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PLAN DE RECUPERACIÓN DEL PINZÓN AZUL DE GRAN CANARIA

HISTORIA DE UN BOICOT

La competencia para el desarrollo de las tareas de conservación del pinzón azul de Gran
Canaria habían recaído hasta el año 2002 en la Viceconsejería de Medio Ambiente del
Gobierno de Canarias.

Entre los periodos 1995-1997 y 1999-2002 la Viceconsejería de Medio Ambiente


disfrutó de la financiación de sendos Proyectos LIFE de la Unión Europea. Entre los
objetivos de esos Proyectos LIFE estaban diversas actuaciones de conservación que
permitieron grandes avances en el conocimiento de la subespecie, especialmente en lo
que al uso del hábitat y su distribución se refería.

En abril de 2005 se publica el Plan de Recuperación del pinzón azul de Gran Canaria.
Dicho Plan venía con un retraso muy grande pues los responsables de los proyectos de
conservación anteriores, que habían fracasado en toda regla, al menos en lo que se
refiere la cría en cautividad, querían imponer unos criterios que eran inaceptables para
nosotros. Esos técnicos del Gobierno, con Gorgonio Díaz y Felipe Rodríguez a la
cabeza, se empeñaban en aplicar sus criterios que había resultado fallidos hasta
entonces. El Cabildo sabía que eran erróneos, tal y como el tiempo ha demostrado.
Como por aquel entonces se me escuchaba como especialista pues nos mantuvimos
firmes negándonos a aceptar aquella absurda propuesta de Plan. Esto fue posible gracias
al apoyo del por entonces Consejero José Jiménez y nuestro Jefe de Servicio Víctor
Montelongo. Finalmente, tras más de un año en que los referidos técnicos de la
Viceconsejería intentaban colarnos el absurdo Plan, los responsables de la
Viceconsejería intevinieron, desautorizando a Gorgonio y a Felipe, aprobaron las
propuestas que nuestro Cabildo deseaba introducir y, tras las oportunas correcciones, se
publicó el Plan.

En cuanto al técnico de la Viceconsejería de Medio Ambiente que dio pie a esa


intentona de colarnos un Plan irrealizable, don Gorgonio Díaz Reyes y su cuñado y fiel
acompañante de maniobras, el técnico sin titulación don Felipe Rodríguez Godoy,
fueron antiguos compañeros de trabajo en la Viceconsejería. Desde mi incorporación al
Centro de Recuperación de Tafira, siempre intentaron, literalmente, echarme con muy
diversas artimañas. La relación laboral con Gorgonio una vez que fue nombrado
Coordinador de Fauna, acabó en acoso laboral, traslado ilegal y sanciones de las que
tuve que defenderme en los Tribunales y que oportunamente en su día gané por diversas
Sentencias Judiciales no recurribles. Se trata de un problema de celos profesionales
realmente patológicos que hemos debido padecer durante años. Dichas personas están
situadas, tras las transferencias en 1998, en una oficina clave de la Viceconsejería desde
donde pueden controlarnos, fiscalizarnos y, por supuesto, boicotearnos. Esto lo hicieron
desde el primer momento en cada una de sus acciones. De los boicoteos más sonados
cito solo algunos:
- Sabedores de que el proyecto de cría pasaría al Cabildo maquinaron dejarnos si
machos para la reproducción. Tras 11 años de proyectos LIFE, en que invirtieron 300
millones de pesetas, la herencia que nos dejaron fue de tres hembras y ningún macho.
Los machos que tenían, ya mansos de la cautividad, los liberaron en Tamadaba en
noviembre de 2002. Liberaron también unas hembras que se extrajeron de la Reserva de
Inagua. De allí se podían haber extraído también machos pero ellos prefirieron dejarnos
sin capacidad de criar. Todos los pájaros que liberaron murieron como no podía ser de
otra manera con lo mal que diseñaron toda la liberación tal como podemos comprobar
en la Memoria Final del LIFE. Por ese entonces liberaron también el único pollo que
habían criado en esos 11 años y que también se moriría en pocos días. Todo está
publicado, en un apéndice de las Memorias de los LIFE bajo el título “Suelta
experimental en el Pinar de Tamadaba”.

