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Curso de INICIADO El Sol

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL SOL EN UNA CARTA NATAL:

EL SOL REPRESENTA TU VOLUNTAD.

Indicará de forma global "por dónde transitar", qué es lo que hemos venido a
cumplir como "primer propósito de existencia", qué desarrollar, qué abandonar, qué
integrar y qué desechar, qué atribuirse a uno mismo y qué reconocer en los demás; nos
ayudará a ver nuestra propia luz y también descubrirla en los que nos rodean, nos ayudará
a encontrar nuestro destino y también a descubrir el de los demás. Son energías
inalterables al paso del tiempo que el sujeto deberá aprender a reconocer en sí mismo,
integrarlas, asimilarlas o usarlas hacia los demás, dependiendo de qué aspectos reciba el
Sol natal.

Expresión en Luz del Sol:


Voluntad, autoridad y poder.
Identidad consciente.
Yo interno e individual.
Generosidad, decisión, liderazgo.
El padre.
Yo soy ….

Expresión en SOMBRA: Orgullo, arrogancia

Primer trabajo iniciático: Renunciar al orgullo, a la arrogancia y al deseo de diferenciarse de la Unidad (la escisión del
Origen).

SOL

Significadores en SOMBRA
EL DESEO DE SER MÁS DE LO
El ego ausente Arrogancia
QUE YA SE ES.
EGOS
El anhelo de ser diferente y
la 'NO VIDA' Indecisión
especial

Contiene esta luminaria el símbolo de LA VIDA o de la NO VIDA, de la manifestación consciente o de la ausencia de la


misma. Qué haces con tu vida, cómo la construyes, desde dónde la elaboras, qué tipo de decisiones tomas y desde dónde
han sido motivadas, cómo eres en esencia, eso que no puedes rechazar.

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Refiriéndome a la sombra astrológica, este planeta recoge precisamente la NO VIDA o
ausencia de manifestación, cada vez que renunciamos a ser lo que somos, a participar de la realidad aportando nuestra
realidad, cada vez que negamos nuestros impulsos conscientes a tomar decisiones, cada vez que sabemos que hemos de
hacer algo concreto, tomar una decisión que se nos intuye acertada y no lo hacemos, alimentamos esa sombra primigenia
del sol. El sol aporta brillo y calor cada día posibilitando que la existencia siga y pervada, pudiendo manifestarse ésta en
absoluta libertad y evolucionando constantemente; el sol recoge ese principio en el cual en absoluta libertad la vida se
manifiesta; potenciar la sombra es potenciar lo contrario; es tan simple como mirar al sol y percibir su brillo y claridad o
concentrarse en la sombra que proyectamos y dibujar en ella mil y una formas inexistentes; dar cabida a la luz que somos, ir
donde quieras, construir tu vida desde tu voluntad poderosa, atreverte a hacer, o alimentar la sombra, la incertidumbre, el no
tomar decisiones que sabemos podemos y debemos realizar; cada uno de los doce soles que recoge el Zodíaco representa
una de esas esencias primordiales, Aries, Tauro... hasta Piscis, reconocerte en lo que eres es el primer paso para serlo. No
ser lo que eres es alimentar la sombra, negar la existencia al negar la tuya propia, reducir al mínimo tu expresión cuando es
que puedes participar; desconfiar de tus fuerzas, ignorar tus capacidades es alimentar la sombra; todos nos conocemos
'capaces de...', se trata simplemente de asumir que 'podemos hacer...', 'podemos decidir...', nadie nos quita ese derecho, solo
uno a sí mismo.

Las energías solares representan el mayor caudal de decisión del individuo; escenifican la forma en la cual se ha
decidido materializar la experiencia y representan ese movimiento global en el cual estamos inmersos.

Los planetas en aspecto con el sol nos ayudarán a descubrir QUIENES SOMOS. Son compañeros del viaje de la
individualización, para definir la personalidad.

Expresado en sombra, los contactos con los diferentes planetas pueden aportar experiencias del tipo señalado a
continuación:

Dependencias ajenas (aspectos y contactos con Venus); falta de voluntad propia (Marte), se quiere una cosa pero se
hace otra bien distinta; inseguridad (contactos con la Luna). Identificación con las opiniones ajenas (Mercurio). Confianza en
pensamientos de desconocidos, falta de filosofía propia (Júpiter). Ausencia de realidad y estructura en uno (Saturno); se
espera a que otros den los primeros pasos. Falta de libertad (Urano) propia; se renuncia a ella cediéndola para que otros
ocupen puestos que no les pertenecen. Falta de realidad (Neptuno); el proceso de identificación con el entorno es tal que uno
se ha perdido en sí mismo. Falta de concentración (Plutón); las fuerzas están dispersas y no se sabe cómo usar las propias.

Cuando las energías solares se dirigen hacia uno mismo, en luz, y no por egoísmo, sino como medio de identificar y
desarrollar una voluntad consciente, despierta, activa, viva, interactuante con todo y no sólo con lo que le interesa, los
contactos con los diferentes planetas se tornan de cualidades bien distintas, por ejemplo, con Marte: hago aquello que decido
desde mí mismo, sin permitir interferencias que distorsionen mi voluntad; mi acción se encuentra bien alineada con mi
decisión; soy consciente de las actitudes que tomo y asumo mi propio poder. Una vez alcanzada mi individuación, puedo
colocar mi fuerza vital al servicio de otros, asumiendo el liderazgo compartido; soy libre y líder de mí mismo y lo comparto con
los demás: todos brillamos igual.

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En el caso de los contactos con Venus: identifico mi capacidad de sentir y de unirme a otros
y comparto mis sentimientos y necesidades; me uno al otro sin esperar que el otro se una a mí; entrego y comparto mi
energía.

Y así sucesivamente. Uno mismo ha de identificar las características y cualidades de las uniones planetarias; soy de la
opinión que dar todo el trabajo hecho acaba siendo muy contraproducente, puesto que limita el propio proceso de búsqueda
personal y encuentro; a lo largo de este libro se dan pautas más que suficientes para abordar ese encuentro y extensa
información del significado de las luces y las sombras que contenemos.

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