uno o más de uno de ellos.
DUODÉCIMO.- Que, como se observa de la lectura del documento de fojas doscientos cuarenta
a doscientos cincuenta y tres, si bien es cierto como se sostiene en la sentencia recurrida, las
partes acordaron en la cláusula sétima, literal g) que “…la compensación económica acordada
en el literal a) constituye título de cancelación total y definitivo de todas y cada una de las

19
Artículo 1220.- Novación de pago Se entiende efectuado el pago sólo cuando se ha ejecutado íntegramente la prestación
20 Artículo 1221.- Indivisibilidad del pago No se puede compelerse al acreedor a recibir parcialmente la prestación objeto
de la obligación, a menos que la ley o el contrato lo autoricen. Sin embargo, cuando la deuda tiene una parte líquida y otra
liquidable, puede exigir el acreedor el pago de la primera, sin esperar que se liquide la segunda.

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prestaciones, derechos y acciones que pudiera corresponder a Los Herederos, incluyendo los
gastos, costas y costos de todos los procesos judiciales que tengan relación con El Siniestro,
concluyendo cualquier discrepancia surgida en virtud de El Siniestro, quedando total y
satisfactoriamente indemnizados todos los daños y perjuicios derivados de El Siniestro”, no es
menos cierto que la sentencia en mención ha omitido glosar la primera parte de dicha cláusula
que expresamente prescribe que “Salvo el pago indicado en el literal a) de esta cláusula, Los
Herederos en forma conjunta y/o por separado declaran que no tienen nada más que reclamar
contra Centros Comerciales, Administradora Jockey Plaza y/o contra Rímac Internacional, o
contra alguna de las personas referidas en la presente transacción por los hechos y conceptos
contenidos en la presente transacción y/o derivados de El Siniestro, todas las cuales quedan
exceptuadas de cualquier obligación y/o responsabilidad…”, disposición contractual que,
aunada a los literales precedentes de la misma cláusula [literales c) y d)] por las cuales se
acuerda la renuncia de Los Herederos frente a las empresas allí mencionadas y,
extensivamente, a las personas allí identificadas, de toda acción, reclamo, denuncia, etc., que
se vincule con El Siniestro, permite afirmar como conclusión que la voluntad de las partes fue
la de poner término a la controversia suscitada con ocasión del fallecimiento de la hija de los
recurrentes, mediante el reconocimiento de un monto indemnizatorio, pero sólo con respecto a
las personas jurídicas y naturales expresamente mencionadas en dicha transacción, y no de
todos los que fueron demandados en el presente proceso de Indemnización. Siendo así,
correspondía la aplicación al caso del artículo 1189 del Código Civil y no del artículo 1188 del
mismo cuerpo normativo, como indebidamente se determinó en la sentencia de vista. Por lo
que, en aplicación del artículo 396 del Código Procesal Civil debe declararse nulo el auto de
vista en el extremo que revoca el auto apelado, y reformándolo declara concluido el proceso
respecto de todos los codemandados, actuando en sede de instancia debemos confirmar la
resolución cincuenta y cinco de fecha veinticinco de enero de dos mil siete que aprueba la
transacción celebrada con Centros Comerciales del Perú S.A., Administradora Jockey Plaza
Shopping Center S.A., Carlos Enrique Palacios Rey, Juan José Calle Quirós, Enrique Bendersky
Assael, Luis Paolo Abelli Correa, José Chueca Romero, Walter Piazza de la Jara y Roberto
José Carlos Persivale Rivero, así como concluido el proceso respecto a estos demandados,
debiendo continuar con la tramitación del proceso respecto de los demás demandados que no
celebraron la transacción anotada.