Cuando iniciamos los trabajos de campo se solicitó a la Viceconsejería la información


básica que se había generado durante los proyectos LIFE. Estos proyectos europeos
sirven para iniciar los trabajos que más adelante tendrán continuidad a largo plazo. Por
supuesto los datos generados deben ser transferidos debidamente y en esta ocasión no se
nos entregaron.

Se intentó recuperar la ingente información de la que éramos conscientes que, en los


más de 10 años de investigaciones de campo, el anterior equipo de trabajo de la
Viceconsejería había recopilado sobre aspectos cruciales de la distribución y uso del
hábitat por los pinzones azules.

Al respecto se adjunta la carta que, con fecha 29 de marzo 2006, nos remitió Joachim
Hellmich solicitando esa información anteriormente referida.

Buscamos en las diferentes memorias de los LIFE y en la información de que


disponíamos pero no existía dato alguno, ni mapas ni referencias en que pudiéramos
basarnos para iniciar los trabajos. Solamente se describían trabajos en la “Reserva”, así
de precisa era la información facilitada.

Inicialmente se solicitó de palabra toda esa información a los antiguos gestores. Dado
que pasaban las semanas y los meses sin recibir respuesta a múltiples peticiones
verbales, nos decidimos a realizar las oportunas peticiones formales, con registro de
entrada en la Viceconsejería.

Ante nuestra avalancha de solicitudes de información básica la única contestación por


escrito nos fue remitida por la Viceconsejera de Medio Ambiente, doña Milagros Luís
Brito. No se nos entregaban los datos requeridos debido, según ese escrito, a que no se
disponía de dicha información (se adjunta en Anexos el documento, con nº Registro de
Entrada en nuestro Cabildo al 43.793, de fecha 23 agosto 2006).

De palabra, por parte de los técnicos responsables de los LIFE se nos dieron las más
variopintas excusas para no entregarnos dato alguno. Recuerdo algunas como que “esos
datos no eran objetivo concreto de los LIFE y que no tenían por qué entregárnoslos”. O
que “esos datos no se habían abordado y no se tenían”, lo cual sabíamos era literalmente
falso.
Nos consta que por parte de los responsables políticos en aquellos momentos y otros
responsables intermedios existía la mejor voluntad de colaboración con nuestro Cabildo,
pero la ausencia de traspaso de información a que nos referimos en muchos aspectos del
Plan fue realizada desde un principio con un ánimo claramente boicoteador.

La negativa a incorporarse a nuestro equipo o a entregarnos los datos solicitados hizo


que con respecto al territorio y la especie debiéramos partir de cero, como si no
hubiesen existido dos costosísimos proyectos LIFE en la década anterior.

- Otro intento de boicot vino cuando esos técnicos de la Viceconsejería se enteraron en


la Facultad de Veterinaria de la ULPGC que habíamos tenido algunos pájaros con
picaduras de mosquito en las patas y que tras ser analizadas se había detectado
partículas de poxvirus o viruela aviar.

Al inicio de la ejecución del Plan de Recuperación la lectura de las historias clínicas de


los pinzones cautivos nos alertó de la ocurrencia de brotes de lo que el anterior
veterinario responsable del Centro de Cría denominaba “picaduras de mosquitos”. Estas
picaduras ocurrían en los dedos de las patas de los ejemplares de pinzón mantenidos en
Tafira. No encontramos referencias sobre análisis efectuados a las mismas y consultados
los anteriores responsables nunca nos informaron al respecto (se adjunta una de las
diferentes peticiones realizadas).

En otoño de 2005, con pocos días de diferencia, diversos ejemplares de la subespecie de


Tenerife y alguno también de los de Gran Canaria presentaron unas pequeñas picaduras
en los dedos de las patas. Teníamos ante nosotros lo mismo que se venía produciendo
en años anteriores y no se había identificado hasta entonces su posible origen.

