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Hoy en día el rango de capacidad de las centrales hidroeléctricas va desde unos pocos cientos de
watts a los más de 10 000 MW, un factor de unos cientos de millones de dólares entre los más
pequeños y los más grandes. Podemos clasificar las instalaciones de diferentes maneras:
Por la altura efectiva de agua.
Por la capacidad (la potencia nominal de salida).
Por el tipo de turbina usada.
Por la ubicación y el tipo de presa, embalse, etc.
Turbina Francis
Turbinas Francis son en gran medida el tipo más común en el actual medio o plantas a gran escala.
Se utilizan en instalaciones donde la cabeza es de sólo dos metros o tan alto como 300. Estas son
las turbinas de radialflow, y aunque el flujo de agua es hacia adentro, hacia el centro en lugar del
flujo de salida de la turbina Fourneyron, el principio sigue siendo el mismo.
Embalsamiento
Supone una serie de procesos físicos y biogeoquímicos que pueden alterar la calidad del agua.
Lógicamente, estos problemas también se presentan en los embalses destinados a riegos u otros
usos públicos, con los que las instalaciones hidroeléctricas funcionan frecuentemente de manera
acoplada.
Por lo que se refiere a la calidad del agua, el verano es la época más conflictiva, ya que las aguas
se estratifican térmicamente dificultando el transporte de oxígeno desde los niveles superficiales
de la masa de agua hasta los más profundos. La ausencia de oxígeno puede producir la aparición
de sustancias tóxicas y, dado que las turbinas funcionan generalmente con aguas profundas,
puede darse la circunstancia de que las aguas vertidas por el aprovechamiento hidroeléctrico
presenten falta de oxígeno o contengan alguna sustancia contaminante.
Turbinación
Puede introducir también anomalías en el ciclo térmico de los ríos que reciben las aguas en época
de estratificación térmica del embalse, puesto que, si el agua vertida procede del fondo del
embalse, el río aguas abajo recibe aguas más frías de lo que es habitual en verano.
Aterramiento
La construcción de un embalse en un curso de agua produce la retención de la mayor parte de la
carga sólida transportada por el flujo. La cantidad de sedimentos depositada depende del volumen
y geometría del embalse.
Mientras que en los grandes embalses se deposita prácticamente la totalidad de las partículas que
penetran en el vaso, en los embalses pequeños sólo lo hace una parte, de modo que los materiales
de granulometría más fina (limos y arcillas) pueden continuar aguas abajo, suspendidos en la
corriente.
Por ello, es necesario realizar un análisis de la sedimentación que va a tener lugar en un embalse
en la fase previa a la construcción del mismo.
Estratificación Térmica
La estratificación térmica tiene lugar, con mayor o menor intensidad, en la mayoría de los
embalses, principalmente en verano. Esta estación es la época más crítica para la calidad del agua
por el posible agotamiento del oxígeno en las capas del fondo. La predicción de esta situación es,
por tanto, de gran trascendencia.
La estratificación térmica depende fundamentalmente de la geometría del vaso, del flujo y
resistencia hidráulica, de la incidencia y velocidad del viento, y de la radiación solar.