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IV. DECISION: Por estos fundamentos y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 396
del Código Procesal Civil: a) Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a
fojas seiscientos cincuenta y nueve por los demandantes Regulo Federico Egúsquiza
Ames y Rina Margarita Valencia Gonzáles de Egúsquiza, en consecuencia, NULA la
resolución de vista expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, su fecha veintisiete de abril de dos mil diez, que revoca la apelada y reformándola
declaró concluido el proceso respecto de todos los codemandados. b) En sede de
instancia: CONFIRMARON la resolución cincuenta y cinco, su fecha veinticinco de enero
de dos mil siete, que aprueba la transacción celebrada entre los demandantes con
Centros Comerciales del Perú S.A., Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A.,
Carlos Enrique Palacios Rey, Juan José Calle Quirós, Enrique Bendersky Assae, Luis
Paolo Abelli Correa, José Chueca Romero, Walter Piazza de la Jara y Roberto José
Carlos Persivale Rivero, consecuentemente declara concluido el proceso en cuanto se
refiere a las personas nombradas, teniendo dicha transacción autoridad de cosa juzgada.
Debiendo continuar con la tramitación del proceso respecto de los demás codemandados
no beneficiados con la transacción celebrada.
SS. ALMENARA BRYSON
DE VALDIVIA CANO
WALDE JÁUREGUI
VINATEA MEDIN

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VI. CONCLUSIONES
1. La culpa es la creación de un riesgo injustificado y para evaluar si ese riesgo sea
justificado o no, se necesitará confrontarlo con la utilidad social de la actividad a la
cual éste se refiere, teniendo en cuenta el costo de la remoción de éste: cuando más
grandes son la utilidad social y el costo de remoción, tanto más grande es el riesgo
justificado.
2. La culpa, se constituye como un impedimento, un muro de contención para detener
la consecución del objetivo a que estaba dirigida la obligación desde su concertación.
Entonces podemos concertar que gran parte de los conflictos terminales entre
acreedores y deudores tiene origen, entre causas, a la culpa fundamentalmente.
3. La culpa exige en el obligado una falta de diligencia, de aquella diligencia a la cual se
comprometió a cumplir y no la realizó. Esta falta de diligencia constituye
modernamente una violación o contravención al derecho.

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VII. BIBLIOGRAFIA

1. ASÚA GONZÁLEZ. Clara I. “La Responsabilidad”. En “Manual de Derecho Civil”. Lluís Puig
Ferriol, María del Carmen Gete-Alonso y Calera, Jacinto Gil Rodríguez, José Javier Hualde
Sánchez. Marcial Pons Editores. Barcelona 2000. Pág. 477.
2. ESPINOZA ESPINOZA, Juan, “Derecho de Responsabilidad Civil” Editorial Gaceta Jurídica.
Lima 2002. Pág. 89
3. TS Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Arias de Fernández, Blanca c/ Tagle (h) y Cía. SA”, del
6/9/2004, cit. por ROITMAN, Horacio - CHIAVASSA, Eduardo, “El riesgo en los Proyectos de
Reforma al Có- digo Civil”, cit
4. FRIEDMANN, Wolfang Gaston, El derecho es una sociedad en transformación, ob. Cit., p.151.
5. Payet, José Antonio, " La Responsabilidad por productos defectuosos”, en Biblioteca para leer
el Código Civil, t.II, 2. Ed., art. Cit., p.951
6. RAMÍREZ, Jorge Orlando, Indemnización de daños y perjuicios, t. I, Buenos Aires:
Hammurabi, 1983, p.153
7. TAMAYO JARAMILLO, Javier, De la responsabilidad civil, t. I, vol. 2, ob. Cit., p. 117.
8. Martín Alejandro Hurtado Reyes. “La calificación del recurso de casación civil a partir de las
nuevas reglas procesales”. En: Diálogo con la Jurisprudencia, N° 141, Mayo 2010, p.
27Casación N° 1800-96/La Libertad, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 28 de mayo
de 1998, pp. 1191/1192 Citado por Alberto Hinostroza Mínguez en “Comentarios al Código
Procesal Civil”. Lima: Editorial Gaceta Jurídica, 2003, Tomo I, p. 727.

9. Casación N° 278-2000/Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 26 de mayo de


2000, p. 5422.
10. Manuel Sánchez-Palacios Paiva. El recurso de casación civil: praxis. Lima: Juristas Editores,
2009, pp. 157-158
11. http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2010/02/24/algunos-alcances-de-la-
evolucion-de-responsabilidad-civil/

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