Las lesiones consistían en unas pequeñas pápulas en la zonas dorsal y lateral de los
dedos. Por lo general evolucionaban bien y desaparecían a las pocas semanas. Dado
que, según la bibliografía y de la experiencia de los canaricultores, esas lesiones se
relacionan con la picada de mosquitos y la transmisión de poxvirus o viruela aviar,
procedimos a la toma de biopsias cortando con bisturí la piel afectada sobre los bordes
de la lesión. Ese pequeño trozo de tejido dérmico se fijó en formalina al 10% y se
remitió al Departamento de Morfología y Anatomía Patológica de la Facultad de
Veterinaria de la ULPGC para su análisis histopatológico.

El diagnóstico fue viruela aviar. Para cuando tuvimos los resultados de esos análisis las
lesiones ya habían curado y las aves afectadas no volvían a padecer más “picaduras”.

No obstante estudiamos a fondo el tema y nos asesoramos con el que podemos


considerar uno de los mejores profesionales en enfermedades infecciosas de las aves
con que podemos contar en España, el doctor José Bismark Poveda. Dicho científico
coincidía plenamente con nosotros en que el curso demostrado por esas cepas de virus
era bastante banal y en un colectivo cerrado esa enfermedad era autolimitante. Los
pájaros afectados quedaban inmunizados por esa “vacunación natural” y las partículas
víricas eran totalmente destruidas por la inmunidad celular de la respuesta generada en
el organismo de las aves.

Por todo ello seguimos con el programa de cría previsto y siempre muy atentos a esa y a
cualquier otra posible enfermedad que pudiéramos detectar.
A principios de 2006 el asunto se hace público en la propia Facultad de Veterinaria,
donde estaba colaborando el anterior responsable sanitario del programa de cría de
pinzones, que también ejercía como coordinador en Gran Canaria de la Sociedad
Española de Ornitología (SEO) en Gran Canaria. De manera totalmente sensacionalista
se transmite a los medios de comunicación la idea de la peligrosidad de la viruela que ha
contagiado al pinzón azul (se adjunta recorte de prensa con el titular “El pinzón azul
enferma de viruela”). Se inicia una campaña en la que se argumenta la mala ubicación
del Centro de Cría, muy cerca del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, supuesto
origen de la infección.

No dejo de preguntarme todavía a donde miraban en SEO-Canarias cuando su


coordinador en Gran Canaria ejerció una década como responsable sanitario de los
pinzones cautivos a las órdenes de Felipe y Gorgonio. Por entonces, a pesar de la
nulidad de resultados y de la aparición periódica de picaduras de mosquito, nunca se
cuestionó la ubicación del Centro de Cría en cautividad del pinzón azul. No parece
lógico que apenas unos meses después de aprobado el Plan de Recuperación se organice
una ofensiva de esa envergadura a la gestión que recién iniciaba nuestro Cabildo.
Quienes están detrás de toda la campaña son, como no, los antiguos responsables del
proyecto que utilizaba a la SEO como brazo ejecutor de sus maquinaciones.

La realidad es que el virus de la viruela aviar o poxvirus, en múltiples cepas o formas,


existe en el medio natural de una manera muy extendida en nuestra isla de Gran
Canaria, al igual que en el resto del planeta, pues se trata de un virus muy cosmopolita.
Se transmite entre las aves a través de picaduras de mosquito u otros vectores y genera
unas lesiones locales en el punto de inoculación.

A pesar de que esas explicaciones se dieron a SEO desde esa organización siguieron
bombardeando la ejecución del Plan por el Cabildo. SEO-Canarias remitió cartas a los
Cabildos (se adjuntan en Anexos la remitida al Cabildo de Fuerteventura)
advirtiéndoles, en tono muy catastrofista, del peligro de enviar ejemplares accidentados
desde Fuerteventura a Tafira, donde los pinzones padecían una enfermedad tan grave
como la viruela. Una de estas cartas hizo que una comisión de políticos y técnicos del
Cabildo de Fuerteventura visitaran Tafira, alarmados pues desde esa isla nos remitían
muchos ejemplares accidentados al Centro de Recuperación para ser rehabilitados. La
visión de los pinzones azules afectados, ya completamente sanos y sin secuelas, y las
oportunas y rigurosas explicaciones les abrieron los ojos y comprendieron los reales
motivos que se ocultaban tras la monumental alarma creada por SEO-Canarias.

El caso es que por parte de SEO- Canarias y algunos de sus colaboradores se hizo pasar
al Plan de Recuperación en su faceta de Cría en Cautividad por uno de sus peores y más
críticos momentos.

Reconocido es el hecho de que las medidas de conservación de las especies amenazadas


deben de contar con la complicidad y el apoyo social. Es por ello que la irresponsable e
injustificada campaña orquestada desde SEO-Canarias originó un bache en la
trayectoria de conservación del pinzón azul que recién iniciaba el Cabildo.

Se llegó incluso a amenazar a quienes se atrevieran a colaborar con nosotros en el Plan


de Recuperación. De esa actitud fuimos conscientes cuando un entristecido Keith
Emerson, ornitólogo inglés afincado en Tenerife, que se aprestaba a realizar las capturas
de ejemplares de la subespecie de aquella isla para ser usados en Gran Canaria como
amas de cría, ya con toda la documentación necesaria tramitada y expedida a su nombre
por la Viceconsejería de Medio Ambiente, nos llama para comunicarnos que por
presiones ejercidas desde SEO y desde el Departamento de Zoología de la Universidad
de La Laguna, debía abandonar su promesa de colaboración, so pena de ser excluido de
futuros proyectos. El motivo que le expresaron era no someter a los pinzones a capturar
en Tenerife al peligro de padecer viruela ¡!.

Afortunadamente en el Gobierno de Canarias el responsable del Servicio de


Biodiversidad supo separar el trigo de la paja y, ante la evidencia de los datos técnicos y
epidemiológicos, restó importancia a las alarmas generadas por SEO.

También se adjuntan las peticiones de información que realizamos a los anteriores


responsables técnicos de los Proyectos LIFE del pinzón azul sobre las medidas tomadas
para evitar contagios de los pinzones y sobre las pruebas que debieron haber sido
realizadas en su momento. Sobre todo las pruebas previas a las liberaciones efectuadas
en Tamadaba en noviembre de 2002. Al igual que en las peticiones de datos sobre los
trabajos de campo, los anteriores gestores y responsables de las actividades de
conservación del pinzón azul de Gran Canaria en la etapa anterior, nunca nos
contestaron.

- Bloqueo de las liberaciones en 2008 y 2009. En esas dos temporadas se produjeron


pollos viables para ser liberados en experiencias piloto. Nuestros intentos de liberación
fueron paralizados sin motivo alguno por el que en aquel entonces ejercía como
Coordinador Insular de Medio Ambiente en nuestra Consejería, don Gorgonio Díaz,
nombrado a dedo por el aquel entonces Consejero don Juan Salvador León. Así
llegamos en abril de 2010 sin haber liberado ejemplares en el Plan de Recuperación que
caducaba en aquel momento. Habían cumplido su objetivo boicoteador.

- Auspiciada por el referido Coordinador Gorgonio Díaz, se produce al Plan de


Recuperación del pinzón azul y a mí como su director, una denuncia por proteger a los
pinzones liberados en 2010 de los gavilanes. Gorgonio asesoró incorrectamente a los
jefes con información tendenciosamente manipulada que acabó en paralización de la
actividad de protección de los pinzones, muerte de uno de estos por ataque de gavilán y
la denuncia de los guardas a mí como responsable. Finalmente se demostró que todo
partía de planteamientos equivocados y la aplicación de leyes (Ley de caza) que no eran
las adecuadas (Ley de biodiversidad).

- Bloqueo de las autorizaciones de marcaje, control de gavilanes y liberaciones de


pinzones azules en 2011. Por ese entonces tras presentar las solicitudes que debían
tramitarse y remitirse a la Viceconsejería fueron todas bloqueadas en nuestro Servicio y
de allí no saldrían hasta que tras el cambio de legislatura la nueva Consejera firmó los
escritos de remisión. No obstante la solicitud de liberaciones sería bloqueada y no
llegaría al Cabildo hasta que los pájaros ya estaban liberados en su práctica totalidad.
De no haber sido así no se hubieran podido liberar, que era la intención oculta de los
referidos técnicos de la Viceconsejería.
- Bloqueo de la autorización de marcaje en 2012 la cual obtuvimos por silencio positivo
y bloqueo de la autorización de liberaciones que finalmente fue denegada injustamente
en una clara prevaricación. De ahí surge mi expediente disciplinario, la no liberación de
7 ejemplares aptos para liberar y por lo pronto la muerte de uno de estos.

ASUNTOS RECIENTES

En la pasada legislatura iniciada en la primavera de 2011, tras la salida de Gorgonio del


puesto de asesor del Consejero, las cosas parece que empezaron a aclararse y tuvimos
en principio el apoyo de mis jefes para sacar esto adelante. Se resolvieron las
autorizaciones con mucha dificultad pero se fueron solucionando los problemas de los
retrasos intencionados desde la Viceconsejería. Por ese entonces la Consejera realizó en
dos ocasiones sendas felicitaciones plenarias en el Cabildo hacia nuestra labor con el
pinzón azul. Sus declaraciones a los medios eran muy positivas.

Pero todo cambió rápidamente tras la incorporación de un nuevo asesor con cargo de
Coordinador Insular. Dicha persona, Carlos Canella había estado trabajando con el
cargo de administrativo en el Centro de Recuperación de Tafira. Nunca tuve problema
alguno con él y llegué a pensar que éramos “amigos”.

En poco tiempo ocurren una serie de circunstancias en las que empiezo a detectar que
esta persona está actuando con unos criterios equivocados y que se parecían, como dos
gotas de agua, a los que tienen las personas de la Viceconsejería que siempre han
intentado boicotear nuestro trabajo. Frases como la de que “vamos demasiado rápido” o
“hay que reconducir algunas cosas” me suenan y procuro estar atento a las sucesivas
movidas.

En marzo de 2012 ocurre algo que va a tener una gran repercusión y consistió en lo
siguiente:

Finaliza en sanción de 1.500 € una denuncia a la propiedad de la Finca de Los Hornos y


al titular del Coto de Caza instalado en dicha finca, por haberse retrasado en la
presentación del nuevo Plan Cinegético (que hay que renovar cada 5 años). En dicha
finca están los pinzones azules de manera natural, es un lugar estratégico en la conquista
del nuevo pinar de La Cumbre y por eso la elegimos como lugar ideal para realizar las
liberaciones de las aves que criamos en cautividad y donde tenemos instalados todo el
operativo de liberaciones que había supuesto cuantiosas inversiones.

El presidente de dicha comunidad de regantes, don Antonio Hernández, ha recurrido


sucesivamente la sanción pero, sorprendentemente, todos los recursos resultan fallidos.
La propiedad ha colaborado con el Cabildo cediendo los terrenos, el agua, autorizando
la instalación de jaulones y casetas y permitiendo el tráfico de vehículos del Cabildo por
la propiedad facilitando las llaves de la finca, e incluso aportando labor de vigilancia.
Finalmente no existe ningún tipo de apoyo sino todo lo contrario ante un simple retraso
administrativo que además, para más INRI, era denominador común en la totalidad de
los Cotos de la isla sin que a ellos se les hubiera denunciado en los mismos términos
empleados en el Cortijo de Los Hornos.
Entonces don Antonio Hernández pide cita con la Consejera y le comunican que no hay
ya nada que hacer por haber agotado todas las vías. Al parecer y según versión de la
Consejera, insinúa que dejen caducar el expediente a lo que la Consejera, en un ataque
de dignidad, le echa del despacho a gritos y manifestando que lo del pinzón le da lo
mismo. A continuación Antonio Hernández me llama para comunicarme que en el plazo
de un mes abandone toda actividad en la finca y desaloje las infraestructuras creadas en
los últimos años.

A los pocos días me dirijo por email al asesor de la Consejera, el que creía mi amigo y
antiguo compañero, Carlos Canella. Le comunico que a raíz del aspaviento de la
Consejera con el dueño de la finca se ha puesto en peligro todo el sistema de liberación
y que ahora mismo no existía alternativa. Eso era evidente para todos pero a ello añadí
que “consideraba que se debía tener más cintura política para salir de esas situaciones”.
Mi “amigo” imprime el documento y se lo enseña a la Consejera para que compruebe lo
que opino de ella. Me llama y me monta un tremendo espectáculo, negando que hubiese
echado al presidente de la Comunidad. Ello es corroborado por mi “amigo” que también
dice que no oyó nada. La realidad es que la conversación la oímos juntos desde su
despacho mientras me hacía señas con el dedo de permanecer callado para poder oír los
gritos de la Consejera. En fin acabé por decirle a la Consejera que efectivamente no
hubieron gritos y que quizás lo soñé. Le pedí perdón. La contestación de la Consejera
fue que le daba igual, que ella ya había tomado una decisión y que ya me iría dando
cuenta. Insistió reiteradas veces en que borráramos el incidente de nuestras mentes que
no había existido y que ella lo negaría ¡! Por último me pidió que fuera muy profesional
y me dedicara a trabajar duro.

A los pocos días de ese desagradable incidente el presupuesto para contrataciones


externas para trabajos de campo con los pinzones azules se reducía un 75% y que en el
siguiente año el proyecto se iría derrumbando poco a poco tras ir fallando
sucesivamente aspectos claves del mismo y lo que se pudo mantener fue a base de
voluntarismo y esfuerzo del personal. Donde quiera que dependíamos de nuestros jefes
para que algo pudiera avanzar, se bloqueaba y así evidentemente el esfuerzo es agotador
y se entra en la fase psicológica generada por el “mobing” y la desviación de un poder
contra el que resultaba muy duro luchar. Finalmente todo esto acabó en el Juzgado y de
ahí la Sentencia favorable que se adjunta.

En cuanto a la propiedad de la finca, con el argumento de que algo tan importante para
la conservación del pinzón azul no podía depender de las decisiones equivocadas del
político de turno que, al fin y al cabo sólo están de paso, se logró desactivar las
amenazas de expulsión del Cortijo de Los Hornos. ¡Chapó por la Comunidad de
regantes de La Cumbre! Tan excelente noticia a la Consejera y su asesor no pareció
gustarles. No dijeron nada, ni contestaron nuestro correo electrónico comunicando la
desactivación de la gran amenaza que supondría el que, en 2012, nos quedáramos sin
lugar adecuado para liberar los pinzones azules que, estábamos convencidos, íbamos a
producir en buena cantidad.
EL ASUNTO CON AENA

Como quedó demostrado con el asunto antes expuesto, nuestra principal debilidad en La
Cumbre era que el lugar de liberación estaba situado en una finca privada. Ello nos
generaba el peligro de la dependencia de particulares que, en un momento dado,
pudieran fallarnos.

Rebuscando en el pinar encontramos una gran finca vallada y bien vigilada en el Pico de
La Gorra, donde están las antenas del seguimiento y control aéreo. Es propiedad de
AENA. Contacto con Gustavo González, técnico responsable de aquella finca y resulta
ser un gran amante de las aves que se ilusiona por poder ayudarnos. Primero, tras varias
conversaciones y visitas al lugar, arregla todo para poder instalar en la zona líneas de
bebederos muy necesarios para las aves durante el estío. El sólo tras ver nuestros
jaulones de libración en Los Hornos y sin que se le hiciera petición de los terrenos para
instalar jaulones, se ofrece a sacar adelante un proyecto de colaboración amplio en el
que AENA invirtiera en el programa del pinzón azul como actuaciones ambientales
compensatorias por la previsible construcción de la tercera pista en Gando. Es una
forma de actuar que tiene AENA cuando existen conflictos ambientales y así lo han
hecho en diversas zonas congeniando trabajos muy interesantes para las aves como el
del Prat en Barcelona.

Trabajamos en el tema. Gustavo mueve piezas en AENA y convence al entonces


Director General de la compañía para que, además de costear todas las infraestructuras
que creáramos, se contratara un ornitólogo, elegido por nosotros, para trabajar “full
time” con el seguimiento de los pinzones con un contrato de un año prorrogable durante
un total de 5 temporadas, tal y como han obrado en otras zonas. La situación sería ideal
pues poder disponer de una persona especialista que esté dedicada al seguimiento de la
población de La Cumbre es una de nuestras más prioritarias necesidades. ¡Y encima
gratis!

Preparamos un borrador y queda todo pendiente de la reunión que deben tener nuestra
Consejera con el Director General de AENA. Al coordinador Carlos Canella se le
informa de todo, se le da el contacto y sus teléfonos y también la documentación de
partida para la finalización del Convenio. Se le pide encarecidamente que facilite con la
Consejera la reunión. Nunca movieron un solo dedo y la posibilidad todavía existe pero
si no manifiestas interés queda en eso, una ilusión y una gran oportunidad
desperdiciada.

EL DRAMA DE LAS AUTORIZACIONES DE LA VICECONSEJERÍA EN 2012

Desde finales de 2011 tras finalizar con notable éxito las liberaciones tengo
conocimiento por parte de compañeros en la Viceconsejería de Medio Ambiente, que la
estrategia de quienes llevan años boicoteando al Cabildo desde la estratégica Oficina de
Biodiversidad, será boicotear las dos autorizaciones que ellos consideran preceptivas y
por donde pueden paralizarnos. Se trataba de las autorizaciones de marcaje y las de
liberación de pinzones azules.
Nuestras solicitudes se tramitan en tiempo y forma y llegan debidamente registradas a la
Viceconsejería.

Sobre el mes de julio contacta conmigo una de las letradas de la Viceconsejería de


Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. Quiere reunirse conmigo para un “asunto
delicado”. Me explica que desde la Sección de Biodiversidad le han pedido que busque
fallos de procedimiento en nuestro proyecto del pinzón azul que permita paralizar
cautelarmente nuestras actuaciones. Hasta ahí ya era conocido por mí. Pero me
sorprende que me informe de que tras analizar toda la documentación no existe nada
que sustancie una paralización. Como quiera que desde Biodiversidad intentan forzarla
para que informe sobre cualquier cosa que se le ocurra, aunque no estuviese motivado,
ella se ha revelado apercibiéndoles de que eso es prevaricar. Me informa de todo y me
aconseja que ande con mucho cuidado. Dispongo de diversos email que me mandó por
entonces. Pero, de golpe, un día me llama y me ruega encarecidamente suspender
cualquier tipo de comunicación con ella. Debió de ser amenazada pues es interina y por
ese entonces estaban haciendo despidos por allí, como en todos sitios.

Finalmente el permiso de marcaje de los pinzones a liberar lo obtenemos por silencio


administrativo. Disponemos de la comunicación de inicio de la actividad firmada por la
Consejera a los tres meses de nuestra petición de marcaje. Días más tarde llega la
Autorización Administrativa desde la Viceconsejería.

Me sorprende porque en 2011 en que solicitamos también la autorización nunca nos


mandaron nada, claro que no utilizamos el recurso del Silencio Positivo. Por ese
entonces la Consejera me aseguraba que como Cabildo no podíamos hacerlo, que ella
era abogada y sabía más de eso que yo.

Los datos del marcaje 2011 realizado sin autorización están en un limbo administrativo.
Se comunicó reiteradas veces a nuestra Consejera y ni caso. Se trata de una actividad
realizada sin autorización y ninguna de las dos administraciones le da importancia. Muy
diferente de mi expediente por no disponer de autorización de liberación. Al fin y al
cabo son situaciones exactamente iguales.

Quienes único se han preocupado por la carencia de la autorización son los del
Ministerio de Medio Ambiente en Madrid que detectaron el fallo. Tengo un escrito muy
interesante al respecto entregado en nuestro Cabildo (Informe Bloqueo en Marcaje de
25 de julio) del que no he obtenido respuesta.

En cuanto a la autorización de liberación nos generó un sinfín de escritos y


contraescritos agotadores pues ellos tenían muy claro que lo iban a denegar, fuera como
fuere, y así no existen argumentos que oponer. Estimo que se ha cometido una flagrante
prevaricación que nuestro Cabildo ha asumido sin más.

Finalmente tras muchas vueltas con diferentes justificaciones sin relación entre ellas el
argumento principal de la denegación de liberación de los pollos de pinzón azul se basó
en motivos de “variabilidad genética”. Estos eran completamente inexistentes, tal y
como pudo demostrarse de manera rigurosa y científica realizada por uno de los mejores
laboratorios y equipos de genética que existen en Europa.

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